HISTORIA
DEL GRANADA CF
Capítulo 82
Temporada 2013-2014
VEINTE EN PRIMERA
La
vigésima temporada del Granada CF como equipo de Primera División acabó bien
puesto que se consiguió el objetivo que se perseguía, que no era otro que poder
llegar a contar la que haga el número veintiuno, o sea, la permanencia entre
los grandes. Pero esa permanencia nunca estuvo clara a pesar de no haber caído
en ninguna de las treinta y ocho jornadas a ocupar puesto de descenso en la
clasificación, y se consiguió en el último partido.
Analizando
la campaña granadinista estadísticas en mano, los números nos dicen que la
temporada 2013-14 fue la tercera peor de toda la historia rojiblanca, sólo
empeorada por la 87-88 y la 60-61 (las dos acabaron en descenso) en el índice
de puntos logrados sobre posibles, tercer peor porcentaje que se convierte en
segundo peor si atendemos exclusivamente a las temporadas de Primera División.
Aunque se mantuvo la categoría, los números fueron de descenso.
Además,
en la otra competición en que intervino el Granada, la Copa del Rey, no pasamos
de la primera ronda, XVI, eliminados por el segunda Alcorcón.
Por
todo lo expuesto, desde luego no será la temporada que nos ocupa recordada por
los grandes triunfos ni por el excelente juego desplegado, que ninguna de las
dos cosas se dieron, pero como no se perseguía otra cosa que seguir en Primera
División, desde ese punto de vista hay que darla por buena.
Dosis
de sufrimiento hubo en abundancia, sobre todo cuando un partido sí y otro
también (hasta once; doce con el de copa) salíamos del nuevo Los Cármenes con
el amargo sabor de la derrota. Pero los granadinistas lo damos por bueno si el
resultado final es positivo. A fin de cuentas, las zozobras de nuestro
octogenario club para mantener la categoría son casi una constante en las
veinte temporadas que ha militado en Primera.
Desde
que hace cinco años Pina y Pozzo tuvieron la feliz ocurrencia de dejarse caer
por estos pagos, con excepción de la anterior, la 12-13, en todas las demás
hemos vivido un último partido de temporada cardiaco, un último choque en el
que está en juego el ser o no ser. La 13-14 fue otra vez de éstas. Volvimos a sufrir
una última jornada de infarto que afortunadamente, y van cinco, tuvo un
desenlace feliz para el Granada CF. Una derrota en el nuevo Zorrilla, en la
jornada treinta y ocho, hubiera mandado al Granada a segunda, pero la merecida
victoria que se trajeron de allí los rojiblancos aseguró otra temporada más en
máxima categoría.
Menos
ambiente
A pesar de una rebaja en el precio de los carnés, después
de dos años de altos números en la venta de abonos y de buenas entradas en Los
Cármenes, pasada la novedad inicial, esta tercera temporada en primera
descienden considerablemente unos y otros, y si hace dos ejercicios hubo que
hacer un sorteo entre los muchísimos miles que querían ser abonados del Granada
y el campo se llenó casi todas las jornadas, en la 13-14 los más de15.000
abonados de hace dos años se quedan en apenas 11.000 y el nuevo Los Cármenes no
pondrá el cartel de no hay billetes ni siquiera con las visitas de Madrid y
Barcelona.
Ante
el flojo ritmo que lleva la venta cuando a principios de agosto apenas quedan
dos semanas para empezar la liga, Pina expresa a la prensa su preocupación y
dice que el proyecto corre el peligro de no poder crecer más, «tendremos que
paralizar la situación de fichajes y plantearnos la venta de jugadores».
Bajas
y altas
Los
posibles traspasos a otro club de Mikel Rico y Siqueira, dominaron la
pretemporada. Ambos se presentaron con el resto de la plantilla en julio y
estuvieron sometidos a la disciplina rojiblanca hasta bien entrado agosto,
aunque sólo intervinieron en uno de los varios amistosos disputados,
adquiriendo su inminente salida del Granada caracteres de culebrón. Finalmente,
Siqueira se marchó cedido al Benfica y Míkel Rico se fue traspasado al Bilbao.
Dos importantes bajas que el equipo acusó toda la temporada.
Además
de estos dos pilares también fueron bajas: Borja Gómez y Juanma Ortiz (ambos
cedidos al Hércules), Íñigo López, Iriney, Lucena, Torje, Toño, Aranda y Nolito
(jugador que interesaba, pero por el que su club, el Benfica, pidió demasiado y
acabó traspasado al Celta). Aparte, también se fueron, pero éstos ya en enero:
Diakahté, cedido al Kayseri Erciyesspor, de la liga turca, y Yebda, cedido al
Udinese. Estos dos últimos, llegados al Granada en la temporada del ascenso a
primera como grandes fichajes y que costaron sus buenos dineros, acabaron por
decepcionar y de salida por la puerta falsa se puede catalogar su marcha
después de haber aportado poquísimo al equipo en comparación con lo que hubo
que pagar por ellos. Al menos su salida tuvo el efecto positivo de que el club
se ahorrara un buen dinero.
Para
cubrir esas ausencias ficharon: Iturra, incansable medio centro chileno que
vino del Málaga y dio un magnífico resultado; Piti, jugador de ataque que venía
de conseguir muchos goles en el Rayo Vallecano y que tuvo un irregular
rendimiento por culpa de las lesiones; Riki, veterano ariete del descendido
Coruña del que se puede decir lo mismo que del anterior respecto de lesiones y
rendimiento; Coeff, joven defensa francés cedido por Udinese que acusó falta de
tablas; Karnezis, guardameta internacional griego también cedido de Udinese y
que tuvo alguna actuación destacada cuando fue utilizado; Douglas Santos,
lateral izquierdo brasileño de 19 años, del club Náutico Capibaribe, que se
suponía iba a ser el relevo de Siqueira, pero a primeros de septiembre salió
cedido al Udinese, donde sólo intervino en tres partidos; Foulquier, lateral
derecho muy joven cedido por el Rennes francés con opción de compra (que el
Granada ejercerá al finalizar la temporada); Murillo, defensa central que ya
pertenecía al club e incluso jugó temporadas atrás en el filial, que volvió
tras un año de cesión en el las Palmas y fue titular todo el campeonato,
actuando siempre a muy buen nivel; Recio, que obtuvo una nueva cesión de su
club, el Málaga y, en su línea de solvencia y regularidad, fue titular;
Pereira, extremo francés cedido por el descendido Mallorca, que empezará de
titular pero no dará el nivel apetecido y jugará poco; Campos Toro, lateral
izquierdo también cedido de Udinese, que empezará la liga en el Hércules, de
segunda, y se incorporará al marcharse Siqueira a principios de septiembre pero
que no llegará a debutar y saldrá en enero para jugar en la liga de su país.
Como
todo refuerzo de invierno vino Ilori, defensa portugués de veinte años,
internacional en categorías inferiores, cedido por el Liverpool inglés, que
apuntó interesantes detalles y acabó la liga como titular.
Del
4-2-3-1
Lucas
Alcaraz se ganó la renovación tras conseguir la permanencia holgada en la
12-13. Para esta temporada inició el campeonato planteando un esquema 4-2-3-1,
con Roberto en la puerta y una defensa con Nyom y Angulo como laterales y con
Murillo y Diakhaté de centrales. Un doble pivote a base de Iturra y Yebda,
aunque éste pronto se borró y dejó paso a Fran Rico (felizmente recuperado tras
casi dos años sin jugar) y dando entrada también a Recio. Por delante empezaron
en bandas Piti por la derecha hasta que en la tercera jornada se lesionó y su
puesto lo ocupó Pereira, y Dani Benítez por la izquierda los cuatro primeros
partidos, con Brahimi (alternándose con Buonanotte) en la media punta, y arriba
El Arabi, alternando a su vez con Riki.
Con
ese sistema, este año tocó empezar ganando en Pamplona para perder en Los
Cármenes ante el R. Madrid en la segunda jornada y seguir después otras dos
derrotas caseras -inmerecidas- ante Español y Valencia. En medio dos empates en
el campo de rivales directos como Celta y Betis y sólo otra victoria más, en
Granada ante el Bilbao.
Al
4-3-3
En la
jornada nueve, en un lamentable partido de los rojiblancos en casa, pierde el
Granada 0-2 ante el Getafe y se acerca demasiado a los puestos de descenso.
Alcaraz, que acaba de oír los primeros gritos pidiendo su cabeza, reacciona y
abandona su esquema inicial sustituyéndolo por un 4-3-3 en el que la línea
defensiva permanece igual, pero sacrifica el media punta y a cambio introduce
un triple pivote, Fran Rico-Iturra-Recio, que ya va a mantener todo lo que
queda de temporada. Se completa el once con el trío atacante de Piti (mientras
lo respetan las lesiones) -El Arabi-Brahimi. Esta va a ser ya la alineación
titular toda la liga. Por otra parte, tampoco tenía Alcaraz mucho donde elegir.
En el único puesto donde a lo largo de la temporada no va a haber un claro
titular va a ser en el de defensa central derecho, en el que empieza Diakahté,
con Máinz dando relevo, para después de la marcha del senegalés en enero
alternarse en ese puesto Coeff e Ilori.
El
cambio de sistema empieza con buen pie y en la jornada diez (en el partido 600
del Granada en Primera) nos traemos los tres puntos de Elche. Y aunque sigue
una nueva derrota casera ante el que será campeón At. Madrid (que sólo pudo
ganar con dos penaltis), la siguiente salida es otra victoria, ahora en el
campo del Levante, completada con el segundo partido ganado como local, ante el
Málaga, que hacen que el Granada pase a ocupar su mejor puesto en toda la liga,
octavo en la jornada trece.
Mala
segunda vuelta
Con
derrotas caseras, pero puntuando a domicilio, llegamos al ecuador de la liga en
la zona media de la clasificación, noveno y a siete puntos de los puestos de
descenso. En esos momentos parece que no va haber ningún problema para
conseguir la permanencia, incluso algunos, aunque tímidamente, se atreven a
proclamar que el Granada puede aspirar a plaza europea. Pero lo que ocurre es
que los catorce puntos conseguidos como visitante en toda la primera vuelta se
transforman en sólo cinco en la segunda, y además, de esos cinco, cuatro se
conquistan en las dos últimas salidas. Dado que se siguen cediendo excesivos
puntos en casa, todo se conjura para que se entre en una dinámica perdedora y
se vaya desinflando el cómodo margen con la zona fatídica.
Sin
embargo, en plena progresión descendente del equipo y cuando quedaban por
jugarse sólo seis jornadas llegó una magnífica e inesperada victoria sobre el
Barça (la desarrollamos más ampliamente en la sección “Un partido para el
recuerdo”) que volvió a dejar muy a tiro la permanencia. Pero enseguida se
´volvió a las andadas y así después de la penúltima jornada, con derrota en Los
Cármenes ante el rival directo Almería en un pésimo partido, pasamos a ocupar
el puesto más bajo de toda la temporada, 17º, a sólo dos puntos del descenso,
lo que obliga a ir a Valladolid en la última jornada con la necesidad de no
perder.
Al
final en Pucela hubiera bastado un empate por los resultados de otros campos,
pero dando la talla, los tres puntos de la victoria con un gol vallisoletano en
propia puerta dejaron al Granada en la 15ª posición y dispuesto para que dentro
de un año podamos contarles la temporada número veintiuno del Granada en máxima
categoría.
Puede
sonar a lugar común, pero van ya cinco temporadas del imperio Pina y en todas hemos tenido final feliz, y además parece
que hemos dicho adiós a aquel fatalismo tan habitual en nuestra historia por el
que tantas veces se escapó en el último suspiro algo que parecía fácil de
alcanzar. Sólo cabe añadir que ojalá dure mucho tiempo esa buena suerte de los
que dirigen al Granada CF.
Corta
plantilla
Sin
afán de sentar cátedra y siempre desde nuestro exclusivo punto de vista,
algunas claves podemos apuntar como determinantes para que las cosas se
desarrollaran en la segunda vuelta del campeonato de esa forma dramática que a
punto estuvo de conducirnos a segunda. Como primera podría señalarse el
escasísimo poder goleador del once rojiblanco, aunque en realidad es éste un
mal común a las tres temporadas que se llevan desde la vuelta a Primera. Los
raquíticos 32 goles a favor (sólo el Elche consiguió menos) hacen que en este
aspecto sea la 13-14 la tercera peor temporada de las veinte de máxima
categoría. Por otra parte, determinados futbolistas que en teoría darían el
salto de calidad necesario para transitar por primera sin agobios no dieron la
talla o no pudieron rendir como de ellos se esperaba por culpa de las lesiones,
lo que unido a las bajas de mediados de temporada (Diakhaté, Yebda y Campos
Toro; a cambio sólo vino Ilori, que además estuvo lesionado casi dos meses)
dejaron a la plantilla en cuadro para el tramo decisivo, de manera que se puede
decir que Lucas Alcaraz jugaba con lo
puesto y tenía que alinear a determinados hombres que no estaban en la
mejor forma física por la sencilla razón de que no disponía de alternativas,
viéndose obligado en numerosas ocasiones durante la recta final del campeonato
a completar las convocatorias echando mano del filial.
Lucas
Alcaraz no sigue
En el
nuevo Zorrilla, jornada 38 y última, con arbitraje del viejo conocido Clos
Gómez, quien, en honor a la verdad, no influyó en el resultado ni en éste ni en
los otros dos partidos que dirigió al Granada, era fundamental puntuar o de lo
contrario estaríamos en estos momentos contándoles el final de una época
dorada. El empate podría no haber servido en función de los resultados en otros
campos, y la derrota equivalía al descenso ya que el anfitrión, el Valladolid,
dos puntos abajo, también se salvaba ganando.
Un gol
en propia puerta del pucelano Mitrovic valió para que con los tres puntos nos
aseguráramos un año más en Primera División en un partido que duró dos horas y
media (con el consiguiente sufrimiento añadido) porque hubo que alargar el
descanso casi tres cuartos de hora debido a que en el Sadar, donde también se
ventilaban el ser o no ser, el juego estaba detenido desde el minuto 13 por un
derrumbe de parte de una grada al celebrar el 1-0 frente al Betis. Ganó ese
partido 2-1 el Osasuna, pero no eludió el descenso. Le acompañaron Valladolid y
Betis, ya descendido desde hacía alguna jornada como colista. Mientras se
reparaban los desperfectos en Pamplona, se decretó que en los demás encuentros
con los descensos por decidir se esperara a la reanudación del Osasuna-Betis. El
Granada con su victoria eludió caer a segunda, sacando dos puntos de ventaja a
Osasuna. Pero, a pesar del final feliz, en la misma sala de prensa del estadio
vallisoletano Lucas Alcaraz comunicó que no seguirá.
Fue el
último partido (por ahora) de Lucas Alcaraz al frente del Granada, su partido
número 163 como técnico rojiblanco (55 en máxima categoría) que lo consolidan
en la segunda plaza de una clasificación histórica en la que aparecen ochenta
nombres y en la que sólo es superado por Joseíto, al que con dos temporadas más
en el banquillo rojiblanco podría adelantar. A pesar de haber conseguido por
dos veces la permanencia en Primera, con el mérito añadido de no haber ocupado
en ningún momento puesto de descenso ni en ésta ni en la anterior temporada, la
única representación genuinamente autóctona que quedaba en el primer equipo del
Granada se marcha porque -dice- está muy cansado y porque el equipo necesita
una cara nueva.
Y es
que el final de temporada del Granada fue realmente estresante y en ese tramo
llegaron derrotas ante su público especialmente dolorosas, dando además muy
mala imagen. Resultados mandan. Las tres o cuatro veces que el equipo se acercó
peligrosamente a la zona caliente surgieron en el nuevo Los Cármenes los
inevitables gritos en contra del técnico, gritos de ¡fuera, fuera! que tampoco,
todo hay que decirlo, llegaron a ser mayoritarios salvo en ese tramo final
especialmente malo.
Dicen
sus detractores que podía haber sacado mejor partido a esta plantilla y que por
lo tanto es el primer responsable de que el Granada llegara a la última jornada
obligado a jugarse el todo por el todo, y también lo acusan de que sus
planteamientos son muy aburridos por excesivamente conservadores. Quizás lleven
razón, aunque nos atreveríamos a afirmar que con la plantilla rojiblanca que
afrontó la recta final del campeonato, mermada en todas sus líneas y con
algunos importantes componentes en muy baja forma o muy poco implicados (al
menos esa era la sensación que se transmitía a la grada) era muy difícil
completar un final de temporada distinto al que vimos. Por otra parte, nadie
podrá acusar a Alcaraz de inmovilismo y de mantener tozudamente sus planteamientos
contra viento y marea a pesar de que no acompañen los resultados. En nuestra
opinión, otras cosas se le podrán reprochar, pero no la de no saber lo que se
trae entre manos el buen técnico de la tierra.
Finalizaba
así la segunda etapa (que seguramente no será la última) de Lucas Alcaraz como
entrenador granadinista. Para la 14-15 fichó en mayo, pocos días después de
finalizada la liga, un hombre de gran prestigio y amplia experiencia, Joaquín
Caparrós, el entrenador número 81 de la historia del Granada CF, relato que
pertenece obviamente a la próxima entrega.
Diez
foráneos
En el
partido Villarreal 3 Granada 0 (por cierto, el primer partido perdido como
visitante) de la jornada ocho, jugado en el campo del Madrigal el viernes 4 de
octubre de 2013, un nuevo récord histórico quedó establecido: el Granada salió
de inicio con un once en el que tan solo el portero Roberto es nacido en
España. Jugaron: Roberto; Nyom, Diakahté, Murillo, Brayan Angulo; Iturra,
Yebda; Pereira (Foulquier), Buonanotte, Brahimi (Riki); y El Arabi (Ighalo).
Desde
que el Granada volvió a división de honor, ya en la primera temporada, la
11-12, había caído el récord de mayor número de extranjeros en su alineación,
siete, que databa de la 73-74. Aquella vieja marca cayó en San Mamés, donde el
Granada ganó 0-1 y jugó de inicio con ocho extranjeros en sus filas. Ese récord
de ocho foráneos ya había sido batido en esta misma 13-14, en la jornada seis,
Granada 0 Valencia 1, con nueve no nacidos en España, y se repitió en la siete
(Granada 2 At. Bilbao 0) para establecer el récord de diez en la jornada
octava. Ya no volvió a darse tal número de extranjeros de rojiblanco en todo lo
que quedaba de liga.
Si en
Villarreal las circunstancias hubieran obligado a sustituir a Roberto por el
suplente Karnezis habríamos visto un once granadinista por entero formado por
extranjeros, cosa que ignoramos si existe algún precedente en la historia del
fútbol español. Y no ya sólo once extranjeros en su alineación, el Granada pudo
esta temporada incluso completar una convocatoria formada totalmente (18) por
no nacidos en España, aunque para esto tendría que haber entrado algún jugador
del filial Granada B. No somos xenófobos y nada tenemos contra esta babel de
nacionalidades granadinistas (hasta diez distintas, algunas más si
contabilizamos también a los futbolistas del filial). Son exigencias de la militancia
en Primera División.
Ciudad
deportiva
La
ciudad deportiva del Granada, ese viejo sueño de la afición y de toda Granada
-se puede decir-, será realidad por fin en breve. En octubre el Ayuntamiento
que preside Torres Hurtado decide ceder al Granada CF gratuitamente y por 75
años, siete hectáreas y media de terrenos en la zona norte de la capital,
vecinos a la facultad de la Actividad Física y el Deporte y cercano al término
municipal de Jun.
Tres
temporadas atrás, el 19 de marzo de 2011, en Otura y con un acto solemne, habíamos asistido a
la colocación de la primera piedra de una futura ciudad deportiva rojiblanca.
Lo malo fue que la cosa se quedó en eso, en el puro acto solemne y las fotos
para el recuerdo, porque la segunda piedra nunca llegó a colocarse. Ahora va en
serio y además la superficie y la dotación es superior a aquella olvidada
primera ciudad deportiva de Otura.
Se prevé que los trabajos se desarrollen en
dos fases. En una primera se construirán cuatro campos de césped natural (uno de ellos con
gradas) y dos de césped artificial, otro campo para entrenamiento de porteros,
vestuarios, salas de reuniones y un gimnasio. En la
segunda se construirá una residencia para jugadores. Todo por la módica cifra
de aproximadamente ocho millones de euros que saldrán de los presupuestos del
Granada CF.
Los trabajos de construcción empezaron en abril de
2014 y a la hora de cerrar el balance de la temporada que nos ocupa es
fácilmente reconocible desde el exterior en aquel espacio lo avanzado de las
obras de explanación de terrenos, siendo el objetivo que puedan utilizarse ya
para el comienzo de la 2014-15 para que allí pueda la primera plantilla
realizar su preparación, así como la de todas las sesiones filiales y sus
partidos de competición.
Los granadinistas que hace tan poco seguíamos a
nuestro equipo por esos desolados campos de Dios y sufríamos el seudo fútbol
que se practica en las categorías olvidadas del balompié patrio y, lo que es
peor, temíamos por el futuro inmediato de nuestro Granada, no dejamos de tener
cada vez más razones para pellizcarnos por si estamos soñando. Nuestro club
está saneado, vamos a por la cuarta seguida en Primera y, la guinda, una ciudad
deportiva que acabe de una vez con la precariedad de instalaciones para preparación
y sirva para que la cantera pueda dar frutos.
Los Cármenes sólo puede ser utilizado una vez a la
semana para entrenamientos, así que el grueso de la preparación de la primera
plantilla se desarrolló en las instalaciones de la Ciudad Deportiva de la
Diputación de Armilla, mientras que los campos de Antonio Sánchez en el pago de
Marachatalán en la misma orilla del
Genil, quedaron para la preparación del filial. Es algo impropio de un club de
primer nivel que pronto puede quedar resuelto. Otra cosa más -y no menuda- que
agradecer a la gestión Pina.
El Granada B
El primer filial en su debut en Segunda B hizo una
campaña bastante buena en la que casi siempre ocupó puestos de la mitad alta de
la tabla e incluso en una jornada estuvo en plaza de play off de ascenso para
terminar sexto clasificado. En la otra competición en que intervino, Copa
Federación, superó ampliamente al Loja en la primera eliminatoria para caer en
la segunda frente al filial del Almería.
Por cuarta temporada consecutiva fue su entrenador
Joseba Aguado, el mismo que lo llevó al tercer nivel del fútbol español desde
1ª Andaluza, pero este año quedaron ya pocos granadinos (sólo siete). Cosa
lógica, la categoría lo exige y, por otra parte, se impone que en sus filas
vayan integrándose las muchas promesas que no paran de fichar los inversores
que sostienen el tinglado. Quizás dentro de poco y cuando la ciudad deportiva
del Granada esté a pleno rendimiento sea otra la procedencia mayoritaria de los
futbolistas del Granada B. La plantilla, que apenas superaba los 21 años de
edad de media, estuvo integrada por:
Porteros: Dimitrievski y Cristian Arco (con Édgar Badía, baja en enero).
Defensas: Morante, Marcelo, Álex Carmona, Marfil, Luis Lozano, Pepe Sellés
y Álvaro Vega (fichado éste en invierno para cubrir la baja de Bougaidis, que
se fue al fútbol griego).
Centrocampistas: Boateng, Fatau, Nico, Adolfo, Sergio Martín, Clifford, más
Sergio Peña, Sulayman y Uche, incorporados con la temporada ya en marcha.
Delanteros: Machis (fue cedido al Hércules para las cinco últimas jornadas
de 2ª división), Álvaro García, Antonio Puertas, Cuero, Titi, Christian Bravo,
más Success, incorporado con la temporada ya en marcha. También jugó en el
Granada B Migue García, cedido en enero al Cádiz.
El objetivo principal del filial es el de
formar jóvenes valores que puedan ser utilizados por el primer equipo y ya en
esta misma temporada varios de sus integrantes se alinearon en algún partido de
primera. El que más fue el medio centro ghanés Fatau, que hasta en siete
ocasiones salió de titular y ciertamente no desentonó. Le sigue el utrerano
Álvaro García, con una titularidad y tres partidos en que salió desde el
banquillo. También el chileno Christian Bravo llegó a alinearse como sustituto
en dos encuentros. Y se completa la lista con el ghanés Boateng, que jugó unos
minutos en San Mamés. Otros como Adolfo, Sulayman, Cuero, Dimitrievski, Success
y Morante completaron en más de una ocasión alguna convocatoria del primer
equipo, pero no llegaron a estrenarse.
Esto, lo de promocionar jugadores a la primera
plantilla, fue el dato positivo. El negativo fue que a pesar de que hace bien
poco la Segunda B nos parecía un sueño inalcanzable, no ya para el filial sino
para el primer equipo, y a pesar de que la campaña fue buena en general,
incluso con grandes goleadas, los partidos del Granada B apenas convocaron a un
millar de hinchas en más de la mitad de sus choques caseros, y eso que la mayor
parte de los partidos se disputaron en Los Cármenes (el Núñez Blanca fue su segundo
terreno como local).
El Granada femenino
El equipo femenino del Granada CF debutó en Primera
División después de su histórico ascenso de hace un año, pero no le fue bien y
acabó penúltimo y descendido a falta de dos jornadas por disputarse, con un
balance de cinco partidos ganados, siete empatados y dieciocho perdidos, 41
goles a favor y 82 en contra. El partido R. Sociedad 3 Granada 0, fue objeto de
investigación en busca de un posible amaño en el resultado con vistas a unas
supuestas formidables ganancias en las apuestas. Nada se demostró.
El Granada juvenil
El primer equipo del Granada
juvenil militó por segundo año consecutivo en División de Honor, grupo IV. De
su técnico, Rafael Morales, Rafilla,
que repitió por cuarto año, se puede decir lo mismo que de Joseba Aguado:
también tiene en su haber dos ascensos, desde Regional Preferente a máxima
categoría. A sus órdenes el juvenil acabó sexto.
LA
PEQUEÑA HISTORIA DE LA TEMPORADA 2012-2013
*Pina y el Hércules. Continúan este año las aventuras extragranatensis de Enrique Pina, que lo
intenta ahora en el Hércules, de Segunda División. Se había hablado de que Pina
y los Pozzo más el presidente sevillista Del Nido iban a adquirir la mitad del
accionariado del Hércules, sin que la cosa pasara de rumor. Pina no compró el
club alicantino, pero sí asumió su gestión deportiva, o eso pudo leerse en la
prensa en pretemporada, aunque en palabras del propio Pina, nunca fue gestor
del Hércules, sólo que «soy libre de ayudar a quien quiera y el Hércules me
parece un equipo ideal para invertir… […] …Pero yo no participo en la gestión
ni en la administración del Hércules, ni trabajo en Alicante». La LFP no
acabó de ver con buenos ojos estos escarceos de Pina con clubes distintos al
suyo y sometió toda la operación alicantina del presidente del Granada a una
investigación en busca de irregularidades, pero desde Alicante se defendieron
diciendo que no existe ningún papel firmado que vincule al Hércules con Pina y
ahí quedó todo.
Dos
granadinistas se fueron allí cedidos toda la temporada: Juanma Ortiz y Borja
Gómez, y Machis llegó para las últimas cinco jornadas. También emprendió el
camino de Alicante el joven defensa griego internacional sub 20 Bougaidis,
fichado por el Granada en verano, pero antes de empezar la temporada oficial
vino devuelto y se acomodó en el filial. Aparte, también militaron en el club
alicantino otros a los que nunca hemos visto de rojiblanco pero pertenecen
nominalmente al Granada o son de la “escudería” Pina-Udinese: Héctor Yuste,
Ferreiro, Assulin, Aulestia, Dioni y Sissoko, más el caso especial del chileno
Matías Campos Toro, que tras jugar las primeras jornadas con los alicantinos
fue recuperado para el Granada al marcharse Siqueira, pero de rojiblanco quedó
inédito y no disputó ni un solo minuto, saliendo en invierno con destino al
Unión Española de su país. El camino inverso, de Alicante a Granada, aparte de
Matías Campos, lo siguió también el prometedor lateral izquierdo de 19 Pepe
Sellés, que se enroló en el Granada B donde apenas fue utilizado. Y uno que
hubiera gustado que viniera de Alicante a Granada era el centrocampista
internacional colombiano Abel Aguilar, pero prefirió irse al fútbol francés.
Como en otros casos en los que Pina ha intentado buscar mercado fuera de
Granada, el resultado final le fue negativo y el Hércules acabó la liga como colista
y descendido a Segunda B.
* Pina y el Cádiz otra vez. Para aventura extragranatensis, ésta ya más en serio, la de Pina cuando volvió a
la carga con el equipo amarillo de la
Tacita de Plata en su afán de ampliar mercados. «Cádiz es un sitio
especial. Siempre me he sentido cadista», declara Enrique Pina para la
hinchada gaditana que lo espera con los brazos abiertos y recuerda que en el
primer intento, hace dos temporadas, sólo la mala suerte impidió que la gestión
de Pina acabara con el deseado ascenso a Segunda de los amarillos. Su equipo no
acaba de consolidarse entre los cuatro primeros del grupo IV de 2ª B y en esos
momentos, finales de noviembre, continúa el club en concurso de acreedores y
sus futbolistas llevan meses sin cobrar.
En
primera instancia Pina dice que jamás será inversor del Cádiz, que sólo
pretende encargarse de la supervisión deportiva. Pero al poco tiempo Pina, a
través de la firma “Locos por el Balón SL”, empresa dedicada a la
intermediación futbolera con sede en Sevilla, propiedad de Elena Pina
Campuzano, hermana de Enrique Pina y en la que participa también -se dice- José
María del Nido, adquiere en pública subasta el 49,5% de las acciones del Cádiz
SAD y designa como nuevo presidente a su señor padre, Juan José Pina,
administrador único de Locos por el Balón, que ya fuera presidente en su
anterior etapa.
No
pudo inmediatamente hacerse efectivo el desembarco de Pina y su equipo porque
la subasta fue impugnada. El Consejo Superior de Deportes dijo no en principio
a la entrada en el Cádiz de Locos por el Balón porque podría provocar la
adulteración del normal desarrollo de la competición al darse una indeseada e ilegal
multipropiedad de clubes de fútbol dado que el Granada B participa en la misma
categoría y grupo que el Cádiz. La solución se encontró cambiando a las
personas que aparecían como titulares de la firma Locos por el Balón, y
poniendo a Manuel Vizcaíno, empresario sevillano y mano derecha de José María
del Nido en el Sevilla FC hasta que tuvo que dejar la presidencia por sus
problemas con la justicia. A finales de marzo el CDS dio por fin su visto
bueno.
Migue
García y otros de la órbita “piniesca” como Dioni y Jon Ánder Garrido se fueron
a reforzar el once amarillo en el mercado de invierno. El Cádiz consiguió
acabar cuarto clasificado, pero en los play off de ascenso fue eliminado por el
Hospitalet a las primeras de cambio y no ascendió, luego seguirá siendo rival
del filial Granada B. Y es que parece que la tópica buena estrella de Pina le
abandona en cuanto se aleja de la vera de la Alhambra.
* Buonanotte y sus problemas con la justicia… y con el balón. A
principios de verano el nombre de Buonanotte aparece entre el de otros
futbolistas argentinos presuntamente responsables de un delito de falsificación
de documentos con los que poder jugar en Europa sin ocupar plaza de extranjero.
Ya no volvió a hablarse más de esa cuestión, pero en febrero sonó otra vez su
nombre (en unión de Ighalo) en otro affaire judicial, en este caso requerido
por la justicia española como implicado en una trama de falsificación de
exámenes para conseguir el carné de conducir (mediante una cantidad de dinero
obtenían fraudulentamente la homologación de sus permisos de conducir en
España) e imputado en un delito de falsificación de documento público y otro
contra la seguridad vial. Y ya en mayo volvió el argentino a ser señalado como
réprobo, ahora por el fisco argentino, como presunto evasor de 253.000 € en
concepto de impuestos debidos de cuando su traspaso del Ríver al Málaga. Si en
lo social no se puede decir que le fuera bien el año al argentino, en lo
futbolístico tampoco, ya que fue casi siempre suplente. Incorporado en el
mercado invernal de la temporada pasada, llegó a Granada con aires de crack,
pero hasta el momento no ha justificado lo desembolsado por el club.
* Salida
internacional. El Granada volvió a salir al extranjero, cosa que no ocurría
desde el verano de 1974, cuando con Candi y Joseíto al frente, realizó en
pretemporada una mini gira por Alemania en la que disputó tres partidos. En
esta ocasión la salida es a Watford, ciudad de unos 80.000 habitantes cercana a
Londres, donde tiene su sede el equipo de fútbol del mismo nombre, tercero de
la “galaxia Pozzo”, que milita en la segunda británica. El 27 de julio de 2013 en el
campo de Vicarage Road, Roberto, Nyom,
Diakhaté, Mainz, Siqueira, Iturra, Yebda, Brahimi, Dani Benítez, Piti y Riki,
formaron el once inicial rojiblanco, y después intervinieron también: Karnezis,
El Arabi, Buonanotte, Mikel Rico, Coeff y Migue García. El resultado fue de 2-0
a favor del equipo local, en el que jugaba el recién cedido por el Granada
Iriney. El segundo de los goles fue conseguido por el nominalmente granadinista
Ikechi Anya. Este partido en tierras inglesas fue el único de los varios de
pretemporada en el que nuestro equipo acabó derrotado. Tiene la peculiaridad
además este amistoso de ser el último partido en que vistieron de rojiblanco
horizontal Siqueira y Míkel Rico, que en todos los demás encuentros de
pretemporada, incluido el de presentación en Los Cármenes, no intervinieron ni
siquiera unos minutos pues era inminente su salida del club.
* Ighalo por quinta vez. Ighalo, que
sigue perteneciendo a Udinese, completó su quinta temporada de rojiblanco. De
esas cinco temporadas, excepto en la 2011-12, en todas lo intentó -sin éxito-
primero en el fútbol italiano para acabar incorporándose cuando ya rodaba el
balón. Este año ocurrió eso mismo. Finalmente intervino en sólo 16 partidos de
liga (dos goles) más los dos de copa (otros dos goles) pues gran parte del
calendario se la pasó lesionado. Una vez más un gol suyo, en San Sebastián
faltando tres jornadas, resultó –casi- decisivo para la consecución del
objetivo perseguido.
* Trofeo veraniego. Con el nombre de II Trofeo Diputación, el 9 de
agosto se disputó en Los Cármenes el partido Granada-Os Belenenses, patrocinado
por la institución provincial, que donaba la copa. El Granada había jugado
varios amistosos de pretemporada frente a rivales de su misma categoría, como
Villarreal y Almería, o de Segunda (Hércules, Jaén) o Segunda B (La Roda, La
hoya Lorca, Granada B), además de la excursión a Watford. Con excepción de éste
último, en todos los demás consiguió no salir derrotado, pero todos esos partidos
se jugaron lejos de Granada. Como ya ocurriera el año pasado, este partido de
presentación frente al Os Belenenses fue el único de los de pretemporada que
jugó ante su afición. Con el nuevo Los Cármenes a medio llenar los
contendientes ofrecieron un partido de mucho más fu que fa que acabó en empate
a cero goles. En los penaltis Aranda, al estilo Panenka (pero muy mal) falló su
lanzamiento, con lo que la copa voló camino de Lisboa. La copa, costeada por la
Diputación, consistió otra vez en una reproducción a escala mini del trofeo que
años atrás se jugaba cada agosto y se denominaba Trofeo Granada, es decir, una
columna nazarí coronada por la universal fuente de los Leones.
* Los
periodistas se mudan al B. Las cabinas de prensa, de siempre situadas en el
punto más alto de la tribuna del nuevo Los Cármenes, fueron suprimidas de ese
emplazamiento antes de comenzar la liga para en ese mismo lugar habilitar la
denominada “Sala Business”, un reducto de lujo y confort para ver el fútbol
cómodamente tras una mampara que evite las inclemencias del clima mientras se
degustan manjares de catering servidos por guapas azafatas, todo por el módico
precio de 3.000 € la temporada. Los plumillas tuvieron que hacer el petate y
mudarse a la acera de enfrente, a lo más alto del sector B, donde se
construyeron con estructura metálica 18 cabinas climatizadas.
* Obituario. En agosto murió joven, 57 años, José Luis Montes, muchos
años entrenador de un sinfín de equipos de 2ªB y que durante apenas un mes fue
portero del Granada CF, en la pretemporada de la 90-91. Callejo, aquel
formidable extremo al que Daucik años después convirtió en defensa y alcanzó la
internacionalidad, que vino cedido del At. Madrid en la 50-51, murió también en
agosto a los 81 años. Ya a principios de septiembre nos dejaba a los 92 años
Ignacio Eizaguirre, muchos años portero del Valencia y de la selección y con
pasado granadinista al haber sido entrenador en media 63-64 y en la 66-67. A
finales de abril moría Francisco Jimena, que fue presidente –sin suerte- del
Granada entre 1997 y 2002, tocándole sufrir en propias carnes el 25J 2000 y el
descenso administrativo a Tercera de 2002. En años recientes murieron algunas
leyendas del granadinismo: Aguirre Suárez, Echecopar, Mazurkiewicz; en la
13-14, a últimos de mayo moría otra leyenda, Carranza, ídolo como pocos del
granadinismo de finales de los 50; tenía 82 años.
* Récord negativo. El Granada cosechó el mayor número de derrotas
caseras de toda su historia, once en liga y una más en copa, que suponen un
porcentaje de pifias ante su afición superior al 50%. Ese nefasto récord
absoluto databa de la no menos nefasta temporada 1987-88, la segunda peor de
toda la historia del Granada, en la que el equipo salió nueve veces derrotado
del viejo Los Cármenes. El Grana 13-14 perdió más partidos como local que como
visitante, algo novedoso en toda su historia. Menos mal que a domicilio no se
estuvo flojo, con cinco victorias que igualan el record de partidos ganados
como visitante jugando en primera, que data de la temporada anterior, la 12-13.
* Internacionales. El Granada, como los
grandes, sufrió varias veces a lo largo de esta temporada los efectos de lo que
se ha dado en llamar virus FIFA,
síndrome por el cual su plantilla se veía despoblada de efectivos cada vez que
se jugaban partidos internacionales de selecciones. Y es que esto es lo que
trae el militar en el primer nivel del fútbol. El Arabi (Marruecos), Nyom
(Camerún), Karnezis (Grecia), Brahimi y Yebda (Argelia), Coeff y Foulquier
(Francia sub 21), fueron convocados por sus respectivos países en repetidas
ocasiones en esta 13-14. Un virus que afecta incluso al filial: Dimitrievski
(Macedonia sub 21), Bougaidis (Grecia sub 21), también viajaron a sus orígenes
en más de una ocasión.
Además,
Campos Toro (Chile), Buonanotte (Argentina sub 21), Diakahté (Senegal), Ighalo
(Nigeria), Ilori (Portugal sub 20), más los que pertenecieron al filial: Wilson
Cuero (Colombia sub 17), Boateng (Ghana), Success (Nigeria sub 17), Uche Agbo
(Nigeria sub 20), Clifford (Ghana sub 20), Machis (Venezuela sub 20), Sergio
Peña (Perú sub 18), también fueron internacionales en su día.
Hasta
mundialistas tuvimos. Brahimi y Yebda jugaron con Argelia en el Mundial 2014 de
Brasil, Nyom lo hizo con Camerún y Karnezis con Grecia. Y hubo otros
mundialistas rojiblancos, aunque estos lo son (o lo fueron) sólo nominalmente,
como Aránguiz (Chile) o Belkalem (Argelia), que pertenecen a la grey de los
Pozzo y nunca pusieron un pie en Granada. También hubo mundialistas ex
granadinistas, como Orellana (Chile) o Mensah (Ghana). Incluso hasta podríamos
haber aportado un internacional a nuestra selección, Siqueira, nacionalizado
español en diciembre, pero Del Bosque prefirió a otros.
* 600 partidos y 700 goles. Los 35 años de ausencia de la primera
división hicieron que nuestro club fuera paulatinamente perdiendo algunos
puestos en esa lista oficiosa que refleja la llamada clasificación histórica.
En tan largo periodo de tiempo, la cifra total de 514 partidos disputados en
sus 17 temporadas de máxima categoría parecía inamovible, lo mismo que el
número de goles a favor, 610. Pero al terminar esta temporada, la que hace 20,
hemos alcanzado ya los 628 partidos y los 714 goles. El partido 600, por ese
atractivo de los números redondos, Elche-Granada, jugado el sábado 26 de
octubre de 2013, jornada 10, fue por tanto un partido histórico, pero lo fue
también porque Elche y Granada volvían a verse las caras, cosa que no ocurría
desde aquella ocasión aún más histórica como fue el ascenso a primera de 2011;
y volvió a darse un resultado positivo en el Martínez Valero, victoria
rojiblanca con un gol de Iturra.
Por su
parte, el gol 700 fue obra de Recio y llegó en la jornada 19, Granada 4
Valladolid 0, en el nuevo Los Cármenes, viernes 10 de enero de 2014; fue el gol
que ponía el 3-0 en el marcador, segundo de su cuenta particular esa noche, y
dejaba resuelta la importante victoria ante un rival directo.
Tras
tres temporadas en Primera División, el Granada ha ganado algunos puestos en
esa no oficial clasificación histórica que, por otra parte, no es muy científica ya que el criterio seguido
para fijar las posiciones es el de puntos efectivos logrados en máxima
categoría, sin tener en cuenta que hasta 1995 las victorias valían sólo dos
puntos y sin tener en cuenta tampoco el número total de temporadas en Primera.
* Concentraciones pre partido. A lo largo de la temporada,
normalmente cuando el equipo no transmitía buenas sensaciones y se avecinaba un
compromiso importante, la directiva recurrió a concentrar a sus efectivos lejos
de Granada porque «ayudan al descanso, buena alimentación y sobre todo al
fortalecimiento del grupo». Ya a finales de la temporada
anterior una concentración en Marbella pareció dar buenos resultados y se
señaló como una de las causas principales de la reacción final del equipo, lo
que le permitió conseguir la permanencia holgadamente. Antiguamente, en
vísperas de otros cruciales partidos las concentraciones se hacían en Lanjarón,
y muchas veces la experiencia agüista dio buenos frutos. Este año la primera
concentración se lleva a cabo en enero, para preparar el trascendental choque
frente al Valladolid de la jornada 19 y última de la primera vuelta, y fue un
mini-stage de dos días en La Manga del Mar Menor, el mismo sitio donde lleva
nuestro club varios años realizando parte de sus pretemporadas. Funcionó el
invento ya que los nuestros consiguieron su mayor victoria de la temporada, 4-0
ante un directísimo rival como el Valladolid. Se repitió la mini concentración
en La Manga en febrero para preparar la visita del Betis y volvió a funcionar, y
posteriormente, ahora en el Marbella Football Center, volvió a haber
concentración, con empate en Getafe. Pero ahí se acabó la suerte y las
siguientes dos concentraciones en Marbella sólo trajeron sendas desastrosas
derrotas frente a rivales directos como Málaga y Rayo.
* Ausencia de patrocinador. Esta
temporada el Granada no pudo obtener un patrocinador principal para la pechera
de sus camisetas. En toda la primera vuelta nuestro equipo fue de los pocos
cuadros de primera en el que sus componentes no eran hombres-anuncio. Para la
segunda vuelta se puso en marcha un proyecto solidario por el que previamente a
cada partido los interesados en que su nombre comercial apareciera en las
camisetas rojiblancas pujaban por ello y el mejor postor era el que obtenía ese
derecho sólo para ese partido, de modo que los jugadores del Granada lucieron
muy diversas marcas comerciales en toda la segunda mitad del campeonato. El fin
perseguido era que lo recaudado se empleara en financiar eventos educativos y
de deporte destinados a los hijos de los presos granadinos bajo la denominación
“Proyecto Hijos del Fútbol”. Se puso en práctica para el primer partido de la
segunda vuelta, Granada-Osasuna, y logró en su primera puja la cantidad de
3.350 €. Al finalizar la liga se habían recaudado 62.400 euros por este
concepto.
* Edenilson.
Aparte de Ilori como fichaje invernal, es un caso aparte el del lateral
brasileño del Corinthians Edenilson. Fichaje fantasma lo denominó la prensa
porque oficialmente fue fichado por el Granada en enero, pero en la realidad ni
Granada ni España eran su destino, sino que se trataba de una operación de los
Pozzo, que recurrieron a esta fórmula por no poder inscribirlo en el fútbol
italiano, donde pretendían cederlo a otro club. Pero como constaba como jugador
del Granada CF y al estar así completo el cupo de tres extracomunitarios (con
Murillo y Brayan Angulo), no podían determinados jugadores del filial (como
Cuero), también extracomunitarios, entrar en alguna convocatoria con el primer
equipo. Finalmente se deshizo el embrollo y fue su destino Udinese, donde
terminó la liga sin jugar demasiado.
* Brahimi. Es una de las perlas de la
plantilla granadinista y sin duda uno de sus futbolistas con más proyección.
Tiene muy poco gol para ser jugador de ataque, dicen sus detractores, que
también los tiene. Pero lo que llega a exasperar a más de uno y de dos es
cuando coge el balón y no lo suelta así lo maten, empeñándose en un regate tras
otro en lugar de buscar al jugador desmarcado, frustrándose así oportunidades
para golear. Claro que también podría responderse a ese “cargo” que han sido
varias las ocasiones en esta misma temporada (y en la anterior) en que alguna
genialidad de Brahimi culminada con balón servido en bandeja no terminó en gol
porque los encargados de la finalización fallaron ocasiones clamorosas. Lo
cierto es que con sus defectos y su excesivo individualismo, para algunos
portales de Internet, Brahimi es el mejor driblador de la liga española y
el tercero mejor del mundo, y llegan a compararlo con Garrincha. Sin entrar en
lo exagerado o no de esos comentarios, lo que sí podríamos afirmar después de
verlo desenvolverse de rojiblanco en las dos últimas temporadas es que a poco
que corrija su egoísmo con el balón, cosa que está todavía en edad de
conseguirlo, llegará sin duda a ser un crack.
* Murillo. La política del equipo Pozzo-Pina consistente en apadrinar
jugadores jóvenes con proyección y esperar a que se conviertan en rentables da
este año su primer fruto granadino: Murillo, colombiano de 22 años vinculado al
Granada desde 2010 y que actuó en el equipo filial para conocer después
cesiones al Cádiz y al Las Palmas, volvió este año y se convirtió enseguida en
insustituible en el centro de la defensa, de modo que fue una de las
revelaciones de la liga y algunos equipos poderosos andan tras sus pasos. Para
evitar contingencias, el Granada lo blindó en marzo con una cláusula de 35
millones.
UN PARTIDO PARA EL RECUERDO
Granada 1
Barcelona 0
Sábado 12 de abril de 2014
Partido correspondiente a
la jornada 33 de 1ª división, Liga BBVA
Estadio: Nuevo Los
Cármenes. 18.024 espectadores en día del club
Árbitro: Delgado Ferreiro, vasco. Amonestó a los barcelonistas Messi, Neymar y
Busquets
Entrenador: Lucas Alcaraz
Presidente: Enrique Pina
Alineación del Granada CF
Karnezis; Nyom, Ilori, Murillo (Mainz 90’), Foulquier; Fran Rico, Iturra, Recio;
Piti (Coeff 73’) El Arabi y Brahimi (Cristian Bravo 65’)
Alineación del Barcelona
Pinto; Montoya, Busquets (Alexis 74’), Mascherano, Adriano (Jordi Alba 67’);
Cesc Fábregas, Song, Iniesta; Pedro, Messi y Neymar
El gol
1-0, m. 15:
Brahimi culminando un pase en profundidad de Fran Rico
Lucas Alcaraz a lo largo de la temporada tuvo que
escuchar en varias ocasiones aquello de ¡vete ya!, pero en todas tuvo la virtud
de sortear el mal trago con un triunfo que venía a tranquilizar a los
nerviosos. En esta ocasión, aunque contra todo pronóstico, volvió a ocurrir. Y
no de cualquier manera, sino venciendo después de 42 años exactos más tres días
desde la última (09/04/72), al Barcelona. Era la quinta vez en su historia que el
Granada derrotaba al gran y poderoso Barça.
Venían los nuestros de
perder los tres partidos anteriores: en el Vicente Calderón y en La Rosaleda, y
en medio en Los Cármenes frente al Levante de Caparrós. Esas tres derrotas
habían traído que pasáramos del 11º y con una comodísima ventaja de siete puntos
sobre los puestos de descenso, al 15º y a
tres puntos de la zona fatídica cuando sólo quedaban por disputarse seis
jornadas. El partido anterior, en casa del Málaga, jugado el mismo día que
nuestro club cumplía 83 añitos, terminó con un contundente 4-1 en contra en un
paupérrimo encuentro del equipo rojiblanco, que casi no existió, con una
defensa de auténtica pena y con gritos de los escasos granadinistas presentes
pidiendo la cabeza de Lucas Alcaraz.
El Barcelona, entrenado por
el argentino Tata Martino, ya no era
ese equipo que lo gana todo, de hecho, sólo unos días antes había caído
eliminado en semifinales de Champions por el At. Madrid, club con el que
mantuvo toda la liga una cerrada lucha por el título que al final ganaron los
colchoneros. Para más inri, el miércoles siguiente al partido que nos ocupa
perdió la final de Copa del Rey frente al Madrid. Para los culés, acostumbrados
a avasallar en la última década y engordar su gran palmarés como si nada, esta
temporada 13-14 debe ser de mal recuerdo puesto que la cerraron con el título
poco ilusionante de campeón de la Supercopa como toda ganancia. Empezaba a
hablarse entonces de fin de ciclo, de decadencia por la ley natural del
desgaste de un equipo como no hubo otro igual (el pésimo papel de nuestra
selección en el Mundial de Brasil de dos meses después podría tener algo que
ver con esa decadencia). Pero el Barcelona, aun en horas bajas, siempre es el
Barcelona, basta con un vistazo a su plantilla, y además por entonces, mediados
de abril, todavía no estaba totalmente descartado.
El único gol del partido,
obra de Brahimi, llegó al cuarto de hora, cuando un balón recuperado en el
centro del campo fue aprovechado por Fran Rico para lanzar un medido pase
profundo a la espalda de los adelantados centrales culés que sirvió a Brahimi para
plantarse ante Pinto y batirlo. Los setenta y cinco minutos restantes fueron de
total dominio barcelonista ante un Granada que se batió extraordinariamente y
supo aguantar, contando con la sensacional actuación del griego internacional
Karnezis, que lo paró todo y fue decisivo para que los puntos fueran para el
Granada. Incluso en alguna contra nuevamente Brahimi y después El Arabi,
pudieron aumentar la distancia.
Hubo suertecilla para
anotarse los tres vitales puntos. Las crónicas catalanas resaltan este aspecto,
así como la posesión barcelonista superior al 80% en buena parte del encuentro
y las innumerables ocasiones de golear perdidas por los suyos. También el gris
papel de Messi. Martino habló en el pospartido de resultado irreal. Pero ahí
queda la histórica quinta victoria granadinista sobre los azulgranas.
Una victoria ante un grande siempre es especialmente
reconfortante, y más en esta temporada granadinista de récord en varapalos
caseros. El inesperado triunfo sirvió para aumentar la ventaja con la zona
caliente y dejarla nuevamente a seis puntos, con lo que muchos ya dimos por
lograda la permanencia. Pero qué va. Quedaban sólo dos partidos como locales,
los dos ante rivales de “nuestra liga”, Rayo Vallecano y Almería (sendas
derrotas fue el resultado en ambos), y en esos momentos pensábamos que si
habían sido capaces de vencer al Barcelona no habría problemas para imponerse a
dos de la parte baja. Lo malo es que sí que los hubo y el Granada intenso y
concentrado que vimos esta tarde frente al Barça sólo volvió a aparecer
–afortunadamente cuando más falta hacía- en la última jornada, en Valladolid.
LOS QUE
HICIERON HISTORIA EN EL GRANADA CF
Mikel
Rico Moreno, Ghillerme Madalena Siqueira y Daniel González Benítez
Mikel Rico, Siqueira y Dani Benítez, tres nombres
propios protagonistas de la más reciente y gloriosa historia rojiblanca nos
decían adiós en esta 2013-14. Tres nombres a los que hay que agradecer gran
parte del buen momento rojiblanco que vivimos.
Los
dos primeros fueron dos significativas bajas que el Granada iba a acusar toda
la temporada ya que se trata de dos futbolistas de muy difícil recambio para un
club como el nuestro. No obstante, para siempre quedará en la memoria del
granadinismo su más que importante aportación a la historia rojiblanca y
también, claro, los buenos euros que su marcha dejó en las arcas del club.
El primero en salir fue Mikel Rico, traspasado a mediados
de agosto al Bilbao que, como la temporada anterior, se interesó seriamente por
él. Su no salida un año antes se debió a que parecía poco lo que los vascos
ofrecían (4 millones), sin embargo, tras un largo tira y afloja, el pulmón
rojiblanco acabó vendido al Bilbao por tres millones de euros más incentivos
condicionados al número de partidos jugados y objetivos alcanzados, que después
se tradujeron en algún dinero más. Así vio Rico cumplido su sueño de militar en
el que de siempre fue su club y al que ya había pertenecido cuando estaba en
edad juvenil.
Mikel
Rico tuvo el gesto de despedirse de la afición granadinista, que siempre le
profesó un gran cariño, mediante una sentida carta dirigida a los medios en la
que afirmaba haber pasado en Granada tres años maravillosos. En Bilbao, el buen
centrocampista, que fue clave para el ascenso a Primera con su trabajo sin
descanso en la zona ancha rojiblanca, en un Athletic que acabó clasificado para
Champions se convirtió también enseguida en insustituible y desplazó de la
titularidad a otros futbolistas en principio más cotizados, y cuando en la
jornada siete visitó Los Cármenes como jugador bilbaíno recibió un homenaje
sobre el césped en los prolegómenos del partido, en el que Pina le hizo entrega
de un recuerdo conmemorativo de sus tres temporadas como granadinista.
Le
siguió Siqueira, que hacía un año estuvo a punto de ir al Valencia. Se le
atribuyeron distintos posibles destinos, que si el Liverpool, que si el
Everton, que si el Real Madrid... Con el R. Madrid llegó a haber pleno acuerdo,
pero para que el fichaje por el club merengue se hiciera realidad era necesario
que previamente éste se desprendiera del portugués Coentrao, cosa que estuvo el
Madrid intentando hasta el mismo momento de cierre del mercado de fichajes sin
conseguirlo, así que, descartado el Madrid, a principios de septiembre y cuando
ya se habían disputado las tres primeras jornadas de liga, el Benfica se llevó
a Siqueira en calidad de cedido por un año, abonando al Granada un millón y con
una opción de compra por otros siete. Sin Siqueira, que ya es español y
seleccionable, y sus enormes cabalgadas por la izquierda y sus penaltis
magistrales a lo Panenka nos quedamos.
Siqueira también triunfó en su nuevo club. Una
parte del campeonato se la pasó en la grada por culpa de una lesión, pero acabó
siendo titular e interviniendo en la recta final de la temporada lisboeta, una
temporada que siempre estará en el recuerdo de sus aficionados puesto que el
Benfica salió campeón de liga, copa de la liga y copa (o Taça) de Portugal, y a punto estuvo de redondearlo con el título de
campeón de la UEFA League, pero cayó en la final en Turín frente al Sevilla en
los penaltis. Al finalizar la temporada 13-14 que nos ocupa y tras no ejercer
el Benfica la opción de compra que tenía sobre el brasileño, el Granada lo
traspasó al At. Madrid por una cantidad cercana a los diez millones de euros,
convirtiéndose así en el más sustancioso traspaso del Granada a otro club de
sus 83 años de vida.
El
tercero en decirnos adiós fue Dani Benítez, pero éste salió del club por la
puerta de atrás y no dejó en caja ni un céntimo. Había empezado la temporada de
titular, cuando Lucas Alcaraz apostaba por el 4-2-3-1, pero sólo duró los
primeros cuatro partidos. Hasta la vuelta de Copa en diciembre, frente al
Alcorcón en Los Cármenes, donde fue probado como lateral izquierdo sin que el
experimento funcionara. En la jornada 24, mediados de febrero, recibía el
Granada la visita del colista Betis y Dani Benítez volvía a entrar en una
convocatoria después de mucho tiempo ausente. En la segunda parte salió
sustituyendo a Piti, autor del único gol del partido. Apenas llevaba Benítez un
cuarto de hora sobre el terreno cuando, excesivamente acelerado, una aparatosa
entrada suya sobre un rival fue merecedora de tarjeta roja para el colegiado
José Antonio Teixeira. La bomba explotó algo más de un mes después cuando se
supo que Dani Benítez había dado positivo por cocaína en el control antidoping
a que se le sometió tras su actuación frente al Betis.
Por su
mala cabeza puede haber dicho adiós definitivamente al fútbol, al menos al
fútbol de primer nivel. Una mala cabeza que ya le había costado anteriormente
algún serio disgusto, como cuando atinó en el rostro del “malvado” Clos con una
botella de refresco tras el Granada-Madrid de hace dos temporadas y le cayeron
tres meses de suspensión. Dicen que Dani Benítez (por mal alias “Dani
Beefeater”) lleva una vida de crápula muy poco acorde con lo que se espera de
un deportista de élite, y también dicen que sus problemas de índole personal y
su desmedida afición a la noche y a la baraja le impiden centrarse y ser un
auténtico profesional del balompié.
En
cualquier caso, es una pena lo sucedido al que en sus dos primeras temporadas
de rojiblanco fue sin duda el futbolista del Granada que marcaba diferencias.
Aunque la primera división parecía venirle algo grande, nunca podremos olvidar
sus enormes desbordes por la izquierda, sus medidos centros y sus goles en esas
dos primeras temporadas, las de los dos ascensos. Para servidor, aunque nos dio
otras muchas cosas buenas, solamente su pase en profundidad a Ighalo en Elche
en 2011 ya le justifica para ocupar un lugar destacado en la historia del
Granada CF.
Unilateralmente
el club decidió rescindir su contrato en marzo, y en los momentos de redactar
este capítulo es una incógnita qué va a suceder con Dani Benítez, que sigue
perteneciendo a Udinese y que se enfrenta a una posible sanción de dos años sin
jugar o, lo que es lo mismo, al fin de su carrera futbolística a los 27 años.
Triste final para un futbolista que fue ídolo de la afición y protagonista
directo de una parte de la mejor historia rojiblanca.