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lunes, 10 de marzo de 2025

4 HISTORIA DEL GRANADA CF. Temporada 1933-34

 

HISTORIA DEL GRANADA C.F.


 

Capitulo 4.

Temporada 1933-34

 

 

MATÍAS FERNÁNDEZ FÍGARES Y EL PARTO DE LOS CÁRMENES

 

 

El campo de las Tablas se ha quedado chico y malo para un club de 3ª que aspira con vehemencia a la 2ª división. Hay que buscar otro y lo encuentra el 17 de noviembre de 1933 en los 20.000 metros cuadrados de terrenos en la llamada casería Cercado de Muriel, que compra el Recreativo a Nicolás García Ruiz con escritura formalizada ante el notario Antonio García Trevijano. Para hacer frente a las 110.000 pesetas se acuerda un sistema de diez plazos, avalado el primero por bonos reintegrables. La garantía del pago, según consta en la escritura, es el mismo terreno y lo que se construya sobre él.         

En aquel año de 1933, aquel solar, que luego fue el “antiguo” campo de los Cármenes, estaba en el extrarradio, cerca de la nueva plaza de toros, construida pocos años antes, y del Hospital Clínico, que se estaba edificando también. La “invasión” posterior de edificios y calles estrechas tardaría bastantes años en comenzar.

 

En estos terrenos, parte de la casería Cercado de Muriel, se levantará en breve el estadio de Los Cármenes 

 

Hace falta dinero 

El Recreativo no tenía ningún dinero y la obra estaba presupuestada en 150.000 pesetas. Por eso en la asamblea general extraordinaria del 2 de noviembre de 1933 (al día siguiente nacería yo) se acordó emitir bonos reintegrables sin interés ni fecha de vencimiento. Con esta generosa inversión que prácticamente era a fondo perdido, se reunieron 45.000 pesetas. Matías Fernández-Fígares, el arquitecto vicepresidente, había hecho el proyecto y calculado que las obras durarían dos meses. Pero el dinero seguía faltando. 

Se comenta que el presidente Morcillo donará 40.000 pesetas. Eufrasio Martínez comenta en “El Defensor” que eso “son apenas 40 brochazos del ilustre pintor”. El comentario cabrea al presidente y provoca, en parte al menos, su dimisión. También se comenta que don Indalecio Romero de la Cruz financiará la totalidad de las obras o al menos donará varios vagones de cemento. 

Ni brochazos ni cemento llegaron a las arcas recreativistas. Pero los problemas y los comentarios provocaron una crisis directiva que se saldó el 10 de marzo de 1934 con la dimisión de Morcillo y del vicepresidente Enrique Carmona. 

Matías Fernández-Fígares da un paso adelante y se hace cargo de la presidencia del club. A su lado se alinean un grupo de nuevos directivos formado por José Muñoz Cobo, Jose María Villalobos Guilardo, Germán Fernández Ramos, Rafael Miranda Muñoz, Juan Gallego Burín, Luis Quintana Pancorbo y Valentín Pascual García. 

 

Suscripción Pública 

Matías Fernández-Fígares no para. Saca a subasta la realización de las obras de explanación que se adjudican a José Pérez Cervantes y José Díaz Lozano. Y al mismo tiempo abre una suscripción pública para recaudar fondos. Desde el 14 de marzo las listas de donantes se publican en la prensa casi a diario. El presidente da ejemplo con 1.000 pesetas solo superadas por las 2.000 aportadas por “Hijos de Manuel Rodríguez Acosta”. 

El 12 de julio de 1934 se han recogido 52.325 pesetas, pero lo cierto es que sigue faltando dinero y las obras se eternizan por la falta de efectivo. Eufrasio Martínez se pasa un par de pueblos preguntando en su columna periodística por el destino del dinero recaudado y el porqué de la paralización de las obras. El club contesta oficialmente el 21 de junio que la obra va por la mitad y que hacen falta 50.000 pesetas para finalizarla. 

 

La Asamblea 

Las cuentas presentadas en la Asamblea ordinaria del 12 de julio de 1934, informan sobre el déficit de la temporada que ha sido de 15.000 pesetas, pero la directiva aportará la mitad para reducir la deuda a 7.500 pesetas. Los socios agradecen la labor de los directivos, se alegran al saber que la fachada del campo será una obra “de verdadera fantasía” y aprueban la idea de Valentín Pascual (de la firma Pascual Hermanos en Reyes Católicos) de cobrar un suplemento de 10 céntimos pro-campo con cada entrada en los partidos de la próxima temporada.

 

El entrenador y la plantilla 

Por fin llega un entrenador. Es el ex jugador del Sevilla Antonio Rey y será el primer técnico que el Recreativo tenga en su banda durante los partidos. Los jugadores, la prensa y los aficionados se sorprenden al ver los entrenamientos y la importancia que el nuevo entrenador le da a la preparación física. Aunque, según me contó Antonio Bombillar, la cosa no era demasiado científica. 

- Antonio Rey había sido jugador del Sevilla y tenía esa experiencia, pero era bastante bruto. Nos daba unas palizas fenomenales, pero sin acompasar una cosa con la otra. Una vez que jugamos un torneo de varios días en Almería nos buscaron un masajista. Muchos de los nuestros no lo querían “¡a mi me duelen las piernas y ahora viene este tío a darme otra paliza! 

La plantilla se refuerza con la esperanza de un nuevo ascenso, esta vez a 2ª división. Son ocho fichajes de campanillas que cambian por completo el equipo. El portero Tabales entusiasma con su agilidad mientras los defensas Tomé y Carreras imponen su ley en todos los campos junto al medio centro, el catalán Itarte, que une experiencia y calidad para ser el capitán, heredero de Rafael Peregrín. Y la delantera se renueva casi totalmente con los extremos Victorio y Sosa (el Nene), con Gomar y Luque en las posiciones de interiores. Solo permanecen como titulares tres futbolistas de la anterior campaña; el delantero centro Calderón, que sigue marcando goles, y los medios alas Morales y Herranz. Bombillar, Aguileño y Juanele permanecen en la plantilla e intervienen en bastantes partidos.

 

Abril de 1934, comienzan las obras de construcción de Los Cármenes 

 

La raquítica liga 

Pero el problema principal no radica en la plantilla sino en la raquítica temporada oficial con sólo diez partidos. Por eso hay que seguir contratando amistosos, hasta un total de 23 partidos que permiten dar continuidad al espectáculo del futbol para los entusiastas socios y aficionados. 

El Recreativo participa en la liga de 3ª división, subdivisión B, grupo 5º, en un grupo de solo ¡tres equipos!, con el Xerez y el Malacitano. Liga a doble vuelta y el Recreativo barre con tres triunfos y una derrota que le dejan en cabeza del reducido grupo. Este primer puesto le clasifica para la fase de ascenso a 2ª división, que se disputa por el sistema de eliminatorias a doble partido (como el torneo de Copa). 

La primera se salva brillantemente con la eliminación del Gerona, campeón de la zona catalana. El partido de ida termina con un empate a dos en tierras catalanas, tras el viaje más largo realizado por el Recreativo en su corta historia. El recibimiento del tren que les devuelve a Granada, en la estación de Andaluces, es inenarrable. La banda de música del Ave María interpreta el himno Nacional (el de Riego, recuerden que estamos en la República) y los jugadores son paseados a hombros hasta la sede del club en la calle Sierpe Alta nº 6. En cabeza del entusiasta grupo que recorre Granada figuran directivos, autoridades, periodistas y hasta el diputado a Cortes, Julio Moreno Dávila. 

Se gana luego al Gerona en casa y comienza la kafkiana historia de la siguiente eliminatoria. Se disputó con el Gimnástico de Valencia por equivocación y necesitó los dos encuentros reglamentarios y otros dos de desempate. No se había inventado la prórroga ni la decisión por penaltis así que, en caso de empate, se jugaba otro partido y otro y… 

El 4 de febrero ganaba el conjunto valenciano, en su casa, con un fácil 3-0, que presagiaba la rápida eliminación del Recreativo. Todo está previsto para disputar el partido de vuelta en Granada el domingo siguiente cuando horas antes se conoce que los valencianos no vendrán a jugar. Resulta que la Federación Española se ha equivocado y el equipo que debía disputar esta eliminatoria era el Levante y no el Gimnástico. El Levante había reclamado y la Federación ha aceptado la reclamación, pero ¡alguien se olvidó de decírselo al Gimnástico y al Recreativo! que iniciaron, inocentes de todo, su eliminatoria con el partido anterior. Escándalo por la ineptitud increíble de los federativos y la solución es seguir con la eliminatoria y colocar al Levante en otro grupo. 

Resuelto el enredo, el Gimnástico llega a Granada el 18 de febrero y juega en Las Tablas con la sorprendente victoria granadina por 4-1, que significa igualar la eliminatoria. El partido contó con un árbitro tan famoso como Pedro Escartín, que además de arbitrar hacía las crónicas para un periódico madrileño, y que bautizó al Recreativo con el nombre de “equipo fantasma” porque de ser un humilde desconocido, “un fantasma”, pasaba a situarse en lugar destacado, a escala nacional, por esta sorprendente victoria ante el veterano y cotizado conjunto valenciano. 

 

Dos desempates en Madrid 

El jueves 22 de febrero ambos equipos se trasladan a Madrid para jugar el desempate en el campo neutral de El Parral. Arbitra otro famoso, Ramón Melcón, y el partido termina con empate a uno y el gol granadino marcado por Itarte de penalty. Reunión de urgencia y se decide que el nuevo desempate se juegue dos días después en el mismo terreno de juego madrileño. 

Este partido entrará en la historia del Granada como uno de los más violentos jamás disputados. Por eso está incluido en la sección de “partidos para el recuerdo”. Malísimo recuerdo, por cierto. 

Y esta vez se rompió la costumbre; el Recreativo no ascendió. Habría que esperar una temporada más. 

 

 

LA PEQUEÑA HISTORIA DE LA TEMPORADA 1933-34

 

* El Recreativo venía jugando de blanco desde su fundación. Pero el 29 de septiembre de 1933, la Junta Directiva decide que el equipo vista oficialmente camisetas a rayas azules y blancas y pantalones blancos. El presidente Gabriel Morcillo regaló la nueva equipación y hasta es posible que eligiera los colores. Pero tengo la impresión de que la novedad no gustó demasiado porque los granadinos siguieron utilizando con frecuencia la anterior equipación blanca. 

* 10 de diciembre de 1933. Partido de liga en Málaga y el Recreativo gana por 1-2 al Malacitano. El árbitro Gutiérrez anula un gol al equipo malagueño y un espectador irascible salta al terreno de juego para pegarle. Se forma una enorme tángana y hasta el directivo granadino, Paco Cristiá, es agredido, aunque se defiende como puede y es detenido por la policía. Sólo fue puesto en libertad con la garantía de don Félix Pérez, dueño del hotel donde se alojaba la expedición granadina. 

* Otro escándalo, aunque de distinto signo, salta a la letra impresa el 18 de enero de 1934. El Recreativo, que tiene una recargada nómina de 6.000 pesetas mensuales, no puede consentir que algunos de sus jugadores lleven una vida demasiado alegre y poco acorde con su condición de futbolistas profesionales. Es una exigencia que se repetirá infinitas veces a lo largo de la historia.

 

El “Once Fantasma en el campo madrileño de El Parral. Forman: Sosa, Tomé, Calderón, Luque, Itarte, Carrera, Victorio y Tabales; con: Gomar, Morales y Herranz 

* El recibimiento a los “héroes” del empate en Gerona, fue el primer acontecimiento deportivo popular que el Granada vivió para celebrar un triunfo en loor de multitud. El fútbol había calado profundamente, los periódicos le dedicaban muchos centímetros y hasta las autoridades se unían a la moda del deporte profesional. Ya se identificaba al equipo con la ciudad, al mismo ritmo que la plantilla se “despojaba” de granadinos y se llenaba de profesionales curtidos en mil batallas 

* El club alcanza los 1.000 socios esta temporada, llenos de entusiasmo al principio y totalmente desmoralizados tras la derrota y el escándalo del segundo desempate en Madrid. Muchos de esos mil socios se dieron de baja, o sea, que no pagaron los recibos mensuales que quedaban hasta el 30 de junio. 

* Muchos de los partidos amistosos que se organizaban en Granada para mantener en activo a los jugadores, afectados por la escasez de encuentros oficiales, fueron arbitrados por un personaje singular de los que entonces se llamaban “sportman”. Era Michael Wiessengrund y tenía fama de serio, imparcial y amplio conocedor del reglamento. Fue querido por todos y hasta tuvo su despedida oficial el 14 de mayo de 1934. 

* El Recreativo infantil, que tanta ilusión despertó la temporada anterior, continúa ganando y llega a la final andaluza del Campeonato de España amateur. La pierde con el Betis sevillano plantando cara a base de buen juego. Aquella generación de excelentes jugadores se perdió en gran parte por culpa de la guerra civil de 1936-39, cuando tres años de paralización deportiva y actividad en los frentes de batalla, transformaron a los prometedores futbolistas en efectivos soldados. Algunos siguieron y triunfaron después, pero muchos otros vieron truncada su posible carrera profesional. 

* No sé la verdad que habrá en esta afirmación, pero el secretario técnico Ricardo Martin Campos no se cortó un pelo para culpar al Betis de no querer al Recreativo en la Copa de Andalucía que se había organizado con los mejores equipos de la región. Lo cierto es que el conjunto granadino no intervino en dicho torneo y en cambio siguió con sus amistosos. Por ejemplo, el del Trofeo Corpus donde el Recreativo derrotó por 7-1 al Racing de Santander y el ariete Calderón marcó cuatro goles. 

* La temporada se clausuró con un espléndido partido. Nada menos que el Sevilla C.F., recién ascendido a 1ª división tras proclamarse campeón de segunda. Se rindió un particular homenaje a los internacionales sevillistas Fede y Campanal y el Recreativo cerró con brillantez la temporada con un claro triunfo por 3-1. No hay duda de que los sevillanos habían pasado por diversas celebraciones y estaban saturados de fútbol y de fiesta. 

 

 

UN PARTIDO PARA EL RECUERDO

 

Gimnástico de Valencia 3 Recreativo de Granada, 0

 

24 de febrero de 1934

Segundo desempate de la eliminatoria para el ascenso a 2ª división

Campo de El Parral (Madrid) como lugar neutral

Árbitro; Canga Argüelles, del Colegio madrileño

 

Alineación del Gimnástico de Valencia

(Con el sistema del 1-2-3-5)

Bueno

Juan Ramón, Campa,

 Hueso, Núñez, Olavarrieta

Barrios, Amadeo, Aguilera, Pitux y Ochoa

 

Alineación del Recreativo de Granada

(Con el sistema 1-2-3-5)

Tabales

Tomé, Carreras

Morales, Itarte, Herranz

Victorio, Gomar, Calderón, Luque, Aguileño

 

Los goles 

1-0.         Min. 15. Pitux aprovecha un flojo despeje de Tomé

2-0.         Min. 57. Pitux chuta y falla Tabales

3-0.         Min. 68  Núñez de tiro libre con nuevo fallo de Tabales    

 

La crónica 

La crónica de “El Defensor” no tiene firma. Su autor sería un periodista madrileño o quizás Eufrasio Martínez que no quiso firmarla. Entre el público hubo “250 granadinos que chillaban como si fueran 5.000”. Y todo empezó a los 15 minutos de juego, con el primer gol de los valencianos. Dice el cronista que, desde ese momento “el juego fue adquiriendo extraordinaria violencia” con la defensa recreativista, especialmente Tomé, dando leña a mansalva. Hasta el entrenador Rey le gritaba al jugador para que se contuviera y el árbitro Canga Argüelles ejercitaba la virtud de la paciencia con sucesivas amonestaciones verbales. Recuerden que entonces no había tarjetas amarillas ni rojas. Era expulsión o hacer la vista gorda. 

En el minuto 12 del segundo tiempo, cantada de Tabales y segundo gol del Gimnástico. Es entonces cuando Itarte hace una fea entrada a Juan Ramón (que luego sería destacado jugador internacional y capitán del Valencia C.F.). Se produce un barullo enorme, Tomé, encendido, insulta al árbitro, es expulsado y agrede al colegiado hasta que los guardias se llevan en volandas al defensa granadino.

 

El portero Tabales luciéndose en una estirada

 

Todo sigue igual. Otro fallo clamoroso de Tabales, tercer gol valenciano e Itarte (según la crónica de El Defensor no fue este jugador sino Calderón) es expulsado por seguir dando patadas. Quedan once minutos de partido, tres a cero en contra y nueve jugadores en el campo. Todo está perdido. 

El ascenso a segunda se ha esfumado y llega entonces la campanada final. El que quizás sea el mayor baldón en la historia del Granada. El capitán Itarte da la orden de retirada y los nueve jugadores granadinos se van del campo ante el asombro de los contrarios, del árbitro y del público presente. 

Pero hay más: el expulsado Tomé, ya en traje de paisano, salta al campo y le endilga una formidable patada al sufrido Canga Argüelles, que poca culpa tiene de los fallos del portero granadino que han causado dos de los tres goles encajados.         

El desconocido autor de la crónica, mezcla de sucesos y futbol, califica de “desdichada” la actuación arbitral, pero (menos mal), no ve excusa para la reiterada violencia, agresiones, insólita actitud de Tomé y la incitación a la retirada del capitán Itarte (el mejor jugador en aquel día aciago). 

Naturalmente, el partido se dio por terminado y el Recreativo vio cortada de cuajo su carrera hacia la 2ª división.

 

LOS QUE HICIERON HISTORIA EN EL GRANADA C.F.

 

Antonio Calderón

 

En enero de 1932 el algecireño Antonio Calderón cumplía su largo servicio militar en el regimiento de Artillería de Granada. Su fama de goleador nato le había precedido y los dirigentes recreativistas hacían las gestiones convenientes para que Calderón pudiera alternar futbol y mili en aquella misma temporada 1931-32. Lo consiguieron en principio y el soldado Calderón respondió a las expectativas marcando un gol en su partido de presentación, el 17 de febrero de 1932. El resultado fue: Recreativo 2, Linares 1. 

Algo se torció en las relaciones con los militares porque Calderón no volvió a disputar un encuentro oficial con el Recreativo hasta el 26 de marzo de 1933, ya con sus obligaciones militares cumplidas y finiquitadas. Desde entonces jugó regularmente con el conjunto granadino hasta que la guerra civil interrumpió el deporte y la vida normal de los españoles. 

Calderón fue querido y odiado pasando por periodos de gloria a otros de oscurecimiento, pero siempre con la impronta de goleador y “depredador” del área. Fue titular con el Recreativo hasta el último partido de la temporada 1935-36, días antes del estallido de la guerra. E incluso durante la contienda fue uno de los componentes de aquel extraño equipo granadino que se enfrentó a la Selección Española. Posteriormente fichó por el Malacitano y volvió a Granada en la temporada 1939-40 para jugar con el equipo costero el primer partido de la nueva 2ª división de la posguerra. 

Luego en Granada se olvidó su nombre como todo lo que se refería a la “época republicana” del equipo; la de los años treinta. Antonio Calderón se esfumó en nuestra memoria colectiva, pero hay que reivindicar la actitud y la eficacia de este jugador que estuvo cinco temporadas en el club, jugó 51 partidos y marcó 37 goles. Un extraordinario promedio de 0,72 goles por partido que apostillan aquel marchamo de “artillero” con el que anunció su llegada el capitán Peregrín.

 

El ariete Calderón rodeado de contrarios rayados









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