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miércoles, 12 de marzo de 2025

9 HISTORIA DEL GRANADA CF. Temporada 1940-41


HISTORIA DEL GRANADA C.F.

 

Capitulo 9

Temporada 1940-41

 

La sensacional plantilla del Granada 1940-41

 

 

DIEZ AÑOS EXACTOS

 

 

Fue la temporada del soñado ascenso a 1ª división. Justo diez años desde aquel 6 de abril de 1931 en que se fundó el Club Recreativo Granada. El 6 de abril de 1941 se logra la hazaña. Diez años que en realidad son siete temporadas en las que se ha pasado de 3ª regional a 1ª división, pasando por 2ª regional preferente, 3ª división y 2ª división. Se ha subido desde el quinto nivel al primero del fútbol español. Aquel “equipo fantasma” que bautizo Escartín, ha consumado una proeza deportiva con un equipo joven lleno de promesas unido a unos cuantos veteranos curtidos en mil batallas. Sus nombres han pasado a la historia y la leyenda del club granadino. Muchos de ellos siguen figurando es las estadísticas de quienes han jugado más partidos y han permanecido más temporadas en el Granada C.F. 

 

Cambio de nombre 

Porque ya no se usa el nombre de Club Recreativo Granada. Ahora es el Granada Club de Fútbol, por decisión muy secreta de la directiva o exclusivamente del presidente Ricardo Martín Campos. Tan secreta que los diarios de la época, “Ideal” y “Patria” no dieron la noticia ni hicieron el más leve comentario. Algo se hizo de forma oficial porque, cuando el 13 de agosto de 1940 se publica en “Ideal” el calendario de la próxima Liga, vemos, por primera vez en la prensa, el nombre de Granada C. de F. Al menos en los periódicos que he podido leer en las hemerotecas no se puede encontrar la explicación ni los motivos de tan importante cambio. 

El Recreativo Granada ha muerto ¡Viva el Granada C.F.! 

 

Y más cambios en la plantilla 

También hay nuevo entrenador. Fue fácil porque ya estaba en casa. Solo cambió el status del jugador Santos al entrenador Victoriano Santos. Hasta hace tres meses ha vestido la camiseta rojiblanca y ahora, sin ninguna experiencia como técnico, se sentará en el banquillo. 

El dúo Martín Campos-Cristiá sigue tocado de la gracia divina en el difícil cometido de encontrar buenos jugadores que estén al alcance económico del Granada. Consiguen traer, y unir en el ala izquierda del ataque, al dúo famoso de Bachiller y Liz. Aquí se juntan y aquí triunfan.

En la defensa son indiscutibles e indiscutidos Millán y González. Empieza esta temporada la eterna búsqueda de suplentes de categoría para estas dos figuras. Cada año vendrá alguien nuevo con la ilusión de quitarles el puesto y nadie lo conseguirá jamás. Esta vez vienen Melenchón y Maxi con el veterano Benítez, aquel defensa del Sevilla que en los años 30 daba tanta leña y que retiró del fútbol al primer capitán recreativista Rafael Peregrín. 

La línea media sufre una pequeña pero importante remodelación. La ausencia obligada del nuevo entrenador se suple con la incorporación del ex madridista Antonio Bonet, veterano medio centro que permite pasar a Maside a la derecha. Para la izquierda el canario Sosa II. Surge así la media: Maside-Bonet-Sosa. 

En la delantera con el ídolo Trompi y los recién fichados Bachiller y Liz, hay que buscar dos más. Un veterano procedente del Valencia, que se llama Guijarro y le dicen Pirulo, se disputará el puesto de extremo derecha con Gárate, otro nuevo jugador. Y para ocupar el centro del ataque se intenta probar con los ya conocidos Fernández y Nin y se ficha a Marqués y Martínez sin que ninguno de los cuatro llegue a convencer. Por fin, a mediados de noviembre, se cubre el puesto con el veterano donostiarra Ignacio Alcorta “Cholín”, que llega maltrecho por las lesiones y en el ocaso de una brillante carrera que incluye la internacionalidad en los Juegos Olímpicos de Amsterdam en 1928. Cholín cobra una prima de fichaje escandalosa, nada menos que 20.000 pesetas, pero acalla todas las criticas cuando marca cuatro goles en sus tres primeras presentaciones y llegará al final de temporada como máximo goleador del equipo con el increíble promedio de 0,88 goles por partido. O sea 15 en 17 encuentros. 

Todavía hubo una incorporación importantísima casi a final de temporada, cuando se disputaba la liguilla de ascenso. Llega, cedido por el Barcelona, un genial delantero centro, el recluta César Rodríguez, que se ubica en el interior derecha, desplazando a Trompi al extremo para respetar a Cholín. Es una solución que perjudica sobre todo a Trompi pero que tiene éxito y que se convierte en indiscutible con el triunfo final en la liguilla. 

Tantos fichajes exigen dinero y la única manera de conseguirlo, cuando no había televisiones ni publicidad en las camisetas ni mecenas generosos, era por medio de las cuotas de los socios y las entradas. Los socios de tribuna, que pagaban 10 pesetas mensuales la pasada temporada, suben ahora a 14, mientras que los de preferencia (detrás de ambas porterías) suben desde el durito mensual a las siete pesetas. Las protestas se oyeron en todas partes porque ¡hasta donde vamos a llegar!

 

Sosa, Maside, Bonet, Bachiller, González, Liz, Marqués y Millán; Gárate, Trompi y Floro, derrotan al Jerez en Los Cármenes el 15 de diciembre de 1940 

 

La Liga 

Menos mal que el Granada arranca la Liga ganando en Jerez y en Córdoba, empatando en casa con el Cartagena y ganando al Sabadell en los Cármenes. Cuatro jornadas sin conocer la derrota que pasan al olvido el asunto de la subida de los carnets. 

El 10 de noviembre de 1940 el Granada juega en Castellón su partido oficial número 100. El árbitro Arribas firmó el acta de aquel partido que ganaron los levantinos por uno a cero, y que jugaron por parte del Granada: Floro, Millán, González; Maside. Bonet, Sosa; Guijarro, Trompi, Martínez, Nin y Carmona. La delantera se parece muy poco a la que será titular, porque Bachiller y Liz estaban lesionados y Cholín debutaría una semana después. El extremo izquierda es Antoñito Carmona, el menor de la saga, que luego fue entrenador del filial Recreativo y del Málaga. 

Con una sola derrota, en el campo del Betis, la segunda vuelta es brillante y culmina con la goleada por 8-0 al Badalona que garantiza el segundo puesto de la clasificación y la participación en la liguilla de ascenso. Victoriano Santos se permite el lujo de alinear en el último encuentro de la Liga, ya sin trascendencia, a un once con jugadores poco habituales para dar descanso a todos los titulares excepto a Maside. Aquel extraño Granada que perdió 3-0 en Málaga estuvo integrado por: Vidal; Maxi, Benítez; Mesa, Maside, Fernández; Gárate, Guijarro, Marqués, Martínez y Nin. Lo más extraño de este equipo extraño es que los cinco delanteros eran originalmente dos extremos derechas y tres delanteros centros.

 

Página de un álbum editado por la firma Almacenes Losada en el que se recogen las incidencias del primer partido de liguilla de ascenso, el 9 de marzo de 1942, en el que el Granada derrotó a la Real Sociedad 2-1

 

La Liguilla 

La liguilla de ascenso es disputada a dos vueltas, con el Coruña, la Real Sociedad y el Castellón. Los dos primeros encuentros se celebran en los Cármenes y se saldan con sendas victorias sobre el ex Donostia (2-1) y el Castellón (3-2). Pierde el Granada en su desplazamiento a la Coruña (3-1), para enlazar luego dos triunfos decisivos en San Sebastián (1-2) y Castellón (0-1). 

Cholín consigue el gol del triunfo ante sus paisanos donostiarras y César marca su primer gol con el Granada para dar el 0-1 de Castellón que supone el ascenso seguro a 1ª división. (Ver el partido para el recuerdo de este capítulo)

        El recibimiento es apoteósico y durante toda la semana se celebran fiestas y homenajes a los héroes. Todo se prepara debidamente para la traca final del último partido en casa, ya con el ascenso amarrado. Y llega lo inevitable, que luego se ha repetido alguna vez más en la historia del Granada. Gana el Coruña en los Cármenes por 1-3 y las ovaciones del principio se traducen en una inmerecida bronca final. 

 

La Copa 

Un mes después, los días 11 y 18 de mayo el Granada todavía disputaría la primera eliminatoria de Copa que ya se llamaba “del Generalísimo”. Fue contra el Levante y una derrota en Valencia junto a un empate en casa, dejaron al equipo en la cuneta. Ya no había fuerzas ni interés. Lo importante se había conseguido el 6 de abril de 1941 con el triunfo en Castellón. 

 

La Asamblea: un paseo triunfal 

El presidente Ricardo Martín Campos vive sus momentos estelares y la Asamblea ordinaria de socios del 31 de mayo de 1941 es un paseo triunfal para una junta directiva que ha hecho realidad los sueños y que es admirada y aplaudida con unanimidad absoluta por todo el mundo. 

Todo fueron enhorabuenas y felicitaciones con discursos encendidos de granadinismo a ultranza. Todo está bien. Pero, haciendo de abogado del diablo y con la facilidad de conocer el futuro, me atrevo a señalar una promesa incumplida realizada en aquel acto brillante. 

 

La promesa incumplida 

Fue una promesa y una profesión de fe que se ha repetido mil veces a lo largo de los años. En aquella asamblea se dijo oficialmente que “se prestará la máxima atención al equipo amateur” y para hacerlo mejor se nombra delegado de este equipo al antiguo jugador y árbitro Juristo. 

Porque existía un equipo amateur, un filial, que disputaba encuentros amistosos y que agrupaba a noveles y algunos veteranos con el sello de haber nacido en Granada y ser “promesas” a los que en la realidad se prestaba muy poca atención. No hay posibilidad de analizar los logros deportivos de aquel equipo de aficionados porque en los periódicos de la época no se registran apenas sus actuaciones y mucho menos se dan las alineaciones. 

Pero yo guardo en mi memoria una de aquellas alineaciones que aprendí con apenas ocho años sin recordar cuándo ni cómo jugaron estos once hombres juntos. Quiero incluir aquí esta alineación del “segundo” Granada como recuerdo de aquellos jugadores que, en su mayoría, no llegaron a nada destacable en el futbol. Es la siguiente: Valencia; Maxi, Leoncio; Cepillo, Manchado, Herranz; Carrillo, Sosa, Casas, Sol y Carmona. 

Casi todos ellos actuaron algunas veces con el primer equipo. No lo hicieron Herranz, un ilustre veterano del primitivo Recreativo, Casas y Sol, que habían figurado en alguna alineación del Trofeo Presidente de la temporada anterior. 

Pero volviendo a la promesa de prestar la máxima atención al equipo amateur debo añadir que lamentablemente fue una promesa inmediatamente olvidada. Como ha pasado siempre, el entusiasmo del momento dejó paso a la indiferencia. Con un equipo en 1ª división nadie se acordó de los jugadores locales aficionados. Y luego con los problemas económicos de un equipo en 1ª división, nadie recordó aquella promesa y nadie puso en marcha los mecanismos necesarios para hacerla efectiva. Tendrían que pasar seis años y estar el Granada de nuevo en 2ª división para que naciera definitivamente un equipo filial serio, bajo una dirección correcta y con jugadores capaces de jugar en el primer equipo. Estamos hablando del “nuevo” Recreativo, filial del Granada, que fundó y dirigió con pericia Manolo Ibáñez. Les remito al capítulo 16.

 

El 8 de septiembre se presenta el Granada ante su público y derrota en un amistoso (7-0) al Imperial de Murcia. Los protagonistas forman antes del choque: Mesa, Guijarro, Bonet, Marqués, Valencia, Cepillo, Liz, Bachiller, Gárate, Millán y González

 

Amistosos y más amistosos 

Como en temporadas precedentes la brevedad de la liga oficial tenía que complementarse con partidos amistosos para recaudar hasta el 30 de junio algún dinero que permitiera, al menos, pagar los sueldos de los jugadores. 

Esta vez, y a pesar del ascenso, o quizá con más motivo para explotar en taquilla la euforia existente, la costumbre se mantiene aunque los contrarios son de mucha mayor relevancia. Destaca entre los amistosos disputados a lo largo de la temporada (siete de ellos en los meses de abril, mayo y junio) un notable resultado conseguido en Alicante con la victoria ante el Hércules por 4-7 y cuatro goles de César. 

Se juega incluso con los grandes, como ocurre el 27 de abril con el sorprendente empate a dos, ante el Real Madrid en el mismísimo Chamartín donde el Granada alineó prácticamente su equipo titular y César engrandeció su fama reciente con dos goles a su cargo. 

El 13 de junio se gana al Barcelona en los Cármenes por 1-0 y el 29 de junio se vuelve a jugar contra los catalanes, en el último partido de la temporada, con una amplísima derrota en las Corts por 8-2. 

Esos dos partidos, y otro ante el Sevilla, celebrados a partir del 13 de junio, ya no contaron con Victoriano Santos en el banquillo granadino. Se había consumado su marcha y le sustituía, como era habitual, el veterano jugador Antonio Bonet, que además siguió alineándose en los tres encuentros. 

 

 

LA PEQUEÑA HISTORIA DE LA TEMPORADA 1940-41

 

* El 15 de septiembre de 1940 se juega un amistoso en los Cármenes contra el Sevilla. Gana el Granada por 5-2 y debuta el guardameta Vidal, que tiene una mala actuación culminada con su fallo en el segundo gol sevillista. Entonces Vidal se desvanece y es llevado urgentemente al hospital. Los periódicos dijeron simplemente que “se encontraba en un estado de gran debilidad”. Hablando más claro, lo que se comentó por quienes tenían motivos para saberlo es que el recién llegado portero suplente del Granada estaba enfermo y sobre todo ¡hambriento! La penuria de aquellos años terribles daba lugar a estas cosas. Vidal se recuperó y reapareció el 17 de noviembre aguantando el partido sin novedad. 

* En aquel partido de Liga del 17 de noviembre el Granada ganó por 1-0 al Gerona y el granadino Antonio Cepillo sufrió una gravísima lesión que prácticamente le retiró del fútbol. Y fue una pena porque Cepillo, un medio ala de gran clase, se había hecho un hueco en el conjunto titular donde llevaba cinco partidos casi seguidos manteniendo un excelente nivel que presagiaba un magnifico futuro. Lamentablemente el granadino no volvió a jugar en esta temporada y apenas lo hizo en un amistoso en la temporada siguiente el día de Navidad de 1942. Fue un final triste del que pudo ser una figura del fútbol. 

* El segundo partido de Liga y primero en casa, terminó con un pobre empate a uno con el Cartagena. El público granadino, en su afán de buscar culpables, la tomó con el árbitro Laso al que abroncó, insultó y lanzó objetos de diversa índole. El resultado quedó inamovible y el Club tuvo que hacer frente a la multa obligada. 

*  El año 1941 comenzó con una victoria en Sabadell por 1-2 que colocó al Granada como líder de la clasificación. Pero el triunfo no se debió a la buena actuación de los jugadores, ni al acierto rematador, ni a la solidez defensiva ni a la sabia táctica marcada por el entrenador. No señor. El motivo fue mucho más simple. Así al menos lo contó Trompi. El pequeño ídolo de la afición se había encontrado una herradura en buen estado en la estación de Granada, antes de iniciar el larguísimo viaje de 35 horas seguidas en tren hasta Barcelona. El futbolista guardó cuidadosamente la herradura y su buena suerte se tradujo en aquellos dos puntos ¡con Trompi marcando el gol de la victoria!

 

En el segundo partido de liguilla de ascenso, 16 de marzo, Granada 3 Castellón 2. Forman:  Mesa, Maside, Trompi, Bachiller, Cholín y Bonet; agachados: Gárate, González, Floro, Millán y Liz 

* La preparación para la liguilla incluyó medidas especiales. Una de ellas fue la de concentrar al equipo antes de cada partido de casa en una pensión de la Alhambra, que no debemos confundir con el Hotel Alhambra Palace, que en aquellos momentos estaba en reconstrucción tras su pasado como Hospital de sangre en la guerra. La medida se completa con la oferta de una prima de 10.000 pesetas, algo así como 60 euros, ¡para repartir entre TODOS los componentes de la plantilla! 

* ¡Escándalo en el segundo partido de la Liguilla! El 16 de marzo de 1941 gana el Granada al Castellón por 3-2 y con muchos apuros. El Jefe Provincial del Movimiento, denuncia personalmente al árbitro, señor Arribas, por “promover un conflicto de orden público y hacer gestos obscenos a una espectadora”. Arribas fue encerrado en comisaría y solo pudo salir cuando el propio presidente del Granada le garantizó y pagó las mil pesetas de multa gubernativa. ¿Quién sería aquella espectadora y que le diría al pobre árbitro para que le hiciera aquellos gestos obscenos? 

* Victoriano Santos, el entrenador del ascenso cesa, a final de mayo de 1941, en unas condiciones que nunca quedaron claras. La despedida no pudo ser mas fría por parte del club que le sustituyó provisionalmente por el jugador Antonio Bonet. 

* La primera y única derrota de la temporada en los Cármenes la consiguió el Malacitano. A la habitual y lamentable actitud del público en los enfrentamientos con los malagueños, con peleas, lanzamiento de almohadillas e insultos a granel, hay que sumar en este caso una curiosa novedad. Uno de los jueces de línea, que solían ser locales, era el que luego fue presidente de la Delegación local de Árbitros, Antonio Rodríguez Morales. Morales, el antiguo medio derecha del Recreativo de los treinta, no perdona un avance de los malagueños, siempre con su banderín en alto. La cosa llegó a tal punto que el árbitro, Ocaña, lo hizo constar en acta y Morales fue sancionado por el Comité de Competición por “su ineptitud y parcialidad”. 

* Fue un estupendo invierno el de Trompi. Una estupenda racha de juego y goles con siete tantos marcados siete partidos seguidos. Los que van desde el 15 de diciembre de 1940 hasta el 2 de febrero de 1941.  

 

En este escenario logró el Granada su primer ascenso a primera

UN PARTIDO PARA EL RECUERDO

 

Castellón 0, Granada 1 

6 de abril de 1941

Liguilla de ascenso a 1ª división. 5ª jornada.

Estadio de Sequiol en Castellón de la Plana

Árbitro: Cruellas

 

Alineación del Castellón

(Con el sistema del 1-2-3-5)

Pérez

Medrano, Martínez

García, Santaolaria, Selma

Arnau, Hernández, Dolz, Safont y Pizá

 

Alineación del Granada

(Con el sistema del 1-2-3-5)

Floro

Millán, González

Maside, Bonet, Mesa

Trompi, César, Martinez, Bachiller y Liz

 

Entrenador; Victoriano Santos

Presidente; Ricardo Martín Campos 

 

Los goles 

0-1.         Min. 44. César culmina en la red castellonense una serie de paredes con Trompi      

 

Circunstancias 

Esta victoria, a falta de una jornada para terminar la liguilla, da el primer puesto de la clasificación al Granada y el ascenso seguro, aunque se pierda en los Cármenes el último partido contra el Coruña, cosa que efectivamente ocurrió.

 

El Granada que ganó 1-2 en Atocha en la cuarta jornada de liguilla y puso pie y medio en primera, refrendado al domingo siguiente en Castellón. Forman, de pie: Cholín, Bachiller, Benítez, César, Bonet, Liz y Maside; agachados: Millán, Floro, Trompi y Sosa 

 

La crónica 

Rafael Fernández de Burgos fue el enviado especial de “Ideal” en Castellón. Viajó con la idea de hacer doblete narrando el partido para los oyentes de Radio Granada. Pero en la ciudad de la Plana se encontró con la negativa del club local y, a duras penas, pudo encontrar un teléfono (entonces, aunque les parezca mentira, no existían los móviles) para comunicarse con la emisora y anunciar, en el tiempo record de once minutos después de terminado el encuentro, la feliz noticia de la victoria y el ascenso. 

La crónica escrita de Fernández de Burgos es una retahíla de elogios a los héroes del domingo. En general “el Granada sacó a relucir un juego de clase mezclado con entusiasmo, ardor y moral.” Todo ello a pesar de las lesiones de Mesa y Martínez y la expulsión de Camilo Liz, que dejaron a los rojiblancos con ocho jugadores en el campo. Recuerden de nuevo que entonces no había suplentes en el banquillo y no se podía sustituir ni al portero. Y para el cronista, exultante de felicidad, todos estuvieron bien como describe en el análisis individual: 

Floro, Millán y González “se mostraron tan difíciles de salvar que el desaliento cundió entre las filas levantinas”. 

La actuación de la línea media, Maside, Bonet y Mesa, queda resumida en una sola palabra, “perfectos”. 

El improvisado extremo derecho, Trompi, “realizó jugadas geniales” mientras que el izquierdo, Liz, “centró mucho y bien”. 

Bachiller “se mostró hábil llevando la línea” mientras que Martínez, el ariete suplente de Cholín, estuvo “valeroso y acometedor”. 

Pero la figura del partido fue sin duda el goleador César, a quien Rafael Fernández de Burgos dedica párrafos enardecidos. 

- “César nos gustó extraordinariamente. Buena concepción del fútbol al servicio de unas magnificas facultades y juventud que le hacen ser eficaz en cualquier puesto. Tuvo dos veces el resultado pendiente de sus actos. La primera fue para marcar el tanto del triunfo y la segunda para salvar un gol, que parecía inevitable, con Floro batido, al sacar el balón desde la línea de puerta, con la cabeza”. 

El recibimiento en Granada fue seguramente el primer gran acontecimiento deportivo celebrado por toda la ciudad con sus autoridades al frente. El equipo vino en tren desde Castellón hasta Córdoba, donde pasó la noche del martes, y desde allí en autobús a Granada ya el miércoles 9 por la tarde. La expedición hizo un alto en Santa Fe, donde esperaban todas las autoridades. Allí estaban el gobernador Antonio Gallego Burín, el jefe provincial del Movimiento, “camarada” Herraiz, el alcalde la capital, Acosta Inglot, el presidente de la Diputación Manuel Sola Rodríguez Bolívar y el feliz presidente del club, Ricardo Martín Campos, que brindó y pronunció su primer discurso del día. No hay constancia de que se repartieran piononos, pero si se aprovechó la parada para colocar en la delantera del autobús un gran letrero que decía “Campeón” y una corona de laurel con sabor de juegos olímpicos de la Grecia antigua.

 

Dos Aspectos del recibimiento el miércoles día 9 de abril a los héroes rojiblancos que volvían de Castellón con el ascenso a Primera División 

La expedición, ya con los coches oficiales de las autoridades, siguió carretera adelante hasta la Gran Vía, donde, a la altura del Instituto Padre Suárez esperaban la Guardia municipal a caballo con uniforme de gala y la Banda municipal que interpretaba el himno compuesto por Luis Mejías Castilla. 

Rodeada de una inmensa multitud que llenaba absolutamente las aceras de Gran Vía y Reyes Católicos, llegó la caravana hasta la plaza del Carmen y en el atiborrado salón de sesiones del Ayuntamiento habló todo el mundo: periodistas, directivos, entrenador, jugadores, presidente y el alcalde. 

Finalmente, el barítono Vidal, cantó el himno del Granada acompañado por la Banda Municipal, aunque apenas se le pudo oír porque la masa de aficionados que llenaba la plaza, coreaba con ardor los versos y arreciaban sus gritos de ¡campeón, campeón! Cumpliendo lo escrito por Luis Mejías, jugadores y público cantaban aquello de “con valor, con entusiasmo y alegría, luchaste en noble lid y fuiste vencedor”. 

La mayor alegría que el fútbol granadino ha dado a la ciudad. Fue la primera y, creo que sigue siendo la más grande y más sentida.

 

 

Santos, Ordóñez y Arteaga, mítica media del Atlético de Madrid de finales de los años 20, conocida popularmente como “los tres mosqueteros” 

 

LOS QUE HICIERON HISTORIA EN EL GRANADA C.F. 

 

Victoriano Santos Troya 

Nació en un lugar de la Mancha, pero fue un madrileño más, desde que tenía un año hasta su prematura muerte. Con 17 años fichó por el Atlético de Madrid, donde estuvo nueve temporadas llegando a ser integrante de la famosa línea media colchonera: Santos, Ordóñez y Arteaga. En 1932 se fue al Barcelona y en 1934 al Valencia. Siempre en primera línea y en equipos grandes. 

Y luego al Granada. 

- “Fue al terminar la guerra, en el mes de septiembre de 1939. Ya tenía 33 años y, después de tres temporadas de inactividad ni pensaba volver a jugar. Pero llegó Valderrama buscando jugadores para el Granada y me vine con aquel lote de González, Trompi, Floro y Maside. Jugué toda la Liga y creo que cumplí, pero ya pesaban los años y decidí retirarme. Fue entonces cuando Ricardo Martín Campos y Paco Cristiá me pidieron que entrenara al equipo en la siguiente temporada.” 

Aquel jugador, que llegó a Granada desentrenado y desengañado, se convierte en un técnico joven y prometedor que lleva al club granadino a 1ª división. Con el ascenso del Club le llegan ofertas para entrenar. El Granada no quiere, o no puede, igualar el dinero que otros equipos ponen en la mano de Santos, y Santos se va. 

Lamentablemente se fue por la puerta de atrás, sin homenajes ni primas especiales. Ni siquiera con una palabra de gratitud. Rafael Fernández de Burgos criticó la fría despedida al entrenador del ascenso que ficha por el Sevilla y lo entrena hasta que, a mediados de la temporada 1941-42, surge la triste noticia ¡Victoriano Santos está gravemente enfermo! 

- “Me enteré en ocasión del partido España-Francia jugado en Sevilla. El médico de la selección me examinó porque yo me sentía mal. Inmediatamente diagnosticó un cáncer y me obligaron a encamarme. Sufrí una operación que no dio resultado y, desde junio de 1942, vienen pasando los meses largos y crueles en una lucha titánica contra una enfermedad incurable. El dinero ahorrado en tantos años de fútbol se agotó rápidamente. Los amigos de las horas gloriosas se fueron alejando y me quedé casi solo en mis horas tristes, solo con mi mujer y unos cuantos amigos”. 

- ¿No ayudaron tus compañeros del Granada? 

- “Si, si. Ellos decidieron que la prima de un partido contra el Celta, en octubre de 1942, se dividiera entre el jugador Muñoz, que había recibido la baja, y yo. La prima fue de 100 pesetas por jugador así que me enviaron 600 pesetas que yo agradecí mucho, aunque no sirvieron de gran cosa.” 

Estas palabras que pongo líneas arriba en boca de Santos reflejan la verdad, pero no me las dijo él. En 1943 yo tenía nueve años y la entrevista era imposible. Pero estoy seguro de que hubiera dicho algo muy parecido. 

Pocos días antes de su muerte, el semanario “Marca” publicó una entrevista real donde Santos, enfermo, arruinado y casi solo, habla con amargura sobre su situación extrema. Fue el 19 de febrero de 1943. 

- “¡Ay, si yo pudiera valerme! Pero ya ves, es inútil. Fui a la operación con toda mi ilusión y no salió bien. No dio resultado. Llevo ocho meses así como ves. Vivo de milagro. El estómago no me tolera más que naranja y jugo de cereales. Ocho meses llevo así. Yo nunca había dilapidado un céntimo. Me administré bien. Pero son ocho meses… y me encuentro agotado. Totalmente agotado.” 

Fue la triste despedida de Victoriano Santos que moría el 28 de febrero de 1943. Tenía 36 años, había sido jugador de tres equipos de 1ª división y uno de segunda. Y entrenador de otros dos. Pocos son los que se acordaron de él entonces y mucho menos ahora, tantos años después. Pero le queda la gloria eterna de haber sido el técnico que condujo al Granada en su primer ascenso a la primera categoría del fútbol español.

 





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