HISTORIA
DEL GRANADA CF
Capítulo 83
Temporada 2014-2015
MILAGRO
SANDOVAL
Una
vez disputadas las 38 jornadas del calendario de Primera División de la
temporada 2014-15, el Granada CF, clasificado 17º, logró su objetivo, que no
era otro que la permanencia. Luego, con ese planteamiento inicial, hay que
considerar como exitosa la 14-15.
No obstante, aunque no acabara en descenso, la 14-15 fue
una temporada para olvidar por pésima. Y es que si, en lo estrictamente
futbolero, mala y de gran zozobra fue la inmediatamente anterior, la 13-14, la
14-15, la que hizo 21 entre los grandes para los rojiblancos, fue todavía peor
y en ella asistimos a la caída de varios récords históricos negativos, alguno
con más de cincuenta años. Si en la anterior, caracterizada por que gran parte
del calendario se vio de cerca el peligro del descenso y se salvó la categoría
en el último partido, en la temporada recién terminada ocurrió otro tanto y
hubo que estar hasta el último segundo de la liga (y algunos más porque también
jugábamos en otros campos) sin que tuviéramos claro en qué categoría iba el
Granada a militar al año siguiente.
La
gran diferencia estuvo en que si en la 13-14 no se cayó ni una sola jornada a
puestos de descenso, en la 14-15 se ocupó durante prácticamente toda la segunda
vuelta la posición de vicecolista. Y también se diferenció de la anterior en
que, en la que nos ocupa, hasta el granadinista más forofo daba ya por
descendido al equipo cuando faltaban cuatro jornadas para el final y el Granada
estaba a seis puntos de los puestos de permanencia. Fue en ese momento cuando
aterrizó por estas tierras José Ramón Sandoval, el cuarto técnico que ocupaba
el banquillo rojiblanco. Sandoval logró el milagro y gracias a él veremos al
Granada en la 15-16 completar su temporada número veintidós entre los grandes.
Y es
que, aparte de los malos récords numéricos, fue esta 14-15 también de récord en
otros aspectos no cuantificables, pero sí traducibles en altas dosis de
sufrimiento y zozobra para la parroquia rojiblanca.
No
queremos resultar repetitivos, pero no podemos por más que acabar este
resumen-introducción con una frase que ya hemos empleado en otras ocasiones en
las últimas seis temporadas: bien está lo que bien acaba.
Caparrós
Marchado Lucas Alcaraz, para reemplazarlo se contrató a un
técnico de amplia experiencia en primera y de cierto renombre y caché, Joaquín
Caparrós, avalado por su buena trayectoria previa en equipos como Sevilla y
Bilbao. Al principio pareció que ésta iba a ser una temporada triunfal ya que
jugadas las cuatro primeras jornadas el Granada, imbatido, era quinto y sumaba
ocho puntos de sus dos victorias y dos empates. En ese momento, tras ganar en
San Mamés en un partido bien controlado defensivamente, reinaba el optimismo y
ya se daba por hecho que un récord positivo estaba a punto de hacerse realidad,
el del mejor arranque liguero de toda la historia rojiblanca en división de
honor, y más cuando en la jornada quinta quien nos visitaba era el Levante, que
en esos momentos marchaba en la cola y ni siquiera había estrenado su casillero
de goles a favor. Bastaba con una nueva victoria ante los valencianos. Pero
lejos de conseguir el logro histórico que esperábamos, en un partido horrible
jugado entre semana, el Levante rompió la imbatibilidad de los de Caparrós y
además dejó al aire todas las vergüenzas balompédicas rojiblancas que los
resultados habían tapado hasta ese momento, la más evidente, la falta de un
centro del campo creativo que facilitara la salida del balón y no obligara a
jugarlo en largo desde la línea de defensas. Realmente se puede decir que ésa,
junto a la ya crónica falta de gol característica de las cuatro temporadas
desde el regreso a primera, fue la mayor carencia del Granada a lo largo de toda
la liga a pesar de contar con gran sobreabundancia de centrocampistas.
No sólo no se consiguió una victoria ante l Levante que
hubiera supuesto el mejor arranque liguero de la historia en Primera, sino que
para ver nuevamente ganar al Granada tuvieron que pasar ¡¡16 jornadas!! (récord
negativo absoluto), casi una vuelta completa de calendario, y el equipo que en
la jornada cuatro era quinto en la clasificación, para entonces, jornada 21,
ocupaba por derecho propio el farolillo rojo. No hubo récord positivo, no, al
revés, la 14-15 será recordada porque cayeron varios records negativos, y aquel
optimismo inicial se convirtió pronto en todo lo contrario.
Resultados
mandan. Tras jugarse la 18 Caparrós fue a la calle a pesar de haber fichado por
dos temporadas. Y es que el técnico sevillano, pese a su fama y a sus elevados
emolumentos, sólo al principio aparentó solvencia, y conforme se iban
consumiendo jornadas y varapalos, y el Granada iba perdiendo puestos en la
tabla, también -lo que es peor- constatábamos gradualmente que el juego del
equipo era infumable, para muchos aficionados el peor que nunca vieron
desarrollar a nuestro Granada. Mucho se le toleró a Caparrós, del que se puede
decir que en ningún momento fue abroncado por la grada ni se pidió su cabeza
hasta que ya fue evidente que con él conduciendo no había otro destino que la
segunda división. Por eso, cuando en la jornada 18 la R. Sociedad se llevó un
empate del nuevo Los Cármenes y estrenamos “linterna”, agravado porque el
miércoles siguiente el Sevilla nos apeó de la Copa del Rey con un 4-0 en
Nervión sin despeinarse, se le acabó definitivamente el escaso crédito que le
quedaba al de Utrera, despedido cuando todavía no se había jugado toda la
primera vuelta del campeonato, lo cual también es un récord rojiblanco negativo
pues ninguno de los técnicos que empezaron alguna de las 21 ligas de primera
fue defenestrado antes de jugarse por completo la mitad de las jornadas.
Abel
La jornada siguiente,
la 19 y última de la primera vuelta, el equipo estuvo dirigido desde el
banquillo por Joseba Aguado, el entrenador del filial, que nada puso hacer para
evitar la derrota en el Vicente Calderón.
El sustituto
de Caparrós fue un viejo conocido, Abel Resino, que en la temporada del retorno
a Primera vino para la segunda vuelta sustituyendo a Fabri y consiguió evitar
el descenso cuando la situación también era peliaguda, dejando además buenas
sensaciones en lo que se refiere a la dirección del equipo. Abel también tuvo
un buen inicio, con un empate en el campo del Coruña seguido de la tercera
victoria de la liga, en casa ante el Elche, que sirvieron para abandonar el
farolillo rojo. Los dos rivales eran “de nuestra liga” y además la mejoría en
el juego fue notoria, a lo que también contribuyeron los numerosos fichajes
(hasta siete) de invierno. Con Abel se consiguió la cuarta victoria de la liga
en la jornada 26, ante el Málaga en Los Cármenes gracias a un autogol boquerón.
Pero ahí se acabaron los buenos resultados. Lo cierto es que Abel dio otro aire
al equipo, pero sólo consiguió tres puntos más de tres empates caseros en las
ocho jornadas siguientes, abonándose al puesto 19º, sólo por delante del débil
Córdoba.
Sandoval
En el
puesto 19º estábamos a finales de abril, después de jugarse la jornada 34 y
perder en el nuevo Los Cármenes frente al Español y quedarse el corte de la
salvación a seis puntos. Faltaban sólo cuatro jornadas para concluir la liga y
en ese momento se puede afirmar sin temor a exageración que ni el granadinista
más acérrimo mantenía la esperanza en que la máxima categoría se iba a poder
conservar. Sin embargo, menos de un mes después, el 23 de mayo (“… esa fecha nos marcó…”), al finalizar
la jornada 38 y última, el Granada confirmaba que iba a pertenecer un año más a
la que –dicen- es la mejor liga del mundo.
Para que esto fuera posible, Pina, tras la derrota de la 34
frente al Español, tomó la arriesgada decisión de sustituir al míster para las
últimas cuatro jornadas. Lo bueno fue que la jugada le salió perfecta y en
Primera nos quedamos. José Ramón Sandoval fue el hombre que lo hizo posible a
pesar de que su contratación fue interpretada por muchos como un signo de que
la directiva también había tirado la toalla y estaba ya planificando la
siguiente temporada en Segunda División. Nada de eso. Sandoval consiguió en
esas cuatro jornadas más victorias (10 puntos y tres victorias: a domicilio en
Getafe y Anoeta, y en casa frente al colista Córdoba; más un empate en casa
ante al At. Madrid) y casi los mismos puntos que sus antecesores en el cargo,
Joaquín Caparrós (14 puntos de dos victorias y ocho empates en 18 partidos) y
Abel Resino (11 puntos de dos victorias y cinco empates en 15 partidos).
Sandoval logró que en esas cuatro jornadas determinados jugadores que no habían hecho gran cosa en las treinta y cuatro anteriores salieran de la mediocridad y rindieran a bastante mejor nivel, de manera que el rojiblanco fue un equipo muy distinto y sus tres victorias consecutivas determinaron que llegáramos a la última, en el nuevo Los Cármenes frente al At. Madrid (partido que desarrollamos más ampliamente en la sección “Un partido para el recuerdo”), con muchísimas posibilidades de salvación, cosa que se consiguió con un empate que a ambos contendientes servía para sus propósitos.
El
Granada vendedor
Desde que el Granada es
propiedad del apellido Pozzo, casi cada temporada ha ingresado una buena
cantidad en concepto de venta de determinados futbolistas de su plantilla.
Aunque son los mejores y su marcha normalmente debilita el equipo, no podemos
quejarnos porque ésa es precisamente la razón -la venta y el beneficio- de que
unos inversores italianos encuentren atractivo arriesgar su capital en un club
como el nuestro, nos decimos los hinchas rojiblancos. Pero ocurre que desde que
somos SAD es difícil saber si el producto de estas ventas está repercutiendo
directamente en las arcas del club o solamente va a los bolsillos de los
inversores o a otros anónimos en forma de fondo de inversión u otras
modalidades financieras en las que el capital se diluye y se hace invisible.
Opacidad es la palabra. Es opaca la propiedad del propio club y de los
jugadores, y mucho más opaco el destino del producto de las operaciones de
venta. Es el peaje que hay que pagar por estar en la élite del balompié aquí y
ahora, seguimos diciéndonos los hinchas.
El
primer traspasado este año fue el crack argelino Brahimi en el que el
granadinismo tenía depositadas sus esperanzas. Brahimi tomó en julio el camino
de la ciudad portuguesa de Oporto, en cuyo club cuajó una magnífica temporada
disputando Champions League en la que alcanzó cuartos de final. A cambio el
Granada ingresaría 6 millones y medio de euros, cantidad que a todos pareció
muy corta para las posibilidades de un jugador de sus características, mucho
más después del gran rendimiento que tuvo en el Mundial brasileño 2014. Tanto
es así que en octubre la LFP en su gala anual premió a Brahimi como el mejor
jugador africano de la liga BBVA 13-14, y en diciembre salió elegido mejor
jugador de todo el continente africano de 2014 en una votación popular en la
que participaron aficionados de más de 200 países, galardón que se puede
equiparar al balón de oro de África. Además, también obtuvo otra serie menor de
premios y reconocimientos. Para muchos granadinistas, Brahimi es el mejor
futbolista que vieron nunca de rojiblanco, superando a algunas figuras míticas
de su historia. El caso es que, en una temporada tan paupérrima como fue la
14-15, bien que echamos de menos a Brahimi y sus genialidades.
También
íbamos a añorar a otro futbolista, mucho más modesto, aunque también bastante
válido, que en junio tomó el camino de otro club extranjero, Brayan Angulo, que
se fue al Ludogorest, campeón de liga búlgaro. Su marcha aportó la cantidad de
un millón y medio de euros. Después de dos temporadas dejaba así el Granada
este muy cumplidor lateral izquierdo del que nos íbamos a acordar largamente
dado que el club no trajo un relevo de garantías y el único futbolista para ese
puesto específico, el portugués Luis Martins, fue ignorado sistemáticamente por
los cuatro técnicos, de manera que esa demarcación estuvo coja toda la
temporada.
Otro
que nos dejó (y a quien también echamos de menos), después de cinco
inolvidables temporadas, fue el gran Ighalo, quien ocupa por derecho propio un
sitio de honor en la historia rojiblanca con sus goles cruciales, en especial
el que en el campo del Elche valió un ascenso a Primera División. En su caso no
hubo traspaso dado que Ighalo pertenece a Udinese, es decir a Pozzo, y como tal
se marchó al fútbol inglés, al tercero de los clubes de la escudería italiana,
el Watford, con el que completó una sensacional temporada marcando 20 goles y
contribuyendo de forma decisiva al ascenso a la Premier del club amarillo. Como
despedida del nigeriano, los medios publicaron una emotiva carta en la que
afirma Odion que siempre será del Granada y aunque viva a muchos kilómetros
ésta será siempre su segunda casa.
Aunque
mediante una operación con aires más de ingeniería financiera que de traspaso
deportivo real, también el Granada fue vendedor de dos de los componentes de su
filial, dos jóvenes aún en formación pero que apuntan hacia arriba: el
motrileño Nico y el ecuatoriano-catalán Marcelo fueron traspasados en verano a
la Juventus italiana, que aseguró haber pagado por ellos dos y un millón
respectivamente, pero los dos jóvenes canteranos no se movieron en toda la
temporada de las filas del filial, en el que actuaron en calidad de cedidos por
el club de Turín.
Y el
último jugador vendido fue la otra perla de la plantilla, el defensa colombiano
internacional Jeison Murillo, traspasado casi en secreto (puesto que nos
enteramos de la venta semanas después) a mediados de temporada al Inter de
Milán, aunque se quedó hasta el final del calendario. No se movió de Granada,
es cierto, pero se puede decir que también lo echamos bastante de menos porque
fue materializarse su venta y desaparecer de las alineaciones por culpa de una
lesión que, como el hecho de su misma venta, también sonó a algo casi secreto.
De esta forma tampoco se pudo contar en más de la mitad de los partidos de la
temporada con otro pilar del equipo. El club italiano pagó por él 8 millones,
que pueden llegar a convertirse en 10 según distintas cláusulas, pero de ese
dinero al Granada le corresponde sólo el 40% y el resto pertenece a un fondo de
inversión. Nuevamente la hinchada se queda con la sensación de que el Granada
vende excesivamente barato para las posibilidades del jugador, que además tenía
una cláusula de rescisión de 35 millones y que, como en el caso de Brahimi,
poco tiempo después se ha revalorizado bastante, sobre todo tras jugarse en
junio de 2015 la Copa de América, en la que fue muy destacado el papel de
Murillo con la selección “cafetera” de
Colombia, sin que en ningún momento se resintiera de la misteriosa
lesión que le impidió colaborar en la salvación del equipo que lo dio a conocer
y le sirvió de trampolín.
Plantilla
superabundante
Otro récord absoluto
de esta temporada fue el número de futbolistas utilizados a lo largo del
campeonato, 37 en total. Fueron 34 en liga y tres más que sólo se alinearon en
Copa del Rey, y el número podría ser aún mayor pues no hemos incluido a los
jugadores del filial que completaron alguna convocatoria pero no llegaron a
estrenarse. De esos 37 nada más y nada menos que 20 no estaban la temporada
anterior. Como queda dicho, es un récord absoluto que nunca hasta ahora se
había dado en las 81 ligas que lleva disputadas el Granada desde su fundación.
Esa
sobreabundancia de jugadores da una idea de que las probaturas fueron
continuas, forzadas por los malos resultados. Prácticamente sólo Babin, defensa
central fichado del Alcorcón, y Nyom -una vez más- fueron titulares
indiscutibles. De Fran Rico, Iturra y Piti se puede decir que también fueron
titulares, pero los tres atravesaron periodos más o menos largos en los que no
contaron para el técnico de turno. En el resto de los puestos hubo continuas
variaciones.
Las
ausencias de los traspasados o lesionados (como Murillo) en ningún caso fueron
cubiertas con sustitutos que se acercaran si quiera al nivel de los marchados.
No queremos entrar a valorar la mayor o menor valía futbolera de varios de los
futbolistas que empezaron la temporada, creemos que no es ése el objetivo de
este resumen de la temporada rojiblanca que nos ocupa y además tampoco
pretendemos ejercer una fácil crítica a toro pasado. Pero sí debe valer el dato
de que no hubo más remedio que buscarles otro equipo a cinco de ellos a mitad
de temporada y sustituirlos por otros futbolistas (hasta siete) que dieran algo
más de juego. Afortunadamente se acertó con al menos tres de los siete que
vinieron en enero, que sí mejoraron lo que teníamos y de esa forma la segunda
vuelta fue ligeramente mejor que la primera, y su concurso fue decisivo en los
cuatro últimos partidos, que son los que obraron el milagro de la permanencia.
Récords
negativos
El primero en caer llegó en la jornada 12,
cuando tras empatar sin goles en Los Cármenes con el Almería, se completó una
racha de cinco partidos consecutivos en casa sin marcar ni un solo gol, récord
negativo que databa de la temporada 1983-84, en la que los rojiblancos
estuvieron cuatro jornadas caseras seguidas sin ver puerta. Y es que la escasez
goleadora es una constante cada temporada de las de la vuelta a Primera, pero
este año fue peor y sólo 13 goles rojiblancos (dos más en Copa) se pudieron ver
en el nuevo Los Cármenes, lo que significa un promedio de 0,68%, sólo empeorado
por el 0,53% de la 69-70, la que sigue siendo la temporada de más escasez en
goles caseros (también forasteros) de toda la historia. El Granada fue esta
temporada el segundo equipo menos goleador de la categoría con 29; sólo el
colista Córdoba terminó con menos goles a favor, fenómeno, el de acabar como
segundo menor goleador, que se ha dado en las cuatro temporadas que van desde
el regreso a división de honor, si bien en anteriores esa ”marca” fue
compartida con otros clubes.
Pero
para récord negativo el que se “consiguió” en la jornada 19 y última de la
primera vuelta. El Granada en esa jornada, con Joseba Aguado en el banquillo,
el técnico del filial en su única aparición al frente del primer equipo, en el
interregno entre Caparrós y Resino, perdió en el Metropolitano 2-0 y a la vez
firmó la peor racha de toda su historia: 15 jornadas consecutivas sin ganar
(desde la jornada 4), superando así la que hasta ese momento se llevaba la
palma, 14 jornadas (desde la 17 hasta la 30), que databa de la 1969-70. Es una
racha negativa que se vio ampliada a la jornada siguiente en la que, no
obstante, se consiguió un meritorio empate a domicilio en Coruña, en el primer
partido de Abel Resino. La funesta racha se quedó así en 16 ya que al partido
siguiente pudo por fin nuestro equipo conseguir una victoria sobre el Elche,
victoria que fue también destacable porque, después de hacerse tanto esperar,
hacía la número 200 de las conseguidas por el Granada en sus 21 temporadas de
máxima categoría.
Y,
tratándose de récords en negro, para qué hablar de la inmensa paliza que supuso
la caída de otro récord muy pero que muy negativo, el de la mayor derrota de
todas las sufridas en los 21 años de primera: 9-1 en el Bernabéu en la jornada
29, 5 de abril de 2015, a los 84 años menos un día de la fundación del club,
superando el 8-2 en contra de la 60-61 en el Nou Camp, que era el anterior
negro récord. Nueve goles, nueve, que en la matinal madrileña y ante toda la
España y la Europa futbolera (y ante todo el mundo puesto que era el Madrid el
que jugaba), fueron nueve cuchillos directos al corazón de la sufrida hinchada
granadinista. Ese 9-1 es además el segundo mayor escardón sufrido en toda su historia por el Granada CF, sólo
empeorado por el que sigue siendo récord absoluto, 9-0 en La Victoria de Jaén
en la 52-53.
Para
concluir, la 14-15 fue la tercera peor de la historia (la segunda peor,
dependiendo del criterio aplicado) en cuanto a puntos efectivos conseguidos en
relación a los posibles, sólo por delante de las eternas negras 87-88 y 60-61.
Además, a punto estuvo este ejercicio de batir el récord absoluto en cuanto a negritud y convertirse en el peor de
todos deportivamente hablando, pero el milagro Sandoval de las cuatro últimas
jornadas consiguió mejorar los porcentajes y superar a las que siguen siendo
las dos peores temporadas de la historia.
Entre
tanta negatividad, lo muy positivo fue que no nos fuéramos de cabeza a segunda.
Y es que la 2014-15 es una temporada bastante atípica. Es muy raro que un
equipo, el Granada (también el Coruña), acabe la liga con sólo 35 puntos y no
descienda, lo que seguramente también debe ser un récord histórico de la
Primera División donde lo normal es que para mantenerse se necesite un mínimo
de 40 puntos. Con la misma puntuación, aunque condenado por el triple empate
con Granada y Coruña, acabó el Éibar, el primero de los descendidos (después
repescado por descenso administrativo del Elche). Sólo 35 que si ajustamos la
clasificación con arreglo a como se hacía cuando las victorias valían dos
puntos, arroja una puntuación final de 28 puntos y 10 negativos. Como decimos,
una temporada muy atípica puesto que en ejercicios anteriores hemos visto cómo
descendían equipos que acumulaban sólo cinco o seis negativos e incluso menos.
Afortunadamente, la suerte, que ahora parece querernos, hizo que hubiera tres
equipos peores que nuestro Granada. Por eso es apropiado hablar del milagro de
la permanencia al enjuiciar esta olvidable 2014-15.
Granada
B
El primer filial, con
Joseba Aguado como preparador por quinta temporada consecutiva, volvió a
completar un buen ejercicio en el grupo IV de 2ªB, donde gran parte del
campeonato ocupó una de las cuatro primeras plazas para acabar quinto, a
escasos dos puntos de clasificarse para play off de ascenso. Quizás un exceso
de juventud y de inexperiencia fue el determinante de que no se redondeara una
temporada histórica sin parangón ya que nunca el filial del Granada apuntó tan
alto.
También,
como en ejercicios anteriores, volvió a ser muy escaso el público que acudió a
sus encuentros a pesar de que en general fue bueno el juego y los resultados
ofrecidos y también a pesar de haber jugado todos sus partidos caseros menos
tres en el estadio municipal de Los Cármenes. Tampoco sirvió de aliciente para
atraer aficionados la constatación de que entre los que integran su plantilla
hay varias “perlas” que ya apuntan a que en un futuro no demasiado lejano
podremos verlos integrando el primer equipo. De hecho, esta misma temporada
hasta siete jugadores de su plantilla llegaron a estrenarse como futbolistas
del Granada CF (dos más entraron en alguna convocatoria sin llegar a debutar),
destacando sobre todos el nigeriano Success, que llegó a intervenir en un total
de 23 encuentros oficiales y consiguió un gol, convirtiéndose además en el
jugador más joven utilizado por el Granada en sus 21 temporadas de máxima
categoría.
LA
PEQUEÑA HISTORIA DE LA TEMPORADA 2014-2015
*
Rebaja en los abonos. Para la temporada 14-15 la primera noticia
fue la de la rebaja media en los abonos del 40%, con precios que oscilaban
entre los 540 y los 120 €. En el acto de presentación Pina dijo que si se
alcanzan los 18.000 abonados todo irá bien, pero si no, habrá deuda. A pesar de
la sustancial rebaja, que no obstante elevó el número de abonados con respecto
a la temporada inmediatamente anterior, apenas se superaron los 14.000 carnés
vendidos.
* Pretemporada. Como en pretemporadas anteriores, en la presente hubo
estancia en la Manga del Mar Menor en el mes de julio, pero en esta ocasión
también viajó el filial.
Ya en agosto, nuestro club salió de nuestras fronteras y
viajó hasta Alemania en una mini gira que se saldó con dos victorias, primero
sobre el Colonia, de Bundesliga, al que derrotó 0-1, y después en el campo de
otro equipo de primera, el Mainz 05 (el Maguncia), con idéntico resultado.
Finalmente, los partidos de pretemporada acabaron una
semana antes de empezar la liga, mediados de agosto, con la disputa en el nuevo
Los Cármenes del III Trofeo Diputación, en el que vencieron 4-1 los rojiblancos
al muy débil campeón de la liga marroquí, Moghreb, de Tetuán, heredero de aquel
mítico At. Tetuán que llegó a jugar en la primera española una temporada a
principios de los años cincuenta, cuando el Protectorado español sobre el norte
de Marruecos.
La pretemporada fue muy positiva. De seis, se ganaron cinco
encuentros y se empató uno. Y la racha positiva se extendió al primer mes de
competición. Lo malo fue que ese justificado optimismo de primera hora se trocó
pronto en lo contrario y se acrecentó conforme se acumulaban varapalos, y no
cedió ya hasta los cuatro últimos partidos de la temporada.
* Obituario. La sección de ex granadinistas fallecidos se abre esta
temporada con Luis Valle, en agosto, medio vasco muy discutido que sólo
perteneció al Granada la temporada 1954-55, en la que jugó todos los partidos
posibles para irse libre al Murcia, donde se estableció.
En diciembre moría a los 82
Manolo Cuerva, medio canterano que en la 52-53 pasó al Granada desde el filial
Recreativo, en el que se retiraría años después tras su paso por distintos
equipos.
En enero fallecía en Barcelona
a los 94 años Fernando Argila, que fue entrenador del Granada en media
temporada 1960-61.
También en enero, a los 87
años, nos dejaba un peso pesado del granadinismo, Vicente Díaz, nueve
temporadas de rojiblanco y alguna más con el blanquiazul del filial, y 251
partidos que lo sitúan en el décimo puesto de la clasificación total de
granadinistas con más partidos jugados; fue el capitán rojiblanco de la final
de copa de 1959.
A mediados de marzo murió Luis
López a los 84 años, cuyo principal protagonismo en la historia del Granada CF
data de la temporada 2004-05, cuando, estando el Granada en Tercera División,
presidió la junta gestora que se formó tras la dimisión de Pedro Ruiz y hasta
la llegada de Gori; aparte, había desempeñado distintos cargos en el club bajo
los mandatos de Cándido Gómez y José Antonio Murado.
En abril, a los 64, moría en
Valencia Ramón Lis, delantero centro del Granada entre 1974 y 1978, periodo en
el que intervino en un total de 75 partidos y marcó 13 goles.
En mayo, a los 82 años, murió
en Irún Juan Emery, padre de Unai Emery y portero que perteneció al Granada
sólo la temporada 65-66 en la que jugó nada más que tres partidos, siempre a la
sombra del gran Otero.
* Pina y el Cádiz nuevamente. En agosto Juan José Pina, padre de
Enrique Pina y presidente de honor del Cádiz CF, dejaba claro en declaraciones
a la prensa que su hijo nada tiene que ver con el club amarillo, y que las
posibles relaciones con los de la Tacita de Plata se dan sólo en el aspecto de
la colaboración en la planificación deportiva por el mucho cariño que le tiene
al Cádiz, siendo quien manda Manuel Vizcaíno. Por su parte, siempre que tiene
ocasión el presidente del Granada no niega ese cariño especial que siente por
los amarillos, a los cuales desea un pronto ascenso, y se reitera en que el
Cádiz CF no es nada suyo, pero si le solicitan ayuda en el terreno deportivo,
él está encantado de prestarla. Así, Jorge Cordero dejó el Granada y se hizo cargo
de la dirección deportiva del Cádiz, y fueron varios los jugadores
pertenecientes al Granada CF que actuaron cedidos de amarillo, como el goleador
Jona y el granadino Migue García, más otros de la escudería Pina. Además,
durante la temporada fueron varias las veces que se pudo ver a Enrique Pina
presenciando encuentros en el Ramón de Carranza. Con la ayuda de Pina el Cádiz
logró quedar campeón del grupo IV de 2ª B. Pero, está visto, la tópica buena
estrella de Enrique Pina sólo funciona por estas latitudes y los amarillos se
estrellaron una vez más en el play off de ascenso, primero contra el Oviedo y
posteriormente, tras superar al Hércules, sucumbieron frente al filial del
Bilbao, por lo que en 2ª B se quedarán al menos un año más.
Lo
cierto es que estas idas y venidas y estos escarceos gaditanos (como otros
anteriores con otros clubes) del presidente del Granada nunca han sentado bien
entre la hinchada rojiblanca que, como el marido celoso, desea un Pina
implicado exclusivamente con su equipo y nada más, y quiere que se acaben ya
las aventuras extraconyugales de D. Enrique.
* Zorrilla. Antonio Jiménez Zorrilla alcanzó un acuerdo con Pina por
el que el empresario granadino dio por zanjado el contencioso que sostenía
contra el presidente del Granada CF por una deuda que en principio era de
384.000 € en concepto de corretaje por su intermediación en 2007, cuando Pina
vendió a Marsá su club Ciudad de Murcia. Zorrilla, a quien los tribunales habían
dado la razón tiempo atrás, retiró así su demanda por una posible insolvencia
punible de Pina y la causa quedó archivada.
* El “no” lateral izquierdo del Granada. Fue uno de los varios
talones de Aquiles del equipo rojiblanco durante toda la temporada. Marchado
Brayan Angulo, jugador que, con todas sus limitaciones, cumplía suficientemente
en el puesto de lateral izquierdo, fueron incesantes las probaturas en el carril
a lo largo de toda la liga. Empezó Sissoko, jugador de la órbita de Pina,
incorporación proveniente del Hércules que se estrenaba en la máxima categoría
a la vez que en la demarcación pues su puesto habitual en su anterior equipo
era el de medio centro; no convenció y en la tercera jornada dejaba el 3 a Juan
Carlos, también alta esta temporada, cedido del Sporting de Braga, otro jugador
adaptado a una posición que no era la suya ya que aunque siempre se desenvuelve
por el carril izquierdo es un futbolista más de ataque que de contención. Como
tampoco resultara la prueba, en la cuarta jornada se improvisaba otro jugador
ajeno a la demarcación, Foulquier, que sí es lateral, pero derecho. Toda la
primera vuelta se alternaron en el carril izquierdo Juan Carlos y Foulquier,
con alguna aparición de Sissoko y una sola oportunidad para el único jugador de
la plantilla que vino en verano para ese puesto específico, el portugués Luis
Martins, con el que no contaron ninguno de los cuatro técnicos que se sentaron
en el banquillo rojiblanco esta temporada.
En el mercado invernal estaba claro que el lateral
izquierdo era uno de los puestos a cubrir y para ello se fichó al argentino
Emanuel Insúa, que empezó bien y se hizo con la titularidad hasta que
paulatinamente dio muestras de que o bien no estaba adaptado al fútbol español
o le venía grande la responsabilidad y más grande aún la categoría, de manera
que para la recta final hubo que recurrir nuevamente a Juan Carlos, que -esta
vez sí- completó unos cuatro últimos partidos en los que rindió a buen nivel.
* Diakhaté. En su día, hace cuatro temporadas, la del re-debut
rojiblanco en Primera, fue el fichaje más caro de la historia del Granada CF,
cuatro millones y medio de euros. Pero lo cierto es que en ningún momento
justificó la desorbitada cantidad que hubo que desembolsar por su fichaje con
un rendimiento medianamente pasable. En su primera temporada apenas jugó doce
partidos, y en ninguna de las tres temporadas que perteneció a la plantilla se
alineó en más de 20 partidos, es decir, no jugó ni la mitad de los calendarios
respectivos por culpa de las lesiones o bajas formas. Así, la 13-14 fue cortado
en el mercado de invierno y se marchó cedido al Kayseri turco. En la
pretemporada del ejercicio 14-15 que nos ocupa estaba citado para
reincorporarse al club puesto que tenía contrato en vigor hasta 2016 y mientras
se le buscaba nuevo destino dado que no se contaba con él, pero el senegalés
dio la espantá por lo que el Granada
decidió expedientarlo y rescindirle el contrato, y el defensa a su vez denunció
–sin fundamento alguno- al club por falta de pago de tres mensualidades
mientras trataba de enrolarse en el Burssaspor turco. Por la culata le salió la
perdigonada al senegalés. En abril la FIFA falló a favor del Granada y condenó
al futbolista a indemnizarlo con algo más de 3 millones por incumplimiento de
contrato. Finalmente acabó la temporada enrolado en su club de origen, el
Nancy, de la segunda francesa. Aquí queda muy bien aplicado el dicho aquel de
«tanta gloria halles… etc».
* Success bate récord de juventud. El jugador más joven en alinearse
en Primera con el Granada en toda su historia era Santi Antonaya desde el 2 de
septiembre de 1972, fecha en la que debutó de rojiblanco a los 18 años, 10
meses y 21 días (curiosamente sólo dos días menos que el segundo jovenzuelo en
estrenarse de rojiblanco, el guardameta granadino Puente, que debutó en la
75-76 con 18 años, 10 meses y 23 días). Pero en la jornada dos, 31 de agosto de
2014, en Elche, cayó ese récord de Santi cuando debutó el nigeriano del filial
Isaac Success, nacido el 7 de enero de 1996, es decir que contaba en ese
momento con 18 años, 7 meses y 24 días.
* Gorka Pintado vuelve a Granada. El que con el mejor argumento
posible, el de los goles, fue ídolo de la afición granadinista en la temporada
2007-08, cuando era muy distinta la realidad rojiblanca y ni se atisbaba el
desembarco Pozzo, el donostiarra Gorka Pintado, una vez retirado del fútbol
profesional después de su aventura galesa y chipriota decidió regresar a
Granada, donde se le quiso y se le sigue queriendo. Desde septiembre regenta un
bar de tapas de su propiedad en la avenida del Emperador Carlos V, muy cerca
del nuevo Los Cármenes. Pero su estancia entre nosotros no ha supuesto por
ahora colgar las botas definitivamente y esta última temporada jugó enrolado en
el Atarfe Industrial de su amigo Javi García, del grupo IX de Tercera, con el
que intervino en un total de 18 partidos y anotó cinco goles.
* El “mediático” Caparrós. Un titular del diario Marca dio lugar a
una mini polémica a nivel nacional en la que el por entonces míster rojiblanco,
Joaquín Caparrós, no salió muy bien parado. El titular en cuestión rezaba tal
que así: «Sólo pido que no nos pasen por encima», frase textual presuntamente
salida de labios de Caparrós unos días antes de que el R. Madrid compareciera
en el nuevo Los Cármenes en la jornada 10, en entrevista concedida al
periodista de Marca Enrique Ortego.
La víspera del partido, en la rueda de prensa previa
habitual, Joaquín Caparrós ante los plumillas granadinos, muy enfadado, se
descolgó con un numerito en el que, rasgando y haciendo pedazos una
reproducción de la portada del diario madrileño con el titular de marras,
afirmó estar fastidiado porque, según él, la frase se había sacado de contexto:
«…¿tú crees que yo soy capaz de dar este titular?...», preguntó a la
concurrencia; «Con titulares así ¿de qué forma puedo yo motivar a mis
futbolistas? ¿de qué forma puedo yo motivar a mi afición?» […] «Llevo
muchísimos años en el fútbol y me jode que me hagan este tipo de titular»,
siguió diciendo mientras subía de tono su enfado y todo quedaba registrado ante
las varias cámaras que grababan la intervención del míster.
No tardó en obtener respuesta la salida de Caparrós por
parte de Ortego, quien ese mismo día en la edición digital de Marca afirmó que
la frase de la discordia era literal y estaba recogida en su contexto, y que
aunque no existía grabación de la entrevista, «…él sabe que lo dijo, y yo sé
que lo dijo. Punto final. Lo que sí merece una explicación es su reacción y
comportamiento en la sala de prensa rompiendo en público la portada de Marca y
poniendo al periódico en entredicho. Eso es mucho más grave».
No pasó de ahí la polémica. Después, sobre el césped de Los
Cármenes, lo cierto y real fue que sí que nos pasaron por encima con un 0-4
inapelable, agravado porque los merengues apenas tuvieron que sudar para
conseguirlo. Caparrós, después de una arrancada de liga buena que duró hasta la
cuarta jornada, empezaba ya a ser muy cuestionado por el pobre juego exhibido y
porque en las cinco jornadas anteriores sólo había sido capaz el equipo de
sumar un punto, en Éibar, en la jornada inmediatamente anterior. Desde luego,
salidas de tono como la relatada sólo sirvieron para aumentar el descrédito en
el que ya venía reincidiendo el míster rojiblanco.
* Un homenaje. Para los dos joseluises
que suscribimos la Historia del Granada CF que tienen ante sus ojos es obligado
incluir dentro de la pequeña historia de la temporada 14-15 el homenaje que el
club rindió a colaboradores e historiadores rojiblancos. El 5 de diciembre Juan
Carlos Cordero, Javier Jiménez, Javier Rufete y Neus Méndez por el Granada CF;
Rafael Doña y Fernando Díaz de la Guardia, artífices (junto a Antonio Lasso) de
la magnífica exposición del 80 aniversario del club en 2011; Fernando Hernández,
por la asociación granadinista 5001; y Antonio Lasso, Ramón Ramos, José Luis
Entrala y José Luis Ramos Torres, como historiadores del Granada CF; nos
reunimos en un entrañable almuerzo en el que fuimos obsequiados por el club con
una camiseta oficial personalizada y firmada por toda la plantilla rojiblanca.
Que sepamos, es la primera vez en los ya ochenta y cuatro años de existencia
del club en que éste tiene un detalle con los humildes plumíferos de la cosa
histórica, que con este reconocimiento salimos de la reunión más contentos que
unas pascuas de ver que de alguna manera son apreciados nuestros esfuerzos por
difundir la apasionante historia del Granada CF. Vaya desde aquí nuestro
agradecimiento.
* González Segura. El único granadino directivo del club, Pedro
González Segura, dejó de serlo a mediados de diciembre. De las causas concretas
de su cese no se habló en ese momento, aunque se dejó entrever que obedecía su
salida a un enfrentamiento con Enrique Pina. El propio Enrique Pina, pero ya en
junio, se refirió a González Segura acusándolo de traidor y de haber intentado
ensuciar maliciosamente la relación Pozzo-Pina creando entre el granadinismo la
falsa idea de que esa relación se había deteriorado. González Segura cesó como
responsable de marketing rojiblanco, mas no en su cargo de secretario del
consejo de administración del Granada CF SAD.
* Ciudad deportiva. Estaba prevista para febrero la terminación de su
primera fase (cuatro campos de césped natural y un edificio con gimnasio y
vestuarios) de esta moderna instalación, llamada a ser vivero de futbolistas de
la tierra y a acabar con el eterno problema de falta de terrenos de juego sin
limitación horaria para la preparación del primer equipo y de todos sus
filiales. La inauguración no pudo hacerse en esa fecha, pero ya en junio lucía
casi acabada la primera fase, a falta sólo de pequeños detalles, de modo que
parte de la pretemporada del primer equipo para la 15-16 se llevará a cabo ya
en sus terrenos. Hay que felicitarse por la consecución de este importante
logro y por lo que supone con vistas al futuro.
* El Mundial deja dinero. El Granada CF ingresó en esta temporada
243.000 € en concepto de derechos generados por los seis futbolistas de su
nómina que participaron en el Mundial de Brasil que se disputó en el verano de
2014. Los Brahimi, Yebda, Nyom, Karnezis, más los también rojiblancos -aunque
sólo nominalmente- Aránguiz y Belkalem, convirtieron al Granada CF en el
séptimo club de España con más mundialistas, sólo por detrás de Madrid,
Barcelona, At. Madrid, Valencia, Sevilla y R. Sociedad.
* El Once Fantasma. También hay que hacer mención a la novedad
editorial que veía la luz a mediados de enero, “El Once Fantasma”, apodo
pergeñado por Pedro Escartín para referirse al emergente club Recreativo
Granada, un desconocido que había irrumpido repentinamente y venía asustando
-como un fantasma- en el fútbol español de los años 30. Se trata de un libro de
la editorial Dauro en el que José Luis Ramos Torres (servidor) nos narra los
primeros cinco años de existencia del Recreativo o Granada CF, desde el momento
de su fundación e incluso algunos años antes, hasta la gran crisis de la
primavera-verano de 1936 en que el club estuvo a punto de desaparecer. El
volumen da cuenta de todas las vicisitudes futboleras por las que atravesó el
Recreativo cuando empezaba a dar sus primeros pasos en el fútbol federado y a
la vez quiere ser crónica social de los principales acontecimientos sucedidos
en la pequeña ciudad de Granada durante los años de la República, un tiempo
especialmente revuelto.
* Escuelas del Granada CF. En febrero Manolo Lucena volvió a fichar
por el Granada. No lo hizo como futbolista, aunque en esta temporada de tanta
zozobra y precariedad no podríamos asegurar que no hubiera constituido un
verdadero refuerzo pues a sus 32 años se sigue conservando en forma. Su
reincorporación lo fue para ponerse al frente como director de las escuelas de
fútbol del Granada, creadas para niños de entre 4 y 12 años y que se
presentaron en abril con vistas a que echen a andar en septiembre. Como asesores
ficharon también el juez de menores Emilio Calatayud y ex futbolista y profesor
de la facultad de Ciencias del Deporte Antonio Raya, pues la escuela no se
detendrá en el mero aspecto deportivo, sino que se pretende que abarque otras
facetas formativas en la educación de los menores.
* Muerte de Luis Oruezábal. Impactante, por lo trágico e inesperado
del suceso y por el general afecto de que disfrutaba, fue la muerte en navidad
de Luis Oruezábal, Chikito, a los 62
años. El 31 diciembre de madrugada, Oruezábal y esposa, en compañía del
matrimonio Heredia, ex granadinista de los 80, dormían en el domicilio del
primero mientras la chimenea de la vivienda, por una mala combustión, llenó la
casa de monóxido de carbono, con lo que todos acabaron en el hospital, pero
para el argentino fue demasiado tarde y cuando los bomberos pudieron acceder a
la vivienda ya había dejado de existir.
Luis
Oruezábal, uno de los pocos oriundos que vinieron en los setenta y que lo era
de verdad (oriundo), desde que llegó a nuestra tierra en 1974 se convirtió en
un granadino más, y desde su restaurante Chikito cultivó la amistad con su
carácter sencillo y afectuoso y se ganó el cariño de toda Granada y de toda
España, futbolera o no. De auténtico mazazo hay que calificar la prematura
desaparición de alguien tan querido como Oruezábal, que siempre hizo profesión
de granadinismo. Una calle lleva su nombre en Almuñécar, donde veraneaba, y en
marzo se decidió por el club ponerle su nombre a la puerta 2 del estadio.
* Entradas del nuevo Los Cármenes. En abril y como homenaje al fallecido Luis Oruezábal, en un acto solemne se procedió a nominar a la puerta de entrada al estadio número 2, por la que se accede a la grada del fondo norte en la avenida Salvador Allende, como puerta Luis Oruezábal, y desde ese momento una gran foto del argentino-granadino preside la susodicha entrada. Posteriormente, ya en mayo, se hizo lo propio con otro histórico, el Pichichi Enrique Porta, cuyo nombre se dio a la que se puede considerar puerta 0 o entrada principal al recinto, en la calle Pintor Manuel Maldonado. El propósito del club, con el beneplácito del Ayuntamiento, es que todas las entradas al campo recuerden a algún personaje ilustre de la historia rojiblanca, cosa que se hará paulatinamente más adelante. Es ésta una práctica que aplaudimos por lo que significa de reconocimiento a históricos.
UN PARTIDO PARA EL RECUERDO
Granada 0 At. Madrid 0
Sábado
23 de mayo de 2015
Partido
correspondiente a la jornada 38 y última de 1ª división, Liga BBVA
Estadio:
Nuevo Los Cármenes. Lleno, 22.500 espectadores
Árbitro:
González González, castellano-leonés. Sin amonestaciones
Entrenador:
José Ramón Sandoval
Presidente:
Enrique Pina
Alineación del Granada CF
Roberto;
Nyom, Babin, Mainz, Juan Carlos, Iturra, Rubén Pérez, Robert Ibáñez (Candeias
79’), Rochina (Riki 87’), Piti (Fran Rico 37’) y El Arabi.
Alineación del At. Madrid
Oblak,
Juanfran, Miranda, Godin, Siqueira (Jesús Gámez 89’), Gabi, Saúl (Raúl Jiménez
83’), Tiago, Koke, Raúl García y Griezmann.
El
calendario escondía en su última jornada lo que tenía toda la apariencia de una
trampa mortal para este doliente Granada de la temporada 2014-15 al que sólo
tres jornadas atrás todo el mundo daba ya por descendido. El rival era nada más
y nada menos que el Atlético de Madrid de Simeone, todavía vigente campeón de
liga. ¡Ahí es nada! Un Granada en la que casi es la peor temporada de toda su
historia frente al único club español capaz de interrumpir ese rutinario camino
hacia el campeonato de Madrid o Barcelona en que se ha convertido la liga
española en los últimos años, desde que los dineros de las televisiones llueven
sobre los poderosos y dejan a los demás en sequía y a eones de distancia, cada
vez más reducidos al papel de simples comparsas o relleno.
Como queda dicho, tres jornadas antes, tras perder en
el nuevo Los Cármenes frente al Español y quedarse el corte de la salvación a
seis puntos, nadie daba un céntimo por nuestro equipo, incluso –pensamos unos
cuantos- ni la misma directiva, que en ese momento despidió a Abel Resino,
sustituto para la segunda vuelta de un sobrepasado Caparrós, y contrató a José
Ramón Sandoval. En el acto de presentación del nuevo técnico Enrique Pina
afirmó que «es imposible que el Granada descienda», pero no pocos
descreídos interpretamos la decisión del cambio de entrenador como una primera
medida con vistas a la planificación de la siguiente temporada, ya en Segunda
División.
Lo que ni el más optimista de los hinchas pensaba en
el momento del relevo era que las tres jornadas jugadas antes del partido que
nos ocupa se iban a traducir en otros tantos triunfos si tenemos en cuenta que
los mismos futbolistas sólo habían sido capaces de ganar cuatro partidos de los
34 ya disputados. Sin embargo, eso fue lo que ocurrió. Un Granada mucho más
entonado, de la mano de Sandoval fue capaz de traerse los tres puntos de Getafe
y la semana siguiente derrotar en casa sin ningún problema a un ya descendido
Córdoba, redondeando la faena con un triunfo incontestable en la jornada 37,
0-3 en Anoeta (donde esta misma temporada Madrid, Barcelona y At. Madrid
salieron derrotados) que permitió al Granada abandonar los puestos de descenso
que venía ocupando ininterrumpidamente desde la jornada 16. El equipo en esos
tres partidos dejó de ser ese conjunto tristón, endeble y excesivamente frágil
atrás de jornadas anteriores y se transformó en otro distinto, con confianza en
sus propias fuerzas y desplegando un juego dominador que -ahora sí- era de
Primera División. Sandoval recuperó para la causa a algunos hombres postergados
por el anterior técnico, que en esos partidos lucieron mucho más que en toda la
liga, y sobre todo consiguió transmitir a sus pupilos esa energía positiva que
buscaba Pina y a la que se refirió en el acto de su presentación.
De
esta manera desembocamos en la última jornada del calendario. Gracias a las
tres victorias previas el Granada había conseguido lo que parecía imposible,
depender de sí mismo: la victoria aseguraba la permanencia. Pero el empate
también podía valer e incluso la derrota, aunque en estos dos casos habría que
estar pendiente de lo que sucediera en otros campos. Por su parte, el At.
Madrid, con las importantes bajas en su ataque de Fernando Torres, Mandzukic y
Arda Turan, necesitaba al menos un punto para asegurarse la tercera plaza de la
clasificación y con ella poder participar en Champions League sin tener que ir
a la ronda previa.
Pacto de no agresión
El partido, en lo estrictamente
futbolístico dio poquísimo de sí. Los aficionados que no sientan ninguno de los
colores de los contendientes y estuvieran presentes en el abarrotado nuevo Los
Cármenes, podemos afirmar que se aburrieron bastante. El Granada no se acercó
en los 90 minutos a la meta de Oblak, y el At. Madrid, contento con el 0-0
inicial, apenas apareció por las inmediaciones de Roberto, aunque fue el único
que disparó entre los tres palos… en una única ocasión. Todo fue un continuo
pasarse el balón en horizontal en la zona ancha o hacia atrás amarillos y
rojiblancos, sin querer saber nada de las áreas contrarias no fuera alguno a
enfadarse y se frustrara ese empate que a todos dejaba contentos.
Quizás lo más destacable de todo lo que aconteció
sobre el césped esa tarde fue la grandísima ovación con la que el granadinismo
despidió a Siqueira al ser sustituido a poco del final, testimoniando así el
gran cariño que se ganó de la afición en sus tres temporadas granadinas.
No obstante, ese relax sobre el césped que
caracterizó el partido, en las gradas fue otro cantar a lo largo de los noventa
minutos ya que hasta en dos ocasiones un rival directo, el Almería, se adelantó
a su oponente, el Valencia, resultado que condenaba al Granada al descenso si
no era capaz de ganar su partido. Pero finalmente los ches se impusieron
mandando a los vecinos a segunda y convirtiendo en muy valioso el 0-0.
Al pitido final del árbitro siguió una masiva
invasión del terreno de juego. Invasión precoz en cualquier caso porque el
Coruña, que daba la sorpresa empatando en el Nou Camp ante un Barcelona campeón
desde la jornada anterior y así también eludía el descenso, todavía no había
concluido, y un nuevo gol gallego hubiera descendido al Granada. El milagro se
había hecho realidad. Al final hubo triple empate a 35 puntos entre Coruña,
Granada y Éibar, y fueron los vascos los que ocuparon la plaza de descenso que quedaba
vacante, acompañando a Almería y Córdoba. Fue “imposible” descender, como dijo
Enrique Pina cuando se produjo el relevo en el banquillo rojiblanco.
Un biscotto
El partido produjo en la prensa nacional titulares
como: “El pacto de Los Cármenes”; o “Rondo en Granada”; incluso: “Un biscotto
en Los Cármenes”; sin que faltaran comentarios que sugerían el amaño del
resultado mediando precio.
Es este término -“biscotto”- una palabra
recientemente incorporada al argot futbolero español, importada del fútbol
italiano, lengua en la que literalmente significa galleta o bizcocho (la que se
daba a un caballo de competición mezclada con sustancias dopantes). Pasteleo,
decimos más castizamente por estas tierras, es decir, acuerdo tácito para la
obtención de un resultado que a ambos contendientes beneficia.
En cualquier caso, lo que importa es que el Granada
con ese empate logró su objetivo y así podremos próximamente relatarles la
temporada número 22 de nuestro equipo en máxima categoría. Y hay nuevamente que
congratularse con la buena suerte que últimamente acompaña a nuestro equipo, ¿o
no lo es que a todo un poderoso At. Madrid, todavía campeón de liga en esos
momentos, le sirviera también el empate y no forzara la máquina?
Hay en la historia rojiblanca un precedente de biscotto, o sea, otro partido al que
también le podría ser aplicable el término de marras. Fue aquel famoso 0-0 de
Algeciras que valió un ascenso a Segunda División a los dos equipos el 15 de
mayo de 1983, pero esto ocurrió lejos de Granada, donde, que sepamos, es la
primera vez en toda la historia rojiblanca que asistimos a un encuentro de
estas características. De ahí que lo hayamos elegido como digno de ser
recordado, además de, lógicamente, merecerlo también porque gracias a él por
fin pudo el granadinismo respirar a pleno pulmón en una temporada de tantísima
zozobra.
LOS QUE HICIERON HISTORIA EN EL GRANADA CF
Allan Romeo Nyom y Roberto Fernández
Alvarellos
Llegó a Granada cedido del Udinese este
desconocido parisino de 21 años que se llamaba Nyom y no sabía una palabra de
español un día de julio de 2009. Cuando empezaba a dar un giro radical la
historia de este club nuestro. Cuando los apellidos Pozzo-Pina y el mismo
nombre de Udinese también eran toda una novedad para el atribulado
granadinismo, que sólo un mes atrás no sabía siquiera si para ese momento iba a
poder seguir hablando del equipo de sus amores en presente. Para nuestra
suerte, de las negras cábalas al optimismo desbordado pasamos en nada de
tiempo, cuando se confirmó que los Pozzo habían tenido la feliz idea de dejarse
caer por aquí y materializar sus intenciones de acabar con la deuda del club y
armar un potente equipo que garantizara el ascenso a Segunda División y en poco
tiempo dar el salto a Primera, porque pensaban que Granada es una ciudad con un
gran potencial futbolístico e ideal para invertir y ampliar así su negocio de
cambio-compro-vendo futbolistas. Desde entonces, y van ya seis años, todo ha
cambiado a mejor en el panorama futbolero granadino. Y en esos seis años
siempre en primera fila ha estado Nyom.
El
caso es que su debut no fue nada bueno. La derrota en la jornada anterior en el
campo del filial sevillista movió al técnico Álvarez-Tomé a introducir varios
cambios en la alineación para la tercera jornada del campeonato del grupo IV de
2ªB, entre ellos el del lateral derecho, sentando a Javi García y dando la
alternativa al joven Nyom para recibir la visita del recién ascendido San Roque
de Lepe. Pero la actuación del debutante dejó mucho que desear e hizo escribir
a Rafa Lamelas en Ideal este comentario dentro de la crónica de aquel partido:
«Nyom mostró lo mejor y lo peor de su repertorio. Rápido y ágil como un
gamo, es demasiado tosco con el balón en los pies y cuenta con carencias de
cadete en lo táctico». Todos hubiéramos suscrito este comentario porque un
Nyom muy acelerado duró sobre el terreno sólo 37 minutos, dos amarillas le
costaron ser expulsado por un árbitro demasiado rápido en el desenfunde de
tarjetas y que también expulsó a Iván Amaya (éste con roja directa acompañada
de un penalti en contra que adelantaba a los onubenses) y al segundo de Tomé,
Roberto Cuerva, además de amonestar a medio equipo. El Granada terminó jugando
con sólo nueve frente a once y a pesar de su inferioridad pudo empatar a dos
goles (Tariq y Lucena), pero Nyom no se libró de ser señalado como uno de los
culpables de que no se alcanzara la victoria. Un partido de suspensión y tres
más como castigo del técnico hicieron que Nyom se perdiera cuatro jornadas
seguidas, que es precisamente su más larga ausencia de los terrenos de juego en
sus seis temporadas rojiblancas. Ya nunca más estuvo tanto tiempo fuera de las
alineaciones Nyom en esas seis temporadas, porque, pasado ese corto lapso, su
pundonor y sus extraordinarias cualidades defensivas lo convirtieron en fijo en
el lateral derecho.
Así, desde la jornada ocho de la 09-10, en 2ª B, hasta la 38 y última de la 14-15, de Primera, Nyom ha sido titular indiscutible en las alineaciones del Granada. Ninguno de los ocho técnicos que lo ha dirigido en ese tiempo ha prescindido de su concurso, de manera que en ninguna de esas seis temporadas se ha quedado por debajo de los treinta partidos y ha conseguido con sus 220 participaciones escalar hasta la posición 19ª del ranking de futbolistas con más partidos de rojiblanco, y si nos atenemos exclusivamente a sus partidos de Primera lo veremos colocado con 135 en la quinta posición, sólo superado por nombres míticos de la historia rojiblanca como Mariano Santos, Falito, Vicente González y Pedro Fernández. Una temporada más de rojiblanco y, dado que Nyom siempre es titular, podría haberlo convertido en el futbolista con más partidos de primera jugando en el Granada, superando los 170 de Fernández, que es el que lidera esta clasificación desde 1976. No cabe duda de que se trata de un protagonista de primer orden de la reciente y magnifica historia del Granada CF.
Y eso que, como muy bien lo juzgó Lamelas en su primera aparición por el Nuevo Los Cármenes, se puede decir de Nyom que, para lo que se espera de un lateral, siempre ha sido tosco en el tratamiento del esférico y sus centros desde la banda con frecuencia se parecen más a melonazos, y encima, a veces tiene fallos de principiante. Siendo eso cierto, a cambio no hay quien pueda con él en el uno contra uno, de lo que dan fe muchas de las súper estrellas de nuestra liga, a varias de las cuales dejó inéditas cuando de jugar contra el Granada se trataba, todo completado con una entrega sin reservas que lo convierten en un seguro para la banda derecha de la cobertura.
Pero
se va. En Granada ha estado seis años, pero siempre jugó en concepto de cesión por
el patrón Udinese, club al que sigue perteneciendo. La 15-16 conocerá la
Premier League inglesa enrolado en el Watford, tercero de la galaxia Pozzo y
recién ascendido. El propio Nyom ya había expresado sus deseos de cambiar de
aires a mediados de la temporada que nos ocupa. No cabe duda de que para el
granadinismo no es ésta una buena noticia y siempre lo vamos a echar de menos.
Se nos va uno de esos pocos futbolistas que han sabido ganarse de forma
unánime, sin detractores, el cariño de toda la hinchada. Se marcha una figura
histórica que seguramente siempre será recordado en años venideros. En su carta
de despedida a la afición agradece el buen trato recibido y dice que no puede,
que no sabe cómo despedirse de Granada, a la que siempre llevará en su corazón,
así como el recuerdo de los magníficos seis años pasados entre nosotros. Sin
duda el sentimiento es recíproco. Toda la suerte del mundo le deseamos.
Roberto
El partido Granada-At. Madrid de la 14-15 es más
histórico aún por haber sido el último como rojiblanco de Nyom, pero también
del gran Roberto, el de 140 de sus cinco temporadas entre nosotros y el que
hacía 91 de los de primera (19º del ranking). Cuando escribimos esto acaba de
despedirse del granadinismo con una sencilla y sentida carta abierta a la
afición en la que agradece para toda su vida el cariño recibido en estos cinco
años. Tiene ya cumplidos los 36, pero le queda cuerda para rato, y de la buena,
y tras haber recibido la baja se vuelve al equipo de su tierra, el Lugo, de
Segunda, a seguir su carrera.
Para la temporada siguiente, al marcharse Nyom y
Roberto, quedará en la plantilla un único representante del gran Granada de
Fabri, Máinz, quien, aunque no estuvo en Elche fue titular todo el año. Y hablando
de aquel ascenso, en Elche hubo un héroe indiscutible, que fue Ighalo, con su
gol de antología, pero otro de los indiscutibles protagonistas del triunfo fue
Roberto, sobre todo en los dos partidos previos, contra el Celta.
Con su marcha y la de Nyom un ciclo granadinista se
cierra. Toda la suerte del mundo deseamos a este magnífico portero,
protagonista de primer orden de la historia rojiblanca reciente, lo que
equivale a decir responsable de una de las mejores épocas históricas del
Granada CF. Un portero digno de figurar para siempre en la memoria del
granadinismo, como aquellos legendarios: Tabales, Floro, Alberty, Candi, Piris,
Otero, Ñito o Izcoa.