HISTORIA DEL
GRANADA C.F.
Capítulo
13
Temporada
1944-45
EL PRIMER DESCENSO
El 23 de julio de 1944 el Granada tiene nuevo presidente. Es el séptimo de su historia. Era vicepresidente en la junta anterior y se llama Juan Diego Pérez de Haro. Se puede decir que esta directiva es la de los comerciantes porque en ella figuran algunos tan famosos como Moisés, Indalecio y Roda. La lista de vocales es impresionante por su número, nada menos que 22 y el total de miembros de la directiva llega a la extraordinaria cifra de 31. Entre tantos hay uno al menos, el secretario técnico Paco Cristiá, con amplia experiencia en materia futbolera.
El nuevo presidente confirma que la deuda pendiente asciende a 400.000 pesetas y añade que el club tiene 1.500 socios y se necesitan por lo menos 3.500.
La plantilla
Continuidad es la palabra que define la situación de la plantilla. El mismo entrenador, la misma base completa del equipo que fue titular la temporada anterior y apenas cinco fichajes. El medio centro aragonés Rey que permanecerá mucho tiempo en el club y se adaptará a distintos puestos en media y defensa; el interior Galvany del Constancia de Inca; y el delantero Acedo, cedido por el Sevilla. Además, los tradicionales defensas para suplir a Millán y González que apenas jugarán. En este caso son Martín Picá y Llano.
Platko mantiene lógicamente el conjunto del año
pasado excepto, y para sorpresa de todos, dos delanteros, justo dos de los
máximos goleadores. Safont y Nicola son sustituidos al empezar
Arranca entonces una horrible racha de nueve
jornadas con siete derrotas, un empate y una victoria. El Granada está en el
último lugar de la tabla con siete negativos y la paciencia se acaba. Han sido
tres derrotas en los Cármenes (Castellón, Madrid y At. Bilbao) sumadas a un
empate del Murcia también en casa. Platko es despedido y Pepe Millán se hace
cargo de los entrenamientos por primera vez, de las muchas que ocupará este
puesto interino. La provisionalidad dura poco y como está
La era Vidal
Vidal revoluciona la alineación con medidas drásticas. Salen del equipo titular nada menos que cuatro pesos pesados: Floro, Melito, Marín y Trompi. Sus sustitutos son Martí (que lleva mas de un año sin jugar), Rey, García y Acedo. En marzo vendrá la lesión de Millán, en el partido internacional disputado por el granadino contra Portugal, y Vidal coloca en la derecha de la defensa al aragonés Rey que deja su puesto de medio centro de nuevo a Melito. El mismo día 25 de marzo de 1945 vuelve Marín al equipo mientras que Trompi lo haría solo para los cuatro últimos partidos de la temporada.
Vidal se hizo cargo de un equipo con siete negativos
y terminó
El éxito de
Esta vez el torneo de Copa no se jugaba al final de
la Liga, sino que las primeras eliminatorias se intercalaban entre los partidos
ligueros. Por eso Vidal debutó en diciembre con un partido de Copa y su primer
éxito fue eliminar al Hércules de Alicante con dos victorias en los dos
partidos. Vino luego otro segunda,
El primer conjunto de 1ª llegó en los cuartos de final y fue el Castellón, que estaba haciendo una campaña muy buena en Liga. El 3-0 logrado por los levantinos en su casa de Sequiol parece dejar todo visto para sentencia pero en la vuelta, tres goles de Nicola y uno de Mas ponen un 4-1 que iguala la eliminatoria (entonces los goles fuera de casa no valían más) y en el desempate jugado en Madrid, el Granada vence ¡y se clasifica para la semifinal! Nunca se había llegado tan lejos en la Copa.
El sorteo le depara al temible Valencia y todo
parece perdido tras la derrota, 2-0, en Mestalla. Así fue, pero no sin vender
cara la eliminación con un partido excepcional en Los Cármenes que narro en la
sección de “un partido para el recuerdo” y que fue señalado por muchos como el
más completo y mejor encuentro disputado jamás por el Granada.
Derrota en
Con el ambiente eufórico del buen final de Liga y la espléndida campaña de Copa se acude a Madrid, el 17 de junio de 1945, para disputar el partido único de promoción contra el Celta de Vigo.
Todo se vino abajo en 90 minutos en el estadio
Metropolitano ante un público escaso que se decantó por los gallegos y chilló
con fuerza a los “crecidos” granadinos. La dolorosa derrota por 1-4 dejó
profundas huellas y se buscaron culpables. El portero Martí se tragó
literalmente el tiro libre desde
Lo cierto es que el Celta, mucho más humilde, jugó a tope y ganó. En sus filas estuvieron jugadores como Miguel Muñoz y Pahíño, que luego triunfarían en el Real Madrid y más tarde serian entrenador el primero y jugador el segundo en las filas del Granada.
Al final del partido el vestuario del Granada era un
funeral, con jugadores que lloraban y pegaban puñetazos en las paredes. Vidal
anunciaba su dimisión y su tristeza porque “se ha derrumbado el castillo que
tanto ha costado levantar”. El presidente Pérez de Haro y el secretario técnico
Cristiá también anunciaban su renuncia junto a una multa de 400 pesetas por
jugador en lugar de las 2.000 prometidas en caso de victoria. Únicamente se
libró de la sanción el medio Sierra que sí había dado todo en el campo, en
opinión de los directivos del Club. Y es que, según Saucedo Aranda en su
comentario del diario “Patria”, el Granada jugó “sin fútbol, sin ligazón, sin
unidad, sin alma, sin codicia, sin velocidad y sin moral. Con las excepciones
de Marti y Ramos, sustitutos de Floro y Melito, eran los mismos jugadores que
siete días antes habían entusiasmado al mismo periodista con la victoria ante
el Valencia. Lo que había dicho Saucedo Aranda lo pueden leer en “un partido
para el recuerdo”.
El primer descenso
Así acabó la temporada 1944-45. Con el equipo descendido a 2ª división, sin entrenador, con la directiva diciendo que dimiten y con unos jugadores multados y desmoralizados.
Apenas se recuerdan los días de gloria coperos y la
remontada de
* Las primas en vigor durante esta temporada
fueron de 300 pesetas por ganar fuera y 250 por empatar. La victoria en casa no
generaba derecho a prima. No estaba previsto el capítulo de multas, pero la
primera derrota en casa, por 0-2 ante el Castellón, el 22 de octubre, originó las sanciones de
400 pesetas a Trompi, Sosa y Sierra,
*
La desesperación por encontrar motivos al nulo rendimiento de la plantilla
durante la primera vuelta de
Fue un acuerdo formal de la junta Directiva y debe constar en el acta correspondiente. Se formó una comisión de seis directivos con el exclusivo encargo de ¡vigilar los entrenamientos del equipo! Seis personas que aceptaron gustosos el encargo de ir todas las mañanas a Los Cármenes y sentarse al sol para ver lo que hacía el entrenador con sus chicos. Probablemente ninguno de los seis “vigilantes” sabía gran cosa de preparación física y de técnica del fútbol. Pero fueron algunos días hasta cansarse de hacer el ridículo.
* El 8 de diciembre de 1944 murió, aún muy joven, Aguileño, jugador que ingresó al Recreativo en la temporada 1932-33, se mantuvo en la siguiente y luego regresó al club después de la guerra en 1939-40. Jugó en total 39 partidos y fue un jugador muy querido por la afición. Era un granadino nacido en Águilas (Murcia) y de ahí le venía su nombre deportivo.
* Paco Mas, que cumplía su tercera temporada en el Granada consiguió por fin hacerse con la titularidad en el puesto de extremo izquierdo, que mantendría durante las próximas seis temporadas. A pesar de llegar precedido de fama como jugador importante del Español de Barcelona, le costó mucho encajar en el Granada. Su rival en el puesto, Aparicio, jugó muy poco este año y cuando lo hizo fue en el lado derecho del ataque donde el veterano Marín no era ya el jugador indiscutible de siempre.
*
Nevó fuerte en Madrid a mediados de enero de 1945. Tanto que fue necesario
suspender el partido Atlético Aviación-Granada porque el Metropolitano estaba
impracticable. Aquello ocurría el domingo 14 y hasta el martes 16 no estuvo
libre de nieve el campo. Se jugó entonces el partido y los granadinos lograron
un sorprendente empate a uno que supo a gloria dentro de los desastres de la
primera vuelta.
* Desde el 11 de marzo de 1945 Granada y el Granada tienen su primer jugador internacional, nacido en Granada y miembro de la plantilla rojiblanca, al ser llamado por la selección española. El partido fue contra Portugal y Millán se lesionó a poco de empezado el encuentro que acabó con empate a dos. Por culpa de esta lesión Millán no pudo volver a jugar con el Granada en toda esta temporada. Luego, el descenso a 2ª división seguramente evitó que Millán siguiera siendo jugador del equipo nacional y que González lo fuera igualmente. Pero ambos fueron reconocidos en todas partes como los mejores defensas de su tiempo.
* El 26 de febrero juega el Granada en Sarriá. El Español marca cinco goles a Floro que, abrumado por la goleada, se lesiona, o finge que se lesiona, y se retira del campo. González ocupa su puesto, como ya había hecho otras veces, y recibe tres tantos, o sea dos menos que el portero oficial. El resultado final fue Español 7 Granada 2.
* El delantero centro Nicola, aunque no llegó a calar profundamente en las simpatías de los granadinos, fue uno de los más eficaces goleadores del Granada. Especialmente esta temporada alcanzó un extraordinario porcentaje de 0,87 goles por partido, lo que significa casi un tanto en cada encuentro. Su record personal lo obtuvo con cuatro goles al Sabadell el 25 de febrero de 1945.
UN PARTIDO PARA EL RECUERDO
Granada 2, Valencia 1
13
de junio de 1945
Torneo
de Copa. Semifinal. Partido de vuelta
Campo
de los Cármenes
Arbitro: Azón (Colegio Balear)
Alineación del Granada
(Con
el sistema del 1-2-3-5)
Floro
Rey,
González
Sosa,
Melito, Sierra
Marín,
Trompi, Nicola, Galvany y Más
Entrenador: Emilio Vidal
Presidente: Juan Diego Pérez de Haro
Alineación del Valencia
(Con
el sistema del 1-2-3-5)
Eizaguirre
Álvaro,
Juan Ramón
Asensi,
Iturraspe, Lecue
Mena,
Amadeo, Mundo, Igoa, Gorostiza
Los goles
1-0.
Min. 63. Nicola remata un centro de Marín
2-0.
Min. 67. Galvany culmina un contraataque del Granada
2-1 .
Min.
88. Mundo remata el centro de Gorostiza
La crónica
Daniel Saucedo Aranda tituló así, a cinco columnas, su crónica en “Patria”.
- “El Granada jugó el domingo el partido más
completo y brillante de su historia”
En los subtítulos aclara que “derrochó un terrible coraje durante los 90 minutos y fue superior por
juego, fondo, acometividad y entusiasmo.”
No olvidemos que los valencianos habían vencido por 2-0 en el partido de ida de la eliminatoria y por eso la grada estalló de júbilo y esperanza cuando entre los minutos 18 y 22 del segundo tiempo, Nicola y Galvany igualaban la eliminatoria.
Y todo ello acompañado de un fútbol excelente, de todos para todos que ponía en continua evidencia al célebre trío defensivo valenciano integrado por Eizaguirre, Álvaro y Juan Ramón. Los dos primeros serían entrenadores del Granada en futuras temporadas, mientras que el interior Igoa también jugaría en las filas granadinas años después.
Pero cuando ya se esperaba el pitido final que daría paso a un desempate en Madrid, el veteranísimo Gorostiza se escapaba del marcaje de Sosa para centrar milimétricamente a los pies del centro delantero Mundo, que remachó el gol que desnivelaba la eliminatoria y ponía al Valencia en la final de Copa. Una final que perdería con el Athletic de Bilbao. Saucedo narró así este trágico momento.
- “Pasará el tiempo y se olvidará todo o casi
todo de lo que ocurrió en los Cármenes en el choque de Copa entre el sólido
conjunto del Valencia y este Granada espléndido de facultades y juego. Todo o
casi todo de lo ocurrido hasta el minuto 90 del encuentro, se difuminará con el
tiempo… Pero lo que no se olvidará serán aquellos momentos inenarrables en que
el equipo del Granada se volcaba sobre la puerta valenciana buscando el gol que
le diera el triunfo en la eliminatoria. No llegó y no por inmerecido. La suerte
y otros factores decidieron el injusto resultado final.”
Dedica el cronista un apartado especial al entrenador Vidal, “que vino a Granada hace seis meses para convertir un equipo roto, apático, blandengue, corroído por todos los defectos y falto de resistencia física, en el magnifico equipo que hoy es el Granada”.
Este entrenador era el que en el descanso de este partido con empate a cero en el marcador lanzaba la consigna clásica.
- “Hay que
lanzarse al ataque sin cuidarse de defender terreno. Ya no importa perder, lo
interesante es igualar esos dos goles en contra”.
Y esto es lo conseguido a base de un excelente juego de conjunto, con enorme velocidad y con una línea media sensacional (recuerden; eran Sosa, Melito y Sierra) que borda el juego y permite el desmarque se sus delanteros llenos de movilidad y peligro.”
Este magnifico equipo de Emilio Vidal ganó el partido, pero perdió la eliminatoria. Y, sin embargo, todo el mundo salió entusiasmado del campo, con el sabor de boca de esos minutos finales de locura con todos los rojiblancos volcados sobre la meta que defendía Eizaguirre.
Nadie pensaba este domingo que ese equipo maravilloso
pudiera tener el menor peligro ante el oscuro y segundón Celta de Vigo, que
esperaba en Madrid para dilucidar cuál de los dos clubes militaría la próxima
temporada en 1ª división.
LOS QUE HICIERON HISTORIA EN EL
GRANADA
José Manuel González López
José Manuel González fue querido y odiado en
Granada. Muchas veces al mismo tiempo. Fue capaz de levantar tempestades de
entusiasmo y rugidos de aliento. Según el periodista y escritor Ramón Ramos es
el jugador que mejor representa al Granada porque “quizás sea el que más ha sufrido con los avatares del club y porque en
aquellos tristes tiempos de la posguerra supo llenar de ilusión a una ciudad
provinciana haciendo que todo el mundo, y muchas décadas después, recite ese
estribillo de nombres que comienza por Floro, Millán y González.”
Nació en Madrid el 8 de octubre de 1916. Estudió y jugó al fútbol en el equipo de su barrio, el Peña Requejo, hasta que Pablo Hernández Coronado le llevó al amateur del Real Madrid para ser campeón de Castilla y de España de dicha categoría en 1936.
Cuando estalló la guerra tenía 19 años y fue movilizado para servir en el Ejército republicano en el frente de Madrid donde estuvo hasta el final.
En septiembre de 1939 ocurrió que…
- “Yo estaba
estudiando unas oposiciones a
Uno de los primeros partidos de González con el Granada, que todavía se llamaba Recreativo, fue el día de nochebuena de 1939. Se ganó al Tánger por 4-1 y jugaron estos once hombres; Floro, Millán, González, Santos, Maside, Fernández, Navarro, Trompi, Sosa, Rubio y Aguileño. Y después del partido todo el equipo fue invitado a cenar en Casa Mesa.
Desde entonces, en 320 ocasiones González defendió los colores del Granada, durante 11 temporadas y en dos épocas. La primera fue muy especial por las carencias generales de la posguerra.
- Pasamos
cuatro temporadas fenomenales en 1ª división. Y eso que muchos viajes eran para
morirse de risa. A veces teníamos que entrar al tren por las ventanillas y
viajar sentados en las maletas. Yo siempre tenía de compañero de habitación a
Trompi y entre su influencia y los muchos años que llevo en esta bendita tierra
me he vuelto supersticioso. Me acuerdo de una vez que llegamos a Jerez y nos
encontramos con un entierro. ¡Ganamos, ganamos seguro!, gritaba Trompi. Y fue
verdad a medias porque empatamos.
Pero uno de
mis mejores recuerdos es de cuando me dieron la licencia absoluta en el
ejército. Me la llevó un guardia civil y me dio tal alegría que le invité en el
bar Olimpia y nos pusimos moraos. Entonces era presidente el marqués de las
Torres y yo le pedí 25.000 pesetas de ficha y 1.500 de sueldo. Y que no me
llamaran salvo que fuera para aceptar esas condiciones. Me avisan y el marqués
me ofrece 14.700 pesetas. Y en la discusión me subía de 20 en 20 duros. Total,
que me fui del club con Pepe Cuéllar detrás de mí por las escaleras. ¡Pero qué
has hecho con el marqués. Así que otra vez arriba y hasta la una de la
madrugada que firmé por lo que pedía.”
En 1948 González firmó por el Málaga, donde estuvo tres temporadas, siempre como titular y consiguió otro ascenso a Primera. Luego quedó libre, con 35 años, y surgió la sorpresa de su vida.
- Quedé libre
en el Málaga y el Valladolid quería ficharme. Estando en Madrid de paso para
Valladolid me encontré con “el Feo”, “pasa por el Madrid que te está esperando
don Pablo Hernández Coronado”, ¡no veas lo que me hizo el cuerpo! Era la
ilusión de todo el mundo. Y don Pablo: “ya sabes cómo hay que firmar con el
Madrid ¡en blanco!” Claro don Pablo, pero recuerde que yo tenía 50.000 pesetas
en el Málaga. Don Pablo otra vez “¿tu te fías de mi palabra?, ¡pues firma!”.
Cuando me dieron el contrato, visado en
Pero me
engañaron otra vez. De las 75.000 pesetas que me prometieron luego quedaron en
62.500 y 1.500 de sueldo. Todo aquello ocurrió en la temporada 1952-53 y jugué
más partidos oficiales que nunca; 36 partidos, uno por cada año que tenía
entonces.
Cuatro temporadas más estuvo González en el Granada,
en esta su segunda etapa. Hasta que en junio de
- Yo no me
retiré. Me retiró el entrenador Álvaro, al que yo llevaba mucho la contraria.
Recomendó que no renovara porque tenía 39 años. Aquello me dolió muchísimo.
Estaba despechado. Luego jugué 15 partidos con el Baza por amistad con su
presidente. Hasta que me partieron una ceja y entonces sí me retiré.
González jugó su último partido con el Granada el 22 de abril de 1956. Fue en Los Cármenes y se ganó al Tenerife por uno a cero. Hacía 15 años, cuatro meses y 29 días de su debut en 1939. Pero una temporada después volvía al seno del club como entrenador del Recreativo. Siguió ahí varios años para luego desempeñar diversas tareas técnicas hasta el año 1980.
Fue un futbolista entregado a su equipo en cuerpo y
alma, inaguantable para los contrarios, inestimable para sus compañeros, temido
por los árbitros y amado por sus entrenadores (excepto Álvaro). José Manuel
González, un mito y un hito en la historia del Granada C.F.
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