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viernes, 4 de abril de 2025

63 HISTORIA DEL GRANADA CF. Temporada 1994-95

 

HISTORIA DEL GRANADA C.F. 

 

 

Capítulo 63

Temporada 1994-95


  Plantilla del Granada que empezó la temporada 94-95

 

SEIS MESES DE AGONÍA

 

 

Fue una temporada mala en lo deportivo, con una temible posibilidad de descenso salvada a duras penas y sin que “el mejor equipo de los últimos 15 años” demostrara en ningún momento la poco afortunada frase del presidente Aragón.

Pero fue, sobre todo, una temporada llena de bandazos e incertidumbres, con una directiva, la de Pepe Aragón, que recibió el rechazo de los socios, y otra, la de Jaime Marti, que se mantuvo contra viento y marea hasta final de temporada, dicen que por el evidente deseo del presidente accidental de pasar a la historia del club como el mandatario que cerró definitivamente el viejo campo de los Cármenes.

La Asamblea de las cuentas desaprobadas

Todo empezó cuando la Asamblea no aprobó las cuentas presentadas por la directiva. Era el 15 de diciembre de 1994 y se iniciaban aquí seis meses de agonía, acompañada de malos resultados deportivos, problemas de vestuario, crisis de entrenador y desencanto generalizado.

En la “pequeña historia” de este capítulo recojo una tremenda confesión de Ernesto Martínez en las páginas de "Ideal" que ilustra certeramente el enrarecido clima que envolvió durante estos meses todo lo relacionado con el Granada y su entorno.

No quedó demasiado claro en la Asamblea si el déficit de la anterior temporada había sido de 56 o 58 millones de pesetas, pero por ahí ronda la cifra.

Lo que resulta evidente es que el déficit previsto en este periodo, 1994-95, supera los 60 millones porque lo previsto son unos gastos de 161.745.545 y unos ingresos de 71.500.000 pesetas. Y aunque hay que rebajar los 30 “kilos” ahorrados con las posteriores bajas de Orejuela, Delgado y Armando, también hay que resaltar el exagerado optimismo que espera unos ingresos de 71,5 millones cuando el año pasado fueron de apenas 37.499.911 las pesetas ingresadas.

Son los datos más importantes de una farragosa Asamblea con la presencia de 100 socios que, con Jesús Garrido a la cabeza, dieron un durísimo varapalo a la directiva del club.


Al presidente Aragón los socios no le aprobaron las cuentas. En febrero dimitirá

Pepe Aragón

Era un hecho palpable que los días de Pepe Aragón estaban contados. Incluso en su propia junta hubo un intento de autogolpe que eliminaría al presidente quedando el vice, Jesús Martínez, al frente del club hasta las elecciones. Todo estaba preparado y previsto para el 26 de diciembre, pero, a última hora, Aragón dio marcha atrás. De todas formas, fue un simple aplazamiento ya que el 13 de febrero de 1995 se producía la dimisión presidencial, tras serle reconocida una deuda de 35.700.000 pesetas y quedar otro de los vicepresidentes, el doctor Jaime Marti, al frente del club de forma accidental.

En este momento Jesús Martínez reconoce que la deuda total del Granada se eleva a unos 1.200 millones de pesetas, muy superiores a los 700 que hasta entonces se habían barajado.

Jaime Marti

Jaime Marti pasó efectivamente a la historia –a esta historia– como el último presidente que se sentó en el palco del viejo los Cármenes. Para ello tuvo que demorar innecesariamente la convocatoria de elecciones llegando a decir que “aunque las elecciones serán en verano nosotros planificaremos la temporada; eso es muy fácil cuando se tiene un técnico”. Un técnico que no seguirá y una directiva que planifica para otros dejando hipotecada la gestión de los que vendrán luego, a base de renovar contratos y contraer compromisos.

La directiva accidental de Marti se propuso terminar la temporada y evitar el descenso del Granada. Ambas cosas se hicieron realidad, aunque para ello tuviera que encajar alusiones tan directas como esa pancarta que apareció en las gradas el 23 de abril: “Váyanse, cojones, queremos elecciones”.

El baile de los candidatos

La magia del poder futbolero se pone una vez más de manifiesto y surgen un montón de candidatos a la poltrona presidencial de un club arruinado y a punto de bajar al pozo insondable de la Tercera División.

Se habla de Ángel Fernández Oliveros, Manuel García Machado, Francisco Jimena, Abelardo García Domínguez y José Antonio Murado, que acude de nuevo a los Cármenes y anuncia su programa electoral: convertir al Granada en sociedad anónima, contratar a un gerente que sepa de fútbol, y varios asesores deportivos y económicos. Parece que la gente todavía recuerda los faraónicos proyectos de la anterior etapa del empresario y por eso su propuesta no levanta grandes entusiasmos. Pero, en cambio, sí los despierta el anuncio de que Cándido Gómez Álvarez está dispuesto a retomar las riendas de “su” club con una directiva de nombres confiables.

Y, tras el reglamentario periodo de espera, se llega al 21 de junio con Candi como único candidato avalado por 221 firmas –una pasada porque solo necesitaba 139– que, ante la renuncia de todos los demás, queda oficialmente proclamado presidente el 27 de junio. "Ideal" titula la información con una frase cinematográfica y rotunda; “La sombra de Candi es alargada”.


José Antonio Barrios vuelve a Granada, ahora como entrenador, pero sólo durará hasta la jornada 16, siendo sustituido por José Víctor

La Liga con Barrios

El movimiento dirigencial, con los altibajos narrados antes, no guarda relación con el juego amorfo, gris y anodino que aburre a los espectadores y los aleja de los Cármenes. El equipo, sin llegar a ser un desastre, no logró agradar nunca.

El técnico elegido por Aragón fue el canario Barrios, aquel delantero centro de la época gloriosa que formó una impagable pareja con el mañico Porta. Llegó Barrios a Granada lleno de entusiasmo en el cumplimento de su sueño de regresar a Granada. Montó un conjunto con un trío poderoso y experimentado en el centro del campo, integrado por Orejuela, Oti y Delgado. Detrás otro trío defensivo acreditado con Álvarez, Santi y Armando, con Isidro y Paquito en los laterales y la duda de Carlos Gómez y Juan Carlos alternando en la meta. En el ataque seguían Roberto Valverde y Mel, de quienes se esperaba la misma eficacia del año pasado.

Pero las enormes dificultades económicas imponen su ley y, tras la octava jornada, Orejuela y Delgado deciden marcharse al no ver claro su dinero. Armando les sigue pocos días después y, ya en el ecuador de la liga, quien se marcha es Oti.

A sus ausencias Barrios une por su cuenta, la del capitán Álvarez, y deja al veterano defensa en la caseta.  La buena voluntad del inexperto entrenador no corre pareja con su tacto para tratar a los jugadores. Además, no hay juego ni apenas resultados y el final es que Barrios tiene que marcharse.


Luis Delgado, Orejuela y Armando se fueron en noviembre, en Navidad les siguió Oti, todos por falta de pago de lo estipulado. Cuatro pilares cuya marcha debilitó bastante al equipo

La Liga con José Víctor

Para sustituirle viene todo lo contrario, un técnico con años de experiencia y conocedor profundo de la 2ª B.  Es José Víctor, que estará ligado al Granada en distintas fases de los años venideros. El nuevo técnico lo intenta todo para ganar eficacia, pero sólo consigue salvar la categoría, que no es poco viendo como pintaban las cosas. 

Barrios dejó al Granada en el puesto 13º, con un negativo, y Víctor termina la temporada en el mismo puesto, pero con tres negativos.

El entrenador murciano achacó la mala situación del equipo a sus enormes defectos defensivos. “Damos unas facilidades increíbles en defensa” declaró después de encajar tres goles en Almería y, aunque intentó corregirlos, la verdad es que el Granada siguió recibiendo abundantes goles en casi todos los partidos. Las pruebas con Almeida, Platero, Guti y el entusiasta Lucas no mejoraron la concentración defensiva, mientras que el centro del campo, formado por necesidad, con Rai, Ricardo y Molina, tampoco daba la talla exigida.

Hasta la portería llegaron los cambios con la alternancia de Juan Carlos, indiscutible titular hasta entonces, y el inédito Carlos Gómez, hijo de aquel otro Carlos Gomes, el portugués vestido de negro que tanta expectación despertó durante su estancia en Granada y el Granada C.F

El nuevo Los Cármenes

A rey muerto, rey puesto. A la desaparición del viejo Los Cármenes sucede inmediatamente la inauguración del Nuevo Los Cármenes, que ya no será propiedad del Granada C.F., sino del Ayuntamiento de la ciudad. Y desde el primer momento quedó claro que aquella magnífica instalación deportiva no era del viejo club granadino. Por eso el Granada C.F. no estuvo presente en el partido inaugural celebrado el 26 de mayo de 1995 con la victoria del Real Madrid por 1-0 sobre el conjunto alemán del Bayer Leverkusen. Lleno total y presencia testimonial del Granada C.F. con su capitán Álvarez haciendo el saque de honor.

Pocos días después, el 6 de junio, se disputaba en el mismo lugar el partido internacional España-Armenia para el campeonato de Europa sub-21 finalizado con triunfo español por 4-0.


El Nuevo Los Cármenes fue inaugurado en ausencia del Granada CF. Real Madrid y Bayern Leverkusen posan en los prolegómenos del amistoso

El último partido en el viejo Los Cármenes

El 21 de mayo de 1995 se disputó el último partido oficial en el viejo Los Cármenes, que fue también el último de la temporada. Solo asistieron 500 espectadores que pitaron al presidente Jaime Marti al recibir una placa que recordaba el acontecimiento. Antonio Álvarez, lesionado, no pudo jugar, pero también recibió una placa como despedida y agradecimiento por sus cuatro excelentes temporadas en el Granada. Gabriel Díaz Berbel, entonces concejal y próximo alcalde, dijo que aquello parecía un entierro de tercera y que un campo con 60 años de historia se merecía una despedida mejor.

En el aspecto deportivo tampoco fue una gran cosa este partido que enfrentó al Granada con el Sevilla B y que terminó con empate a uno. El bastetano Roberto Valverde marcó el último gol del Granada y nadie se acordó del algecireño Calderón, aquel recreativista goleador de los años 30, que marcó el primer tanto en el entonces pimpante y ahora vetusto campo de los Cármenes.

Los últimos del viejo los Cármenes fueron: Carlos Gómez; Almeida, Platero, Santi, Guti, Paquito; Molina, Rai (Ángel), Ricardo; Valverde y Nando (Mel).


La última formación granadinista en el viejo Los Cármenes. Empate a un gol frente al Sevilla B. Manolo Linares, Nando, Rai, Almeida, Guti, Carlos Gomes y José Víctor; agachados: Molina, Santi, Roberto Valverde, Ricardo, Paquito y Víctor Platero

El Recreativo

El Recreativo pasa por una fase de oscurantismo y tristeza en el grupo XI de 3ª división. El baile de entrenadores fue constante.

Empezó Salvador Castillo, le siguió Mario Luna, después llegó Gabriel Rosario Lázaro, un veterano experto de la cantera, que se fue acusando al responsable de los filiales, Miguel de la Plata, de haberle provocado para destituirle. Regresó de nuevo Mario Luna y con todo este cúmulo de despropósitos el Recreativo terminó bajando a categoría regional.

La misma categoría que tenía el primitivo Recreativo de los treinta cuando se pensó en construir un campo propio en la carretera de Jaén. Un triste alfa y omega del fútbol local.

 

LA PEQUEÑA HISTORIA DE LA TEMPORADA 1994-95

* El Trofeo Granada tuvo poco brillo y menos goles. El Granada no marcó ninguno y el Valencia B tampoco. El único tanto de los tres partidos lo consiguió el Rayo Vallecano ante los valencianos y les sirvió para alzarse con el triunfo final. Pocas veces se ha conseguido tanto con tan poca efectividad. Según Antonio Espina, lo más destacado del Trofeo fue la precaria sujeción que el letrero del nuevo patrocinante “Cervezas Alhambra”, tuvo en las camisetas de los granadinos. Y es que sólo dos jugadores mantuvieron el anuncio en su pecho hasta el final del partido.


Formación del Granada en el trofeo veraniego. Manolo Linares, Armando, Luis Delgado, Álvarez, Guti, Nando y Juan Carlos; Roberto Valverde, Paquito, Santi, Mel y Orejuela

* Barrios, el gran delantero centro de los 70, no consiguió reverdecer el cariño de los aficionados en su faceta de entrenador. Casi desde el principio fue fuertemente cuestionado por directivos que le discutieron las alineaciones. Al quitar a Álvarez sin explicación previa, se ganó la inquina del veterano capitán, y el 5 de diciembre, tras empatar con el Jaén, tuvo que esperar una hora en el vestuario para que el grupo exterior de vociferantes socios se marchara a casa. El 11 del mismo mes se pierde 0-2 con el Córdoba, los gritos de dimisión se generalizan y en "Ideal" se titula que “el Córdoba rompe la flor de Barrios”. Es aquella flor en el culo que le daba suerte a Miguel Muñoz cuando entrenó al Madrid porque a Granada llegó con la flor "chuchurría". Cuando el 13 de diciembre recibe el despido, Barrios recuerda que “me he entregado a muerte en este club”. Y era verdad, aunque, como dijo el presidente Aragón, “le fiché porque creí que tendría carisma entre la afición, pero se ha demostrado que el fútbol no tiene memoria”. Lo que Pepe Aragón no reconoció es que su apuesta por un entrenador sin apenas experiencia era sumamente arriesgada.

* El presidente empezó la temporada con su tradicional optimismo que enseguida se mostró con muy poca base. Rozó el esperpento al declarar que “he hecho el mejor equipo de los últimos 15 años y quiero que se entere la afición porque mejor no se puede hacer”. Cuando ese mejor equipo no funciona y cuando se “desfichan” tres jugadores considerados básicos como Orejuela, Luis Delgado y Armando, Ernesto Martínez opinó que “el mejor Granada de los últimos 15 años ha comenzado a desmantelarse”. La falta de dinero fue el motivo, según Aragón, para rescindir los tres contratos millonarios de tres jugadores básicos que inmediatamente fueron sustituidos por Rai y Ricardo Sanz.

* El periodista granadino Ramón Ramos escribe un libro de recuerdos con motivo del cierre del viejo campo de la carretera de Jaén. Se titula “Adiós a los Cármenes” y Editorial Comares lo presentó a un escogido grupo de aficionados con el apoyo y en el escenario de la Diputación Provincial en el patio de su viejo palacio en la plaza de Bibataubín. Especialmente emotiva fue la presencia e intervención de las hijas de Matías Fernández Fígares, el presidente que construyó y en buena parte pagó, el campo de fútbol que ahora desaparecerá envuelto en una larga polémica económica y urbanística.

* José Antonio Murado no había vuelto a un partido del Granada desde que dejó la poltrona presidencial. Regresa en esta temporada para ver el empate en casa con el Macael y parece que está haciendo un sondeo pre electoral para volver a la presidencia. Ernesto Martínez sufre con esta posibilidad porque “el presente está claro que no es bueno, sino todo lo contrario, pero si el futuro pasa por volver a un pasado para olvidar parece evidente que el club está en un callejón sin salida”. Días después insiste el periodista y se pregunta; “¿no será que pretenden utilizar de nuevo al Granada para comprar la imagen perdida?


Victoria, 2-0, sobre el Écija en la jornada 8

 * El 23 de diciembre de 1995 Ernesto Martínez expresó su enorme rabia en las páginas de "Ideal". Todo iba mal, con la directiva a punto de dimitir y muchos “salvadores” dando un paso adelante. Todos criticaban a todos y para colmo los jugadores vetaban al diario local “La Crónica” por no estar de acuerdo con sus opiniones.  Por eso, en pleno periodo de fiestas navideñas Ernesto explotó con este tremendo alegato que reproduzco en su totalidad y se titulaba "¡Basta ya!"

- Siento un irrefrenable deseo de gritar ¡basta! A los cuatro vientos. Confieso que estoy cansado de fútbol y “futboleros”. Estoy hasta el gorro de presidentes que driblan la verdad, de directivos que apuñalan a diestro y siniestro, de asesores vividores, de jugadores que se creen el ombligo del mundo, cuando no pasan de ser el culo del fútbol, e incluso de periodistas que conviven con el interés en vez de con la verdad.

Estoy cansado de aguantar las amenazas, la desvergüenza y la falta de educación de cualquier patán al que le han puesto la gorra de directivo y que, por su vinculación a la causa, debería tener más respeto con sus orígenes periodísticos.

Pierdo la paciencia con la bajeza del fútbol. Me cansa escupir a los vientos que en todo esto no hay ni una sola actitud altruista y que es mentira lo de la generosidad en el trabajo.

En este fútbol que yo veo vale todo y todas las combinaciones son posibles. El presidente raja sin límite de sus directivos, del entrenador y los jugadores. Los directivos hacen lo propio con el presidente, el entrenador y los jugadores. El técnico suele dejar como un guiñapo al presidente, a todos los directivos y a parte de los jugadores mientras que los futbolistas tampoco dejan bicho viviente.

Pero después todos son una hipócrita piña familiar.

Me pregunto qué buscan, por qué no se van, qué les amarra para seguir ahí contra todo y contra todos. No creo para nada en los amores desmedidos a colores que no les dicen nada, porque he comprobado que son falsos cariños. No creo en salvadores de la nada ni en abanderados de causas perdidas.



La foto es de 1988, en ella el periodista Ramón Ramos entrega a Gilberto un trofeo conquistado en el torneo veraniego

LOS QUE HICIERON HISTORIA EN EL GRANADA C.F.

 

Ramón Ramos Torres

Ramón Ramos Torres no es de los que "hicieron" la historia del Granada C.F. pero si está en primer lugar de quienes "escribieron" dicha historia. Nacido en Granada, casi a orillas de la Capilla Real, en el año 1952, es uno de los más prestigiosos y experimentados periodistas de España. Estudió Filología Hispánica en la Universidad de Granada y Ciencias de la Información en la Autónoma de Barcelona. Fue redactor de los diarios granadinos "Patria" e "Ideal", así como de Radio Granada Cadena Ser y de la agencia Efe. Posteriormente ha sido redactor jefe de los diarios "Granada 2.000", "El Adelanto de Salamanca", la edición andaluza de "Diario 16" y el "Diario de Sevilla". Director adjunto de "La Opinión de Málaga" y director de "Huelva Información" y "Granada Hoy".

Su afición al fútbol desde siempre y su amor a Granada han convergido en una dedicación vocacional al Granada C.F. Todo ello unido a una memoria insuperable y un cuidadoso estilo literario tenían que desembocar en centenares de artículos y reportajes periodísticos y en tres libros, editados por Comares.

En 1995 salió su "Adiós a los Cármenes" con motivo del cierre definitivo del viejo campo de la carretera de Jaén, del que se habla en este capitulo.

En 1999, el cincuentenario de la final de Copa contra el Barcelona le sirvió de pretexto para escribir "Los finalistas del 59".

En el 2005 ha sacado a la luz su "Devocionario rojiblanco", donde recopila una serie de artículos publicados en "Granada Hoy" que retratan desde los antiguos recuerdos apenas vividos de viejas glorias de los años 40, hasta los emergentes ídolos de la época gloriosa en 1ª división, para terminar con quienes han sobrevivido en la memoria de los aficionados a pesar de coincidir su carrera profesional con temporadas para el olvido en el pozo de la Segunda B.

Tuve el honor de hacer la presentación de su "Adiós a los Cármenes" y estas son algunas de las cosas que entonces escribí y que ahora rubrico.

- Ramón Ramos goza de una privilegiada memoria. Además, le encanta el fútbol. Y como es un granadino profundamente enamorado de su tierra, esta trilogía de circunstancias tenía que desembocar necesariamente en un libro. El libro de los recuerdos de Ramón Ramos. Serio en el tratamiento y delicioso en la exposición, es una crónica menuda que nadie puede escribir mejor que Ramón.


El fundamental libro sobre historia del GCF, Adiós a Los Cármenes, de Ramón Ramos, se publicó con motivo de la desaparición del viejo estadio

La terminación del ciclo vital de los Cármenes le ha dado el empujón que necesitaba para escribir estos recuerdos. El ahora o nunca se ha traducido en intensos días de actividad robada al descanso para plasmar en las páginas de "Adiós a los Cármenes" grandes momentos y pequeñas anécdotas del Granada C.F.

Su archivo fotográfico ha contribuido poderosamente para unirse a su estilo de periodista avezado capaz de encantar con sus relatos hasta a los que odian el fútbol. El campo de los Cármenes, que nunca fue inaugurado, cerrará su historia con este libro, que este libro es algo más que una crónica deportiva, es un pedazo de vida granadina y de sus avatares socio-económicos. Un libro de historia de Granada y no solo una historia del Granada C.F. Un libro que solo Ramón Ramos podía escribir.

Ramón sigue vivo y pujante. Le quedan muchos años de vida y guarda en el disco duro de su cabeza otras muchas historias del Granada C.F. que seguirá contando. Yo le emplazo, aquí y ahora, para que prepare su "opus magna" y la publique en el 2.031 cuando lleguen los fastos del centenario del club. Algunos no podremos ver esos fastos ni leer esa obra, pero Ramón Ramos, que tendrá entonces 78 años, gozará la oportunidad de celebrar el primer siglo de vida del Granada como mejor sabe y puede: escribiendo el libro del centenario. Ahí es nada.








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