HISTORIA
DEL GRANADA C.F.
Capítulo 51
Temporada 1982-83
¿QUO
VADIS, GRANADA?
El 11
de noviembre de 1982 se celebra
Presupuesto
deficitario
Lo
peor viene cuando la directiva expone los presupuestos de la actual temporada.
Parece mentira que los compromisarios digan amén a un presupuesto deficitario
en 56.881.000. Las leves protestas son inmediatamente acalladas por un
presidente que ha perdido el sentido de la realidad. Cándido Gómez mantiene que
"este déficit lo arreglo yo vendiendo un par de jugadores".
Y la
monumental deuda sigue creciendo con el consentimiento de todos. José Luis
Codina lo comenta con acritud en un articulo aparecido en "Patria"
bajo el titulo en latín que yo he copiado para este capítulo: "¿Quo vadis
Granada?" que podemos traducir por ¿Dónde vas Granada?
Peor
aún pinta la situación cuando en enero de 1983 se publica un reportaje en
"Ideal" donde se descubre que la deuda real del Granada alcanza ya
los 324 millones de pesetas más intereses y diversos flecos. Las partidas más
importantes de esta deuda son:
Directiva actual, 125 millones
Banco de Crédito Comercial,
115
Fichas de jugadores hasta el
30 de junio, 30
Manuel Anel, 28
Vicente Luna, 16
Ministerio de Hacienda, 7
Magistratura del Trabajo, 3
Los
socios de 20 años
El 26
de enero de 1983 tiene lugar una Asamblea extraordinaria con masiva asistencia de
300 personas. Cándido Gómez propone la que dice ser única solución para salvar
al club: conseguir 3.000 socios que paguen 20 años por adelantado con
aportaciones de 100.000 pesetas los de tribuna, 200.000 los de palco y 75.000
los de preferencia.
El
presidente promete, si se consigue este dinero, construir una nueva tribuna y
¡hacer un equipo de futuro con jugadores de la cantera!
De
momento
Como
el asunto de los socios de 20 años sigue sin concretarse, el 10 de febrero
insiste el presidente en esta solución porque la capacidad económica de los
directivos ha llegado a su límite. Se inicia entonces oficialmente la campaña
de captación de socios de 20 años con los agentes de Seguros Mudespa en el
papel de promotores. Todo el dinero recaudado se destinará a pagar la deuda y
si no llega a los 3.000 socios que Candi estima necesarios, se devolverá el
dinero a quienes lo dieron. Luego no fue así porque fueron unos 800 los
"inversores", con Crisóstomo Molina y José Rodríguez García como
primeros inscritos. Y los millones recaudados sirvieron para devolver casi todo
el dinero prestado por Bancreco, que era de 113 millones pero que merced a las
gestiones de Vicente Luna, el banco rebajó hasta 82 millones.
El
cuerpo técnico
El 24
de junio de 1982 firma el sevillano Manolo Ruiz Sosa, antiguo jugador del
Sevilla, Atlético de Madrid y Granada, su contrato para entrenar al Granada en
la temporada 1982-83. Se dice que es el técnico ideal porque conoce
profundamente la categoría de Segunda B.
El
Recreativo de Regional Preferente sigue a las órdenes de Pellejero y el Granada
aficionados desaparece definitivamente.
Mingorance,
Jorge López, Fernando Aguilera y Antonio Moreno se hacen cargo de juveniles,
infantiles y alevines. Izcoa, al que muchos daban como seguro miembro de este
cuerpo técnico, se marcha a entrenar al Loja.
La
plantilla
¿Recuerdan
los 22 jugadores fichados la pasada temporada? Pues sólo dos son titulares en
Segunda B. Otros siete son granadinos, que apenas cuentan, y los 13 restantes
desaparecen de la plantilla. Pero no hay que preocuparse porque la directiva se
apresura a contratar 14 nuevos futbolistas de los que seis serán titulares.
Cándido
Gómez demuestra con hechos que sus hábitos ficheriles siguen intactos. En estas
dos temporadas de presidente ya ha realizado 36 fichajes. Y algunos de ellos
pagando costosos traspasos, como los ocho millones al Betis por Tello y otros
ocho al Alcalá por Valdo y Carrasco.
El
malagueño Merino llega declarando que "vengo a partirme la cara por el
Granada" y el "hijo pródigo", aquel Ángel que empezó en el
Atlético Zaidín y lo intentó en el Atlético de Madrid, aunque sin pasar del
conjunto filial, vuelve a Granada con 25 años.
Sumamente
rentables fueron Comas, defensa cedido por el Barcelona, y el murciano Macanás,
que vivirá una segunda juventud en el Granada.
Una
Liga triunfal
Ruiz
Sosa dio pronto con su equipo base y mantuvo con mínimas alteraciones el
esquema que finalmente fue premiado con el éxito.
Verdejo,
se quedó solo en la meta por la grave lesión de Puente cuando estaba siendo
titular. Comas, Heredia, Lina y Macanás fueron los habituales defensores, con
la presencia de Gil en bastantes partidos. Luis, Vitoria y Antonio formaron la
línea del centro del campo, con muchas apariciones del granadino Alberto,
mientras que en el ataque se mantuvieron casi siempre Valdo, Tello y Carrasco.
No
puede decirse que el campeonato fue un paseo para el Granada, pero siempre se
mantuvo entre los cuatro primeros y se encaramó al liderato cinco jornadas
antes del final. En las últimas nueve jornadas no conoció la derrota y se
accedió al penúltimo encuentro en Algeciras con la seguridad de que un empate
bastaba a los dos equipos para garantizarse, con siete días de adelanto, la
seguridad de ocupar uno de los dos primeros puestos que tenían el premio de un
ascenso a Segunda A.
¿Soborno?
en Lorca
No
todo fue miel y rosas. Hubo dos momentos puntuales muy difíciles. Uno, el 29 de
marzo, en la isla de Mallorca, que contamos en el "partido para el
recuerdo" de este mismo capítulo. Y el otro ocurrió en Lorca el 10 de
abril de 1983.
El
Granada ganó por 0-1 y el entrenador murciano Moreno Manzaneque acusó al club de
un intento de compra de varios jugadores suyos. Entre ellos estaba el portero
Moncaleán, hermano del antiguo jugador del Granada, que acusó directamente al
intermediario Ponce de "haberle tocado". Lo cierto es que se formó un
gran revuelo, el Comité de Competición abrió expediente, la directiva del
Granada anunció una querella contra Moreno Manzaneque y el informador granadino
Antonio García Molina no pudo radiar el partido desde el campo del Lorca. Lo
resolvió desde la ventana de un edificio cercano y con unos buenos prismáticos.
Lo
peor vino después, con el locutor Alex Botines en el programa "la hora
25" de
Sin
embargo, hubo un añadido a esta situación con una ligera variante. En el mes de
mayo el entrenador del Talavera, Carlos Martín, lanzó sus sospechas sobre la
forma de correr de los jugadores del Granada, exactamente dejó caer que
parecían dopados. Y tampoco pasó de rumor lleno de mala leche.
Hermandad
en Algeciras
Un
empate era el ascenso de los dos equipos. Y pasó lo que tenía que pasar.
Antonio
Prieto utilizó un símil político para definir la situación.
- Si
la posición de los jugadores en el campo hubiera sido demostración de la
ideología política de los actuantes, sin duda alguna se hubiera creído que
todos eran de centro, pues del rectángulo central no salían, salvo los porteros
que obligatoriamente tenían que estar situados bajo los palos.
Con
2.000 granadinos en las gradas, los prolegómenos fueron de fiesta grande.
Desfilaron juveniles majorettes luciendo bonitas piernas mientras un señor
vestido de astronauta se paseaba también con un enorme casco en el que figuraba
el resultado presentido por todos: cero a cero. Los jugadores algecireños
salieron repartiendo claveles al público y tirando besos. Luego, durante el
partido el público regocijado gritaba aquello de "¡que se besen, que se
besen!"
El
empate fue "duramente" ganado por los dos "contendientes".
El Granada tiró dos veces a puerta y el Algeciras correspondió con otras dos.
Según cuenta Antonio Prieto, que estaba allí, solo hubo un fallo: el extremo
algecireño Almenara se olvidó por un momento de la consigna y remató una vez a
la puerta de Verdejo para que el balón saliera rozando la madera.
Nadie
se metió con un árbitro que no sacó ni una sola tarjeta. Durante los 10 minutos
finales el balón no se movió prácticamente y aquello parecía una
"pachanga" de entrenamiento cansino más que un partido de
campeonato. Cumplidos los 90 minutos
justos se oyó el pitido final para que todos se abrazaran llenos de felicidad
tras un partido que es, sin duda, el menos competido de toda la historia del
Granada.
Y
Cándido Gómez Álvarez terminó siendo paseado a hombros por el terreno de juego y
aclamado por los entusiasmados espectadores.
Una semana
más tarde, con las naturales celebraciones previas, el Granada juega el último
partido de Liga y apenas puede derrotar al modesto Ibiza por uno a cero. Al
menos se ganó y no hubo el desastre habitual, derrota incluida, que amargó
otros ascensos. Esta vez los periódicos se llenaron de páginas especiales, la
taquilla fue de cuatro millones de pesetas y, después del partido se pudo
celebrar la tradicional caravana hasta
En el
torneo de Copa, tras eliminar con facilidad al Fuengirola, el Granada volvió a
caer con el Linares, igual que en la pasada temporada y casi por el mismo
tanteo, aunque sin las consecuencias colaterales que trajo aquel partido de la
pasada temporada.
Pero
en esta ocasión hay que agregar otro torneo, también por el sistema de
eliminatorias a doble partido, que se inventó la Federación y que fue bautizado
como "Copa de
El
Recreativo
Imitando
el ejemplo de sus mayores, el Recreativo se encuentra para empezar con una
exageradísima plantilla de ¡cincuenta y cuatro jugadores! de los que Pellejero
tiene que dejar fuera a 34 para quedarse con los normales 20 futbolistas que le
permiten un papel también normal en
Pero
el principal protagonista fue el propio Pellejero, que durante un partido de
Liga en el estadio del Zaidín, se peleó a golpes con un espectador, después de
ser insultado cara a cara. Pellejero fue despedido y sustituido, primero por
Jorge López, luego por Luis Martinez y finalmente por Joseíto. Para ocupar el
cargo de segundo entrenador del Granada, que también era Pellejero, fue Jorge
López el elegido.
También
hubo movida en los juveniles. El 28 de diciembre, día de los Inocentes, se pudo
leer en la prensa granadina que "Joseíto sustituye a Mingorance en el
Granada Juvenil". Y aunque lo podía parecer no era inocentada, pero
tampoco verdad porque Joseíto seguía cobrando del Tenerife, aunque vivía en
Granada al haber cesado en el club canario. Luego se dijo que el técnico
zamorano se pondría al frente de la futura Escuela de Futbolistas que el
Granada pensaba crear y no creó. Finalmente, lo único cierto de la noticia es
que Mingorance dejó el Juvenil y fue sustituido por Luis Martinez.
Después
del ascenso
Ramón
Ramos escribió sobre esta temporada para incidir en el triste final que tuvo, después
del ascenso. Utilizo sus mismas palabras que suscribo enteramente;
- El
buen ambiente de esta plantilla se rompió en los mismos días que se celebraba
el ascenso. De entrada, se prescindió de Ruiz Sosa, a quien perjudicó la
insólita decisión de sacar del campo a un futbolista para equilibrar efectivos
con el Sevilla, al que le habían expulsado un jugador en el partido amistoso de
homenaje al equipo. Además, se dio la baja a veteranos de gran rendimiento como
Heredia y - más inexplicable aún- Antonio. Lo curioso es que entretanto se
estaba cargando de veteranos la plantilla de la siguiente temporada.
* Durante el acto de
presentación de los jugadores, el 23 de julio de 1982, el presidente Cándido
Gómez ofreció una charla extensa incluyendo consejos sexuales.
- Como aquí todos somos
hombres, si hace falta acostarse con una mujer, se acuesta uno, pero siempre
que sea un lunes o un martes.
Y
añade información útil para los nuevos jugadores.
- Granada es peligrosa para
los jóvenes porque es ciudad universitaria y tiene muchas estudiantes.
No se sabe si los futbolistas atendieron los
consejos de su presidente, pero quien si los leyó fue el director de deportes
de
* La grave lesión de Puente,
que después de pasar años en el banquillo era ya titular, dejó a Verdejo y al
recreativista Guillén como únicos porteros. De inmediato se recuperó a Roberto,
que estaba cedido en el Úbeda, y se fichó a Bocoya, un jugador de 27 años que
fue del Cádiz y estaba en libertad. La rentabilidad de ambos guardametas fue
nula porque apenas jugaron un partido cada uno. Pero el Granada se dio el lujo
absurdo de mantener cinco guardametas en su plantilla.
* El Trofeo Ciudad de Granada
sigue dando beneficios. Y este año además la copa monumental se queda en casa
porque el Granada gana al Hércules y a Las Palmas. Para rematar la pretemporada
los granadinos también se alzan con el Trofeo Ciudad de Almería.
* Hay elecciones generales y
Guillermo Kirkpatrick es candidato de Alianza Popular por Granada. Viene a los
Cármenes el 19 de septiembre, en plena campaña electoral, y visita el campo de
los Cármenes. Y como es amigo de Ramón Mendoza se permite la tontería de
ofrecer el apoyo del Madrid si Mendoza es elegido presidente del club blanco.
Codina
criticó al candidato aliancista con un bonito articulo aparecido en
"Patria" titulado "La vía Kirkpatrick". Solo un día tardó
el criticado para enviar un telegrama al periodista; "Si de verdad
quieres al Granada C.F. por favor no escribas toda esa sarta de inexactitudes
que lo único que hacen es perjudicar al fútbol granadino y a todos los que de
verdad queremos al club."
Codina
no hizo caso a la enorme impertinencia del "granadino" de nuevo cuño
y le replicó con muy pocas palabras y mucho sentido del humor agradeciendo la
"lección de granadinismo". Y, por cierto, Kirkpatrick no ganó las
elecciones.
* El 8 de septiembre Salvador
Muñoz ejecuta uno de sus embargos y se ordena la subasta del campo sobre la
base de partida de 15 millones. Candi exclama que es un golpe mortal y Mariano
Sánchez Osorio añade que "ese hombre no merece vivir en Granada". La
cosa se paró con la intervención de Vicente Luna que terminó comprando la deuda
del Salvador Muñoz por 22 millones de pesetas, previa rebaja de seis kilos. En
esa cantidad se incluyen los 15 millones adeudados a Muñoz y los siete que el
propio Salvador Muñoz había comprado anteriormente a Candi, Mariano Sánchez
Osorio, Gerardo Cuerva y Pepe Juárez.
* Macanás se ganó muy pronto a
los aficionados de Granada. Este gran jugador había salido del juvenil murciano
directamente al Real Madrid y con una proyección de futuro inmejorable. Su paso
en el club merengue tuvo luces y sombras, regresó al Murcia y, ya con 28 años,
fichó por el Granada, un poco de vuelta de todo. Aquí mostró el fútbol que
llevaba en sus botas y, en poco tiempo, fue un ídolo comparable a Millán,
Trompi, Porta o Carranza. Uno de sus momentos cumbres fue en el partido contra
el Calvo Sotelo, el 23 de enero de 1983. Macanás consiguió dos de los tres
goles que dieron al Granada el triunfo por 3-0 y entusiasmó tanto a la gente
que salió del campo a hombros. En el diario "Ideal" se titulaba al
día siguiente; "Macanás levantó al Granada", y en la crónica se
remachaba que "Macanás estuvo genial, marcó dos goles y levantó al público
de sus asientos." Aquella tarde nació un ídolo. Y desde entonces, el grito
de ¡Pepe, Pepe! se hará tan tradicional como fue aquel de ¡Porta, Porta!
* El Portuense estaba en el
grupo de cabeza cuando el 6 de febrero fue visitado en su campo por el Granada
para empatar a uno. La modestia de la categoría donde milita el Granada se pone
de manifiesto, sin querer, con el titular de "Ideal": "El Granada se defiende con los
grandes". Hace diez años el Granada se medía de tú a tú con el Madrid o el
Barcelona y ahora resulta que el Portuense es "un grande". La
anécdota de este encuentro fue la actuación del árbitro Bolaños Fernández, del
Colegio Catalán. El entrenador del Portuense había descubierto que Bolaños era
natural del pueblo de Rubite y granadino por lo tanto. Pero su actuación fue
tan buena que ni siquiera el empate dio motivo para que se aireara como excusa
el lugar de nacimiento del colegiado catalán.
* El 10 de octubre de 1982 fue
un día triunfal para el fútbol granadino. Veamos los resultados de algunos
partidos celebrados esa tarde.
- Alcalá 0, Granada, 3
- Recreativo 5, Ejido, 0
- Granada juvenil 4, África
Ceutí, 0.
En
"Patria" tiraron la casa por la ventana a la hora de poner titulares;
"Apisonadora Granada", "Entusiasmó el Recreativo",
"Fue muy superior el Granada juvenil".
Dos
semanas más tarde, el 24 de octubre, pierde el Granada en Antequera por 5-2
mientras el Recreativo cae en casa. Y Diego Alonso escribe en el mismo diario
"Patria"; "El Granada, una caricatura de equipo"
* La frustrada venta de los
Cármenes dio mucho que hablar y mucho que escribir.
El 5
de enero de 1983, Inonsa, o sea Nicolás Osuna, compra el campo del Granada por
425 millones. Cándido Gómez dice que es la noticia más grande que ha dado en
sus 14 años de presidente.
Una
semana después las declaraciones del alcalde Antonio Jara, del PSOE, rebajan
notablemente la euforia desatada. Dice Jara que "el nuevo plan de
urbanismo puede afectar a la edificabilidad del solar de los Cármenes".
La
operación se paraliza y surge un enorme debate político. Jara en rueda de
prensa justifica lo realizado con la ley en la mano, da todo tipo de
explicaciones y ofrece al club "mi propio patrimonio personal menos la
chaqueta que llevo puesta".
El
senador del PP Díaz Berbel, contesta que "ya estamos hartos de
chaquetas" y se muestra favorable a la operación.
Tras
la tempestad viene la tensa calma, pero la venta de los Cármenes tardará unos
cuantos años más en realizarse y el Granada devuelve a Inonsa los 25 millones
recibidos como señal.
* El 28 de noviembre de 1982 fue la primera vez
que el Granada lució en sus camisetas publicidad comercial. Fue en el partido
de Liga con el Lorca y se empató a cero. La publicidad era de
* El defensa canterano Alete, titular durante
la pasada temporada, tuvo que ser operado al principio de la presente. La
recuperación fue tan larga que no pudo jugar un solo partido.
* Manuel Roldán Luque, natural
de
UN
PARTIDO PARA EL RECUERDO
Poblense
1 Granada 2
27 de marzo de 1983. 30ª
jornada
Campeonato de Liga de 2ª
división B
Campo Municipal de
Árbitro: Martínez Guirao
Entrenador: Manuel Ruiz Sosa
Presidente: Cándido Gómez
Álvarez
Alineación
del Granada
(Con el 1-4-3-3)
Verdejo
Gerardo (Merino), Heredia,
Lina, Comas (Carrasco)
Ángel, Antonio, Vitoria
Valdo, Tello, Antoñito
Alineación
del Poblense
(Con el 1-4-3-3)
Mezquida
Pons, Hidalgo (Moranta),
Aguiló, Soria
Callejón, Tomás, Ferrer
Calsita (Picazo), Bonet,
Roselló
Los
goles
1-0. Min. 09. Roselló a pase
de Ferrer
1-1. Min. 29. Vitoria, en
posible fuera de juego
1-2. Min. 66. Antoñito a pase
de Vitoria
La
crónica
Podría
titularse como si fuera una película de terror; "El partido del
pánico" Y habría que remontarse al lejanísimo 8 de enero de 1933, con
aquel dramático encuentro de Guadix, para encontrar un antecedente a esta
violenta situación.
La
crónica que escribió para "Ideal" el periodista mallorquín Mezquida,
cuenta así lo sucedido:
- A
tres minutos del final se produjo una invasión del campo iniciada por un
reducido grupo de aficionados locales. Con ocasión de ser tirado un objeto a
uno de los jueces de línea, el árbitro acudió a la banda a interesarse por su
compañero y entonces los hinchas trataron de pegar al señor Martinez Guirao,
que corrió al verse perseguido teniendo que ser protegido por los jugadores de
uno y otro bando, mientras eran apaleados los jueces de línea y aficionados
granadinos y locales se pegaban en acto de puro salvajismo, injustificado a
todas luces pese a la actuación del árbitro.
La
batalla campal duró varios minutos hasta que
Todo
había comenzado con el primer gol del Granada, conseguido en posible fuera de
juego y seguido de la expulsión del jugador local Callejón, por protestar.
Desde ese momento el trío arbitral vivió momentos de auténtico pánico en un
campo sin vallas y con solo dos guardias civiles para guardar el orden. Las
agresiones fueron de suma gravedad, resultando los jueces de línea, Sánchez y
Puche, con fractura de pierna uno y conmoción cerebral el otro.
Muchos
jugadores recibieron golpes, así como el entrenador y los directivos Sánchez Osorio
y José Juárez. El locutor de Radio Popular, Antonio García Molina, fue golpeado
mientras narraba el partido y, al ser reconocido posteriormente en la calle,
tuvo necesidad de refugiarse en un bar para evitar males mayores.
Antonio
Prieto entrevistó al extremo Antoñito, autor del gol de la victoria, en la
misma noche del encuentro y transcribió las palabras del jugador que cargaba
toda la culpa al delegado de campo del Poblense porque "movió todo el
cotarro y provocó a los espectadores".
El
escándalo tuvo trascendencia nacional y el castigo del Comité de Competición
fue realmente ejemplar: el Poblense no pudo jugar en su campo hasta enero de
1984, o sea nueve meses después.
A
efectos del Granada, este partido inició la serie de ocho jornadas -las últimas
del campeonato- sin perder y la consecución final del primer puesto de la tabla
y el ascenso automático a Segunda división A.
LOS
QUE HICIERON HISTORIA EN EL GRANADA C.F.
Antonio
Díaz Vaquerizo
Lo de
Antonio con el Granada fue un auténtico flechazo. Un amor a primera vista que
demostró gozar de bases profundas y que ha quedado para siempre.
La
llegada
Antonio
Díaz Vaquerizo, nacido en la imperial Toledo en 1952, vino cedido por el
Atlético de Madrid en enero de 1977, y el mundialista brasileño Vavá, que
entrenaba entonces al Granada, le puso inmediatamente en el centro del campo
para que Antonio pudiera dar, partido tras partido y semana tras semana, un
ejemplo de entrega a su nuevo equipo, adobado por un fondo físico inagotable y
envidiable.
El
toledano Antonio había destacado ampliamente en el Rayo Vallecano y el Atlético
de Madrid lo incorporó a sus filas en el último tercio de la temporada 1974-75.
En la 75-76 estuvo cedido en el Alavés y en la 1976-77 estaba jugando en el
filial Atlético Madrileño cuando el Granada solicitó su cesión.
El
traspaso
Cayó
tan bien en el Granada que el presidente Salvador Muñoz le fichó
definitivamente al año siguiente, pagando un traspaso de tres millones de
pesetas al Atlético de Madrid. Y a partir de entonces Antonio jugó sin perder
comba ni apenas partido, hasta el final de la temporada 1982-83. La temporada
que se narra en este capítulo. En este momento llevaba siete temporadas
seguidas con el Granada y había cumplido 31 años. Algún iluminado decidió que
ya estaba viejo para
El
regreso
Pero
Antonio Díaz era ya un granadino más en ese momento y fichó por el Atlético la
Zubia, donde se mantuvo dos años jugando sin parar, como era su hábito natural.
Pero ocurrió que el Granada pasaba, en el verano de 1985, por uno de los peores
momentos de su historia, con la resaca del desastre llamado Naya y el nuevo
descenso a Segunda B. Joaquín Peiró, recién llegado al banquillo rojiblanco,
pidió que Antonio fuera su segundo y así regresó al Granada, ahora en funciones
técnicas. Celebrándose el Trofeo Ciudad de Granada, en el partido contra el Haladas
húngaro, faltaban jugadores y Peiró le pidió a Antonio, o Antonio se ofreció a
Peiró, que eso no lo sé, salir como jugador para cubrir el hueco existente en
aquel momento. El caso es que Antonio vistió de nuevo la camiseta del Granada
¡y fue el mejor del equipo! Así que, con sus 33 años, fichó nuevamente para
jugar 30 partidos en esa temporada. Yo me pregunto que pensaría aquella mente
iluminada que dos años antes le desechó por viejo.
Máxima
rentabilidad
El
palmarés de Antonio le convierte en uno de los jugadores más rentables que han
pasado por el club en toda la historia. En sus ocho temporadas jugó 282
encuentros para ser el quinto futbolista por número de partidos disputados, por
detrás tan solo de Lina, Millán, González e Izcoa.
Pero
al margen de la frialdad de las cifras, Antonio ha sido un jugador siempre
querido por la afición granadina y mimado por todos los entrenadores. Un
prototipo de jugador de club, sin altibajos, bajas formas ni problemas,
dispuesto a jugar en el centro del campo como pivote, en la banda izquierda
como falso extremo o en el centro de la zaga, siempre con su poderío físico y
su visión de conjunto.
Lástima
que haya coincidido con momentos bajos del equipo en cuanto a títulos y
triunfos porque de no haber sido así, su nombre estaría entre los máximos
ídolos de los granadinos. Calidad, entrega y fortaleza le han sobrado siempre.