HISTORIA DEL GRANADA C.F
Capítulo 64
Temporada 1995-96
La frase que da título a
este capítulo pertenece a Abelardo García Domínguez y se publicó en
"Ideal" para anunciar la segura elección de Cándido Gómez tras la
retirada de los demás candidatos. En teoría eran cuatro: Manuel García Machado,
Francisco Jimena, Antonio Martínez Casado y el propio Abelardo. Pero la
presencia del ex presidente, avalado por 221 socios (recuerden; solo necesitaba
las firmas de 139), les dejó sin ilusión y sin esperanzas para un enfrentamiento
que todos dieron por perdido.
Candi,
otra vez presidente
Vuelve pues Cándido Gómez a la poltrona de Recogidas 35, y lo hace con una directiva de dirigentes conocidos y experimentados: Jesús Garrido, Antonio Lasso, José Pérez Hidalgo, Luis Rivas Viedma, Rafael Fernández Moreno, José Rejón, Eduardo Fernández-Fígares, Antonio Ogáyar y los ex jugadores, Ángel Castellanos, Fernando Aguilera y Joaquín López Calera.
La Asamblea ordinaria anual
se celebra a fines de agosto con asistencia de 90 socios que autorizan la venta
de los Cármenes al Ayuntamiento por 1.600 millones de pesetas (200 para el club
y el resto a los deudores). Se aprueban también las cuentas de la anterior
temporada que arrojan un déficit de 122.938.537 pesetas y el presupuesto de la
actual 215 millones de gastos previstos para uno más de ingresos.
La venta
del viejo los Cármenes
Emasagra, la empresa de aguas de Granada, reclama al club 36 millones de pesetas por consumo de agua. ¿Tanto se lavan estos chicos? Pues resulta que no, que el problema está en una fuga de las tuberías que nadie se ha preocupado de arreglar desde hace varias temporadas.
El asunto es serio, pero no tanto si se compara con las diferencias entre la auditoría del 8 de junio de 1995, que registra una deuda superior a los 1.500 millones, y la que declara Candi en el cierre del año que la eleva a 736 millones de pesetas más.
Por eso se abre una puerta a
la esperanza cuando el Ayuntamiento renuncia a su opción de compra de los
Cármenes por 1.600 millones de pesetas, tras afirmar los técnicos municipales
que el campo no vale esa cifra. El 7 de mayo se abre el plazo de recepción de
ofertas en el club a partir de un mínimo de 2.320 millones para una superficie
edificable de
Casi todo el mundo es feliz, la euforia crece con el dinero fresco y nadie llora demasiado la pérdida del viejo campo.
El traslado al nuevo Los
Cármenes se produjo pronto y cordialmente. El Ayuntamiento concede al Granada
la utilización en exclusiva de la instalación municipal (con la protesta del
Granada 74 de Carlos Marsá) pero limita su uso a cinco horas diarias a escoger
entre las 9 de la mañana y las 7 de la tarde. El club se compromete a
constituirse en sociedad anónima, a pagar el mantenimiento, a garantizar la
seguridad durante los partidos y a abonar una simbólica peseta anual.
Malos
comienzos tengas
Y malos finales. Porque si
la despedida al viejo campo fue “un entierro de tercera”, en opinión de Díaz
Berbel, el primer partido del Granada en el nuevo no pudo ser peor. Fue el 10
de septiembre de 1995, en la segunda jornada de Liga, el visitante Mármol
Macael se impuso por 0-1 y dejó al Granada en el fondo de la clasificación.
Quienes consumaron la “hazaña”, bajo la dirección de Crispi, fueron: Ignacio,
Soler, Santi, Toño, Antonio, Quique, Molina, Oti, Redondo, Valverde y Fenoll.
Para intentar arreglar lo imposible salieron Guti por Antonio y Jesús (en su
única actuación con el Granada) por Redondo. Habría que
esperar dos semanas para que Juanma marcara al Vélez Málaga los dos primeros
goles granadinos en su nueva sede deportiva.
La
plantilla
Candi ha sido fiel a su tradicional hábito. Sólo quedan 12 de los 27 jugadores de la anterior temporada y se trae 18 para completar una plantilla de 30 futbolistas, diez más de los 20 que anunció en su toma de posesión, junto a un secretario técnico que nunca llegó. Lo que si llegó fue la vuelta a las rayas horizontales de las camisetas.
Los 5.000 socios que pedía el nuevo presidente quedaron en la mitad, más o menos, pese a la euforia despertada por el esplendoroso triunfo ante un Betis cuajado de figuras. Fue en el XXIII Trofeo Granada que deparó un 4-1 con bello espectáculo para los 12.000 espectadores que dejaron 15 millones de pesetas, con tres de beneficio neto al club.
A la hora de la verdad liguera,
el técnico Crispi tiene que empezar casi de cero y diseña un equipo donde solo
quedan tres titulares de la temporada anterior. Coloca en la meta a Ignacio
ante tres centrales, Santi, Toño y Antonio, y dos carrileros, Molina y Quique.
El canario Oti lleva la manija en el centro del campo junto a Juanma y Urbieta.
Fenoll, que ha encandilado con sus goles en la pretemporada, es indiscutible en
la pareja atacante, mientra que Valverde y Nando alternan en el otro puesto.
Una Liga
en tres fases
La liga se divide en tres
partes. La primera es de Crispi y dura ocho jornadas. En el momento de su cese
deja al Granada en el puesto 16º con dos partidos ganados, uno empatado y cinco
perdidos, el último de ellos, en casa ante el Melilla. Esto es más de lo que
pueden soportar directiva y aficionados, y con la despedida de Crispi llega, de
rebote, la oportunidad para Lucas Alcaraz que es el protagonista de la segunda
parte. Muchos se enteran entonces de que el nuevo mister tiene un pedigrí de
primera: es nieto de José Manuel González, el mítico defensa de Floro, Millán,
González, y sobrino de Manolo González, el catedrático del área y de
Lucas se hizo cargo del primer equipo de forma provisional, porque el elegido de Candi era Ruiz Sosa. Luego resulta que el sevillano pertenecía esta temporada al cuadro técnico del Sevilla y no podía fichar por el Granada. Por eso Lucas Alcaraz tuvo que seguir y, tacita a tacita, o sea partido a partido, demostró que valía para el cargo.
Alcaraz inicia esta segunda fase de la liga, la suya, con el mismo equipo base que Crispi había encontrado en su octavo y último encuentro al frente del Granada, con Soler en detrimento de Molina y la progresiva eliminación de Fenoll en beneficio de Valverde y Nando. Luego vinieron los fichajes de diciembre, acertados en los casos de Juan, Serna y Edu García, que reforzaron la cobertura, y con menos tino en el presunto goleador Vilaseca, que no pasó de dos modestos tantos en sus 15 apariciones, cinco de ellas como titular.
Los 17 partidos de esta
segunda fase se saldaron con siete victorias, cinco empates y otras tantas
derrotas. El peor momento vino con las sucesivas igualadas en casa ante Cádiz y
Yeclano, seguidos de la derrota, también casera, propinada por el Córdoba. Menos
mal que entremedias hubo otro empate en Macael y una victoria en Vélez Málaga por
3- 4.
Y un final infeliz
Aquí se acabó lo bueno. Los granadinos se han clasificado para disputar la liguilla de ascenso en un grupo donde solo el primero subirá. Los contrarios son el Sporting B, el Valencia B y el Orense. Los gallegos son los afortunados mientras que el Granada completa un horrible torneo, el peor de su historia, con solo dos puntos conseguidos de los 18 posibles. El porcentaje de efectividad es del ¡once por ciento! Y constituye un récord negativo que ojalá no se bata nunca. La culpa fue de la derrota en casa del primer partido ante el conjunto gijonés, que dejó prácticamente sin posibilidades ni ilusiones a quienes pensaban que la liguilla sería un paseo triunfal, prolongación del extraordinario final de la liga regular.
Y Gerardo Girón, que había
iniciado un pujante programa semanal en Canal Sur Radio para acompañar la
esperada victoria en la liguilla tuvo que suspenderlo rápidamente ante el feo
cariz de los acontecimientos.
El Recreativo
Gabriel Rosario Lázaro, coordinador de filiales, fichó como técnico a Lucas Alcaraz, que había pasado la temporada anterior en el Adra. A la tercera jornada, y tras ganarle al Cúllar Vega por 5-0, escribe Antonio Espina en Ideal que “Alcaraz reconduce al Recreativo a su viejo estilo con una plantilla que es de las mejores hornadas de la factoría blanquiazul en estas últimas temporadas”. Luego, al subir Lucas al primer equipo, Lázaro se hizo cargo directo del Recreativo para culminar una brillante trayectoria clasificándose para la liguilla de ascenso a 3ª división que dio, al contrario del primer equipo, la satisfacción del triunfo y la subida de categoría.
Realmente quedó en segundo lugar, pero una carambola en forma de ascenso a 2ª B, del Guadix y el Ejido permitió que el Recre ocupara uno de esos huecos. Para ello hubo de suceder que el Ceuta derrotara al Melilla en este mismo intento de ascenso a 3ª y como los ceutíes entraban en el grupo de Andalucía occidental, el Melilla dejaba en cambio un lugar en el grupo oriental. Así se pudo culminar el largo, difícil y rocambolesco ascenso.
El éxito recreativista se
logró con una plantilla joven y extensa donde los que más jugaron fueron;
Sergio Cruz, Lara, Hilario, Pedro, Germán, Juanjo, Montero, Javi García, Jesús
Peramos y Raúl. También intervinieron Dani, David Rojas, Cordero, Macías,
Víctor Oliva, Dimas, Candelas y Chica, amén de los refuerzos, llegados a fines
de marzo, de Jesús Sierra y Alberto. Cuatro de ellos llegarán al Granada la
próxima temporada, de la mano de Lucas Alcaraz; son Hilario, Javi García,
Germán y Jesús Sierra.
* Esta temporada pasará a la historia por el renacimiento de las peñas
rojiblancas. Aparecen las que llevan los nombres de Cándido Gómez, Yerbabuena,
* El nuevo los Cármenes es el preferido de la selección española de fútbol.
Tras el partido inaugural, a fines de la pasada temporada, otros dos
acontecimientos internacionales se celebran en la presente. El 5 de
septiembre la selección absoluta de Javier Clemente derrotó 6-
El 14 de marzo de 1996 fue
el equipo sub 21 el que jugó ante Chequia por su clasificación para los Juegos
Olímpicos de Atlanta. La victoria española por 2-1 fue presenciada por 17.000
espectadores en directo (más los televidentes) y estuvo a cargo de Mora;
Mendieta, Santi, Javi Navarro, Aranzábal; Roberto, De
* Este partido ante Chequia provocó algunos problemas. Los técnicos que examinaron el campo afirmaron que el campo estaba “sobrecompactado” y la hierba en malas condiciones por falta de oxigenación. Las culpas iban dirigidas al Granada C.F. por no saber cuidarlo o no dedicarle el dinero necesario. El club achacó la situación al espectáculo inaugural del Mundial de Esquí Alpino y a las muchas lluvias caídas. Para mayor justificación se arguyó que el Granada era un simple arrendatario (por una peseta anual, eso sí) y que nadie avisó sobre la celebración del encuentro internacional.
* En el mes de mayo Hacienda retiró el embargo que pesaba sobre cualquier
subvención que el club pudiera recibir. Ello permite disponer con tranquilidad
del dinero ingresado por la venta de los Cármenes. Con este motivo el
vicepresidente Jesús Garrido recuerda que la anterior directiva, la de Jaime
Marti, perdió los 400 millones concedidos con cargo al plan de saneamiento de
1985. Fue como consecuencia de no cumplir uno de los requisitos exigidos; no
haber generado deudas con organismos públicos (Hacienda, por ejemplo) en la
última década.
* Por muchos motivos Jesús Garrido no pasó desapercibido.
1. Primero expresó su desencanto con la etapa Crispi.
2. Luego intervino activamente en la gestión con el Ayuntamiento para la
venta del campo.
3. El día del partido con el Macael declaró que “no basta jugar bien,
hay que echarle lo que hay que echarle”.
4. En octubre protagonizó una rebelión interna, junto al entonces tesorero
Guillermo Pérez Hidalgo, descubriendo que “el club vive en un caos y
desorden tremendos” amén de que “hace falta algo más que cambiar las
rayas de las camisetas y las cortinas del despacho del presidente”.
5. Y cuando no logró convencer a Cándido Gómez para que invirtiera parte del dinero ingresado por Los Cármenes en unos terrenos que fueran base del futuro patrimonio del club, Jesús Garrido presentó su dimisión el 11 de junio de 1996.
* A Cándido Gómez le llenó de ensoberbecida ironía esta dimisión de Jesús Garrido. Le traicionó su ego porque “no es normal que el vicepresidente salga más en el periódico que el presidente, pero como España ha cambiado tanto es posible que ahora sean así las cosas”. Y, en velada amenaza general, Candi medita que “si me quedan ganas voy a hacer un equipo para que disfruten, pero primero tengo que saber si voy a seguir o no; quizás esa sea la sorpresa. Estoy en el Granada porque me gusta, pero también me puedo cansar”. Era el 18 de junio de 1996.
* El 27 de marzo de 1996 ya Cándido Gómez había parado los pies a los
posibles aspirantes a la presidencia del Granada. Y lo hizo con una declaración
del más puro estilo dictatorial; “Nunca me iré porque soy presidente a
perpetuidad. Cuando muera seguiré siendo presidente; nací con esta estrella y
me moriré con ella”.
* A pesar de su ego herido con el vicepresidente Garrido, la verdad es que
Cándido Gómez fue el protagonista más destacado de la temporada. Con
Crispi casi inédito y Alcaraz comedido, Candi hizo el gasto de las
declaraciones altisonantes. Vean algunas muestras durante la cortísima
“era Crispi”:
1.- 19 de septiembre de 1995. Tras la tercera derrota consecutiva en la
liga, descarga contra los jugadores que él mismo ha fichado; “Estoy pensando
que la plantilla está formada sólo por nombres”.
2.- 25 de septiembre de 1995. Tras la victoria ante el Vélez habla del
árbitro Baños porque “este señor debe estar metido debajo de la tierra. Si
hubiera cárceles para los malos árbitros estaría en una.”
3.- 15 de octubre de 1995. Antes de la derrota en casa con el Melilla lo
advirtió claramente; “Si jugamos bien y fallamos muchos goles es que los
jugadores no sirven o quien tiene que enseñarles a meterlos tampoco; o ganan
esta vez o hago cambios radicales.” El Granada perdió y el presidente
cumplió su promesa; Crispi fue cesado.
* Pasaron los tiempos de pretemporadas en ambientes frescos y lejos de casa. Ni siquiera el Hotel Santa Cruz en Sierra Nevada fue elegido porque el césped de su campo estaba en malas condiciones. Mala excusa ya que el del viejo los Cármenes estaba peor. Pero así el vendido estadio tuvo la oportunidad de prestar sus últimos servicios bajo el tórrido sol de agosto.
* El alcalde Gabriel Díaz Berbel, hincha del Granada hasta la médula, actuó decisivamente en la beneficiosa venta de los Cármenes e incluso fue el intermediario para conseguir algunos patrocinios. Cervezas Alhambra aportó nueve millones de pesetas para que los jugadores lucieran su nombre en las camisetas y Surbega S.A. firmó por su parte un contrato por dos temporadas para conseguir la exclusiva de Coca Cola en los bares del nuevo los Cármenes.
* El periodista y ex gerente del club, Pepe Yepes, se convirtió en protagonista de la noticia hecha pública el 23 de noviembre de 1995. Se dijo entonces que el ex presidente Jaime Marti le había firmado un contrato por el que el club le cedía los derechos de televisión por 60.000 pesetas mensuales y los de la publicidad estática del nuevo Los Cármenes por el 40% de los ingresos que obtuviera por tal concepto. Y como la directiva actual no reconoce ese contrato Yepes ha reclamado el millón y medio de pesetas que indica la cláusula de incumplimiento.
* Juan Manuel Díaz, el juvenil portero granadino, vive una situación
kafkiana. Entrena con los profesionales del primer equipo, pero no juega ni en
el Juvenil, que le corresponde por su edad, ni en el Recreativo, donde apenas
interviene en dos partidos durante toda la temporada. En cambio, es
reiteradamente llamado por la selección española sub 18 donde cuenta con la
plena confianza del seleccionador. El resultado de todo esto es que el jugador
está hecho un mar de confusiones porque “no se ni donde estoy ni donde puedo
jugar. Nadie me ha dicho nada. Aunque tengo ficha para la próxima temporada
espero que comprendan que me quiero marchar”.
LOS QUE
HICIERON HISTORIA EN EL GRANADA C.F.
Roberto
Valverde Maestra
El rapidísimo extremo albivioleta arrancó con el balón
controlado desde su propio terreno y en menos de lo que se tarda en describirlo
se fue por su banda derecha sorteando contrarios hasta plantarse ante el
portero rival y batirlo, haciendo un golazo de antología. Esto ocurría una
tarde de septiembre de 1989, en el partido de primera ronda de Recopa de Europa
que enfrentaba al Valladolid y al Hamrun Spartans maltés. El jugador
vallisoletano de esta forma conseguía el 3-0 y el segundo de su cuenta
particular en un partido que los locales ganaron 5-0.
Ese extremo que volaba no era otro que Roberto Valverde (Baza
1966) en su mejor momento como futbolista y en una tarde en la que fue el más
destacado sobre el terreno de juego. Era en esos momentos un recién fichado por
el Valladolid desde el Jaén, al que había llegado dos temporadas atrás para
jugar en Tercera y ascender a 2ª B.
Jaén
Debutó Valverde en esto del balompié jugando en el equipo
de su tierra, el Baza, de Tercera, con apenas catorce años, y de ahí pasó a los
juveniles del R Madrid. Con apenas veinte años fichó por el Granada, en la
temporada 1986-87, en la que Peiró le dio algunas oportunidades como relevo de
Braojos o de Javi. Era el Granada del ascenso a Segunda de 1987 y –uno que
llega y otro que se va- en él fue a coincidir con el compañero del que guarda
mejores recuerdos, que no es otro que Ángel Castellanos, justo en su última
temporada en activo. Pero ocurrió que la euforia por el ascenso impidió ver la
auténtica valía de este futbolista granadino, que no fue renovado y de ello se
benefició el Jaén. En el Santo Reino, donde era conocido con el nombre de “el
granaíno”, se convirtió en ídolo de la afición y fue pieza clave para el
ascenso ese mismo año a 2ª B. Otra gran temporada, ahora en la categoría de
bronce, le valió para convertirse en jugador cotizado y para dar el salto a
Primera división, fichado por el Valladolid.
Valladolid
En
Pucela sus comienzos fueron espectaculares, sobre todo en el trofeo de Recopa,
en donde el Valladolid alcanzó los cuartos de final para caer ante el Mónaco.
Pero tuvo la mala suerte de lesionarse del astrágalo y no poder explotar su
mejor cualidad, que siempre fue la rapidez. El aterrizaje en Valladolid del
“lobby” colombiano de Maturana, Valderrama, Higuita y compañía, terminó por
hacerle salir del club tras dos temporadas. Así volvió a Granada y al Granada en
la 91-92, incorporándose con la temporada ya en su jornada doce.
Granada
Su partido de debut, ante el Jaén en Los Cármenes, nos dejó
otra actuación estelar del bastetano, que en un partido sobresaliente hizo dos
goles que sirvieron para derrotar (3-1) al equipo de la ciudad vecina. Pero no
eran entonces tiempos de calma en el club rojiblanco, por lo que,
incomprensiblemente, al terminar la 91-92 se le deja marchar. Su destino es
nuevamente el R. Jaén, donde completa una gran campaña.
Pero a la temporada siguiente, 93-94, vuelve nuevamente al
Granada, convirtiéndose en insustituible como jugador de ataque, donde sigue
explotando sus cualidades de futbolista rápido y habilidoso para abrir las
cerradas defensas propias del tercer nivel del fútbol español. Es esta la
temporada de la que Valverde guarda un mejor recuerdo, en especial de la figura
del míster Nando Yosu.
El
último gol
Seis años
más de rojiblanco completará en esta su tercera etapa granadinista, que hacen
un total de ocho temporadas, 228 partidos y 24 goles, ofreciendo su mejor
registro goleador en la 94-95, con ocho. En esa misma temporada le cabe el
honor de inscribir su nombre en la historia rojiblanca como el del jugador que
hizo el último gol en partido oficial del viejo Los Cármenes, el 21 de mayo de
1995, en aquella tarde calurosa en la que se cerró una temporada de tonos
grises en la que si no llega a ser por Roberto Valverde, Antonio Álvarez y
algún otro, mucho me temo que hubiera acabado en una auténtica tragedia.
Para todos los entrenadores que lo dirigieron fue
insustituible. Sólo perdió tal condición cuando andaba ya por los 32 de edad y
fue a tropezar (igual que otros varios jugadores granadinistas) con el difícil
carácter del míster Paco Chaparro, para el que contó muy poco. Por eso, fue
dado de baja a mediados de la temporada 98-99 para hacer sitio a otros
jugadores. Todavía le quedaba cuerda a Roberto Valverde y lo aprovechó para
viajar a un país tan exótico -también en lo futbolístico- como China.
China
Su último año como futbolista profesional lo jugó en el
club chino Quingdao, de la máxima categoría, en donde vivió una interesante
experiencia en un fútbol tan distinto al que por estos pagos se practica.
Roberto Valverde califica su aventura china como muy positiva en todos los
sentidos, también en el económico, y se recuerda acudiendo a los entrenamientos
y los partidos en un coche puesto a su servicio por el club y servido por
chófer y guardaespaldas, y actuando en partidos plenos de emoción jugados en estadios
abarrotados con más de ochenta mil espectadores. No es ni mucho menos un mal
final para una brillante carrera futbolística.
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