HISTORIA
DEL GRANADA C.F.
Capítulo 63
Temporada 1994-95
SEIS
MESES DE AGONÍA
Fue
una temporada mala en lo deportivo, con una temible posibilidad de descenso
salvada a duras penas y sin que “el mejor equipo de los últimos 15 años”
demostrara en ningún momento la poco afortunada frase del presidente Aragón.
Pero
fue, sobre todo, una temporada llena de bandazos e incertidumbres, con una
directiva, la de Pepe Aragón, que recibió el rechazo de los socios, y otra, la
de Jaime Marti, que se mantuvo contra viento y marea hasta final de temporada,
dicen que por el evidente deseo del presidente accidental de pasar a la
historia del club como el mandatario que cerró definitivamente el viejo campo
de los Cármenes.
Todo
empezó cuando
En la
“pequeña historia” de este capítulo recojo una tremenda confesión de Ernesto
Martínez en las páginas de "Ideal" que ilustra certeramente el
enrarecido clima que envolvió durante estos meses todo lo relacionado con el
Granada y su entorno.
No
quedó demasiado claro en
Lo que
resulta evidente es que el déficit previsto en este periodo, 1994-95, supera
los 60 millones porque lo previsto son unos gastos de 161.745.545 y unos
ingresos de 71.500.000 pesetas. Y aunque hay que rebajar los 30 “kilos”
ahorrados con las posteriores bajas de Orejuela, Delgado y Armando, también hay
que resaltar el exagerado optimismo que espera unos ingresos de 71,5 millones
cuando el año pasado fueron de apenas 37.499.911 las pesetas ingresadas.
Son
los datos más importantes de una farragosa Asamblea con la presencia de 100
socios que, con Jesús Garrido a la cabeza, dieron un durísimo varapalo a la
directiva del club.
Pepe
Aragón
Era un
hecho palpable que los días de Pepe Aragón estaban contados. Incluso en su
propia junta hubo un intento de autogolpe que eliminaría al presidente quedando
el vice, Jesús Martínez, al frente del club hasta las elecciones. Todo estaba
preparado y previsto para el 26 de diciembre, pero, a última hora, Aragón dio
marcha atrás. De todas formas, fue un simple aplazamiento ya que el 13 de
febrero de 1995 se producía la dimisión presidencial, tras serle reconocida una
deuda de 35.700.000 pesetas y quedar otro de los vicepresidentes, el doctor
Jaime Marti, al frente del club de forma accidental.
En
este momento Jesús Martínez reconoce que la deuda total del Granada se eleva a
unos 1.200 millones de pesetas, muy superiores a los 700 que hasta entonces se
habían barajado.
Jaime
Marti
Jaime
Marti pasó efectivamente a la historia –a esta historia– como el último
presidente que se sentó en el palco del viejo los Cármenes. Para ello tuvo que
demorar innecesariamente la convocatoria de elecciones llegando a decir que “aunque
las elecciones serán en verano nosotros planificaremos la temporada; eso es muy
fácil cuando se tiene un técnico”. Un técnico que no seguirá y una
directiva que planifica para otros dejando hipotecada la gestión de los que
vendrán luego, a base de renovar contratos y contraer compromisos.
La
directiva accidental de Marti se propuso terminar la temporada y evitar el
descenso del Granada. Ambas cosas se hicieron realidad, aunque para ello
tuviera que encajar alusiones tan directas como esa pancarta que apareció en
las gradas el 23 de abril: “Váyanse, cojones, queremos elecciones”.
El
baile de los candidatos
La
magia del poder futbolero se pone una vez más de manifiesto y surgen un montón de
candidatos a la poltrona presidencial de un club arruinado y a punto de bajar
al pozo insondable de
Se
habla de Ángel Fernández Oliveros, Manuel García Machado, Francisco Jimena,
Abelardo García Domínguez y José Antonio Murado, que acude de nuevo a los
Cármenes y anuncia su programa electoral: convertir al Granada en sociedad
anónima, contratar a un gerente que sepa de fútbol, y varios asesores
deportivos y económicos. Parece que la gente todavía recuerda los faraónicos
proyectos de la anterior etapa del empresario y por eso su propuesta no levanta
grandes entusiasmos. Pero, en cambio, sí los despierta el anuncio de que
Cándido Gómez Álvarez está dispuesto a retomar las riendas de “su” club con una
directiva de nombres confiables.
Y,
tras el reglamentario periodo de espera, se llega al 21 de junio con Candi como
único candidato avalado por 221 firmas –una pasada porque solo necesitaba 139–
que, ante la renuncia de todos los demás, queda oficialmente proclamado
presidente el 27 de junio. "Ideal" titula la información con una
frase cinematográfica y rotunda; “La sombra de Candi es alargada”.
El
movimiento dirigencial, con los altibajos narrados antes, no guarda relación
con el juego amorfo, gris y anodino que aburre a los espectadores y los aleja
de los Cármenes. El equipo, sin llegar a ser un desastre, no logró agradar
nunca.
El
técnico elegido por Aragón fue el canario Barrios, aquel delantero centro de la
época gloriosa que formó una impagable pareja con el mañico Porta. Llegó
Barrios a Granada lleno de entusiasmo en el cumplimento de su sueño de regresar
a Granada. Montó un conjunto con un trío poderoso y experimentado en el centro
del campo, integrado por Orejuela, Oti y Delgado. Detrás otro trío defensivo
acreditado con Álvarez, Santi y Armando, con Isidro y Paquito en los laterales
y la duda de Carlos Gómez y Juan Carlos alternando en la meta. En el ataque
seguían Roberto Valverde y Mel, de quienes se esperaba la misma eficacia del
año pasado.
Pero
las enormes dificultades económicas imponen su ley y, tras la octava jornada,
Orejuela y Delgado deciden marcharse al no ver claro su dinero. Armando les
sigue pocos días después y, ya en el ecuador de la liga, quien se marcha es Oti.
A sus
ausencias Barrios une por su cuenta, la del capitán Álvarez, y deja al veterano
defensa en la caseta. La buena voluntad
del inexperto entrenador no corre pareja con su tacto para tratar a los
jugadores. Además, no hay juego ni apenas resultados y el final es que Barrios
tiene que marcharse.
La
Liga con José Víctor
Para
sustituirle viene todo lo contrario, un técnico con años de experiencia y
conocedor profundo de la 2ª B. Es José
Víctor, que estará ligado al Granada en distintas fases de los años venideros.
El nuevo técnico lo intenta todo para ganar eficacia, pero sólo consigue salvar
la categoría, que no es poco viendo como pintaban las cosas.
Barrios
dejó al Granada en el puesto 13º, con un negativo, y Víctor termina la
temporada en el mismo puesto, pero con tres negativos.
El
entrenador murciano achacó la mala situación del equipo a sus enormes defectos
defensivos. “Damos unas facilidades increíbles en defensa” declaró
después de encajar tres goles en Almería y, aunque intentó corregirlos, la
verdad es que el Granada siguió recibiendo abundantes goles en casi todos los
partidos. Las pruebas con Almeida, Platero, Guti y el entusiasta Lucas no
mejoraron la concentración defensiva, mientras que el centro del campo, formado
por necesidad, con Rai, Ricardo y Molina, tampoco daba la talla exigida.
Hasta
la portería llegaron los cambios con la alternancia de Juan Carlos,
indiscutible titular hasta entonces, y el inédito Carlos Gómez, hijo de aquel
otro Carlos Gomes, el portugués vestido de negro que tanta expectación despertó
durante su estancia en Granada y el Granada C.F
El
nuevo Los Cármenes
A rey
muerto, rey puesto. A la desaparición del viejo Los Cármenes sucede
inmediatamente la inauguración del Nuevo Los Cármenes, que ya no será propiedad
del Granada C.F., sino del Ayuntamiento de la ciudad. Y desde el primer momento
quedó claro que aquella magnífica instalación deportiva no era del viejo club
granadino. Por eso el Granada C.F. no estuvo presente en el partido inaugural
celebrado el 26 de mayo de 1995 con la victoria del Real Madrid por 1-0 sobre
el conjunto alemán del Bayer Leverkusen. Lleno total y presencia testimonial
del Granada C.F. con su capitán Álvarez haciendo el saque de honor.
Pocos
días después, el 6 de junio, se disputaba en el mismo lugar el partido
internacional España-Armenia para el campeonato de Europa sub-21 finalizado con
triunfo español por 4-0.
El
último partido en el viejo Los Cármenes
El 21
de mayo de 1995 se disputó el último partido oficial en el viejo Los Cármenes,
que fue también el último de la temporada. Solo asistieron 500 espectadores que
pitaron al presidente Jaime Marti al recibir una placa que recordaba el
acontecimiento. Antonio Álvarez, lesionado, no pudo jugar, pero también recibió
una placa como despedida y agradecimiento por sus cuatro excelentes temporadas
en el Granada. Gabriel Díaz Berbel, entonces concejal y próximo alcalde, dijo
que aquello parecía un entierro de tercera y que un campo con 60 años de
historia se merecía una despedida mejor.
En el
aspecto deportivo tampoco fue una gran cosa este partido que enfrentó al
Granada con el Sevilla B y que terminó con empate a uno. El bastetano Roberto
Valverde marcó el último gol del Granada y nadie se acordó del algecireño
Calderón, aquel recreativista goleador de los años 30, que marcó el primer
tanto en el entonces pimpante y ahora vetusto campo de los Cármenes.
Los
últimos del viejo los Cármenes fueron: Carlos Gómez; Almeida, Platero, Santi,
Guti, Paquito; Molina, Rai (Ángel), Ricardo; Valverde y Nando (Mel).
El
Recreativo
El
Recreativo pasa por una fase de oscurantismo y tristeza en el grupo XI de 3ª
división. El baile de entrenadores fue constante.
Empezó
Salvador Castillo, le siguió Mario Luna, después llegó Gabriel Rosario Lázaro,
un veterano experto de la cantera, que se fue acusando al responsable de los
filiales, Miguel de
La
misma categoría que tenía el primitivo Recreativo de los treinta cuando se
pensó en construir un campo propio en la carretera de Jaén. Un triste alfa y
omega del fútbol local.
* El Trofeo Granada tuvo poco
brillo y menos goles. El Granada no marcó ninguno y el Valencia B tampoco. El
único tanto de los tres partidos lo consiguió el Rayo Vallecano ante los
valencianos y les sirvió para alzarse con el triunfo final. Pocas veces se ha
conseguido tanto con tan poca efectividad. Según Antonio Espina, lo más
destacado del Trofeo fue la precaria sujeción que el letrero del nuevo
patrocinante “Cervezas Alhambra”, tuvo en las camisetas de los granadinos. Y es
que sólo dos jugadores mantuvieron el anuncio en su pecho hasta el final del
partido.
* Barrios, el gran delantero
centro de los 70, no consiguió reverdecer el cariño de los aficionados en su
faceta de entrenador. Casi desde el principio fue fuertemente cuestionado por
directivos que le discutieron las alineaciones. Al quitar a Álvarez sin
explicación previa, se ganó la inquina del veterano capitán, y el 5 de
diciembre, tras empatar con el Jaén, tuvo que esperar una hora en el vestuario
para que el grupo exterior de vociferantes socios se marchara a casa. El 11 del
mismo mes se pierde 0-2 con el Córdoba, los gritos de dimisión se generalizan y
en "Ideal" se titula que “el Córdoba rompe la flor de Barrios”. Es
aquella flor en el culo que le daba suerte a Miguel Muñoz cuando entrenó al
Madrid porque a Granada llegó con la flor "chuchurría". Cuando el 13
de diciembre recibe el despido, Barrios recuerda que “me he entregado a
muerte en este club”. Y era verdad, aunque, como dijo el presidente Aragón,
“le fiché porque creí que tendría carisma entre la afición, pero se ha
demostrado que el fútbol no tiene memoria”. Lo que Pepe Aragón no reconoció
es que su apuesta por un entrenador sin apenas experiencia era sumamente
arriesgada.
* El presidente empezó la
temporada con su tradicional optimismo que enseguida se mostró con muy poca
base. Rozó el esperpento al declarar que “he hecho el mejor equipo de los
últimos 15 años y quiero que se entere la afición porque mejor no se puede
hacer”. Cuando ese mejor equipo no funciona y cuando se “desfichan” tres
jugadores considerados básicos como Orejuela, Luis Delgado y Armando, Ernesto
Martínez opinó que “el mejor Granada de los últimos 15 años ha comenzado a
desmantelarse”. La falta de dinero fue el motivo, según Aragón, para
rescindir los tres contratos millonarios de tres jugadores básicos que
inmediatamente fueron sustituidos por Rai y Ricardo Sanz.
* El periodista granadino
Ramón Ramos escribe un libro de recuerdos con motivo del cierre del viejo campo
de la carretera de Jaén. Se titula “Adiós a los Cármenes” y Editorial Comares
lo presentó a un escogido grupo de aficionados con el apoyo y en el escenario
de
* José Antonio Murado no había
vuelto a un partido del Granada desde que dejó la poltrona presidencial.
Regresa en esta temporada para ver el empate en casa con el Macael y parece que
está haciendo un sondeo pre electoral para volver a la presidencia. Ernesto
Martínez sufre con esta posibilidad porque “el presente está claro que no es
bueno, sino todo lo contrario, pero si el futuro pasa por volver a un pasado
para olvidar parece evidente que el club está en un callejón sin salida”.
Días después insiste el periodista y se pregunta; “¿no será que pretenden
utilizar de nuevo al Granada para comprar la imagen perdida?”
* El 23 de diciembre de 1995 Ernesto Martínez
expresó su enorme rabia en las páginas de "Ideal". Todo iba mal, con
la directiva a punto de dimitir y muchos “salvadores” dando un paso adelante.
Todos criticaban a todos y para colmo los jugadores vetaban al diario local “
- Siento
un irrefrenable deseo de gritar ¡basta! A los cuatro vientos. Confieso que
estoy cansado de fútbol y “futboleros”. Estoy hasta el gorro de presidentes que
driblan la verdad, de directivos que apuñalan a diestro y siniestro, de
asesores vividores, de jugadores que se creen el ombligo del mundo, cuando no
pasan de ser el culo del fútbol, e incluso de periodistas que conviven con el
interés en vez de con la verdad.
Estoy
cansado de aguantar las amenazas, la desvergüenza y la falta de educación de
cualquier patán al que le han puesto la gorra de directivo y que, por su
vinculación a la causa, debería tener más respeto con sus orígenes
periodísticos.
Pierdo
la paciencia con la bajeza del fútbol. Me cansa escupir a los vientos que en
todo esto no hay ni una sola actitud altruista y que es mentira lo de la
generosidad en el trabajo.
En
este fútbol que yo veo vale todo y todas las combinaciones son posibles. El
presidente raja sin límite de sus directivos, del entrenador y los jugadores.
Los directivos hacen lo propio con el presidente, el entrenador y los
jugadores. El técnico suele dejar como un guiñapo al presidente, a todos los
directivos y a parte de los jugadores mientras que los futbolistas tampoco
dejan bicho viviente.
Pero
después todos son una hipócrita piña familiar.
Me
pregunto qué buscan, por qué no se van, qué les amarra para seguir ahí contra
todo y contra todos. No creo para nada en los amores desmedidos a colores que
no les dicen nada, porque he comprobado que son falsos cariños. No creo en
salvadores de la nada ni en abanderados de causas perdidas.
LOS
QUE HICIERON HISTORIA EN EL GRANADA C.F.
Ramón
Ramos Torres
Ramón
Ramos Torres no es de los que "hicieron" la historia del Granada C.F.
pero si está en primer lugar de quienes "escribieron" dicha historia.
Nacido en Granada, casi a orillas de
Su
afición al fútbol desde siempre y su amor a Granada han convergido en una
dedicación vocacional al Granada C.F. Todo ello unido a una memoria insuperable
y un cuidadoso estilo literario tenían que desembocar en centenares de
artículos y reportajes periodísticos y en tres libros, editados por Comares.
En
1995 salió su "Adiós a los Cármenes" con motivo del cierre definitivo
del viejo campo de la carretera de Jaén, del que se habla en este capitulo.
En
1999, el cincuentenario de la final de Copa contra el Barcelona le sirvió de
pretexto para escribir "Los finalistas del 59".
En el
Tuve
el honor de hacer la presentación de su "Adiós a los Cármenes" y
estas son algunas de las cosas que entonces escribí y que ahora rubrico.
-
Ramón Ramos goza de una privilegiada memoria. Además, le encanta el fútbol. Y
como es un granadino profundamente enamorado de su tierra, esta trilogía de
circunstancias tenía que desembocar necesariamente en un libro. El libro de los
recuerdos de Ramón Ramos. Serio en el tratamiento y delicioso en la exposición,
es una crónica menuda que nadie puede escribir mejor que Ramón.
La
terminación del ciclo vital de los Cármenes le ha dado el empujón que
necesitaba para escribir estos recuerdos. El ahora o nunca se ha traducido en
intensos días de actividad robada al descanso para plasmar en las páginas de
"Adiós a los Cármenes" grandes momentos y pequeñas anécdotas del
Granada C.F.
Su
archivo fotográfico ha contribuido poderosamente para unirse a su estilo de
periodista avezado capaz de encantar con sus relatos hasta a los que odian el
fútbol. El campo de los Cármenes, que nunca fue inaugurado, cerrará su historia
con este libro, que este libro es algo más que una crónica deportiva, es un
pedazo de vida granadina y de sus avatares socio-económicos. Un libro de
historia de Granada y no solo una historia del Granada C.F. Un libro que solo
Ramón Ramos podía escribir.
Ramón
sigue vivo y pujante. Le quedan muchos años de vida y guarda en el disco duro
de su cabeza otras muchas historias del Granada C.F. que seguirá contando. Yo
le emplazo, aquí y ahora, para que prepare su "opus magna" y la
publique en el 2.031 cuando lleguen los fastos del centenario del club. Algunos
no podremos ver esos fastos ni leer esa obra, pero Ramón Ramos, que tendrá
entonces 78 años, gozará la oportunidad de celebrar el primer siglo de vida del
Granada como mejor sabe y puede: escribiendo el libro del centenario. Ahí es
nada.
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