HISTORIA DEL
GRANADA C.F.
Capítulo
18
Temporada
1949-50
EL EQUIPO QUE VOLVIÓ DEL FRÍO
La dimisión de Ricardo Martín Campos abre paso a la
junta presidida por el ex tesorero Joaquín Serrano, que será el 10º presidente
del Granada.
La plantilla
Con la única baja importante de Lesmes, el equipo apenas se refuerza con tres jugadores del Granada B, un portero para suplir al suplente Valero y un defensa que hará añorar con más fuerza aún al añorado Lesmes, es el veterano sevillano Barnet que ya no está para muchos trotes. El problema de la defensa se resuelve pasando Millán al centro de la zaga y dando la titularidad a Toñín en la derecha.
El dato más importante es que hay 10 granadinos en una plantilla de 24. Con la excepción de un portero se podría formar un equipo con los siguientes futbolistas locales; Millán, Méndez, Paquito, Montilla, Almagro, Ros, Cea, Toto, Sueza y Diaz Cara. Pero es que, incluso el portero que falta en este equipo existía y merecía estar, siquiera sea como suplente de Candi. Se llamaba Julio y jugaba en el Granada B.
Cholín va más lejos en la aplicación de
La primera vuelta transcurre con la felicidad de un
equipo que hace goles con facilidad, un Candi seguro en la puerta y un final
feliz, en tercer lugar, con tres positivos. Se vislumbra una sólida posibilidad
de ascenso. Tan solo ha habido una rara movida, tras empatar en la jornada
Las desgracias nunca vienen solas
El día de Navidad de 1949 el Granada mete la pata y
pierde en casa ante el Linense. Lo peor es que se trata de la primera
eliminatoria de
Y lo que tenía que pasar pasó: el domingo siguiente,
1 de enero de 1950 se pierde la imbatibilidad en los Cármenes, 1-2, ante el
Córdoba, y se lesionan Millán y Sosa. Dos pilares del equipo que ya no volverán
a jugar en toda
Y no hay mal que por bien no venga
Segundo refrán, el de este subtítulo, en muy pocas líneas. Pero es que viene como anillo al dedo porque la lesión de Millán permite la definitiva revelación de Méndez, y la ausencia de Sosa, da lugar a que el canterano Cea pueda hilar ocho partidos seguidos para demostrar que está en condiciones de ser titular del Granada, para ello sólo ha hecho falta que Luiqui retrase su lugar a la media, con excelente rendimiento.
Por otra parte, la lesión de Morales es menos grave de lo esperado y el fichaje urgente del jiennense Unamuno no produce el apartamiento del goleador Morales, que se hace de nuevo con el puesto para enlazar una sensacional serie de siete goles en cuatro partidos.
Triste final
El 22 de enero, en otro partido dramático, el Hércules
se alza con la victoria en los Cármenes y deja dos nuevos expulsados: Manolo
Almagro, sancionado con cuatro partidos, que deja paso al también canterano
Montilla; y el sevillano Barnet, que estaba jugando seguido por primera vez en
La última jornada del torneo lleva al Granada hasta
Valencia donde el Levante espera venganza por aquel 8-1 de la primera vuelta
(ver la sección de un partido para el recuerdo). Cholín, en el que será su último
partido de esta estancia suya en el Granada (luego volverá de nuevo) pone en
liza a cinco granadinos, aunque dos de ellos, Toto y Paquito, lo harán por
primera vez, junto a Méndez, Cea y Almagro. Y Toto, aquel jugador que
exasperaba y entusiasmaba al público con pocos minutos de diferencia, consigue su
primer gol con el Granada, que será el último de la temporada.
La propuesta insólita de una sociedad anónima
Este asunto del Granada B deja en muy mal lugar a la directiva, que dimite en pleno el 2 de mayo de 1950. El presidente Joaquín Serrano, en una especie de testamento deportivo deja caer cosas interesantes y hasta con notable visión de futuro. Dice así el presidente:
1. El Club tiene un déficit de 850.000 pesetas y
necesita inmediatamente un mínimo de 200.000.
2. La nómina de esta temporada es de 37.000 pesetas
mensuales.
3. El campo de los Cármenes está hipotecado desde
que se hizo, y se debe a los herederos de Nicolás García (primitivo
propietario de los terrenos) la cantidad
de 125.000 pesetas.
4. La única solución del Granada está en convertirse en sociedad anónima con un capital de cuatro millones de pesetas.
Los puntos 1 y 2 no admitían más que decir amén.
Pero los dos últimos sí despertaron interés y polémica. Pero ambos temas venían
de atrás. De
Para dar luz en el caso del campo hipotecado se desata una polémica que termina con la carta de Andrés Molina, secretario del Recreativo de Granada cuando se compraron los terrenos de los Cármenes. Y afirma tajantemente que el campo jamás estuvo hipotecado, ni antes ni ahora, porque la operación de compra consistió en unos pagos aplazados que no se hicieron efectivos y cuyos intereses se han ido acumulando desde 1934. Se debe dinero pues, pero no hay hipoteca.
¿Y de
* El Granada B jugaba en la Regional Preferente
e hizo una gran campaña alternando jugadores con el primer equipo, lo que
permitió cosas tan raras como que los veteranos Trompi y Mas figuraran varias
veces en las filas del filial. Cuando todas las ilusiones estaban centradas en
llegar a la liguilla de ascenso a 3ª división,
*
Precisamente fue la alineación de Paco Mas con el filial lo que desató la caja
de los truenos.
*
En el verano de 1949 el jugador canario Valentín Jorge Sosa celebra sus diez
temporadas seguidas en el Granada abriendo un negocio propio. El café-bar Costa
Azul en la placeta de
*
A primeros de julio de 1949 los entrenadores Cholín y Manolo Ibáñez marchan a
Burgos para asistir al I Curso Nacional de Entrenadores. Hasta entonces para
ser entrenador no hacía falta ningún papel que demostrara la idoneidad del
técnico. Pero
* Los diarios granadinos quizás acusen la tradicional falta de noticias del verano o quizás empiecen a darse cuenta que las noticias “del corazón” tienen interés. Y si se mezclan con las de algunos determinados jugadores mejor que mejor. Por eso el 7 de julio se publican noticias al estilo de ¿Cómo veranean nuestros jugadores? Y el más señalado de todos es Candi, al que se sitúa en Valladolid, donde vive su novia. Más de una admiradora granadina sufrió con aquella noticia. Pero aquella novia, que se llamaba Geno dejó paso a una granadina. El propio Candi me lo contó una vez:
- “Antonio Burgos, que era árbitro, tenía dos chicas para salir y me pidió que le acompañara. El quería salir con Rosarito y yo fui para acompañar a la amiga. Pero sin saber cómo me puse al lado de Rosarito. Yo no creía en el flechazo, pero después del primer ¡Hola, que tal!, empecé a dudarlo. Tenía que decidir entre Geno y Rosarito y decidí rápido ¡Cuantos problemas tuve para salir con ella, con la fama que tenemos los futbolistas! Mi suegro, que en paz descanse, sufrió un trauma ¡un futbolista, y además gallego, que viene a llevarse a la niña!“
*
Un intermediario ofrece al Granada los servicios de dos jugadores nacidos en
Letonia, emigrados después de la guerra mundial y que ahora, con su país
integrado en
* Ya hemos visto que la primera derrota del Granada en casa vino a manos del Córdoba y se saldó con una grave lesión de Millán. Se sigue jugando el partido y también cae lesionado Sosa. Para no dejar a su equipo con nueve jugadores (recuerden una vez más que entonces no había suplentes esperando en el banquillo) el bravo futbolista canario quiere salir de nuevo al campo. Cholín no le deja y Sosa no se retira a la caseta para ser curado, se queda en la banda llorando de rabia e impotencia al ver la derrota de su equipo.
* Toto fue un jugador genial que se definía así:
- “La verdad es que pude ser figura del toreo porque tenía un arte que no se puede aguantar. Y como futbolista era un fenómeno. Pero no fui ni una cosa ni otra. A mí me hubiera gustado ser pianista porque los toros dan “cornás” y los defensas dan “patás”, pero supongo yo que no iba a tener la mala suerte de que se escapara una tecla del piano y me dejara tuerto:”
* Toto debutó con el Granada en el último partido de esta temporada. Y ya no volvió a vestir de rojiblanco hasta tres años después, el 19 de abril de 1953. Y fue una tragedia.
- “Yo no lo
esperaba. Aquel domingo comí en mi casa y estaba reposando la paella cuando
llegó Manolo Ibáñez ¡que tienes que jugar ahora! Me fui en pijama y lo hice
bien en los primeros minutos. Luego no podía más. Un desastre.”
* Distinto fue cuando Toto estaba en el Melilla.
- “Era el
último partido de Liga y nos jugábamos el descenso. Empezamos perdiendo por 0-2
y la gente gritaba “fuera, fuera”. En el descanso los directivos me dijeron “Toto
por Dios, que tú puedes levantar esto”. En la segunda parte metí dos goles y,
cinco minutos antes del final, me voy con la pelota hasta el palo y se la di a
un compañero “¡Toma Juan, remata!” Fue
el tercer gol, la victoria, la permanencia y el delirio.”
* Hasta intentos de soborno tuvo Toto en sus andanzas futbolísticas.
- “La vez que me ofrecieron más dinero fue un día que jugó el Recreativo con el España de Tánger. Un defensa de ellos, que era amigo mío, me llamó la semana antes; “Toto que hay cinco mil duros si perdéis”. Pero da la casualidad de que el portero Julio y yo habíamos pasado al Granada la semana antes y no podíamos jugar con el Recreativo. Así que lo pensé y le dije a mi amigo: “Lo que puedo hacer es que no juguemos Julio ni yo”. Y mi amigo aceptó. “Pues qué bien, si no salen el que para los balones ni el que mete los goles, todo arreglado”. El sábado me dio los cinco mil duros y los guardé debajo de la cama. Julio y yo no jugamos como es natural y el Recreativo ganó por uno a cero. Al día siguiente le devolví el dinero al defensa del España de Tánger.”
* En junio de 1950 el gobernador civil Servando Fernández-Victorio y Camps nombra una Junta Consultiva de “notables” que alumbre soluciones al vacío de poder creado con la dimisión de Joaquín Serrano y su gente. Se incluyen en este grupo de personalidades viejos conocidos del Granada como José Amigo Vico y José Carmona Ros, acompañados por Carlos Torres Cruz, Alfredo Laca Primo, José Espada, Santiago Valenzuela, Fernando Belda, José Pérez Gutiérrez, Jesús Salas y Carlos Tomás Romero García.
*
Al defensa Jesús Rey, que estuvo bastantes temporadas en el Granada, nunca se
le compraron botas. Todos los jugadores le dejaban las suyas nuevas y él las
domaba hasta que estaban a gusto de sus dueños y entonces se las devolvía. Claro
que entonces no había guerra de marcas ni se pagaban exclusivas por lucirlas.
El Club las compraba donde mejor precio le daban y en paz.
UN PARTIDO PARA EL RECUERDO
Granada 8, Levante 1
18
de diciembre de 1949
Campeonato
de Liga de 2ª división. Grupo II. Jornada 15ª
Campo
de los Cármenes
Árbitro:
Díaz Argote
Alineación del Granada
(Con
el sistema 1-3-3-4)
Candi
Toñín,
Méndez, Barnet,
Trompi,
Almagro, Luiqui
Megino,
Morales, Fraga, Mas
Entrenador:
Ignacio Alcorta “Cholín”
Presidente:
Joaquín Serrano
Alineación del Levante
(Con
el sistema 1-3-2-5)
Tur
Dolz,
Allepuz, Navarro I
Alday,
Navarrete
Sáez,
Salvador, Zaragoza, Ortiz, Navarro II
Los goles
1-0.
Min. 16. Morales a pase de Luiqui
2-0.
Min. 34. Morales remata un rechace de Tur a tiro de
Mas
3-0.
Min. 46. Mas, tras una gran jugada de Megino
4-0.
Min. 48. Morales de tiro durísimo
5-0.
Min. 60. Megino resolviendo un barullo
6-0.
Min. 76. Morales, a centro de Mas
7-0.
Min. 77. Fraga, a pase de Luiqui
8-0.
Min. 82. Morales remata de cabeza un perfecto centro
de Mas
8-1 Min. 89. Salvador de vaselina
La precrónica
El 11 de diciembre de 1949 jugó el Granada en Alcoy. Vuelven en autobús el lunes día 12 y una intensísima nevada bloquea el vehículo en las cercanías del pueblo granadino de Baúl. Es imposible continuar y tampoco se puede retroceder. Los 15 miembros de la expedición son el entrenador Cholín, el masajista Bombillar y los jugadores Candi, Carbelo, Toñín, Méndez, Barnet, Almagro, Sosa, Megino, Fraga, Morales, Luiqui, Mas y Trompi. Entre todos deciden, siguiendo las indicaciones del chófer, que la única solución es abandonar el autobús y avanzar a pie, por la nieve, hasta encontrar un cobijo. Y así estuvieron ¡tres días y tres noches dantescos! Durmiendo en pequeños cortijos de la zona y caminando todo el día, perdidos entre la nieve, sin ropa ni calzado adecuados.
Paco Mas recordaba aquella odisea un día de 1984, 35 años después.
- “Llevábamos andando mucho tiempo, perdidos, sin saber si nos acercábamos o nos alejábamos, hasta que, por fin, vimos un cortijo. Pero allí no nos quisieron recibir. Les dijimos que pagaríamos la comida, pero no ponían buena cara. Yo creo que nos tuvieron miedo. ¡Tantos hombres juntos…! Así que de nuevo a caminar por la nieve y, poco después, otra cortijada. Allí sí fuimos atendidos; lumbre, comida…”
Estaban exhaustos, durmiendo en donde podían y, al día siguiente, vuelta a caminar. Por fin, el jueves llegaron hasta un tren detenido en la vía por la nieve. Lo pudieron abordar y esperar pacientemente hasta que, en la madrugada del viernes día 16, su lentísimo tren rindió viaje en la estación de Granada.
Fueron cuatro días de miedo, hambre, frío y
desesperación. Pero es viernes y el domingo día 18 hay que jugar en los
Cármenes. El Levante espera.
La crónica
Muchos salieron de la cama para vestirse de futbolistas. Cholín alineó de nuevo al “equipo que volvió del frío”, con la única sustitución de Sosa por Trompi y una disposición táctica más al ataque con el extremo izquierdo Mas, situado en su sitio, en lugar del lateral izquierdo de la defensa que había ocupado en Alcoy.
Con estos jugadores helados, desentrenados y traumatizados, el Granada consigue uno de los tanteos mayores de su historia. Es realmente inexplicable pero esos futbolistas dominan el partido de cabo a rabo, con el añadido de la tarde gloriosa del ariete Morales que marca cinco goles válidos y uno anulado por decisión, protestada, de Díaz Argote. Es posible que la inseguridad defensiva de los valencianos contribuyera al derroche.
La versión de Rafael Fernández de Burgos en “Ideal”
es que el Levante “opuso escasa
resistencia porque pronto vio perdido el partido y no tuvo arrestos ni moral
para, con entusiasmo, aminorar la derrota.”
El éxito goleador de Morales fue sin duda producto
de una gran actuación personal, dominando al encargado de su marcaje, el
defensa Allepuz, que fracasó en el intento. Morales no solo remató, sino que
dio juego a sus compañeros y encontró hueco para convertir en goles
espectaculares los servicios precisos y templados de Paco Mas, de quien dice la
crónica que “fue el mejor sobre el campo,
con centros de un temple y precisión que acreditan a un extremo sensacional.”
Pero lo más triste de esta tarde histórica es que en
Granada no se le dio todo el valor que tenía. En “Ideal” se rebaja la hazaña de
los ocho goles porque
- “Si los delanteros valencianos hubieran tenido apoyo de su retaguardia la zaga granadina habría pasado bastantes apuros”.
Quizás Fernández de Burgos no releyó su crónica porque es evidente que “la retaguardia” valenciana estaba bastante ocupada intentando parar el torbellino que se le venía encima para intentar siquiera “apoyar a sus delanteros”. Y la suposición de que, en ese hipotético caso, la “zaga granadina habría pasado apuros”, entra en el campo del juego de las adivinanzas más que en el de una crónica deportiva. Aunque parezca mentira la crónica no incluye ni un leve comentario sobre la “semana trágica” anterior y la odisea que tanto pudo afectar psicológica y físicamente a los jugadores que deambularon cinco días sobre la nieve. El único comentario a esa tragedia, que hoy hubiera consumido toneladas de papel impreso y programas especiales de radio y televisión, viene en la tira cómica de “Maolico Hincha” que escribía y dibujaba todas las semanas Jiménez Real. El popular personaje de Maolico comenta en verso que a los jugadores del Granada…
“Les ha pasao al revés ¡que alegría!
Cuanta más nieve ¡más energía!”
LOS QUE HICIERON HISTORIA EN EL
GRANADA C.F.
José Sánchez Pérez, “Trompi”
Nació en Madrid el 16 de abril de 1920, en el barrio de Cuatro Caminos. Y se le notaba mucho. Era el clásico tipo de madrileño chulángano y tal. Como si lo hubiera diseñado el autor de una zarzuela verbenera. Físicamente pequeño y endeblucho. Psíquicamente artista nato y genio del fútbol. Sus arrancadas con el balón pegado a los pies y la mirada alta, sus milimétricos regates y su visión del pase provocaban el entusiasmo de las masas siempre entregadas a la magia “del Trompi”.
Se llamaba José Sánchez Pérez, pero de chico le
pusieron “Trompi” porque así le decían a Martínez, portero del Madrid en los
primeros años treinta. Y contaba Trompi que hasta su padre le llamaba así.
Después de la guerra, que hizo en el Ejército de
Debutó Trompi con el Granada en el primer partido oficial jugado después de la guerra y además marcó el solitario gol de la victoria por 1-0 ante el Malacitano. Estuvo 11 temporadas como jugador en activo en las que jugó 226 partidos oficiales.
El último fue también en los Cármenes, el 16 de abril de 1950, y el Alcoyano empató a cero. Fue en la temporada que narramos en este capitulo. Aquel día Trompi cumplía 30 años y había sido titular durante la mayor parte de sus once temporadas en el Granada. Toda una vida. Pero todavía rindió su último servicio al Granada, porque el Jaén pagó 45.000 por su traspaso y a Jaén se fue el menudo madrileño.
Una vez retirado no volvió a su antiguo oficio de
pintor. Fue entrenador de varios equipos más o menos modestos, incluyendo al
Recreativo de Granada. Pero su carencia de título nacional le impidió dirigir
un equipo de 2ª o 1ª división. Sólo en el Granada tuvo esa oportunidad cuando
en 1963 era técnico del filial y sustituyó al cesado Pepe Millán durante cuatro
jornadas y hasta que vino un nuevo entrenador.
En sus años de gloria, la década de los cuarenta, los futbolistas no ganaban demasiado. Entre eso y que Trompi fue más cigarra que hormiga, la verdad es que pasó por malos momentos económicos. La larga enfermedad que le llevó a la tumba movió recuerdos y provocó suscripciones y donativos. Pese a todo murió joven y pobre.
Sus amigos le recordaron siempre con cariño. Pepe Cuéllar, el secretario administrativo del Granada, por ejemplo, contaba que…
- El padre de
Trompi era empleado del zoológico de Madrid. Una vez entró en la caseta al
terminar un entrenamiento para ver a su hijo. Los jugadores estaban en las
duchas y el entrenador Paco Bru, al verle fumando un puro, le echó fuera. Y el
señor Pepe, con ese aire chulesco salió diciendo; ¡yo creía que estábamos entre
hombres! Pero el Trompi fue el jugador más genial del Granada. Una vez en
Coruña metió un gol driblando a medio equipo incluyendo al portero Acuña ¡y
luego se sentó en el balón dentro de la meta!
Su compañero y amigo Floro declaró el día 5 de junio de 1952, en el diario “Ofensiva” de Cuenca, que:
- “Trompi fue
el ídolo de Granada. Era maravilloso. La tarde que quería jugar era una
auténtica figura. ¡Aquel endiablado dribling de estilo impecable! Ha sido uno de los mejores españoles.”
Lástima que Trompi no hiciera caso a los sabios
consejos de su amigo Floro. Lástima que no aprovechara los tiempos de bonanza
para sobrevivir en los de penuria. Lástima que su vida desordenada acortara
demasiado su existencia. Lástima que no tuviera la disciplina, la constancia y
la seriedad necesarias. Lástima que su final no fuera feliz, porque Trompi ha
sido seguramente el jugador más espectacular, popular y aplaudido en toda la
historia del Granada C.F
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