HISTORIA DEL GRANADA CF
Capítulo
87
Temporada
2018-19
PASITO A PASITO A PRIMERA
El sexto ascenso
El Granada no partía como favorito al
ascenso al echar a andar la temporada 2018-19. Su objetivo era la permanencia en
segunda a causa del gran recorte en su presupuesto y su tope salarial impuesto
por las circunstancias. Sin embargo, la 18-19 queda para el club rojiblanco
como una de las mejores de toda su historia pues a su final, con humildad y
mucha lucha, consiguió nuestro equipo su sexto ascenso a primera, haciéndolo
además de forma brillante, como subcampeón de la categoría de plata y sin tener
después que disputar play off o promoción.
“Pasito a pasito” fue su lema a lo
largo de toda la campaña y fue también la frase que podía leerse impresa en las
camisetas de los componentes de la plantilla que celebraban el ascenso en la
fuente de Las Batallas el miércoles 5 de junio de 2019, a la vuelta del partido
de la jornada 41 y penúltima de la liga, disputado en Baleares, porque este
ascenso, como otros once del total de trece vividos desde 1931, como viene
siendo tradición en la historia rojiblanca, una vez más se consiguió lejos de
estas tierras, en Mallorca, localidad que repite salto a primera pues ya en
1968 contempló el cuarto ascenso a máxima categoría rojiblanca.
De la escalera al pasito a
pasito
Aparte de la circunstancia de que el
partido decisivo que daba el ascenso de forma matemática, tanto en 1968 como en
2019 tuviera como escenario la ciudad de Palma de Mallorca, hay también un gran
paralelismo entre los dos ascensos mallorquines. Al iniciarse la 67-68 el
míster rojiblanco, Joseíto, comparó la liga con una escalera que había que
subir peldaño a peldaño hasta conseguir el objetivo, de ahí que aquella
temporada triunfal sea recordada como la de
la escalera. En el de 2019 no se ha hablado de peldaños ni de escaleras
pero la frase pasito a pasito se
convirtió desde primera hora en un mantra que jugadores, técnicos y directivos
repetían para recordar la modestia inicial del proyecto y para tratar de
suavizar de algún modo la euforia desatada ante los buenos resultados
rojiblancos, así que quizás en años venideros otros estudiosos de la historia
de este club y otros hinchas futuros recuerden asimismo la magnífica temporada
recién acabada como la del pasito a
pasito.
Tampoco en 1968 partía el Granada como favorito ni
contaba con figuras de renombre en su plantel, y sus fichajes fueron muy
escasos. Pero aquel Granada de 1968 como éste de 2019 tuvo como principal
virtud la de funcionar en todo momento como un bloque sin fisuras, mérito
indudable de la dirección técnica. Aquel Granada de Joseíto dominó la liga
desde la jornada cuatro, en la que se puso líder del grupo sur de segunda,
hasta la treinta y última y así conquistó el honorífico título de ser en la
historia del fútbol español el último campeón del grupo sur o II de la Segunda
División, porque a partir de la temporada siguiente, la 68-69, y hasta el
momento actual, la llamada división de plata pasó a estar formada por un único
grupo, de veinte equipos al principio hasta que en los noventa se amplió a
veintidós. El de Diego Martínez no ha sido campeón, pero también ha estado en
los puestos de privilegio desde los primeros compases hasta el final.
Austeridad
El hecho de que el
Granada 17-18 ni siquiera se clasificara para disputar fase de ascenso a
primera fue una gran desilusión para el hincha, pero aún más desilusionante
sonaba en principio su consecuencia inmediata: un notable recorte en el
presupuesto. Para la 18-19 quedó reducido a la mitad al desaparecer la ayuda de
la Liga Profesional a los descendidos, con la que sí que contó la temporada
anterior. De un tope salarial cercano a los 18 millones € para la 17-18 hubo
que pasar a casi la mitad, 9,5.
La impuesta austeridad obligó a una
drástica rebaja en la nómina y a desprenderse de los futbolistas que más
cobraban. Algunas de las despedidas no estaban programadas de antemano, como la
de Joselu o la de Saunier, traspasados respectivamente al Oviedo y al Lorient
francés, o como la de Pedro, dejado en libertad, que fichó por el Coruña. También
recibieron la baja, aunque con ellos no se contaba: Baena, que se fue cedido a
un equipo australiano, Menosse y Javi Varas (este último puso todas las pegas
del mundo). Por otra parte, hubo también que decir adiós a determinados
futbolistas que aún quedaban del último pase por primera cuyas fichas eran
inasumibles: Rubén Pérez, que fichó por el equipo en el que venía actuando
cedido las dos últimas temporadas, el Leganés; asimismo Carcela y Krhin fueron
traspasados a los cuadros en los que ya estaban cedidos. Además, fueron baja
también (y muy sensible en ambos casos) por terminar su cesión a nuestro club:
Machís, que se incorporó al Udinese de Pozzo, y Kunde, recuperado por su club,
el At. Madrid, e inmediatamente traspasado al Mainz 05 de la Bundesliga. También
fue baja Sergio Peña, cedido a otro club de la firma Hope, el Tondela de la
primera portuguesa. Aparte, hubo que despedir a algunos empleados del club de
la parte administrativa y hacer encaje de bolillos para no sobrepasar el muy
recortado tope salarial.
Austeridad fue la idea y la palabra
más pronunciada al echar a andar la temporada. Y más cuando el número de
abonados se redujo notoriamente (poco más de 8.000), consecuencia lógica del
mal sabor de boca que dejó la temporada 17-18. Encima los ingresos por
televisión también se redujeron en aproximadamente un millón por el hecho de
haber quedado en una posición tan insulsa como el 10º en dicha temporada.
Pocos pero buenos fichajes
La economía no daba para más, así que para
reemplazar a los idos los fichajes fueron escasos, en realidad sólo tres.
Vadillo fue el primero en estampar su firma al quedar libre del Huesca,
ascendido a primera, técnico jugador de ataque, eterna promesa del fútbol
español, quien con apenas 23 años ya traía un amplio currículo de primera y
segunda, aunque sin acabar de cuajar en ninguno de los varios equipos en que
militó por culpa de las sucesivas lesiones que padeció; en Granada parece
haberse librado de ese mal y su rendimiento de cara al ascenso fue
sobresaliente.
El segundo fichaje fue Rodri, pundonoroso delantero
centro, libre después de pasar por la Cultural Leonesa y antes por un sinfín de
clubes, entre ellos el filial sevillista.
El siguiente vino de China también libre, Nico
Aguirre, del Chonqging Dangdái Lifan, club de la órbita de Jiang, adonde había llegado
de la mano de Antonio Cordón, un centrocampista de brega argentino que no jugó
demasiado.
El resto de
las novedades fueron cesiones. Fede Vico fue el primero, quien con opción de
compra vino cedido del Leganés, equipo de primera que lo había fichado del
Lugo, y que en la mediapunta resultó fundamental en el triunfo alcanzado. Otro
cedido, éste del Éibar, fue el defensa central Martínez, otro pilar del
ascenso, que jugó la temporada anterior en el filial barcelonista pero antes
había militado en el Sevilla Atlético. Con la liga a punto de empezar llegó
otro jugador clave en este Granada 18-19, Fede San Emeterio, centrocampista
recuperador cedido del Valladolid, que acababa de ficharlo del Sevilla At. Después
de jugarse la primera jornada vino otro cedido, éste directamente desde el
Sevilla Atlético, el jovencísimo Pozo, 19 años, atacante de banda, firme
promesa que tuvo un inicio sobresaliente para después ir a menos y perder la
titularidad; con este jugador hubo serios problemas para poder inscribirlo
porque para ello era preciso tramitar previamente alguna baja.
Aparte, aunque
no fue propiamente un fichaje también se puede considerar una novedad en la
plantilla rojiblanca la vuelta de Fran Rico después de dos temporadas cedido en
el Éibar. Pero la maltrecha rodilla del gran mediocampista le tenía apartado de
los terrenos de juego desde hacía más de un año y su recuperación no acabó de
ser completa en toda la liga, de manera que no pudo ser utilizado hasta el
último partido en Los Cármenes frente al Alcorcón, un partido de trámite ya que
el ascenso se había conseguido en la anterior jornada en el campo del Mallorca;
los 55 minutos que vistió de rojiblanco en la jornada 42 fueron toda su
aportación esta temporada. La plantilla se completó con varios canteranos
ascendidos desde el filial, dejando el
número de fichas en veintidós frente a las veinticinco permitidas.
Ya en el
mercado de invierno se incorporaron tres futbolistas más: un defensa central,
Bernardo, otro con pasado en el filial sevillista, que apenas vistió de
rojiblanco, y Azeez, centrocampista que solía salir desde el banquillo en las
segundas partes, ambos fichados del Lugo; y también Dani Ojeda, segundo
delantero cedido por el Leganés, que tampoco jugó demasiado.
Como se
observa, gran parte de las novedades de cara a la 18-19 habían pasado
previamente por los filiales sevillistas, mérito –otro más- del entrenador
Diego Martínez, quien, por conocerlos de cerca, influyó decisivamente en su
venida a nuestro equipo.
Un bloque
Diego
Martínez montó su once titular a base del sistema 4-2-3-1, con el portugués Rui
Silva, toda la liga titular y brillante ganador del trofeo Zamora de la liga
123 al ser el portero menos goleado de segunda con 27 tantos encajados en los
40 partidos en que intervino, todos menos el último de liga y el único partido
de copa que disputó el Granada. En el lateral derecho volvió a ser titular
inamovible Víctor Díaz a excepción de los cuatro primeros partidos en que actuó
de central. En el lateral izquierdo empezó Álex Martínez hasta que en la
jornada 16 se lesionó en Málaga y fue sustituido por Quini, quien completó una
gran temporada a pesar de jugar a pierna cambiada. Para el centro de la defensa
Germán y Martínez fueron una pareja muy completa y también clave en el blindaje
de la portería de Silva.
En el doble
pivote Montoro fue el líder del equipo ofreciendo partidos magistrales y
cuajando una gran temporada en su papel de distribuidor, y junto a él, como
recuperador, Fede San Emeterio, también clave en la labor de blindar la
portería rojiblanca.
La segunda
línea de ataque rojiblanca fue quizá la que mejores prestaciones ofreció y de
las botas de los que la formaron salieron casi la mitad del total de goles del
equipo en toda la liga; Vadillo y Fede Vico fueron casi insustituibles, y en la
otra plaza se alternaron Pozo y Antonio Puertas, quien con diez goles fue el
pichichi del equipo.
En la
posición de delantero centro sólo se contó con Adrián Ramos (seis goles) y
Rodri (cinco), quienes se turnaron a lo largo de las cuarenta y dos jornadas.
Como se ve,
apenas tres futbolistas repitieron respecto del once titular de la temporada
anterior. A priori parecía que se trataba de un equipo mezcla de veteranos ya
en declive y de noveles todavía en
formación, cuyo rendimiento en conjunto planteaba muchas y serias dudas, pero
desde luego ése era un juicio que quedó pronto desmentido. Frente al Granada de
Diego Martínez, sabiamente construido desde atrás hacia adelante, los
delanteros contrarios siempre tropezaron con la mejor defensa de la categoría. De
los 42 partidos de la liga, casi en la mitad, 18 (incluido el partido no jugado
frente al Reus), acabó nuestro equipo con su puerta a cero. Un dato para la
historia: el Granada 18-19 ha conseguido igualar su mejor registro, que databa
precisamente de la 67-68, en lo que se refiere a promedio de goles en contra en
sus 33 temporadas de Segunda División.
Liga triunfal
Los dos primeros partidos del calendario, ambos de
rodaje y en los que todavía no se habían incorporado las últimas adquisiciones,
fueron sendos empates, en Elche y en casa frente al Lugo. Encadenó a
continuación el Granada tres victorias consecutivas: en el Nuevo Los Cármenes
frente al Osasuna, a domicilio en Almendralejo, con golazo de Pozo, y
nuevamente en casa frente al Majadahonda, tres partidos ganados dando una muy
buena imagen y en los que ya quedó perfectamente perfilado lo que iba a ser el
once titular de toda la liga. Desde la jornada cuatro, ininterrumpidamente ya
hasta el final de la liga, nunca estuvo el Granada más abajo del puesto quinto
de la clasificación.
La primera derrota de las únicas siete cosechadas en
toda la liga llegó en la jornada seis, en el campo del gallito Coruña, recién
descendido. Una semana antes un Granada reserva cayó eliminado de la Copa del
Rey a partido único disputado en el Martínez Valero de Elche (2-1).
Con sólo tres derrotas en la primera vuelta, el
Granada llegó a la mitad del calendario como líder y fue por tanto campeón de
invierno. Para los amantes de los datos históricos del Granada hay que anotar
que en toda su historia el Granada ha conseguido ese honorífico título en tres
ocasiones anteriores, las tres jugando en Segunda División, y en todas también
se ascendió a primera: 56-57, 65-66 y 67-68.
No se pudo conservar el liderato en la segunda
vuelta, más por méritos ajenos que por defectos propios, porque el Osasuna
metió la quinta y fue inalcanzable, pero la segunda plaza fue para los
rojiblancos desde la jornada 28 hasta el final (con un intervalo de dos
jornadas intermedias) y la victoria faltando sólo cuatro jornadas para terminar
la liga en el campo del inmediato perseguidor, el Albacete (Partido para el Recuerdo en este mismo
resumen), fue casi definitiva.
Después de jugar en Albacete tocaba recibir en la
jornada 40 al Cádiz (que ya no es de Pina), con Machís de figura, al que una
extraña norma impidió reincorporarse al Granada como él quería y acabó en el
Cádiz en el mercado de invierno. La victoria daba el ascenso matemático y todo
estaba preparado para celebrarlo en la fuente de Las Batallas y en el
Ayuntamiento, y el autobús descubierto convenientemente aparcado en las
galerías del estadio del Zaidín, pero los amarillos se vengaron de lo del año
pasado, cuando perdieron en este mismo escenario y se quedaron fuera del play
off de ascenso, y se llevaron un empate. Está visto que a los hados no les agrada
ver al equipo rojiblanco celebrando un ascenso en su propio terreno con su
afición. De los trece ascensos que ya acumula el Granada en toda su historia
sólo dos se festejaron en su estadio al terminar el partido que lo aseguraba;
uno está todavía muy vivo en el recuerdo de la hinchada actual, el de 2006
frente al Guadalajara, a 2ª B, y el otro es tan lejano como noviembre de 1934 y
se dio en aquel cercado de madera de chopo que fue su primer terreno de juego,
el campo de las Tablas, en los años de la República, cuando el por entonces
Recreativo derrotó al ya rival a muerte Malacitano 2-1 y ambos ascendieron a
segunda por primera vez en sus respectivas historias,
De todas
maneras, el tropezón frente a los gaditanos no hizo sino aplazar el alirón, y
en la penúltima jornada, trasladada al martes para todos los equipos que se
jugaban algo por aquello de la unificación de horarios y por la muerte en
accidente del ex internacional José Antonio Reyes, el 4 de junio de 2019, en el
estadio mallorquín de Son Moix el Granada logró su sexto ascenso a máxima
categoría en sus ya 88 años de existencia.
No se puede decir, hablando con propiedad, que este
sexto salto a primera tuvo el mismo escenario que el de 51 años atrás ya que
aquél se consiguió en el viejo Luis Sitjar. En aquella ocasión nuestro equipo
perdió 1-0 en el partido de la jornada treinta y última, pero el Cádiz
(precisamente) echó una mano derrotando 4-1 al único que en esa última jornada
podía arrebatar al Granada el ascenso directo (el segundo promocionaba) como
campeón, el Calvo Sotelo de Puertollano. El 04/06/19, fecha que ha quedado inscrita
en las mejores páginas de la historia rojiblanca, el cabezazo de San Emeterio, el del cemento en la media, como lo
conoce la prensa granadina, a poco del final dio un empate a un gol, pero hasta
perdiendo se habría logrado el ascenso gracias a la ayuda del rival boquerón,
que derrotó en su campo al Albacete.
Al día siguiente, a la vuelta de Mallorca, se
celebró el ascenso como viene ya siendo habitual desde 2006, con concentración
masiva de hinchas en la fuente de Las Batallas e intervención de cada uno de
los héroes rojiblancos, para después trasladarse todos a la plaza del Carmen y
continuar la fiesta desde el balcón principal del Ayuntamiento.
La última jornada, en Los Cármenes frente al
Alcorcón, que nada se jugaba al haber ya conseguido la permanencia, fue por
tanto de trámite. Un Granada de suplentes ganó 2-1.
El juvenil
Si
brillante fue la temporada del primer equipo también lo fue la del Granada
juvenil de División de Honor, la máxima categoría, donde conquistó el
subcampeonato del grupo IV. Dirigido por Rubén Torrecilla, sólo perdió siete
encuentros en un grupo andaluz muy difícil en el que sólo el Sevilla quedó por
delante. Además, dos de sus componentes, Antonio Aranda (sub 19) y Samu Ruiz
(sub 18), consiguieron ser convocados para la selección. Con el subcampeonato los
juveniles se ganaron el derecho a participar por primera vez en su historia en
Copa del Rey. El sorteo quiso que le correspondiera como rival en la primera
eliminatoria, octavos de final, un auténtico hueso, el Barcelona. En la ida, en
el Municipal de Armilla, rojiblancos y blaugranas empataron a dos tantos, y en
la vuelta en Barcelona se acabó la aventura copera del juvenil al caer
derrotado 3-0 en el Mini Stadi, no obstante, las crónicas del partido subrayan
que el juvenil rojiblanco fue un dignísimo rival y que sólo le faltó suerte
para haber arrancado un mejor resultado.
El
Recreativo
El
filial, el Recreativo, ya recuperado el que siempre fue su nombre, aunque no
sus colores y símbolos, militó por sexta temporada consecutiva en el grupo IV
de Segunda B. Frente a temporadas anteriores en las que se desenvolvió siempre
en la mitad alta de la clasificación, en ésta pasó verdaderos apuros para
conservar la categoría, cosa que logró muy al final. Con Pedro Morilla, que
repetía como entrenador, los comienzos fueron muy buenos, acumulando cuatro
victorias en las seis primeras jornadas que colocaron al filial líder tras
golear al que lo era hasta ese momento, el Melilla. Pero para conseguir otras
cuatro victorias tuvieron que transcurrir nada menos que 22 partidos. Así, en
la jornada 30, tras perder en la Ciudad Deportiva con el Murcia y con el
Recreativo muy cercano a los puestos de descenso directo, fue despedido Morilla
haciéndose cargo del equipo David Tenorio para las últimas ocho jornadas. El
granadino consiguió que su equipo ya sólo perdiera uno más de los partidos que
faltaban y en la última jornada una victoria en Don Benito libró por fin al
filial de todo peligro, por lo que para la 19-20 volverá a militar en la
categoría de bronce del fútbol español.
LA PEQUEÑA HISTORIA DE LA TEMPORADA 2018-2019
Dineros mundialistas.- El último paso por Primera División del Granada, la
16-17, con ser la peor temporada de su historia, al menos todavía allegó a las
arcas rojiblancas algunos dinerillos. ¿Recuerdan a aquel equipo de dolientes en
el que formaban nombres tales como Carcela, Ingasson, Gastón Silva u Ochoa?
Excepto el último de ellos, los demás son muy olvidables en la historia de
nuestro equipo, pero a estos cuatro hay que agradecer que el Granada ingresara
la nada despreciable cantidad de 219.077 € en concepto de la indemnización
prevista por FIFA a los clubes que prestan a sus jugadores a las selecciones
para la disputa de un Mundial. Los cuatro ex participaron en la fase
clasificatoria del Mundial ruso de 2018 con sus respectivas selecciones cuando
militaban en el Granada, de ahí el derecho de nuestro club al cobro.
Huétor-Vega segundo filial.- En junio el Granada alcanzó un acuerdo con el
equipo granadino de tercera, Huétor-Vega, para que éste fuera un segundo
filial, tras el Recreativo, un Granada “C” por así decirlo. De esta forma ha
servido de trampolín en la temporada recién terminada para que algunos valores
de la cantera a los que se considera interesantes, pero acaban de sobrepasar la
edad juvenil, puedan seguir fogueándose antes de incluirlos en el filial de 2ª
B. Con varios cedidos del GCF el Huétor-Vega realizó una campaña muy digna
18-19 en el difícil grupo IX de Tercera División, acabando clasificado el 11º
de 22.
Pepe Macanás consejero
delegado.- Desde la marcha de Ignacio
Cuerva estaba vacante en el club el cargo de vicepresidente-consejero delegado.
Para suplir esa carencia en julio fue nombrado Pepe Macanás por la junta de
accionistas. «No me podía negar a algo así. Estoy ilusionado y quiero ayudar al
Granada y los granadinos. Intentaremos ser claros e ir siempre con la verdad
por delante, trabajando por el éxito de este proyecto», manifestó Macanás a
la prensa en el acto de presentación.
Sin
publicidad.- Los jugadores del Granada 18-19, como la totalidad de
los que se encuadran en el fútbol profesional, fueron hombres-anuncio, luciendo
en distintas partes de su uniforme variados parches con el logo de casas
comerciales, pero no dispuso el club en toda la temporada de un patrocinador
principal, esto es, una marca comercial que aporte sus buenos dineros a cambio
de que su nombre figure en el frontal de las camisetas y aparezca en todas las
fotos. El anterior patrocinador, la bebida energizante Energy King (que debe
ser muy popular en la tierra del propietario del club pero que por estos
andurriales es perder el tiempo bajar al bar de la esquina para que te sirvan
uno porque no tienen ni nunca tuvieron), la bebida china, decíamos, debe
todavía al Granada la mitad de la cantidad a la que se comprometió y por esa
razón desapareció de las rayas horizontales rojiblancas, pero no se encontró
ningún sustituto que ofreciera una buena suma, unos 500.000 €. Esto se tradujo
en que el Granada dispuso de una cantidad menor a la hora de fijar su tope
salarial que tanto mira la LFP para evitar el endeudamiento excesivo de los
clubes de su ámbito. John Jiang se comprometió a encontrar un nuevo patrocinador
en su lejano país, pero tal cosa no aconteció y los rojiblancos actuaron toda
la temporada a pecho descubierto, esto es, sin publicidad en sus pectorales. También
contribuyó al menor tope salarial la deuda con el Granada que mantiene todavía
el Rubin Kazan, equipo ruso al que en 2016 se marchó traspasado Rochina, hoy en
las filas del Levante; cuatro millones de euros aproximadamente es la losa que
mantienen los ex soviéticos con el Granada.
Sin SK.- Antes de
echar a andar la temporada oficial fue noticia la disolución de la SK, la
Sección Kolokón. La peña del fondo sur decidió suspender sus actividades de
manera indefinida «por no estar de acuerdo con las condiciones de la Grada
de Animación ni por la forma que se nos ha tratado desde los estamentos
granadinistas», comunicaron a la prensa. Así, esta temporada en el fondo
sur, en la llamada grada de animación, se ubicó un grupo de los de tambor y
cánticos coordinados bastante menos numeroso que en temporadas anteriores, pero
no por eso disminuyó el ambientillo forofo.
Sin Parma.- La
escudería futbolera del propietario del Granada CF, John Jiang, sufrió una baja
en octubre, cuando éste dejó de ser accionista mayoritario y presidente del
club Parma italiano, pasando su paquete accionarial del 60 al 30 %. La razón de
esta baja, según las informaciones que nos llegaron de Italia, fue que el
empresario chino no estaba cumpliendo con los compromisos de gestión a que
obligaba el acuerdo alcanzado cuando desembarcó en el club emiliano. En el
Calcio no existe el estricto tope salarial español que evita el endeudamiento
excesivo de los clubes y ante la falta de inversión por parte del dueño del
Granada, los mismos que le vendieron un año antes el 60% de las acciones del
histórico club italiano, hicieron valer una cláusula que figuraba en el acuerdo
y recompraron la mitad del paquete accionarial. Jiang se defiende apelando a la
legislación china, muy restrictiva con la salida de capitales hacia el
extranjero, que sería la causa de la ausencia de esas inversiones pedidas por
los gialloblu. En cualquier caso, es (o
debería de ser) una operación que afecta exclusivamente a los negocios privados
de Jiang y en nada debe condicionar la marcha del GCF.
Obituario.- Como cada temporada, en ésta también hay que
lamentar la muerte de personas de alguna manera ligadas a la historia de
nuestro club.
Machicha. En
octubre murió en La Coruña a los 75 años Ángel Iglesias Domínguez, Machicha para
el fútbol, delantero que llegó al Granada en la 69-70 dentro de un lote de
cuatro como parte del pago por el traspaso al equipo che del granadino
Barrachina. Era el más válido de los cuatro que vinieron del Valencia, aunque
en el Granada no jugó demasiado, sólo 21 partidos de esa temporada para
marcharse cedido al Betis, en segunda, la siguiente y posteriormente ser
traspasado al Cádiz, donde, jugando en punta (en el Granada siempre fue
alineado de extremo) y consiguiendo abundantes goles, se le recuerda como uno
de los mejores futbolistas que por allí pasaron.
Tinas. Un
mes después, en noviembre moría a los 77 Antonio Aguado Tinas, defensa
granadino, genuino producto de la cantera que está en la foto de los ascensos
de 1966 y 1968 y que saltó del Recreativo en la temporada 64-65 y se mantuvo en
el primer equipo hasta la 70-71, jugando un total de 114 partidos.
Olalla. A
los pocos días fallecía cercano a cumplir los 84 años otro granadino canterano
que perteneció largo tiempo a la primera plantilla, Manuel Olalla Jurado, nueve
temporadas, algunas de ellas alternando entre el Granada y el Recreativo, desde
la 54-55 hasta la 62-63, delantero menudo que jugó un total de 72 partidos y
consiguió 18 goles.
Larrabeiti. A
finales de diciembre murió en Éibar otro de los que están en la foto de la
final de Copa de 1959, el defensa y medio vasco, artista cantor y pintor,
Manuel Larrabeiti Echeburu, a los 87 años. Perteneció al Granada entre 1957 y
1963 y jugó un total de 172 partidos anotando cuatro goles.
Agüero. Sólo
unos pocos días después quien moría a los 83 años era Juan Bautista Agüero
Sánchez, delantero internacional paraguayo que jugó muchos años en el Sevilla,
de donde pasó al R. Madrid y de ahí al Granada, equipo en el que sólo militó un
año en la 66-67, 15 partidos y un gol.
Navarro. A
finales de enero nos dejaba a los 83 años de edad Gilberto Navarro Peiró (o Peidró),
granadino de adopción ya que aquí se estableció y abrió negocios tras retirarse.
Fue un delantero muy goleador que alcanzó la internacionalidad “B” y que vistió
de rojiblanco cuatro temporadas en dos etapas, una primera, de 1956 a 1958,
concluida con su traspaso al Sevilla, que pagó una suma considerable y además
los futbolistas Arsenio y Ramoní en propiedad, más Loren cedido, los tres
presentes en la final copera de 1959; y una segunda etapa entre 1962 y 1964. Jugó
un total de 89 partidos y consiguió 38 goles. Su hijo Gilberto siguió sus pasos
y también fue delantero goleador del Granada CF, aunque casi treinta años
después.
Jaime Marti.
En marzo falleció el doctor Jaime Marti García, directivo durante bastantes
años que llegó a detentar la presidencia de la entidad provisionalmente durante
seis meses, entre la dimisión de José Aragón a mediados de la 94-95, y el
reingreso de Cándido Gómez en su última etapa como presidente del GCF.
Revuelta. A
los 80 años murió en mayo José Antonio Revuelta Rascón, delantero que
perteneció tres temporadas al Granada pero jugó más bien poco. Se incorporó en
la 62-63, como parte del pago del Coruña al Granada por el traspaso de Larraz,
pero a la siguiente temporada su contrato quedó suspendido a petición propia.
Volvió en 1964 y permaneció hasta 1966. En total jugó 39 partidos y consiguió
ocho goles.
Vázquez.
Otro de los finalistas del 59, Juan Vázquez Toledo, se nos fue en esta
temporada. Murió en junio a los 89 años en su La Línea de la Concepción natal.
Extremo e interior derecho de gran calidad que llegó a militar en el R. Madrid
y fue internacional “B”, perteneció tres temporadas al Granada, entre 1958 y
1961, y disputó un total de 66 partidos, anotando 18 goles.
Pozo
internacional sub 21.- Una de las incorporaciones del Granada para la 18-19
con más proyección fue el jovencísimo de 19 años Alejandro Pozo. Bajito extremo
que vino cedido del Sevilla después de jugar las dos anteriores temporadas en el
filial Sevilla Atlético, en segunda. Sin duda en su venida influyó bastante que
el Granada estuviera dirigido por Diego Martínez, quien lo hizo debutar en la
categoría de plata con sólo 17 añitos. Tuvo un comienzo de liga sobresaliente.
Con su rapidez y verticalidad y con sus espectaculares goles se metió al
granadinismo en el bolsillo y se hizo con la titularidad, y en esos primeros
compases de la liga, con el Granada ocupando el liderato gracias en gran parte
a sus goles, obtuvo el premio de la internacionalidad. Después, conforme la
liga iba avanzando, fueron disminuyendo sus aportaciones al equipo e incluso
perdió la titularidad. Al finalizar la liga ha vuelto a su Sevilla, que lo
cedió sin opción de compra.
Más Internacionales.- Además de
Pozo otros rojiblancos, éstos en edad juvenil, alcanzaron la internacionalidad
esta temporada: Antonio Aranda, con la sub 19 e Isma Ruiz, con la sub 18. Ambos
son granadinos y de gran proyección de manera que para la 19-20 han hecho la
pretemporada con el primer equipo. Otros dos granadinos, aunque éstos ya no
pertenecen al club rojiblanco, Óscar Aranda (hermano del anterior del mismo
apellido) y Pablo Moreno, del Real Madrid y Juventus de Turín respectivamente,
participaron con la selección sub 17 en el campeonato europeo, cuadro que llegó
hasta semifinales. Podemos estar ante el añorado resurgir de la cantera
granadina.
Espionaje.- En
noviembre saltó la curiosa noticia de que en las oficinas del Granada en el
nuevo Los Cármenes y también en las instalaciones de la Ciudad Deportiva se
habían hallado no menos de doce cámaras camufladas en distintos despachos por
medio de las cuales, supuestamente, el club, sus más señalados ejecutivos, eran
espiados con ignoradas aviesas intenciones. El asunto fue puesto inmediatamente
en conocimiento de la autoridad policial y los jefes de seguridad e informática
fueron despedidos. Pero sólo dos meses después, ya en enero, la denuncia fue
archivada y el caso sobreseído provisionalmente por el juzgado de instrucción
que llevaba las diligencias por entender que, según el informe de la Policía,
no se habían encontrado cámaras ni micrófonos en zonas privadas y por tanto no
había quedado suficientemente justificada la perpetración de un delito.
Partido
1.000 en Segunda División.- Con la recién terminada son ya 33 las temporadas en
las que el Granada militó en el segundo nivel del fútbol español, categoría que
sigue siendo la que más veces ha contado con nuestro equipo como integrante. El
15 de diciembre de 2018 hay que anotarlo también en la relación de fechas
históricas del equipo rojiblanco pues ese día, en el Nuevo Los Cármenes, el
Granada disputó su partido número mil de segunda. Nos visitaba el Oviedo del ex
granadinista Anquela, por entonces aspirando como el Granada a todo, que puso
las cosas bastante difíciles. Cercano al final un inspirado Adrián Ramos remató
una actuación sobresaliente y marcó el único gol que dejaba los tres puntos en
casa para seguir ocupando el liderato.
Relevo en la
vicepresidencia.- El que desde el cambio en la propiedad del club fue
hombre de confianza y mano derecha de Jiang, su compatriota Kangning Wang,
vicepresidente y consejero, dejó de pertenecer al Granada a principios de
diciembre. Sus funciones dentro del club habían quedado muy limitadas desde la
llegada de Fernández Monterrubio y la irrupción en escena del grupo Hope. Pocos
días después se conoció el nombre de su sustituto, también chino, Yisong Chen.
El Granada campeón de invierno.- El de campeón de invierno, o sea, conseguir ser líder cuando termina la primera vuelta del calendario, es un título meramente honorífico, su única valía es la de aumentar la autoestima del incondicional. Pero ahí queda para la historia ese título honroso para un Granada CF que no partía como favorito pero que ocupó sin embargo el liderato de segunda en nueve jornadas, entre ellas la 21, ecuador entre las dos rondas del campeonato. No obstante tratarse de un título sin valor real, estadísticamente está comprobado que son muy pocas las veces en la que haya ocurrido que un campeonato de invierno no se haya traducido en un triunfo efectivo al jugarse todo el calendario. Es la cuarta vez en la historia rojiblanca en que nuestro equipo consigue ser campeón de invierno. Los precedentes son: 56-57, 65-66 y 67-68 y, como se observa, se corresponden con los segundo, tercero y cuarto ascensos a primera de la historia.
Una liga
coja.- En enero el CF Reus fue expulsado de la competición y descendido a 2ª B
por la LFP por no tener al día a sus jugadores en lo económico, siendo además
sancionado con una multa de 250.000 € y su exclusión por tres años de
participación en el ámbito profesional. Como la decisión se tomó una vez
terminada la primera vuelta, los resultados obtenidos en las primeras 21
jornadas permanecieron como habían quedado (el Granada ganó 1-2 en tierras
tarraconenses), pero los partidos de la segunda vuelta se quedaron sin jugar,
dándose todos ellos por perdidos por el equipo catalán por el resultado de 1-0
y sumando tres puntos el rival de turno, así que no hubo devolución de visita
del Reus a Granada en febrero, que era cuando le correspondía, y nuestro
equipo, como todos los de segunda, disputó en realidad sólo 41 encuentros. Se
trata de algo casi insólito en la historia del fútbol español ya que sólo
existen dos precedentes de ligas de segunda que acabaran igualmente cojas por
retirada o exclusión de alguno de los equipos que la integraban, pero ambos son
de los tiempos de la República, en los años treinta.
La selección
siempre gana en Granada.- El nuevo Los Cármenes volvió a ser escenario de un
partido internacional. En marzo la selección española sub 21 disputó un
amistoso frente a Rumanía y, como siempre que alguna selección española juega
en Granada (y van ya doce), el resultado fue de victoria de los de rojo, 1-0,
gol de Míkel Merino, ante 9.000 espectadores. Los abonados granadinistas
entraban gratis pero no pudieron ver con la
Rojita al rojiblanco Pozo porque a estas alturas el sevillano atravesaba un
bajón de juego y no fue convocado.
El femenino
eterno subcampeón.- Por cuarto año consecutivo el Granada femenino acabó
la liga en la segunda posición de su grupo de la segunda categoría. En esta
ocasión fue campeón el equipo del Santa Teresa, de Badajoz. Como en las tres
temporadas anteriores, de nada sirvió a las granadinistas haber ganado por
amplias goleadas la mayoría de sus encuentros y militarán un año más en este
segundo nivel.
Final de la
Copa de la Reina.- El Nuevo Los Cármenes fue también escenario esta
temporada de la final de la Copa de la Reina de fútbol femenino. Presidió desde
el palco la reina Letizia y con el campo casi lleno salió campeón la Real
Sociedad al vencer 2-1 al Atlético de Madrid, que acababa de ganar la liga. El
gol de las colchoneras lo consiguió la granadina de Huéscar Esther González y
con este tanto se adelantaron las atléticas, pero las donostiarras le dieron la
vuelta al resultado con goles de Palacio y Nahikari.
Íñigo López
y Aranda en la “Operación Oikos”.- Los ex granadinistas de la última etapa en primera,
Íñigo López y Aranda, se vieron involucrados en el gran escándalo del fraude
por el amaño de partidos destapado a finales de mayo y que se conoció
policialmente como “Operación Oikos”. Los resultados de algunos partidos de
distintas categorías del fútbol español fueron en su día amañados por sus
protagonistas que de esta forma se embolsaban suculentas sumas en las apuestas.
A los implicados se les acusa de la comisión presunta de los delitos de
corrupción en el deporte, estafa y blanqueo de capitales, y los dos ex
rojiblancos fueron detenidos y tuvieron que acudir a declarar ante el juez que
lleva el caso, saliendo en libertad bajo fianza. Carlos Aranda, está
considerado junto al ex del R. Madrid, Raúl Bravo, uno de los cerebros de la
trama. Distintos profesionales del balompié, incluso el presidente y el jefe de
los servicios médicos del Huesca, algunos todavía en activo puesto que también
se investiga partidos de la liga recién terminada, se han visto implicados en
el fraude. Que sepamos, ningún partido del Granada CF en la época en que López
y Aranda pertenecieron a nuestro equipo es objeto de investigación.
Rui Silva
como Floro, Candi y Ñito.- Rui Silva en esta temporada 18-19 ha conseguido el
trofeo Zamora de segunda al haber encajado sólo 27 goles en 40 partidos y tener
el mejor coeficiente de todos los guardametas de las dos primeras categorías
del fútbol español. De esta manera el portugués se ha ganado el derecho a que
su nombre quede inscrito en el libro de oro del GCF junto al de porteros tan
significativos en su historia como Floro, Candi y Ñito. Floro (40-41) con 21
goles en 22 jornadas, Candi (54-55), con 25 en 30 (ganando además el trofeo
Duward), y Ñito (67-68), con 20 en 30 partidos, son los precedentes
rojiblancos, siempre jugando en Segunda División y siempre consiguiendo ser el
portero menos goleado de 1ª y 2ª. Rui Silva es de los pocos que quedan del
último paso por primera, o sea, lleva ya tres temporadas de rojiblanco, pero hasta
la recién terminada apenas habíamos tenido oportunidad de verlo en acción.
Cuando por fin se ha hecho con la titularidad ha sido una de las claves del
éxito del ascenso con su serenidad y su excelente posicionamiento, y se le
atisba un futuro muy prometedor puesto que todavía es bastante joven.
UN PARTIDO PARA EL RECUERDO
Albacete 0 Granada 1
Lunes
20 de mayo de 2019
Partido
correspondiente a la jornada 39 de 2ª división, Liga 1-2-3
Estadio:
Carlos Belmonte de Albacete, lleno, 15.000 espectadores, entre ellos algo más
de medio millar de granadinistas, en noche de agradable temperatura
Árbitro:
Pizarro Gómez, madrileño. Amonestó a Zozulia, Bela, Gentiletti y Acuña, del
Albacete, y a Germán del Granada. Expulsó (91’) por doble amarilla al
granadinista San Emeterio
Entrenador:
Diego Martínez
Presidente:
John Jiang
Alineación del Albacete
Tomeu Nadal, Tejero,
Arroyo, Gentiletti, Borja Herrera, Dani torres, Febas (Gorosito 93’), Álvaro
Peña (Susaeta 64’), Bela, Zozulia y Manaj (Acuña 72’)
Alineación del Granada CF
Rui Silva, Víctor Díaz,
Germán, Martínez, Quini, Fede San Emeterio, Montoro, Antonio Puertas (Azeez
83’), Fede Vico (Pozo 55’), Vadillo y Rodri (Adrián Ramos 73’)
Los goles
0-1, min. 76, Adrián Ramos
El
partido, que llegaba a falta de cuatro jornadas para el final de la liga de
Segunda División, fue en realidad una final anticipada en disputa del
subcampeonato de la categoría y con él la segunda plaza de ascenso directo
puesto que la primera la tenía ya adjudicada un inalcanzable Osasuna. De hecho,
el resultado del partido que nos ocupa, la victoria rojiblanca, supuso el
ascenso matemático de los de Pamplona, a los que sólo una victoria albaceteña
podría haberles supuesto aplazar el alirón. El Granada marchaba segundo en la
tabla, seis puntos por debajo de Osasuna y tres por encima del tercer
clasificado, que no era otro que el Albacete, que además no había perdido ni un
solo partido en su campo hasta ese momento. Se trataba por tanto de un
encuentro de seis puntos que en realidad se transformaban en siete con el
golaveraje, ya que en la ida en el Nuevo Los Cármenes el resultado fue de
empate a un gol.
En Albacete, en la primera parte del encuentro, el Granada
no pudo mostrar las que venían siendo sus principales armas, el control
perfecto del tempo del juego y una defensa muy eficaz que propicia la escasez
de oportunidades del contrario ante su puerta. Las crónicas del partido
coinciden en que durante los primeros cuarenta y cinco minutos los rojiblancos
estuvieron contra las cuerdas, superados por un rival que desperdició claras
ocasiones de golear mientras que los rojiblancos apenas se dejaron ver en un
disparo lejano del lateral Quini que se estrelló en el poste. Rui Silva
acreditó el porqué de haber conseguido ser el guardameta menos goleado de las
dos primeras divisiones del fútbol español.
Todo
cambió a los diez minutos de la reanudación, cuando Diego Martínez retiró del
terreno a Fede Vico reemplazándolo por Pozo. El recién ingresado se encargó de
cubrir toda la banda derecha pasando el lateral Víctor Díaz al centro de la
defensa en apoyo de un tocado Martínez y un tarjeteado Germán. Al mismo tiempo,
Antonio Puertas pasó de la banda a la media punta en sustitución del
reemplazado Vico. Con la nueva disposición varió bastante el panorama y el
Granada se fue pareciendo cada vez más al habitual de esta temporada, y enseguida
se presentó la ocasión más clara de golear, en un magnífico pase de Pozo a
Vadillo, quien no acertó a definir solo ante el portero. Faltando un cuarto de
hora, una contra conducida por Puertas y un sensacional pase de éste al hueco
fue aprovechado por Adrián Ramos para de tiro cruzado marcar el único tanto del
encuentro.
No fue
éste de Albacete el mejor partido del Granada 18-19 ni tampoco dio el ascenso
sin más (sí la clasificación matemática para disputar play off de ascenso),
pero lo destacamos porque su resultado fue determinante al dejar al Granada
virtualmente ascendido, distanciado ya de su perseguidor más cercano en seis
puntos más el golaveraje a falta de sólo tres jornadas, y también porque puede
ser representativo de lo que fue el Granada a lo largo de toda la temporada, un
cuadro muy ordenado que sabe apretar los dientes y aguantar cuando toca sufrir
y en el que todos se sacrifican por el bien del conjunto y cumplen su función
con intensidad y concentración, y en el que los automatismos se rebelan como
decisivos de cara a la obtención de un resultado positivo.
Los casi
setecientos hinchas rojiblancos presentes en el Belmonte celebraron con euforia
los tres puntos conseguidos y al bullicio se sumó al término del partido el
presidente John Jiang al coro de «¡que bote el chino!». La victoria colocó a
nuestro equipo con pie y medio en primera ya que sólo faltaban tres jornadas
por disputarse y eran nada más que tres los puntos necesitados para que el
ascenso fuera matemático e incluso éste podría haberse producido aun perdiendo
los tres choques pendientes.
Ya nadie
albergaba la menor duda de que el salto a primera no se iba a escapar y todo se
preparó para celebrarlo a la jornada siguiente en que nos visitaba otro
gallito, el Cádiz, con todo el aforo del estadio del Zaidín vendido. Una
victoria hubiera dado el ascenso en la jornada 40, pero está visto que al
Granada le gusta ascender a domicilio, por lo que un inoportuno empate de los
amarillos suspendió la fiesta.
Por fin, a
la jornada siguiente, que hubo que aplazar hasta un martes por la muerte en
accidente del futbolista José Antonio Reyes, un empate en Mallorca unido a los
resultados negativos de los inmediatos perseguidores dieron el ascenso directo
como subcampeón convirtiendo en trámite el partido de la última jornada en casa
frente al Alcorcón.
LOS QUE HICIERON HISTORIA EN EL GRANADA CF
Diego
Martínez Penas
Hay acuerdo completo en considerar que
el principal acierto de la exitosa temporada recién terminada estuvo en la
elección de la persona a la que se le confió la responsabilidad de dirigir al
Granada, Diego Martínez, un cuasi granadino. Nació en 1980, en Vigo, pero tiene
vinculación con nuestra tierra desde hace casi veinte años y está casado con
una granadina. Así mismo, sus inicios como míster son granadinos. El Arenas de
Armilla cuando militaba en tercera le dio la alternativa como entrenador
sénior, en 2006, tras haber sido segundo de Óscar Cano la temporada anterior.
Del banquillo del Arenas pasó al del Motril, también de tercera, durante dos
temporadas, y de ahí dio el salto al Sevilla, ocupándose durante cinco años de
distintas funciones técnicas en el club de Nervión y entrenando a su equipo
juvenil, al que convirtió en campeón de España, para después dirigir al segundo
filial y a continuación hacerse cargo del primero, el Sevilla Atlético, al que
ascendió a Segunda A en 2016.
Tras la 2016-17 en que dirigió al filial sevillista
en la categoría de plata, dejándolo 13º clasificado, fichó para la 17-18 por el
Osasuna, descendido como el Granada de primera, equipo al que mantuvo casi toda
la liga clasificado en puestos de play off, pero una mala recta final apartó a
los navarricos de su objetivo de ascenso, quedando octavo y fuera de toda
opción por un solo punto, y esto le costó la salida de Pamplona a pesar de que
tenía todavía un año más de contrato. De eso se benefició el Granada.
Paradójicamente Diego Martínez no era la primera
opción para ocupar el banquillo granadinista. Otros técnicos habían sido
tanteados antes, pero fueron descartados porque pedían unas cantidades a las
que el Granada no podía llegar debido a su gran limitación salarial.
Fue el primer fichaje de cara a la 18-19.
Entrevistado por la prensa local, dijo que como técnico formado en la Facultad
del Deporte de nuestra Universidad que, como sabemos, está al lado de la CDG,
el venir a Granada fue una decisión tomada con el corazón y para él suponía
volver al origen. También dijo que a nuestra tierra la siente como su hogar, y
que en su día vivió como un aficionado más las sucesivas fases de ascenso del
GCF frente al Guadalajara, el Alcorcón y el Elche, en tiempos en los que ni se
planteaba dirigir algún día al Granada, y por esto mismo era algo que le hacía
especial ilusión una vez conseguido.
Un
Granada Alemán
Manuel Pedreira en Ideal dijo en uno de sus
comentarios pos partido que una de las virtudes del míster era haber logrado la
alemanización del Granada. Y es
cierto. Sin grandes alardes, con una plantilla muy corta y en principio humilde
en la que más de la mitad de los que formaron el equipo titular nunca habían
jugado en primera, consiguió el míster un once fiable como un coche teutón, honrado
y serio, sumando puntos con puntualidad germana a base de trabajo y sin dejar
nada a la improvisación.
Su principal preocupación desde el primer momento
fue la de confeccionar un bloque compacto, un grupo en el que fuera mucho más
importante el equipo que las individualidades, y a fe que lo consiguió y ésa
fue precisamente la clave de la exitosa campaña. El Granada de Diego Martínez
fue a lo largo de las cuarenta y dos jornadas disputadas un equipo sólido, muy
bien arropado atrás y al que resultaba bastante complicado hacerle goles (sólo
28 encajó, menos que nadie), pero que a la vez se desplegaba con verticalidad y
rapidez de cara a la puerta contraria y sabía rentabilizar muy bien sus
ocasiones, consiguiendo el quinto registro en número de goles a favor de la
categoría, todo ello desarrollando un esquema bien definido a base del conocido
4-2-3-1, pero sin encorsetamientos, modificándolo sobre la marcha sin mayor
problema cuando las circunstancias lo requerían. El Granada de Diego Martínez
18-19 vencía y convencía con su fútbol práctico. No hubo en el bien conjuntado
cuadro de Martínez un jugador que destacara por encima de todos los demás, su
principal virtud estuvo en el juego de conjunto.
Martínez como Iglesias
Joseíto, el que sigue siendo para la historia el
mejor entrenador del GCF, en su día, 67-68, lanzó la idea de que a la liga
había que verla como una escalera en la que cada partido era un peldaño que
había de subirse con trabajo y humildad, y así aquella temporada es recordada
como la de la escalera. Diego Martínez -que sepamos- no es el inventor del lema
que ha presidido toda la temporada rojiblanca, aquello de pasito a pasito, pero para el caso da igual ya que el buen técnico
vigués hizo suyo el eslogan y siempre huyó de euforias y de pronunciar la
palabra ascenso hasta tanto no fuera éste una realidad, y así los peldaños de
Iglesias y los pasitos de Martínez son perfectamente equiparables, y tanto en
un caso como en otro el resultado ha sido un nuevo ascenso rojiblanco a
primera. En 1968 como en 2019 uno y otro técnico supieron transmitir su
personalidad a sus pupilos, haciéndolos funcionar como una piña y obteniendo de
ellos lo mejor de lo que llevan dentro futboleramente hablando. Para los
amantes de la historia rojiblanca es inevitable ver los muchos paralelismos
entre el excelente Granada de 1968 y el no menos bueno de 2019, tantos que
hasta el escenario del cuarto y del sexto ascenso a primera fue el mismo:
Mallorca.
Por otra parte, Diego Martínez influyó notablemente
en la confección de la plantilla y gracias a sus gestiones vino al Granada un
puñado de futbolistas que él conocía bien por haberlos tenido a sus órdenes en
su etapa sevillana y que a pesar de venir de descender a 2ª B con su equipo
anterior, su rendimiento fue muy bueno y resultaron fundamentales para alcanzar
el ascenso.
Por todo lo expuesto, no creemos equivocarnos al
considerar el fichaje de Diego Martínez como el más importante de la 18-19, y
tampoco en el hecho de incluir su nombre entre los que hicieron la mejor
historia rojiblanca.
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