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jueves, 13 de marzo de 2025

14 HISTORIA DEL GRANADA CF. Temporada 1945-46

 

HISTORIA DEL GRANADA C.F.


Capitulo 14

Temporada 1945-46

 

Amistoso en Cabra, Córdoba, a primeros de junio de 1946. Por el Granada forman: Rey, Mas, Floro, Aparicio, Sierra, González y Millán; agachados: Zubizarreta, Sosa, Galvany y Trompi

 

 

CUANDO EL GOBERNADOR CIVIL NOMBRABA LOS PRESIDENTES 

 

 

La dimisión del presidente Pérez de Haro en los vestuarios del Metropolitano madrileño no se plasma en hechos reales. El primer día de la presente temporada, el 1 de julio de 1945, se reúne la junta y acuerda pedir ayuda al más deportista de los gobernadores civiles que ha tenido la provincia de Granada. Para ello se nombra presidente de honor a dicho gobernador que se llama José María Fontana Tarrats y era un falangista catalán aficionado al deporte que, entre otras cosas, construyó el Estadio de la Juventud y promovió con todos los medios a su alcance la práctica del esquí en Sierra Nevada. 

La otra decisión de aquel día de verano fue la de crear una Comisión que estudiara el problema económico.

 

El parto de la comisión 

Dos ideas geniales se le ocurrieron a la recién nombrada Comisión. 

  1. Pedir al gobernador que pague con dinero contante y sonante las deudas más perentorias de la entidad. 
  1. Que se autorice la emisión de obligaciones hipotecarias sobre el campo de los Cármenes, amortizables en 25 años. 

Y al mismo tiempo se acuerda no aceptar la renuncia del entrenador Emilio Vidal y renovarle el contrato. 

 

El Gobernador nombra al presidente 

Parece que ninguna de las ideas expuestas por la Comisión tuvo el eco esperado, aunque lo lógico era que ambas propuestas cayeran por su propio peso de las cosas imposibles. Tras un mes de tensa espera dimite definitivamente Juan Diego Pérez de Haro con toda su directiva y con el recién renovado entrenador. 

Entonces el gobernador Fontana se pone al mando del asunto con la autoridad que en aquella época tenía un gobernador civil y jefe provincial del Movimiento. O sea, toda la autoridad a nivel provincial. 

Fontana convoca una reunión donde nombra, por su cuenta y riesgo, nuevo presidente en la persona de Manuel Fernández de Prada y Villarreal, marqués de las Torres de Orán. El marqués, que no tenía el menor interés en ser presidente del Granada, debe obedecer la orden y se pone a revisar los papeles del Club. La primera sorpresa desagradable es que con 60 pesetas en caja hay que pagar en breves días 150.000. Con la ayuda de Fontana, se pagan. Y además se renuevan las fichas de Millán y González (ver la sección “Los que hicieron la historia del Granada C.F.” del capitulo anterior, donde González cuenta cómo fue esa renovación). 

También se resuelve el problema del entrenador con la contratación de un viejo conocido: Ignacio Alcorta “Cholín”, que firma en blanco y además comenta que el sueldo de entrenador es demasiado exagerado. En la parte deportiva promete volver a la antigua forma de jugar del Granada, a base de pase corto y a nivel del suelo.

 

Ignacio Alcorta, Cholín de nombre deportivo, es el entrenador de la 45-46

 

Una directiva de nombres ilustres 

En estos días se ha completado la directiva, llena de nombres ilustres del comercio y la “buena” sociedad. Vale la pena recordarlos para demostrar, una vez más, que muchos personajes de relumbrón no son necesariamente los mejores directivos de un club de fútbol. 

Tras el presidente, que todos llaman “el marqués”, hay tres vicepresidentes: José María Dávila, José Méndez Fernández-Fígares e Indalecio Romero de la Cruz. Secretario es Miguel Rubio Andrade, y vicesecretario, Enrique de Luna García. Tesorero, Pablo Acosta, y entre los 20 vocales nombrados están Gaspar Echevarría, Fermín Garrido Márquez, Luis Muller, Salvador Quesada, José Serrano Ocaña, Manuel Sierra del Mármol, Francisco Muñoz Mariscal, Antonio Carrillo González, Antonio Díaz Jiménez, Francisco Gómez Corro, José Jiménez Callejas y dos futuros presidentes; Luis Rivas Gálvez y Manuel López Font. 

Puedo afirmar y afirmo que algunos de estos flamantes directivos no habían ido al fútbol ni siquiera como espectadores. 

Y lo que tenía que pasar pasó. El marqués no aguanta más de 40 días en el cargo y dimite el 14 de septiembre, nueve días antes de empezar la Liga. Entra de nuevo en acción el gobernador y nombra presidente al hasta entonces vocal, comandante Manuel López Font. Un militar en activo dirige al Granada. Algunos piensan que al menos pondrá firmes a los jugadores.

 

La plantilla 

Con tantos problemas, casi nadie ha tenido tiempo de pensar en la formación de una plantilla capaz de dar el salto de nuevo a 1ª división. Se quedan la mayoría de los jugadores y mucha gente se convence de que ésa es la mejor manera de subir. Pero la cosa se tuerce porque, por uno u otro motivo (económico casi siempre), en octubre Nicola es traspasado al Hércules y en diciembre Milito queda sorprendentemente en libertad (seguramente la compró) y ficha por el Castellón primerdivisionista. Esto significa que se han ido dos jugadores fundamentales y el equipo se ha debilitado notablemente. 

Para sustituir a Nicola viene del Murcia Portilla, que juega tres partidos, marca dos goles y se descubre que tiene una lesión en el menisco externo de la rodilla derecha. Se opera a fines de noviembre, reaparece en febrero, juega dos partidos… y se acabó Portilla. No hay delanteros centros en la plantilla y se recurre a Sosa hasta que llega, cedido por el Real Madrid, el vasco Zubizarreta que a pesar de sus goles en los primeros partidos no llegó a ser el hombre que el Granada necesitaba imperiosamente. 

Para cubrir la baja de Melito llegó Palacios del Sestao. Tuvo cuatro partidos para demostrar su valía y terminó cediendo el puesto a Rey, que ya había jugado de medio centro, estaba en el Granada y era la solución más adecuada.

 

Dos que se van, Nicola y Melito, arriba, y tres que vienen, Zubizarreta, Portilla y Palacios, abajo, muy lejos los tres de hacer olvidar a los idos

 

La Liga 

Irregular es el calificativo que mejor describe el camino del Granada por la Liga en su regreso a la segunda categoría del fútbol español. Cuatro empates y tres victorias fuera de casa hubieran sido una maravilla si no estuvieran contrarrestadas por tres derrotas y un empate en los Cármenes. Por eso al final de la competición el Granada tenía tres positivos y estaba el cuarto en la tabla. Un puesto digno pero insuficiente. 

Las alineaciones demostraron que el equipo titular estaba prácticamente hecho pero que la ausencia de Nicola y Melito fue fundamental. Hubo puestos casi inamovibles como el terceto defensivo de Martí, Millán, González. Sosa y Sierra fueron los habituales medios alas con Melito primero y Rey después en el medio centro, salvo la efímera presencia de Palacios. 

En la delantera la posición de extremo derecha estuvo repartida entre Marín, Aparicio y García mientras que a la izquierda Paco Más no se perdió un partido, igual que Trompi en el puesto de interior derecha, con una sola ausencia. Safont y Galvany se alternaron casi a partes iguales en el interior izquierda mientras que en el centro del ataque fue Zubizarreta el más habitual desde que se incorporó al equipo, aunque también pasaron por el puesto; Nicola, Sosa, Safont, Portilla y Marín.

 

La Copa 

No se pudo repetir la hazaña de la temporada anterior porque, tras eliminar al Tarragona de primeras, el Valencia volvió ser verdugo de los granadinos con un 4-1 en Mestalla y una mínima victoria local por 1-0 en los Cármenes en el encuentro final de la anodina temporada.

 

Altas y bajas 

El 29 de mayo se remodeló una parte de la directiva y entró de nuevo Paco Cristiá junto a un vocal de remoto recuerdo: Rafael Peregrín, el primer capitán del Recreativo. Cristiá al tomar posesión anunció que el club debía 500.000 pesetas y que solo se contaba con 700 socios. 

El despido de Cholín, un mes antes acabar de temporada, el 1 de junio, y ya sin partidos oficiales que disputar, fue un mal detalle para el hombre que tanta honradez y cariño demostró en todas las ocasiones, y fueron bastantes, que estuvo al servicio del Granada en distintos puestos de trabajo. Antonio Conde, otro histórico del Club ocupó su puesto técnico. 

Pero el cambio más trascendente de este final de temporada es el fichaje de Paco Lesmes. Nadie le dio excesiva importancia, pero Lesmes fue enseguida uno de los mejores jugadores que han pasado por las filas granadinas. Estaba haciendo la mili en Ceuta y lamentablemente no se consiguió su traslado a Granada hasta un año después. Se perdió la próxima temporada, la 1946-47, pero el acierto de su fichaje no admite la menor duda. 

 

El Granada que ganó 1-2 en el campo del Betis en la jornada 20. Rey, Sosa, Millán, Mas, Safont, González y Martí; agachados: Galvany, Zubizarreta, Trompi y Sierra

 

 

LA PEQUEÑA HISTORIA DE LA TEMPORADA 1945-46

 

* La renovación del contrato de Millán y González dio mucho que hablar durante el verano. El escándalo fue mayúsculo cuando “Ideal” publicó que González pedía 250.000 pesetas por una temporada, que era una cantidad realmente exorbitante para la época. Seguramente el periódico agregó, sin darse cuenta, un cero de más a las 25.000 pesetas anuales por las que finalmente firmó el defensa tras una durísima negociación con el marqués de las Torres de Orán. Es la misma cifra que cobró Millán tras renovar por tres temporadas. Iguales los dos y con el mismo sueldo de 1.500 pesetas mensuales. González adujo en la discusión que el Barcelona le ofrecía un “suculento contrato”. Nunca sabremos si era un simple farol, aunque debemos recordar que tanto Millán como González tuvieron “suculentas” ofertas en muchos momentos de su permanencia en el Granada. 

* El cronista de “Patria” que presenció la prueba de tres canteranos; Rufino, Cepillo y Ballesta, durante un amistoso el 14 de septiembre, dijo que “ninguno servía para el Granada”. Y sería verdad porque ninguno fichó ni llegó a destacar posteriormente. 

* El Hércules pagó 80.000 pesetas por el traspaso de Nicola. El ariete no triunfó con los alicantinos y fue traspasado al Murcia. En Granada se le echó mucho de menos y dejó un hueco difícil de cubrir. 

* Luis Marín, el gran extremo, es expulsado por primera vez en su vida, a los 40 años de edad. Durante un lance del partido Granada-Santander fue agredido por el aragonés Ameztoy, Marín repelió la agresión y el árbitro Álvarez Santullano le mandó a la caseta. Y la verdad es que Marín estaba seriamente lesionado y debió permanecer mes y medio en el dique seco como consecuencia del daño causado por Ameztoy. 

* Esta fue la quinta y última temporada de Marín en el Granada, a donde llegó con 35 años y fue uno de los jugadores que más rindió en el campo y más agradó a los aficionados por su calidad y educación. Aún tuvo fuerzas para seguir una temporada más como jugador-entrenador del Antequerano. Y hasta llegó a salir a hombros de la afición de Antequera tras un partido triunfal. ¡Grande Marín!

 

El Granada sobre la nieve del zaragozano campo de Torrero, donde cayó derrotado el martes 22 de enero de 1946 en la jornada 16. Están: Rey, Trompi, Galvany, Zubizarreta, Sosa, Aparicio, González, Mas, Safont, Millán y Martí

 

* El encuentro Zaragoza-Granada no se pudo jugar el domingo 20 de enero de 1946 porque el campo estaba muy nevado. Se jugó el marte siguiente y los maños ganaron por 2-1. Una noche más de hotel maltrató la ya maltrecha economía del Club y encima González fue expulsado por el árbitro Trías en una jugada donde no había intervenido. El Granada elevó la reglamentaria protesta y la Federación no hizo ni caso. 

* El Granada hizo la temporada con muy pocos jugadores. La estadística dice que fueron 19, pero realmente eran 17 ya que Nicola-Portilla y Melito-Palacios no llegaron a coincidir en el tiempo. Quizás sea la temporada donde el Club ha tenido una plantilla más corta. Una de las razones por las que esto fue posible es que Millán y Más jugaron todos los partidos y Trompi y González solo faltaron en uno. 

* Martí fue un guardameta muy irregular al que se acusó en la pasada temporada de la derrota en la promoción ante el Celta. Pero, como Floro tampoco andaba muy fino, el entrenador Cholín le dio la titularidad. Cuando el Santander venció por 3-2, el 3 de febrero, Cholín perdió la paciencia y declaró que el tercer gol santanderino había sido culpa de Martí y de “su enfermiza obsesión por componer la figura en lugar de ir a lo práctico”. Pero lo mantuvo en el once titular y finalizó su etapa en el Granada encajando un increíble gol en un descomunal fallo ante el Coruña. Los gallegos ganaron por 1-2 en los Cármenes porque Martí encajó un gol dejando pasar el balón entre las piernas. 

* Aquel partido contra el Coruña era fundamental para alcanzar el ascenso directo con el segundo puesto o, al menos, el derecho a la promoción, con el tercer lugar. Se jugó el 3 de marzo de 1946 cuando solo quedaban cuatro jornadas para terminar el torneo. Los jugadores estuvieron recluidos en el Albergue de Educación y Descanso en Sierra Nevada porque era imprescindible ganarle al Coruña… pero no se pudo. 

Ascendieron Sabadell y Coruña, y el Tarragona jugó la promoción que no ganó. Si el Granada le hubiera ganado al Coruña y todos los demás resultados hubieran sido iguales, habría conseguido el ascenso directo en el segundo lugar de la tabla con 32 puntos. El Sabadell siempre en cabeza con 35 y el Coruña, tercero con 30 puntos. Pero incluso con el empate, la clasificación hubiera sido: Sabadell 35, Coruña 32, Granada 30 y Tarragona 29. Y se habría jugado la promoción.


 

 

Paco Mas, jugador rentable donde los haya 

 

LOS QUE HICIERON HISTORIA EN EL GRANADA C.F

 

 

Francisco Mas Piquet 

Paco Mas era una gran figura del fútbol español de la posguerra. Con el Español de Barcelona fue campeón de Copa en la temporada 1939-40 y subcampeón del mismo Torneo en la siguiente. 

Por eso, su ingreso en el Granada C.F. en la temporada 1942-43 fue una auténtica bomba. Mas, que había sido pretendido por el Barcelona, recaló en un club que añoraba a un extraordinario Camilo Liz, y el catalán tenía muchas papeletas en contra para hacer olvidar a su antecesor. Le costó trabajó convencer a la afición y a los entrenadores. Primero estuvo dos temporadas alternando con Aparicio y luego, a la tercera va la vencida, fue la permanente referencia del Granada en la posición de extremo izquierda. 

En su última temporada, la desastrosa de 1951-52, pasó del césped a los despachos como integrante de la Comisión Gestora que se constituyó bajo la presidencia del periodista Daniel Saucedo Aranda. Mas, con el defensa Toñín, representaba a los jugadores en aquella Gestora que intentó y, por fin consiguió, evitar la debacle absoluta de un Club que hacía agua por todas partes incluyendo su descenso, luego no confirmado, a la 3ª división. 

Paco Mas fue un jugador hábil y cerebral al que a veces se le acusó de pasotismo Sin llegar a calar tan profundamente como otros jugadores de más carisma, fue querido y respetado por todos y dejó un grato recuerdo tras jugar 226 partidos con el Granada, por su calidad futbolística y humana.

 

 

Zubizarreta, Mas, Millán, Palacios, Aparicio, Safont, Sosa, González, Trompi, Galvany y Martí, el Granada que empató a un gol en Atocha en la primera jornada de la segunda vuelta

 

La renovación absoluta emprendida por el tándem presidencial Osorio-Dávila en 1952 se llevó por delante al jugador Paco Mas, que renunció a los dos años de contrato que le quedaban, pasando a entrenar al filial Recreativo. Con una plantilla muy renovada, los recreativistas vivieron momentos de gloria en esta temporada y hasta uno de sus delanteros, el extremo Díaz Cara, fue noticia nacional cuando en la cuarta jornada de liga era el máximo goleador nacional de todas las categorías, con nueve tantos en cuatro partidos. 

Paco Más tuvo su merecidísimo homenaje el 15 de mayo de 1953 y se marchó a su Barcelona natal tras once años en Granada, dejando atrás la casa que tanto le gustaba y que habitó en el barrio de la Bola de Oro. Se llevó con él el grato recuerdo de cuantos le conocieron, y vivió muchos años más junto a la Rambla catalana, manteniendo en su memoria y en su corazón –y a la recíproca– esa larga década granadina de futbolista, entrenador y dirigente.

 





13 HISTORIA DEL GRANADA CF. Temporada 1944-45

 

HISTORIA DEL GRANADA C.F.

 

Capítulo 13

Temporada 1944-45

 

Colección de cromos 44-45 patrocinada por una marca de azafrán

 

 

EL PRIMER DESCENSO

 

 

El 23 de julio de 1944 el Granada tiene nuevo presidente. Es el séptimo de su historia. Era vicepresidente en la junta anterior y se llama Juan Diego Pérez de Haro. Se puede decir que esta directiva es la de los comerciantes porque en ella figuran algunos tan famosos como Moisés, Indalecio y Roda. La lista de vocales es impresionante por su número, nada menos que 22 y el total de miembros de la directiva llega a la extraordinaria cifra de 31. Entre tantos hay uno al menos, el secretario técnico Paco Cristiá, con amplia experiencia en materia futbolera. 

El nuevo presidente confirma que la deuda pendiente asciende a 400.000 pesetas y añade que el club tiene 1.500 socios y se necesitan por lo menos 3.500. 

 

La plantilla 

Continuidad es la palabra que define la situación de la plantilla. El mismo entrenador, la misma base completa del equipo que fue titular la temporada anterior y apenas cinco fichajes. El medio centro aragonés Rey que permanecerá mucho tiempo en el club y se adaptará a distintos puestos en media y defensa; el interior Galvany del Constancia de Inca; y el delantero Acedo, cedido por el Sevilla. Además, los tradicionales defensas para suplir a Millán y González que apenas jugarán. En este caso son Martín Picá y Llano. 

 

La Liga 

Platko mantiene lógicamente el conjunto del año pasado excepto, y para sorpresa de todos, dos delanteros, justo dos de los máximos goleadores. Safont y Nicola son sustituidos al empezar la Liga por Acedo y Galvany. El sevillano responde bien y hasta tiene su día glorioso con tres goles marcados al Oviedo en el 5-1 que se llevaron los ovetenses de los Cármenes en la cuarta jornada cuando el Granada estuvo en el séptimo puesto, su mejor clasificación de toda la Liga. 

Arranca entonces una horrible racha de nueve jornadas con siete derrotas, un empate y una victoria. El Granada está en el último lugar de la tabla con siete negativos y la paciencia se acaba. Han sido tres derrotas en los Cármenes (Castellón, Madrid y At. Bilbao) sumadas a un empate del Murcia también en casa. Platko es despedido y Pepe Millán se hace cargo de los entrenamientos por primera vez, de las muchas que ocupará este puesto interino. La provisionalidad dura poco y como está la Navidad por medio Millán no tiene que asumir la responsabilidad de dirigir un partido. El nuevo técnico, Emilio Vidal, llega el día 23 de diciembre y el día de fin de año ya está al frente del Granada en partido de Copa que se gana al Hércules por 4-2. Hace bueno el dicho de que entrenador nuevo, partido ganado y suma cuatro encuentros seguidos imbatido.

 

Emilio Vidal sustituye a Esteban Platko a mediados de temporada

 

La era Vidal 

Vidal revoluciona la alineación con medidas drásticas. Salen del equipo titular nada menos que cuatro pesos pesados: Floro, Melito, Marín y Trompi. Sus sustitutos son Martí (que lleva mas de un año sin jugar), Rey, García y Acedo. En marzo vendrá la lesión de Millán, en el partido internacional disputado por el granadino contra Portugal, y Vidal coloca en la derecha de la defensa al aragonés Rey que deja su puesto de medio centro de nuevo a Melito. El mismo día 25 de marzo de 1945 vuelve Marín al equipo mientras que Trompi lo haría solo para los cuatro últimos partidos de la temporada. 

Vidal se hizo cargo de un equipo con siete negativos y terminó la Liga con siete negativos. Esto quiere decir que la actuación del Granada bajo su mando fue sumamente correcta y respondió a lo que se esperaba, un equipo en mitad de la tabla. Pero el lastre era tan grande que no se pudo evitar la promoción de descenso. Una promoción jugada a partido único, en campo neutral y contra el tercer clasificado de 2ª división, ya que los primeros ascendían al lugar que dejaban vacante los dos últimos de Primera. 

 

El éxito de la Copa 

Esta vez el torneo de Copa no se jugaba al final de la Liga, sino que las primeras eliminatorias se intercalaban entre los partidos ligueros. Por eso Vidal debutó en diciembre con un partido de Copa y su primer éxito fue eliminar al Hércules de Alicante con dos victorias en los dos partidos. Vino luego otro segunda, la Real Sociedad y otros dos triunfos granadinos dejaron fuera a los donostiarras. 

El primer conjunto de 1ª llegó en los cuartos de final y fue el Castellón, que estaba haciendo una campaña muy buena en Liga. El 3-0 logrado por los levantinos en su casa de Sequiol parece dejar todo visto para sentencia pero en la vuelta, tres goles de Nicola y uno de Mas ponen un 4-1 que iguala la eliminatoria (entonces los goles fuera de casa no valían más) y en el desempate jugado en Madrid, el Granada vence ¡y se clasifica para la semifinal! Nunca se había llegado tan lejos en la Copa. 

El sorteo le depara al temible Valencia y todo parece perdido tras la derrota, 2-0, en Mestalla. Así fue, pero no sin vender cara la eliminación con un partido excepcional en Los Cármenes que narro en la sección de “un partido para el recuerdo” y que fue señalado por muchos como el más completo y mejor encuentro disputado jamás por el Granada.

 

El Granada pierde 2-1 en Atocha, en Copa, pero pasa a cuartos por el tanteo de la ida en Granada (3-0). De pie: Rey, Sosa, Millán, Mas, Nicola, Acedo y Ramos; agachados: Trompi, García, González y Martí

 

Derrota en la Promoción 

Con el ambiente eufórico del buen final de Liga y la espléndida campaña de Copa se acude a Madrid, el 17 de junio de 1945, para disputar el partido único de promoción contra el Celta de Vigo. 

Todo se vino abajo en 90 minutos en el estadio Metropolitano ante un público escaso que se decantó por los gallegos y chilló con fuerza a los “crecidos” granadinos. La dolorosa derrota por 1-4 dejó profundas huellas y se buscaron culpables. El portero Martí se tragó literalmente el tiro libre desde 40 metros que Fuentes convirtió en gol. Y luego encajó tres tantos más, dos de los cuales eran parables. Pero, profundizando un poco más, se vio que la culpa principal radicaba en el improvisado medio centro Ramos, jugador poco habitual en las alineaciones, que cuando salía jugaba de medio ala y que no pudo en ningún momento realizar el papel de ordenador y director del juego. Quienes podían hacer este papel eran Rey, que jugaba en la defensa desde la lesión de Millán, y Melito que estaba lesionado, aunque había viajado con el equipo. Saucedo Aranda, desde las páginas de “Patria” afirma que “se le debió poner una inyección para adormecer el dolor como ya se ha hecho en otras ocasiones”. No se hizo así y se confió en Ramos para un puesto y un partido de la máxima responsabilidad. Claro que nadie sabe lo que hubiera pasado si se alinea Melito y se lesiona a los pocos minutos dejando al equipo con diez jugadores. 

Lo cierto es que el Celta, mucho más humilde, jugó a tope y ganó. En sus filas estuvieron jugadores como Miguel Muñoz y Pahíño, que luego triunfarían en el Real Madrid y más tarde serian entrenador el primero y jugador el segundo en las filas del Granada. 

Al final del partido el vestuario del Granada era un funeral, con jugadores que lloraban y pegaban puñetazos en las paredes. Vidal anunciaba su dimisión y su tristeza porque “se ha derrumbado el castillo que tanto ha costado levantar”. El presidente Pérez de Haro y el secretario técnico Cristiá también anunciaban su renuncia junto a una multa de 400 pesetas por jugador en lugar de las 2.000 prometidas en caso de victoria. Únicamente se libró de la sanción el medio Sierra que sí había dado todo en el campo, en opinión de los directivos del Club. Y es que, según Saucedo Aranda en su comentario del diario “Patria”, el Granada jugó “sin fútbol, sin ligazón, sin unidad, sin alma, sin codicia, sin velocidad y sin moral. Con las excepciones de Marti y Ramos, sustitutos de Floro y Melito, eran los mismos jugadores que siete días antes habían entusiasmado al mismo periodista con la victoria ante el Valencia. Lo que había dicho Saucedo Aranda lo pueden leer en “un partido para el recuerdo”.

 

Para Marca el Granada era favorito. Pero…

 

El primer descenso 

Así acabó la temporada 1944-45. Con el equipo descendido a 2ª división, sin entrenador, con la directiva diciendo que dimiten y con unos jugadores multados y desmoralizados. 

Apenas se recuerdan los días de gloria coperos y la remontada de la Liga. Se inicia una nueva y penosa etapa en Segunda División. 

 

 

LA PEQUEÑA HISTORIA DE LA TEMPORADA 1944-45

 

*  Las primas en vigor durante esta temporada fueron de 300 pesetas por ganar fuera y 250 por empatar. La victoria en casa no generaba derecho a prima. No estaba previsto el capítulo de multas, pero la primera derrota en casa, por 0-2 ante el Castellón,  el 22 de octubre, originó las sanciones de 400 pesetas a Trompi, Sosa y Sierra, 300 a Galvany y 200 a Paco Mas. Y tras perder la promoción todos los actores de aquella triste tarde, excepto Sierra, fueron multados con 400 pesetas. Lo que no se puede saber es si las pagaron o no. 

* La desesperación por encontrar motivos al nulo rendimiento de la plantilla durante la primera vuelta de la Liga provocó el intento de encontrar soluciones esperpénticas. Y se encontró una que merece incluirse en la antología de disparates futbolísticos con posibilidades de ganar algún premio a nivel mundial.

        Fue un acuerdo formal de la junta Directiva y debe constar en el acta correspondiente. Se formó una comisión de seis directivos con el exclusivo encargo de ¡vigilar los entrenamientos del equipo! Seis personas que aceptaron gustosos el encargo de ir todas las mañanas a Los Cármenes y sentarse al sol para ver lo que hacía el entrenador con sus chicos. Probablemente ninguno de los seis “vigilantes” sabía gran cosa de preparación física y de técnica del fútbol. Pero fueron algunos días hasta cansarse de hacer el ridículo. 

* El 8 de diciembre de 1944 murió, aún muy joven, Aguileño, jugador que ingresó al Recreativo en la temporada 1932-33, se mantuvo en la siguiente y luego regresó al club después de la guerra en 1939-40. Jugó en total 39 partidos y fue un jugador muy querido por la afición. Era un granadino nacido en Águilas (Murcia) y de ahí le venía su nombre deportivo. 

* Paco Mas, que cumplía su tercera temporada en el Granada consiguió por fin hacerse con la titularidad en el puesto de extremo izquierdo, que mantendría durante las próximas seis temporadas. A pesar de llegar precedido de fama como jugador importante del Español de Barcelona, le costó mucho encajar en el Granada. Su rival en el puesto, Aparicio, jugó muy poco este año y cuando lo hizo fue en el lado derecho del ataque donde el veterano Marín no era ya el jugador indiscutible de siempre. 

* Nevó fuerte en Madrid a mediados de enero de 1945. Tanto que fue necesario suspender el partido Atlético Aviación-Granada porque el Metropolitano estaba impracticable. Aquello ocurría el domingo 14 y hasta el martes 16 no estuvo libre de nieve el campo. Se jugó entonces el partido y los granadinos lograron un sorprendente empate a uno que supo a gloria dentro de los desastres de la primera vuelta.

 

En la parte de Abajo, Sosa, Martí, Millán, Mas, Nicola, Rey y Acedo; con Safont, García, González y Sierra sobre la superficie helada del Metropolitano, donde empatarán a un gol el martes 16 de enero de 1945

 

* Desde el 11 de marzo de 1945 Granada y el Granada tienen su primer jugador internacional, nacido en Granada y miembro de la plantilla rojiblanca, al ser llamado por la selección española. El partido fue contra Portugal y Millán se lesionó a poco de empezado el encuentro que acabó con empate a dos. Por culpa de esta lesión Millán no pudo volver a jugar con el Granada en toda esta temporada. Luego, el descenso a 2ª división seguramente evitó que Millán siguiera siendo jugador del equipo nacional y que González lo fuera igualmente. Pero ambos fueron reconocidos en todas partes como los mejores defensas de su tiempo. 

* El 26 de febrero juega el Granada en Sarriá. El Español marca cinco goles a Floro que, abrumado por la goleada, se lesiona, o finge que se lesiona, y se retira del campo. González ocupa su puesto, como ya había hecho otras veces, y recibe tres tantos, o sea dos menos que el portero oficial. El resultado final fue Español 7 Granada 2. 

* El delantero centro Nicola, aunque no llegó a calar profundamente en las simpatías de los granadinos, fue uno de los más eficaces goleadores del Granada. Especialmente esta temporada alcanzó un extraordinario porcentaje de 0,87 goles por partido, lo que significa casi un tanto en cada encuentro. Su record personal lo obtuvo con cuatro goles al Sabadell el 25 de febrero de 1945. 

 

 

 

UN PARTIDO PARA EL RECUERDO

 

Granada 2, Valencia 1

 

13 de junio de 1945

Torneo de Copa. Semifinal. Partido de vuelta

Campo de los Cármenes

Arbitro: Azón (Colegio Balear)

 

Alineación del Granada

(Con el sistema del 1-2-3-5)

Floro

Rey, González

Sosa, Melito, Sierra

Marín, Trompi, Nicola, Galvany y Más

Entrenador: Emilio Vidal

Presidente: Juan Diego Pérez de Haro

 

Alineación del Valencia

(Con el sistema del 1-2-3-5)

Eizaguirre

Álvaro, Juan Ramón

Asensi, Iturraspe, Lecue

Mena, Amadeo, Mundo, Igoa, Gorostiza

 

Los goles 

1-0.         Min. 63. Nicola remata un centro de Marín

2-0.         Min. 67. Galvany culmina un contraataque del Granada

2-1 .    Min. 88. Mundo remata el centro de Gorostiza

 

5 de noviembre de 1944, Granada y Murcia empatan a un gol en Los Cármenes. Sosa, Aparicio, Millán, Mas, Acedo y Rey; con Sierra, González, Floro, Trompi y Galvany

 

La crónica 

Daniel Saucedo Aranda tituló así, a cinco columnas, su crónica en “Patria”. 

- “El Granada jugó el domingo el partido más completo y brillante de su historia” 

En los subtítulos aclara que “derrochó un terrible coraje durante los 90 minutos y fue superior por juego, fondo, acometividad y entusiasmo.” 

No olvidemos que los valencianos habían vencido por 2-0 en el partido de ida de la eliminatoria y por eso la grada estalló de júbilo y esperanza cuando entre los minutos 18 y 22 del segundo tiempo, Nicola y Galvany igualaban la eliminatoria. 

Y todo ello acompañado de un fútbol excelente, de todos para todos que ponía en continua evidencia al célebre trío defensivo valenciano integrado por Eizaguirre, Álvaro y Juan Ramón. Los dos primeros serían entrenadores del Granada en futuras temporadas, mientras que el interior Igoa también jugaría en las filas granadinas años después. 

Pero cuando ya se esperaba el pitido final que daría paso a un desempate en Madrid, el veteranísimo Gorostiza se escapaba del marcaje de Sosa para centrar milimétricamente a los pies del centro delantero Mundo, que remachó el gol que desnivelaba la eliminatoria y ponía al Valencia en la final de Copa. Una final que perdería con el Athletic de Bilbao. Saucedo narró así este trágico momento. 

- “Pasará el tiempo y se olvidará todo o casi todo de lo que ocurrió en los Cármenes en el choque de Copa entre el sólido conjunto del Valencia y este Granada espléndido de facultades y juego. Todo o casi todo de lo ocurrido hasta el minuto 90 del encuentro, se difuminará con el tiempo… Pero lo que no se olvidará serán aquellos momentos inenarrables en que el equipo del Granada se volcaba sobre la puerta valenciana buscando el gol que le diera el triunfo en la eliminatoria. No llegó y no por inmerecido. La suerte y otros factores decidieron el injusto resultado final.”

 

Sosa, Melito y Sierra, la sensacional línea media que triunfó en este partido

 

Dedica el cronista un apartado especial al entrenador Vidal, “que vino a Granada hace seis meses para convertir un equipo roto, apático, blandengue, corroído por todos los defectos y falto de resistencia física, en el magnifico equipo que hoy es el Granada”. 

Este entrenador era el que en el descanso de este partido con empate a cero en el marcador lanzaba la consigna clásica. 

- “Hay que lanzarse al ataque sin cuidarse de defender terreno. Ya no importa perder, lo interesante es igualar esos dos goles en contra”. 

Y esto es lo conseguido a base de un excelente juego de conjunto, con enorme velocidad y con una línea media sensacional (recuerden; eran Sosa, Melito y Sierra) que borda el juego y permite el desmarque se sus delanteros llenos de movilidad y peligro.” 

Este magnifico equipo de Emilio Vidal ganó el partido, pero perdió la eliminatoria. Y, sin embargo, todo el mundo salió entusiasmado del campo, con el sabor de boca de esos minutos finales de locura con todos los rojiblancos volcados sobre la meta que defendía Eizaguirre. 

Nadie pensaba este domingo que ese equipo maravilloso pudiera tener el menor peligro ante el oscuro y segundón Celta de Vigo, que esperaba en Madrid para dilucidar cuál de los dos clubes militaría la próxima temporada en 1ª división.

 

 

José Manuel González, uno de los mejores defensas de la historia rojiblanca

 

LOS QUE HICIERON HISTORIA EN EL GRANADA

 

 

José Manuel González López 

José Manuel González fue querido y odiado en Granada. Muchas veces al mismo tiempo. Fue capaz de levantar tempestades de entusiasmo y rugidos de aliento. Según el periodista y escritor Ramón Ramos es el jugador que mejor representa al Granada porque “quizás sea el que más ha sufrido con los avatares del club y porque en aquellos tristes tiempos de la posguerra supo llenar de ilusión a una ciudad provinciana haciendo que todo el mundo, y muchas décadas después, recite ese estribillo de nombres que comienza por Floro, Millán y González.” 

Nació en Madrid el 8 de octubre de 1916. Estudió y jugó al fútbol en el equipo de su barrio, el Peña Requejo, hasta que Pablo Hernández Coronado le llevó al amateur del Real Madrid para ser campeón de Castilla y de España de dicha categoría en 1936. 

Cuando estalló la guerra tenía 19 años y fue movilizado para servir en el Ejército republicano en el frente de Madrid donde estuvo hasta el final. 

En septiembre de 1939 ocurrió que… 

- “Yo estaba estudiando unas oposiciones a la Siemens cuando el Granada me llamó para fichar y me ofreció un empleo en el Ayuntamiento de Granada que luego quedó en nada. Pero yo me matriculé en la Escuela de Comercio y preparé otras oposiciones al Ministerio de Hacienda que saqué en mayo de 1942. Al principio el Granada me pagaba un sueldo mensual de 375 pesetas, vivía en una pensión de la calle del Silencio donde pagaba ocho pesetas diarias por dormir y comer con lavado de ropa aparte. Después “el Feo” me buscó una casa particular donde compartía cuarto con Torquemada, un compañero del Granada, Mi habitación daba al Zacatín, pero la entrada era por la calle Ermita. Luego me subieron el sueldo a 500 pesetas y cuando ascendimos a Primera me dieron una prima de 5.000 pesetas. Para entonces ya me había casado con mi novia de toda la vida, nacida en Carabanchel, que es la mejor mujer del mundo, que siempre me ha querido a pesar de mi carácter y mis cosas. Antes de casarnos yo quise que viniera a Granada, con su hermana, para ver el piso y los muebles, pero sus padres dijeron que ni hablar, era lo normal en aquella época.” 

Uno de los primeros partidos de González con el Granada, que todavía se llamaba Recreativo, fue el día de nochebuena de 1939. Se ganó al Tánger por 4-1 y jugaron estos once hombres; Floro, Millán, González, Santos, Maside, Fernández, Navarro, Trompi, Sosa, Rubio y Aguileño. Y después del partido todo el equipo fue invitado a cenar en Casa Mesa. 

Desde entonces, en 320 ocasiones González defendió los colores del Granada, durante 11 temporadas y en dos épocas. La primera fue muy especial por las carencias generales de la posguerra. 

- Pasamos cuatro temporadas fenomenales en 1ª división. Y eso que muchos viajes eran para morirse de risa. A veces teníamos que entrar al tren por las ventanillas y viajar sentados en las maletas. Yo siempre tenía de compañero de habitación a Trompi y entre su influencia y los muchos años que llevo en esta bendita tierra me he vuelto supersticioso. Me acuerdo de una vez que llegamos a Jerez y nos encontramos con un entierro. ¡Ganamos, ganamos seguro!, gritaba Trompi. Y fue verdad a medias porque empatamos. 

Pero uno de mis mejores recuerdos es de cuando me dieron la licencia absoluta en el ejército. Me la llevó un guardia civil y me dio tal alegría que le invité en el bar Olimpia y nos pusimos moraos. Entonces era presidente el marqués de las Torres y yo le pedí 25.000 pesetas de ficha y 1.500 de sueldo. Y que no me llamaran salvo que fuera para aceptar esas condiciones. Me avisan y el marqués me ofrece 14.700 pesetas. Y en la discusión me subía de 20 en 20 duros. Total, que me fui del club con Pepe Cuéllar detrás de mí por las escaleras. ¡Pero qué has hecho con el marqués. Así que otra vez arriba y hasta la una de la madrugada que firmé por lo que pedía.” 

En 1948 González firmó por el Málaga, donde estuvo tres temporadas, siempre como titular y consiguió otro ascenso a Primera. Luego quedó libre, con 35 años, y surgió la sorpresa de su vida. 

- Quedé libre en el Málaga y el Valladolid quería ficharme. Estando en Madrid de paso para Valladolid me encontré con “el Feo”, “pasa por el Madrid que te está esperando don Pablo Hernández Coronado”, ¡no veas lo que me hizo el cuerpo! Era la ilusión de todo el mundo. Y don Pablo: “ya sabes cómo hay que firmar con el Madrid ¡en blanco!” Claro don Pablo, pero recuerde que yo tenía 50.000 pesetas en el Málaga. Don Pablo otra vez “¿tu te fías de mi palabra?, ¡pues firma!”. Cuando me dieron el contrato, visado en la Federación ¡75.000 pesetas de ficha, 3.000 de sueldo y, para colmo, dos pagas extras que era la primera vez que yo veía eso! No puedo decir del Madrid más que lindezas. Y eso que solo jugué un partido oficial y todos los amistosos. Pero como me gustaba tantísimo jugar lo pensé mucho cuando aquel verano vino Manolo Ibáñez: “vente para Granada, que Pepe Millán se viene y entre vosotros y los chaveas del Recreativo podemos hacer algo”. Luego vinieron José Dávila, Antonio Conde y Paco Cristiá: “que te vengas que ya sabes que en Granada se te quiere”. Y yo a Granada la quiero más que nadie. Más que los granadinos. Para mí, la mejor capital de España; Granada. Total que me convencieron.


Millán y González, una pareja de defensas célebre en su época. El primero alcanzó la internacionalidad esta misma temporada. El segundo lo merecía también, pero el descenso cortó su trayectoria 

Pero me engañaron otra vez. De las 75.000 pesetas que me prometieron luego quedaron en 62.500 y 1.500 de sueldo. Todo aquello ocurrió en la temporada 1952-53 y jugué más partidos oficiales que nunca; 36 partidos, uno por cada año que tenía entonces. 

Cuatro temporadas más estuvo González en el Granada, en esta su segunda etapa. Hasta que en junio de 1956, a punto de cumplir los 40 años… 

- Yo no me retiré. Me retiró el entrenador Álvaro, al que yo llevaba mucho la contraria. Recomendó que no renovara porque tenía 39 años. Aquello me dolió muchísimo. Estaba despechado. Luego jugué 15 partidos con el Baza por amistad con su presidente. Hasta que me partieron una ceja y entonces sí me retiré. 

González jugó su último partido con el Granada el 22 de abril de 1956. Fue en Los Cármenes y se ganó al Tenerife por uno a cero. Hacía 15 años, cuatro meses y 29 días de su debut en 1939. Pero una temporada después volvía al seno del club como entrenador del Recreativo. Siguió ahí varios años para luego desempeñar diversas tareas técnicas hasta el año 1980. 

Fue un futbolista entregado a su equipo en cuerpo y alma, inaguantable para los contrarios, inestimable para sus compañeros, temido por los árbitros y amado por sus entrenadores (excepto Álvaro). José Manuel González, un mito y un hito en la historia del Granada C.F.

 

 





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