HISTORIA DEL GRANADA C.F.
Capítulo 68
Temporada 1999-2000
EL “MURCIANAZO”
La formación de la plantilla
fue terrible. La desbandada de los antiguos jugadores dejó bajo mínimos al
equipo. Solo seis se quedaron (Notario, Pindado, Santi, Pascual, Raúl y
Herrero). Tras la dimisión de Gerardo Castillo y Urbano, Chaparro, el renovado
entrenador, asume el papel de secretario técnico y se lanza a una
veloz carrera para confeccionar un equipo muy "sevillano" con
jugadores que conoce bien, procedentes de las canteras sevillista y bética.
La Liga de Chaparro a Mesones
El nuevo y asevillanado Granada mantiene a Notario, inamovible en la puerta. Los dos centrales de inicio son Nandi y Arturo, que luego dejan su sitio a la pareja Moya-Jubera, pasando Arturo al lateral izquierdo mientras que la banda derecha se la disputan Tabuenka y Garrido. Los tres puestos del centro del campo no tienen dueño fijo. Apenas Capi se mantiene más seguido, pero vemos pasar alternativamente a Cantos, Santaella, Garrido, Torres, Herrero y Pascual. En la delantera Chaparro sí encuentra rápidamente a sus titulares que son Navarro, Ismael y Méndez.
Lo importante es que con Chaparro en 18 jornadas, el Granada sumaba 26 puntos y ocupaba el 8º puesto de la tabla. Había sufrido seis derrotas, las dos últimas muy dolorosas, en Los Cármenes ante el Dos Hermanas y contra el Guadix en la ciudad accitana, que provocó el despido del técnico. Sin embargo, el balance no era demasiado malo porque también se habían conseguido seis triunfos y seis empates.
Pero las cosas no terminan de funcionar y la cuerda se rompe por donde siempre. Se va Chaparro y viene Felipe Mesones. Es el 5 de enero de 2000 y, en la jornada 19, comienza la era Mesones, que no tiene necesidad de hacer grandes cambios. Más que nada su “revolución” consiste en cambiar los puestos de algunos futbolistas y dar continuidad a la alineación titular.
Mesones mantiene a Notario,
forma una defensa sólida con Torres (en alternancia con Garrido), Tabuenka,
Moya y Méndez. Coloca al defensa Jubera en el centro del campo junto a Capi y
Pascual mientras que en la delantera sigue con Navarro e Ismael, pero se
decanta por Manolo o Huegún en el puesto restante.
Racha gloriosa
Y el cambio fue
sensacional. Primero encadena una racha de 14 partidos sin perder,
interrumpidos por la derrota, 1-0, ante el Polideportivo Almería. Sigue luego
con otras cinco jornadas sin derrotas, hasta el final de
Y lo mejor es que la racha
continua durante
Hasta ese momento Mesones es idolatrado y los jugadores reverenciados. Parece mentira que en un club donde la situación administrativa y económica es un caos, el equipo haya superado con tanta solvencia sus compromisos. Estamos a 25 de junio y, desde el 19 de diciembre, solo se ha registrado una derrota. Son casi seis meses de gloria que únicamente falta rematar con la guinda de un simple empate en casa ante el Murcia.
Queda el miedo, no obstante,
de que los murcianos pueden ascender si ganan en los Cármenes. Pero nadie en su
sano juicio piensa que esto pueda suceder. Aunque el técnico de origen
argentino, Felipe Mesones, tenga su familia y su residencia en Murcia. Porque
si por la cabeza del entrenador pasara la idea de venderse al Murcia, más fácil
lo hubiera tenido perdiendo en
El partido fatídico
José Luis Ramos, mi compañero en esta segunda parte de la “Historia del Granada C.F." estuvo en los Cármenes aquella tarde de junio del año 2000. Y, aunque él se ocupará de continuar la narración, desde la temporada 2002-2003, quiero darle “la alternativa” con el difícil miura del fatídico partido que desarboló todas las esperanzas y sumió al club en una imparable caída. La desilusión dejó paso a las sospechas y nadie, o casi nadie, se libró de ellas. La verdad de lo ocurrido aquella tarde de Corpus no se conoce, pero José Luis Ramos tiene la capacidad, la sabiduría y la templanza necesarias para abordar lo que nos cuenta a continuación:
- El
"murcianazo" fue tremendo desde cualquier punto de vista y acabó,
para bastantes años, con cualquier posibilidad granadinista de levantar
cabeza. Se han dicho muchas cosas de aquella tarde.
- Que
hubo tongo
- Que
Mesones, como murciano que es, se vendió.
- Que el preparador físico, Juan Carlos Medina, fue
sobornado para ponerles en el agua algo que dejara
"apollardaos" a los jugadores y por eso, casi sin esperar al
final del partido, salió corriendo y no paró hasta llegar a Argentina,
para lo cual tenía ya preparada la maleta y el billete.
- Que, sabiendo como se sabía que Mesones
siempre obliga a sus pupilos a tomar "café" (con algo),
esta vez y tratándose del Murcia, donde de sobras conocen a D. Felipe, ya
habrían pedido con antelación que hubiera control antidoping y por eso en
esta ocasión nadie tomó el café de marras y les fallaron las fuerzas
- Que los vendidos fueron Méndez, Ismael y Notario, los granadinistas que después jugaron en el Murcia, para lo cual actuó de intermediario Aguilar.
Sinceramente,
no creo que hubiera nada raro, sólo que con el absurdo sistema de ascensos a
segunda que sufrimos, no fue suficiente, para dar el salto de categoría. Que el
equipo fuera campeón después de un sensacional fin de temporada, con sólo una
derrota en veinte partidos, no sirvió de nada. Bastó una nueva derrota para que
todo se fuera a tomar viento. Es demasiado injusto ese sistema de ascensos. Significa
que por sólo una mala tarde te quedas sin nada, como se quedó el Granada.
Jugadores de ida y vuelta
La verdad es que Chaparro se encontró de golpe y porrazo con la obligación de formar una plantilla nueva con solo seis jugadores de la pasada temporada. La desaparición de la secretaría técnica a primeros de julio, obligó al técnico sevillano a trabajar contra reloj. Por eso, entre el 9 y el 14 de julio de 1999, el Granada, fichó 12 jugadores. Y diez de ellos eran sevillanos, siete del Sevilla y tres del Betis. Es evidente y casi lógico que Chaparro “pescara” en su caladero más conocido, el de la cantera sevillana.
La pretemporada se hizo en el hotel Santa Cruz de Sierra Nevada, incluyendo la anecdótica invasión de un grupo de jabalíes en pleno entrenamiento. Pero más que los jabalíes de Sierra Nevada fueron los problemas y los errores, derivados de la falta en los despachos de personal capacitado, los que concluyeron en hacer que el Granada tuviera numerosos problemas con los jugadores sub 23, cuatro de los cuales eran profesionales que fue necesario recalificar como aficionados, según exigía la normativa vigente.
También hubo que “sacrificar” jugadores, porque el máximo son 22 y el Granada tenía 25. Los elegidos fueron Santi, Manolo Herrero y Cervián, que, sin ficha federativa siguieron cobrando en el Granada porque no habían tenido tiempo de buscarse otro equipo antes del cierre de inscripciones. Y es que todo se hizo a última hora, llegando al límite de los plazos, de mala manera y sin que nadie se sintiera responsable del desaguisado.
Para intentar poner un poco
orden en el desorden imperante llega Ramón Tejada, en calidad de gerente. Había
sido jugador del Madrid y del Granada, y tenía experiencia gerencial en el
Córdoba, Huelva, Betis y Cádiz. Pese a su reconocida experiencia, da la
impresión de que Ramón Tejada apenas pudo hacer nada. Otras desgracias, en
forma de lesiones, se sumaron a las calamidades anteriores, incluyendo la
llegada a últimos de marzo de dos jugadores a prueba: Wilson Ajah,
nigeriano-holandés, y José Antonio Collatti, italo-argentino. Llegaron,
probaron, cobraron sus gastos y se fueron con la música a otra parte.
La difícil economía del club
Los carnés de socios cuestan
esta temporada de
Pero la temporada estuvo
plagada de problemas económicos de toda índole. A final de julio de 1999, 21
jugadores denuncian al club ante
El 28 de octubre de 1999 se encierran los jugadores en los Cármenes como protesta por no haber cobrado algunas mensualidades. El encierro se acaba el 1 de noviembre ante la promesa del presidente de que hará lo posible por pagarles. Añade Jimena que los jugadores están dirigidos desde fuera por quienes buscan desestabilizar al Granada. La eterna teoría de la conspiración.
Los misteriosos inversores
La temporada estuvo jalonada por las noticias y los esperpentos generados por los dos llamados “grupos inversores” que pretenden hacerse con el Granada C.F.
El primero salta a la luz pública el 4 de noviembre de 1999 y, aunque no hay demasiados detalles, trasciende que el “grupo” pertenece a un empresario granadino llamado Guillermo Miranda. El 1 de diciembre Miranda es nombrado vicepresidente y, sin que tampoco trasciendan los detalles, se le espera como un nuevo Mesías, el generoso mecenas que salvará al club aportando lo que sea necesario. El propio Miranda define su meta final que es “retornar al club a primera división”. No sabemos nada más de él. Miranda no generó más noticias, su nombre se fue olvidando y lo único seguro es que para fin de año ya no figuraba en el Granada.
Su desaparición coincide
casi exactamente con la presentación solemne de un grupo de personas que serán
“colaboradores de la directiva”. Es el 28 de diciembre de 1999, día de los
Inocentes, cuando aparecen Guillermo González de “Icaria
Dicen que el objetivo es
“subir a Primera, hacer
Todavía no estaba claro el
interés de estos “colaboradores de la directiva”, pero la cosa desprende un
tufillo a busca de negocios rápidos porque “Soccer Group” se dedica al tráfico
de futbolistas, “Icaria
Algo sabemos, porque en la Asamblea del 18 de enero la directiva informó del acuerdo consistente en que el Granada reciba 102 millones de pesetas, a devolver en dos años sin intereses. Si no se devuelven a su tiempo habría que pagarlos con un 20% de interés. A cambio el grupo inversor se queda con la gestión y explotación del club.
Parece ser que su primer intento fue poner al club y a la plantilla patas arriba. Para ello influyeron, dicen, en el cese de Chaparro (lo que fue bien acogido por todos) y se trajeron a Felipe Mesones. Al mismo tiempo ya está en Granada un lote de ¡once jugadores! pertenecientes a países comunitarios y representados evidentemente por Soccer Club. El día 29, juegan un partido de prueba contra el titular del Granada y pierden los forasteros por 9-0. Del “once” comunitario no se quedó nadie en el Granada.
Aquello no gustó nada a los
gestores disfrazados de “colaboradores de la directiva” que no “invierten” a
pesar de haberse presentado como salvadores inversores. Las desconocidas
negociaciones del Granada con “Soccer Group” no parecen desembocar en nada concreto
hasta que, el 16 de marzo de 2000, se anuncia que “Soccer Group” gestionará al
Granada hasta final de temporada y Juan José Domínguez, abogado del
grupo, ha sido nombrado manager general del club con un contrato a
titulo personal que incluye un sueldo que, según parece, el manager no llegó a
cobrar nunca.
Los objetivos son los de siempre; el ascenso a Primera División y la conversión del club deportivo en S.A.D. Domínguez resuelve la duda de los aficionados sobre sus verdaderas intenciones con una pregunta capciosa: “¿Qué tiene el Granada para llevarse?”
Y la verdad es que tiene
poco. La primera medida del nuevo dirigente, o la única que trascendió al
menos, fue echar a los empleados del Granada en Los Cármenes. Hubo estupor y
protesta y la medida quedó en nada. Igual que Domínguez, en nada.
18 de enero de 2000.
Asamblea ordinaria con 180 asistentes. Larguísima discusión sobre los
contactos con el “grupo inversor”. Intervenciones y más intervenciones para
finalmente no llegar a ningún acuerdo. Y días después se supo que “Icaria
Se presentó el balance de la
temporada pasada con estas cifras;
Ingresos: 114.752.117.
Gastos; 248.293.123. Déficit; 133.541.006 pesetas.
Y el presupuesto de la
presente temporada con las siguientes:
Ingresos: 232.938.000
Gastos: 272.358.000. Déficit: 39.420.000 pesetas
También se da a conocer la situación financiera del club al 3 de junio de 1999, que registra dos preocupantes reconocimientos: los débitos a corto plazo suman 600 millones de pesetas, y los de largo plazo llegan a 100 millones. Mucho dinero cuando ya no queda apenas patrimonio que vender.
Los socios presentes en
* Es el 15 de junio del 2000. Juegan en los Cármenes el Granada y el Burgos un partido correspondiente a la cuarta jornada de la liguilla de ascenso. Un espectador salta al césped de Los Cármenes y corretea cerca de los jugadores contrarios y derriba de un empujón a un burgalés hasta que es detenido. Luego se excusó diciendo que lo había hecho “para aplaudir” al burgalés Idiákez. El Comité de Competición no se tragó el cuento, como es lógico, y los Cármenes fue clausurado por un partido, que debía ser el último de la liguilla, justamente el decisivo encuentro ante el Murcia. Menos mal que se consiguió la suspensión cautelar y el partido se jugó en Granada ante 17.000 espectadores, para perder los puntos y las inmensas ilusiones en aquella jornada para el olvido.
* El Granada, tan anticuado en sus estructuras administrativas,
intenta al menos un avance en otros sectores. De ello se encarga Sergio Parra
desde su recién creado cargo de “responsable del área de marketing”. Los
objetivos de su programa causan cierto estupor y complacencia a la vez. La
gente lo toma con poca fe, pero, al mismo tiempo, con alguna esperanza por la
novedad. El programa proponía seis puntos, en lenguaje lleno de tecnicismos.
- Establecer una colaboración efectiva con los
medios de comunicación
- Crear una vinculación infantil mediante una red
de escuelas de porteros donde pudieran entrenar a los porteros
infantiles de todos los equipos de Granada y provincia.
- Realizar programas conjuntos con instituciones
públicas.
- Configurar la estructura del área para
consolidación de la maniobrabilidad de esta parcela.
- Plasmar la nueva imagen del club en empresas,
colegios y universidad.
- Llenar el campo y que los Cármenes sea punto de
encuentro de los granadinos
La verdad es que el programa
quedó en nada y el área de marketing apenas dio sus primeros pasos con la
campaña para acercamiento a los escolares. El 29 de septiembre, a las
seis de la tarde, se citó en el Estadio de
* El cuadro técnico del Granada tuvo abundantes cambios a lo largo de la temporada. Al eliminar la secretaría técnica y despedir a sus dos componentes, Castillo y Urbano, el entrenador Francisco Chaparro asumió las tareas de fichajes. Como segundo entrenador del Granada continuó José Manuel Santos, y José Alfonso Morcillo fue el preparador físico hasta que dimitió el 17 de septiembre, por “problemas laborales”. Chaparro se hace cargo también de la preparación física. Y se dice que el motivo real de la dimisión de Morcillo es por el gran número de lesiones musculares en la plantilla, algo que también sucedía el año pasado con Cipriano Romero. Y Cipriano Romero que había sido nombrado esta temporada “coordinador de filiales” dimite, el 21 del mismo septiembre, seguramente como consecuencia de esos mismos comentarios.
* El recién nombrado “secretario general de los filiales”, José Luis
Evangelista, pasó entonces a ocupar el cargo de coordinador. Junto a él
estuvieron como entrenadores: José Antonio Figueroa (Granada B de
Regional Preferente), Pedro López (Granada juvenil Nacional), Roberto
Cuerva (Granada juvenil Preferente) y Rafael Moreno como preparador físico de
los filiales.
* El 27 de diciembre de 1999 se anuncia la dimisión de Chaparro como
entrenador, preparador físico y secretario técnico, y la sustitución por Felipe
Mesones en el primero de los tres cargos que sumaba el sevillano. No se cubre
el puesto de secretario técnico hasta la llegada de Ramón Tejada y el 4 de
enero de 2000 se incorpora como preparador físico Juan Carlos Medina (el
argentino que ya estuvo unos pocos días hace dos años, en la breve etapa de
Aguirre Suárez). Tres semanas después, el 25 de enero, Medina sufre un infarto
de miocardio durante el entrenamiento en la ciudad deportiva de
* Adiós a
*
* En aquella misma Gala de
* El 29 de diciembre de 1999, la selección andaluza juega su segundo partido de la historia, amistoso, como todos los que ha jugado. Se enfrenta a Estonia y vence por uno a cero ante 7.000 espectadores en Los Cármenes. El equipo andaluz estuvo formado por Pinto (Notario), Bravo, Rafa Navarro, Nando (Jesús), Bornes, Marchena, Chano (Francisco), Merino (Capi), Tristán (Bodipo), Alberto (Ismael), Carlos (Jesuli). Tres de ellos eran jugadores del Granada; Notario, Capi e Ismael.
* El partido Jerez-Granada, disputado en tierra gaditana el viernes 26 de noviembre de 1999 y retransmitido por Canal Sur, terminó con numerosos incidentes. Tabuenka recibió un puñetazo, Moya fue golpeado con una piedra y Chaparro se peleó con Santamaría, manager del Jerez. Juan Martel, consejero del club local dijo que “el artista de Chaparro la ha vuelto a liar, es un payaso del fútbol”. Y bastante razón debía tener el directivo jerezano porque Chaparro pidió perdón unos días después prometiendo que “no se volverá a repetir”.
* El 1 de
octubre de 1999 Ideal presenta oficialmente el libro “Granada deportiva,
un siglo de historia” de José Luis Entrala, que se editó en forma de
fascículos con la edición normal del periódico. Fue el primero, y único hasta
ahora, volumen dedicado a la historia integral del deporte granadino, durante
todo el siglo XX.
UN PARTIDO
PARA EL RECUERDO
Granada 0
Murcia 1
25 de junio
de 2000
Liguilla de
ascenso a 2ª división. 6ª jornada
Campo Nuevo
los Cármenes
Árbitro:
Bello Rebolo
Entrenador:
Felipe Mesones
Presidente:
Francisco Jimena
Alineación del Granada C.F.
(Con el
1-4-3-3)
Notario
Torres (De
María), Paco García, Tabuenka, Méndez
Capi, Jubera
(Manolo), Pascual,
Navarro,
Ismael, Huegún
Alineación del Murcia
(Con el
1-4-4-2)
Viña
Vaquerizo,
Matito, Velasco, Carrero
Torres, Gil
(Espín), Cortina, Aguilar
Nacho
(Cuxart), Loreto (Algar)
El gol
0-1. Min. 63. Aguilar culmina un contraataque murciano con un disparo desde la derecha y de lejos, que sorprende a Notario
Antecedentes
No tenía que haberse jugado en Los Cármenes porque tras el último partido en casa (Granada 2, Burgos 1) el club había sido sancionado con un partido de clausura como castigo por la agresión de un espectador al burgalés Idiákez. Pero se consiguió la suspensión cautelar y este último partido de la fase de ascenso se jugó en los Cármenes ante 17.000 ilusionados espectadores. Todos están convencidos de que ahora va en serio y hasta Luis Oruezábal cierra su restaurante Chikito y lo prepara para la gran fiesta de esa noche.
Luego vino
la gran desilusión. Una más entre las muchas de los últimos años, pero quizás
la peor por lo cerca que estaba el ansiado objetivo. Fue un partido horroroso
con un gol en contra, marcado por Aguilar, el santanderino tan querido que dos
temporadas antes había hecho historia ante el Lorca.
La crónica
Ernesto
Martínez puso su punto de misterio en "Ideal".
- Los rojiblancos, en un partido que necesitaría una explicación adicional para poder entenderlo, estuvieron perdidos tácticamente y desfondados desde el punto de vista físico.
Se inicia así la "leyenda negra" contra Felipe Mesones que pasa sin dilación de héroe a villano. En voz baja se le acusa de haberse dejado ganar porque realmente es un murciano más, que vive en Murcia y está casado con una nativa. Nadie demostró nada, pero ahí ha quedado el buen técnico argentino como principal culpable de la gran decepción.
Todo hubiera
cambiado si Jubera acierta a los 13 minutos del segundo tiempo con un disparo
que repelió el larguero. Y más hubiera cambiado si, seis minutos después el,
hasta ese momento querido y recordado Aguilar, no consigue el único gol del
encuentro. Son dos jugadas que pudieron dar la vuelta al partido sin que
Mesones tuviera nada que ver con ellas. También se le acusó por los cambios, al
sacar a dos jugadores como De María, que apenas había intervenido en
Nadie pudo criticar el once inicial, que era el esperado y el mismo que sólo había sido derrotado una vez en las 25 jornadas precedentes. Pero los triunfadores de otros días fallaron hoy y casi todos a la vez. Se salvaron Notario, Paco García, Tabuenka, Pascual y Huegún. Y justamente las dos jóvenes figuras del equipo, Capi e Ismael, estuvieron entre los peores.
La duda quedará flotando eternamente. ¿El entrenador que llevó al Granada hasta un milímetro del ascenso, falló justamente hoy? ¿Les pudo la presión a los jugadores rojiblancos? ¿Fue el Murcia mejor y por ese motivo tan sencillo ganó el partido?
Lo único cierto y extraño es que nadie culpó al árbitro. Y tampoco hubo incidentes, quizás porque las enormes medidas de seguridad tomadas evitaron cualquier conato de problema tanto en el campo como en la calle.
Al final del
partido Tabuenka negó que faltase valentía táctica porque "habíamos
hablado de la necesidad de jugar como siempre... y no lo hicimos",
mientras que Pascual achacaba la derrota a que "nos han podido los
nervios y a partir del gol de Aguilar ha sido un querer y no poder".
LOS QUE
HICIERON HISTORIA EN EL GRANADA C.F.
Jesús
Capitán Prada, “Capi”
El Granada de la temporada 1999-2000,
este Granada ganador y de excelente fútbol, quizás el mejor conjunto de todas
las temporadas de la historia rojiblanca mientras militó en el tercer nivel del
fútbol español, este Granada muy sevillanizado, tenía una perla: Jesús Capitán
Prada, Capi de alias para la cosa del balón.
Nació
en la sevillana localidad de Camas el 26 de marzo de 1977. Todavía en edad
juvenil ya era titular en el filial bético de 2ª B, y con los veinte recién
cumplidos Serra Ferrer le hizo debutar en la máxima categoría en aquel
“Eurobetis” que logró un cuarto puesto en Liga y alcanzó el subcampeonato de
Copa y la clasificación para la penúltima Recopa que se disputó. Tras dos
temporadas más en el filial verdiblanco, en la 99-00 Chaparro consigue su
cesión para el Granada.
«Éste
debe ser el año del Granada», declaraba Capi a Ernesto Martínez, de Ideal,
a principios de septiembre, casi recién llegado pero ya convertido en ídolo de
la hinchada, aunque sólo habíamos tenido ocasión de verlo de rojiblanco en el
Trofeo Granada y en algún partido de pretemporada. Porque lo de Capi con el
granadinismo fue un amor a primera vista, amor, por cierto, correspondido y no
decaído con el paso del tiempo pues siempre que tiene ocasión hace Capi
profesión de granadinismo, del equipo y de la ciudad, donde dice que pasó un
año inolvidable y donde en más de una ocasión ha confesado que le gustaría
retirarse. Muy poco faltó para que éste fuera efectivamente el año del Granada,
el del adiós al bronce.
El
Granada de la 99-00, con Capi y con un puñado más de magníficos jugadores para
la categoría, contaba con la mejor de todas las plantillas mientras ha militado
en Segunda B. Aun así, no fue la temporada un camino de rosas ya que los
comienzos fueron malos. El planteamiento de Chaparro, parecido a un 5-3-2
adaptable según las circunstancias, encomendaba toda la labor organizativa a
Capi, por cuyas botas pasaba todo el juego rojiblanco, acreditándose como
futbolista de categoría superior a
Hacia
mediados de liga estaba el Granada descolgado de los cuatro primeros puestos.
La solución es la clásica, la salida del técnico. En este caso sí fue acertada
la medida ya que Mesones, el sustituto de Chaparro, enseguida hizo dos o tres
ajustes en la alineación titular y el experimento le salió francamente bien,
porque desde el estreno en el banquillo del argentino, en la jornada
diecinueve, sólo perdió el Granada un partido más de liga. Uno de esos retoques
de Mesones fue el de situar a Capi más cerca de las porterías contrarias,
descargándolo de labores defensivas en la zona ancha, que encomendó al doble
pivote formado por otros dos excelentes futbolistas como eran Jubera (sólo
utilizado por Chaparro como defensa) y Pascual. Con Mesones y sus ajustes
pudimos ver la mejor versión de Jesús Capitán, que además consiguió cuatro
goles. De esta forma protagonizó el Granada una espectacular remontada hasta
acabar como campeón del grupo IV.
Después
ya saben de sobra lo que ocurrió, que por una única mala tarde fue el equipo y
la afición a quedarse sin el premio que mereció sobradamente. Y es que el
sistema de ascenso entre el tercer y el segundo nivel del fútbol propicia este
tipo de injusticias y da lugar al absurdo de que sea más fácil alcanzar la
primera división que la segunda. Si de veintiséis partidos sólo pierdes dos y a
pesar de todo no consigues el ascenso es que algo no funciona como debía en una
competición que se dice de la regularidad.
La
gran temporada de Capi como rojiblanco le valió para volver al Betis -donde es
uno de los jugadores más queridos por su afición- y consagrarse definitivamente
como el gran pelotero que es. Desde ese mismo momento se hizo con la
titularidad, ya sin discusión, que no ha abandonado mientras las lesiones le
han respetado.
Capi,
que en toda su carrera sólo ha vestido los colores verdiblanco y rojiblanco, en
marzo de 2002 toca el cielo con las dos manos al vestir el rojo de
El 20
de noviembre de 2002, en Los Cármenes, en una tarde muy lluviosa, la selección
española derrotó a Bulgaria en un feo partido sin apenas alicientes aparte del
gol, de Jose Mari a los diez minutos y, por supuesto, la presencia de Capi,
cuyo ingreso en el terreno de juego en el minuto 62 en sustitución de Guti
provocó la más sonora ovación de la tarde-noche. Fue un reencuentro de dos
viejos amores.
El de
Camas en días previos al partido fue homenajeado oficialmente por el club,
presidido por entonces por Pedro Ruiz, y se le hizo entrega de su carné de
socio. Ésta ha sido por el momento la última vez que en Granada hemos podido
ver a Capi en acción. Lo malo para Capi es que ésta es también su cuarta y
última presencia como internacional pues ya no volvió a ser convocado.