HISTORIA DEL GRANADA CF
Capítulo 88
Temporada 2019-20
TEMPORADÓN
Eurogranada
En la temporada futbolera más atípica desde
que existe la liga, el Granada ha escrito una de las páginas más brillantes de toda
su historia y ha vuelto a ser considerado equipo revelación después de casi
cincuenta años, desde los primeros setenta. La 2019-20 merece ser inscrita en
lo mejor del palmarés rojiblanco junto a las ya míticas 1971-72 y 1973-74, que
aunque siguen siendo las de mejor clasificación liguera, con sendos sextos
puestos, en ambas faltó la guinda que ahora sí se ha conseguido a pesar de
quedar un puesto más abajo, subir al podio, es decir, ganarse el derecho a participar
en una competición internacional. Además, poco faltó para que nuestro equipo al
menos igualara la marca que sigue siendo lo mejor de sus casi noventa años:
alcanzar la final de Copa como en 1959, una decisión arbitral discutible tuvo
en definitiva la culpa de que el Granada fuera apeado en semifinales.
Si buena fue la temporada 18-19, en la que el
Granada volvió brillantemente a primera, la 19-20 ha sido todavía mejor. Este
Granada de Diego Martínez sigue empeñado en darnos satisfacciones a sus fieles
y en batir marcas positivas. Nos están
malacostumbrando, pero que siga la racha. Nosotros encantados de poder volver a
contar un ejercicio exitoso.
Liga
suspendida
La 19-20 fue una temporada sin
parangón en el fútbol español ya que se jugó en dos fases, con un parón
intermedio de tres meses en los que la liga estuvo suspendida. La culpa la tuvo
una pandemia. A finales de diciembre comenzaron a llegar desde la lejana China
noticias de un brote epidémico provocado por un virus altamente contagioso por
vía respiratoria que estaba empezando a afectar a la población en forma de
neumonía atípica, contabilizándose ya unas cuantas muertes por causa de la
infección en la ciudad de Wuhan. Al principio tímidamente y como de pasada,
pero de forma obsesiva después, las palabras pandemia, coronavirus, mascarilla
y covid 19 (nombre del virus) se convirtieron en omnipresentes en los
informativos. De la megaciudad china de Wuhan, de 11 millones de habitantes,
llegaban testimonios de españoles allí presentes que daban su versión de los
hechos, y entre ellos un ex granadinista, el que fue entrenador y secretario
técnico del Granada y del filial Pedro Morilla, quien se encontraba en el
epicentro de la pandemia ejerciendo su profesión como director técnico de un
equipo de esa ciudad. Morilla contaba, no sin asombro, cómo de un día para otro
se había decretado el toque de queda y toda la población se había recluido en
sus domicilios, quedando la enorme urbe totalmente desierta.
China está demasiado lejos como para que nos afecte, fue el primer
tranquilizador pensamiento. Pero en dos meses sufríamos en propias carnes
aquello que nos mostraban las imágenes llegadas del país oriental: la maldita
plaga se había enseñoreado de España y del mundo entero, y toda la población
fue recluida en sus domicilios, prohibiéndose salir de ellos excepto para lo
imprescindible al decretar el Gobierno de la Nación el Estado de Alarma,
situación que duró dos meses. Una visión apocalíptica fue la imagen de las
ciudades desiertas y con todos sus negocios y actividades paralizadas en ese
periodo.
El fútbol también se paralizó. En
primera lo hizo después de disputada la jornada 27, en la que el Granada se
trajo un empate a un gol del campo del Levante, y no se reanudó hasta tres
meses después, mediados de junio, pero las once jornadas que faltaban se
jugaron a puerta cerrada, sin público, y así asistimos (por TV) a algo del todo
insólito: partidos de fútbol profesional en estadios con todas sus gradas
desocupadas y en los que sólo se oyen los gritos de los futbolistas y el sonido
del silbato del referí. En algo más de un mes se liquidó así la liga a base de
jugar partidos cada tres o cuatro días.
Seis meses después, no ha mejorado mucho el panorama. En el momento en que
nos hemos sentado ante el teclado para confeccionar el presente resumen de la
temporada 2019-20, la pandemia de covid 19 no ha remitido en absoluto ni se
divisa siquiera un horizonte de esperanza, y la cifra de muertes que ha causado
se acerca al millón de seres humanos por los cuatro puntos cardinales del globo
terráqueo. Las consecuencias finales de esta gran crisis mundial todavía no
pueden evaluarse, pero todo hace pensar que sus efectos serán devastadores en
lo sanitario y en lo económico.
Caso
Ramos
La temporada 19-20 hay que catalogarla como
muy exitosa para el Granada, sin embargo, su comienzo estuvo marcado por los
negros nubarrones que trajo el que se conoció como caso Ramos. Los
incumplimientos (de John Jiang, dijo la prensa) en los pagos pactados en su día
con el rojiblanco Adrián Ramos a punto estuvieron de perjudicar bastante al
Granada, que pudo ver drásticamente recortado su tope salarial, ya de por sí en
notable desventaja respecto de otros al tratarse de un recién ascendido. A
últimos de julio, a dos semanas de empezar la liga, el Granada no podía
inscribir nuevos jugadores al tener sus derechos bloqueados por incumplir la
norma de control económico a que obliga la LFP. Nuestro club la había burlado
con el fichaje de Adrián Ramos, era la acusación.
Recordemos que el ariete llegó en el mercado
invernal de la 16-17 procedente del Borussia Dortmund, al que se lo compró por
12 millones el club chino Chongqing Lifan, del que en su día se dijo que le pertenecía
en plena propiedad a John Jiang pero que ahora hemos sabido que sólo lo preside. En China asumieron gran parte de lo que el ariete cobraba e
inmediatamente lo cedieron al Granada. A la siguiente temporada, la 17-18, en
segunda, actuó nuevamente cedido por el club chino, pero la 18-19 ya era plena
propiedad del Granada CF, contratado hasta 31 de diciembre de 2019. A partir de
la temporada del ascenso y media más de la recién terminada, los emolumentos
del colombiano los pagó religiosamente el GCF con arreglo a lo estipulado, pero
determinadas cantidades pactadas por Ramos con el club chino no acababan de
llegarle. Y de ahí es de donde vino todo el lío porque el futbolista, harto de
sucesivos incumplimientos, denunció la falta de pago de unos dos millones de
euros que estaban en su contrato.
La LFP abrió expediente al Granada CF por incumplimiento del control
económico al entender que esas cantidades debían haber engrosado el tope
salarial de la temporada anterior, y penalizó a nuestro club rebajando ese tope
salarial en 4.200.000 euros, quedándose éste en algo más de 25 millones, una
ridiculez para afrontar una temporada en primera categoría. Y todavía habría
que dar gracias ya que inicialmente se barajaba como sanción un recorte cercano
a los 10 millones. El club, su director general, Fernández Monterrubio,
recurrió la decisión primera de la LFP demostrando que estaba al día en sus
pagos al delantero, lo mismo que al resto de sus empleados, y que lo adeudado
era ajeno a la entidad y responsabilidad exclusiva de su presidente o de la
empresa china a la que representa, de acuerdo a lo en su día pactado con Adrián
Ramos. Gracias a eso y también a su ratio de deuda neta a cero (sólo ocho
clubes de primera lo cumplen) consiguió el Granada esa rebaja en la
penalización de la LFP que habría dejado bajo mínimos la posibilidad de
reforzarse.
Tras arduas gestiones, se consiguió finalmente que la cantidad rebajada por
la LFP le afectara al club sólo en algo más de un millón de euros, y con eso y
los patrocinios (el principal, de una casa de apuestas), publicidad e ingresos
comerciales, además de traspasos y bajas de jugadores con los que no se
contaba, aumentó considerablemente la cantidad para fichajes, quedando el tope
salarial en 35 millones y medio, con todo, el tercero menor de primera, sólo
por delante de Valladolid y Mallorca (el Barcelona se acerca a los 800 millones
y el Madrid a los 750). En esos 35 se incluye lo que hay que pagar a los
futbolistas de la plantilla por todos los conceptos, más el cuerpo técnico y lo
que corresponde a todos los filiales. El presupuesto se fue a los 60 millones.
El causante involuntario del
affaire, Gustavo Adrián Ramos Vásquez, llegó al
Granada como refuerzo de invierno en enero de 2017. Un refuerzo de campanillas
incorporado directamente desde la Bundesliga con el que intentar escapar de un
descenso que para entonces era ya muy difícil de evitar a pesar de haberse
jugado sólo media liga. Entre que cuando llegó no había mucho que hacer y que
pronto se lesionó, poco pudo aportar en su primera media temporada. No mejoró mucho su rendimiento después y en sus cuatro años de rojiblanco (en realidad sólo tres: dos enteros y dos
medios) se puede decir que las dio más de arena que de cal y que la
irregularidad fue su rasgo más característico, capaz de desaparecer por
completo sobre el terreno y también de hacer algunos goles de maestro. Pocos,
eso sí. Bastantes aficionados opinaban que el
internacional colombiano era un paquete, pero
de vez en cuando le salía algún partido para el recuerdo, como el de Albacete
faltando poco para terminar la 18-19, en el que su gol, además de ser
magnífico, valió medio ascenso. En la temporada recién acabada dejó algunas
gotas de calidad en los contados partidos en que intervino, a destacar sus dos
goles al Hospitalet de la primera eliminatoria copera, en el partido por el que
empezaba a forjarse una temporada histórica también en la copa. Ramos con su
denuncia estuvo a punto de provocar un problema serio, pero de esa forma
consiguió que la parte china cumpliera en lo económico con lo estipulado. A
finales de diciembre, al finalizar contrato, salió del Granada con destino a su
Colombia después de marcar 16 goles en los 88 partidos oficiales de rojiblanco
que disputó.
Acierto en los
fichajes
Para el reingreso en primera se
confeccionó una plantilla en la que la base fue la del brillante ascenso
conquistado la temporada anterior, de la que sólo fueron baja con respecto al
equipo titular los cedidos San Emeterio y Pozo, quienes volvieron a Valladolid
y Sevilla respectivamente.
Uno de los primeros fichajes fue el delantero centro ex internacional
Soldado, ya bastante veterano después de haber jugado en distintas ligas
europeas y varios de los mejores equipos del continente, toda una leyenda que
en Granada se puede considerar fichaje bomba y que no defraudó, al
contrario, y conservando su clase y acometividad fue con sus once goles (7 en
liga, 4 en copa) una de las sensaciones rojiblancas de la temporada.
Otra novedad y otro acierto fue la vuelta de Machís. Lleva ligado a nuestra
ciudad desde 2012 y aquí ha echado raíces. Él estaba deseando volver y los
hinchas que lo hiciera. Sin lugar a dudas, no le ha ido mejor en ninguno de los
otros muchos sitios por los que ha pasado, porque a pesar de ser joven para el
fútbol ya se le puede considerar un trotamundos en esto del balompié. Machís,
internacional absoluto por Venezuela, ahora propiedad del Granada, fue un puñal
por la izquierda que hizo al equipo sumar bastantes puntos con sus goles (7) y
sus asistencias.
En propiedad vino también Domingos Duarte, defensa central portugués internacional
de 1,92, del Sporting de Lisboa, que lo tuvo cedido la anterior temporada al
Coruña, por el que hubo que pagar tres millones y resultó un magnífico fichaje
para dar seguridad atrás, sobre todo en el juego aéreo.
Otro gran fichaje fue Gonalons, medio centro internacional francés de gran
clase que pasó el año anterior por el Sevilla, al que llegó cedido por la Roma
(apenas jugó por las lesiones), que lo cedió ahora a nuestro equipo con una
cláusula de compra obligada, si no había descenso, cláusula que el Granada ha
satisfecho recientemente pues se trata de un centrocampista veterano pero que
da gran estabilidad a la zona ancha y su rendimiento ha sido notable.
Muy conocido por Diego Martínez, vino el joven ariete sevillano Carlos
Fernández, otra de las sensaciones rojiblancas de la 19-20, quien con catorce
tantos entre liga y copa ha sido el pichichi del equipo. Es un delantero fino,
con bastante gol, talentoso y con un gran porvenir por delante, que ha dado un
rendimiento excelente y se ha promocionado para volver al equipo en el que se
formó y del cual venía cedido, el Sevilla.
También
cedido, éste del Manchester City, vino el venezolano de sólo 21 años Yangel
Herrera, jugador de gran futuro y extraordinario refuerzo para el centro del
campo, al que aportó gran fuerza y enorme clase y fue otro de los pilares de la
gran campaña rojiblanca.
Además, fichó el camerunés Yan Eteki, conocido de Diego Martínez por su
pasado en el filial de Sevilla, centrocampista internacional camerunés de brega,
un obrero del fútbol, según definición del director deportivo en su
presentación, Fran Sánchez, para aportar músculo a la media.
Por otra parte, no fue propiamente un fichaje, pero así se le puede
considerar, el del lateral izquierdo del Recreativo Neva, que se hizo con la
titularidad a causa de las lesiones de larga duración de los llamados en
principio a ocupar el puesto, Álex Martínez y Quini; el joven canterano en el
carril izquierdo se puede decir que cumplió y cubrió aceptablemente la
demarcación.
Hubo también otros fichajes que poco aportaron, como el del lateral zurdo
turco Koybasi, que apenas contó para el técnico, o el del defensa central
colombiano Neyder Lozano, que se lesionó nada más llegar y se tiró en blanco
toda la temporada.
En el mercado de invierno también se acertó con las novedades: el joven
central internacional sub-21 Vallejo, en su día fichado por el Madrid y cada
temporada cedido a distintos equipos, ahora al Granada, para completar una
defensa sin fisuras como fue la del Granada todo el año; también Foulquier, de
la escudería Pozzo, que volvió por estas tierras y vino cedido del Watford,
siendo adquirido por el Granada al terminar la temporada y en vista de su buen
rendimiento; otro refuerzo invernal fue el del portugués Gil Dias, jugador de
banda izquierda que no desentonó en los partidos en que salió, que vino cedido
del Mónaco. Por último, en febrero, con el mercado ya clausurado y en
sustitución del lesionado de larga duración Neyder Lozano, comprado al Málaga
vino el joven de 19 años Antoñín, salido de la cantera del club vecino y
traspasado al Granada en un momento comprometido en lo económico para los de la
Costa del Sol, del que se puede decir que apuntó algunos detalles de calidad
futbolera en los pocos partidos en que intervino.
Líder por una
jornada
Rafa Lamelas en Ideal escribía allá por agosto, a punto de empezar la liga,
que Diego Martínez buscaba de nuevo el “swing” para su equipo, esto es, la
sincronización de todos los elementos con los que contaba para que el equipo
volviera a funcionar como un todo, igual que en la temporada anterior, la del
ascenso. Sin duda ése es el sello de los cuadros dirigidos por Martínez, al
menos en su etapa granadina, ese marchamo personal caracterizado porque todos
sus pupilos reman como un único hombre y forman un bloque compacto en el que no
descuellan figuras individuales pero que funciona a la perfección, a la
alemana, y es capaz de ponerle las cosas muy difíciles a las mejores escuadras
de la que -dicen- es la mejor liga futbolera del mundo. Así lo vimos y lo
disfrutamos en la extraordinaria temporada anterior, la del pasito a pasito, y
así hemos vuelto a verlo: un equipo solidario en el esfuerzo que pelea cada
balón. Sin duda la mano sabia de Martínez pronto consiguió ese swing
perseguido y de esa manera nuestro Granada en la 19-20 ha firmado el mejor
inicio liguero de sus hasta ahora 24 temporadas en máxima categoría y ha
conseguido que sus hinchas volviéramos a ver a nuestro equipo encabezando la
clasificación de primera, cosa que no sucedía desde septiembre de 1973.
Como en aquella ocasión de 46 años atrás, el Granada fue líder sólo una
jornada. En 1973 el efímero liderato se produjo en la jornada 5, cuando se
llevaba apenas un mes de competición. En ésta, octubre de 2019, encabezó la
tabla en la jornada 10, con casi dos meses y medio de rodar el balón, así que ya
no se puede hablar de sorpresa ni de provisionalidad ante un comienzo de liga irregular,
lo que confiere mayor valor a la proeza, aunque -todo hay que decirlo- el
acceso a la primera plaza fue favorecido por el aplazamiento del
Barcelona-Madrid que había de jugarse esa misma jornada. La victoria por la
mínima frente al Betis en el nuevo Los Cármenes produjo ese raro fenómeno para
un granadinista de ver a su equipo encaramado en todo lo alto de la
clasificación de primera. A esa jornada diez llegó el Granada con sólo dos
derrotas encajadas: frente al Sevilla en casa, con un penalti a favor
escamoteado cuando finalizaba el partido; y frente al Madrid en el Bernabéu,
plantando cara en todo momento al equipo campeón, que llegó a temer por el
resultado final.
A destacar en esta primera fase de la liga el sensacional triunfo sobre el
Barcelona (el sexto de la historia) de la jornada cinco, 2-0 en el nuevo Los
Cármenes, goles de Azeez y de Vadillo de penalti gracias al VAR, que además de
ser brillante también confirió el liderato, pero era sábado y faltaban por
jugarse varios partidos, así que la primera plaza duró sólo hasta el día
siguiente. Y es que, como ya se ha dicho, este Granada es un equipo muy serio y
muy bien plantado y puede ponérselo muy difícil al más pintado por muchos
internacionales con que cuente en sus filas.
Un solo punto en las cinco jornadas que vinieron a continuación, la peor
racha de la 19-20, colocaron al Granada en la mitad de la tabla en la jornada
15 y esa fue ya su posición hasta mejorarla con el arreón de la recta final, ya
en julio, en esta atípica temporada, con lo que accedió a la séptima plaza y conquistó
el derecho a jugar Europa League. Fue el de la 19-20 un Granada sobresaliente
que en ningún momento vio amenazada su permanencia entre los grandes, que era
en principio el objetivo final.
Regularidad
La segunda
vuelta la inició nuestro equipo rindiendo visita al Barcelona, líder en esos
momentos, aunque la liga la ganaría el Madrid. Los culés acababan de despedir a
Valverde y su nuevo técnico, Quique Setién, se estrenaba en ese partido. Como
es tradición, nuestro equipo salió derrotado (1-0) del Nou Camp, pero esta vez estuvo
muy cerca el Granada de romper esa mala tradición y sacar algo positivo de ese
estadio donde nunca pudo pescar ni siquiera un punto, y al todopoderoso Barça
le costó Dios y ayuda doblegar a los rojiblancos y sólo pudo hacerlo teniendo
que emplearse a fondo y con la ayuda arbitral del referí Pizarro, que expulsó a
Germán por dos amarillas de ésas que habría que ver si sería tan rápido el
trencilla en desenfundarlas de ser otro el infractor y otro el rival. Un tiro
al poste de Yan Eteki pudo adelantar a los nuestros, pero al final Messi dejó
los tres puntos en casa.
Otra derrota a la jornada siguiente,
en casa del Sevilla, hizo bajar a nuestro equipo al puesto 11º, que es el más
bajo que ocupó en toda la liga (si exceptuamos las primeras jornadas), pero de
los seis siguientes partidos antes del parón decretado por la pandemia, ya sólo
perdió en su visita al At. Madrid, colocándose en el noveno puesto, que fue el
que más veces ocupó a lo largo de la competición. A destacar la sensacional
victoria en el campo del Osasuna (0-3) con un Machís en estrella y autor de dos
goles.
Después del
confinamiento
Tras jugarse la jornada 27, el 8 de
marzo de 2020, la competición futbolística en todas sus categorías, como todas
las actividades no esenciales, quedó suspendida, reiniciándose, sólo en el
llamado fútbol profesional, tres meses después. El partido Granada-Getafe, que
tenía que haberse jugado el 15 de marzo, fue el primero de nuestro equipo
después de reanudarse la competición, el 12 de junio de 2020. Ganaron los
rojiblancos 2-1, pero no volvió a darse otra victoria de los nuestros en casa
hasta la jornada 38 y última, con la visita del Bilbao, que salió goleado de un
vacío Los Cármenes el 19 de julio, triunfo que colocó al Granada en el séptimo
puesto final y supuso la clasificación para jugar Europa League. A cambio fueron
los de Martínez intratables a domicilio y de todas sus salidas tras la
reanudación (Betis, Leganés, Alavés, R. Sociedad y Mallorca; las tres últimas
fueron victorias) se trajeron algo positivo, a destacar el 2-3 en Anoeta, remodelado
y rebautizado como Reale Arena.
El fútbol profesional (primera y
segunda) sí volvió, en junio, estableciéndose una serie de medidas estrictas de
seguridad e higiene para evitar contagios y limitando a poco más de doscientas
las personas (jugadores, árbitros, directivos, empleados, seguridad,
recogepelotas, prensa) que podían estar presentes en la celebración de los
encuentros, todos embozados con su correspondiente mascarilla. También se
dictaron varias normas que afectaban a lo deportivo: en cada partido las
convocatorias serían de 23 efectivos por equipo y se permitirían hasta cinco
cambios. No sucedió lo mismo con todas las demás categorías, en las que se dio
por terminada la competición con los resultados y clasificaciones que había en
esos momentos, suprimiéndose los descensos. Gracias a esa medida el filial
Recreativo salvó la categoría de 2ª B.
La Copa del
Rey
Si sensacional fue la liga 19-20 del
Granada, la copa también se le dio de maravilla, llegando por cuarta vez en la
historia rojiblanca a alcanzar semifinales: 1945, 1959 y 1969 son los
antecedentes, si bien en la edición de 1959 llegó a la final.
Esta temporada se estrenó un nuevo formato para la competición del KO,
disputándose a partido único, en casa del rival más débil, todas las
eliminatorias hasta llegar a semifinales, que serían ya a ida y vuelta. El
Granada tuvo la gran suerte de que las cuatro primeras rondas fueron ante
equipos inferiores en dos o tres categorías.
Su primer rival, segunda eliminatoria del torneo, fue el Hospitalet, allá
por mediados de diciembre, el líder del grupo catalán de tercera que acabaría
ascendiendo, con campo de césped artificial donde compareció el Granada con una
alineación de reservas e integrantes del Recreativo más algún titular. A pesar
de la diferencia de categoría no resultó nada fácil el pase a la siguiente
ronda ya que al descanso perdían los rojiblancos por 2-0. Una reacción en la
segunda mitad y la expulsión de un jugador local permitió al Granada forzar la
prórroga, en la que llegó el gol de la victoria, conseguido por Adrián Ramos en
su penúltimo partido. Se solventó a favor la eliminatoria, pero se pagó el alto
precio de que Yangel Herrera, que actuó en Hospitalet como defensa central,
salió lesionado y estuvo inactivo un mes.
Su segundo rival copero, ya después de Navidad, fue el Tamaraceite, otro
tercera, equipo del barrio del mismo nombre de Las Palmas de Gran Canaria, un
club cuya trayectoria ha transcurrido la mayor parte de su existencia en
categoría regional pero que en ese momento militaba en tercera y al finalizar la
2019-20 ha conseguido ascender a 2ª B por primera vez en su historia. También
dispone de campo de césped artificial, de nombre Juan Guedes, en el que en la
anterior ronda cayó eliminado el Almería, de segunda. En la capital grancanaria,
con un once en el que figuraron varios titulares, consiguió el Granada
clasificarse para XVI de final al vencer con un solitario gol de Antonio
Puertas que llegó a los 20 minutos de juego.
Ya en dieciseisavos tocó un 2ª B, el Badalona, que en las rondas previas
había eliminado al Oviedo, de segunda, y a todo un Getafe, de primera y jugando
en Europa. En el campo del club del área metropolitana de Barcelona, también de
césped artificial, con casi el once titular tuvo que sufrir nuestro equipo para
poder superar la eliminatoria. El turco Koybasi, en uno de los pocos partidos
en que pudimos verlo, abrió el marcador para los nuestros a poco del comienzo,
pero en la segunda parte empataron los locales. Hubo que llegar a la prórroga
donde sendos goles de Gonalons y Carlos Fernández dieron el pase a octavos.
Otro club de 2ª B, el Badajoz, fue el rival en VIII. Del grupo IV, el mismo
del Recreativo al que había goleado 4-0 hacía poco más de un mes en el Nuevo Vivero.
La devolución de visita de los pacenses al filial tendría que haber sido en la
jornada 35, allá por mayo, pero no llegó a jugarse. El club extremeño, sucesor
del histórico CD Badajoz desaparecido en 2012, del que heredó todos sus
símbolos y colores (y hasta el nombre), acabaría jugando sin éxito play off de
ascenso. Los antecedentes históricos de enfrentamientos de nuestro equipo con
los otros tres rivales previos eran escasos para Hospitalet y Badalona e
inexistentes por completo para el Tamaraceite, pero partidos del Granada frente
al Badajoz, el extinto, son muy abundantes en la historia rojiblanca, sobre
todo en los años de Segunda B. En Badajoz y antes en Málaga y en Cartagena, sí
pasó lo que estuvo a punto de ocurrir en Granada. Aquí tuvimos más suerte y
cuando esto se redacta está nuestro equipo, el mismo que pronto será
nonagenario, en lo mejor de su historia.
En Badajoz, a finales de enero, con el debut del recién cedido por el R.
Madrid, el central internacional sub 21 Vallejo, los de Diego Martínez por fin
pisando césped natural se impusieron 2-3 y pasaron a cuartos de final. Los
locales habían eliminado también a un segunda, el Las Palmas, y a un primera,
el Éibar, y previamente a un 2ª B gallito, el Amorebieta. Si en las anteriores
eliminatorias hubo que emplearse a fondo, en ésta se sudó sangre y también fue
necesario llegar a la prórroga. Álex Martínez en uno de sus poquísimos partidos
esta temporada, abrió el marcador, pero un descarte de Diego Martínez, el
central Pablo Vázquez, consiguió pronto el empate. Al filo del tiempo
reglamentario Soldado rompió la igualada, pero en el descuento volvieron a
empatar los locales. En la prórroga Carlos Fernández marcó el de la victoria.
El Valencia
En IV, donde no llegaba el equipo
desde hacía 19 años, en aquella eliminatoria frente al At. Madrid tras superar
al Guadix con el famoso penalti Cervián, tocó ya un rival de primera, y
además de los más cualificados, el Valencia, el vigente campeón de Copa y
disputando Champions, aunque no estaba en su mejor momento deportivo. Con
muchísimos apuros se había deshecho de Logroñés y Leonesa (éste por penaltis),
ambos de 2ª B. Al ser los dos de la misma categoría, por sorteo salió que el
único partido tocara esta vez jugarlo en casa.
A primeros de febrero se disputó en el Nuevo Los Cármenes, ambos equipos
con sus onces de gala, con excepción de que en el Granada la meta estaba
guardada por Aarón, como en las anteriores eliminatorias. Un protagonista
indiscutible tuvo la noche en el nuevo Los Cármenes, el valenciano y ex
valencianista Soldado, que marcó los dos goles que por uno de los visitantes significaron
que 51 años después, 1969, por entonces Copa del Generalísimo, el Granada se
plantara en una semifinal.
Este Granada de Diego Martínez, tan reconocible, tan fiable, salió como
suele, con gran intensidad, y a los dos minutos ya mandaba en el marcador
gracias a un gol de Soldado, para continuar anonadando al contrario y estrellar
hasta dos balones en los postes. Antes del descanso empataron los valencianos y
ya en tiempo de descuento y gracias al VAR (los ches se quejaron
bastante pues el ingenioso invento previamente les había anulado un gol por
fuera de juego), un penalti, previa consulta al VAR, sirvió para que nuevamente
Soldado diese la clasificación para semifinales. Fue un partidazo digno de ser
recordado, luchado por los nuestros como jabatos de principio a fin y que ganó
el Granada con todo merecimiento.
El Bilbao
Y así desembocamos en la semifinal. La última que jugó nuestro equipo, en
1969, fue contra el Bilbao (curiosamente, de las cuatro semifinales de copa
jugadas en la historia por nuestro equipo, dos fueron contra el Valencia y las
otras dos contra el Bilbao), y ese mismo fue el rival en esta ocasión, el Athletic,
que venía de eliminar a todo un Barcelona.
La ida fue en el nuevo San Mamés, de donde salieron los de Martínez
derrotados por un gol que no debía de haber valido. Ni con videoarbitraje ni
sin él se acaban los resultados injustos, está claro. Precisamente en una temporada en que cualquier
balón que tocara en el brazo de un jugador ya se consideraba mano (los
criterios arbitrales varían cual giraldillo), un pase largo a Iñaki Williams
cuando nuestra defensa estaba desorganizada, fue controlado por el bilbaíno
claramente con la parte superior de su brazo izquierdo y esto le sirvió para
plantarse solo ante Rui Silva (que volvió a la titularidad para la ocasión)
para servir a su compañero Muniaín y que éste marcara. La jugada fue revisada
en el VAR, pero el árbitro, Hernández Hernández, no apreció infracción a pesar
de que clarísimamente se ve en las imágenes que se ayuda con el brazo.
A pesar de todo los de casa salieron quejosos del referí porque éste había
anulado -correctamente- un gol bilbaíno por fuera de juego posicional,
situación que viene claramente definida en el reglamento y que algunos
necesitarían leer. De todas maneras, el Bilbao fue un ciclón y mereció la
victoria, aunque el único gol no debió valer.
La vuelta en el nuevo Los Cármenes, casi un mes después, la desarrollamos
más ampliamente en la sección Un partido para el recuerdo.
Filiales
La buena temporada lo fue sólo para el primer equipo. El Recreativo, por séptimo
año consecutivo en 2ª B, realizó un curso –inconcluso- deficiente y, a
excepción de dos o tres jornadas, estuvo toda la liga ocupando puestos de
descenso directo y el farolillo rojo gran parte de las jornadas. Con una
plantilla muy renovada, dirigida por el mismo técnico que acabó la temporada
anterior salvando al equipo del descenso tras sustituir a Pedro Morilla, David
Tenorio, sólo pudo anotarse siete victorias de los 28 partidos que llegaron a
jugarse antes de que la Federación diera por terminada la competición, anulando
de paso los descensos. Cuando se decretó la suspensión de la liga por causa de
la pandemia de covid 19 el Recreativo parecía haber reaccionado y había
encadenado cuatro partidos seguidos sin perder (dos victorias y dos empates),
consiguiendo acercarse a la salvación a un solo punto, pero en las diez
jornadas que no llegaron a disputarse tenía que enfrentarse a los cuatro clubes
que acabaron jugando play off de ascenso más algún otro rival difícil.
La competición de División de Honor de juveniles también quedó suspendida,
ésta en la jornada 29 (de 34). El Granada, dirigido por Rubén Torrecilla quedó
clasificado en quinta posición.
Por su parte el Granada femenino volvió a quedar subcampeón de su grupo de
segunda… ¡¡¡por quinta vez consecutiva!!! Las chicas de Roberto Valverde
parecen abonadas a ese frustrante puesto segundo que no da derecho nada más que
a ver cómo otras, quizá con menos argumentos, ascienden de categoría. Su
competición quedó suspendida tras jugarse la jornada 22 (de 30).
LA PEQUEÑA HISTORIA DE LA TEMPORADA 2019-2020
Obituario.- Como cada temporada, también ésta hay que
lamentar la muerte de algunos granadinistas.
El
primero en dejarnos, en julio de 2019, fue el gran portero de los sesenta Otero
(1962-66: 105 partidos), el titular del tercer ascenso a primera, el de 1966 en
promoción frente al Málaga; murió a los noventa años en su Coruña natal.
También
en julio murió en Sueca, su pueblo, a los 92 años, Salvador Ibáñez Matoses,
Ibáñez II de nombre deportivo, un extremo que llegó a nuestro club en la 51-52
cedido del Valencia en un lote de cuatro de los que éste resultó el más
aprovechable; sólo estuvo esa temporada y jugó 18 partidos, anotando cuatro
goles.
Ya
en agosto murió un periodista ilustre, Pepe Yepes, padre del también periodista
deportivo Sergio Yepes; había nacido en Murcia pero llevaba afincado en Granada
casi cuarenta años y en ese tiempo pasó por varios medios, entre ellos Ideal.
En
diciembre falleció en Alicante a los 78
Antonio Olivares Sánchez, Pancho de nombre deportivo, rechoncho portero a la
antigua natural de Linares que llegó a nuestra tierra en 1962 y se enroló en el
Recreativo pasando a la temporada siguiente al primer equipo, hasta 1967. Siempre
fue suplente y apenas jugó 21 partidos, pero tiene la rara marca para un
portero de haber marcado dos goles en una misma tarde, en Priego y frente al
equipo local, de tercera, en la semi oficial competición llamada Copa Sánchez
Pizjuán, que jugaban voluntariamente a mediados de los sesenta, por
eliminatoria, equipos andaluces de distintas categorías; en aquel partido y
ante las muchas bajas actuó de extremo izquierdo y anotó dos goles de un
resultado total de empate a tres.
En
marzo murió a los 84 en Madrid Joaquín Peiró, sin duda uno de los mejores
entrenadores rojiblancos, en su haber un ascenso a segunda, siendo de los pocos
místers que consiguió sentarse en el banquillo del Granada tres temporadas
consecutivas, 1985-88, aunque la tercera no la llegó a terminar. Sus 112
partidos al frente de nuestro equipo lo convirtieron en el cuarto en el
ranking, sólo superado por Joseíto, Lucas Alcaraz y Cholín.
Pocos días después, víctima de la maldita pandemia de covid 19, murió en Madrid Lorenzo Sanz a los 76 años. El ex presidente del R. Madrid que recuperó para los merengues dos Copas de Europa después de largos años de sequía, no llegó a ocupar ningún cargo en el GCF, pero sin duda merece un lugar destacado en su historia ya que quizá sin su decisión de apoyar a nuestro equipo en sus horas más bajas éste habría desaparecido. Su papel fue el de mecenas del club, entre 2005 y 2008, con el Granada (en tercera su primer ejercicio) endeudado hasta las cejas y con competidores directos en su propia casa; con sus aportaciones dinerarias y la dirección presidencial de su hijo Paco consiguió que el equipo ascendiera a 2ª B y que la situación fuera otra muy distinta.
En abril falleció a los 83 años en Oviedo, donde llevaba muchos años afincado aunque era natural de Cádiz, Miguel Sánchez Rus, Miguel para el fútbol, delantero centro con bastante gol que perteneció al Granada entre 1964 y 1968, viviendo dos ascensos a primera y consiguiendo un pichichi de segunda. De él se recuerda especialmente sus cuatro goles al Zaragoza de los Magníficos en la 66-67. Es el cuarto, con 52 goles, tras Rafa, Trompi y Morales, en la lista de máximos anotadores de la historia rojiblanca. Jugó un total de 109 encuentros con el Granada.
Con poco margen de diferencia respecto del anterior, murió en Madrid Aurelio Campa Serrano, a los 87 años, conocido en el fútbol por su primer apellido. Era un defensa que sólo estuvo una temporada en el Granada, la 56-57, saldada con el segundo ascenso a primera, pero en la que Campa sólo fue alineado en dos ocasiones a pesar de que había sido internacional juvenil y de que había pasado por el R. Madrid.
Ya en junio hubo
que lamentar el fallecimiento de Antonio Jiménez Zorrilla a los 69 años,
empresario de profesión y hombre de fútbol que tuvo relación como asesor con
distintas directivas rojiblancas. También fue el que actuó como intermediario
con Enrique Pina en 2007, cuando el club Ciudad de Murcia fue adquirido por
Carlos Marsá y trasladado a Granada, operación por la que mantuvo un pleito por
impago de comisiones con el ex presidente Pina, zanjado en 2015 a satisfacción
de las partes.
Lavado
de cara del Nuevo Los Cármenes.-
En el verano de 2019 se acometió una reforma del campo municipal consistente en
potenciar la iluminación mediante focos led para mejorar la calidad de visión y
adaptarla a las retransmisiones televisivas en alta definición y 4k, como
obliga la LFP. Mejoró muchísimo la iluminación y además en los nocturnos en
casa permitía, como espectáculo previo a los partidos, un juego de luces muy
vistoso al son del Bienvenidos de Miguel Ríos. También todos los
asientos del estadio fueron pintados de rojo y sobre ellos se escribió en
grandes letras, en los niveles bajos de preferencia y fondo sur, la Leyenda
“Granada C.F.” y “1931”. Por otra parte, el césped fue completamente replantado
y lució toda la liga como una alfombra. Ya fuera del recinto, en lo que antes
eran las taquillas de la esquina norte, se abrió una nueva tienda oficial, más
grande y surtida. Lo que no se tocó fueron las cuatro esquinas, que
permanecieron abiertas a todos los vientos. Sólo para algunos partidos concretos,
como la visita del Barcelona, se instalaron gradas supletorias, pero nada más
que en las dos esquinas que dan a Tribuna. Para la vuelta de semifinales de
copa sí se instalaron supletorias en las cuatro esquinas.
Posible
venta del GCF.- No pasó de
rumor de pretemporada lo que se comentaba a finales de julio, la posible venta
del Granada CF SAD a un jeque saudí: Turki Al-Sheikh, noticia difundida por una
web de deportes de su país. El presidente del Granada y que creíamos también
propietario, el chino John Jiang, desmintió muy pronto cualquier tipo de
gestión de venta. El multimillonario árabe finalmente se decantó por adquirir
la mayoría de las acciones del vecino UD Almería, de segunda, equipo que, tras
una fuerte inversión, acabó la liga en cuarta posición y jugó play off de
ascenso sin suerte.
Marcador
histórico.- La temporada
2019-20 la inició el Granada con un marcador histórico: empate a cuatro goles
en el difícil campo del Villarreal. En sus 24 temporadas de primera sólo en
cuatro ocasiones había marcado cuatro goles o más actuando a domicilio: 1-4 en
La Coruña en la 41-42, que fue además su primera victoria en máxima categoría
como visitante; 5-4 en el Nou Camp en 59-60, la vez que más cerca estuvo de
puntuar en esa plaza; 4-6, récord vigente en número de goles a domicilio en
primera, en Mallorca en la 69-70; y 1-4 en el Sánchez Pizjuán en la 2015-16.
Ese abultado empate sólo tiene un valor meramente anecdótico, aparte del punto
cosechado, pero nos gusta señalar que en los 3.252 (según nuestros cálculos)
partidos oficiales jugados por nuestro Granada hasta la fecha, nunca antes
lució ese marcador al término de los 90 minutos, así que el 4-4 de Villarreal
es único en la historia rojiblanca, cualquiera que sea la categoría o
competición a que nos refiramos.
El mejor
arranque liguero de primera.- La prensa local destacó que el Granada tras
jugarse la jornada cinco había superado el mejor arranque liguero de todas sus
temporadas en primera. Pero como estudiosos de la historia del club rojiblanco
no podemos estar totalmente de acuerdo con tal afirmación. Según se publicó en
Ideal, el Granada, tras su brillante victoria frente al todopoderoso Barça,
acababa superar el que venía siendo mejor inicio de liga desde la temporada
1973-74. En aquel lejano septiembre de 1973, en las cinco jornadas ya
disputadas nuestro equipo había conseguido dos victorias y tres empates, por
ninguna derrota; total, 7 puntos que serían 9 según el sistema actual de tres
por partido ganado. Por el contrario, en las cinco jornadas de la 2019-20 el
balance era de tres victorias, un empate y una derrota; total, también 7 puntos
por el sistema antiguo pero 10 con el actual, luego se daba por superado aquel
legendario mejor arranque liguero de 1973. Pero, como decimos, no estamos
plenamente de acuerdo con esa cuenta de la vieja ya que para obtener una visión
más exacta hay que acudir a los porcentajes de puntos conseguidos sobre
posibles, sin extrapolar los números actuales a una situación en que regían
otras normas. Es decir: los 7 puntos (a dos por victoria) que lucía el
casillero del Granada en la jornada 5 de la 1973-74 y que le dieron un efímero
liderato, representaban el 70 % del botín total; mientras que en la 19-20 los
10 puntos obtenidos (a tres puntos la victoria) arrojan un porcentaje ligeramente
inferior: 66,66 %. Claro que también habría que tener en cuenta que los
calendarios ligueros actuales tienen más jornadas que aquellos de los setenta,
lo que vendría a representar un factor corrector puesto que la parte de liga
disputada en la jornada cinco de la 2019-20 era menor que la que representan
esas mismas cinco jornadas de la 73-74. Sea como fuere, es cierto que el GCF ha
logrado en la última temporada mejorar el inicio de liga de la 73-74, pero esto
se consiguió, ya sin discusión, no en la jornada cinco sino en la siguiente, la
seis, con el punto de su empate a un gol en el Zorrilla pucelano.
Estreno del
VAR.- El VAR
(siglas inglesas de Video Assistant Referee) es esa quisicosa que ha
venido, parece que para quedarse (al menos en el fútbol profesional), y por el
cual el árbitro de turno puede repasar en una pantalla ciertas jugadas dudosas
que se dan a lo largo de un partido y que la FIFA limita a cuatro acciones:
goles, penaltis, expulsiones por roja directa y aclaración de identidad de los
amonestados (cuando hay dudas), para lo cual cuenta con el apoyo de otros
árbitros que desde la distancia, en la sala VOR (Video Operation Room),
aconsejan la revisión de la situación dudosa desde distintos ángulos de visión
con el objetivo de corregir los fallos humanos de los del pito y que resplandezca
la justicia. Para nuestro equipo el invento representaba toda una novedad pues,
aunque llegó al fútbol español la temporada anterior, la 18-19, ese año
funcionó sólo en primera división. A lo largo de la temporada y en más de un
partido se puede hablar de que gracias a la invención o por causa de ella el
Granada salió alternativamente beneficiado o perjudicado, lo mismo que podrían
decir el resto de equipos. A favor hay que destacar el penalti por mano de un
culé que valió el segundo gol rojiblanco con el que asegurar la victoria sobre
el Barça en una jugada que seguramente sin la existencia del VAR habría pasado
desapercibida, lo mismo que se puede decir del penalti que valió el segundo gol
con el que el Granada eliminó en cuartos de copa al Valencia. Sin embargo, la
implantación de este moderno sistema de arbitraje no ha acabado ni mucho menos
con las injusticias y las polémicas, y si lo dudan recordemos el extrañísimo
penalti señalado contra el Granada en la derrota liguera en San Mamés por un ligero
empujón sobre un bilbaíno. Con VAR y sin VAR y en vista de que parece que falta
mucho todavía para que alguna vez los partidos de fútbol puedan ser arbitrados
por máquinas o robots, mucho nos tememos que seguirán los árbitros
equivocándose y seguirán por tanto existiendo las discusiones y las decisiones
injustas. Errare humanun est, que dice el latinajo.
Se fue Antonio
Cordón.- El que creíamos propietario del GCF, Jonh Jiang (o
la empresa que había detrás), no es precisamente un ejemplo a la hora de
cumplir con sus obligaciones monetarias. Incumplió en los plazos de los pagos
con el jugador Adrián Ramos, cosa que pudo haber significado un muy serio
hándicap para el Granada al ser sancionado por la LFP. Por otra parte, de la
operación de compra de la mayoría de las acciones del Granada a Pozzo en 2016,
fijada en 37 millones €, a día de hoy faltan por desembolsar al italiano unos
15. Otro tanto ocurrió con la firma Hope Group, dedicada a gestionar entre
otros al Granada. El director deportivo de esa firma se desvinculó en diciembre
del holding que dirige David Belenguer y en entrevista de Rafa Lamelas para
Ideal, en abril, al ser preguntado si los motivos de su salida obedecían a
falta de sostén económico contestó que no era él (Cordón) quien tenía que
responder a esa pregunta, y que mejor había que dirigir la cuestión al grupo
Hope o al mismo presidente John Jiang. Al marcharse del holding deportivo
también quedó fuera de toda relación con el Granada. La selección de Ecuador
fue su primer destino, incorporándose ya con la temporada acabada al Betis,
como director deportivo.
Caso Unai
Etxebarría.- Etxebarría es un portero salido de la cantera del
Bilbao, en cuyo filial militó y del que vino para el Recreativo, figurando en
alguna convocatoria del primer equipo a lo largo de la temporada. En el filial
empezó como titular para dejar el puesto tras los fichajes del mercado de
invierno al portugués Andorinha. No destacó por su buen hacer bajo palos, pero
sí por haber protagonizado un hecho polémico en el último partido de la
temporada del primer equipo, precisamente frente a su club, el Athletic. La
goleada 4-0 a los vascos significó la clasificación para Europa League, cosa
que fue celebrada por titulares, suplentes y cuerpo técnico como se merece
sobre el césped del nuevo Los Cármenes. Etxebarría no había entrado en la
convocatoria, pero estaba presente en las desiertas gradas y bajó al terreno
para unirse a la celebración, y lo hizo luciendo una camiseta con la leyenda en
euskera “Altsasukoak aske”, que significa libertad para los de Alsasua y
remite a un suceso ocurrido hace cuatro años en esa localidad navarra, un
enfrentamiento en un bar entre guardias civiles de paisano y unos jóvenes
radicales que fueron condenados y encarcelados por estos hechos.
El club decidió abrir expediente disciplinario al guardameta y, ya metidos
en agosto, rescindió su contrato a pesar de que le quedaba otra temporada. El
Granada quiso permanecer al margen de la polémica desatada por el gesto
político del portero y manifestó que la razón de la baja obedecía a motivos
estrictamente deportivos, por haber perdido protagonismo frente a los otros dos
guardametas del filial, Andorinha y Arnáu. No obstante, la decisión del GCF no
pasó desapercibida y creó otra gran polémica en las redes sociales, ocupando
durante algunos días gran espacio cibernético. La rescisión del contrato de
Etxebarría llegó incluso al Congreso de los Diputados, donde el PNV presentó
una propuesta para que se investiguen las causas de la baja deportiva, considerando
inaceptable el despido de Etxebarría por el asunto de la camiseta y su mensaje,
lo que podría significar la conculcación de derechos civiles y laborales.
Registros
históricos de la 2019-20.- Además de
clasificarse el Granada para Europa League y de firmar su mejor arranque
liguero jugando en primera, en la fenomenal temporada 19-20 también han batido
los pupilos de Diego Martínez otros registros históricos y estadísticos: es la
liga de las 24 que van en máxima categoría en que nuestro equipo ha conseguido
más puntos, más victorias y más goles jugando a domicilio, superando a la 73-74
que era hasta este momento la mejor en ese aspecto; así mismo ha caído otro
récord de los setenta, éste de la 71-72, el de mayor porcentaje de victorias
totales a lo largo del campeonato, 16 de 38; también ha sido la primera vez en
la historia que nuestro Granada ha ganado en primera división más de dos
partidos seguidos lejos de casa. Además, es la segunda de esas 24 temporadas,
sólo superada por la 1941-42, la del debut, en que se ha conseguido una mayor
diferencia de goles a favor sobre los encajados: 7 (8 en la 41-42). Por lo que
respecta al promedio de derrotas en una liga, ha sido el cuarto más bajo de su
historia en división de honor; las 43-44, 71-72 y 73-74 arrojaron mejores
números. Esas mismas tres temporadas también fueron mejores en lo que se
refiere a promedio de puntos logrados sobre posibles.
Diego
Martínez, el de los récords.- Diego Martínez continuará en la 20-21 y de
esa manera ha igualado un récord que tenía hasta ahora Peiró en solitario, era
el único entrenador del Granada en toda la historia que por tercera vez (85-87)
empezaba una temporada siéndolo. Además, el de Vigo ha terminado la 19-20 en el
séptimo lugar de la clasificación histórica de técnicos con más partidos en el
banquillo del Granada, 88. De seguir con esa trayectoria tan brillante, puede
acabar la que se avecina, la temporada 20-21, dando el salto al tercer escalón
del podio, sólo por detrás de Lucas Alcaraz (189) y Joseíto (206). En la que
será ya la vigesimoquinta temporada en primera, con liga, copa y EL, si
permanece hasta el final, lo que deseamos todos porque será señal de que las
cosas han ido bien, dará otro espectacular salto en la clasificación de
técnicos con más partidos granadinistas dejando atrás a nombres muy ilustres en
la historia rojiblanca como Cholín, Peiró, Yosu, y Kalmar.
Si esa clasificación histórica de entrenadores
rojiblancos la referimos exclusivamente a partidos de primera división, los 38
de la 19-20 recién terminada lo sitúan también en el séptimo puesto, pero otros
38 de la 20-21 (76) lo colocarían asimismo en el tercer puesto de esa
clasificación (superando en este caso a Bru, Scopelli, Platko y Kalmar), sólo
por detrás de nuevamente Alcaraz (79) y Joseíto (132).
Si de cara al futuro la dirección del club
sigue confiando en la más que demostrada solvencia del técnico y se alcanza la
deseada estabilidad en máxima categoría, puede que muy pronto veamos a Diego
Martínez encabezando todas las clasificaciones.
UN PARTIDO PARA EL
RECUERDO
Granada 2 Ath.
Bilbao 1
Jueves 5 de
marzo de 2020
Partido
correspondiente a la vuelta de semifinales de Copa del Rey (1-0 en la ida en
San Mamés)
Estadio: Nuevo
Los Cármenes, lleno, 21.000 espectadores al haberse instalado gradas
supletorias en las esquinas. Presencia de unos 500 seguidores del equipo vasco
Árbitro: Del
Cerro Grande, madrileño. Amonestó a Germán, del Granada, y a Vesga, Yeray y
Unai Simón, del Athletic de Bilbao
Entrenador:
Diego Martínez
Presidente:
John Jiang
Alineación del Granada
Rui Silva, Foulquier (Fede Vico 84’), Víctor Díaz, Germán, Domingos
Duarte, Neva (Antoñín 85’), Gonalons, Yangel Herrera (Yan Eteki 59’), Antonio
Puertas, Carlos Fernández y Machís
Alineación del Athletic de
Bilbao
Unai Simón, Capa (Córdoba
58’), Yeray, Nuñez, Íñigo Martínez, Yuri, Raúl García, San José (Aduriz 78’),
Vesga, Muniaín (Sancet 90’) y Williams
Los goles
1-0
Carlos Fernández (min 46)
2-0 Germán (min 76)
2-1 Yuri (min 80)
El partido de vuelta de semifinales frente al Bilbao se preparó como el
gran acontecimiento futbolero que era pues no hay que olvidar que desde la
última vez en que nuestro Granada se vio en otra similar, 1 de junio de 1969,
habían transcurrido casi 51 años, y diez más, 61, desde que el equipo
rojiblanco realizó la mayor proeza de todo su palmarés, ser subcampeón de copa.
La ciudad entera, aficionados o no al fútbol, rebosaba expectación. «¡Vamos
mi Granada!» podía leerse en los frontales de los autobuses urbanos. Banderas
rojiblancas colocadas en mástiles por el Ayuntamiento decoraban las
inmediaciones del estadio y también eran muy visibles en miles de balcones por
toda la ciudad. En las redes sociales circuló un video motivador de la
remontada, elaborado por Ideal y en el que intervinieron Roberto, El Arabi,
Siqueira, Lucas Alcaraz, Abel Resino y otros, para hacer un llamamiento a la
afición y que ésta apoyara todo lo posible. Aunque en realidad no necesitaba el
granadinismo una motivación extra porque para el grueso de la afición la visita
del Bilbao en semifinales significaba lo máximo en que alguna vez vieron a su
equipo, y abarrotó el Nuevo Los Cármenes sin parar de animar a los rojiblancos
durante los noventa minutos.
«Rojiblancos bienvenidos, gracias por estar aquí. Bienvenidos al estadio
de Los Cármenes», sonaba por la megafonía poco antes de que fueran las
nueve de la noche del 5 de marzo de 2020 y de que los protagonistas salieran a
escena, mientras que los nuevos focos led producían un juego de luces que se
encienden y se apagan al ritmo de la canción “Bienvenidos” de Miguel Ríos,
adaptada para la ocasión y modificada en su letra por Luis García Montero. En
el palco el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno. La fuente
de las Batallas, vallada y sin una gota de agua, esperaba a que dos horas más
tarde se hubiera consumado una nueva cita con la historia al acceder a una
final de copa después de disputar el que se tituló por la prensa como el
partido del Granada más importante de los últimos 50 años.
Diego Martínez optó por un 5-2-3 (o, bien mirado, 3-4-3), con la muy
sensible baja de Soldado, sancionado por acumulación de tarjetas. Su oponente
presentó el mismo dibujo, defensa de cinco con dos carrileros profundos, doble
pivote y tres arriba. Desde el primer momento se pudo ver un fútbol practicado
con gran intensidad y mucho más músculo que precisión.
El primer susto para la parroquia llegó por fuego amigo, cuando
Víctor Díaz quiso cortar un centro contrario y cabeceó desde muy cerca a su
propia puerta, rechazando a córner Silva con grandes reflejos. Y al filo de la
media hora Williams salvó en la misma raya de meta un balón rematado de cabeza
por Yangel Herrera en un córner por la izquierda del ataque rojiblanco. En la
primera mitad no hubo goles.
Nada más volver de vestuarios se movió el marcador a favor del Granada
entre el delirio de la hinchada. Un centro de Machís desde la izquierda lo
remató de cabeza impecablemente Carlos Fernández al fondo de la meta de Simón.
Rafa Lamelas escribió en su crónica para Ideal que «El sevillano arrastra un
trolley repleto de goles desde hace semanas. Se le está quitando el aire
juvenil para mutar a delantero de tronío para el Sánchez Pizjuán.» Era su
octavo gol, tercero en copa, y le faltaban por marcar seis más hasta la
finalización del campeonato. Sin duda el joven delantero cedido del Sevilla ha
sido en la temporada recién terminada una pieza clave en la gran temporada
rojiblanca. Su cotización ha subido como la espuma, pero ha conllevado la
contrapartida de quedar fuera de las posibilidades de nuestro equipo para
hacerse con sus servicios en exclusiva y a Sevilla se ha vuelto.
No es exageración afirmar que el estadio pareció venirse abajo con el
segundo de la noche, obra de Germán al rematar de cabeza un córner servido
desde la izquierda por Machís. En ese momento la eliminatoria estaba superada y
ya nos veíamos en la final del sevillano estadio de La Cartuja. Pero la ilusión
duró cinco minutos, los que tardó el lateral izquierdo bilbaíno Yuri en
cabalgar su banda y fusilar desde cerca a Rui Silva de un zurdazo. Faltaban
diez minutos para el final más el alargue y se necesitaba un tercer gol. Se
intentó de todas las formas, incluso encomendando la misión a un recién
llegado, el joven malagueño Antoñín, que debutaba, para que probara a sacar
partido de sus diabluras con el balón, pero nada se consiguió y ahí se acabó la
aventura copera.
Ningún hincha del Granada salió sin
embargo decepcionado, todo lo contrario, todos eran consciente de haber
asistido a un partido excepcional de los nuestros y de haber merecido el pase a
la final, sólo impedido por un despiste defensivo de marcaje que no hacía
justicia según lo visto. Muchos también se acordaban del gol ilegal de San
Mamés que fue en definitiva el que dio la clasificación al Bilbao.
Un Granada superior, en su línea, se quedó a sólo diez minutos de plantarse
por segunda vez en su historia en una final. Esto ocurría la noche del jueves 5 de marzo de
2020. Como sabemos, nueve días después el gobierno de España decretaba el
estado de alarma y el confinamiento de toda la población del Estado por la
pandemia de covid 19. Ése fue por tanto el último partido en que la afición
rojiblanca pudo disfrutar in situ de su equipo. El domingo siguiente a la
eliminación copera viajó el Granada a Valencia para la devolución de visita al
Levante, de donde se trajo un empate, y para el fin de semana posterior la
competición quedó suspendida en todas sus categorías y no se reanudó en primera
y segunda hasta tres meses después, mediados de junio, jugándose todos los
partidos que faltaban a puerta cerrada, esto es, sin público en las gradas. También
es malapata (por no expresarlo en granaíno castizo) que estando nuestro equipo
en uno de los mejores momentos de su historia no podamos sus fieles verlo de
cerca y tenga que desenvolverse sin el apoyo de una afición volcada y feliz
como nunca. En el momento de confeccionar este resumen de la 19-20 sigue
prohibido el acceso de las aficiones a los estadios para evitar contagios, sin
que se sepa todavía cuándo podremos los hinchas volver a Los Cármenes.
Por ese mismo motivo, también en estos momentos sigue sin conocerse el
campeón 19-20 de la Copa del Rey. El otro finalista fue la R. Sociedad, que se
deshizo en semifinales del segunda Mirandés, y ese partido por el título, que
tenía que haberse disputado en Sevilla, estadio de La Cartuja, no se ha jugado
ni tiene fecha aún para su celebración ya que los dos conjuntos vascos pactaron
que no habría final mientras no se permitiera el acceso de las aficiones a los
estadios. Pese a la injusta eliminación, consolémonos los granadinistas
considerando que de habernos clasificado para la final lo más seguro es que
ésta tendríamos que haberla presenciado forzosamente por TV. Por otro lado,
gracias a esa renuncia de los finalistas, la clasificación para Europa League
incluyó también al séptimo y de esa manera pudo el Granada acceder por primera
vez en su historia a esta competición internacional.
LOS QUE HICIERON
HISTORIA EN EL GRANADA CF
Roberto
Soldado Rillo
El fichaje
bomba 19-20 del Granada no necesita presentación pues es conocidísimo en
todos los ambientes futboleros, nacionales y extranjeros, ya que se trata de un
ilustre veterano que ha pasado por vestuarios no menos ilustres y ha vestido la
roja de la selección absoluta en más de una decena de ocasiones, protagonizando
también traspasos millonarios pues posee lo más preciado en el fútbol: el gol.
En su dilatada carrera de ariete ha conseguido en una ocasión el trofeo Zarra
(compartido), que premia al máximo goleador de primera de nacionalidad
española.
Es valenciano de nacimiento (con raíces paternas en Algarinejo), pero se
inició en esto del balompié en la cantera merengue, de donde, tras varias
cesiones y su paso por el Osasuna y el Getafe, dio el salto al Valencia y de
ahí a la Premier, al Tottenham, en sendas operaciones de traspaso en que se
manejaron decenas de millones de euros. Tras volver de Inglaterra y pasar dos
años en el Villarreal se había marchado al fútbol turco, al Fenerbahçe, donde
permaneció dos temporadas, encontrándose sin equipo en el verano de 2019, ya
con 34 tacos de calendario. El Granada, su dirección deportiva, no lo dudó y lo
incorporó por una temporada con opción a otra en función de los resultados, y
como éstos han sido magníficos, ha quedado renovado por un ejercicio más en
principio. Muchos en primera instancia dudaban de su rendimiento, dada su edad,
pero desde el primer momento dejó claro que no había venido a este rincón
peninsular a descansar ni a buscar un plácido retiro, y los que en principio
eran detractores pronto se convirtieron en admiradores fervorosos al verlo
dejarse la piel en cada partido y ser uno más de la plantilla. En palabras de
Diego Martínez: «Soldado es un ejemplo para todos».
Se estrenó con un gran gol de cabeza a su ex equipo, el Villarreal, en el
primer partido de la liga, pero tuvieron que pasar casi cuatro meses para que
llegara su segundo tanto, al Alavés desde los once metros. Y es que Soldado no
se prodigó demasiado frente a la meta contraria hasta la recta final del
campeonato, tras el confinamiento, ya que su tercer gol en liga llegó ya en la
jornada 29, en el campo del Betis, pero no por eso disminuyó su importancia en
el once rojiblanco, del que fue titular indiscutible, con su continuo incordio
a las zagas contrarias que propiciaba huecos que eran aprovechados por
compañeros. En el tramo final de la liga aumentó su importancia, consiguiendo
cuatro tantos más. Cuatro goles más, en Copa del Rey, lo convirtieron en el
segundo máximo realizador rojiblanco con un total de once, sólo superado por
los catorce de Carlos Fernández.
Su mejor partido de rojiblanco fue también uno de los mejores partidos del
Granada que hemos podido ver en los últimos años. Los noventa minutos del
valenciano fueron completos en el más amplio sentido frente al Valencia, el
vigente campeón, en cuartos de final de Copa del Rey a partido único en el
Nuevo Los Cármenes. Soldado abrió el camino de la victoria con un cañonazo que
dobló las manos del meta che a poco de empezar el encuentro. Empataron los
visitantes, pero el propio Soldado deshizo la igualada en el tiempo de
descuento con un segundo gol, éste desde el punto de penalti, que significaba
el pase a semifinales. Ambos goles los celebró con toda su alma a pesar de
tratarse del equipo de su tierra y en el que militó tres temporadas plenas de
goles, protagonizando después un traspaso multimillonario a la liga inglesa. Por
la noche, en un programa televisivo de difusión nacional contó emocionado y con
lágrimas en los ojos lo feliz que le hacía haber sido protagonista de una
hazaña de tan gran trascendencia en la historia de este modesto club.
Soldado y Carlos Fernández. Carlos Fernández y Soldado. Pocas veces en la
historia del Granada CF hemos podido sus hinchas disfrutar de una pareja de
delanteros con tanta efectividad, ambos de características muy distintas pero
perfectamente compenetrados y a los que hay que agradecer gran parte de la
exitosa 2019-20.
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