HISTORIA DEL GRANADA CF
Capítulo 89
Temporada 2020-21
UN EUROGRANADA DE 90 AÑOS
Desde la distancia: la mejor temporada de la historia
rojiblanca
Por causa de
la maldita pandemia de covid 19, si atípica fue la temporada anterior, ésta de
2020-21 acaba con todos los paradigmas de la atipicidad por el mismo motivo. Ya
en el anterior ejercicio habíamos asistido al excepcional espectáculo de
partidos de fútbol de primera y segunda en estadios totalmente vacíos, pero
sólo se dio ese raro fenómeno en una cuarta parte del calendario, mientras que,
en la recién concluida, toda la temporada se ha jugado, en el ámbito del
llamado fútbol profesional, sin público en los estadios, a excepción de las dos
últimas jornadas y dependiendo de la localización geográfica. Menos en algunos
partidos de Copa del Rey, dos o tres solamente, en los que hubo público en las
gradas, la práctica totalidad de los 58 partidos de nuestro equipo se jugaron
en estadios, algunos enormes, ante no más de doscientas personas, pero ninguna
de ellas había acudido a animar a los rojiblancos.
Un virus. Nada…, una cosa microscópica
que no llega ni a bichucho pero que se contagia por el aire y que
llevamos ya padeciendo año y medio, ha podido con todo: ha matado a millones de
seres humanos, ha paralizado la economía de todo el planeta y ha suspendido
todo tipo de celebraciones, entre ellas la fiesta del fútbol, despojándolo de
aquello que es precisamente lo que lo convierte en el rey de los espectáculos:
la pasión desatada en estadios abarrotados y llenos de colorido.
Y en ese contexto de gradas desiertas
para evitar contagios, nuestro Granada va y alcanza la mayor hazaña de su
existencia, justo cuando cumplía noventa abriles. En su debut europeo ha
competido más que dignamente ante grandes equipos, millonarios en títulos y en
lo otro, y no ha sido un comparsa ni mucho menos, al llegar hasta los cuartos
de final de Europa League, dejando en el camino a clubes muy importantes y
poderosos. Al mismo tiempo ha completado su sexta mejor temporada liguera y en
copa ha estado a apenas un suspiro de, al menos, repetir la proeza del año
pasado.
Llegar a cuartos en Europa League
supone quedar entre los ocho mejores equipos del total de 268 que participaron.
Es una gesta que, para servidor, supera a la de 1959, luego, no se exagera
cuando se dice que la recién terminada 2020-21 queda para la historia como la
mejor temporada de sus noventa años de vida. Pero, lo que son las cosas, no
hemos podido saborearlo sus forofos. Lo hemos visto, sí, pero cada uno desde su
sofá, porque ni a los bares se podía acudir, también clausurados. Además, el
perjuicio económico causado al club por esa misma razón también ha sido
considerable, al privársele del importante capítulo en su presupuesto por venta
de abonos y de entradas. Desde luego, para una vez que nos vemos en algo tan
grande… Altos niveles en el fonsecámetro alcanza la cosa, que diría
Ladrón de Guevara.
En el momento en que redactamos el
presente resumen de la temporada 20-21, sigue el coronavirus enseñoreado del
globo terráqueo, pero parece que empieza a estar dominado porque ya existe
vacuna y cada vez va alcanzando a mayores contingentes de población. Quizás el
próximo ejercicio balompédico podamos volver a estar presentes en los escalones
del Nuevo Los Cármenes, pero los partidos internacionales no sabemos cuándo
volverán.
En cualquier
caso, ha sido un ejercicio sobresaliente. Aunque en la liga 20-21 no ha podido
repetir nuestro equipo su clasificación para un torneo europeo, el Granada ha
quedado en el noveno puesto final, lo que significa que la recién terminada es la
sexta mejor de las 87 ya disputadas por nuestro equipo en toda su historia,
tras las 71-72 (6º), 73-74 (6º), 19-20 (7º), 43-44 (8º) y 68-69 (8º).
Revolución en las altas esferas
La temporada
comenzó con un relevo en la cúpula del club. A mediados de septiembre, recién
empezada la liga y en vísperas del debut europeo en la ciudad albanesa de Durrës,
informan los medios que el Granada tiene un nuevo presidente: Rentao Yi (o Yi
Rentao) es su nombre, también de nacionalidad china como aquél a quien viene a sustituir,
John Jiang, a partir de ese momento presidente honorario. Fue un cambio que a
todos pilló por sorpresa pues nada se había anunciado.
Hasta la temporada anterior siempre habíamos
considerado que Jiang era el propietario del club además de su presidente.
Ahora se ha destapado que se trata de la empresa china DDMC (didiemsi, Wuhan
Double DDMC
Football Club Management Company Ltd.), presidida por Rentao Yi, de 40 años,
miembro del Partido Comunista Chino y natural de Wuhan. DDMC es un gigante en
el mundo de la industria del entretenimiento, un holding en el que se integra la
agencia de marketing Desports (que fundara John Jiang Lizhang), y también el
grupo audiovisual Media Base Sports (que pertenecía a Mediapro y a Pere
Guardiola). El holding chino, que gestiona los derechos televisivos de la LFP
en China, también tiene participación en el accionariado de otros clubes de
distintos países y es propietario de nuestro Granada, cuyo 99 % le pertenece,
aunque todavía, después de cinco años transcurridos, se le deben a Pozzo unos
15 millones de la operación de compra.
Ese cambio de
presidente del consejo de administración de la SAD supuso la entrada en el
mismo de dos consejeros, ambos también chinos: Lingxiao
Yu (vicepresidente) y Juan Yang, una mujer que en occidente se hace llamar Sophia.
Ésta última, quien ya ocupó un cargo en nuestro club en 2017, es la directora
ejecutiva para Europa de DDMC y la única que se deja ver por estos pagos, los
otros siguen en China.
Al tiempo que éstos entraban, salía del consejo de
administración Pepe
Macanás, relegado al cargo de representante institucional. En este primer
momento ahí se agotaron los cambios en la gestión del club y Antonio Fernández
Monterrubio siguió siendo director general, pero los nuevos en esta plaza
dejaron claro que todas las decisiones habrían de adoptarse bajo las
indicaciones de DDMC. Lo primero que hicieron los recién aterrizados fue mirar
con lupa todas las cuentas del club mediante la pertinente auditoría.
Se especuló entonces
con la posibilidad de que tan repentino cambio en la dirección obedecía a que
se estaba preparando la venta del club a un tercero. Pero la verdadera razón
era la de apartar a John Yiang de toda relación con el GCF. Yiang (o John)
Lizhang, nombrado presidente honorario para cubrir las apariencias, ha caído en
desgracia bajo la grave acusación de haber intentado desviar dividendos
generados por nuestro club en beneficio propio (o del grupo Hope que creó, hoy
extinto) y anda desaparecido, a cubierto de una legión de acreedores, entre
ellos la Hacienda española.
Fernández Monterrubio defenestrado
En febrero se
incorporó al consejo de administración del club, con el cargo de consejera
ejecutiva, Patricia Rodríguez, donostiarra de 39 años, licenciada en
Administración y Dirección de Empresas, que venía ejerciendo de directora
general del Elche y antes del Éibar, y que años atrás fue vicepresidenta
segunda de la LFP. En principio, el fichaje de Rodríguez no implicó el cese de
Monterrubio, que siguió como director general de la SAD, aunque ahora con la
recién incorporada en un cargo por encima del suyo. Pero muy pronto -estaba
cantado-, sólo dos meses después, finalizando abril, Fernández Monterrubio fue
despedido alegando motivos disciplinarios, pasando sus atribuciones directamente
al consejo de administración.
No ha sido un
relevo pacífico, ciertamente. En la comparecencia de despedida ante la prensa del
despuesto director general, éste censuró las formas del club en su destitución,
hecha con una fría nota oficial y sin que ésta contuviera un comentario de
agradecimiento y deseo de buena suerte además de crear dudas sobre la
honestidad del despedido, una serie de falsedades -en palabras del propio
Monterrubio- que «defenderé en el juzgado». Monterrubio comentó que lo
único que no podía desmontar era la pérdida de confianza hacia su persona del
accionista mayoritario, y que él tenía la conciencia tranquila. También dijo
que se había sentido acosado y que se le había intentado aburrir para que se
marchara (le quedaban dos años de contrato), buscando ahorrarse la
indemnización por despido. Agradeciendo a todos la colaboración prestada, tras
cuatro años, caracterizados por una acertada gestión, sobre todo en lo
deportivo, y de ejercer como presidente de facto ante la ausencia de los
inversores chinos, terminaba así la estancia del sevillano en el Granada. Con
Monterrubio también salía del club Paula de la Peña, persona de confianza del
destituido y responsable de las relaciones externas.
Diego Martínez no renueva
Con la recién concluida, van tres
extraordinarias temporadas seguidas, las tres en que la nave rojiblanca ha
estado pilotada por Diego Martínez. Sin embargo, siendo la 20-21, la mejor de
la historia, su remate lo ha constituido una mala noticia, muy sentida por todo
el granadinismo: Diego Martínez, lamentablemente, ha cesado por voluntad propia
como entrenador del Granada nada más terminar la liga. Consta que el club ha
tenido como prioridad renovar su contrato, pero tras largas negociaciones, una
vez disputado el partido frente al Getafe con el que se cerraba la temporada
oficial, Diego Martínez ha decidido desvincularse del Granada.
Por el momento, se queda en el paro,
no hay otro club que nos lo haya arrebatado con una mejor oferta. Por esa
razón, aún más chocante suena para la hinchada su renuncia a renovar. Parece
ser (porque él no lo reconoció así en su despedida ante los medios) que no le
convence el proyecto planteado por la nueva dirección del club, mucho más
austero de lo que ha venido siendo últimamente, y con ello el saber que no va a
poder, no ya superar, ni siquiera igualar o acercarse a lo logrado en los tres
últimos años. Desde luego, su sustituto,
el ex seleccionador Robert Moreno, contratado para el banquillo del Granada
antes de finiquitar del todo el ejercicio, va a tener muy difícil hacer olvidar
al marchado.
Ahí nos deja Diego Martínez para la
mejor historia una sobresaliente hoja de servicios a la causa rojiblanca: un
ascenso directo a primera (sin play off) en su debut, la clasificación para una
competición internacional (la primera de toda la historia del club) y una
semifinal de copa en su segunda temporada, y, la guinda: llegar a IV de final
en Europa League dejando en el camino a clubes millonarios y de mucha solera en
el continente. Por todo ello, el buen técnico vigués ya es para muchos el mejor
de la historia de nuestro club.
Diego Martínez se va encaramado al
tercer puesto en la lista de entrenadores rojiblancos en toda su historia por
número de partidos dirigidos a nuestro equipo: 146 (en realidad uno menos
puesto que en ese cómputo está incluido un partido que no llegó a jugarse, el
de la visita del Reus a Los Cármenes de la 18-19), sólo superados por los 206
de Joseíto y los 189 de Lucas Alcaraz; asimismo, es el tercero con más partidos
dirigidos al Granada refiriéndonos sólo a los de máxima categoría: 76, por
detrás de los mismos, Joséito (132) y Lucas Alcaraz (79). Aparte, es el único
de los 91 técnicos que pasaron alguna vez por el banquillo del Granada que ha
conseguido completar tres temporadas seguidas como entrenador rojiblanco. Si,
como deseamos, el adiós de Martínez es más bien un hasta luego, podrá en un
futuro liderar todas las clasificaciones históricas.
Fran Sánchez también se va
En junio el
director deportivo Fran Sánchez dejó nuestro club y fichó por el Valladolid. Previamente
ya se había marchado Diego Martínez. Ambos, junto con Monterrubio, trabajaron
muy estrechamente en la parcela deportiva y son en gran parte responsables del
magnífico Granada de las últimas temporadas. Enseguida fichaba en sustitución
de Sánchez, Pep Boada, que fue responsable durante más de una década del scouting
(rastreo de jóvenes valores en ciernes) del Barcelona. De su mano vino, como
secretario técnico, David Comamala.
Una semana después
quedaba contratado el nuevo entrenador del Granada para la 21-22: Robert
Moreno, catalán de Hospitalet, segundo de Luis Enrique en Celta, Roma,
Barcelona y la selección absoluta, de la que se hizo cargo durante unos pocos
partidos cuando Luis Enrique estuvo apartado de su labor de seleccionador por
motivos familiares; un año inconcluso como entrenador del Mónaco completa su
periplo por los banquillos antes de recalar en Granada. Tiene 44 años y ha
fichado por dos temporadas.
Y también Soldado
Como remate a tanta sentida marcha,
a mediados de junio la afición rojiblanca era sacudida por otro auténtico mazazo: el gran
ídolo del granadinismo, Soldado, quien a pesar de su veteranía posiblemente sea
el mejor 9 que ha vestido de rojiblanco en toda su historia, abandonaba el
Granada para enrolarse en el Levante. Hacía poco que había renovado por una
temporada más, pero el depósito de su ridícula cláusula de rescisión (500.000
€) ha determinado que se marche prácticamente gratis a un competidor directo.
El propio Soldado dice que se va porque quiere estar en su tierra, pero no
podemos evitar pensar que además hay otros condicionantes que le han empujado a
tomar esa determinación y que están directamente relacionados con los aires de
austeridad que parece que son los que van a regir la casa rojiblanca a partir
del relevo en el alto mando. Y también se relaciona su marcha con la ausencia
de Diego Martínez.
Como se ve, una
auténtica revolución que empezó por la cúpula de la entidad pero que ha
alcanzado a todos los niveles. Los que ahora dirigen al club desde el primer
momento han dicho que su labor va a girar en torno a un plan sostenible y
duradero de crecimiento a largo plazo que consolide a nuestro equipo en máxima
categoría. Pero lo cierto es que se avecinan tiempos de apretarse el cinturón,
con recorte drástico de los ingresos al no repetir clasificación europea,
además del lastre en forma de amortización o pagos pendientes por los varios
fichajes de la campaña recién concluida y de anteriores: Soro, Duarte, Machís,
Foulquier, Eteki, Gonalons, Milla, Suárez.
Novedades 20-21
La única
baja de un titular de la 19-20 fue la de Carlos Fernández, regresado al Sevilla
al finalizar su año de cesión y por el que se trabajó en firme desde el club
para que se quedara, bien por una nueva cesión o traspasado, pero no se pudo
conseguir. Yangel Herrera y Vallejo,
ambos titulares, repitieron cesión de Mánchester City y R. Madrid
respectivamente. Otros cedidos, como Foulquier y Gonalons, quedaron adquiridos
en propiedad. Y fueron varias las novedades:
El primer fichaje realizado, que
costó cinco millones de euros, fue el del centrocampista Luis Milla,
proveniente del Tenerife, de 25 años, un jugador al que el Granada llevaba ya
un tiempo pretendiendo. Fichó por cuatro temporadas y empezó la liga como titular,
ofreciendo un gran rendimiento hasta que una lesión cortó su trayectoria a
mitad de temporada, no pudiendo volver a ser utilizado desde el mes de enero.
Le siguió Jorge Molina, goleador
acreditado con una amplia trayectoria en equipos de primera, que había quedado
libre en el Getafe, fichado a sus 38 años que lo convierten en el futbolista de
más edad incorporado al Granada en toda su historia. Fue un gran acierto su
fichaje ya que sus 15 goles entre las tres competiciones en que participó
nuestro equipo lo convirtieron en el pichichi rojiblanco.
Apuesta de futuro fue el fichaje del
aragonés Soro, de 21 años, media punta o banda de gran proyección que vino del
Zaragoza, pero pertenecía al R. Madrid. Fichado por dos millones, firmó por
cinco temporadas. Fue utilizado más como relevo que como titular y sufrió una
lesión que lo tuvo apartado de los terrenos tres meses, por esa razón no ha
jugado demasiado, pero siempre que actuó dejó detalles que hacen presagiar un
gran futuro futbolero.
Kenedy, de 24 años, atacante de banda
de nacionalidad brasileña, vino cedido del Chelsea inglés tras haber estado la
temporada anterior en el Getafe, también cedido. Su poder de desborde, sus
centros medidos y sus ocho goles, lo convirtieron en pieza fundamental en la
buena campaña realizada. Su gran temporada determinó al club para que se
quedara en propiedad, pero vino cedido sin opción de compra y al Chelsea se ha
vuelto.
Después de disputadas las tres
primeras jornadas de la liga se incorporó al equipo Luis Suárez, delantero
colombiano de 22 años, otra apuesta de futuro. Vino del Watford de los Pozzo y
el Granada adquirió, por algo más de seis millones de euros, el 50 % de sus
derechos, porcentaje que irá aumentando, lo mismo que la cantidad a
desembolsar, conforme vayan transcurriendo las cinco temporadas por las que
firmó y que tendría como techo 15 millones por el 100 %. Es el fichaje más caro
de la historia rojiblanca hasta el momento. Es una reincorporación ya que este
jugador ya fue rojiblanco y actuó en la 16-17 en las filas del filial a las
órdenes de Planagumá. Ha pasado por sucesivas cesiones a distintos equipos y se
ha acreditado como goleador (19 en las filas del Zaragoza la temporada
anterior). En el Granada marcó siete goles entre liga y UEL antes de lesionarse
y estar ausente varias jornadas para volver en la recta final de la temporada.
Otra novedad fue la del defensa
central argentino internacional, de 20 años, Nehuén Pérez, cedido por el At.
Madrid sin opción de compra, que se incorporó en el mismo día del cierre de
mercado, con la liga ya en su jornada tres. En el Granada ha alternado buenas
actuaciones con otras que evidenciaron que, por su juventud, aún le falta
madurar.
Aparte, como refuerzos de invierno
vinieron dos jugadores que contaron muy poco para el técnico: Quina y Adrián
Marín. El primero lo hizo cedido por el Watford, centrocampista de 21 años
portugués que empezó jugando y anotando dos goles espectaculares, pero pronto
dejó de ser utilizado por Diego Martínez. En cuanto a Adrián Marín, 24 años, tampoco
intervino mucho; es un lateral izquierdo salido de la cantera del Villarreal y
que procedía del Alavés, donde apenas jugaba. Diego Martínez quería refuerzos
en esas dos posiciones, pero el bajo perfil de lo que le trajeron no le gustó,
siendo el primer síntoma del malestar del buen míster vigués.
Los jueves milagro (europeo)
Todos los
partidos del Granada en Europa League, tanto los de la fase previa como los de
la fase de grupos y los de las eliminatorias, se jugaron (sin público) en
jueves, de ahí que hayamos escogido ese título, remedando la famosa película de
Berlanga. Pero el milagro a que nos referimos nada tiene que ver con la suerte,
todo lo contrario. Cada uno de los quince jueves hemos visto competir al
Granada a gran nivel y escribir páginas y más páginas de su mejor historia,
apabullando a equipos que multiplicaban hasta por ocho su presupuesto. El único
milagro del que cabe hablar es el de una óptima planificación y dirección y
unos jugadores plenamente identificados con la causa y que lo dieron todo. Es
la nota distintiva de los tres años de Diego Martínez al frente de la
muchachada rojiblanca, algo a lo que antes de su llegada no estábamos
acostumbrados. Es el milagro personal de este buen técnico.
El séptimo
puesto final de la 19-20 dio el pasaporte por primera vez en la historia
rojiblanca para un torneo internacional, la Europa League, antiguamente Copa de
la UEFA y más atrás en el tiempo Copa de Ferias. Sólo un punto más habría dado
el sexto puesto y con él la clasificación directa para la Europa League
propiamente dicha, esto es, la fase de grupos, eludiendo así la fase previa de
clasificación.
El primer partido de esa fase previa,
el de debut internacional, llevó al Granada el jueves 17 de septiembre de 2020 a
Albania para jugar, por eliminatoria a partido único, contra el Teuta, de la
ciudad portuaria de Durrës. Los rojiblancos no tuvieron ni el menor problema
para golear (0-4) a domicilio al club albanés. Una semana después, ahora en el
Nuevo Los Cármenes, se dilucidó la segunda eliminatoria de la fase previa. El
rival era también “exótico”, el Lokomotivi de Tiblisi, equipo de la república
ex soviética de Georgia, derrotado y eliminado 2-0. El tercer y definitivo
choque de la fase previa supuso viajar a Suecia el primero de octubre para
vérselas con un viejo conocido de la afición rojiblanca: el Malmoe. De todos
los rivales de nuestro equipo en competición europea éste es el único con el
que ya nos habíamos visto las caras en otra ocasión. Siempre recordaremos el
partido de los Maradonas, con el Malmoe como convidado de piedra en la gran
fiesta rojiblanca, pero existe otro precedente de 30 años antes, en 1957, en
que jugó en Los Cármenes y ganó 0-4 en un amistoso homenaje a Candi. La
devolución de visita al país nórdico fue brillante a más no poder y el Granada
en un magnífico partido se impuso 1-3 y se clasificó para la fase de grupos.
Fase de grupos de la EL
La fase de grupos que vino a
continuación es la Europa League per se, puesto que en esta etapa ya no se
disputan eliminatorias, sino que, en grupos de cuatro equipos, los partidos son
a doble vuelta por el sistema de liguilla, todos contra todos, con premio para los
dos primeros de cada grupo, que pasan a XVI. El Granada quedó integrado en el
grupo E junto a rivales ya de bastante más enjundia: PSV Eindhoven,
holandés, PAOK de Salónica, griego, y Omonia de Nicosia, chipriota.
Su primera cita fue en el Philips
Stadion, de Eindhoven, frente al PSV (Philips Sport Vereniging). Ahí es nada,
nuestro equipo enfrentándose de igual a igual a uno de los clubes más poderosos
del continente, cuyas vitrinas rebosan de trofeos nacionales e internacionales,
entre ellos una Champions. En esos momentos lideraba la liga Eredivisie. Pero
nada achantó a los nuestros, que se impusieron con autoridad (1-2) a los
holandeses. Un gol de Jorge Molina, a sus 38 años y 183 días, supuso, además
del primero del Granada en esta competición, dejar atrás (por apenas 10 días)
la marca que ostentaba el legendario Ferenc Puskas desde los 60 de ser el
jugador más veterano en marcar en una competición europea para un conjunto
español.
A finales de octubre se disputó la
segunda jornada, con visita al Nuevo Los Cármenes de otro club con abundantes
participaciones en trofeos internacionales, el PAOK de Salónica, que arrancó un
empate sin goles en un partido más bien flojo y aburrido. La victoria rojiblanca
en su primer partido en Holanda ya había dado el liderato del grupo E, que se
mantuvo con el punto conseguido ante el conjunto griego.
La tercera jornada, a principios de
noviembre, era a domicilio, en Chipre ante el Omonia. Era el partido número 100
de los dirigidos por Diego Martínez al Granada, pero tuvo que verlo por TV
desde su casa porque no pudo viajar con el equipo al dar positivo en un test
anti-covid, aunque con las modernas tecnologías no se puede decir que Martínez
estuviera del todo ausente. Tampoco pudieron viajar por la misma razón el
segundo, Raúl Espínola, ni el preparador físico José Alfonso Morcillo, ni el
jugador Vallejo. En el GSP Stadium de Nicosia otro preparador físico, Víctor
Lafuente, fue el encargado de hacer las veces de míster. Pero a pesar de ese
hándicap, el Granada se impuso 0-2. Otros tres puntos más que reafirmaron a
nuestro equipo en el liderato. Antonio
Puertas, con síntomas de covid, y Lucena, por haber mantenido contacto estrecho
con el almeriense, tuvieron que quedar en aislamiento y volver al día siguiente
en vuelo privado. El resto de los expedicionarios regresaron a Granada la misma
noche del partido en Chipre.
El viaje a Chipre trajo cola. La LFP
consideró que, entre la plantilla, el cuerpo técnico y el personal directivo,
antes de viajar a Nicosia había ya ocho positivos por covid, por lo que dicho
viaje no debía haberse realizado, agravado por los casos de Puertas y Lucena,
por lo que consideró la situación como un brote del virus, y eso obligó a
guardar cuarentena a todos los viajeros, salvo los que ya hubieran pasado la
enfermedad. Por ese motivo tuvo el Granada que comparecer en Anoeta, tres días
después, con una alineación improvisada sobre la marcha, con varios jugadores
del Recreativo y de los juveniles.
Tres semanas después, finalizando
noviembre, tras una pausa por partidos de selecciones, volvió la UEL para el
Granada, disputando ya la segunda vuelta de la fase de grupos, la cuarta
jornada. Gracias a ese paréntesis temporal, la pandemia no causó más estragos
entre la plantilla granadinista y no hubo que nuevamente improvisar un once
como en San Sebastián. En Los Cármenes tuvimos la devolución de visita de los
chipriotas, que volvieron a caer derrotados (2-1) por los rojiblancos. La
victoria reafirmó al Granada como líder del grupo E, ya con pie y medio en la
fase siguiente, los XVI de final.
De nuevo en casa, una semana más
tarde, el siguiente partido de esta liguilla fue frente al PSV, y aquí llegó la
primera derrota para el Granada, al perder 0-1. Bastaba un empate para
asegurarse el pase a 16º. Incluso la derrota podía valer, si el Omonia ganaba
su partido ante el PAOK, que fue lo que ocurrió, y así, a pesar de perder
frente al conjunto holandés se obtuvo el pase a la siguiente ronda y se mantuvo
el liderato del grupo. Los rojiblancos, no obstante, hicieron un más que digno
partido frente al PSV y merecieron al menos el empate.
El 10 de diciembre se jugó en La
Tumba, nombre del estadio del PAOK, el sexto y último partido de la fase de
grupos. En Tesalónica no pudo el Granada pasar del empate sin goles, el mismo
resultado de la ida, y ese único punto sumado supuso quedar finalmente en la
segunda posición del grupo E, ya que el PSV derrotó al Omonia y nos arrebató el
liderato. Al quedar segundo, entró el Granada en el tercer bombo (no en el
segundo), lo que implicaba que de primeras te podría tocar en XVI un “coco”…,
que fue lo que ocurrió, el Nápoles, con la ida en Los Cármenes dos meses
después.
La copa
La Copa del
Rey tampoco se dio mal y faltó muy poco para al menos haber repetido la proeza
de la temporada anterior y llegar a semifinales. Una vez clasificado para XVI
en UEL, sólo una semana más tarde de jugar en Tesalónica, afrontó nuestro
equipo su participación en la copa, este año, como el anterior, jugándose en
eliminatorias a partido único en casa del más débil hasta cuartos.
Un tercera,
el San Juan pamplonica, no opuso demasiada resistencia en el primer envite
(0-2). Tocó después un 2ª B, pero de los gallitos, la Cultural Leonesa, al que
hubo que derrotar en la prórroga (1-2). El Málaga, de 2ª, fue el siguiente
escollo, ya en XVI, salvado (1-2) sin demasiados problemas. Y ya en VIII tocó
un 2ª B con el que (como con el San Juan) nunca nuestro equipo se había visto
las caras previamente: el Navalcarnero, que había eliminado al Las Palmas y al
Éibar. En la localidad madrileña, el resultado lo dice todo, el Granada no tuvo
la menor dificultad para golear 0-6 y pasar a IV, un tanteo que es el segundo
mayor de toda la historia de nuestro equipo jugando a domicilio, sólo superado
por el 0-8 en el campo melillense del Rusadir de la 04-05.
Y así llegamos a los cuartos de
final, que deparó como rival al mismísimo Barcelona, que acabaría proclamándose
campeón. La última vez que el Granada se enfrentó al Barcelona en copa fue en
la mítica final de 1959. Una eliminatoria de diez años antes, 1949, también en
IV (2-2 en Los Cármenes y 5-0 en Les Corts), era otro precedente. A principios
de febrero, con Granada sacudida casi a diario por tropecientos terremotos en
lo que se llamó “enjambre sísmico”, que no tuvo más consecuencia que asustar al
personal, el único partido se jugó en el Nuevo Los Cármenes. Un gol de Kenedy
en la primera mitad y otro de Soldado nada más comenzar la segunda parte, a
punto estuvieron de volver a clasificar a nuestro equipo para semifinales, como
hacía un año, pero faltando dos minutos para el 90 y cuando ya paladeábamos la
victoria, un gol culé de carambola supuso el 2-1 y en el tiempo añadido
consiguió el Barcelona otro gol, por lo que hubo que ir a la prórroga. En la
media hora extra el Barça se mostró intratable y consiguió tres goles más por
uno de Fede Vico de penalti, y ahí acabó la aventura copera.
Sigue la Europa League
Dos semanas después de su eliminación
copera, mediados de febrero, volvía la competición europea para el Granada, con
partido en el Nuevo Los Cármenes frente al Nápoles en dieciseisavos de final. Éste
sí que era un auténtico hueso, pero el Granada brillantemente logró superar al
equipo italiano venciéndolo en la ida 2-0 y obteniendo un 2-1 en la vuelta en
Nápoles una semana después. Ambos encuentros los desarrollamos en la sección “Un
partido para el recuerdo” (en este caso, dos).
Superado el
poderoso Nápoles, tocó en sorteo puro un equipo noruego, el Molde, con varias
participaciones en UEL, pero siempre sin pasar de XVI. Dejando transcurrir dos
semanas desde el partido anterior, el 11 de marzo, la ida era en Granada. Denominador
común de toda la temporada del Granada, sobre todo conforme más avanzada estaba
ésta, han sido las numerosas bajas en los prepartidos de las tres competiciones
en que ha intervenido, pero en esta ocasión se batieron todas las marcas en ese
aspecto ya que para recibir a los noruegos el Granada disponía nada más que de
13 jugadores de la primera plantilla, entre lesionados y sancionados. La
convocatoria se quedó en 16 efectivos echando mano de tres jugadores del
filial. A pesar de todo, el Granada fue superior a su rival y con goles de
Jorge Molina y Soldado ganó 2-0.
Una semana después se jugó el partido
de vuelta, pero el Granada no viajó al país nórdico sino a Hungría, a otro
templo del balompié, el Puskas Arena de Budapest, ahora ya con una expedición
casi normal en cuanto a su número de efectivos. Por culpa de la pandemia,
Noruega permanecía cerrada y el equipo del Molde, en pretemporada pues su liga
no empezaba hasta abril, se vio obligado a utilizar estadios de terceros países
para disputar sus eliminatorias europeas. En la ronda anterior había actuado
como local en el campo del Villarreal. Un gol en propia puerta de Vallejo,
improvisado lateral derecho, fue contrarrestado en la segunda parte por el
empate de Soldado, y cuando finalizaba el partido un penalti sirvió a los
noruegos para apuntarse la victoria. En el 2-1 también tuvo gran importancia el
partidazo de Rui Silva, que desbarató al menos cuatro oportunidades muy claras
de los que actuaban como locales. El partido se pareció bastante al jugado en
Nápoles en la eliminatoria anterior. Hubo también que sufrir para sacar
adelante la eliminatoria, pero se consiguió una vez más con el trabajo
estajanovista de todos.
El United
Al día siguiente del pase a IV se
supo que la bola había otorgado como rival a un peso pesado: el Mánchester
United nada menos, que acababa de eliminar al Milán venciéndolo en su estadio,
ganador por tres veces de la Champions, una de la UEL, un campeonato
intercontinental y tropecientas ligas inglesas, por citar sólo sus más
importantes títulos, y que además cuenta con un presupuesto superior en ocho
veces al del Granada, por no hablar de que en sus filas hay jugadores cuyo
coste por sí solo supera el valor de toda la plantilla rojiblanca.
Con la ciudad engalanada de
rojiblanco por iniciativa municipal y los autobuses urbanos luciendo en sus
cabeceras la frase ¡Vamos mi Granada!, tal como ocurriera el año
anterior con ocasión de la visita en semifinales coperas del Bilbao, se preparó
el primer envite, en Los Cármenes, el 20 de abril. El club tuvo el detalle con
sus abonados de remitirles vía correo electrónico unas entradas virtuales para
el que se podría considerar partido del siglo en Granada si no fuera porque sus
fieles nos tuvimos que conformar con verlo por TV. Nunca el Granada se vio en
otra igual ni parecida, pero a los forofos no nos dejaron disfrutarlo. Esperemos
que no tengan que pasar otros noventa años.
El único que pudo estar en el estadio
(no sabemos si esta persona es hincha rojiblanco o no) fue un personaje ya
famoso en Granada por pasearse por toda la ciudad en bolas y encaramarse a los
monumentos hasta que vienen los bomberos a rescatarlo. Lo suyo es dar la nota,
que se dice, y así, mediada la primera parte la dio: salió el encueraíllo
de la grada de preferencia y atravesó el campo a lo ancho hasta que se lo llevó
la Policía. En la transmisión televisiva se le vio fugazmente, pero enseguida
circularon numerosos vídeos en las redes con la secuencia entera. La “gracia”
del stripper le costó al club una pasta (15.000 € del ala) al ser sancionado
por ese fallo en la seguridad del estadio.
Perdió el Granada 0-2, pero hay que
decir que en todo momento presentó batalla y que al todo poderoso United no le resultó
nada fácil la victoria, y que ésta llegó por dos errores puntuales de los
rojiblancos, al no defender bien un pase muy largo y por un penalti
perfectamente evitable en el minuto 89 de partido.
Una semana después, en Old Trafford, otro
templo totalmente silencioso, se acabó la aventura rojiblanca en UEL al caer
derrotado 2-0. Se adelantaron los ingleses a poco del comienzo y también, como
en la ida, cercano al final del partido, una desaplicación, un gol en propia
puerta de Vallejo, determinó el resultado final. El Granada nuevamente volvió a
presentar batalla y hasta dispuso de claras oportunidades de marcar,
desperdiciadas o desbaratadas por el portero De Gea. En cualquier caso, los
rojiblancos se despidieron de la competición internacional con la cabeza muy
alta y desempeñando un dignísimo papel. El United no pudo añadir un nuevo
título internacional ya que perdió en la final por penaltis ante el Villarreal.
La liga
En la temporada con más partidos
oficiales disputados por nuestro equipo en toda su historia, 58 (la anterior
marca databa de la 92-93, con 50 que se quedaron en 48 al ser anulados dos de
ellos), la primera vuelta liguera del Granada fue notoriamente mejor que la
segunda, y la explicación a los peores resultados de la segunda mitad la da ese
mismo hecho, el de jugar tantos partidos, ya que de septiembre a abril nuestro
equipo salió prácticamente a dos por semana entre las tres competiciones en que
participó. Tanto esfuerzo físico acabó pasando factura a una plantilla no
demasiado amplia y obligó a tener que improvisar en determinados puestos,
forzado por las abundantísimas lesiones de hombres básicos, que es otra de las
notas que caracterizan a la temporada 2020-21. Pero, con todo, el Granada
completó su sexta mejor temporada de las ya 25 de máxima categoría al terminar
noveno, y además en ningún momento peligró la permanencia entre los grandes
pues en toda la liga estuvo siempre nuestro equipo situado en la mitad alta de
la clasificación.
Comenzó en septiembre para el Granada
el campeonato de la regularidad con dos partidos consecutivos en el Nuevo Los
Cármenes saldados con sendas victorias frente al Bilbao y el Alavés. Pero en la
tercera jornada cayeron los nuestros de paliza en el Wanda Metropolitano (6-1).
Vino después una racha de cuatro partidos saldados con dos victorias y dos
empates. Hasta la jornada 9 (la octava para el Granada) no llegó la segunda
derrota. Una derrota en Anoeta que merece punto y aparte.
El Granada cabeza de turco
Situación insólita donde las haya se
produjo en la jornada 9, a principios de noviembre, cuando al Granada le tocaba
rendir visita a San Sebastián. El jueves anterior a la cita dominguera en
Anoeta, nuestro equipo había viajado a Nicosia para enfrentarse en el tercer
partido de la fase de grupos de la Europa League al Omonia, de donde se trajo
los tres puntos con un 0-2. La aplicación de las estrictas normas establecidas
para el control de la maldita pandemia determinó que en la plantilla
rojiblanca, su cuerpo técnico y la dirección deportiva, aparecieran hasta diez
infectados antes y después de viajar a Chipre, aunque entre esos diez sólo
había dos futbolistas: Vallejo y Antonio Puertas. Diez positivos fue
considerado como brote de covid por la Liga Profesional (que no por ninguna
autoridad sanitaria), o sea, el organismo futbolero dictaminó que existía un
vínculo epidemiológico entre tanto contagiado por el virus, y esa consideración
como brote obligó a guardar cuarentena a todos los desplazados salvo los que ya
habían superado la enfermedad, a pesar de que en pruebas realizadas a la vuelta
de Chipre a todos los regresados no aparecieron más positivos. El resultado fue
que para jugar en San Sebastián sólo quedaron disponibles siete jugadores de la
primera plantilla.
El Granada solicitó el aplazamiento
del encuentro, pero la Liga se mostró inflexible y obligó a su disputa puesto
que se podían reunir al menos 13 efectivos entre profesionales y jugadores del
filial que tuvieran el índice IgG (anticuerpos) positivo
o presentaran una PCR negativa, pero no hubieran viajado a Chipre. Así, nuestro equipo se vio forzado
a improvisar en Anoeta una alineación con los siete profesionales disponibles y
completada con tres recreativistas más el portero del juvenil de División de
Honor, y un banquillo asimismo integrado en su totalidad por futbolistas del
filial y del juvenil. Encima, de los siete de la primera plantilla, tres
(Soldado, Jorge Molina y Kenedy, que tuvo que jugar de lateral izquierdo)
andaban renqueantes por lesiones y enfermedad. Tampoco Diego Martínez pudo
dirigir desde la banda a los rojiblancos al tener que quedarse en Granada por
ser uno de los que dieron positivo en los tests de covid, su puesto lo cubrió
el único disponible, Juan Carlos Fernández, apodado “el pescao”, entrenador de
porteros y guardameta que fue del Granada a mediados de los noventa. Ese
partido de Anoeta lo vio Martínez desde su casa, lo mismo que el que jugaron y
ganaron sus pupilos en Chipre el jueves previo; en Nicosia ejerció como míster
el preparador físico Víctor Lafuente. Perdió el Granada, como estaba cantado,
por 2-0 (que pudo ser un 2-1 de no haber fallado Machís un penalti) ante una
Real Sociedad enrachada y que acabó la liga en puesto Europa League. Los
locales no quisieron hacer más sangre y no se emplearon a fondo.
Para colmo, se dio el caso de que
nuestro equipo incurrió en alineación indebida porque acabó el partido con sólo
cuatro integrantes del primer equipo y no los cinco a que obligan las normas
dictadas para el caso específico de la pandemia (normalmente ese mínimo es de 7
profesionales). En el descanso, dos de los tocados, Soldado y Kenedy, se
quedaron en el banquillo, y faltando quince minutos acabó de romperse Jorge
Molina y al ser sustituido se dio la alineación indebida por quedar sólo cuatro
profesionales en el campo. La sanción por alineación indebida significa dar el
partido por perdido por 3-0, cualquiera que haya sido su resultado, y además
una multa económica que puede llegar hasta los 9.000 euros. Pero no hubo
sanción porque la R. Sociedad, una vez los tres puntos en el bolsillo, no quiso
cebarse en el infortunio de los nuestros y no reclamó. Loable gesto el de los
donostiarras: más de una buena clasificación o de un título se ha perdido (o se
ha conseguido) en la historia del fútbol por un solo gol de diferencia.
Se dieron muchas explicaciones desde
la Liga Profesional para justificar la negación de aplazamiento del partido,
tal como fue solicitado por nuestro club, y se citaron infinidad de normas que
habría incumplido el Granada, además de (hilando muy, pero que muy fino)
señalar las diferencias del caso del Granada con otros precedentes en que sí se
concedió el aplazamiento. Pero lo cierto es que esa inflexible postura sonó a
aviso a navegantes díscolos ante posibles y futuras situaciones similares. En
cualquier caso, se olvidó que la liga es antes que nada una competición
deportiva en la que debe primar la igualdad de oportunidades, cosa que se
vulneró obligando a jugar un partido en esas condiciones. El resultado fue
causar un perjuicio al Granada, en esos momentos en una magnífica forma que muy
bien le podría haber supuesto arrancar algo positivo en su viaje a San
Sebastián. Los mal pensados no podemos evitar dudar de que a un grande también
se le hubiera obligado a jugar en esas circunstancias.
Andando el calendario volverán a
plantearse casos parecidos que implicarán a otros clubes, tanto de primera como
de segunda, pero ante el alto número de infectados no habrá tanta intolerancia
por parte de la Liga y se darán todas las facilidades para que los respectivos
partidos queden aplazados. Ni en primera ni en segunda en todo lo que quedaba
de liga se dio otro caso en que se obligara a un equipo a jugar con una
alineación improvisada. Ya lo vemos, para la cura en salud de los estamentos
del fútbol profesional se escogió como cabeza de turco a un modesto, claro, y
le tocó al Granada. Lo ocurrido a nuestro equipo en San Sebastián fue algo del
todo insólito.
Mejor antes que después
Un parón en la liga por compromisos
internacionales de selecciones hizo que el brote pandémico no afectara al
siguiente partido del Granada, que se jugó dos semanas después del de Anoeta.
Para entonces ya se había cumplido la cuarentena de los desplazados a Chipre
sin que el número de afectados aumentara. No obstante, el retiro obligado de
diez días sin entrenar para más de media plantilla dejó tocado al equipo y,
después de lo de San Sebastián, las tres jornadas siguientes las saldará con
una derrota en Los Cármenes ante el Valladolid, que acabará descendiendo esta
misma temporada, seguida de una nueva derrota, ahora en Vigo, y de un empate
casero in extremis frente al colista Huesca, otro de los descendidos.
A la mitad del calendario llegó el
Granada ocupando la séptima plaza de la tabla, una de las que dan derecho a
participar en Europa, con ocho victorias en su haber. Pero en la segunda vuelta
no se pudo mantener la buena clasificación y conforme iba avanzando más el
calendario, cada vez la enfermería se veía más poblada de titulares con los que
no se podía contar, consecuencia del cansancio acumulado por el elevado número
de partidos a los que había que hacer frente, por lo que los resultados fueron
peores y los puntos obtenidos en la segunda mitad de la liga cuantiosamente
inferiores a los de la primera.
Por fin se puntuó en Barcelona
Otra nota característica de esta liga
ha sido que el equipo ha obtenido lejos del Nuevo Los Cármenes pocos réditos,
sólo tres empates y cuatro victorias. Pero uno de esos partidos ganados a
domicilio fue en el mismísimo Camp Nou, 1-2, jornada 33. Hasta ese momento, las
24 visitas ligueras del Granada al Barcelona, así como una más en copa y otras dos
para jugar amistosos, siempre habían terminado con el mismo resultado: victoria
de los de casa, algunas de paliza. Salir del campo del Barcelona no derrotado
es por tanto otra de las marcas históricas del Granada de Diego Martínez.
Aarón; Foulquier, Víctor Díaz,
Germán, Nehuén, Quini; Eteki (Gonalons 61’), Yangel Herrera; Machís (Adrián
Marín 76’), Luis Suárez (Fede Vico 86’) y Soldado (Jorge Molina 61’), son los
nombres propios de los que escribieron esta página histórica el jueves 29 de
abril de 2021 en Barcelona. Se adelantaron los culés en el minuto 23 con gol de
Messi, pero en la segunda parte Machís, al cuarto de hora, y Jorge Molina
faltando diez minutos para el final, le dieron la vuelta al resultado y se
trajeron los tres puntos.
El Barcelona, de haber ganado, se
habría colocado líder faltando sólo cinco jornadas para el final, lo que
equivale a decir que pasaba a depender de sí mismo tras una liga muy irregular,
pero esa derrota reafirmó en el liderato al At. Madrid, que sería finalmente el
campeón 20-21. El Granada, por su parte, todavía tenía a tiro alcanzar puestos
europeos, pero ésta fue su última victoria en la liga ya que después atravesó
la peor racha de la temporada, encadenando cuatro derrotas consecutivas para
sumar ya solo un punto más, de un empate casero sin goles ante el Getafe con
que cerró la liga. Y es que a estas alturas y después de más de cincuenta
partidos disputados, nuestro equipo andaba exhausto y con lo puesto, con la
enfermería repleta y con hombres teniendo que forzar para poder completar
convocatorias. En Los Cármenes los de Koeman se habían exhibido esta misma
temporada ganando en sus dos visitas de forma incontestable: 0-4 en liga y 3-5
en copa, aunque ésta segunda tuvo que sudarla a base de bien. El desquite fue
apartar al poderoso Barça de un título que ya acariciaba.
Los filiales
La temporada
recién terminada, además de atípica por la configuración de los grupos de 2ª B
para abajo, ha sido de transición por sufrir una reforma la categoría de bronce.
A partir de la próxima temporada desaparece la 2ª B, desdoblada en 1ª y 2ª
RFEF. En la primera de esas nuevas categorías se integrarán los clubes que
se ganaron el derecho en liga regular más los correspondientes play off, y en
la segunda, que será en realidad la cuarta categoría del fútbol español, el
resto de los que consiguieron conservar su puesto. En este segundo grupo hay
que encuadrar al Recreativo.
El primer filial, del grupo IV,
subgrupo B, integrado por sólo 10 equipos, no logró meterse en el corte de los
que luchaban por acceder a 1ª RFEF y tuvo que luchar en la segunda fase con
otros cuatro equipos por no empeorar aún más su situación y descender a 3ª RFEF
(la Tercera División, que ahora es la quinta). Lo logró de forma agónica en el
último partido, en el campo del filial del Las Palmas, un partido-biscotto (que
diría un italiano) en el que apenas se jugó ya que el empate salvaba a los dos
contendientes. En realidad, cabe hablar de descenso del Recreativo ya que del
tercer nivel ha pasado al cuarto, que es la nueva categoría de 2ª RFEF en que
militará a partir de la 21-22.
El Recreativo, con una plantilla muy
renovada y poca presencia de jugadores de la tierra, y con David Tenorio
repitiendo como técnico, empezó bien la competición, pero fue claramente a
menos conforme avanzaba el calendario. Tras la jornada 14 (de 18) y ya algo
lejos de los puestos que podían dar acceso a 1ª RFEF, fue destituido Tenorio y
su lugar lo ocupó Rubén Torrecilla (con otro ex, Diego Máinz, de segundo), hasta
ese momento técnico del juvenil de División de Honor. La amenaza del descenso a
3ª estuvo latente hasta el último minuto de la segunda fase, pero con
sufrimiento se consiguió al menos no descender dos categorías.
El Granada
Femenino, dirigido por José Ángel Herrera, con una plantilla muy renovada, una
vez más (y van…) se quedó subcampeón, en su grupo de segunda, en la primera
fase de su liga, puesto al que parece abonado. En la segunda fase, en lucha por
el ascenso a la Liga Iberdrola, quedó tercero y militará un año más en segunda.
El último partido de esta fase, ante el campeón y ascendido Villarreal, se jugó
en el Nuevo Los Cármenes sin más público que los familiares de las jugadoras.
El Granada juvenil de División de
Honor, por su parte, también quedó subcampeón de su grupo, por detrás del
Málaga, en la primera fase de la liga. En la segunda acabó tercero, superado
por el Málaga y el Sevilla. Para entonces, Rubén Torrecilla, su entrenador
hasta que se hizo cargo del Recreativo, había dejado paso a otro ex futbolista
rojiblanco, Juan Antonio Milla, que venía dirigiendo al cadete A.
Obituario
Andrés Padilla, aquel medio
malagueño de Campillos, apodado el “Leyland” por su poderío físico y por ser
duro y fiable como los populares camiones de los años cincuenta, muy querido de
la afición por su entrega sin reservas, murió en agosto a los 88 años; seis
temporadas de rojiblanco y 119 partidos fue su hoja de servicios.
A los pocos días se nos iba a los 92
años un hombre bueno, Antonio Bailón, eterno presidente del Vandalia. Su
única vinculación con el Granada CF fue la de socio o abonado, pero resulta
obligado traerlo a esta sección porque a lo largo de sus 46 años como
presidente del club de Peligros se convirtió en toda una institución del fútbol
modesto provincial.
En septiembre murió Lelo a los
73 años, Rafael Jiménez Almazán. Salido del filial Recreativo, perteneció siete
temporadas al Granada CF, pero no llegó a debutar con el primer equipo en
partido oficial, su trayectoria como defensa la desarrolló en el Burgos y el
Tenerife. En distintas ocasiones desempeñó cargos directivos en el club y
últimamente presidía la asociación de ex jugadores rojiblancos.
Un mito del granadinismo nos dejaba
también en noviembre, a los 74 años murió el que sigue siendo a día de hoy el
futbolista que más partidos en primera ha jugado de rojiblanco, Pedro Fernández.
El mítico defensa de los setenta que formó una pareja legendaria con el
argentino Aguirre Suárez, murió en su casa del Zaidín, donde llevaba décadas
residiendo. A propósito del récord de Fernández, Foulquier está a treinta
partidos de superar la vieja marca del paraguayo recién fallecido.
Diego Armando Maradona se nos
fue también en noviembre. Su única vinculación con nuestro equipo es que su
hermano Lalo fue futbolista del Granada y por esa razón el propio Diego Armando
jugó un partido amistoso vistiendo la rojiblanca, en el que para la historia
del Granada ha quedado como el partido de los Maradonas, noviembre de 1987.
Pero ese único apunte histórico es suficiente para traerlo a esta sección
porque aquel partido figurará para siempre en el apartado de las grandes citas
de nuestro equipo, precisamente por contar en sus filas, aunque fuera en esa
única ocasión, con el que mucho tiempo fue considerado el indiscutible número
uno mundial.
A primeros de diciembre quien
fallecía era José Luis Moreno Codina, más conocido por su segundo
apellido, un veterano periodista deportivo que cubrió durante muchos años para
el diario Patria y otros periódicos granadinos las informaciones sobre el
Granada CF. Tenía 77 años, muchos de ellos pasados en Jaén, donde fue director
del diario del mismo nombre y donde un infarto acabó con su vida.
También en diciembre moría en
Zaragoza, a los 77 años, Manolo González, o “González hijo”, porque hijo
fue de aquel otro mítico González, el de los años cuarenta, a la vez que tío de
Lucas Alcaraz. Magnífico defensa nacido en Granada, de nuestra cantera salió,
llegando al primer equipo en 1964. En 1966, tras el ascenso de Málaga, fue
traspasado al Zaragoza, donde se estableció definitivamente alternando sus once
temporadas como titular de la defensa maña con la docencia en la universidad
zaragozana.
Domínguez, Francisco Domínguez López, un
portero que en el Granada jugó muy poco, también falleció en diciembre de 2020.
Tenía 85 años y era sevillano, de la cantera bética. Aquí vino del Huelva y
estuvo entre 1962 y 1964 sin llegar a la veintena de partidos, siempre a la
sombra de Otero.
Ya en 2021, en enero, moría Noya
entre la indiferencia de los medios locales, que apenas dieron noticia del
fallecimiento. Josep Antoni Noya Bou, un delantero catalán de buena técnica que
llegó al Granada en 1968 y estuvo tres temporadas, las dos primeras como
titular. En nuestra ciudad se quedó a vivir y aquí murió a los 81 años de edad.
También en enero moría Chaves,
Avelino Chaves Couto, que perteneció al Granada de 1950 a 1952. Era un
magnífico delantero centro con mucho gol, pero continuas lesiones le impidieron
rendir más en nuestro club, donde alcanzó a jugar sólo 31 partidos (17 goles).
Tenía 89 años y se había afincado en Zaragoza, a cuyo equipo perteneció y donde
también fue muchos años secretario técnico y como tal el constructor del equipo
de los “zaraguayos”.
En febrero murió en Madrid a los 82
años Pachín, Enrique Pérez Díaz, quien, con muy poca fortuna, entrenó al
GCF durante parte de la temporada 1988-89.
Ya en abril se marchó otro mito del
granadinismo, el grandísimo portero que fue Ñito, Cipriano Antonio
González Rivero, a los 81 años, en su Santa Cruz de Tenerife natal. Para muchos
fue el mejor portero de todos los que pasaron por nuestro equipo. Perteneció al
Granada ocho temporadas (de 1966 a 1974) y jugó 181 partidos. Recuerdo
imborrable para el que suscribe es su Simca 1.000 azul marino matrícula de
Valencia en el que después de los entrenamientos nos acercaba al centro a los
chaveas forofos y caza-autógrafos, así como sus “locuras”: sus salidas a
regatear contrarios hasta el centro del campo que a más de uno ponían de los
nervios.
Muy pocos días después moría otro
jugador tinerfeño que pasó por el Granada, Lope Acosta, que vistió de
rojiblanco únicamente en la temporada 83-84 (35 partidos y 4 goles). En la
memoria de todos está su gol de cabeza al Sevilla en copa con el tiempo
cumplido que empató la eliminatoria y dio paso a una prórroga épica que supuso
el pase a la siguiente ronda. Tenía 62 años.
LA PEQUEÑA HISTORIA DE LA TEMPORADA 2020-2021
Convocatorias de 23 y hasta 5 cambios en estadios desiertos.- No fueron novedades de esta
temporada pues ya las vimos en la anterior, pero sólo a partir de la
reanudación de la liga tras el parón de tres meses por haberse decretado el
estado de alarma en todo el territorio nacional. En la 20-21 rigió a lo largo
de todo el calendario la posibilidad de realizar cinco sustituciones en cada
partido. Además, toda la temporada se jugó en estadios vacíos. Sólo en las dos
últimas jornadas y en determinados puntos de la geografía se permitió la
asistencia de reducidos grupos de espectadores.
Mofa del patrocinador.- La empresa de apuestas online
Winamax, principal patrocinador del Granada CF, levantó la indignación de todo
el granadinismo con un tuit compartido
en Twiter. Ocurrió mientras se disputaba la tercera jornada de liga, en la que
el Granada caía fuertemente apalizado, 6-1, en el campo del Atlético de Madrid.
Un dibujo que representaba el mapa de calor del esfuerzo del portugués Joao
Félix, que tuvo una gran actuación esa tarde, consistía en un pene erecto
dirigiéndose hacia una silueta en forma de trasero humano, vulgo culo. La
dirección del Granada exigió a la casa de apuestas disculpas y una
rectificación por el irrespetuoso e hiriente tuit hacia el club y sus
aficionados, reservándose el derecho de emprender acciones legales. La “gracia”
fue inmediatamente borrada del medio social y a los pocos días Winamax pidió
disculpas al club, y ahí quedó todo.
Un récord de juventud.- Desde la temporada 2015-16 Peñaranda ostentaba el récord
de ser el jugador que con menos edad había debutado en el Granada CF,
concretamente 18 años, 5 meses y 22 días. Pero a partir de la jornada 9, ese
récord ha pasado al maracenero Ángel Jiménez, guardameta que debutó con 18 años
4 meses y 16 días. Se trató de un debut forzado por las circunstancias, porque
la Liga obligó al Granada a alinear en el estadio de Anoeta un conjunto
improvisado en el que varios jugadores eran del primer filial o del juvenil,
como es el caso de Ángel, quien tuvo una brillante actuación y se le augura un gran
porvenir futbolero. Afortunadísimo debut el de Ángel, que fue el mejor de los
rojiblancos y le paró un penalti a William José.
Y un récord de veteranía.- Si Ángel ha sido el más joven en debutar de
rojiblanco, Jorge Molina representa el otro polo y es desde la jornada dos, con
triunfo ante el Alavés, el jugador que con más edad ha debutado en el Granada
en sus noventa años de existencia: 38 años, 4 meses y 28 días. Fichado a
principio de temporada tras quedar libre en el Getafe, los 38 tacos de
calendario de su carné de identidad planteaban dudas acerca de su rendimiento,
pero Molina, con el mejor de los argumentos, con goles, ha despejado todas las
reticencias al convertirse en el máximo anotador rojiblanco de la temporada: 15
goles (8 en liga, 3 en UEL y 4 en copa), uno más que el otro ilustre veterano,
Soldado: 14 goles. Además, ha sido el segundo jugador de la plantilla que en
más partidos ha participado: 51, sólo superado por los 53 de Antonio Puertas.
El Recreativo también.- El Recreativo, en su partido de 2ª B en la Ciudad
Deportiva, que se jugó por la mañana frente al Córdoba el mismo domingo en que
aquel atípico Granada perdía en San Sebastián, empató a un gol, conseguido por el
hispano-gambiano Nuha en el descuento. Era la jornada 4 de su corto calendario,
pero en realidad este partido supuso su debut liguero, porque -otra vez la
maldita pandemia- se había visto obligado a aplazar los partidos de las tres
primeras jornadas (Murcia, Sevilla At. y Linares). A pesar de presentar, lo
mismo que el primer equipo, un once improvisado, con los pocos que no habían
viajado al país vasco más algunos juveniles, consiguió un punto en su estreno
liguero que no supo mal por anotárselo en el último suspiro y ante el mayor
aspirante al ascenso del grupo. El míster David Tenorio se mostró muy
satisfecho por el punto conseguido y explicó que para poder completar el once y
la convocatoria se vieron obligados a detener el autobús del equipo juvenil,
cuando éste salía a cumplir visita en otro campo, y bajar a varios de los
viajeros.
Los cordobeses presentaron una
reclamación por alineación indebida de dos futbolistas del filial que habían
viajado a Chipre con el primer equipo sin llegar a jugar: el portero Joao Costa
(también conocido como Andorinha) y el defensa Torrente; en el banquillo se
quedó el segundo portero, Arnáu, que también habían viajado a Nicosia. Pero esa
reclamación fue desestimada por el juez de competición de la Federación porque
resulta que en Segunda B no regían las estrictas normas anti-covid establecidas
por la Liga Profesional, y como las autoridades sanitarias locales y
autonómicas no declararon como brote (cosa que sí hizo la Liga) lo ocurrido a
la expedición a Chipre, los tres jugadores del filial, que habían dado negativo
en los tests practicados a todos los regresados, pudieron alinearse sin
vulnerar ninguna norma.
Canteranos debutantes.- Gracias a la atípica situación provocada por la pandemia
en el Granada que viajó a San Sebastián, desde esa jornada 9 dos granadinos más
se suman a la lista de futbolistas que debutaron en máxima categoría vistiendo
los colores rojiblancos: el portero Ángel, con récord de juventud en su debut,
y el centrocampista Isma Ruiz. El segundo ya había debutado la temporada
anterior en el primer equipo, pero se trataba de un partido de copa. Aparte,
los recreativistas Pepe, Barcia, Fobi, Bravo, Brunet y Plomer, se estrenaron
como jugadores de máxima categoría en el estadio de Anoeta, donde además vieron
el partido desde el banquillo, prestos a salir en cualquier momento, otros
canteranos: el almuñequero Echu, el también recreativista Abedini, éste de
nacionalidad suiza, y los juveniles Rafa y Carlos León.
Histórico tope salarial del Granada.- El tope salarial, esa barrera que
limita el gasto a todos los clubes del llamado fútbol profesional para evitar
que éstos se endeuden por encima de sus posibilidades e incumplan sus
compromisos, fue para el Granada esta temporada 2020-21 el más alto de su
historia, aunque esa historia sea todavía corta ya que el tope fue impuesto en
2013 por LaLiga. De los 37,8 millones de la temporada anterior, el
tercero más bajo de primera, pasó en este ejercicio a los 56,8, el 11º de
máxima categoría. El séptimo puesto y la clasificación para una competición
internacional de la 19-20 son la causa de que ese considerable aumento se
produjera, aumento que podría haber sido aún mayor si la pandemia no hubiera
impedido que en los partidos hubiera público. Como curiosidad hay que señalar
que desde que existe el citado tope, el más bajo de que ha dispuesto el
Granada, 9,5 millones, se dio precisamente en una temporada a recordar por
siempre, la del último ascenso en 2019.
Vestuario exprés.- Tan sumamente atípica ha sido la temporada 20-21 que hasta
el uso de los vestuarios de los desiertos estadios estaba minuciosamente
reglamentado. Las estrictas normas anti covid concedían no más de tres minutos
a los futbolistas de permanencia en los recintos para atarse las botas, y se
acabó. Y además había que hacerlo por tandas, para evitar apelotonamientos. En
casos excepcionales y con autorización de un supervisor, se permitían unos
pocos minutos más para cambiarse a ropa seca o para ducharse tras el partido.
El Granada, sus jugadores, según la Liga, hasta en dos ocasiones, en Getafe y
en el nuevo Los Cármenes frente al Levante, rebasó los límites de tiempo
establecidos y por esa razón a nuestro equipo se le abrió un expediente
disciplinario. Además, esa conducta “díscola” (según la LFP) de nuestros
jugadores fue un agravante a tener en cuenta cuando en noviembre se le negó al
Granada el aplazamiento solicitado de su partido en Anoeta.
Fin de una marca de Diego Martínez.- El partido de Granada en Vigo
acabó en derrota de los nuestros 3-1, pero este encuentro entra en la pequeña
historia de la temporada porque supuso el fin de una marca exclusiva de Diego
Martínez, cuyos pupilos, hasta ese partido, siempre que eran los primeros en
marcar acababan ganando o sumando al menos un punto. El Granada en tierras
gallegas inauguró el marcador con un gol de Luis Suárez, pero después los
locales le dieron la vuelta hasta quedarse con los tres puntos. No hay que
perder de vista que la caída de esa marca ocurrió después de disputarse 105
partidos dirigidos por Diego Martínez. En el campo del Huesca, jornada 24,
sucedió lo mismo y tras adelantarse en el marcador acabó el Granada sucumbiendo
3-2.
Diego Martínez en lugar preferente de la puerta de los
entrenadores.- A mediados de diciembre, el mismo día que
Diego cumplía 40, su retrato se hizo un hueco junto a los de otros entrenadores
con gran protagonismo en la historia del club, como Victoriano Santos, Kalmar,
Joseíto, Lucas Alcaraz y Fabri González. El panel donde se rinde homenaje a los
mejores técnicos de la historia, la número 5 del estadio, fue sustituido por
otro donde además de las efigies de los más ilustres aparece el nombre de todos
los entrenadores que alguna vez se sentaron en el banquillo rojiblanco.
Mejor arranque liguero en primera de la historia.- El Granada la temporada anterior
logró el mejor arranque liguero de su historia mientras militó en primera. Pero
ese récord ha sido batido en la 20-21. El cómputo lo hemos realizado teniendo
en cuenta las seis primeras jornadas, que saldó nuestro equipo con cuatro
victorias por un empate y una sola derrota, lo que supone conquistar el 86,66 %
del botín, muy por encima del 73,33 % de la 19-20.
Rui Silva se va gratis.- Casi dos temporadas consecutivas estuvo la dirección del
club tratando de renovar el contrato de Rui Silva, pero éste siempre se negó a
plasmar su firma. Sin duda y al olor de sus buenas campañas en el Granada que
le han llevado a la selección lusa, ya había sido tentado por una mejor oferta
económica, muy superior a lo que nuestro club podía ofrecerle. Cumplido su
contrato, el Betis, que ya estuvo el año anterior interesado en ficharlo, pero
no llegó a la cantidad en la que el Granada lo tasó, se lo ha llevado sin dejar
en la caja rojiblanca ni un mal euro.
Entre los 20 mejores equipos del mundo.- Para la IFFHS (International
Federation of Football History and Statictis), en el año 2020 nuestro Granada
fue el 19º mejor club de todo el fútbol mundial. Según informa Ideal, nuestro
equipo ha dado un súper espectacular salto en esa clasificación de nada menos
que 841 puestos respecto al 2019, ya que en esa anterior clasificación figuraba
en el puesto 860. Ese puesto 19º se convierte en 15º si tenemos en cuenta nada
más que los equipos europeos, y si atendemos exclusivamente a los clubes
españoles, entonces nuestro equipo en 2020 aparecería el 3º, sólo por detrás
del Sevilla y del Barcelona.
El gol 900.- En su temporada 25ª de primera, el Granada alcanzó el gol
a favor número 900. Ocurrió en el partido de la jornada 24, 21 de febrero de
2021, en el campo del colista Huesca, uno de los descendidos. El jueves previo
el Granada había derrotado 2-0 a todo un Nápoles en la ida de XVI de Europa
League, en el Nuevo Los Cármenes, por lo que compareció en Huesca con una
alineación en la que faltaban varios titulares. Los rojiblancos se adelantaron
con un bonito gol de Quina, incorporado en el mercado de invierno cedido del
Watford, pero al descanso perdían claramente 3-1. En la segunda mitad, con la
entrada de varios de los reservados, el Granada tuvo otro aire y consiguió su
segundo gol, que es el que supone el redondo número de 900 de los de máxima
categoría. Su autor fue Soro, con la contrariedad de que se lesionó en la misma
jugada del gol y ya no reapareció hasta las tres últimas jornadas. Fue un
partido bastante flojo el de los nuestros, que acabaron derrotados 3-2. El
joven Soro inscribe así su nombre en la historia de este club junto al de
históricos como Marín (100), Galvany (200), Luis Martínez (300), Hidalgo (400),
Porta (500), Lis (600), Recio (700) y Kravets (800).
El Granada Medalla de Andalucía del Deporte.- El pleno del Ayuntamiento de
Granada en sesión de 28 de enero acordó por unanimidad de todos los grupos
políticos proponer a la Junta de Andalucía la concesión al GCF de la Medalla de
Andalucía del Deporte, en su noventa aniversario, propuesta que fue aceptada y
así el director general Fernández Monterrubio fue el encargado de recibirla de
manos del presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, un mes después,
el 28 de febrero, día de Andalucía, en el teatro de la Maestranza de Sevilla.
No ganó la Selección.- El 25 de marzo en el Nuevo Los Cármenes, sin público por
la pandemia, como todos los jugados en esta temporada en el coliseo del Zaidín
(a excepción del Recreativo 1 Huelva 0, de la fase de permanencia en 2ª RFEF),
la selección española de Luis Enrique empató a un gol con la de Grecia en el
primer partido de clasificación para el Mundial de Qatar 2022. De las catorce
visitas de una selección nacional a nuestra tierra, incluyendo en ese recuento
el partido jugado en plena Guerra Civil por una selección de la zona de Franco
ante un improvisado Recreativo, y contando también todas las visitas a Granada
de otras selecciones menores (“B”, sub 21, sub 23), ésta es la primera vez que
un combinado nacional no sale triunfante en su partido en el nuevo o el viejo
Los Cármenes. Jugaron de blanco entero: Unai Simón; Marcos Llorente, Sergio
Ramos (Íñigo Martínez 46’), Eric García, Gayá; Rodri, Koke (Thiago 72’),
Canales (Bryan Gil 64’); Dani Olmo (Pedri 64’), Ferrán Torres (Oyarzábal 72’) y
Morata. Pedri y Bryan Gil eran debutantes con la selección absoluta.
Noventa aniversario.- El 6 de abril de 2021 el Granada CF cumplió 90 abriles.
Para conmemorarlo el club programó distintos actos e iniciativas a celebrar a
lo largo de 2021, como la de incorporar a la pechera de las camisetas
rojiblancas un logo inspirado en los arcos de entrada del viejo Los Cármenes
que lució en los partidos como local frente al Villarreal y el Éibar, ambos en
abril (la LFP sólo permite variar la indumentaria en dos choques). Además, puso
a la venta unas camisetas blanquiazules retro, como las del primer Recreativo
Granada, con el nombre serigrafiado en la parte posterior de los más de mil
futbolistas que pasaron por el equipo.
En mayo organizó una exposición
durante tres semanas en el edificio Zaida, de la Caja Rural, en la que se
exhibieron distintos objetos históricos: colecciones de cromos, balones, botas,
espinilleras y camisetas, la mayoría prestados para la ocasión por ese gran
aficionado de Vélez-Málaga que se llama Jesús Hurtado Navarrete, poseedor de
una de las mayores y mejores colecciones de este tipo que se pueden encontrar
en España.
Un concurso de relato corto para escolares
de toda la provincia y otro de fotografía fueron otras de las iniciativas. En
el horizonte quedó la publicación antes de que finalice el año de un libro que
se titulará “90 años, 90 historias”, en el que colaboran distintas firmas,
entre ellas las de los dos tocayos que firmamos la presente historia del
Granada CF.
Especial mención merece en el
apartado de actos conmemorativos del 90 aniversario, el detalle que tuvo el
club con sus más fieles seguidores regalándoles insignias de oro a quienes
llevaran cincuenta años o más abonados ininterrumpidamente, o de plata para los
de veinticinco años sin faltar. En el mismo acto, celebrado a finales de mayo
sobre el césped del Nuevo Los Cármenes, nombró historiadores oficiales del
Granada CF y entregó el correspondiente diploma acreditativo a quienes nos
dedicamos a esto de escribir la historia de nuestro club: José Luis Entrala,
Antonio Lasso, Manuel Martínez y los hermanos Ramos, Ramón y José Luis. Por lo
que nos toca a quienes redactamos este resumen anual de las vicisitudes de
nuestro GCF, vaya desde aquí nuestro agradecimiento eterno por lo que significa
de reconocimiento a una labor que, por otro lado, nosotros realizamos de mil
amores.
Un minuto menos.- Un árbitro que desde luego no está entre los preferidos
del granadinismo y con el que ya nuestro equipo tuvo algún tropiezo en citas
anteriores, De Burgos Bengoetxea es su nombre y vasco su colegio, tuvo un
lapsus monumental en el partido de la jornada 32 en la que el Granada visitaba
el Sánchez Pizjuán, donde no pudo pescar nada positivo. En el minuto 90 ganaban
los de casa 2-0, pero un penal a favor del Granada, ignorado por De Burgos y
soplado desde la sala VOR, hizo que Soldado pusiera el 2-1 en el marcador. El
trencilla había añadido cuatro minutos al tiempo reglamentario, pero cuando
sólo habían pasado tres pitó el final del encuentro en un momento en que
nuestro equipo parecía capaz de arrancar un punto. Las reclamaciones de los
rojiblancos por el minuto escatimado no surtieron efecto en principio, tuvo que
ser un linier quien le hiciera comprender al del pito el error en que había incurrido,
y así ordenó reanudar el partido cuando varios sevillistas ya se habían despojado
de su vestimenta deportiva. En ese minuto no sucedió ya nada porque apenas se
jugó.
En la historia del Granada hay por lo
menos dos precedentes en los que un árbitro despistado dio por finalizado un
partido antes de tiempo, pero ambos ocurrieron en los años cuarenta, cuando los
relojes eran todos de los que hay darles cuerda. En los tiempos actuales
resulta insólito que pasen estas cosas, pero eso fue lo que ocurrió a la vista
de todos, protagonizado por un árbitro que previamente había señalado un
“penaltito” en contra por el que el Sevilla se había adelantado, y a la vez
había mostrado distintos criterios para enjuiciar según qué cosas, en las que
siempre salían favorecidos los de blanco, incluyendo la anulación de un gol al
Granada por una presunta falta de Herrera.
Más récords de Diego Martínez.- El buen míster Diego Martínez en
sus dos años consecutivos dirigiendo al Granada en máxima categoría ha logrado
lo que ningún otro entrenador en toda la historia de las 25 temporadas en
primera: de las 76 jornadas disputadas entre ésta y la anterior, sólo en tres
de ellas estuvo nuestro equipo clasificado por debajo del puesto 10º, esto es,
la segunda mitad de la tabla. Además, se ha convertido en el único míster en
toda la historia rojiblanca, cualquiera que sea la categoría a que nos
refiramos, que ha conseguido sentarse en el banquillo rojiblanco tres
temporadas consecutivas completas. Por otra parte, los 58 partidos dirigidos al
Granada en la temporada recién acabada le han hecho dar un salto en la
clasificación de entrenadores con más partidos de rojiblanco y ahora ocupa el
tercer lugar, sólo superado por Joséito y Lucas Alcaraz, que son también los
técnicos que le preceden en la misma tabla, pero referida exclusivamente a
partidos de Primera División.
Más partidos que nunca y que nadie.- Los 38 partidos de Liga, más los
15 de Europa League, más los 5 de Copa del Rey, arrojan un total de 58 partidos
oficiales disputados por nuestro equipo en la 20-21, más que ningún otro equipo
español y bastantes más que en cualquiera de las ya 87 temporadas en las que el
Granada ha competido. El récord anterior era de 48 partidos y databa de la
temporada 1992-93, aunque en realidad fueron 50: 38 de liga, 6 de copa y 6 de
liguilla de ascenso, pero los dos partidos frente el Portuense de aquella liga
de 2ª B fueron anulados al ser excluido el equipo gaditano. El mismo número de
partidos oficiales, 48, jugó el Granada en la 2003-04, entre liga, play off de
ascenso y Copa Federación, y volvió a jugar un total de 48 partidos oficiales
en la 2010-11 (liga, Copa del Rey y play off de ascenso).
También ha caído el récord de más
partidos jugados por un jugador del Granada en una sola temporada, que
pertenecía ex aequo a Antonio Álvarez (47 en la 92-93, que fueron en realidad
49) y Abel Gómez (2010-11, también 47). Ahora el récord ha pasado a ostentarlo
Antonio Puertas, con 53. Además, Jorge Molina con 51 y Germán con 50, también
han superado la marca de Álvarez y Abel.
UN PARTIDO (de 180
minutos) PARA EL RECUERDO
Granada 2 Nápoles 0
Jueves 18 de febrero de 2021
Partido correspondiente a la ida de XVI de final de Europa
League
Estadio Nuevo Los Cármenes, totalmente vacío de público por
causa de la pandemia de covid 19
Árbitro: Sergei Karasev (Rusia).
Amonestó a los locales Foulquier, Rui Silva y Víctor Díaz; y a los visitantes
Elmas, Di Lorenzo, Insigne y Mario Rui
Entrenador: Diego Martínez
Presidente: Rentao Yi
Alineación del Granada
Rui Silva; Foulquier, Domingos Duarte, Vallejo (Germán 22’),
Neva (Víctor Díaz 78’); Gonalons (Eteki 78’), Montoro, Yangel Herrera; Kenedy
(Soro 70’), Jorge Molina y Machís (Antonio Puertas 70’).
Alineación del Nápoles
Meret; Di Lorenzo, Rrahmani, Maksimovic, Mario Rui; Lobotka
(Bakayoko 64’), Fabián Ruiz, Elmas; Politano (Zielinski 46’), Osimhen e Insigne
Los goles
1-0, m. 19: Yangel Herrera
2-0, m. 21: Kenedy
En la fase clasificatoria previa de
Europa League ya habíamos superado a algún hueso, como el viejo conocido
Malmoe, y en la de grupos que vino a continuación nos deshicimos de alguno más,
como el PSV. Una vez superadas ambas primeras fases el Granada se clasificó
para las eliminatorias a doble partido, empezando por XVI, y ahí ya tocó el
primer auténtico coco, el Nápoles nada más y nada menos, con el primer partido
en Granada. Su sólo nombre asusta. No necesita presentación este equipo
italiano con infinidad de participaciones en competiciones europeas y con una
copa de la UEFA en sus vitrinas, de 1989, los tiempos de Maradona. Tampoco hace
falta decir cuál de los dos conjuntos era el favorito en todas las apuestas
para pasar a la siguiente ronda.
Pero el Granada ofreció un perfecto
partido, pleno de orden y concentración, y desarmó al millonario visitante. Dos
goles casi seguidos en la primera parte, el primero de Yangel Herrera, de
cabeza a perfecto centro desde la derecha de Kenedy, quien redondeó un
sensacional partido; y el segundo del propio Kenedy sólo dos minutos después,
culminando desde cerca con un certero disparo cruzado una contra conducida por
Machís. El oficio de los rojiblancos para controlar las infructuosas
arremetidas de los azul-cielo, quienes, por otra parte, tampoco pusieron en
demasiados aprietos a Rui Silva, dieron una victoria de prestigio y una
estupenda ventaja con la que comparecer una semana después a la vera del
Vesubio, ventaja que faltó poco para que fuera de tres goles a favor de los
rojiblancos.
Duarte y Germán dejaron casi inédito
al ariete napolitano Osimhen, por quien el club italiano
había pagado sólo unos meses antes 70 millones de euros (70 millones fue el
presupuesto del GCF 20-21). Por otra parte, los tres centrocampistas rojiblancos, Gonalons, Montoro y
Yangel Herrera, realizaron un encuentro impecable en el que podríamos calificar
como el partido más importante de la historia rojiblanca hasta ese momento
(después tocaría enfrentarse con el aún más poderoso Manchester United).
Le faltaba algún titular al equipo
italiano, en un vestuario plagado de internacionales, en especial su goleador
mejicano Lozano, pero su entrenador, Gennaro Gatusso, reconoció que el Granada
fue mejor sin poder achacar a las ausencias la derrota. Diego Martínez, por su
parte, no quiso afirmar rotundamente que se trataba del mejor partido del
Granada de la temporada, pero dijo que fue muy completo en lo que se refiere al
equilibrio en todas las facetas del juego.
«Il Napoli cade a Granada: ora per gli
ottavi si fa durissima», títuló el diario romano “La
Repubblica”. Más o menos lo mismo que comentó el periódico
La Stampa: «Alla
squadra di Gatusso servirà un impresa giovedi prossimo per ribaltare il 2-0
della sfida di andata dei sediccesimi di finale di Europa League», que podríamos traducir como: el equipo de Gatusso
necesitará de una hazaña el jueves próximo para remontar el 2-0 de la ida en
dieciseisavos de final de Europa League. Seguramente es la primera vez que
estos prestigiosos medios italianos se ocupan de nuestro equipo.
Nápoles 2 Granada 1
Jueves 25 de febrero de 2021
Partido correspondiente a la vuelta de XVI de final de Europa
League
Estadio Diego Armando Maradona, totalmente vacío de público
por causa de la pandemia de covid 19
Árbitro: Daniel Siebert (Alemania). Amonestó a los
locales Politano, Maksimovic, Insigne, Bakayoko y Koulibaly; y a los visitantes
Kenedy, Montoro, Domingos Duarte, Germán, Yangel Herrera y Foulquier.
Entrenador: Diego Martínez
Presidente: Rentao Yi
Alineación del Nápoles
Meret; Di Lorenzo, Maksimovic (Ghoulam 46’), Koulibaly,
Rrahmani, Elmas (Mertens 59’); Bakayoko, Fabián Ruiz, Zielinski; Insigne y
Politano
Alineación del Granada
Rui Silva; Foulquier, Domingos Duarte, Germán (Yangel Herrera
55’), Neva (Nehuén 46’); Yan Eteki, Gonalons (Víctor Díaz 45’), Montoro
(Vallejo 83’); Kenedy, Jorge Molina (Soldado 84’) y Antonio Puertas
Los goles
1-0, m. 3: Zielinski
1-1, m. 25: Montoro
2-1, m. 59 Fabián Ruiz
El jueves
siguiente, en Nápoles, compareció el Granada en el estadio Diego Armando
Maradona, así recién renombrado en homenaje a quien en esa ciudad es toda una
divinidad, fallecido apenas tres meses antes. No pudo el Granada repetir
alineación, su once de gala, que tan buen partido ofreció en la ida, por las
bajas de Machís (lesionado en el calentamiento) y Yangel Herrera, aunque éste
sí pudo jugar unos minutos.
Para complicar más las cosas en el
antiguo San Paolo, a los dos minutos de juego se adelantaron los azules
aprovechando una pérdida de balón de Eteki en el centro del campo para montar
un rápido avance que pilló desprevenida a la defensa. Esto dio paso a una fase
en la que nuestro equipo estaba contra las cuerdas y se veía como muy posible
la remontada italiana. Pero en el minuto 25 Montoro de magnífico cabezazo a
centro de Foulquier llevó el empate al marcador y la serenidad a las filas
rojiblancas porque con ese gol eran ya tres los que necesitaban los locales (a
partir de la temporada que viene desaparece el valor doble de los goles en
campo contrario). Antes del descanso tuvieron que retirarse por sendas lesiones
musculares Gonalons y Neva.
A los diez minutos de la continuación quien se
veía obligado a salir, también por lesión, fue Germán, y poco después llegaba
el segundo gol local, obra del sevillano e internacional por España Fabián Ruiz.
Rui Silva estuvo a gran nivel y desbarató varias ocasiones de los azules
evitando que se moviera más el marcador, y de esa forma el Granada se clasificó
para VIII, sufriendo bastante en este segundo partido, pero en cualquier caso
de forma brillante.
«Aun con las ruedas del carro cargadas de palos, los
rojiblancos tiraron como mulos y remaron hasta la orilla sin ahogarse por el
camino, por más lesionados que fueran cayendo. Fue un ejercicio de
supervivencia abismal, uno más de este equipo que eleva su propio umbral de la
hazaña a cada gran ocasión que se le presenta», escribió José Ignacio Cejudo para
Ideal.
Gatusso, alterado, declaró a la
prensa que si un equipo italiano se hubiera portado como lo hizo el Granada, al
día siguiente era portada en todos los diarios, y que el árbitro había
permitido a los rojiblancos jugar de una forma irrespetuosa, con lo que estaba
refiriéndose a que los jugadores del Granada perdieron excesivo tiempo. Pero
sonaba más bien a pataleta esta salida del italiano ante la eliminación frente
a un modesto que al mismo tiempo dejaba en la cuerda floja su puesto de
entrenador, que ya venía siendo cuestionado.
El Granada fue sancionado por el
Comité Disciplinario de la UEFA con una multa de 29.000 € por varios
incumplimientos, como regresar al terreno de juego tras el descanso con unos
minutos de retraso o por celebrar toda la expedición la clasificación para la
siguiente ronda sobre el césped del Diego Armando Maradona, así como por el
número de tarjetas recibidas por los rojiblancos. También sancionó a Diego
Martínez con un partido de suspensión como responsable de todo, pero no llegó a
cumplirlo.