HISTORIA DEL GRANADA CF
Temporada
2017-18
MACHÍS Y DIEZ MÁS
Desilusión
La temporada del regreso del Granada a la categoría de
plata no fue ni mucho menos lo que esperaba la afición. Tras seis temporadas
seguidas en primera, las seis de zozobra y caracterizadas por transcurrir todo
el calendario o gran parte del mismo rondando el descenso para -en cuatro de
esas seis- salvarse de forma agónica y casi sobre la bocina, ahora en segunda
la hinchada rojiblanca se consolaba pensando que el rol de cola de león sin
duda iba a trocarse por el más reconfortante -para un modesto- de cabeza de
ratón, y pronto se recuperaría la primera categoría. Lo cierto es que muchas
jornadas de la liga 17-18 así rodaron las cosas para nuestro equipo, tres
cuartas partes del campeonato en el grupo de cabeza o muy cerca, e incluso
durante una jornada fue líder y otra más segundo, es decir, en dos ocasiones
ocupó el Granada plaza de ascenso directo, que era el objetivo fijado. Pero en
el momento más inoportuno, cercano a la recta final, fallaron las fuerzas y las
ideas (también las ganas) de una plantilla confeccionada a fuerza de talonario,
a lo que contribuyó de forma decisiva el precipitado despido de José Luis Oltra
a pesar de estar en ese momento el equipo ocupando plaza de promoción de
ascenso. Desde el cese del técnico en la jornada 31 todo fue a peor y una racha
de siete partidos seguidos sin ganar terminó de dejar sin opción alguna de
ascenso al Granada para concluir la liga en un desilusionante décimo puesto que
indica que para la 2018-19 tendremos otra vez Segunda División.
Oltra
José
Luis Oltra fue el entrenador contratado. Con el único objetivo del ascenso esta
misma temporada, se presentó el nuevo míster y ante la prensa desgranó en cinco
puntos lo que vendría a ser una declaración de intenciones que su equipo debía
cumplir en cada partido: compromiso, madurez, equilibrio, trabajo e
implicación. Una vez concluida la temporada se puede decir que más o menos, con
altibajos, el equipo dirigido por José Luis Oltra cumplió con esos cinco puntos
y mantuvo lo que era su objetivo, moviéndose siempre dentro de los puestos de
play off de ascenso o muy cerca de ellos. Así hasta que después de encadenar
tres resultados negativos consecutivos fue destituido tras disputarse la
jornada 31, con el Granada clasificado en quinta posición.
Como
sustituto se hizo cargo el técnico del filial, Pedro Morilla, que a pesar de
que se estrenó con una victoria, en los seis partidos en que dirigió al equipo
éste evidenció un claro bajón en su juego. Por esa misma razón fue a su vez
destituido y en su lugar fichó Miguel Ángel Portugal para los cinco últimos
partidos del calendario y tampoco se puede decir que el equipo mejorara su
juego y resultados. Por todo ello y en una primera lectura puede concluirse que
fue un gran error despedir a Oltra.
Equipo titular
El
valenciano José Luis Oltra, técnico de gran experiencia en Segunda División y
que cuenta en su palmarés con hasta tres ascensos a primera, montó su once con
el esquema clásico del 4-2-3-1, convertido a veces en un 4-4-2. Javi Varas fue
casi fijo en la puerta, dándole el lateral derecho a Víctor Díaz y el izquierdo
a Álex Martínez, los dos titulares toda la temporada. Para el centro de la
defensa empezó la pareja formada por Menosse y Germán, dupla que no tuvo
continuidad porque Germán se lesionó en la segunda jornada y estuvo ausente de
las convocatorias tres meses, y también porque el uruguayo Menosse pronto
perdió el favor del técnico y fue relegado a la suplencia. Quienes más actuaron
en el centro de la defensa fueron Chico Flores, fichado cuando ya se habían
disputado seis jornadas al encontrarse libre, y uno de los poquísimos que
quedaban de la temporada anterior, el francés Saunier.
En el
doble pivote empezaron Baena y Montoro, pero el primero se lesionó en la
jornada 11 y ya no recuperó la titularidad hasta los últimos cuatro partidos de
la liga, así que los dos puestos se los repartieron a lo largo del campeonato
Alberto Martín, Kunde y Montoro.
Por la
derecha empezó fijo y a muy buen nivel y con goles Pedro, para irse
paulatinamente desinflando hasta perder la titularidad después del mercado de
invierno en favor del portugués cedido del Benfica Agra. Por la izquierda fue
fijo Machís, vuelto al Granada después de sucesivas cesiones, el mejor del
plantel a lo largo de toda la campaña y máximo goleador del equipo, con catorce
tantos. En el enganche quien más jugó fue Espinosa, alternando buenas
actuaciones con otras de total invisibilidad; también en ese puesto actuó en
varias ocasiones el que podemos considerar, junto a Machís, mejor granadinista
de la temporada, el joven camerunés Kunde, aunque donde más intervino fue más retrasado;
también en la posición de media punta jugó bastantes partidos el peruano Sergio
Peña, que dio algunos buenos partidos y bastantes más en los que estuvo
desaparecido.
Y en
punta empezó jugando Joselu y en alguno de los primeros partidos Oltra puso dos
delanteros, con lo que le acompañaba Adrián Ramos hasta que el colombiano se
lesionó, por lo que la punta de ataque fue casi toda la primera vuelta para
Joselu en solitario, y en esa primera mitad de la liga fue bastante bueno su
papel al conseguir nueve goles. La segunda vuelta de Joselu, sin embargo, como
la del equipo en general, fue bastante peor que la primera, y con el retorno de
Ramos quedó relegado a la suplencia o a disputar sólo los últimos minutos de
los partidos, y ya no volvió a marcar más, quedando muy lejos de revalidar el
título de Pichichi de segunda que traía cuando fue contratado del Lugo.
Casi todos nuevos
Como
se ve, en el equipo titular sólo encontramos a un jugador de la temporada
anterior, el defensa francés Saunier. Y es que, aparte del malísimo papel
desempeñado por la inmensa mayoría de los que perdieron la máxima categoría en
la 16-17, encima eran casi todos cedidos. Así que en la 17-18 hubo que
confeccionar una plantilla nueva casi por completo para el reencuentro con la
segunda.
El Granada debutó a mediados de agosto con un empate casero
sin goles ante el recién ascendido Albacete en un partido que dejó claro que no
le iba a resultar nada fácil desenvolverse en su nueva categoría. En las
siguientes tres jornadas el resultado fue también de empate, dos a domicilio y
uno en casa, y en medio de esta tanda disputaron los rojiblancos su único
partido de Copa, siendo eliminados a las primeras de cambio con una concluyente
derrota de 3-0 en La Romareda. En la quinta jornada llegó la primera derrota
liguera, en Valladolid, dando muy mala imagen, sobre todo en la cobertura, y
dejando al equipo muy cercano a la zona de descenso. Hasta este momento las
sensaciones transmitidas por el once rojiblanco dejaban mucho que desear
teniendo en cuenta que el objetivo primordial con el que echó a andar la
temporada era el ascenso. Lo que más se echaba a faltar era un juego de
conjunto convincente, porque quizá sea ésa la principal crítica que se le pueda
hacer al Granada de Oltra, no sólo de los primeros compases sino en general en
toda su presencia en el banquillo rojiblanco, en el sentido de que sus triunfos
no se debían al fútbol practicado por el conjunto y siempre cupo hablar más de
individualidades que, si estaban inspirados o con ganas, todo solía rodar
favorablemente, pero cuando no se daban esos factores llegaban los resultados
negativos. La sensacional temporada de Darwin Machís y sus catorce goles
salvaron con puntos bastantes situaciones comprometidas y así se habló a lo
largo del ejercicio de que el equipo sufría “machisdependencia”. Y es que el
Granada de la 2017-18 tuvo buenos jugadores, pero no tuvo equipo, se podría
concluir.
Cuando ya empezaban a desatarse los nerviosismos, en la
sexta jornada llegó por fin la primera victoria, ante el Córdoba en Los
Cármenes, en un extraordinario partido de Machís, que marcó dos goles y fue una
continua pesadilla para los visitantes, actuación sobresaliente la del
venezolano que repetiría en varias ocasiones esta temporada.
Salvo
las siete primeras jornadas, el Granada bajo la dirección de José Luis Oltra se
mantuvo siempre en play off o muy cercano. En puesto de promoción estaba -el
quinto- tras jugarse la jornada 31, sin embargo, pesó más para la dirección del
club que el equipo sólo sacara con solvencia los partidos de casa, bajando
mucho su rendimiento cuando actuaba como visitante, y aprovechó la
circunstancia de que se encadenaran tres derrotas consecutivas para tomar la
decisión de cesar al técnico.
Desde
el momento del cese de Oltra, el único cambio significativo que pudo ver la
afición fue que el equipo pareció perder gran parte de aquellos cinco puntos de
que hablaba Oltra el día de su presentación y que debían caracterizar el juego
de sus pupilos (sobre todo el que atañe al compromiso) y aunque quedaban suficientes jornadas –once- y todavía podía
enderezarse una situación que, por otra parte, no era tan mala como para
justificar el despido del técnico, lo cierto fue que los futbolistas parecieron
haber bajado los brazos y hasta la jornada 42 y última ya sólo fueron capaces
de ganar tres partidos más y, de ellos, dos muy al final, cuando ya nada había
que hacer porque la diferencia que habían tomado los de delante era muy amplia.
Una vez terminada la temporada parece muy claro que el principal desacierto de
la dirección técnica y causa fundamental de que la 17-18 acabara en chasco fue
el despido de Oltra.
Morilla
Al
despedir a Oltra, en lugar de traer otro técnico con experiencia en la
categoría, se quiso completar lo que quedaba de liga pasando al míster del
filial, Pedro Morilla, al primer equipo, pero el experimento sólo dio para
obtener una única victoria, precisamente la de su debut, de forma agónica y en
el último suspiro frente al Numancia. Lo demás fue un continuo despropósito y
un gran bajón en el juego de los rojiblancos, que dejaron escapar puntos de oro
ante conjuntos que acabaron perdiendo la categoría. Sólo seis jornadas ocupó
Morilla el banquillo, saldadas con una victoria, tres empates y dos derrotas, y
del quinto puesto en la clasificación pasamos al octavo, separados por cuatro
puntos del sexto.
Portugal
Con
Morilla en el banquillo, tras jugarse la jornada 37 y perder en Huesca (equipo
que acabaría ascendiendo) la dirección técnica creyó conveniente dar paso a un
nuevo entrenador y fichó a Miguel Ángel Portugal para las cinco últimas
jornadas, veterano técnico cuyos mayores éxitos los obtuvo dirigiendo en
primera al Racing de Santander, aunque de eso hacía ya siete años, iniciando
después un periplo por distintos países con un paréntesis intermedio en el
Valladolid, en segunda. Pero tampoco este cambio hizo reaccionar al equipo,
estrenándose Portugal con dos derrotas consecutivas que condenaron al Granada a
la décima posición, ya a seis puntos del play off cuando sólo quedaban por
disputarse tres jornadas, una distancia que resultó insalvable sin que sirvieran
de mucho las dos victorias obtenidas ante Reus y Cádiz en las jornadas 40 y 42.
Revolución
organizativa. Monterrubio
El
nuevo director general del Granada CF Antonio Fernández Monterrubio se lo dijo
a Rafael Lamelas en entrevista para Ideal a poco de llegar a nuestra ciudad: «sin entrar en detalles, al presidente John
Jiang lo engañaron la temporada anterior». A los que no tenemos acceso a las interioridades del club, a
los aficionados de a pie, ya nos lo había parecido. Desde fuera, las cabezas
visibles y tomados por principales responsables del desaguisado respondían a
los nombres familiares de Pere y Piru, pero está muy claro que no se agotaban
en ambos las responsabilidades y que el club necesitaba un remozamiento
íntegro. Por esa razón en la 17-18 el Granada dio un giro de 180 grados en
cuanto a organización.
Antes
de terminar la temporada anterior fue despedido Sergi Vieta, que llevaba justo
un año en el cargo de director general del Granada CF. A los pocos días fue
contratado Antonio Fernández Monterrubio como asesor de la presidencia y del
consejo de administración del GCF SAD, cargo que ya había desempeñado en el
Xerez y en el Rayo Vallecano, aunque en la práctica sus atribuciones son las
mismas que venía desempeñando Vieta como director general. Una de sus primeras
decisiones fue el cese de los responsables de marketing, Carlos Díaz, y de
comunicación, Míchel Martín, fusionando ambos departamentos en uno solo y dando
su dirección a la jerezana Paula de la Peña, persona de la confianza de
Monterrubio, con quien coincidió en el Xerez.
Salvador
El inefable personaje que fue Tony Adams desapareció de la
escena con la temporada y el descenso, pero antes de marcharse contrató a su
sucesor en la dirección deportiva, puesto que pasó a ocuparlo el valenciano
Manuel Salvador, fichado en abril de 2017 avalado por el gran éxito que tuvo en
esas funciones cuando pertenecía al Levante, club en el que permaneció ocho
temporadas y al que dio un ascenso a primera, cinco permanencias en máxima
categoría y hasta una presencia en competición europea.
Salvador
empezó enseguida a cerrar los primeros fichajes, antes que nada el nuevo
entrenador para segunda, José Luis Oltra, en una decisión personal frente al
preferido por la dirección del club que era Fernando Hierro (que acabó
dirigiendo a la Selección en el Mundial ruso), y después una plantilla
prácticamente nueva por completo en la que casi todos los jugadores contratados
eran nacionales y con gran presencia de andaluces.
El
presupuesto del club para segunda sufrió un recorte de casi el 50% (en torno a
26 millones € se quedó), pero el tope salarial, gracias al seguro previsto por
la LFP para los descendidos, fue el segundo de la categoría tras el filial
barcelonista, casi 18 millones, y con ese dinero Salvador, pagando altos
salarios aunque sin abonar traspasos, cerró una plantilla con algunos jugadores
que venían de primera y también con alguna pieza codiciada de la categoría de
plata, como Joselu, que en la temporada anterior fue pichichi de segunda.
Manolo
Salvador había fichado para tres temporadas, pero, entre que los resultados no
fueron los esperados y que a poco de empezar su labor vio cómo las funciones de
dirección quedaban en cierto modo constreñidas con el desembarco de Antonio
Cordón (me obligaron a echarme a un lado,
declaró en entrevista para Ideal a Rafa Lamelas), a finales de junio alcanzó un
acuerdo con el club y quedó desvinculado sin que se haya contratado un
sustituto. Para la próxima temporada, de la dirección deportiva se encarga a partir
de junio de 2018 la firma Hope, con
sede en Madrid, a través de su hombre fuerte, Antonio Cordón. También se
encargará de esas funciones, aunque trabajando desde dentro del club, el
oriolano, gerente deportivo, Fran Sánchez, incorporado a principios de 2017
para sustituir a David Navarro cuando éste fue despedido.
Hope
Cortados todos los vínculos con la firma Media Base Sports
del hermanísimo Pere Guardiola, de tan funesto recuerdo para esta afición, y
arrinconada la denominada didiemsi (DDMC
Football Club Management Company), en la 17-18 ha surgido otra empresa con
protagonismo en el devenir deportivo de nuestro Granada CF. Su nombre Hope Group, y como cabezas visibles
aparecen David Belenguer y Antonio Cordón.
En el transcurso de esta misma temporada, el
empresario chino se ha desprendido (con un gran beneficio crematístico) de su
agencia de marketing deportivo Desports y en su lugar ha creado Hope Group, un holding futbolístico que tiene
la misión de aglutinar sus inversiones deportivas, unos cincuenta y tantos
millones de euros repartidos entre: el Granada CF, el nuevo Parma
italiano (del que Jiang posee el 60%, ascendido esta misma temporada a la serie
A), el Chongqing Lifan chino de la Chinese Super League (también el Shanghai
Sunfun, de la China League Two), y el primera portugués Tondela, sumado a la
escudería Jiang en enero de 2018 tras fallar la operación de compra del Crystal
Palace inglés. Todo sin olvidar el 5% que le corresponde a Jiang en el accionariado
del Minnesota Timberwolves de la NBA americana.
Además
de coordinar las inversiones de Jiang, respetando –recalcan- la idiosincrasia
de cada club, es propósito de Hope rastrear los mercados asiático, africano y
latinoamericano (scouting se dice modernamente) en busca de joyas futboleras
sin pulir que en el futuro rentabilicen esas inversiones. De esta forma Jiang
quiere cumplir su propósito confesado de seguir los pasos de los Pozzo. Lo malo
para Jiang -y para el Granada CF- es que las legislaciones han cambiado y las
sinergias que podría producir la coordinación de las distintas piezas que
componen el puzzle Jiang ya no se pueden dar, o al menos no se pueden dar tan a
menudo ni tan rentablemente como ocurría cuando el propietario de nuestro
Granada era transalpino. Los organismos rectores del fútbol nacional e
internacional han dictado normas en contra del monopoly futbolero que
caracterizó la era Pozzo granadinista y ya no permiten los fondos de inversión
balompédicos fichadores y vendedores a troche y moche ni ese alegre trasiego
sin fin de futbolistas y de sus fichas entre clubes vinculados. Por no hablar
de que la experiencia y la sapiencia empresarial-futbolera del apellido Pozzo
(al menos eso nos parece a los profanos) están a años luz de las del apellido
Jiang.
Belenguer
Al frente de Hope ha situado Jiang a su nueva mano derecha:
David Belenguer, ex futbolista catalán que, entre otros, militó en el Betis y
el Getafe, y que al retirarse en 2010 se dedicó a la consultoría deportiva.
Belenguer es presidente de facto del Tondela portugués (Jiang no puede porque
sería su cuarta presidencia y esto no está permitido) y no tiene un cargo
definido en el organigrama rojiblanco, pero desde esta temporada ejerce una
clara influencia en el devenir de nuestro club.
Cordón
El
madrileño Antonio Cordón, el segundo en Hope, aparece como director general
deportivo de la factoría Jiang. La labor de dirección deportiva ya la desempeñó
Cordón durante 17 años en el Villarreal con notable éxito, y antes de ser
fichado por el empresario chino estaba como director técnico en el Mónaco. Con
la vitola de experto en la captación de futbolistas por todo el mundo, Cordón
fue presentado a los medios en octubre como asesor del presidente Jiang. Se
dijo que, desde sus oficinas en las Cuatro Torres de Madrid, ejercería de
interlocutor con el director deportivo Manolo Salvador. Pero en la práctica se
convirtió en supervisor de todas las decisiones deportivas de la entidad, con
más autoridad que el director, lo que acabó generando algún tipo de conflicto y
la salida de Salvador al terminar la temporada a pesar de que le quedaban dos años
de contrato. Cordón (y Belenguer) fue determinante para la contratación de
Chico Flores con la temporada ya empezada y lo fue también en los fichajes
(cesiones) del mercado de invierno, así como en la decisión de destituir a
Oltra y de contratar más tarde a Portugal, aunque desde el club siempre hablan
de decisiones consensuadas.
Otros
También
se integran en el nuevo holding Hope: Alberto Benito, que pasó por el Almería
como director deportivo, y José Ignacio Navarro, ex del Villarreal, donde
trabajó en la secretaría técnica. Recientemente se ha incorporado también al
grupo Ignacio Aguillo, quien fue asesor externo del At. Madrid.
Otros cambios, llevados a cabo antes de terminar la
temporada anterior, afectaron a las secciones inferiores, donde no continuó el
equipo de Rufo Collado. Luis Fradua fue contratado por tres años como nuevo
director del fútbol formativo, o sea, responsable de la gestión del fútbol
base, cargo que ya desempeñó en Athletic de Bilbao, Español y Betis. Aunque
vasco de nacimiento, tiene Fradua una gran vinculación con Granada y con
nuestra Universidad, en la que se doctoró en Actividad Física y Deporte y en cuya
facultad fue profesor.
Otra novedad en la parte organizativa fue la
reincorporación de Pedro González Segura, quien en agosto fue contratado por el
Granada como asesor externo con funciones principalmente de marketing y
relaciones con las peñas.
John
Jiang
Dos años se cumplen desde el cambio en la propiedad del
club. Por el momento, ese cambio no se puede decir que haya sido a mejor, todo
lo contrario: una pérdida de la máxima categoría en el primer ejercicio y una
gran decepción por no cumplirse el objetivo del ascenso en el segundo es el
balance de las dos últimas temporadas, malos ejercicios que han traído la
desilusión y una notoria deserción de la hinchada, tanto en el número de
abonados como en las asistencias al Nuevo Los Cármenes cada jornada.
El
presidente y propietario, el chino John Jiang siempre que tiene ocasión dice
que su proyecto granadino es su hijo predilecto y a él le dedica una especial
atención. En comparecencia ante los medios en junio de 2018 reiteró, como en
ocasiones anteriores, que no piensa vender y que este proyecto lo es a largo
plazo, por lo que es necesario tener paciencia y de esa forma los frutos
llegarán en forma de un club sostenible y saneado y uno de los más poderosos y
con más influencia de España, señalando que cree que esos objetivos se habrán
logrado para cuando el club cumpla 100 años (en 2031). Cuán largo me lo fiáis, dice o piensa (como el Tenorio) el buen
hincha rojiblanco ante el mensaje jiangesco, un mensaje que se antoja muy
imbuido de una filosofía oriental que no casa demasiado bien con la fogosidad y
el ahoramismismo latinos de la
hinchada, que preferiría que esa especial atención hacia lo rojiblanco que
pregona el propietario se tradujera en crecimiento ya, hoy. Y eso se
conseguiría con una inversión que por ahora no ha llegado ni se la espera. Una
inversión ausente no sólo en lo deportivo (con recortes en plantilla que para
el ejercicio siguiente se anuncia que serán aún más drásticos), tampoco en la
infraestructura, y así la 2ª fase de la ciudad deportiva lleva casi dos años
paralizada a pesar de que a bombo y platillo y en presencia de las autoridades
locales se procedió a la colocación de la primera piedra (¿para cuándo la 2ª y
restantes?).
Habrá
que armarse de la paciencia de un budista (como pide Jiang) y no perder la
esperanza (la hope) ni la fe en un
mejor futuro rojiblanco. De todas maneras –se consuela el hincha-, no hace
demasiado tiempo el panorama granadinista era bastante más oscuro desde
cualquier punto de vista.
Operación
Líbero
Con
ese nombre se conoció el operativo llevado a cabo por la UDEF (Unidad de
Delincuencia Económica y Fiscal) que supuso la detención de Enrique Pina
Campuzano por los presuntos delitos de insolvencia punible, blanqueo de
capitales y fraude fiscal en operaciones de compraventa de jugadores (cobro de
comisiones opacas no declaradas ni justificadas). La operación venía
madurándose en la Audiencia Nacional desde al menos tres años atrás, pero fue a
llevarse a cabo el 31 de enero de 2018 y determinó, entre otras actuaciones, el
registro de domicilios y sedes relacionadas con Pina en Cádiz, Murcia,
Barcelona, y también en la ciudad deportiva y en las oficinas del Granada CF,
que fueron desalojadas justo cuando se trabajaba en posibles fichajes el último
día del mercado de invierno. Al día
siguiente de su detención fue Pina conducido a Madrid para declarar ante el
juez José de la Mata, del juzgado nº 5 de la Audiencia Nacional.
La
deuda de Pina (quien no declaraba por IRPF desde 2011) con Hacienda ascendería
a algo más de 3 millones € y los cargos en su contra vienen fundamentalmente
del periodo entre 2009 y 2016, es decir, todo su mandato al frente del Granada
CF. En una primera instancia la prensa comunicó que estaban bajo la lupa
judicial principalmente los traspasos de Brahimi, de Nyom y de Siqueira. Pero
las operaciones presuntamente fraudulentas no se detenían ahí y habrían
alcanzado así mismo al traspaso de otros ex granadinistas como Míkel Rico, El
Arabi, Murillo, y también a otros de aquellos que nominalmente pertenecieron al
Granada pero nunca se dejaron caer por estos andurriales, como el lateral checo
Pudil. Ya saben, aquello tan comentado en su día, cuando al Granada le
correspondía sólo un 10% de las respectivas ventas, que era en realidad el
único porcentaje del total de la operación que tributaba con todas las de la
ley, y el resto iba a un fondo de inversión radicado en el paraíso fiscal de
Luxemburgo llamado Fifteen Securitisation.
Esas
operaciones de venta por entonces eran conformes a la ley, lo que ya se salía
del ordenamiento eran las comisiones que Pina se embolsaba sin declarar y a
nombre de terceros. Pina pasaba por insolvente y no tenía ningún bien suyo, sin
embargo, numerosas propiedades inmobiliarias y lujosos automóviles y hasta un
yate (“el Duende” de nombre, comprado al parecer con la comisión que le
correspondió por el traspaso de Siqueira al At. Madrid) estaban registrados a
nombre de sociedades gestionadas por algún testaferro (Quique Sports,
Calambur, Locos por el balón...) o a nombre de algún familiar. Al día
siguiente de su traslado a Madrid fue Pina ingresado incomunicado y de forma
provisional en la prisión madrileña de Soto del Real, y allí permaneció hasta
el 18 de febrero en que fue puesto en libertad con cargos, aunque sin fianza y
con la obligación de comparecer semanalmente ante el juzgado que tenga más
cerca de su domicilio.
También Gino Pozzo fue objeto de investigación, pero tras
declarar ante la Audiencia Nacional quedó en libertad sin cargos. Y es que el
entramado Udinese-Watford-Granada así como el trasvase de cantidades al fondo
de inversión luxemburgués no eran ningún secreto y era de sobra conocido por
las autoridades, tal como manifestó a la prensa el propio Pozzo. La FIFA ya ha
dictado normas en contra de los fondos de inversión, que desde 2015 están
prohibidos como vía de fichaje de jugadores, pero no lo estaban cuando Pozzo se
lucraba con este tipo de operaciones. Todo legal. Lo que ya no lo era tanto era
la parte de esas operaciones que Pina se embolsaba a través de sus testaferros
sin pagar un duro a Hacienda.
El mismo GCF como persona jurídica fue citado a declarar en
la investigación al habérsele detectado “riesgos fiscales” en el Impuesto de
Sociedades de los ejercicios 13-14, 14-15 y 15-16, lo que se traduce en
maniobras para eludir el pago de impuestos o para blanquear capitales. Kanning
Wang, vicepresidente y mano derecha en Granada de Jiang, fue el encargado de
comparecer ante el magistrado José de la Mata en nombre del GCF. Tras declarar
ante la Audiencia Nacional el club emitió un comunicado en el que dice que se
reserva interponer acciones legales si la resolución del Caso Líbero llegara a
perjudicarle de alguna manera.
Cosas del calendario, la jornada 42 y última de la liga
17-18, ya a principios de junio, trajo al Cádiz a Los Cármenes con Pina y
Cordero al frente, consejero delegado y director deportivo respectivamente del
club amarillo. Ambos recibieron el reconocimiento y el cariño de una afición
agradecida y estuvieron en el palco, pero se mantuvieron en un segundo plano y
no quisieron hacer muchas declaraciones a la prensa en relación con su causa
pendiente con la justicia. El Granada no se jugaba nada en ese partido, pero el
Cádiz necesitaba al menos un punto para entrar en play off de ascenso. La
victoria rojiblanca con las dos últimas perlas de Machís dejó a los amarillos
sin opción de ascenso.
El filial
El filial, Granada B, militó por quinta temporada
consecutiva en 2ªB. A partir de la jornada cinco actuó como local en el campo
principal de la Ciudad Deportiva, en la que se ha construido una mini grada de
estructura metálica con capacidad para unas 300 personas. La ruptura de
relaciones con los Pozzo obligó a confeccionar una plantilla nueva casi por
completo. De eso se encargó Pedro Morilla, que ya había sido fichado como
secretario técnico la temporada anterior, y que pasó en ésta a ejercer también como
entrenador del filial hasta que tras el cese de Oltra se hizo cargo del primer
equipo dando el relevo en el banquillo del filial a Rafa Morales, que hasta ese
momento había sido el entrenador del Granada juvenil de División de Honor. A
pesar de tratarse de un equipo nuevo por completo, el Granada B, como en las
cuatro campañas anteriores, hizo una buena liga en la que acabó octavo, pero estuvo
casi toda ella en la parte alta de la tabla y llegó a ser líder efímero en la
jornada ocho.
El primer filial rojiblanco vivió su última temporada con
el nombre de Granada B ya que a partir de la próxima recuperará la denominación
con la que Ricardo Martín Campos lo fundara en 1947: Recreativo de Granada,
como reconocimiento a la que fue la primera denominación del Granada CF. Este
nombre, Recreativo, tiene una gran importancia en la historia del GCF y es
incluso más antiguo que el propio Granada ya que viene directamente del nombre
de aquel club albaicinero que fundaron los primos Amigo a mediados de los años
veinte, el Recreativo Español, que fue el embrión del que nació en abril de
1931 el Recreativo Granada, que a partir de 1940 pasó a llamarse Granada CF.
Desde
1947, con un paréntesis de dos años (entre 1948 y 1950), Recreativo fue siempre
el nombre del filial hasta 1996, en que se llamó Granada B. La legislación
vigente en los noventa obligaba a que los equipos dependientes de otros
llevaran el mismo nombre del club al que pertenecían, de lo contrario existían
inconvenientes para que los futbolistas del filial pudieran ser alineados con
el primer equipo, pero en la actualidad esto ha cambiado y todos los filiales
están recuperando sus antiguas denominaciones (Castilla, Mestalla, Sevilla At,
etc). El cambio de nombre se hace a propuesta de la Asociación Granadinista 5001,
con representación en el consejo de administración al integrar a numerosos
pequeños accionistas que pertenecen a esa asociación. El club dio oportunidad a
los abonados de manifestar si estaban de acuerdo con la decisión a través de su
web y también mediante un referéndum presencial en dos partidos celebrados en
Los Cármenes, y el resultado arrojó el voto favorable del 89% de los 717
aficionados que participaron. El nuevo nombre fue aprobado por la RFEF en
febrero, por lo que será el del primer filial a partir de la 18-19.
LA PEQUEÑA HISTORIA DE LA TEMPORADA 2017-2018
* Castellanos presidente de
honor. Si los datos con que contamos no están equivocados, Ángel
Castellanos se convirtió en julio de 2017 en el sexto presidente honorario del
Granada CF en toda su historia (y el único de los seis que queda con vida). El
primero fue el murciano general Lorenzo Tamayo Orellana, Director General de
Reclutamiento y Personal del Ejército, en 1941. El segundo fue Ricardo Martín
Campos, ex presidente del Granada, en 1944, al dimitir y como agradecimiento a
su labor de muchos años; curiosamente es el único de los seis que era granadino
de nacimiento. El tercero fue en 1945 el reusense, a la sazón gobernador civil
de la provincia, José María Fontana Tarrats. El cuarto fue otro gobernador
civil, también catalán como el anterior, Servando Fernández-Victorio Camps, ya
en 1950. Y el quinto correspondió al en esos momentos, 1952, alcalde de
Granada, Juan Ossorio Morales, catedrático de Derecho Civil nacido en Manila,
Filipinas, aunque granadino a todos los efectos. Como se ve, la práctica de esta
medida distintiva se prodigó en épocas ya lejanas y después había caído en el
olvido. Que sepamos, desde entonces, 1952, hasta julio de 2017, más de sesenta
años después, no se había vuelto a designar a ninguna personalidad con este
título puramente protocolario. En
esa fecha, el propietario y presidente de la entidad rojiblanca, John
Jiang, quiso resucitar esta antigua figura y distinguió a Ángel Castellanos con
el título de presidente honorífico del Granada CF a propuesta de sus compañeros
en la Asociación de Veteranos del GCF y como reconocimiento a una trayectoria
digna de tenerse en cuenta por cuanto Castellanos es, por ahora, el último
internacional español que dio el equipo rojiblanco.
En la historia del Granada hay otro presidente honorario,
Joaquín Serrano, pero de un club distinto: el Melilla. Fue nombrado en 1951,
cuando ocupaba la presidencia efectiva del Granada CF, en agradecimiento por la
ayuda y las atenciones del club de Los Cármenes cuando el autobús del equipo
norteafricano sufrió un accidente en Loja y murieron tres de los
expedicionarios melillenses, uno de ellos, Martín, granadino y ex futbolista
del Granada.
Curiosamente, ni
en los estatutos originales ni en los que fueron reformados en 1932, se
regulaba la figura del presidente honorario ni la forma a seguir para su
designación. Pero sí que estaba regulada la del socio honorario. Según los
estatutos del Recreativo (del Granada), lo eran por el simple hecho de ocupar
el cargo, el gobernador civil de la provincia y el alcalde de la ciudad, así
como los directores de los distintos diarios locales, y podían serlo también,
con la aprobación pertinente de la asamblea, cualquier persona o entidad que por
su significación especial en la sociedad o en el mundo deportivo, o por
gestiones o servicios especiales en beneficio del club lo mereciera. Algunas
directivas prodigaron estas distinciones honoríficas, como las de Candi, quien,
entre otros, nombró al por entonces -1970- Príncipe de Asturias y
posteriormente Rey de España Juan Carlos I. El primer socio honorario fue
también el primer presidente del club, Julio López, en 1931, y el segundo se
llamaba Nicolás García Ruiz y era el esposo de la propietaria de los terrenos
en Casería de Muriel sobre los que se levantó en 1934 Los Cármenes, que nunca
pudo ver totalmente saldado el crédito que contra el club tenía por la venta de
esos terrenos. El último lo fue Ignacio Cuerva en 2009.
* Fuera esquinas. El
descenso de categoría ha traído el desmontaje y desaparición de las estructuras
metálicas que en cada una de las esquinas del nuevo Los Cármenes se instalaron
en 2011, cuando el ascenso a Primera. Bajó por tanto el aforo del estadio de
22.000 a algo más de 18.000, y aunque no había demasiados abonados en esos
cuatro sectores, la medida obligó a reubicarlos en otras gradas, así como a las
aficiones visitantes, que solían ocupar esas localidades. La solución fue
situar a los foráneos en el fondo norte, instalando unas mamparas de separación
para evitar conflictos con la afición local. También bajó el número de
abonados, de 16.000 a algo más de 11.000.
* Pretemporada internacional. A
mediados de julio, después de una semana de entrenamientos desde la
presentación del equipo, el Granada emprendió viaje a tierras holandesas para
llevar a cabo un stage de diez días en la pequeña localidad de Wolfheze.
Durante la estancia disputó su primer amistoso frente al club Almere City, de
la segunda holandesa, con el que empató a tres goles. El segundo amistoso llevó
al Granada a la ciudad de Groninga para enfrentarse al Groningen, club éste de
la Eredivisie, o sea, la primera división holandesa, con el que también empató
(2-2). El tercer partido fue ante el Heracles, de la ciudad de Almelo, también
de máxima categoría holandesa, y se saldó con victoria rojiblanca 1-3. Por
último, el Granada jugó un cuarto partido en la ciudad de Arnhem contra el
equipo turco de Ankara Gençlerbirligi, también de primera en su país,
con el resultado de empate sin goles. Como se ve, los nuestros terminaron
invictos en el país de los tulipanes. Pero
no se acabó ahí el periplo europeo de los rojiblancos ya que de Holanda volaron
a Londres, aunque sin Sergio Peña, Machís ni Hongla, que no podían pisar suelo
británico por no disponer de visado y no ser ciudadanos de la Unión Europea. En
la capital del Reino Unido jugaron contra el modesto Millwall, de segunda, y
cosecharon su primera derrota, un contundente 3-0.
* Adrián Ramos. Por
ahora Ramos es el único fruto que hemos podido ver a la vera de la Alhambra de
unas pretendidas sinergias que traería la interrelación de los distintos
componentes de la escudería Jiang. Vino cedido del Chongqin Lifan chino para la
segunda vuelta de la temporada anterior como gran fichaje y por él desembolsó
el propietario del club 12 millones € (se dijo) al Borussia Dortmund, después
de seis temporadas en la Bundesliga y de marcar hasta 16 goles cuando militaba
en el Hertha Berliner, en la 13-14. Algunos detalles de calidad se le vieron y
unos pocos goles (cuatro), pero poco positivo pudo aportar en aquel equipo de
dolientes 16-17 que descendió y completó la peor temporada de toda la casi
nonagenaria historia de nuestro club, entre la escasez de buenos servicios con
que le obsequiaban sus compañeros y
las lesiones, que le tuvieron apartado del once titular dos meses. En la 17-18
no estaba claro si iba a continuar, no obstante, marchó en pretemporada como
uno más de la plantilla al stage holandés. Y cuando apenas faltaba una semana
para el comienzo de la liga se descolgó con unas declaraciones en las que decía
que tenía alguna oferta y quería irse del Granada para seguir jugando en
primera y tener así opciones de ir al Mundial ruso 2018. Finalmente, ningún
club pujó por sus servicios y aquí se quedó, pero enseguida se lesionó tras
jugar unos pocos partidos, por lo que hasta casi la segunda vuelta no volvió al
equipo titular. Por unas cosas o por otras, sea porque estaba a disgusto y no
centrado en lo suyo, sea por su veteranía o porque las lesiones le impidieron
adquirir la forma óptima, su rendimiento fue más bien mediocre tirando a malo,
como lo fue el de toda la plantilla (con pocas excepciones) en la segunda
vuelta, y sólo cuatro goles llevaron finalmente su firma. Ramos tiene una ficha
estratosférica (se dice que cobra al año 3 millones € netos, de los que el
Granada abona medio millón y el resto se lo paga el equipo chino) para la
categoría y para lo que en definitiva ha sido su rendimiento en el año y medio
que aquí lleva.
*
Obituario. En julio abrió la necrológica en rojiblanco de esta
temporada un veterano periodista deportivo, Antonio Barragán, fallecido a los
71 años.
En octubre moría en Zaragoza a
los 73 años Javier Ruiz de Lazcano Labordeta, más conocido en el mundillo
futbolero con el nombre de Chirri, fino interior y centrocampista aragonés que
formó en el mejor Granada de su historia, el de los setenta, y disputó un total
de 112 partidos entre 1971 y 1976.
A los pocos días, también en
octubre, volvía el luto a la casa rojiblanca al conocerse el fallecimiento de
Lorenzo, el madrileño Jacinto Lorenzo Alcantarilla, a los 77 años, un duro
volante y defensa lateral izquierdo que perteneció también al mejor Granada y
vivió dos ascensos a primera entre 1964 y 1972, jugando un total de 220
partidos.
A mediados de diciembre moría
en Murcia Felipe Mesones, que contaba con 81 años de edad, un buen entrenador
que dirigió al Granada en dos etapas distintas dejando muestras de su capacidad
pero que quedó marcado ante nuestra afición por las sospechas (sólo sospechas)
de falta de honestidad en aquel último partido de la liguilla de ascenso a 2ª
de la 99-00 ante el Murcia.
También en diciembre de 2017
fallecía Cea a los 90 años, Emilio Cea Medina, granadino salido del Recreativo
en una de sus primeras hornadas y que jugó en el primer equipo nueve temporadas
entre 1948 y 1957, siempre en segunda, un total de 169 partidos; con 39 goles
es el 12º de la lista de máximos anotadores de la historia rojiblanca.
A finales de marzo falleció en
Buenos Aires Laureano Martín, delantero argentino que perteneció al Granada
entre 1947 y 1949, pero que sólo llegó a jugar tres partidos oficiales en el
primer equipo y cuatro en el filial Recreativo; tenía 91 años.
Y todavía a finales de marzo
se nos fue a los 67 José Luis Hernández Ortega, el goleador canario José Luis,
que jugó en el Granada la 77-78 y la 78-79, consiguiendo 17 goles la primera
temporada y 20 la segunda, disputando un total de 79 partidos oficiales.
Ya en junio de 2018 moría
Peruena en Venezuela a los 63 años; el bravo defensa uruguayo, el negro Carlos Peruena Rodríguez, que jugó
en el Granada la temporada 1983-84 y media 84-85 un total de 52 partidos, pasó
sus últimos días alejado de su familia y de todo y casi en la indigencia.
* Fin del concurso de
acreedores. En la pretemporada concluyó definitivamente el concurso
de acreedores iniciado por el GCF en 2011 y que empezó a gestarse dos años
antes. El 12 de julio de 2017 se declararon abonadas todas las cantidades que
el club adeudaba y transcurrido el plazo que marca la ley sin que hubiera
nuevas reclamaciones.
*
Árbitro granadino. El debut del Granada en liga, frente al
Albacete en el nuevo Los Cármenes, fue dirigido por un árbitro de 26 años,
granadino de nacimiento, Álvaro Moreno Aragón es su nombre y con este partido
debutaba en la categoría al ser un recién ascendido. Se inició en el mundo del
arbitraje en el colegio granadino, pero posteriormente pasó al madrileño, al
que pertenece en la actualidad, de ahí que pueda arbitrar a nuestro equipo. No
obstante, su designación para el primer partido levantó suspicacias en
Albacete, y más al conocerse que el trencilla es nieto del ex presidente
granadinista Pepe Aragón, pero el desarrollo del choque no dio razón alguna
para la polémica y el partido acabó en empate a cero. Posteriormente volvió a
pitarle al Granada en su desplazamiento a Tarragona en la jornada 9 (derrota
2-0) y repitió en el nuevo Los Cármenes en el partido de la segunda vuelta,
jornada 32, frente al Numancia (victoria 1-0), y tampoco en ninguno de esos dos
encuentros se le pudo acusar de parcialidad.
*
Ignacio Cuerva. A finales de junio de 2017 Ignacio Cuerva,
que ya venía ocupando la vicepresidencia del club, se convertía en nuevo
consejero del presidente. Pero justo un año después, en junio de 2018,
presentaba su dimisión y quedaba totalmente desvinculado del GCF. En el momento
de su salida no se cortó un pelo Cuerva en criticar a las altas esferas del
club rojiblanco, léase su propietario, y declaró a la prensa cosas como que se
iba porque no estaba cómodo en su papel de miembro de un consejo que venía
funcionando más como órgano burocrático que otra cosa; que le costaba entender
la manera en que el propietario gobierna el club, así como que después de dos
años seguía sin tener clara la idea del proyecto del presidente para el
Granada. De esta manera acababa la tercera etapa de Ignacio Cuerva como
responsable de alguna de las interioridades del Granada CF, al que llegó por
primera vez como directivo de Paco Sanz para en una segunda etapa hacerse cargo
plenamente de la gestión de un GCF tocado de muerte y al que logró salvar de la
desaparición, etapa que concluyó con la cesión de las palancas del club a la
familia Pozzo y a Pina. Dos temporadas ha durado su tercera etapa como
directivo, las dos que han pasado desde el cambio de accionista mayoritario de
la SAD. Los tres ciclos cuervísticos
en el Granada terminaron con su dimisión, pero Cuerva es joven y muy válido
para los menesteres de gestión, como ya demostró en su momento, cuando tuvo que
hacerse cargo del solar que dejó la espantá
de los Sanz. No hay que descartar cuartas y quintas etapas.
*
Sergio Peña. El peruano Sergio Peña llegó al filial en la
13-14 con 18 años y desde el primer momento se le vieron buenas maneras. Tras
cesiones al Alianza de Lima, su club de procedencia, y al también peruano
Universidad de San Martín, volvió algo más hecho y con la internacionalidad
conseguida. Esta temporada, gracias a la nacionalización de Machís, ocupó con
el primer equipo una de las dos fichas de extracomunitario (junto a Adrián
Ramos) gracias a las grandes actuaciones que ofreció en los partidos de
pretemporada. Empezó sin contar demasiado para el míster hasta que en la sexta
jornada le dio la titularidad, pero de la primera comparecencia con su
selección, que luchaba por la clasificación para el Mundial 2018, para el que
finalmente logró plaza después de muchos años fuera de la fase final, regresó
lesionado y se perdió bastantes jornadas hasta que finalizando la primera
vuelta recuperó la titularidad. En su país es una figura y allí se desenvuelve
preferentemente como pivote, pero en el Granada ha desempeñado más funciones de
media punta. Era la gran esperanza del equipo rojiblanco, pero junto a alguna
actuación buena y un espectacular gol al Tenerife (el único que consiguió) hubo
bastantes partidos en los que estuvo como ausente, no se sabe si por tener la
cabeza más en su selección o por qué motivo, y sus actuaciones fueron bajando
mucho de tono (como todo el equipo). Iba a ser la única representación del
equipo rojiblanco en el Mundial ruso, pero finalmente el seleccionador peruano,
Gareca, lo eligió como descarte a falta de pocos días para empezar la
competición, curiosamente en beneficio de su tío Paolo Guerrero, y sin ir al
Mundial se quedó Peña y el Granada sin la cantidad que paga la FIFA por cada
internacional.
* Tin Angulo. Volvió a ser noticia
este jugador ecuatoriano, frustrado fichaje estrella del Granada de la
temporada anterior, cuando después de haber firmado por el Granada
y presentado en acto público en el Palacio de Congresos se conoció su positivo
por cocaína en un control sorpresa de un partido de la Copa Libertadores 2016,
razón por la cual el Granada rescindió unilateralmente su contrato. Ya en abril
de 2017 fue sancionado por la Confederación Sudamericana de Fútbol con un año
de suspensión, pero este fallo fue recurrido por la FIFA y en diciembre de 2017
el Tribunal Internacional de Arbitraje del Deporte, con sede en Lausana, elevó
la sanción a cuatro años de suspensión, así que hasta julio de 2020 no podrá
jugar al fútbol profesionalmente. A pesar de la ruptura de su compromiso con el
Granada, todavía influye en los destinos rojiblancos puesto que sigue lastrando
su economía al tener el club destinados unos cuatro millones € que no pueden
tocarse ni destinarse a otros fines en previsión de hacer frente a una posible
indemnización al ecuatoriano cuando su caso termine con una sentencia firme.
*
Nuevo libro sobre el GCF. En diciembre se presentó un nuevo libro
con el Granada como protagonista. Los
antihéroes del Granada CF es su título, y su autor, José Manuel Quesada, es
un joven granadino e hincha de nuestro equipo. Se trata de un compendio formado
por 24 entradas en las que, con un estilo ágil y ameno y una punta de ironía,
se cuenta los “milagros” de otros tantos jugadores de todas las épocas que
quedaron señalados en la historia rojiblanca más por su aporte negativo que por
otra cosa, como aquel Uría de la 42-43 que decía haber sufrido un ataque de
amnesia para justificar una pésima actuación en Los Cármenes, o aquel Juanjo –Pocholo- que marcó en propia puerta el
día del Quintanarazo, mucho más recientemente. De ahí el nombre de antihéroes.
Con esta obra se estrena Quesada en el mundillo literario.
*
Granada Femenino. El femenino, que disputó sus partidos como
local en el estadio de la Juventud y volvió a dirigirlo Roberto Valverde,
realizó una gran temporada casi calco de la anterior. Otra vez quedó segundo
del grupo IV de Segunda División, en esta ocasión a la estela del Málaga, que
sólo superó al Granada en el golaveraje particular, y otra vez marcaron las
rojiblancas más de cien goles (por sólo 12 en contra), pero, igual que la
temporada anterior, no fueron suficientes para recuperar la máxima categoría
puesto que sólo el campeón disputó fase de ascenso. Casi todas sus victorias lo
fueron por goleada, pero los dos únicos partidos perdidos (y dos más empatados)
las alejaron de su sueño de volver a primera. A ver si a la próxima…
*
Coaching. A mediados de abril, cuando el equipo se alejaba de los
puestos de ascenso e iba ya por su segundo técnico y no daba señal alguna de
mejora en juego o resultados, tras empatar sin goles en casa del filial
sevillista (muy descolgado y que acabó descendido como farolillo rojo) en la
jornada 35, la dirección del club contrató a un coach. A principios del siglo
XX, cuando el foot-ball daba sus
primeros vagidos en España, se usaban, sobre todo por la prensa deportiva
-también en pañales por entonces- numerosos términos tomados directamente del
inglés: el árbitro era el referee, el
defensa era el back, el portero el goalkeeper, etc; y el entrenador era el coach. Según la RAE, en la segunda
entrada de la palabreja, coach es sinónimo de entrenador, pero su acepción
principal es la de una persona que asesora a otra para impulsar su desarrollo
personal y profesional. Y es que en la actualidad el término es mucho más
amplio y no se aplica en exclusiva a la actividad deportiva, es decir, un coach
es algo más, es una especie de sicólogo, tutor o motivador, cuya misión es
ayudar a una persona a extraer lo mejor de sí mismo en el desempeño de
cualquier función. Se pensaba que la causa fundamental del bajón en el juego
del Granada lo provocaba un bloqueo mental de los rojiblancos, una especie de
depresión colectiva, de ahí la contratación del ex futbolista Imanol Ibarrondo
Garay, defensa vasco que jugó en los noventa en Rayo Vallecano y Sestao, como
coach del Granada para las siete jornadas que faltaban. No podemos juzgar si el
trabajo de Ibarrondo fue bueno o malo, pero lo cierto es que el equipo siguió
por la cuesta abajo que llevaba en juego y resultados y en la siguiente jornada
no supo mantener el 3-1 favorable en Los Cármenes frente a la Leonesa (otro
descendido) y acabó cediendo un empate en los minutos finales que pudo incluso
ser una derrota ya que los leoneses fallaron un penalti. Los tres partidos
siguientes se saldaron con otras tantas derrotas hasta quedar el Granada muy
descolgado y sin opciones de play off.
*
Carlos Martins. El gran enganche
internacional portugués Carlos Martins, ya retirado del fútbol profesional, que
militó en el Granada en la temporada del retorno a primera, la 11-12, cedido
del Benfica, volvió al nuevo Los Cármenes en compañía de su hijo Gustavo y
ambos realizaron el saque de honor del partido Granada-Valladolid de la jornada
26. En su única temporada como rojiblanco maravilló Martins al granadinismo con
su gran clase de pelotero y la hinchada guardó un gratísimo recuerdo de su paso
por nuestra tierra a pesar de que su estado de forma no llegara a ser el óptimo
en todo el curso. En 2011, al poco de estar entre nosotros, se le desató un
drama familiar al serle diagnosticado a su hijo Gustavo, de tres años, una
enfermedad linfática. Mediante un trasplante de médula ósea Gustavo ha
recuperado la salud y aprovechando una visita a Granada de la familia Martins,
en febrero, comparecieron padre e hijos en el estadio del Zaidín recibiendo
grandes muestras de cariño de la afición, que sin duda lo tiene entre uno de
los mejores futbolistas que alguna vez vistieron de rojiblanco.
*
El Granada-Las Palmas. A últimos de junio el juzgado de Primera
Instancia e Instrucción nº 5 de Granada decidió el archivo de la causa seguida
contra Enrique Pina por el supuesto amaño del partido Granada-Las Palmas de la
jornada 36 y antepenúltima de la temporada 15-16, que acabó con victoria
rojiblanca 3-2 y dejó muy de cara la permanencia del Granada en Primera
División, ratificada una semana después venciendo brillantemente en el Sánchez
Pizjuán. El juez Josep Sola acordó el sobreseimiento libre por falta de
verosimilitud de la denuncia interpuesta por José Guerrero, quien -según él
mismo- habría actuado de intermediario en el pago de un soborno a la escuadra
canaria con un maletín recibido de manos del propio Pina. El archivo del caso
alcanza también a las presuntas amenazas y lesiones recibidas por el
denunciante.
LOS QUE HICIERON HISTORIA EN EL GRANADA CF
Darwin
Daniel Machís Marcano
Si de la 17-18 puede destacarse algún jugador digno de
engrosar la lista de los que merecen un lugar de honor a lo largo de la
historia rojiblanca, sin lugar a dudas éste fue Machís. Su gran rapidez y
verticalidad fueron un gran problema para los defensas contrarios y sus catorce
goles, máximo realizador del equipo, valieron no pocos puntos a los
rojiblancos.
También
se puede decir de Machís que, a pesar de que finalmente ha triunfado en este
club, nunca lo tuvo fácil e hizo falta que pasaran hasta cinco temporadas para
que el venezolano fuera titular en el Granada. Machís tiene un récord absoluto
en la historia del Granada CF: es el futbolista de su plantilla que más
camisetas de clubes contrarios ha vestido sin dejar de pertenecer al Granada,
aunque fuera sólo nominalmente. Hasta en cuatro ocasiones distintas salió
cedido a otro equipo (Vitoria de Guimaraes, Hércules, Huesca y Leganés), cuatro
que podían ser cinco si también contabilizamos al filial.
Vino a nuestro equipo muy joven, con apenas 18 años, en el
verano de 2012, cuando el Granada afrontaba la pretemporada de su segundo año
después del ascenso a primera. Gino Pozzo lo fichó para Udinese desde el club
Mineros de Guayana de su Venezuela natal e inmediatamente lo cedió al Granada,
donde firmó por cinco años. En los amistosos de 2012 previos a la liga gustó al
técnico del momento, Anquela, por su rapidez y también por su pundonor, y éste
lo incluyó en las primeras convocatorias y le dio algunos minutos, pero su gran
juventud e inexperiencia lo fueron apartando paulatinamente de las
convocatorias hasta que en enero se marchó cedido al Vitoria de Guimaraes para
hacer sitio a alguno de los varios refuerzos de invierno, y en la primera
portuguesa apenas contó con oportunidades.
Volvió al Granada para la siguiente temporada, pero fue
directamente a engrosar las filas del filial, recién ascendido a 2ª B,
categoría que dejó claro que se le quedaba pequeña y en la que anotó diez goles
en liga y cuatro más en Copa Federación. Estuvo esta temporada muy cerca de
pasar al primer equipo que dirigía Lucas Alcaraz ante un cúmulo de lesiones de
futbolistas de ataque, pero lo impidió el fichaje virtual de Edenilson (Andrade dos Santos), uno de aquellos fichajes
fantasmas de la era Pozzo que nominalmente se enrolaban en el GCF pero que
nunca llegaban a poner un pie en nuestra tierra y su destino era el Calcio.
Aunque jugara en Italia, constaba como integrante de la plantilla del Granada,
y al ser brasileño el tal Edenilson, o sea, extracomunitario, el cupo de
futbolistas de tal condición (tres) quedaba ya cubierto en el club rojiblanco.
Esta temporada 13-14 la acabó jugando en segunda, en el Hércules, al que se fue
nuevamente cedido para los últimos cinco partidos de la liga, un Hércules con
el agua al cuello (en el que se alineó en tres encuentros) que no pudo salvar
la categoría y descendió a 2ªB.
La siguiente temporada, la 14-15, la empezó jugando en el
primer equipo que dirigía Caparrós un total de tres encuentros, pero enseguida
pasó nuevamente al filial, donde completó una campaña algo más discreta y se
quedó en siete goles. En la 15-16 sólo jugó de rojiblanco algunos amistosos de
pretemporada para en agosto irse cedido por tercera vez, en este caso al
Huesca, de segunda, equipo en el que se reencontraría con Anquela y en el que
fue titular toda la liga y consiguió un total de nueve goles, dejando muy buen
recuerdo en la ciudad aragonesa.
Después de su buen papel en el Huesca, la 16-17 parecía que
sería la de su consagración definitiva como rojiblanco. Pero la 2016-17, la
primera después del cambio de propietario del GCF, tiene como característica
principal que en ella el Granada acumuló el mayor número de pifias de toda su
historia hasta dar con sus huesos en segunda, y uno de esos grandes
despropósitos fue desprenderse de varios futbolistas que eran muy válidos para
el equipo, y cederlos a un rival directo, uno de ellos fue Machís, que jugó
toda la temporada en el Leganés, alternando titularidad y suplencia. La razón
de esta cuarta cesión fue que con el fichaje del Tin Angulo (despropósito mayor) ya estaba completo el cupo de tres
extracomunitarios. En una temporada tan sumamente pésima como la 16-17, sin
Machís y sus grandes ganas de agradar nos quedamos, y en su lugar tuvimos que
pechar con una colección de dolientes (léase mazos) sin nivel para la primera
española y que no metían la pierna no fuera a ser que una lesión les impidiera
volver a sus clubes de origen. Para colmo, al cederlo al Leganés la
incalificable dirección deportiva que hubo que sufrir en la que es por derecho
propio la peor temporada de toda la historia rojiblanca, no tuvo la precaución
de incluir una cláusula que impidiera que un jugador propiedad del club pudiera
jugar en contra y, de ese modo, precisamente Machís le marcó al Granada en el
estadio de Butarque el único gol (único también que consiguió en la liga) con
el que salió derrotado y virtualmente sentenciado al descenso.
La 17-18, la sexta desde su llegada a Granada, sí que ha
sido por fin la de su consagración definitiva. Ofertas de otros equipos no le
faltaron a Machís en el verano de 2017, pero el venezolano prefirió vestir de
rojiblanco en lo que quizás influyera también el hecho de estar unido a una
granadina. Antes de empezar la temporada consiguió la doble nacionalidad y
perder así la etiqueta de jugador extracomunitario que en otras ocasiones le
apartó del Granada.
Sin lugar a dudas, la temporada granadinista recién
terminada 17-18, merecerá ser recordada como la temporada de Machís. La frase Machís y diez más puede resumirla. Hasta
el punto de que en numerosas ocasiones a lo largo de las jornadas se habló, y
con razón, de que el Granada sufría “machisdependencia”, sobre todo cuando se
atascaba algún resultado y el venezolano no estaba en el once rojiblanco. Sus
catorce goles valieron bastantes de los puntos con los que el Granada acabó la
liga y el equipo siempre acusó su falta en los partidos que tuvo que perderse
por lesión o por sanción, en especial tras su expulsión en Oviedo por la que
fue castigado con cuatro encuentros, de los cuales el Granada sólo pudo ganar
uno (y casi sobre la bocina), racha negativa ocurrida justo en el momento del
primer cambio de entrenador y que dejó al equipo casi sin opciones de play off.
A pesar de que la prensa anunció en 2016, mientras estaba
cedido al Huesca, que Machís había renovado por el Granada hasta 2020, o sea le
quedarían aún dos años de contrato, al finalizar su gran temporada 17-18 se ha
marchado y jugará en el Udinese de los Pozzo después de disputar un total de 42
partidos oficiales con el Granada CF de los que 33 son de la temporada recién
terminada. Y es que Machís era la última de las perlas de la escudería Pozzo
que le quedaban al Granada. Toda la suerte del mundo le deseamos.