HISTORIA DEL
GRANADA C.F.
Capítulo
19
Temporada
1950-51
CUANDO TODO SE CAMBIA PARA QUE TODO QUEDE IGUAL
La junta consultiva no consultó casi nada. Simplemente se miró el ombligo y se eligió a sí misma para convertirse en Junta directiva. Todos los miembros consultivos son miembros de la nueva directiva, pero se “repesca” al dimitido presidente Joaquín Serrano para que siga al frente del Club y se suman dos personas más, José Rodríguez Hita y Eugenio Corona. El presidente vuelve a la poltrona dejando en el ambiente la impresión de que los “malos” eran sus excompañeros de junta y por eso han sido todos eliminados. Todos menos él. Anuncia que hay 1.200 socios y que hacen falta, por lo menos, 5.000.
La primera decisión es la de nombrar presidente de honor al gobernador Servando Fernández-Victorio. Es el segundo gobernador civil que alcanza este grado, ¿se acuerdan de José María Fontana? Y la segunda es dejar que se vaya Cholín, a quien el Jaén ofrece mejores condiciones económicas. A cambio viene Gaspar Rubio, que fue un magnífico jugador pero que tiene parado el reloj de los métodos futbolísticos. Mal empezamos.
Los pocos jugadores que se quedan
La nueva directiva llega con ganas de cambiarlo todo. Como un elefante en una cacharrería, se hace tabla rasa con la plantilla anterior, que había demostrado ser buena. Vean cómo se destroza un equipo asentado y cualificado:
1º.
Se deja en libertad a cuatro titulares; Candi, Millán, Rey y Fraga. Lo de
Millán se explica como premio a su historia en el Granada y a petición de los
socios reunidos en
2º. El goleador del equipo, Morales, compra su libertad porque otros equipos le pagan mejor.
3º. Cuatro titulares son traspasados: Trompi al Jaén por 45.000 pesetas, Manolo Almagro al Murcia por 115.000, Luiqui al Jaén y Megino al Oviedo.
4º. Seis jugadores del Recreativo: Montilla, Paquito, Ros, Sueza, Díaz Cara y Toto, que alternaron filial y primer equipo, son “descendidos” definitivamente al filial. Del contingente granadino anterior solo se quedan Méndez y Cea.
Así pues, la plantilla se ha quedado reducida a Toñín, Méndez, Sosa, Cea y Más, junto a Carbelo y Barnet, que no aportan gran cosa. ¡Vamos a fichar por esos mundos de Dios!
Y los muchos que vienen
Empieza la vorágine de los fichajes. Con el dinero
fresco de los traspasados se pueden traer hasta 12 nuevos, con los húngaros
Otto y Licker como estrellas. Durante
Vienen jugadores muy interesantes, como el ariete Chaves, que sufrió dos graves lesiones pero dejó entrever su categoría. Lo curioso es que Otto y Botella, delanteros centros natos, traídos junto a Chaves para cubrir la baja de Morales, demostraron una incapacidad absoluta y fueron uno de los mayores fiascos de la temporada. La cosa fue tan grave que, con tres delanteros centros en la plantilla, quien tuvo que sacar las castañas del fuego muchas veces fue el veterano Sosa, un medio adaptado a la posición de delantero.
Es justo reconocer que con la nueva línea medular,
con Vecino y Rubio, se asentó bien el equipo y justificó sus fichajes, igual
que el portero Martín, efectivo y segurísimo de principio a fin. No puede
decirse igual de otros recién incorporados como Larrubia, Santacreu y Mompeán
que aportaron muy poco.
Gaspar Rubio arma su equipo titular a base de Carbelo, Mompeán, Méndez, Verde, Toñín, Rubio, Callejo, Licker, Chaves, Larrubia y Mas. Apenas cambia salvo imprevistos, aunque sí sustituye en la cuarta jornada a Carbelo por Martín y a Toñín por Vecino. La marcha del Granada es lineal y anodina, gana en casa y pierde fuera, salvo dos empates fuera y dentro que equilibran de nuevo la balanza. Al llegar a la jornada 12ª el equipo está en mitad de la tabla y el aburrimiento cunde entre la afición, que tan felices se las prometía con los nuevos jugadores.
Sin ningún motivo aparente y sin ninguna explicación, la directiva innova actitudes, el 4 de diciembre de 1950, con una situación nada habitual: no se despide al entrenador, pero se le da “un descanso”. Es la primera vez en la historia del Granada que ocurre algo parecido. Todo esto ha ocurrido simplemente después de perder ante el Levante en Valencia. El descanso dura poco más de dos semanas porque el día 21, la víspera del sorteo de Navidad, se manda a descanso permanente al ya ex técnico Gaspar Rubio.
Paco Mas, que había asumido provisionalmente la dirección del equipo sin dejar su puesto de jugador, es nombrado con carácter definitivo y enhebra una racha de tres triunfos y un empate en sus primeros cuatro partidos. La fórmula parece haber funcionado una vez más. Paco Mas reforma ligeramente la alineación, que ya contaba con Martín en la puerta. La defensa titular es la de Toñín, Méndez, Verde, aunque la lesión del lateral izquierdo, que le deja fuera de combate durante siete partidos, obliga a sustituirle con Mompeán unas veces y Barnet otras. En la medular Vecino y Rubio permanecen incólumes y en el ataque Callejo, Licker, y el propio Mas resisten el cambio sin problemas, mientras que en el interior derecha Paco Mas “descubre” a su compañero Emilio Cea, que ya se mantiene como elemento fundamental de la delantera.
Pero el caso más triste es el de Chaves. Tiene
puesto fijo hasta que se lesiona en la jornada 13, la primera con Mas al frente
del equipo. El nuevo entrenador prueba y reprueba para encontrarle sustituto
con Sosa, Otto, Botella y hasta el extremo Santacreu. Por fin se recupera
Chaves y vuelve al equipo para jugar dos partidos. En el segundo de ellos, que
es la jornada 25, se gana en Albacete, Chaves marca dos goles y ¡se vuelve a
lesionar gravemente! Ya no volverá a jugar esta temporada y Sosa terminará ocupando
su puesto provisionalmente en los tres últimos encuentros. Cabe pensar que, con
Chaves siempre en el campo, la clasificación del Granada quizás hubiera rozado
al menos los puestos de ascenso. La mala suerte se cebó en este jugador de
enorme calidad y facilidad goleadora que apenas tuvo oportunidad de demostrar
en el Granada.
Otra vez Recreativo
El Granada B ya no es Granada B sino otra vez
Recreativo. Y el ascenso a Tercera, negado en el mes de junio pasado por
motivos burocráticos, vuelve a ser posible por motivos no muy claros. Donde
dije digo, digo Diego, y
Manolo Ibáñez con su flamante titulo de entrenador regional sigue al frente de un equipo muchos de cuyos jugadores cuentan con la experiencia de haber disputado algunos partidos en 2ª durante la pasada temporada y, al final del Campeonato, los recreativistas quedan en el puesto 13º de 16 clubes, con un déficit de 43.000 pesetas y cuatro jugadores que pasarán al primer equipo. Son el portero Julio, el medio Ríos, el repescado Toto y el bravo Requena, que alterna las posiciones de defensa y delantero centro.
En el enorme desbarajuste de la próxima temporada, solo Requena llegará a jugar seis partidos con el Granada. Los otros tres regresarán al Recreativo, pero con sueldo del Granada.
* El 28 de julio de 1950 Manolo Méndez renueva su contrato amateur y el presidente le promete comprarle una moto a modo de recompensa. Dos meses más tarde la moto no termina de hacerse presente y el jugador protesta alegando que tiene una propuesta firme del Murcia para ficharle como profesional. En octubre la directiva afirma que ya se ha comprado la moto pero que la fábrica no la entregará hasta fin de año. Luego se fue alargando el plazo y Méndez continuó yendo a pie a los Cármenes. El público se lo recordaba en los partidos, ¡Manolo, la moto! Y Manolo se cabreaba al oírlo porque además jugó absolutamente todos los partidos de la temporada menos dos. Por eso al año siguiente pasó lo que tenía que pasar. Que Méndez fichó por el Málaga.
*
Uno de los muchos jugadores que se marcharon antes de empezar esta temporada
mandó a “Ideal” una carta de despedida a la afición en términos casi proféticos
“Si en algún momento me creéis nuevamente necesario acudiré a vuestra llamada”.
Lo escribió Candi el 10 de agosto de 1950 antes de irse al Zaragoza. Y a fe que
cumplió su promesa.
* Millán obtuvo su carta de libertad como
premio a su labor de tantos años y a petición unánime de los socios reunidos en
* En esta misma Asamblea se anuncia la buena nueva de que la pasada temporada dejó un superávit de 260.000 pesetas. Quince días después la directiva se queja porque no hay dinero en caja para hacer efectivo el millón de pesetas gastado en nuevos jugadores.
* Dos de esos nuevos jugadores eran los húngaros Otto y Licker, recomendados por el antiguo periodista de “Patria”, Zubeldia, afincado hace años en Barcelona. Los dos magiares llegan el 27 de agosto e inmediatamente se van al cementerio para depositar un ramo de flores en la tumba de Alberty. Luego vinieron los problemas. Resulta que Otto no puede jugar porque no tiene la carta de libertad del Goritzia, su último equipo. Tras lentas y complicadas gestiones y el pago de un pequeño traspaso se consigue el documento y el jugador puede debutar el 28 de enero. La larga espera y lo visto en los entrenamientos habían engrandecido y casi mitificado al rubio ariete. Pero cuando jugó todo se vino abajo: tres partidos y tres fracasos.
* Su compañero Licker sí pudo actuar sin problemas y no lo hizo mal. Tampoco demasiado bien. Jugó 24 partidos en la posición de interior, aunque había venido como extremo. Muchos de quienes le vimos seguimos pensando que en el Recreativo de aquel momento había mejores jugadores y mucho más baratos que Licker, de cuyas virtudes no puede decirse gran cosa.
* El directivo Pablo Acosta Medina llegó a decir que “los húngaros han perturbado la vida del club”. Y añade que él vería con muy buenos ojos una norma legal que prohibiera el fichaje de extranjeros. ¡Qué diría el farmacéutico Acosta si viera la situación actual!
* Manolo Almagro, asentado firmemente en la titularidad, fue absurdamente traspasado al Murcia. Era un jugador de futuro como luego demostró en el Hércules, Atlético de Madrid y Jaén. Al marcharse de Granada tuvo el detalle de reconocer a su “descubridor” Manolo Ibáñez como “la persona a quien debo todo lo que sé de fútbol”.
*
Y la cantera granadina sigue produciendo promesas. El 15 de marzo de 1951 juega
el Recreativo en los Cármenes contra una “selección de modestos” para ir
ojeando futuras incorporaciones. Entre los seleccionados hay tres jugadores del
Alhambra que causan excelente impresión; son Cuerva, Guerrero y Delgado (que
luego sería conocido como Rafa).
* El autobús que trasladaba a los jugadores del Melilla tiene un accidente en Loja, el 26 de enero de 1951. Hay tres muertos y uno de ellos es el jugador nacido en Granada y ex granadinista, Martín. Se producen las naturales escenas dramáticas y tanto el Granada C.F. como las autoridades granadinas, se desvivieron por atender a los melillenses. Joaquín Serrano fue nombrado presidente de honor del Melilla y en las sucesivas visitas del club a Granada siempre hubo actos y manifestaciones de agradecimiento a nuestra ciudad.
* El penúltimo partido de Liga tuvo un estremecedor prólogo. Durante el almuerzo conjunto en el hotel de concentración en Alicante, el defensa Toñín recibió una orden de detención, aunque se le dejó jugar el encuentro. El Hércules ganó por cinco a cero y los cinco goles vinieron por la banda donde Toñín actuaba sometido a una tremenda presión emocional. Más tarde pudo arreglarse el asunto y el jugador regresó sin novedad a Granada. Pero ya no salió en el partido postrero de la Liga.
LOS QUE HICIERON HISTORIA EN EL
GRANADA C.F.
José Cuéllar Castaños
- “Don José Cuéllar –pero los vecinos de
la calle se tutean entre sí, son todos jóvenes, recién casados y con hijos
pequeños– vive en el número 26, dos casas a la derecha. Es alto, gallardo, se
peina el pelo hacia atrás con brillantina, a la moda de entonces, y sus ojos
chispean tras los gruesos lentes de montura marrón. Dibuja con soltura a lápiz
y a plumilla y es un portentoso contador de chistes, aunque se gana el pan como
secretario del Granada C.F.”
Así describe
Genaro Talens, poeta, profesor y antiguo record español de los
- Me he tirado 26 años en el Granada
C.F. porque tuve la rara habilidad de no tener opinión.
- Y ¿cómo ingresó en el Club?
- Al terminar la Guerra Civil hubo cambios
enormes y profesiones raras. Unos terminaron vendiendo gasolina, un coronel de
Estado Mayor fue jefe de porteros del cine Callao de Madrid, y yo terminé… de
futbolista. La cosa fue así: estaba en Granada después de la guerra, en una
situación difícil, cuando me encontré a Paco Cristiá, “Mira Cuéllar, se ha
muerto don Nicolás Martín y tenemos en el Granada muchas cartas que contestar,
¿tu tendrías inconveniente en venir por el Club?” Ningún inconveniente. Les
hice las cartas y parece que quedaron bien, así que el presidente don Antonio
Becerra me ofreció quedarme: “mire usted, a don Nicolás le dábamos 400 pesetas
y a usted le vamos a dar
Don José
Cuéllar Castaños nació el 10 de julio de 1904 en Granada, exactamente en la
calle de los Coches 1, junto a la plaza de
- Un día me llamó el presidente Luis
Rivas y me dijo “Cuéllar, hazme un borrador de contrato de traspaso de club a
club”. ¿Dónde os vais a reunir, en Madrid? No ¿En Barcelona? No ¿En Sevilla?
No. Y un poco enojado me dijo “Mira Cuéllar, pon el sitio que quieras pero no
me preguntes más” Y yo hice un borrador que empezaba así… ”En un lugar de
Sobre Joaquín Serrano, presidente del Granada en la temporada que narra este capítulo, tiene Cuéllar un grato recuerdo porque…
- Joaquín Serrano era un padrazo, un tío
graciosísimo que no entendía nada de fútbol. Decía por ejemplo “Orsay es un tío
que está estorbando, eso es orsay”. Pero jugaba muy bien al tute. Cuando
faltaba dinero para pagar a los jugadores nos llevaba a comer en el Camino de
Huétor un arroz con caldillo. Luego organizaba unas partidas de tute, les
ganaba el dinero a los jugadores y al final se lo devolvía con lo que todos se
quedaban encantados después de recibir su propio dinero. Gracias al gol de Rius
que evitó el descenso del Granada, no se murió porque ya le había dado un
colapso en el partido.
Su mejor “promesa” de directivo también lo fue en esta temporada 1950-51.
- Jesús Salas del Villar apuntaba muy
buenas condiciones como directivo. Trabajaba en el Gobierno Civil y estuvo con
Alfredo Laca Primo. Era muy inteligente y con una visión muy clara de las
cosas.
De todos los
más de 500 jugadores que conoció personalmente, cuyas fichas rellenó y cursó a
- El más genial fue Trompi, el de mayor
dignidad profesional, González, y el mejor granadino Manolo Almagro, con una
clase excepcional, pero le faltaba afición al fútbol.
Dice Antonio Romero que don José Cuéllar fue su maestro de “elegancia social”. Y es verdad porque don José parecía un diplomático profesional. Especialmente con la prensa: trato exquisito para todos, aunque jamás salió de sus labios una primicia exclusiva para nadie.
- Daniel Saucedo Aranda, el periodista,
presidió la primera Comisión Gestora que se creó en el fútbol español. Fue en
el año 1952 y yo era el tesorero. Como no había dinero se estableció un orden
de prelación para los pagos. Primero los peones del campo (que cobraban
semanalmente), segundo los empleados (que no tenían prima de fichaje) y tercero
los jugadores. Y todos los jugadores estaban conformes con esta justicia. Claro
que entonces los jugadores hablaban mucho de fútbol y menos de contratos.
Y termino con la sorprendente y muy favorable opinión de Pepe Cuéllar sobre los árbitros.
- A mi me correspondió muchas veces la
custodia y recepción de los árbitros. Y de tenerles las atenciones que
acostumbran en todos los equipos. El mejor fue Vilalta, un catalán. Que fácil
es para un club decirle a un árbitro ¡tienes un millón por un penalty! Pero de
eso no hay, estoy seguro. Porque lo mejor que hay en el fútbol son los
árbitros. Sobre todo esos árbitros que todos los domingos van a pitar a los
pueblos en Regional y a luchar con toda la gente. Eso tiene un mérito
extraordinario y como dice el Piyayo “me causa un respeto imponente”.
Es el mismo respeto imponente que a mi me causó este hombre irrepetible cuando le conocí desde la posición de directivo y muchos años después, cuando grabé con él esta entrevista en diciembre de 1984. Tenía entonces 80 años y estaba ocupado ideando quintillas para las fiestas de su barrio, el Cercado bajo de Cartuja. Al despedirme me dio su última lección de “elegancia social”.
- Tu presencia aquí es muy grata porque
me hace rememorar tiempos pretéritos ya lejanos de tu pobre padre y del mío
Para mi
también fue muy grata aquella tarde. Gracias, don José, muchas gracias.