HISTORIA DEL GRANADA C.F.
Capítulo 54
Temporada
1985-86
Dejamos la
temporada anterior con la proclamación de Cándido Gómez al no haber más
candidatos a la presidencia. Pero poco duró Candi al frente del club. Los
agobiantes problemas económicos y la difícil relación con el Ayuntamiento le
provocan una tensión que afecta a la salud del presidente. El médico y
directivo Jaime Marti le aconseja que se tome un período de reposo y así lo
hace. Antes de irse designa sucesor legal al recién nombrado vicepresidente
primero que es José Aragón (el que era "asesor del delegado de campo) y a
continuación hace efectiva su retirada provisional por enfermedad.
Pepe Aragón se encuentra con la "patata caliente" que es el Granada
C.F. Estamos a 2 de octubre de 1985 y sus primeros esfuerzos se centran en
restablecer las buenas relaciones con el Ayuntamiento.
Pepe Aragón
El nuevo
presidente, nativo de Armilla, impone un estilo personal que contrasta con
el de Candi y recuerda al de su tocayo y ex presidente, Pepe Bailón. Con
sonrisas y humildad mantiene que "la solución del Granada está en el
Ayuntamiento". Desde la fallida venta de los Cármenes, el alcalde
Antonio Jara y el presidente Cándido Gómez no se entendían. Jara dijo muy
claro que "el Ayuntamiento no es la varita mágica de los problemas del
Granada" e incluso el Partido Andalucista, que entonces se llamaba
PSPA, llevará en su programa electoral la municipalización de los Cármenes como
mejor solución para resolver los males del club.
El caso es
que Pepe Aragón cae bien a la gente y va cumpliendo en el cargo. Por eso le
huele a cuerno quemado la noticia de que Candi ya se ha puesto bueno y
piensa regresar a la presidencia. Aragón se exalta porque "ya está bien
de que si me pone o me quita" y luego añade que "yo me iré del
Granada cuando me dé la gana".
Alfonso
Suárez
Y le dio la
gana el 25 de mayo de 1986, poco antes de finalizar la temporada. Candi sigue
de presidente en retiro voluntario, pero ahora incorpora una nueva figura en el
organigrama directivo del Granada. Alfonso Suárez, el hombre de las máquinas
tragaperras, será el "presidente adjunto" con nada menos que cinco
vicepresidentes: Salvador Rusillo (asuntos internos), José Aragón (asuntos
sociales), Pedro Torres (económico), Miguel Ángel Palomares (relaciones
publicas) y Gerardo Cuerva (asuntos deportivos). Se repite con muy
distintos matices aquella situación de 1952 que protagonizaron el
alcalde-presidente, Juan Osorio Morales y el presidente "ejecutivo",
José Dávila.
Y la primera
preocupación seguirá siendo la económica, con la amenaza de una deuda que era
500 millones, más o menos, al empezar la temporada y se habrá aumentado en otros
50 kilos porque el presupuesto deficitario en seis millones ha resultado ser
mucho más deficitario.
La plantilla
Joaquín
Peiró se la jugó al tomar la decisión de fichar por el Granada. Fue el 13 de
julio de 1985 y el club estaba bajo los efectos del descenso, de las frustradas
elecciones y de la inmensa losa de 500 millones de pesetas. Se habían marchado
jugadores como Puente, Peruena, Pérez Durán, Chroys, Castroverde y Merayo.
Pero lo peor
es que el club tiene la urgente necesidad de pagar los 35 millones que reclama
Aquella
situación que cuento con detalle en "la pequeña historia" se salvó in
extremis, pero estaba afectando profundamente a la necesaria renovación de la
plantilla y al comienzo del trabajo con normalidad. Vuelven ilustres veteranos
como Angulo, Macanás y Antonio que, después de una temporada en el Atlético
La plantilla
se medio completa en pocos días, no hay pretemporada seria y se llega al primer
partido de Liga con la novedad de que ¡el Granada no tiene portero! porque
Verdejo no ha renovado y Toni, recién fichado, tiene algún problema de
documentación que le impide jugar. El viernes anterior al partido dominical se
consigue traer a Miguel, un portero que había figurado muchos años en el Loja y
que ya estaba retirado del fútbol y disfrutando de la playa. De las aguas del
Mediterráneo pasó al césped de los Cármenes casi sin enterarse y, como era
previsible, el Granada perdió por 2-3 ante el Linense.
Y miren lo
que son las casualidades. Miguel jugó aquel primer partido de la primera vuelta
y ¡volvió a jugar en el primer partido de la segunda! Naturalmente fue también
contra el Linense, tuvo que salir en sustitución de Verdejo que había sido
expulsado y el partido quedó en tablas, dos a dos.
La Liga
Pudo ser en
el Sacromonte o en la puerta de
Algunos
directivos, muchos aficionados y parte de la prensa empiezan a pensar en la
clásica solución. Pocos consideran las condiciones lamentables que Peiró
ha soportado y la falta de medios económicos que ahogó la pretemporada. El
27 de octubre se rompe la racha y se le gana al Manacor en los Cármenes por
1-0. Algún periódico local recoge una frase escuchada en el palco directivo
sobre la necesidad de buscar otro míster. Y Peiró se enfada porque "podrían
decirme a mí las cosas, es poco ético comentarlas en el palco".
Inmediatamente una nota del club aclara que esos comentarios fueron a título
personal y que el club tiene plena confianza en su entrenador. Menos mal que
fue así y quien hizo aquel comentario debe estar lamentándolo todavía. Porque
ese día cambió el viento y el Granada inició una racha sensacional.
Cuatro meses
triunfales
El 6 de
octubre de 1985 había empatado el Granada en Jaén y a partir de ese momento fue
en línea ascendente hasta el 2 de febrero de 1986, durante 18 jornadas
ligueras. La racha le llevó desde el puesto 17º hasta el primero de la tabla y
desde cuatro negativos hasta cinco positivos. En 18 jornadas el Granada ganó 10
partidos, empató siete y solo perdió uno, en Linares.
En medio de
esta apoteosis Peiró sigue predicando sensatez y tranquilidad. Al ganar al
Calvo Sotelo, en lo que fue la primera victoria fuera de casa, el míster dijo
que "el equipo ha cumplido con su obligación y no tenemos porqué creernos
los mejores; simplemente hemos dado lo que sabemos".
En esos momentos el Granada ya tiene un conjunto ideal con Braojos, Rivera y
Javi en el ataque. Dos veteranos en plena forma que cubren el centro del campo
perfectamente, como son Antonio y Choya, y un media punta explosivo, Paquito,
que se está revelando como un excelente goleador. La defensa es nueva con el
polivalente Ramón en el lateral derecho y en el izquierdo el granadino Leo
(después de su paso por el Íllora, Atlético de Madrid y Conquense). El centro
de la zaga está cubierto con el capitán y granadino Lina y el hueteño (de
Huétor-Vega) Alcalá. La puerta es para Verdejo con notables aportaciones de
Toni.
Alcalá
Vale la pena
insistir en el extraño caso del defensa Alcalá, que viene al Granada después de
un largo periplo por equipos regionales y una larga leyenda de jugador violento
a sus espaldas. La verdad es que el Granada le fichó por recomendación expresa
de su paisano y vicepresidente de
El
febrerillo loco de 1986
Cuando todo
el mundo se las prometía tan felices llegó el "bache" de febrero.
Seis jornadas sin conocer la victoria que supusieron caer al 5º lugar de la
tabla. Parece que los jugadores sufrían una especie de saturación y, aunque la
cosa no fue a peor, tampoco mejoró lo suficiente. Se diría que no
existía el entusiasmo de los meses triunfales. Peiró lo señaló diciéndole
a Nicasio García que "hay tristeza en el Granada". Ya solo se
podía pensar en salvar la categoría porque la drástica reducción de
En una sola
temporada de nueve meses se ha pasado del decaimiento total al principio al
suspiro de alivio final, con una fase de enorme euforia en medio. Parecen los
síntomas de una fuerte depresión.
Los filiales
Temporada
dramática para todos los filiales, que no cuentan con medios económicos y están
condenados a la desaparición. Menos mal que la ayuda generosa de Ávila Rojas,
conseguida por los desvelos de Gerardo Cuerva, evitó que se consumara el
desaguisado.
En cuanto al
Recreativo de Regional Preferente más vale olvidar esta temporada. Una
actuación francamente mala terminada en el fondo de la clasificación. Al
principio se dijo que los entrenaría Joseíto, luego vino Santi y finalmente lo
hizo Lázaro.
La Copa
Como ha sido
habitual durante muchas temporadas, el torneo de Copa pasó con más pena que
gloria, aunque se llegó a la disputa de tres eliminatorias. Fácil la primera
con el Linares y la segunda con el Jaén. En ambos casos con una victoria y un
empate. Pero la norma se torció decididamente en la tercera ronda, con una
derrota por 4-0 en Sabadell y nueva victoria de los arlequinados en los
Cármenes. En este caso el Granada dio por perdido el enfrentamiento y en
esa derrota de los Cármenes Peiró dio paso a unos cuantos jugadores poco o nada
habituales como Castillo, Tinas, Carlos, Nadal y Valen.
LA PEQUEÑA
HISTORIA DE
* Se dijo a
principio de temporada que
* Uno de los
días más largos en la historia del Granada fue el 8 de agosto de 1985. Se trata
de salvar al club pagando como sea esos 35 millones que se le deben a los
jugadores y que reclama
Pero hay más problemas. La entidad bancaria quiere garantías por su dinero.
Primero se convence al ex presidente Manuel Anel para que levante su embargo
sobre las taquillas. Luego son los directivos Cándido Gómez, José Aragón y
Mariano Sánchez Osorio los que deben avalar la operación aportando las
escrituras de sus propios bienes. Por fin se firma el documento y los 35
millones salen volando para Madrid. El Granada se ha salvado... ¿por ahora?
* A
* En el
Boletín Oficial de
* El 23 del
mismo mes de octubre el ex directivo Paco Grande embarga la taquilla del
partido de Copa con el Jaén. Era justo en las horas bajas iniciales y Soria le
saca punta en su chiste;
- "¡Qué
temporada, tío, qué temporada! Para una vez que conseguimos una victoria... ¡nos
la embargan!"
Afortunadamente
la solución llega en tres días porque el nuevo directivo Alfonso Suárez
adquiere la deuda de Paco Grande y levanta el embargo.
* Lina es el
capitán del Granada, al que pertenece desde la temporada 1979-80. Hasta el día
13 de abril de 1986 no había conseguido un solo gol. Aquella tarde se vistió la
camiseta rojiblanca para disputar su partido 251 con el Granada, o sea que
llevaba más de 2.800 horas jugando al fútbol para su equipo sin poner el balón
en la puerta contraria. Y el Alcoyano le sirvió para romper esta virginidad
goleadora con la alegría añadida de que su gol sirve para empatar el partido. Y
ya rota esa especia de maldición bíblica, 28 días después, en el campo del
Parla madrileño, el central granadino marcaba otro golito.
* Por cierto
que este partido contra el Parla del 11 de mayo de 1986, era decisivo para la
permanencia del Granada en Segunda B. Recordando tiempos pasados, el equipo se
concentró en Lanjarón y de nuevo el agua maravillosa dio resultado. Granada 3,
Parla 1. El árbitro Martinez Guirado, de Murcia, expulsó a dos jugadores
madrileños y pitó dos penaltis, uno para cada equipo. Los expulsados fueron el
ex granadinista Pérez Durán y el portero Antonio. El guardameta no aceptó su
castigo de buen grado, intentó agredir al árbitro y provocó un buen barullo Se
acusó al juez de la contienda de favorecer al Granada, pero es que los
acusadores no recordaban que este mismo Martinez Guirado pitó el
Estepona-Granada de
* Una
metedura de pata o un adelanto de noticia no confirmada. El 26 de agosto
"Ideal" lanza con carácter de exclusiva el fichaje de Rubén Cano, un
centro delantero de muchas campanillas ya en declive. Un prudente silencio de
tres días y la humilde rectificación: Rubén Cano ha fichado sí... pero por el
Rayo Vallecano.
* Mala
suerte para los recreativistas que comenzaron la temporada entrenando con el
Granada. Gúmer fue cedido al Arcos F.C. y Ocaña al Atlético
LOS QUE
HICIERON HISTORIA EN EL GRANADA C.F.
Joaquín
Peiró Lucas
Joaquín Peiró Lucas, nacido en 1936 en Madrid, fue en sus tiempos de
jugador en activo un fino y rápido interior izquierdo que alcanzó las más altas
cotas como futbolista del Atlético de Madrid y de los equipos italianos Torino,
Inter y Roma, amén de la selección española, con la que llegó a alinearse en
doce ocasiones, la primera cuando apenas contaba veinte años. Numerosas son las
entradas que en
De los terrenos de juego pasó a los banquillos, encargándose durante muchos años de la preparación del filial colchonero. Como entrenador es como queda ligado a la historia del Granada CF. Y sus números son bastante buenos pues sus dos años y medio en el Granada lo colocan como el segundo técnico que más partidos dirigió hasta ese momento, con 112, sólo superado por los que parecen inalcanzables 206 de Joseíto, pero por delante de los 108 de Cholín, al que desplazó al tercer lugar, y también por delante de los 107 de Yosu y de los 104 de Lucas Alcaraz en esos momentos. Además, es junto a este último el único míster que ha conseguido la rara marca de sentarse tres temporadas consecutivas en el banquillo rojiblanco.
De Joaquín Peiró se puede decir para empezar que vino a Granada en un mal
momento, en el verano de 1985. Cuando Candi lo contrató como el nuevo míster
del Granada, se daban unas circunstancias que dejaban la continuidad del club
muy en el aire. La muy dolorosa pérdida de la categoría de plata había
dejado sumido al Granada CF en una depresión que casi se puede decir que no
tenía precedentes. Finalmente, y no sin gran suspense, muy a última hora se
pudo evitar una nueva debacle gracias a la ayuda de
Pero mientras tanto y a la vista de la situación, habían huido de la plantilla casi todos sus mejores elementos. Así, cuando Peiró empieza a trabajar como entrenador, lo que se encuentra es un grupo minúsculo de futbolistas que, salvo dos o tres, no ofrece garantía alguna para afrontar una temporada en 2ª B, por entonces formada por sólo dos grupos. Además, con la dificultad añadida esta temporada de que para la siguiente se reducen los dos grupos a uno solo, por lo que será necesario quedar al menos séptimo clasificado para evitar el descenso a la cuarta categoría.
Con mil improvisaciones y con fichajes que llegaron ya con la temporada empezada o a punto de hacerlo, incluso con el rescate de alguno que ya estaba retirado, como Antonio, los comienzos fueron realmente malos y el equipo andaba muy mal clasificado. Pero cuando la cabeza de Peiró empezaba a estar amenazada fue precisamente cuando el equipo se asentó y empezó a reaccionar. Y lo hizo de forma espectacular pues de estar hundido en la tabla llegó a alcanzar el liderato, aunque fue de forma efímera. Afortunadamente se tuvo paciencia con el trabajo del míster y éste respondió infundiendo al equipo un carácter luchador que evitó una nueva hecatombe granadinista.
Su buen
trabajo como técnico tuvo la recompensa de la renovación para una nueva
campaña. Y en esta segunda, ya sin tanta improvisación y con la intervención
directa del técnico en las nuevas y acertadas incorporaciones, sí que pudimos
ver al Peiró sabio que desde el primer momento saca rendimiento a sus hombres y
sitúa al equipo entre el grupo de los cuatro primeros, que en este año, el
único en que
Su tercera temporada al frente del Granada, la 87-88, ya en Segunda A, empezó muy bien. Excelentemente se podría decir, puesto que, en los dos primeros meses de competición, el equipo llegó a contar con cinco positivos y se encaramó entre los primeros clasificados, por lo que la afición volvió a soñar con la vuelta a Primera. Pero la locura pareció instalarse en el club rojiblanco a partir de la llegada del hermano mediano de la saga Maradona y desde ese momento circunstancias ajenas a las estrictamente deportivas llevaron al Granada cada vez más abajo hasta acabar la temporada con un nuevo descenso a 2ª B. Antes, bastante antes, concretamente después de jugarse la jornada 23, el buen técnico que fue Peiró había sido destituido y su plaza pasó a ocuparla Manolo Ruiz Sosa. Cuando la defenestración de Peiró el equipo acumulaba sólo tres negativos, pero después de su relevó acabó el Granada con -11 y descendido. Creo que sobran los comentarios.
Después de
su paso por el Granada continuó su carrera como técnico por el Figueras y el
Murcia, e incluso llegó a fichar por el Atlético de Madrid, pero eran los
tiempos del gilismo y su paso por el banquillo colchonero fue fugaz. Así hasta
que en 1998 llega al renacido Málaga CF, club en el que permaneció cinco
temporadas consecutivas y donde consiguió sus mayores éxitos ya que después de
lograr el ascenso a Primera lo llevó a jugar Copa de
Somos
bastantes los aficionados que opinamos que si en la 87-88 no hubiera sido
destituido Peiró, se podría haber evitado el descenso. Pero en aquellos tiempos
no eran precisamente la cordura y el saber futbolero los que regían en la
entidad y no se tuvo la necesaria paciencia.
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