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jueves, 29 de mayo de 2025

85 HISTORIA DEL GRANADA CF. Temporada 2016-17

 

HISTORIA DEL GRANADA CF

 

 Capítulo 85

Temporada 2016-17


Último once del Granada en Primera División, 19 de mayo de 2017 en el nuevo Los Cármenes, Granada 1 Español 2. Ochoa, Adrián Ramos, Krhin, Lombán, Ingason y Rubén Vezo; agachados: Cuenca, Pereira, Uche, Entrena y Héctor Hernández

 

DESCENSO CHINO

 

 

La peor temporada de la historia

          A la sexta fue la vencida. Después de seis temporadas en Primera División, el segundo periodo más largo en máxima categoría de la historia rojiblanca, la 2016-17 trajo el descenso.

Si de las cinco temporadas anteriores se podría decir que todas se parecieron mucho, en el sentido de que se caracterizaron por el pobre juego ofrecido por el Granada CF y por obtener la permanencia en Primera División muy al final y contra pronóstico, milagrosamente, la sexta sólo se pareció a las anteriores en el pésimo fútbol practicado por los rojiblancos, pero agravado, y se puede decir que en la 2016-17 se tocó ya fondo en este aspecto. Desafortunadamente, en esta ocasión no hubo milagro y al finalizar la temporada el Granada perdió la categoría y descendió a Segunda División.

Este Granada 16-17 hizo historia porque superó varias marcas, algunas con más de cincuenta años de vigencia, pero esa historia y esas marcas pertenecen a la parte más negativa de su palmarés, y si por algo pasará a los anales rojiblancos este ejercicio será por ofrecer el juego más ramplón que se recuerda mientras el equipo militó en máxima categoría y por obtener el cuadro rojiblanco sus más deficientes resultados en una liga, hasta el punto de que completó la peor temporada de sus ya 86 años de existencia.

Los números no engañan: hasta finalizar la 16-17, de las ochenta y dos ligas ya disputadas por el Granada CF en cualquier categoría, la que arrojaba los peores guarismos era la 1960-61, en la que nuestro equipo sólo cosechó el 28,33 % de los puntos posibles; pero esta negativa marca, vigente 56 años, ha sido triturada en 2017 al sumar el GCF sólo el 17,54 %. Luego, la 2016-17 ha sido la peor temporada de su historia en lo estrictamente deportivo.


El “Tin” Angulo, fichaje estrella que quedó en nada

El “Tin” Angulo

          La muy olvidable 16-17 tuvo además un capítulo rocambolesco como fue la frustrada contratación de Angulo. A mediados de agosto el Granada realizó el llamado a ser gran fichaje de la temporada, el delantero centro ecuatoriano de 21 años José “Tin” Angulo, triunfador en la última edición de Libertadores. Venía por cinco temporadas en una operación cerrada en 4,1 millones € por el 70% de los derechos sobre el jugador, correspondiendo el 30% restante a su equipo de procedencia, Independiente del Valle, con el que venía de anotar 24 goles en la temporada recién finalizada, existiendo una cláusula de opción de compra sobre ese 30%, ejercitable dentro del primer año.

          Parecía una buena inversión, sin embargo apenas habían transcurrido diez días desde su incorporación y hasta había sido presentado en acto solemne con público y todo, cuando nos desayunamos con la noticia de que había dado positivo por cocaína en un control sorpresa previo a un partido de la Copa Libertadores recientemente celebrada. La reacción inmediata del Granada fue la suspensión del contrato del ecuatoriano porque, tal como ocurrió en su día con Dani Benítez, también positivo por la misma sustancia, al reciente fichaje le podían caer dos años sin jugar. Esa suspensión unilateral de contrato era adoptada cuando todavía el Granada no había desembolsado ni un euro de traspaso a pesar de que ya se había disputado la primera jornada del calendario (por cierto, Jémez no convocó al ecuatoriano para ese partido).

          La rescisión de contrato fue recurrida ante los tribunales por Angulo, calificándola como despido improcedente alegando que cuando se hizo no había una resolución oficial de suspensión ni se conocían los resultados del contraanálisis. En abril de 2017 la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) falló sancionando al jugador sólo con un año de suspensión, señalando que el futbolista no ingirió la cocaína de forma intencionada ni para mejorar su rendimiento deportivo.

          La resolución del affaire no es definitiva. Su club de procedencia, Independiente del Valle, demanda al Granada el pago de ese 70 % (4,1 millones €) de los derechos sobre el jugador a que se comprometió, pero ese pago no implicaría volver a enrolar a Angulo, que ha cumplido su sanción y ya puede jugar, sino que éste seguiría perteneciendo al club ecuatoriano. Si esto llegara a producirse, sería lo que le faltaba al Granada como colofón a la peor temporada de su historia. Pero las últimas noticias que hemos conocido, ya en junio, es que la Wada (Agencia Mundial Antidopaje) y la FIFA no están conformes con la sanción por un año y habrían apelado para ampliarla a dos.


Pere Guardiola y “Piru” Torralbo

Pere-Piru, un dúo muy poco dinámico

El modelo de gestión de los Pozzo -se dijo un año antes- estaba agotado. Traer a Granada cada año una pléyade de futbolistas ajenos y propiedad del italiano para que, si salía uno medio bueno, aquí adquiriera cotización e inmediatamente venderlo (sin que esa venta produjera apenas dividendos en las arcas rojiblancas), era una política que sólo había dado para conservar la máxima categoría año tras año con excesivo sufrimiento, milagrosamente, y la afición poco a poco comenzaba a dar la espalda al club, harta de ese perpetuo caminar sobre el filo de la navaja y de ese continuo reinventar el equipo de sus amores cada principio de temporada. Por esa misma razón, todo el granadinismo acogió con ilusión la llegada de nuevos inversores, pensando que éstos darían un giro a esa forma de hacer las cosas. Y lo dieron... pero para mal.

El nuevo propietario del club, John Jiang (o Jiang Lizhang), en su presentación ante la prensa y la afición, en junio de 2016, dijo que su idea era tratar de consolidar al club en Primera, seguir creciendo y más adelante dirigir la nave hacia metas más ambiciosas, léase Europa. Lo malo fue que para poner en práctica esos loables propósitos parece que no supo rodearse de las personas adecuadas. Se diría que se pecó por parte de la nueva propiedad de inexperiencia, y ésta se tradujo en la falta de acierto en la elección de las personas en quienes se delegó la adopción de las decisiones deportivas.

Esas personas, los responsables de la confección de la plantilla rojiblanca, tienen nombre propio: Pere Guardiola, hermanísimo de Pep y cabeza visible de la empresa de intermediación y management de deportistas Media Base Sports, no integrado en el organigrama del Granada CF SAD, pero de claras influencias en la confección de la plantilla como hombre de confianza del inversor chino y con el que hizo de puente para la compra del Granada CF.  De la mano de Guardiola vino un hombre de su cuerda: Javier Torralbo, Piru (el apodo le viene de su gran afición a las piruletas), hasta ese momento un cazatalentos a sueldo del R. Madrid, nombrado director deportivo y encargado de cerrar los fichajes, tarea para la que contaba con la sola experiencia previa de haber desempeñado un cargo similar años ha y para un club de 2ª B.  Hasta finales de febrero en que fue despedido aguantó Torralbo, así que los fichajes de invierno también fueron de su responsabilidad, y en esta faceta se equivocó algo menos.

La clave del gran chasco rojiblanco estuvo en las reiteradas decisiones deportivas erróneas y su consecuencia lógica: una plantilla muy poco competitiva para primera. El primer error fue descartar a futbolistas que ya estaban y que podían muy bien haber rendido. En segundo lugar, lo muchísimo que se tardó en confeccionarla, hasta ¡nueve! futbolistas se incorporaron con la liga ya empezada y, de ellos, cinco el mismo día en que se cerraba el mercado. Siguió la suma de errores con un vestuario en el que entenderse unos a otros era empresa harto complicada, un auténtico babel en el que se integraron hasta ¡veintiuna! nacionalidades distintas del total de 38 futbolistas (sólo 9 de la anterior temporada) que entraron en alguna convocatoria. Y para rematar, la mayoría de los llegados lo hicieron a título de préstamo (traducido en falta de implicación en la mayoría) y abundando la extrema juventud (e inexperiencia) entre ellos. La explicación más socorrida para tratar de justificar el despropósito fue siempre la limitación salarial impuesta por la LFP, que en el caso del Granada CF llegaba hasta los 31 millones € (según su director general Sergi Vieta), pero basta mirar el papel de otros equipos con un tope salarial más bajo para saber que lo que más faltó fue acierto en las incorporaciones.

Ambos, Pere y Piru, aparecen como los verdaderos responsables del desastre deportivo rojiblanco. Y junto a ellos aunque con bastante menos protagonismo, Paco Jémez, el primer entrenador de la temporada, responsable de la salida del equipo de futbolistas perfectamente válidos. Pero sería injusto cargar todas las culpas sobre estos tres nombres y quizás habría que apuntar más arriba y concluir que además faltó dirección a altos niveles, no sólo deportivos y, sobre todo, faltó inversión. Se diría que el inversor, el propietario, delegó más de lo conveniente, y que además no invirtió o lo hizo a la baja. Al menos así lo parece desde fuera.


Paco Jémez

Paco Jémez

En junio de 2016, una vez consumada la compraventa del club y presentada su nueva dirección, empezó a sonar con insistencia el nombre del argentino Jorge Sampaoli, con el que se decía existía un preacuerdo para que ocupara el banquillo del Granada. Pero pronto el nombre del ex seleccionador chileno se sustituyó por el de alguien de más bajo caché pero igualmente ilusionante, Paco Jémez, un entrenador caracterizado por sus planteamientos audaces de posesión y juego de toque que le dieron muy buenos resultados al principio en el Rayo Vallecano, pero que venía de descender a segunda con el equipo madrileño.

Jémez, que fichó por tres temporadas, se presentó anunciando una revolución en las filas granadinistas, de las que saldrían varios elementos pese a tener contrato en vigor. Esa revolución anunciada trajo la salida con la carta de libertad de jugadores contratados como Édgar, Ricardo Costa o Babin, y al mismo tiempo se fueron cedidos Fran Rico, Rubén Pérez y Machís (éste último obligado por ser extracomunitario y estar el cupo agotado con el fichaje del Tin Angulo). Excepto el ex internacional defensa portugués Ricardo Costa, enrolado en un equipo suizo, los otros se fueron incomprensiblemente a reforzar a equipos rivales directos del Granada como Alavés, Gijón, Éibar y Leganés, donde todos fueron titulares. Además, a los idos hay que unir los que eran propiedad de los Pozzo, como El Arabi y las perlas Success y Peñaranda, que en el incesante Monopoly futbolero de los italianos partieron hacia otros destinos lejos de los campos españoles. Encima, el futbolista con más proyección que quedaba, Rochina, se fue traspasado al Rubín-Kazán ruso, que pagó 10 millones € (8,5 para el Granada). A todos ellos, que perfectamente podían haber seguido en la plantilla rojiblanca en esta 16-17, iba a tener la afición más que sobrados motivos para añorarlos, porque los que vinieron en su sustitución, salvo alguna honrosa excepción, nunca estuvieron a la altura de los marchados.


Los de la foto recibieron la primera paliza de la temporada. Jornada 2, Las Palmas 5 Granada 1. De pie: Ochoa, Samper, Ponce, Lombán y Krhin; agachados: Cuenca, Tito, Uche Agbo, Luis Martins, Gabriel Silva y Boga

Con Paco Jémez se cosechó un empate frente al Villarreal (el 50 % del total de puntos que Jémez consiguió) en el debut liguero, en Los Cármenes, en un partido por lo menos pasable. A la jornada siguiente llegó el primero de los innumerables esperpentos 16-17 en rojiblanco con resultado de goleada en Las Palmas, un 5-1 que se puede considerar hasta corto por las grandísimas facilidades dadas por la cobertura granadinista. Y a la vez llegaron también las primeras muestras de que el míster no estaba a gusto y planteaba su posible salida: «Yo voy a dar todas las facilidades al club, porque a lo mejor lo que necesita el equipo es un cambio en el banquillo», declaró a la prensa.

Vino después la primera derrota casera, ante el Éibar en el descuento, en un partido en el que debutaron hasta seis nuevos jugadores, recién incorporados todos ellos. La mejor versión del Granada de Jémez se pudo ver en la cuarta jornada, en el campo del Betis, donde se consiguió el segundo (y último) punto de la etapa de Jémez en un partido que muy bien se pudo haber ganado (pero también perdido) tras desperdiciar una ventaja de dos goles y fallar Ponce un penalti a poco del final, pero esto no hizo cambiar su discurso a Jémez, que declaró días después al programa El Larguero que el convertirse en entrenador del Granada era el charco más grande en el que se había metido, porque el equipo de que finalmente disponía no era el proyecto que se le había prometido al firmar por nuestro club, y que en esos momentos era el reto más grande de toda su carrera como entrenador. La quinta jornada supuso una nueva derrota casera, ahora ante el Bilbao. Y la sexta fue también derrota, en el campo del Alavés, con otro desastroso partido donde lo único destacable (en el mal sentido) de los nuestros, como en los anteriores, volvieron a ser los fallos infantiles que cuestan goles, auténtico talón de Aquiles de toda la temporada.

Jémez a la calle

Tras la pifia en Vitoria Paco Jémez declaró a la prensa: «Con estos errores no hay posibilidad de competir en Primera. Creo que los fallos me van a costar el puesto». Y así fue, dos días después fue destituido. Dos empates y cuatro derrotas es el balance de su desafortunado pase por nuestro club, dos puntos de 18 posibles y el Granada en posición de vicecolista. Excepto Caparrós, despedido en la jornada 18, ningún otro técnico de un Granada de Primera fue destituido estando disputándose todavía la primera vuelta, Jémez consiguió otra marca negativa permaneciendo sólo seis jornadas.

Había llegado al Granada como un gran fichaje, pero defraudó todas las expectativas. Cabe decir en su descargo que poco más podría haber hecho con un plantel claramente muy poco competitivo, pero menos disculpa tiene que no presentara honestamente su dimisión si no le gustaban los futbolistas con que contaba y, por el contrario, forzara (al menos eso pareció) su destitución (y su finiquito) con sus provocativas declaraciones y la desgana que transmitían sus precipitadas y erradas decisiones deportivas. Además, se había creado muy mal ambiente por sus peleas verbales con buena parte de sus pupilos.


Lucas Alcaraz en su tercera etapa como entrenador del Granada

 Lucas Alcaraz

          Para el siguiente compromiso liguero, el de la jornada siete, en horario chino (13,00 horas) ante el Leganés en casa, como todavía no se había contratado al sustituto de Jémez, el banquillo lo ocupó el técnico del Granada B, Lluis Planagumá, hombre de la órbita de Guardiola. Pero el cambio sólo sirvió para que la hinchada nuevamente presenciara otro horrible partido de los rojiblancos y una nueva derrota que también trajo el primer farolillo rojo de la temporada. Si la imagen ofrecida por los nuestros hubiera mejorado algo quizás en lugar de técnico provisional el catalán se habría convertido en definitivo, pero no fue el caso.

A los pocos días fichó Lucas Alcaraz, el que ocupa la segunda plaza, detrás de Joseíto, en el ránking de entrenadores con más partidos oficiales dirigidos al Granada en toda su historia. Volvía así al equipo de su alma para completar su tercera estancia dirigiendo desde el banquillo a los rojiblancos y con la difícil pero no imposible misión de tratar de enderezar un rumbo más que perdido.

En su anterior etapa como técnico debutó con una victoria frente al R. Madrid. En esta ocasión no tuvo suerte en su debut, en el Manzanares, donde llegamos a ir por delante en el marcador y pareció que se había producido la transformación del equipo que se buscaba con el nuevo técnico, pero pasada la media hora inicial se volvió a lo de siempre, esto es, nula presencia en el medio campo y fragilidad extrema atrás, y de allí se trajo el Granada la mayor de las abundantes goleadas cosechadas en la temporada, 7-1.

Con Alcaraz no mejoraron demasiado los resultados, pero al menos al principio se notó su mano y el equipo actuaba con bastante más orden, cosechándose dos puntos más de los empates caseros ante rivales directos como Gijón y Coruña, y en medio visita al Nou Camp, donde, a pesar de que se preveía una goleada de escándalo sólo salimos derrotados por un único gol dando una imagen digna. También de su mano se consiguió puntuar en Valencia y Málaga y llegó por fin la primera victoria.

Justo la semana anterior al empate en Málaga, debido en gran parte a la sobresaliente actuación de Ochoa (cedido justamente por el Málaga), en la jornada 14, en Los Cármenes, el Granada venció 2-1 al Sevilla. En realidad no fue la primera victoria de la temporada sino la segunda ya que entre semana, unos días antes, los rojiblancos derrotaron al Osasuna de Caparrós (el único club que le disputó al Granada el farolillo rojo toda la liga) 1-0 en Copa del Rey. Ante el Sevilla se vio un partido muy bien jugado por los rojiblancos y muy vistoso para el aficionado, que por primera vez esta temporada tuvo motivos para pensar que los suyos no eran en realidad tan malos como decía su clasificación, y para soñar con la salvación de la categoría. Los tres puntos sirvieron para abandonar la posición de colista y subir al 19º.


En toda la liga el Granada ganó sólo cuatro partidos, éste fue el primero y llegó ya en la jornada 14, 2-1 al Sevilla. Forman: Foulquier, Boga, Gabriel Silva, Uche Agbo, Ochoa, Lombán, Saunier, Andreas Pereira, Sergi Samper, Kravets y Carcela

La mejoría experimentada dio paso de nuevo a la murria y vinieron a continuación más esperpentos en rojiblanco y una racha de cinco encuentros, entre ellos visitas al Bernabéu y a Villarreal, saldados con un único punto de un empate casero ante el colista Osasuna, con eliminación copera en medio ante el propio equipo navarro. Pero ya en febrero y con las incorporaciones del mercado de invierno en liza, vino el mejor momento rojiblanco de la liga, tres victorias consecutivas en casa (con derrotas intermedias en Éibar y Bilbao), que comenzó con la visita del Las Palmas, al que derrotó por la mínima en un buen partido intenso y ordenado de los rojiblancos. Siguió con la más amplia victoria de toda la liga, la única de las solo cuatro conseguidas que no fue por la mínima, 4-1 al Betis con los once jugadores iniciales de distinta nacionalidad, en el mejor partido de todo el ejercicio. Y culminó la racha casera de tres triunfos con la visita del Alavés, que también salió derrotado, 2-1 en un partido que exigió una gran entrega a los granadinistas. Gracias a esta racha lograron los rojiblancos acceder al puesto 18º y tuvieron muy a tiro escapar de los puestos de descenso.

A la jornada siguiente se presentó la mejor oportunidad, con visita a Leganés, en esos momentos a sólo dos puntos. Pero lejos de traerse algo positivo de Butarque, los rojiblancos, en horario chino, fueron derrotados con un gol solitario de Machís (el único que consiguió en toda la liga; pidió perdón públicamente sobre el mismo césped una vez conseguido el tanto), prestado a principio de temporada sin, para colmo, establecer lo que ahora se conoce como “cláusula del miedo”, por la cual los cedidos no pueden actuar contra su equipo de origen, y es que hasta en eso demostraron su ineptitud los responsables de la parcela deportiva.

A destacar el gran partido de otro cedido incomprensiblemente también sin cláusula, Rubén Pérez, digno de verlo multiplicándose en la zona de recuperación y creación de los blanquiazules mientras que en la equivalente zona rojiblanca sólo se veía un desierto, como en casi toda la temporada. El gran trabajo de Rubén Pérez para el rival contrastó con el nulo para los nuestros del que vino a ocupar su puesto a principio de temporada cedido del Barcelona con aires de crack, Sergi Samper, que salvo momentos puntuales en partidos concretos, no demostró otra cosa que inmadurez en las veintitrés jornadas que disputó.

En la grada estuvieron siguiendo el partido otros dos granadinistas más cedidos a los locales, aunque éstos en el mercado de invierno y ya con cláusula del miedo: Tito y Alberto Bueno. También contaba en sus filas el Leganés con Róber Ibáñez, lesionado de larga duración, que no jugó. Y también, y sí intervino en el partido y algún problema causó a la temblorosa zaga rojiblanca, el frustrado fichaje rojiblanco de invierno con pitorreo, El Zhar.

El debutante Leganés salvó la categoría con un equipo compuesto en gran parte por desahuciados rojiblancos, paradoja de paradojas. La derrota y cómo ésta se produjo, con un único gol propiciado por un fallo infantil rojiblanco y marcado por alguien a quien descartó la dirección deportiva granadinista y se fue a reforzar a un rival directo, viene a ser casi un resumen que puede explicar el porqué de la pérdida de la categoría.


El mejor partido de la temporada, Granada 4 Betis 1. Están en la foto: Ochoa, Adrián Ramos, Ingason, Gastón Silva y Hongla; con Wakaso, Pereira, Foulquier, Uche, Carcela y Héctor Hernández

Alcaraz renovado y defenestrado

De Leganés nos volvimos sin nada positivo, pero lo peor fue que ya en todo lo que quedaba de liga, ¡doce partidos!, los rojiblancos sólo fueron capaces de anotar un punto más, de un empate a cero en La Coruña en la jornada 30 (otro récord negativo más de la muy olvidable 16-17). Casi podría hablarse de una bajada de brazos tras el varapalo de Butarque. Quedaba margen para haber intentado todavía eludir el descenso, pero pareció que los propios futbolistas, conscientes de sus muchas limitaciones y sabiendo que aún había que recibir la visita de todos los grandes, se resignaron a su suerte

          Lucas Alcaraz en sus veinticuatro jornadas en el banquillo rojiblanco lo intentó todo para tratar de enderezar la situación: jugar con tres centrales, con dos, el 4-3-3, el 5-3-2, dar la oportunidad a jugadores del filial... Pero poco consiguió porque el problema del equipo era la total carencia de nivel para jugar en primera de bastantes de los hombres con los que contaba, unida a la desidia de otros que poseyendo la suficiente clase futbolera no se prodigaban o buscaban más el lucimiento personal. En palabras de Eduardo Zurita en Ideal Digital, el Granada 16-17 «...es una suma esquizofrénica de ineptitudes, egoísmos y falta de compromiso».

Estaba cantado el cese de Lucas Alcaraz, y llegó tras jugarse la jornada 31 y perder en Los Cármenes 1-3 con el Valencia de forma lamentable (otra más), a pesar de haber sido renovado hasta 2018 a principios de enero, justo después de caer derrotado 5-0 en el Bernabéu. Parece ser que lo que acabó de costarle el puesto fueron sus declaraciones tras el partido frente al Valencia, cuando dijo estar viviendo los peores momentos como entrenador de toda su carrera, y que nadie del club (hay que entender que no dejaba fuera a los dirigentes) está a la altura de la categoría, de la ciudad y de la afición, «hay que reconocer que nos está faltando aptitud y actitud». Sólo tres días después del cese era contratado como seleccionador de Argelia.


Tony Adams con Zidane en el partido Granada 0 R. Madrid 4. Cuarto entrenador

Tony Adams

          El sustituto de Alcaraz para las siete jornadas que faltaban fue Tony Adams, que llevaba en Granada desde noviembre sin que se supiera muy bien cuáles eran sus atribuciones. Así hasta que fue despedido Piru en febrero y pasó a ocupar su puesto, aunque de forma provisional mientras se encontraba a la persona idónea. Es hombre de confianza del inversor chino y vicepresidente de la empresa DDMC Football Club Management Company, firma que agrupa a las inversiones futboleras de Jiang, su presidente. Tony Alexander Adams es toda una leyenda del fútbol inglés y en sus tiempos fue eterno defensa central del Arsenal (“Mr Arsenal” le apodan), con varias presencias internacionales, pero sin apenas experiencia como entrenador ya que todo su bagaje en los banquillos se reduce a una temporada (2003-04) al frente del Wycombe, de la segunda división inglesa, y 16 partidos en la Premier League al frente del Portsmouth, donde fue destituido antes de terminar la 08-09. Aparte, una temporada en el fútbol azerbayano. Y pare usted de contar.

          Adams dijo a la prensa que no había venido a Granada para entrenar y que no estaba preparado, sólo vino -decía- para reestructurar y reorganizar toda la parcela deportiva. Y sobre su incorporación al banquillo comentó que su intención era «patearles el culo a los futbolistas», a ver si así reaccionaban. Desde luego, fue honesto en lo de que no estaba preparado para entrenar. A partir de hacerse cargo del banquillo Adams sucedió algo que parecía imposible de conseguir esta temporada: que el equipo jugara todavía peor. Su debut fue en un partido que rizó ya el rizo de los desatinos rojiblancos en una temporada tan abundante en ellos. Parece ser que quiso imponer a sus pupilos el viejo concepto de lo que siempre se ha entendido por fútbol inglés, de más músculo que toque, pero en lugar de un guiso aderezado con fútbol directo de ataque lo que le salió fue un bodrio incomible, y más que patearles las posaderas a los suyos pareció que fueron éstos los que cocearon las de su preparador y de paso las de la sufrida hinchada, que en esta ocasión ya no aguantó más y explotó en una protesta generalizada contra los futbolistas y el palco a la vez que iba despoblando las gradas cuando faltaba por jugarse más de un cuarto de hora. Y no es que enfrente estuviera el Madrid o el Barcelona, sino que el rival fue el Celta, mejor dicho, los suplentes del Celta, que reservó a sus estrellas ante la inminencia de un compromiso internacional. Sin apenas sudar, los de celeste se impusieron 0-3 en el nuevo Los Cármenes ante un Granada que por primera vez en toda su historia saltó al verde con un once por completo integrado por extranjeros.


Sporting de Gijón 3 Granada 1 (con gol gijonés de Babin) en la jornada 28. Ochoa, Saunier, Gastón Silva, Ingason y Pereira; con Carcela, Angban, Cuenca, Uche, Foulquier y Boga

Puntilla y linterna

          Las dos siguientes jornadas trajeron nuevas derrotas, en el Nervión sevillano y en Los Cármenes frente al Málaga por idéntico resultado de 2-0, así como dos nuevos ridículos rojiblancos. El siguiente partido, jornada 35, tocaba comparecer en Anoeta. En la víspera el Granada realizó un nuevo fichaje: el holandés John Metgod, defensa que fue del R. Madrid de los primeros ochenta y al retirarse entrenó a algunos clubes ingleses, que se incorporó como segundo de Adams. Ante la R. Sociedad el Granada ofreció la mejor cara de la mini era Adams, con un partido por lo menos no tan insufrible como los anteriores, pero nada pudo sacar de tierras vascas y cayó derrotado 2-1, consumándose con ese resultado el descenso ya matemático del Granada a Segunda División a falta de jugarse todavía tres jornadas. Otro récord negativo más que añadir al nefasto balance de la 16-17 ya que, hasta el momento, de los ocho descensos anteriores sufridos por nuestro equipo en toda su historia, sólo dos se consumaron antes de estar agotado todo el calendario, en la 60-61 y en la 87-88, pero tanto en una como en otra temporada el descenso matemático llegó a falta de sólo dos jornadas por disputarse.

          Anoten en letras negras la fecha de 29 de abril de 2017, ese día, en horario chino y en el estadio donostiarra de Anoeta, se cerró un importante ciclo en la historia del Granada CF.

          De las tres jornadas que faltaban por jugarse dos eran en casa, la primera ante el R. Madrid, que sin tener que correr endosó un 0-4, y la segunda era la visita del Español, que también se llevó los tres puntos en el partido que ponía fin a la liga y es por ahora el último del Granada en Primera. En medio de ambos hubo que visitar al Osasuna, también ya descendido, el único equipo que fue casi todo el campeonato por debajo, pero ni siquiera en ese campo fue el Granada de Adams capaz de arrancar algo positivo, así que ni la honrilla de no acabar farolillo rojo o linterna le dejaron a los rojiblancos, otro récord negativo más que sumar, si bien éste no es absoluto puesto que ya terminó una liga nuestro equipo como colista, en la 1960-61, la única hasta ese momento de las 82 ligas ya disputadas en cualquier categoría en la que el Granada acabó el último. La 60-61 fue durante 56 años la peor temporada de la historia. La 2016-17 la ha empeorado.

          El Balance de Adams al frente del banquillo no puede ser más desolador: siete partidos dirigidos y siete derrotas, 3 goles a favor y 17 en contra. Otro récord negativo más que anotar a esta horrible 16-17: de los 74 entrenadores que se sentaron en el banquillo granadinista a lo largo de sus 86 años de existencia y dirigieron al menos cinco encuentros, Tony Adams es el que peor coeficiente obtuvo (0 %). Adivinen quien es el penúltimo en esta poco honrosa clasificación; sí, ése mismo: Paco Jémez (11,11 %). Ambos hicieron bueno al que llevaba 32 años como el peor entrenador de la historia: José Antonio Naya (20,83 %).


Otra de las únicas cuatro victorias del campeonato fue la que consiguieron los de la foto sobre el Las Palmas (1-0) en la jornada 21. Ochoa, Cuenca, Adrián Ramos, Saunier, Ingason y Gastón Silva; Aly Mallé, Pereira, Uche, Foulquier y Carcela

Futuro

El presidente Jiang, que pasa la mayor parte del año en Shanghai pero, según él mismo, está al día de lo que aquí ocurre a través de su mano derecha, el vicepresidente Kangning Wang, aparece como último responsable del desaguisado deportivo y organizativo que ha supuesto la temporada 2016-17. Se le reprocha dejadez en el mando de la nave rojiblanca, delegando su gobierno en manos incompetentes, y también falta de inversión, de manera que determinados futbolistas que podían haber dado al equipo otra cara y quizás evitar la debacle y con los que hubo conversaciones avanzadas en pretemporada, al final se decidieran por firmar en otros clubes, y de ese modo hubo que hacer una plantilla de retales muy a última hora y con lo único que se pudo fichar: lo que no quería nadie. Todo se traduciría en que no es mucho su interés por seguir adelante con su aventura española. Jiang se defiende argumentando que el tope salarial de la LFP no da para más, y que la legislación de su país impide la salida de capitales al extranjero en la medida que sería conveniente, no sólo para potenciar su inversión española sino también la que supone la red de clubes que ha creado al estilo Pozzo. En reiteradas apariciones en la prensa local ha afirmado Jiang que su proyecto granadino es a largo plazo, con el objetivo principal de crear cantera e infraestructura (ciudad deportiva), y que está aquí para construir un club de éxito del que todos se puedan sentir orgullosos. En entrevista de Rafa Lamelas para Ideal de 22 de febrero de 2017 dice que no está dirigiendo al club para sacarle un beneficio económico ni para dar un pelotazo y marcharse después.


El vicepresidente Kangning Wang con John Jiang en el palco de Los Cármenes

Tras consumarse el descenso en Anoeta el presidente Jiang se dirigió a la afición mediante una carta abierta en la web oficial del club en la que afirma que está seguro de que la estancia en segunda será temporal (dos años como mucho, dice), y achaca el pésimo resultado obtenido a la inexperiencia y a la precipitación forzada por el escaso tiempo con que contaron para planificarlo todo.

 El propósito de enmienda con vistas al futuro expresado también por el presidente en su misiva se tradujo en el fichaje a finales de abril por tres temporadas de Manolo Salvador como director deportivo. Como futbolista profesional, fue Salvador un centrocampista todo terreno que jugó en el Albacete de Benito Floro, “el queso mecánico”, y como director deportivo, su mayor logro fue construir el Levante que ascendió a primera en 2008 y llegó a jugar competiciones europeas. Desde luego, éste no es un inexperto como su antecesor en el cargo, y su competencia en esos menesteres la tiene más que acreditada.

Salvador firmó ya en junio como entrenador a José Luis Oltra, con amplia experiencia en la nueva categoría del equipo rojiblanco, y también varios jugadores que hacen pensar que la recuperación de la máxima categoría es muy posible. Pero éste es un relato que pertenece ya a la siguiente temporada.       

El Granada B

          El primer filial, el Granada B, completó su cuarta temporada consecutiva en 2ª B, menos brillante ésta que en ejercicios anteriores, y en la que pasó por distintos altibajos llegando a estar a mediados de la liga cerca de los puestos de descenso para alcanzar un octavo puesto como clasificación final (ver cuadro resumen). Como entrenador tuvo toda la temporada al joven catalán Lluis Planagumá, con experiencia previa en los banquillos de los filiales de Español y Villarreal. La mayoría de sus futbolistas eran propiedad de Pozzo, como se acordó cuando la venta del club, por lo que tras la ruptura definitiva con el italiano serán muy pocos los que continúen la siguiente temporada. Hasta cinco de sus futbolistas llegaron a debutar esta misma temporada con el primer equipo, siendo de destacar en este sentido el jugador Entrena, uno de los dos únicos granadinos de la plantilla del filial que fueron titulares a lo largo de la temporada en el Granada B. Con ese debut Entrena se convierte en el que hace el número de veinticinco futbolistas granadinos salidos de la cantera y que jugaron en el primer equipo en Primera División.


El Granada B que se impuso 2-1 a La Roda en la jornada 3. Pol Ballesté, Jean Carlos, Entrena, Hugo Gomes y Hongla; Matheus Aias, Clifford, Navarrete, Tomás, Corozo y Pol Llonch

 

LA PEQUEÑA HISTORIA DE LA TEMPORADA 2016-2017

 

* Consejo de Administración granadinizado. Una de las primeras medidas que adoptó el nuevo propietario del Granada CF fue la de tratar de granadinizar el club. Para ello se propuso dar entrada en su consejo de administración al empresariado granadino, y en quien primero se pensó fue en Ignacio Cuerva, que encabezaría a un grupo de diez o doce empresarios locales, cuya integración sería remunerada. Ignacio Cuerva, el presidente de la junta gestora que en 2009 recogió el testigo de los Sanz y tras uno meses en el cargo dio paso a la era Pozzo-Pina, quedó así integrado en el organigrama del club ocupando el cargo de una de las dos vicepresidencias de relaciones institucionales, siendo la otra para el magistrado Antonio Iglesias Martín, ambos en sustitución de Javier Jiménez, que era hombre de Pina. Otra incorporación granadinizante fue la de Javier López García de la Serrana, abogado al frente de uno de los bufetes más importantes de la ciudad, nombrado director del área de Responsabilidad Social Corporativa, departamento de nueva creación con el objetivo de acercar el club al tejido social y empresarial granadino e impulsar la creación de una fundación.

* Rochina traspasado. La perla que le quedaba al Granada CF, Rochina, que tuvo un final de temporada sobresaliente en la 15-16, fue traspasado en el verano de 2016 al Rubín-Kazán ruso, entrenado por Javi Gracia, que pagó los 10 millones de euros de su cláusula de rescisión, de los que el 85% fue a parar a las arcas rojiblancas y el 15 % restante fue para su anterior club, el Blackburn Rovers. No cabe duda de que la marcha de Rochina, unida a las ya confirmadas de Succes, Peñaranda y El Arabi debilitaron bastante la faceta ofensiva del GCF.

* Inversiones chinas. John Jiang, el propietario del Granada desde junio de 2016, siguió invirtiendo en deporte de élite y adquirió el 5% del club Minnesota Timberwolves, de la NBA, y no contento con esto también se convirtió en máximo accionista del club de fútbol Chongqing Dangdai Lifan, de la primera división china. Al acto de presentación del nuevo propietario del club, en la lejana ciudad de Chongqing (casi 10 millones de habitantes), viajaron invitados en representación de su inversión hispana, el director general rojiblanco, Sergi Vieta y el director deportivo Javier Torralbo “Piru”, y además les acompañaba Javier Tebas, presidente de la LFP, y alguien a quien todavía no conocíamos por estas tierras pero del que íbamos a tener abundantes noticias a lo largo de la temporada, Tony Adams, en esos momentos designado director deportivo del club asiático. En el acto, celebrado en un céntrico teatro, se exhibieron vídeos en los que el club chino y nuestro Granada aparecían hermanados, y también se presentó a dos fichajes rojiblancos, ambos chinos: Feng Jim (el Messi del Lifan) y Wang Zixiang; este segundo, un portero de 18 años con paso previo por Udinese la temporada anterior, fue el único de los dos que acabó viniendo y se integró en las filas del Granada juvenil, de Categoría de Honor. La presencia de Tebas obedecía, se dijo, a la idea de potenciar el fútbol español en China y vender la marca Granada, y al mismo tiempo ir preparando el terreno para el paso al fútbol europeo de jugadores chinos. Más adelante, en marzo, saltó a la prensa la noticia de que Jiang andaba en negociaciones para la compra de un club belga de segunda división, el Oud-Heverlee Leuven, y otro de la primera inglesa, el Criystal Palace. Y ya en junio adquirió el 60% del nuevo Parma, de la serie B italiana. Jiang se ha propuesto seguir los pasos de Gino Pozzo, a quien admira, con inversiones en distintos países, y todo lo hace a través de la empresa DDMC (léase didiemsi).

* Trofeo Diputación. El Granada se presentó ante su público a primeros de agosto en disputa del V Trofeo Diputación, que hace pocos años vino a sustituir al fenecido Trofeo Granada. El Sevilla derrotó al Granada por el resultado de 0-2 y se llevó la copa (inspirada en la del extinto trofeo veraniego, aunque de mucho menor tamaño) ante una bastante buena entrada en las gradas a pesar de las fechas. Vimos a un Granada en el que se alinearon hasta siete futbolistas que en una semana o dos ya no iban a formar parte de la plantilla rojiblanca, un Granada tratando de asimilar el esquema de Paco Jémez, de defensa adelantada que intenta siempre sacar el balón jugado. Pero en realidad lo que pudimos ver fue un anticipo de lo que iba a ser toda la temporada a punto de echar a andar, un Granada sin definir, sin esquema y sin nivel para la máxima categoría en varios de sus componentes, y al que condenan sus enormes fallos de principiante en la cobertura.


Larraz, Pérez Andréu, Ramoní, Manolet y José Vargas Pérez, fallecidos

* Obituario. El primer ex granadinista que nos dejó fue Larraz, allá por agosto, a los 82 años y en Las Palmas de Gran Canaria, delantero argentino que pasó por el Granada con mucha más pena que gloria y que quizás ostente el récord de ser el de más baja estatura (1,60) que defendió nunca los colores rojiblancos.

En octubre moría en Tenerife a los 88 años Eloy Pérez Andréu, conocido en el mundillo futbolero por sus dos apellidos, fue un lateral izquierdo que estuvo en el Granada en dos etapas distintas, en la 54-55, cedido del At. Madrid, temporada en la que apenas jugó al tenerse que volver a su club, y en la 56-57, ahora fichado, temporada en la que fue titular y colaboró al ascenso, pero no renovó.

Ya en enero moría en Sevilla a los 87 años Ramoní, medio de gran clase y que está en la foto de la final de Copa de 1959, granadinista entre 1958 y 1960.

En febrero fallecía en Alicante a los 80 años Manolet, defensa y medio que perteneció al Granada entre 1960 y 1964 y jugó un total de 66 partidos.

A finales de febrero murió José Vargas Pérez, el socio más antiguo con el que contaba el Granada, abonado sin interrupción desde la temporada 1947-48; contaba 86 años.


Sánchez Osorio, José Aragón y José Luis Piñero también fallecieron esta temporada

* Obituario (2). Aparte de los citados, también a lo largo de la temporada fallecieron tres personas a las que se puede considerar pesos pesados del granadinismo.

En noviembre murió Mariano Sánchez Osorio, directivo muchos años, siempre a la sombra de Candi, y delegado de campo en los buenos años de primera, con especial mano izquierda para tratar a los árbitros; también fue propietario del campo del Zaidín que en una época se llamó Sánchez Herrera, cedido muchas veces gratuitamente para que los filiales entrenaran y jugaran sus partidos.

En febrero falleció José Aragón a los 81 años, presidente que fue en una de las épocas más oscuras del club y al cual salvó de una más que posible desaparición en 1991, cuando nadie quería hacerse cargo del equipo y las deudas ahogaban a la entidad tras la espantá de Murado.

Y ya a finales de marzo moría en Granada a los 86 años el gran periodista deportivo José Luis Piñero; era natural de Mahón pero se había afincado en Granada en sus años adolescentes y desempeñó su labor en Patria e Ideal y en Radio Granada, desde los años cincuenta hasta su jubilación en los noventa.

* Lo mejor, la afición. Esta temporada el Granada rozó la cifra de 16.000 abonados, 4.000 más que en la temporada anterior y casi los mismos que la del redebut en Primera, la 11-12. A ello contribuyó en gran manera la bajada notable del precio de los abonos y también el hecho de que a las alturas de comienzo del ejercicio estaba la afición todavía ilusionada con el cambio de propietario y la confección de una plantilla que, a priori, parecía competitiva. A pesar de los continuos despropósitos balompédicos a que fue sometida, la afición no se rindió y acudió al estadio animando a su equipo mucho más de lo que se merecía, organizando protestas, en todo momento moderadas y educadas, sólo cuando ya el resultado de descenso se veía como inevitable. La hinchada granadinista es lo único salvable de la peor temporada de la historia.


Preciosa vista del nuevo Los Cármenes en el partido en horario chino Granada-Leganés

* Nuevo patrocinador. A partir de la segunda jornada, las camisetas rojiblancas horizontales lucieron esta temporada como publicidad un letrero en grandes caracteres chinos y debajo la leyenda Energy King, marca comercial de una bebida energética muy popular -al parecer- en la lejana China, pero desconocida por estos pagos.

* Morientes. A finales de noviembre, cuando las cosas iban ya francamente mal en lo deportivo, saltó a la actualidad el nombre de Morientes como posible director deportivo en sustitución de Piru Torralbo. Días después se habló de que su puesto en el Granada sería el de director de fútbol, una especie de director general pero sólo de la faceta deportiva, un puesto de nueva creación que no implicaría el cese de Piru, aunque en la prensa se especuló con que su función principal podría ser ir preparando los fichajes del mercado de invierno. Pero finalmente nada se concretó y Morientes no se incorporó al club.

* La venganza de los ex. La pésima planificación deportiva del Granada que caracteriza la 16-17, con varios futbolistas que tenían contrato en vigor y muy bien podrían haber rendido, pero se les dejó marchar para que éstos reforzaran suicidamente a rivales directos, tuvo la curiosa y nefasta consecuencia de que varios de ellos aprovecharon sus partidos contra su antiguo equipo para reivindicarse con goles o buenas actuaciones. En la jornada 6 Édgar Méndez (dejado en libertad en verano) marcó el primero de los goles del Alavés del total 3-1 con que se impuso su equipo al Granada. En la jornada siguiente Fran Rico (cedido) tuvo una actuación destacada en la victoria del Éibar en Los Cármenes. Ya en la jornada 26, con visita a vida o muerte a Leganés, Rubén Pérez (cedido) se lució con una muy buena actuación, y el único gol del partido con el que salimos derrotados lo marcó otro cedido, Machís. Y ya en la jornada 28, en otro partido a vida muerte en casa del Gijón, junto al Osasuna también descendido, Babin (dejado en libertad) se vengó marcando el segundo de los goles de su equipo en su victoria (3-1) sobre el Granada. Por lo visto, en uno más de los grandísimos errores cometidos en la política deportiva del club, se pensó que ninguno de ellos podía hacer sombra a los que vinieron a sustituirlos y ni siquiera se tuvo la precaución de incluir en los contratos de cesión la llamada cláusula del miedo.

* Las televisiones mandan. Por si no fueran ya suficiente molestia para el hincha de a pie, el que acude a los estadios, los partidos a las tantas en viernes o lunes, esta temporada se programó además cada jornada un partido en horario chino, o sea, a las 13,00 horas del sábado (en China las 7 u 8 de la tarde), buscando promocionar el balompié patrio en el prometedor mercado del lejano Oriente. Con ese horario el Granada disputó un total de ocho partidos, tres en casa y cinco a domicilio, de los que ganó uno, empató otro y perdió los restantes, incluido el último de ellos, el que supuso la puntilla y el descenso matemático a falta de tres jornadas para terminar la temporada, en Anoeta.


La selección española que venció a Macedonia en el Nuevo Los Cármenes

* La Selección volvió a jugar en Granada. Y, como en todas sus visitas anteriores, obtuvo un triunfo. El 12 de noviembre de 2016 España derrotó a Macedonia 4-0 en el nuevo Los Cármenes, en partido oficial clasificatorio para el Mundial ruso de 2018. Jugaron: De Gea, Carvajal, Bartra, Nacho, Monreal, Busquets, Koke (Isco 71’), Thiago, Silva, Vitolo (Callejón 86’) y Morata (Adúriz 59’), como se ve, una selección muy renovada y con Julen Lopetegui de seleccionador en el que era su cuarto partido en el banquillo de la absoluta. No le resultó fácil a la Roja batir a los macedonios a pesar de lo abultado del resultado, y hubo que esperar hasta más de la media hora para ver el primero de los cuatro, que fue en propia puerta. Ya en la segunda parte Vitolo, Monreal y Adúriz redondearon el marcador. Acudieron al encuentro unos 18.000 espectadores, que es lo mismo que decir que se llenó por completo el Nuevo Los Cármenes, lo que ocurre es que no se pudieron utilizar las gradas de andamio de las cuatro esquinas porque la FIFA no homologó sus estructuras metálicas. Además, tuvimos el aliciente de ver con la roja a uno de los pocos granadinos que ha alcanzado la internacionalidad absoluta, el motrileño Jose Callejón, que jugó sólo unos pocos minutos pero fue recibido con una gran ovación de paisano a paisano y oyó su nombre coreado por unas gradas entregadas. Era la primera vez en la historia que un granadino jugaba en Granada como internacional absoluto. También pudimos ver al hasta la temporada anterior portero titular del filial Granada B, ahora en el Tarragona, Dimitrievski, defendiendo el arco de Macedonia. Y no llegó a salir, pero estaba en el banquillo, otro ex granadinista, Nolito.

* Antonio Álvarez medalla de oro del Granada CF. A mediados de noviembre el ex granadinista de los 90, Antonio Álvarez, fue homenajeado en su ciudad y por su club de toda la vida, el Sevilla FC, en cuyas filas jugó 13 temporadas y alguna más lo dirigió desde el banquillo. El Granada CF aprovechó el acto para sumarse al homenaje y mandó una delegación encabezada por Ignacio Cuerva, quien impuso a Álvarez la insignia de oro del club rojiblanco. Creemos que hay unanimidad entre el granadinismo sobre lo merecido del reconocimiento del club hacia Álvarez y sus inolvidables cuatro temporadas de rojiblanco.

* El gol 800. En la jornada 13, domingo 27 de noviembre de 2016, el delantero ucraniano Artem Kravets, que vino cedido del Dínamo de Kiev y procedente del Sttugart de la Bundesliga, consiguió inscribir su nombre en los libros de historia del GCF al marcar en Balaidos un gol que aunque no sirvió para puntuar (perdimos 3-1) sí tuvo el atractivo de ser redondo, concretamente el que hace el 800 de los conseguidos por el Granada como equipo de Primera División. Llegado casi sobre la bocina que anuncia el cierre del mercado de fichajes de principio de temporada, Kravets, que no se distinguió precisamente por su juego depurado, consiguió ser máximo goleador del equipo (compartido con Carcela y Pereira) con la raquítica cifra de cinco tantos.


Kravets, autor del gol 800 del Granada en Primera División

* Segunda fase de la ciudad deportiva. En diciembre y en ceremonia protocolaria, con asistencia del presidente John Jiang y del alcalde Francisco Cuenca, se puso la primera piedra de lo que será segunda fase de la ciudad deportiva del GCF. A comienzos de la temporada anterior se inauguró la primera fase, la cual se encuentra a pleno rendimiento y desde entonces viene siendo el lugar habitual de preparación para la primera y segunda plantillas, mereciendo el elogio de cuantos la visitan. Esta ampliación o segunda fase que completará las instalaciones, valorada entre tres y cuatro millones de euros, constará de una residencia para alojamiento de los integrantes de la cantera y concentraciones del primer equipo y de dos campos más, uno de ellos con gradas capaces de alojar a 2.000 personas, previsto para que el filial dispute allí todos sus partidos como local. En el momento de redactar este resumen de la temporada sólo se ha trabajado en el movimiento de tierras, y es que distintos problemas de tipo burocrático y las correspondientes catas arqueológicas parece que van a retrasar algo la finalización del proyecto y difícilmente podrá estar terminada en el plazo de un año, que era lo previsto.

* David Navarro y Javier Rufete despedidos. Poco antes de concluir 2016 David Navarro, gerente deportivo y delegado de equipo, y Javier Fernández Rufete, jefe de prensa, recibían la carta de despido del club, motivado el cese por haberse perdido la confianza en ambos por parte de la propiedad, que es la versión oficial, aunque también se podría decir que ambos despidos parecen obedecer al deseo de borrar toda herencia de la era Pina en el club. Alguna de las funciones que realizaba el primero -las de delegado de equipo- pasó a desempeñarlas Manolo Lucena, que ya venía actuando como delegado de campo y ayudante del míster. Y para las funciones de gerente deportivo fue designado algunos días después Fran Sánchez, de 28 años, oriolano aunque de familia granadina, con experiencia en el mismo cargo en el Elche. Para sustituir a Rufete fue designado Antonio García Armero, periodista lucense de 36 años que trabajó en Marca, que fue a partir de este momento el segundo en la faceta de comunicación, por detrás del director Míchel Martín. No sentó nada bien entre el granadinismo el despido de Rufete, que venía ocupando el cargo desde 2011 y en ese tiempo se había ganado el afecto de los profesionales de la información, por su trato cercano y siempre atento, y el de los aficionados organizados en la federación de peñas. Incluso algunas de éstas llegaron a convocar ante las puertas de las oficinas del club una manifestación de protesta por su destitución.


David Navarro y Rufete escoltan a Krhin el día de su presentación

* Relaciones con Pozzo. Las relaciones de la nueva propiedad con los Pozzo se deterioraron notoriamente durante la temporada, especialmente cuando llegó la hora de reforzarse en el mercado invernal. Se buscó insistentemente la vuelta, aunque fuera a préstamo para la segunda vuelta, de algunos de los futbolistas de la escudería Pozzo que la temporada anterior dejaron muy buen sabor de boca e influyeron bastante para que no se perdiera la categoría, especialmente Doucouré, Success y Peñaranda. Esta temporada la aportación de Pozzo a la primera plantilla rojiblanca se limitó a los futbolistas Gabriel Silva, lateral izquierdo de grandes limitaciones defensivas y al que hubo que cortar en enero, y Kone, un centrocampista que vino en enero lesionado y apenas jugó unos minutos. Aparte, todavía quedaban en el once titular Foulquier y Uche Agbo, y también la mayoría de futbolistas que se alinearon en el filial, de los que hasta tres, Hongla, Aly Mallé y Estupiñán jugaron algún partido con el primer equipo. Ninguno de los tres pretendidos acabó viniendo e incluso Peñaranda se fue a reforzar al Málaga, un rival directo en aquellos momentos. Quizás por estas razones, finalizando la temporada se comunicó al italiano la ruptura de toda relación en adelante. Y Así, en mayo salió el último representante de Pozzo que quedaba en el consejo de administración del club, el abogado Jordi Trilles, que ocupaba el cargo de vicepresidente, aunque este cese estaba previsto de antemano y era la consecuencia lógica del total traspaso de poderes a la nueva propiedad. El 20 de mayo se publicaba que el Granada cortaba todo tipo de relación con los Pozzo. El vicepresidente Kangning Wang se reunió en Milán con Gino Pozzo para comunicarle que el convenio por el que Pozzo podía ubicar aquí a futbolistas suyos se daba por concluido, así que no seguirá ninguno de los varios futbolistas rojiblancos pertenecientes a la escudería Pozzo salvo acuerdos concretos en casos aislados.

* El no fichaje de El Zhar. Fueron innumerables los desatinos que a todos los niveles tuvo que sufrir el hincha rojiblanco a lo largo de esta 16-17 para el olvido. Quizás lo que mejor pueda simbolizar la esperpéntica temporada sea el no fichaje del jugador El Zhar. El mismo día que se cerraba el mercado invernal tenía el Granada apalabrado a este jugador del Las Palmas que en la primera vuelta, en las islas, destrozó la débil defensa rojiblanca en un infausto partido en el que el Granada salió goleado 5-1, dos de los goles con su firma. El Granada, o sea, Piru, contactó directamente con el jugador y logró su contratación verbal sin hablar primero con su representante, y éste se vengó derivando a última hora al futbolista al Leganés, equipo en el que acabó enrolado. Para más inri, el intermediario, Luis Alonso es su nombre, se jactó poco después de haber dejado con dos palmos de narices al club rojiblanco y a su responsable deportivo mediante un comentario en las redes sociales tal que: «Lo han querido pero no han podido», acompañado de emoticonos que mostraban gestos de burla, lo que motivó la protesta oficial del Granada CF. Hubo que devolver los billetes de avión dirección Granada ya adquiridos y a reforzar al principal rival, el que marcaba en esos momentos el corte con el descenso, se marchó el delantero franco-marroquí. Se comenta por sí sola la no contratación de El Zhar y da una idea de en qué bisoñas manos estuvo la dirección deportiva 16-17. Quizás fue la gota que colmó el vaso porque pocos días después era destituido Torralbo.


El intermediario Luis Alonso publicó en Twiter esta nota en clara alusión al GCF

* Nueva Fundación y Granada CF de sordos. En noviembre de 2006, el Granada se autodotó de una Fundación, esto es, una organización dentro del club, sin fines de lucro y dedicada a obras sociales, humanitarias o culturales. Su vida fue efímera, prácticamente limitada a los años en que la familia Sanz figuró al frente del Granada CF, quedando sin actividad desde el momento en que don Lorenzo e hijo hicieron mutis de la escena, a finales de 2008. En febrero de 2017 el club decidió crear una nueva fundación, distinta de aquella primera, a la que le puso el nombre Fundación GCF 1931, con el fin, según lo expresado en el acto de presentación, de poner en marcha proyectos sociales de difusión del deporte y ayuda a los más desfavorecidos, siempre con el sello del Granada CF y con la idea de propagar la imagen del club por toda la provincia. El responsable de la Fundación es Josep Cortada. Sus primeras iniciativas fueron un acuerdo de colaboración con Asprogrades y el apadrinamiento de un club de fútbol para sordos, prestándole apoyo económico y permitiéndole usar la marca GCF y sus colores y símbolos, naciendo así el Granada CF de sordos. Este equipo ya en junio consiguió proclamarse subcampeón de España. Otra iniciativa promovida por la nueva fundación fue la que se llamó “Botas de oro para África”, por la cual jugadores de la primera plantilla y de los filiales donaron botas, guantes y camisetas para regalar a los niños del poblado keniata de Barsaloi.

* Once nacionalidades distintas, récord nacional. El mejor partido del Granada fue el de la jornada 23, viernes 17 de febrero, en el que el Betis salió derrotado 4-1. Esa tarde-noche el Granada batió un récord en su historia pero también en la liga española desde que ésta echó a andar allá por 1929: los once futbolistas que saltaron al nuevo Los Cármenes vestidos de rojiblanco eran cada uno de nacionalidad distinta, si bien Carcela y Pereira son belgas pero el primero es también marroquí y el otro tiene también la nacionalidad brasileña. Un único español figuró de inicio, el lateral izquierdo vallisoletano Héctor Hernández, incorporado en el mercado de invierno cedido por la Real Sociedad. Volvió a repetirse un once con todos de nacionalidad distinta en la jornada 32, en el debut en el banquillo de Tony Adams con visita del Celta; en esta segunda ocasión no hubo además ni un solo español en el equipo inicial, pero el resultado fue muy distinto ya que un Celta “B” apenas tuvo que despeinarse para ganar en el nuevo Los Cármenes 0-3.


Ochoa, Ingason, Krhin, Kravets y Gastón Silva de pie. Agachados: Pereira, Wakaso, Rubén Vezo, Uche, Saunier y Ponce. Ninguno de los de la foto es español. Granada 0 Celta 3 en el debut de Adams como entrenador

* Otro récord de extranjería. Aparte del récord nacional de jugar con once futbolistas de nacionalidades distintas, también por primera vez en su historia el Granada presentó un equipo en el que los once sobre el césped eran no nacidos en España. Ocurrió por primera vez el 20 de marzo en el campo gijonés de El Molinón, en la jornada 28 (3-1 perdimos) y sólo duró nueve minutos, que son los que mediaron entre la salida al campo de Kravets sustituyendo a Cuenca (67’), el único español de inicio, y el nuevo cambio al salir Samper por Angban (76’). Y volvió a verse un once entero granadinista de no españoles en la jornada 32, en el nuevo Los Cármenes, como queda dicho más arriba, en el partido de debut de Tony Adams como entrenador, con derrota 0-3 ante el Celta, pero en esta ocasión los once extranjeros formaron de inicio, y estuvieron sobre el terreno 72 minutos, hasta que en ese momento Héctor Hernández entró por Pereira. No se trata de un récord a nivel nacional puesto que el Sevilla ya lo había batido esta misma temporada en la jornada 4, con un once inicial compuesto entero por no españoles, pero sí lo es en la historia rojiblanca. El anterior récord de extranjeros granadinistas en un partido lo había establecido nuestro equipo en la 2013-14, con 10.

* Y otro récord nacional. El guardameta internacional mejicano, Guillermo “Memo” Ochoa, enrolado en el Granada cedido por el Málaga, inscribió su nombre en los anales del fútbol patrio al establecer un nuevo récord nacional, aunque éste no sea algo de lo que estar precisamente orgulloso: el de ser el portero más goleado en una temporada de Primera División de la liga española desde que ésta se disputa. La anterior marca negativa estaba en 79 goles en contra y la ostentaba desde la 95-96 José Ignacio Aizpurúa, portero del Salamanca. En la jornada 37 y penúltima, al caer el Granada derrotado en el campo del Osasuna por 2-1 se estableció un nuevo registro, aumentando los goles a 80. Finalmente la nueva marca ha quedado en 82 goles en contra ya que en la última jornada recibió el Granada dos goles más del Español.

* El Granada CF femenino. Entrenado por Roberto Valverde, a últimos de abril terminaba su liga invicto el Granada CF femenino, de segunda división. A pesar de su sensacional temporada, de llevar justo un año entero sin perder ni un solo partido y de haber conseguido 126 goles por sólo 18 encajados, no pudo recuperar la máxima categoría en la que militó hace dos temporadas, acabando segundo clasificado del grupo IV, que estuvo dominado por el Sevilla FC. Esta temporada estaba previsto que sólo el primer clasificado podría ascender.



Con los dos goles que encajó en el Sadar, Ochoa se convirtió en el portero más goleado de la historia de la liga, pero a pesar de ese récord negativo fue su actuación en la liga una de las pocas cosas salvables del Granada 16-17

 LOS QUE HICIERON HISTORIA EN EL GRANADA CF

 

Francisco  Guillermo “Memo” Ochoa Magaña

          Muy pocas cosas positivas se pueden extraer de la trayectoria del GCF en la nefasta temporada 2016-17. Una de esas pocas cosas fue la presencia en las alineaciones rojiblancas de este guardameta internacional mejicano, de magníficos reflejos, colocación y agilidad, considerado uno de los mejores del mundo y toda una leyenda viva en su país. Natural de Guadalajara, se inició en el club América mejicano para dar el salto a Europa en 2011 y enrolarse en el Ajaccio francés, recién ascendido a primera, en el que estuvo tres temporadas. Su gran papel en el Mundial brasileño de 2014 hizo que lo fichara el Málaga por tres años, pero en el equipo de la ciudad vecina tropezó con la gran forma del portero Kameni, que casi lo dejó inédito. Faltándole un año de contrato en el Málaga, el Granada obtuvo su cesión a principios de la 2016-17.

          En la larga y densa página de Wikipedia que de Ochoa se ocupa, tras dedicarle grandes párrafos elogiosos a su trayectoria en el fútbol de su país y en el francés, destacando sus muchas presencias internacionales y el haber sido incluido en 2008 en una selección mundial, su paso por el fútbol español ocupa muy poco espacio. A su estancia en el Málaga apenas le dedica siete renglones, y su temporada en el Granada la despacha con una única línea en la que nada se dice del descenso ni del récord negativo alcanzado.

          Y es que a pesar de su indudable calidad como cancerbero, no ha sido muy afortunado su paso por el fútbol español. En el Málaga se pasó en blanco toda una temporada y la segunda jugó muy poco. Y en el Granada ha inscrito su nombre no precisamente en la mejor historia del balompié español al convertirse en el portero que más goles ha recibido en una liga de Primera División: 82 (a una media de 2,16 por partido, la tercera peor de la historia rojiblanca, superada por la 42-43: 2,61, y por la 47-48: 2,23) ya que la anterior marca era de 79. Pero aunque se trate de algo de lo que no se pueda estar muy orgulloso, hay que decir que Ochoa, su actuación bajo los palos rojiblancos, fue una de las poquísimas cosas salvables de esta horrible temporada granadinista. No se puede olvidar que si llegó a encajar tantos goles fue sencillamente porque a pesar del baile de entrenadores que se sentaron en el banquillo del Granada, todos lo consideraron insustituible y sólo se perdió un partido (de Copa), y no suena a exageración afirmar que seguramente sin su concurso en lugar de 82 goles serían bastantes más los que habría encajado nuestro equipo. Baste decir que además de ser el portero más goleado de la liga también fue el que más paradas hizo, un total de 166 (162 según otras estadísticas) de récord, a más de 30 de los siguientes en esta clasificación. Esos números son bien indicativos de la grandísima fragilidad de la defensa rojiblanca 16-17.


Espectacular parada de Ochoa en Anoeta

          Sus comienzos granadinistas no fueron buenos. Repasando las crónicas de los primeros partidos es fácil tropezar con comentarios muy negativos hacia su labor (aquel gol a tiro muy lejano del Éibar... aquel gol del Leganés que costó el partido...), acusándolo de manos blandas y de falta de concentración, pero conforme iban transcurriendo las jornadas sus detractores se iban convirtiendo cada vez más en admiradores, y esto nos hace rememorar los primeros pasos en nuestro equipo de otro grandísimo portero que por aquí pasó, Ñito, también muy criticado al principio para después llegar a ser idolatrado. La incapacidad y la falta de actitud de muchos de sus compañeros de equipo condicionaron bastante su año granadinista (el propio Ochoa declaró a la prensa una vez terminada la liga que había jugadores que se escondían para no jugar los partidos o que fingían lesiones). No cabe duda de que las cosas hubieran sido muy diferentes si este magnífico guardameta hubiera militado en un Granada “normal”, no en este Granada que le tocó en suerte, el de la peor defensa que se recuerda y el de menos implicación de buena parte de los que lo formaban.

          Al terminar la liga se marchó con la selección de su país a disputar la Copa Confederaciones, donde volvió a brillar haciendo grandísimas y espectaculares paradas, y a su término, una vez cumplido su contrato con el Málaga, quedó en libertad y fichó por el belga Standard de Lieja. A pesar de todos los pesares, en Granada dejó muy buen cartel y puede ser considerado entre los mejores porteros que por aquí pasaron.






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