HISTORIA DEL GRANADA C.F.
Capítulo 65
Temporada 1996-97
La dimisión del presidente
El 3 de septiembre de 1996, cuatro días después de la placida Asamblea, dimite sorprendentemente el presidente. Candi lo hace de palabra y ante sus compañeros de junta directiva porque “con 1250 socios y un presupuesto de 300 millones no se puede hacer nada”. El número real de socios subió hasta 2226, pero Candi está cansado de que se le masacre diariamente desde un medio de comunicación y de que el Ayuntamiento no le haga mucho caso. Aunque quizás ninguna de estas razones sea la fundamental.
Por lo menos el presidente
se conmueve al leer la pancarta que
Candi declara que si el Ayuntamiento le ayuda se quedará. Pero inmediatamente inicia su estrategia para dejar sucesor. Nombra a Luis Rivas, vicepresidente 1º, relegando al segundo lugar al que era vicepresidente único, Eduardo Fernández-Fígares, y que a raíz de este nombramiento presentó su dimisión.
Luis Rivas acepta y declara
que impulsará la conversión del club en sociedad anónima deportiva, amén de que
posiblemente habrá que dedicar a otra cosa el dinero aprobado por
Luis Rivas, presidente
El hijo del que era presidente del Granada cuando la final de Copa de 1959, se hace cargo del club. Un mes más tarde se lamenta de que “con 300 millones podría haberse hecho una plantilla mejor”, entona un mea culpa porque “todos somos culpables por omisión” y explica su actitud ante los fichajes porque “ya sabemos cómo es Candi; tras aportar 68 millones de pesetas para evitar la desaparición del club dijo que tomaría todas las decisiones. Se puso entonces en manos de unas personas que son quienes han planificado el equipo; solo quedaba irse o dejarlo hacer.”
La plantilla y sus cambios
Fueron menos traumáticos que en otras ocasiones, aunque se dejó marchar a Oti, jugador que había sido básico en el centro del campo. Candi se trajo un montón de “goleadores” para que sólo el mallorquín Manolo se asentara en el equipo, mientras que Arturo, Javi de Campo y Dani, no daban el resultado deseado. Menos mal que la continuidad de Lucas Alcaraz, al que Luis Rivas apoyó incondicionalmente, provocó el “descubrimiento” de varios futbolistas granadinos como Germán, Sierra, Hilario y Futre, que se unieron a los ya veteranos en la plantilla, Molina y Valverde, como representantes de la cantera. Por cierto que “Futre” estaba ya a punto de olvidar su sobrenombre (en honor del futbolista portugués del Atlético de Madrid) para ser rebautizado oficialmente como Javi García.
Lucas tardó en encontrar su equipo titular e incluso cambió a media temporada el sistema de juego, pasando del 1-5-3-2, con el que empezó, siguiendo el modelo de las anteriores temporadas, al 1-4-4-2, que había puesto de moda el Real Madrid de Fabio Capello.
Lucas Alcaraz tuvo que hacer el cambio casi obligado por las lesiones de dos defensas titulares: Juan y Santi. Incorporó al casi desahuciado Lucio e integró una nueva línea defensiva de cuatro hombres con Lucio, Matxón, Antonio y Quique.
En el centro del campo, Edu García fue el pivote fijo, acompañado, tras muchas dudas, por Torres, Pascual y Berruezo (fichados los tres en esta temporada). Manolo se hizo insustituible en la delantera junto a Valverde, aunque el joven canterano Jesús Sierra y el veterano Roberto Martinez tuvieron numerosas apariciones.
El objetivo básico del Granada fue ocupar uno de los cuatro primeros puestos que otorgaban el derecho a disputar la liguilla de ascenso. Y aunque siempre se estuvo cerca de esos puestos de privilegio y las esperanzas se mantuvieron hasta el último momento, el sexto puesto definitivo fue un mazazo para los cada vez menos espectadores que dejaron misérrimas taquillas, casi siempre inferiores al millón de pesetas.
Déficit y desencanto fueron el colofón de una temporada animada únicamente por el cambio de régimen de los clubes deportivos, ordenado al Granada C.F. por tres Asambleas de socios, comprometido contractualmente con el Ayuntamiento en el documento de cesión del nuevo los Cármenes e impulsado decididamente por la directiva de Luis Rivas.
Es una historia que merece
una atención especial. La que le dedicamos en las siguientes líneas.
El 9 de abril de 1997 comenzaba oficialmente el proceso para que el Granada C.F. se convirtiera en Granada S.A.D. (Sociedad Anónima Deportiva) con un capital social de 222.600.000 pesetas que corresponden a los 2.226 socios existentes que podrán comprar un máximo de 10 acciones a 10.000 pesetas cada una. Es un largo proceso en cuatro tiempos.
Primera fase
Se venden 640 acciones por
un total de 6.400.000 pesetas. Es evidente que la mayoría de los socios no han
ejercitado su derecho de compra.
Segunda fase
Comienza el 14 de mayo y, en
este caso, solo pueden comprar acciones los socios que lo han hecho en la fase
anterior, para ampliar su participación. El 13 de junio concluye este periodo
en el que se han vendido 6.130 acciones en total, con unos ingresos de
61.300.000 pesetas. Se sabe, secreto a voces, que Carlos Marsá, el presidente
del Granada 74, aunque no ha podido comprar a su nombre está en camino de ser
el máximo accionista del club, gracias a otras personas autorizadas que están
comprando por él.
Tercera fase
Carlos Marsá compra 5.123
acciones que se suman a las que ya giraban en su órbita. El Granada ha vendido
el 53.42 % del capital social prefijado en 222.600.000 pesetas. Y Carlos Marsá
dispone de casi todas.
Colofón
El 24 de junio se cierra el periodo de venta con un total de 12.303 acciones de las que Marsá controla 11.000. Se han ingresado 123.030.000 pesetas y los rumores, insistentes durante estos meses, en el sentido de que había socios compradores que se harían con la mayoría, han quedado en agua de borrajas.
Críticas y críticos
Pero, ciertamente, algunos de los “elefantes sagrados” que rodean al club, no se han quedado quietos. No han comprado acciones, pero han intentado paralizar el proceso legal con subterfugios variados.
1.- Se acusa a la directiva de no estar haciendo las cosas bien. Y el casi siempre tranquilo presidente Rivas salta acusando a Gerardo Cuerva de meterse en cosas que no sabe; “Si yo fuera electricista me dedicaría a poner enchufes y no intentaría hacer de abogado”.
2.- Un grupo de empresarios se queja del trato de favor que el Ayuntamiento ha dado a Carlos Marsá al recalificar sus terrenos de la ciudad deportiva Granada 92. Lo que era una zona para equipamiento deportivo pasa a ser, en parte, zona edificable y Marsá se ha encontrado con una inmensa plusvalía. Dicen los acusadores que “eso es ceder al chantaje moral” y que “quienes se guían por la ley acaban con una sensación de ridículo”. Claro que no añaden el hecho incuestionable de que Marsá está utilizando ese dinero para inversiones estrictamente deportivas.
3.- También se critica la operación de venta del viejo los Cármenes porque
las cifras que se dieron sobre la deuda del club y que sirvieron para fijar el
precio de venta, son muy inferiores a las reales. Amina Nasser aborda el tema
en las páginas de "Ideal" y denuncia que la venta se hizo por 1.080
millones de pesetas que son 500 menos de lo que pidió antes al Ayuntamiento y
398 millones por debajo de la tasación que hicieron los peritos municipales.
Agrega la periodista que la cifra de la deuda no salió de una auditoría, como
hubiera sido lógico, sino “de un informe preparado para uso exclusivo del
entonces presidente Cándido Gómez”. Según Amina Nasser, el concejal
Francisco Pertíñez, ex directivo que, en otras ocasiones, defendió al club ante
el Ayuntamiento, ahora hizo desistir de la compra a
José Julián Romero,
representante de Lazasur, la empresa finalmente compradora, acepta que “eso
de los 1.080 millones es una verdad a medias” porque “la cifra final de
operación oscilará entre los 1.400 y 1.800 millones de pesetas”.
El Granada intervino en tres eliminatorias y sólo marcó un gol en los seis partidos. Los dos primeros fueron con el Guadix y el encuentro que debía disputarse en la ciudad accitana, se jugó en los Cármenes, previo acuerdo de ambos clubes, porque el campo del Guadix estaba en obras. En la segunda ronda, frente al Ejido, los dos equipos rivalizaron en ineficacia y terminaron los 180 minutos jugados con sendos empates a cero. Los penaltis dieron finalmente el pase al Granada al marcar cuatro y quedarse los ejidenses en tres.
Y la tercera eliminatoria
fue una pequeña lotería con premio porque el enfrentamiento con el Betis no dio
gloria deportiva, pero sí una buena taquilla para que los granadinos vieran
perder a su equipo en los Cármenes, de a poco, y en Sevilla, de a mucho. Cuatro
a cero fue el resumen final, a favor del Betis, claro está.
El Recreativo
El Recreativo deja de llamarse así para ser Granada B y cumplir la legalidad vigente en cuanto a equipos filiales. Gabriel Rosario Lázaro fue su entrenador hasta que la directiva decidió sustituirle por Antonio Molina.
Se ficharon jugadores forasteros como Dani (Mallorca B), Castillo (Écija) y el gallego Pardavila, sin que ninguno llegara al final de temporada. El Granada cedió permanentemente a Guti, Almeida, Palacios y Redondo mientras que Germán, Sierra, Hilario y Futre alternaron entre primer equipo y el filial.
Al final del torneo de su grupo de 3ª división, el Granada B ocupaba el lugar 12º entre 21 equipos sin que su juego llegara a despertar jamás grandes entusiasmos. Los jugadores que formaron la extensa plantilla fueron Almeida, Lara, Sergio Cruz, José Luis Sáez, Redondo, Montero, Peramos, Raúl, Sevilla, Palacios, Dani, Futre, Guti, Hilario, Sierra, David Rojas, Esaúl, Lupión, Kresic, Rubén Linares, Castillo, Ildefonso Fígares, Díaz, Germán, Pardavila, Víctor Oliva, Moles, Macías y Luján.
* El caso del canterano Jesús Sierra fue especialmente complicado. Había estado cuatro años en el Granada 74 y tres en los filiales del Barcelona, hasta la pasada temporada que compartió entre Atarfe y Recreativo. En las primeras semanas de la presente llegó a ser presentado tres veces por tres equipos distintos: Granada, Granada B y Atarfe. Andaba medio perdido cuando Lucas Alcaraz lo buscó y lo convenció para que se incorporara al primer equipo donde jugó 15 partidos a muy buen nivel.
* En la guerra de las televisoras por hacerse con los derechos de los equipos, el Granada se decantó por Canal Plus firmando un contrato por siete temporadas. Las dos primeras a 20 millones cada una, pero la cantidad aumentaría a 150 millones si se sube a 2ª A y a 1.500 millones si asciende a 1ª división. Lo malo es que si el Granada continúa en 2ª B (como así sucedió) todo lo dicho quedará en cuatro millones por temporada, a partir de la 1998-99. Las condiciones son las mejores recibidas, mejorando las ofertadas por Antena 3 y con el añadido de que Canal Plus comprará acciones cuando el Granada S.A.D. las ponga a la venta.
* Las notas necrológicas de la temporada registraron las “ausencias” de
tres ilustres miembros del Granada:
En julio de 1996 falleció
José Amigo Vico, el eterno socio número uno y el único que quedaba con vida de
los auténticos fundadores del club.
En este mismo mes de julio,
llegó desde Asunción, Paraguay, la noticia de que Heriberto Herrera, el que
fuera entrenador rojiblanco, había muerto.
Y en enero de 1997,
Floro, el querido portero de los 40, nos abandonó en su casa de Madrid, dejando
establecido que quería ser enterrado en el cementerio de Granada donde le
esperaba desde hacía 50 años, su amada esposa, fallecida cuando Floro era jugador
del Granada. Su nombre ha quedado definitivamente unido a los de Millán y
González en la memoria histórica de todos los granadinos.
* Los periodistas agrupados en
* José Iglesias “Joseíto” se jubiló de la secretaría del Granada C.F. en febrero de 1997. Querido y odiado a la vez, deja la impronta de sus seis temporadas como entrenador, el haber conseguido las dos mejores clasificaciones del Granada en 1ª división y largos años de trabajo administrativo que ahora quedan en manos de Carmen García, la primera mujer que asume trabajos burocráticos en el club y que, como primera medida, “acometerá una nueva organización informatizada”.
* Fue dramática la lesión de Santi en Córdoba. Un choque con su compañero Matxón le produjo un traumatismo cráneo encefálico con parada respiratoria y obstrucción de las vías respiratorias por habérsele vuelto la lengua. El doctor Martínez Zaldívar sufrió porque “en 20 años de profesión nunca lo he pasado tan mal, fue el peor momento de mi vida”. Menos mal que el ATS del Córdoba, José Anguita, saltó como una flecha de su banquillo para colocarle a Santi una cánula que le devolvió la respiración espontánea y le salvó la vida. Anguita, lleno de modestia, manifestó posteriormente que “no tengo más mérito que haber llegado el primero y estoy abrumado por las muestras de agradecimiento del Dr. Martínez Zaldívar y de muchos granadinos”.
* En los primeros días del año 1997 la presencia del “Eurobetis” en
partido de Copa atrae a 8000 espectadores a las gradas de los Carmenes, que
dejan 20 millones de pesetas en taquilla. El palco presidencial registró lleno
de ex presidentes con Cándido Gómez, Mariano Sánchez Osorio, Gerardo Cuerva,
Alfonso Suárez, José Aragón y Jaime Marti. La pelea deportiva en el césped se
sumó a otra, de carácter divino, entre ambos presidentes. El bético Ruiz de
Lopera besaba la imagen de Jesús del Gran Poder mientras que el granadino Luis
Rivas hacía lo mismo con
* El propio Luis Rivas demuestra su sensatez cuando sale al paso de quienes
achacan la racha negativa del Granada en febrero a causas extradeportivas. “El
secreto está en jugar mejor” dice el presidente para acallar a quienes
hablan de gafes ridículos que pueden hacer perder un partido, tan
ridículos como …
a) Guardar un minuto de silencio antes de empezar,
b) Que el capellán del club esté presente.
c) Que Candi acuda a presenciarlo.
* Uno de los peores momentos de la temporada fue el encuentro perdido ante
el Realejos canario. Era el 23 de marzo de 1997 y el Granada no había sido
derrotado fuera de casa desde el 1 de diciembre, cuando lo hizo ante el Sevilla
B. Pero lo peor de esta derrota fue que la meta del modesto equipo de las islas
afortunadas, estuvo defendida por un portero de ¡quince años! precipitadamente
convocado ante las lesiones de los guardametas de la primera plantilla. Ruimán,
que así se llamaba el jugador de la categoría cadete, solo encajó un gol y fue
fugaz noticia en toda España.
UN PARTIDO PARA EL RECUERDO
Xerez 1
Granada 4
23 de
febrero de 1997
Campeonato
de Liga de 2ª división B. 27ª Jornada
Estadio
Municipal de Chapín en Jerez de
Árbitro:
Alfonso Pino Zamorano
Entrenador:
Lucas Alcaraz
Presidente:
Luis Rivas
Alineación del Granada C.F.
(Con el
1-4-4-2)
Ignacio
Lucio,
Hilario, Juan, Arroyo
Torres, Edu
García, Pascual (Germán), Berruezo
Valverde
(Molina) y Manolo (Roberto Martinez)
Alineación del Xerez
(Con el
1-5-3-2)
González
Ignacio,
Manolo, Peña, Juan Pedro, Niño
Román, Óscar
(Cobos), Francisco
Fali (Queco)
y Chicha (Javi)
Los goles
1-0. Min.
22. Francisco en posición dudosa
1-1. Min.
35. Berruezo, de penalti
1-2. Min.
67. Berruezo, de falta directa
1-3. Min.
79. Molina, desde la frontal del área
1-4. Min.
90. Germán, en gran jugada personal
Los antecedentes
Lucas
Alcaraz, se encontró con el problema de improvisar una defensa sin Antonio y
Quique, ambos sancionados, y Santi y Matxón, lesionados. Son los cuatro
habituales. Por eso hay que echar mano del canterano Hilario y el recién
fichado Arroyo, junto al cántabro Juan, que había perdido la titularidad,
y Lucio que hace pocas semanas la ha recuperado. El Granada está en sexto lugar
de la tabla, con un positivo, pero la afición está apática e indiferente.
La crónica
Ernesto Martinez se mostró optimista en su crónica de "Ideal".
- El Granada se catapultó de nuevo en su visita al estadio Chapín de Jerez. La contundente victoria del conjunto rojiblanco por un claro 1-4, dejó claro que el Granada es uno de los mejores equipos del grupo, en sus salidas. El cuadro rojiblanco cimentó sus tres puntos en una buena segunda parte en la que se logró un enorme grado de efectividad.
Es evidente que la improvisada defensa funcionó mucho mejor de lo esperado, con el granadino Hilario, perfecto en su primer partido como titular, y la buena aportación de Arroyo, la última incorporación del equipo.
Con Torres expulsado desde el minuto 34, junto al jerezano Manolo, fueron dos goles a balón parado, un penalti y una falta directa, que Berruezo convirtió con su habitual maestría, los que pusieron al Granada por delante en el marcador. Y Lucas Alcaraz, que no pudo estar en el banquillo por amonestación, decidió luego los cambios que traerían dos nuevos goles. Otros dos granadinos, Molina y Germán, entraron al campo y consiguieron sendos tantos antológicos.
Ernesto
Martínez quedó especialmente impresionado con el cuarto, que llegó exactamente
en el minuto 90 del partido.
- Germán lo hizo todo. Se deshizo de todos los contrarios que le salieron al paso y evitó enviar a los compañeros que estaban en fuera de juego. Dejó atrás al portero y alojó el balón para firmar el mejor gol conseguido por el Granada en los últimos años.
Lo que vieron los entrenadores
Cuando se
leen las declaraciones de los entrenadores al final del encuentro parece que
han estado en dos partidos distintos. Alcaraz en su línea de técnico moderno y
culto lo explica todo.
- Después del gol hemos jugado con más desparpajo. Corregimos un par de situaciones y conseguimos que el equipo jugase con más descaro y que mirase arriba con más intención.
En cambio, a
Carlos Orúe le costó mucho encajar la derrota. Sus palabras son un modelo de no
saber perder.
- El Granada ha sido el peor equipo que ha pasado por aquí. Nos hizo el primero de penalti en la primera vez que se acercaba a nuestra área. No ha tenido ideas y ha estado muy inseguro en defensa. Además, físicamente ha estado muy mal.
Orúe seguramente no pensó que si pierde con un equipo que no llega al área contraria, que no tiene ideas, que es muy inseguro en defensa y un desastre en su forma física, el conjunto que él dirige merece un rotundo suspenso por no haber ganado a un contrario que da tales facilidades.
El árbitro
El árbitro fue abroncado a conciencia a raíz del penalti "por un pequeño empujoncito a Valverde" y la expulsión de Manolo, aunque fuera acompañado de Torres, que había iniciado el tumulto con una durísima entrada. Por eso Pino Zamorano fue alcanzado por una moneda que le derribó al suelo y para el técnico jerezano su actuación fue "una pesadilla".
En cambio,
el debutante Hilario estaba encantado y lo manifestó así:
- Me apunto a los arbitrajes en los que el colegiado pita lo que ve y no lo que le conviene en ese momento.
Pero la euforia provocada por este triunfo rotundo no tuvo continuidad. El Granada siguió brillando fuera y defraudando en casa para perder finalmente el tren de la liguilla en la última jornada. Habrá que seguir esperando por el ansiado ascenso... seguramente muchos años más.
LOS QUE
HICIERON HISTORIA EN EL GRANADA C.F.
Santiago Martínez Ramos
Santiago Martínez Ramos (Vitoria 1968), Santi para la cosa
del balompié, llegó al Granada en la temporada 92-93 procedente del equipo de
su tierra, el Alavés, en cuya cantera se hizo como futbolista. Era el comienzo
de una relación con nuestra tierra que se iba a prolongar a lo largo de ocho
temporadas y un total de 217 partidos de rojiblanco, relación no interrumpida
pues cuando le llegó el momento de la retirada de los terrenos de juego decidió
quedarse a vivir entre nosotros.
Echando un vistazo a sus números, podemos ver retratado a
un futbolista, ante todo, rentable, pues, excepto para Juanjo Enríquez, para
todos los demás técnicos que lo dirigieron desde el banquillo granadinista
(ocho) siempre mereció la titularidad salvo cuando las lesiones lo impedían.
Era
Santi un seguro en la cobertura del Granada. Un defensa central o lateral
derecho que aseguraba una gran regularidad y un alto número de partidos a buen
nivel, con algún que otro remate de gol, y que rara vez daba una patada a un
adversario. En palabras del propio Santi, su mejor virtud era la colocación y
el juego de cabeza. Y otras de sus virtudes, añadimos nosotros, eran la del
pundonor y la valentía.
El
peor momento de su carrera ocurrió el 15 de diciembre de 1996 en el Arcángel
cordobés, en la jornada 16, en un partido que el Granada ganó rotundamente por
0-3 pero que a Santi pudo costarle muy caro. En un choque con aquel defensa
granítico que era su compañero Matxón se golpeó en el pómulo y quedó
inconsciente sobre el césped, conmocionado. La rápida intervención del fisio
cordobesista, José Anguita, evitó males mayores pues el buen defensa vasco
después del choque quedó con la lengua obstruyéndole la faringe y sin poder
respirar. Por esta razón se perdió un buen número de partidos esta temporada.
Casi
se puede decir de Santi que era un defensa a la antigua, y no sólo por sus
características como jugador. Porque el hecho mismo de haber permanecido ocho
temporadas ligado al Granada CF nos hace verlo como más propio de una época
distinta a la que le tocó vivir, pues los noventa granadinistas se
caracterizan, con contadas excepciones, por el gran trasiego de futbolistas que
vienen y van y no permanecen.
La
última de sus temporadas en activo, la 1999-2000, Santi se la pasó entera sin
disputar ni un solo encuentro excepto los de pretemporada. La culpa la tuvo un
despiste administrativo del club. Se pensaba contar con cuatro jugadores
cedidos que ocuparían plaza de sub 23, cosa que no pudo ser porque dichos
jugadores tenían ficha profesional en sus clubes de origen y cuando se reparó
en la cuestión había más fichas de las veintidós reglamentarias. La solución
fue no cursar la ficha de Santi ni la de otros componentes de la plantilla. De
esta manera vemos a Santi convertido en segundo, primero de Chaparro y después
de Mesones, para decir adiós definitivamente al fútbol al terminar esa
temporada. Pero su retirada de los terrenos no supuso su desvinculación de la
entidad rojiblanca, todavía permaneció en el club desempeñando diversas
funciones, como la de delegado, espía-informador de rivales o secretario
administrativo en la sede de Recogidas. Antes se había casado con una
granadina, por lo que decidió echar raíces a la vera de
Éste
era Santi, un defensa humilde, nada amigo de las poses para la galería y del
endiosamiento. Un futbolista de los llamados “de equipo”, que son en definitiva
los más necesarios y los que acaban marcando las diferencias.
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