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lunes, 10 de marzo de 2025

6 HISTORIA DEL GRANADA CF. Temporada 1935-36

 

HISTORIA DEL GRANADA C.F.

 

 

Capítulo 6

Temporada 1935-36

 

 

 

LA GUERRA CIVIL Y UN EQUIPO EN LA RUINA

 

 

Fue el primer desastre de los muchos que han acontecido a lo largo de la historia del club. Sorprendente desastre porque en principio todo parecía color de rosa. De las esperanzas de ascenso a 1ª división se pasó a ser un club sin jugadores, sin entrenador, sin directiva y sin dinero. Menos mal, dicho sea con todas las reticencias del mundo, que llegó la guerra “salvadora”. La Guerra Civil, que comenzó el 18 de julio de 1936, con la temporada 1935-36, recién terminada, y con los más negros nubarrones cerniéndose sobre el Recreativo de Granada. Pero la guerra acabó con el fútbol y con casi todo. Tres años más tarde, aquellas deudas y aquellos problemas del club habían pasado al olvido, superados por acontecimientos infinitamente más importantes. Como dice el himno falangista, en el verano de 1939 “en el Recreativo empieza a amanecer”. 

Pero empecemos por el principio, por el principio de esta temporada nefasta.

 

Jornada inaugural de la temporada 35-36 de Segunda, grupo III. Recreativo 0 Gimnástico de Valencia 0, el 10 de noviembre de 1935: Luque, Carreras, Calderón, Castro, Sosa, Cuenca, Barrios Nieto, Osorio, Sanfeliú; agachados: Torquemada y Rodrigo
 

Bajas equivocadas 

No sabemos de quién fue la culpa, pero las bajas de tres jugadores básicos como Itarte, Basterrechea y Gomar fueron uno de los motivos de la debacle. También se fue Luisón, pero su puesto en la defensa estuvo bien cubierto por Sanfeliú. Itarte no encontró sustituto en el húngaro Bukzzasy, fichado como gran figura, ni la ausencia de Gomar fue bien cubierta por sus sucesores Del Toro y Barrios. 

Hubo un razonable acierto en los fichajes del defensa Sanfeliú, el medio Castro y el centro delantero Sosa, pero el conjunto no terminaba de rendir. Sosa abandonó el club a mitad de temporada para regresar a sus nativas Canarias por enfermedad grave de su padre. 

Hubo acierto en los fichajes de febrero con Miranda, procedente del Levante, y Alvarito, del Español de Barcelona, que colaboraron para encarrilar al menos en parte el rumbo del conjunto granadino.

 

La plantilla

Tabales pasó a la suplencia del recién llegado Rodrigo, al que Bombillar, consideró muchos años después, como el mejor guardameta del Granada en toda su historia. Era sobrio y seguro en enorme contraste con el “volador” Tabales, querido por la afición, pero no demasiado seguro. 

Firme la defensa con Carreras, en su tercera temporada granadina, y Sanfeliú. De la potente línea media anterior solo quedó Torquemada, permanente en la derecha, con el nuevo jugador, Castro, en la izquierda. El fracaso de Bukazzsy solo pudo ser paliado por la incorporación en febrero, de Alvarito. 

En la delantera fueron fijos, o casi fijos: Victorio, Calderón y Luque, mientras que en los dos puestos restantes los interiores, rotaban, sin afirmarse, Del Toro, Barrios, Sosa, Gros y Prieto. 

Esto significa que la línea de creación; formada por el medio centro y los dos interiores, no tuvo continuidad ni calidad a lo largo de la temporada. Quizá por eso fueron las cosas tan mal. 

 

El Campeonato Superregional Andaluz 

El problema sempiterno de la falta de encuentros oficiales y la obligada contratación de amistosos se intentó resolver esta temporada desde la Federación Sur con la organización de un torneo pomposamente llamado “Campeonato Superregional Andaluz”, donde intervinieron los mejores de la región: Betis, Sevilla, Jerez, Malacitano, Mirandilla de Cádiz y Recreativo. 

Los granadinos tuvieron una actuación pasable sumando 10 puntos en 10 partidos (eran dos para el ganador, uno para el empate y cero por la derrota) y 13 goles a favor con otros tantos en contra. 

La idea era buena para llenar la temporada de contenido futbolístico y quizás hubiera tenido continuidad sin la guerra. Y es que la liga de 2ª división empezó esta vez el 10 de noviembre de 1935 y terminó el 9 de febrero de 1936. Apenas 14 jornadas con siete escasos partidos en casa. Así era difícil mantener un equipo absolutamente profesional cuando no había patrocinadores ni mecenas. 

 

La Liga de los 14 partidos 

El campeonato de 2ª división se inició mal, con el empate a cero en los Cármenes, frente al Gimnástico de Valencia, y siguió peor con una derrota en Elche. La directiva indignada por la actitud de algunos jugadores multa a Cuenca, Sosa, Luque, Barrios, Del Toro, Castro y Victorio. Los “buenos”, que se libran del castigo, son Rodrigo, Carreras, Torquemada y Bukzzasy. Pero las multas no sirven para remediar nada.

 

Antes de iniciarse la liga de Segunda división se disputa el llamado campeonato Superregional Andaluz. El partido Recreativo 2 Malacitano 0, de27 de octubre de 1935, fue la penúltima jornada

Tras una victoria mínima ante el Mirandilla gaditano se encadena una serie de cuatro derrotas y un empate. Cuando se pierde el 22 de diciembre en casa ante el Jerez, para el diario “Ideal” no hay perdón: “Además de que el equipo no tiene ningún juego de conjunto, se cometió el error de utilizar un balón impermeable al que no están acostumbrados nuestros jugadores”. Se piden cabezas de técnico, jugadores y directivos. Y se piden claramente porque… 

- “El Recreativo necesita un dictador con amplias y absolutas facultades, que dirija al club interinamente hasta encauzarlo hacia la normalidad. Lamentablemente la figura de esa persona necesaria no se encuentra entre los actuales directivos”. 

Estamos en diciembre de 1935 y esa opinión del dictador necesario, no sólo en futbol, sino también en la vida política española, es la que mantienen muchos granadinos asustados por el avance del Frente Popular, cara a las elecciones del próximo 16 de febrero. 

La siguiente derrota recreativista en Valencia ante el Gimnástico (de nuevo convertido en bestia negra de los granadinos) desencadena los acontecimientos y la caída de Lippo Hertza, justo cuatro días antes del fin de año, cuando por gestiones del técnico juegan en Granada sus paisanos húngaros del Szeged. Lippo Hertza sigue el camino que abrió Antonio Rey. Dos entrenadores en la historia y dos ceses a media temporada. 

 

Un directivo en el banquillo 

No en el de los acusados sino en el de los Cármenes y para dirigir al Recreativo. Es uno de los momentos más extraños en la historia del Granada. No se contrata nuevo entrenador y el directivo Juan Gómez Muros se hace cargo de la dirección técnica del equipo. El Recreativo sumará bajo su dirección, tres victorias, un empate y dos derrotas, y termina la liga en un modesto sexto lugar de ocho equipos participantes. 

Tras la liga empieza el torneo de Copa, con un raro sistema de liguilla de cuatro equipos que juegan todos contra todos. Solo el vencedor pasa a la siguiente fase de la Copa y ese no es el Recreativo. En realidad, no se hace mal papel porque se ganan los tres encuentros de casa y se pierden los tres de fuera. Pero los seis puntos obtenidos y el segundo lugar no son suficientes para seguir adelante. El torneo ha durado un mes exacto, del 23 de febrero al 22 de marzo, y el equipó mejoró bastante con dos incorporaciones: el mediocentro Alvarito y el extremo izquierdo Miranda. El nuevo e improvisado técnico se olvidó de Barrios, colocó a “Telera” Luque como interior izquierda y alternó en la meta a Rodrigo y Tabales. El rendimiento mejoró. 

El último partido del Recreativo en esta temporada y, durante tres más, se jugó en Córdoba, ante el Racing, el 22 de marzo de 1936 y lo disputaron: Tabales; Bombillar, San Feliú; Torquemada, Alvarito, Castro; Victorio, Del Toro, Calderón, Luque y Miranda. Únicamente Torquemada estaría en la alineación del siguiente encuentro, tres años y casi nueve meses después. Luego también jugarían algunos futbolistas de la “época republicana” como Aguileño y Osorio. Y de la formación en el primer partido de la historia sólo permanece el incombustible Antonio Bombillar Porcel, que ha pasado cinco temporadas que son las cinco que tiene de vida el club.

 

Martín Campos en la revista Penalty 

La crisis final 

Al final del torneo copero y sin partidos pendientes hasta la próxima temporada, es el momento de buscar entrenador porque todos están de acuerdo en que Gómez Muros ha cumplido un buen papel provisional pero sólo eso. El 1 de abril se incorpora el antiguo defensa del Barcelona, José Planas, que viene de entrenar al Zaragoza. Dirige algún amistoso e incluso llega a jugar, pero el 30 de junio no hay acuerdo y es uno más de los que dejan el club, desesperado por la imposibilidad de hacer nada positivo, en medio del caos deportivo y económico reinante. 

La crisis directiva es muy preocupante. La Asamblea extraordinaria del 21 de febrero de 1936 decide nombrar una comisión de cinco socios que ayude a preparar una candidatura. Los elegidos: Zubeldía, Salas, Fernández, Muñoz y Cano, no encuentran a nadie y, en la Asamblea ordinaria de 28 de marzo, el único candidato es el actual presidente Matías Fernández-Fígares, que gana por aclamación con una nueva junta integrada por Gabriel Morcillo, Juan Leyva y Miguel García Battle como vicepresidentes. Miguel Rubio Andrade es el secretario general. Tesorero, José González Méndez. Vicetesorero, Emilio Orozco Díaz. Contador, Manuel Ferrer Guerrero y secretario técnico, José Zubeldía Amador. También hay nueve vocales, todos nuevos. Los socios han votado por el ”cambio” de los anteriores directivos por nombres distintos, repitiendo sólo la figura del presidente, que es un hombre enfermo y cansado, útil quizás como figura decorativa por su indudable prestigio. 

El “cambio” más llamativo es el del secretario técnico asumido por el cronista de “El Defensor” José Zubeldía, que ha fustigado de forma inmisericorde a la vieja directiva desde las páginas de su periódico, firmando con el seudónimo de “Hincha 816”. Pero la falta de experiencia y, sobre todo, el enorme cúmulo de problemas, hacen inviable ésta y otras soluciones. 

Las reformas van más lejos y se crea un “consejo consultivo” muy nutrido y muy poco efectivo, como se demuestra con la nueva crisis, un mes y 23 días después de tomar posesión la junta del “cambio”. Las soluciones son cada vez más escasas. No sale adelante, por ejemplo, la propuesta del cronista del diario “La Publicidad”, Rolando, pidiendo que el Consejo Consultivo se convierta en Gestor, con Ricardo Martín Campos en calidad de secretario técnico y José Planas de entrenador. 

A la desesperada se convoca una nueva Asamblea extraordinaria (la tercera de la temporada) y se designa una comisión ejecutiva de cuatro miembros, que ponga soluciones sobre la mesa. La preside Ricardo Martín Campos y la integran Francisco Cristiá López, Francisco Vida Bellido y Emilio Orozco Díaz. Son cuatro ex directivos de la criticada gestión anterior, que aceptan el paquete bomba ante el fracaso absoluto de quienes fueron buenos para exigir, pero inútiles para resolver.

 

Zamora en Los Cármenes, en la primera página de Ideal

 Final trágico 

Pero el Recreativo de Granada está herido de muerte. Apenas los cuatro gestores pelean contra el descalabro económico y deportivo. Casi todos los jugadores han quedado libres, el entrenador no existe, en las arcas del club no hay dinero y, para colmo de males, hay una guerra civil a la vuelta de la esquina. 

El destino ha emparejado al Recreativo con la República. Nacieron casi el mismo día y fallecen abrumados el 18 de julio de 1936. Exactamente este día la gestora, los aficionados y la prensa dejaron de pensar en el Recreativo y en el fútbol. Había cosas más importantes que hacer como, por ejemplo, salvar la vida. 

Y a modo de trágico contrasentido, esta guerra cruenta de tres años salvó finalmente de la desaparición al Recreativo de Granada. La lucha fraticida hizo borrón y cuenta nueva y, cuando en 1939 se inició de nuevo la normalidad futbolística, nadie se acordaba de aquella ruina recreativista. 

Como el Ave Fénix, el club granadino surgió entonces de sus cenizas hacia uno de los periodos más brillantes de su historia. 

 

 

LA PEQUEÑA HISTORIA DE LA TEMPORADA 1935-36

 

* Hace falta dinero y hay que buscar sistemas para conseguirlo. Por ejemplo, una rifa con premio novedoso. A partir del 20 de agosto se venden los boletos para optar a un premio consistente en ¡viajar con el equipo en los desplazamientos, con todos los gastos pagados! 

* Futbolista italiano a prueba en el Recreativo. Lo manda el hermano del entrenador y se llama Angelo Bianchi. Probado en varios partidos del Campeonato Superregional, se vio que era una mole pesada y se le devolvió a su Venecia natal. Intento fallido pues. 

* Lippo Hertza insistió con extranjeros y recomendó cálidamente el fichaje de su compatriota, el húngaro Bukzzasy. Procedía nada menos que del Real Madrid y estuvo en Granada desde el 16 de noviembre de 1935 hasta el 22 de febrero de 1936. Jugó en total 11 partidos y la verdad es que no convenció a nadie. Era un buen jugador, pero quizás demasiado pasado de años.

 

Granada 0 Betis 0 en la jornada 5 del Superregional 

* Elogio inusitado en aquella época e incluso ahora. El secretario técnico del Mirandilla de Cádiz declara el 13 de septiembre en el “Diario de Cádiz” que “el público granadino es buenísimo. Fue cortés y aplaudió a los nuestros cuando se lo merecieron. ¡Pocos públicos habrá en España como el de Granada!” 

* Los amistosos suben de categoría. El 1 de noviembre llega a los Cármenes el Real Madrid con Ricardo Zamora en su puerta. Empate a uno y algunos veteranos recuerdan que el legendario guardameta ya jugó en Granada hace 12 años cuando defendía los colores del Español de Barcelona. Esta temporada de 1935-36 será la última que dispute el que fue mejor portero español de todos los tiempos. 

* ¡Escándalo en Murcia! Es el 15 de diciembre de 1935 y el conjunto murciano derrota por 2-1 al Recreativo. La crónica de “Ideal”, aparecida el martes día 17, parece más apropiada para las páginas de sucesos en lugar de las deportivas. Se dice que el defensa Carreras está hospitalizado con peligro de peritonitis, como consecuencia de una patada alevosa en el vientre. Que al húngaro Bukzzasy le han partido la lengua y el interior Gros ha perdido un diente. 

Tres días después el directivo del Murcia Guillamón escribe al periódico granadino desmintiendo toda la información e insistiendo especialmente en que la lesión de Carreras fue leve y fortuita. El directivo murciano tenía toda la razón porque la crónica fue una retahíla de exageraciones. Incluso el reconocimiento de la mentira se afianza con el hecho indiscutible de que los once recreativistas repitieron alineación una semana después en los Cármenes, incluyendo a los “medio muertos”, Carreras, Gros y Bukzzasy.

* Pero el daño estaba hecho y en la siguiente visita del Real Murcia a Granada los pimentoneros son recibidos con los gritos de rigor. La mayor rociada se la llevó el portero Elzo que, cuando iban 15 minutos de juego, perdió los nervios, saltó a la grada y la emprendió a golpes con uno de los insultantes. Naturalmente fue expulsado y el Murcia, que ya tenía un gol en contra, encajó otros dos más. Recuerden que no existía el portero suplente y si un guardameta se lesionaba o era expulsado, otro de sus compañeros de campo recogía su jersey y ocupaba el puesto, generalmente de mala manera. 

* Algo parecido le había ocurrido a los granadinos en esta misma temporada. Fue el 26 de enero contra el Levante en Valencia. El árbitro Ferragut había expulsado a Carreras y el partido estaba empatado a uno cuando el meta Rodrigo se lesionó. Se tuvo que retirar y Antonio Bombillar, improvisado portero, encajó dos nuevos goles que dieron la victoria a los valencianos por 3-1. 

* El 12 de abril de 1936 viene el Cartagena en uno de los últimos amistosos de la temporada. El entrenador a prueba, José Planas, debuta con éxito e incluso juega en el segundo tiempo. 

* El 19 de abril, durante otro amistoso en los Cármenes, el Recreativo se destapa con una goleada incomparable. Nada menos que 14–0, es la victoria contra el Algeciras. 

*  El 12 de junio se jugó un amistoso en los Cármenes que ganaron los locales al Sevilla, por tres a cero. Nadie sospechaba que era el último partido del Recreativo, oficial o amistoso, hasta dentro de tres años, exactamente hasta el 17 de septiembre de 1939. 

* La salida de los jugadores profesionales del Recreativo fue noticia de uno y otro día en el mes de junio de 1936. Tabales, descontento con su situación de suplente, compró su libertad. Dos pilares del equipo, como Rodrigo y Victorio, recibieron su baja y cuando le ocurre igual al bravo defensa Carreras, titular indiscutido durante tres temporadas, en el diario “La Publicidad” se pide, por primera vez, un homenaje a un jugador del Recreativo. La idea fue bien aceptada pero la guerra impidió llevarla a cabo.


 

Eufrasio Martínez, Martinenc de alias

 

 LOS QUE HICIERON HISTORIA EN EL GRANADA C.F.

 

Eufrasio Martínez Martínez, “Martinenc” 

Nació en el pueblo jiennense de Cambil el año 1898. Muy joven se trasladó a Granada, en cuya Universidad estudió Derecho, en cuyo Ayuntamiento trabajó como funcionario, en cuya prensa escribió y en cuyo suelo murió. 

Fue periodista deportivo en “El Defensor de Granada” y apasionado hincha del Recreativo, al que apoyó desde antes de nacer, acompañó en muchos viajes y defendió en crónicas apasionadas que muchas veces eran feroces diatribas contra los contrarios y, sobre todo, contra los aficionados de Jaén, Andújar y Málaga. 

José Cuéllar, el sempiterno secretario administrativo del Granada, que le conoció personalmente, me contó que Eufrasio era un hombre “con mucha chispa, liberal, mujeriego, enamoradizo, aficionado a los toros y casado con una mujer guapísima”. Esta guapísima mujer se llamaba Estela Comba López-Grande y falleció en Granada el 9 de noviembre de 1936, tras ser detenida y acusada de ser la esposa de un periodista de izquierdas. Tuvieron al menos una hija que se fue a México después de la guerra civil y allí se casó y creó una familia. 

Siguiendo la moda de la época, Eufrasio Martínez firmaba sus crónicas periodísticas con el sobrenombre de “Martinenc” desde que, al comienzo de los años 20, empezó a colaborar en “El Defensor”. Consiguió que su periódico le dedicara mucho espacio al fútbol, donde vertió su genio, su afición, sus filias y sus fobias. Evidentemente fue un cronista polémico y subjetivo que trató con guante blanco a quienes él consideraba que le hacían bien al Recreativo, en el campo o en los despachos. Por eso uno de sus favoritos fue Ricardo Martín Campos, al que dedicó uno de sus últimos artículos, aparecido en la revista “Granada Gráfica” en mayo de 1936. 

- “Como la roca Tarpeya, el excelente deportista Ricardo Martín Campos ha sido el refugio de la afición granadina ante el marasmo provocado por la desastrosa actuación del Recreativo en la temporada que finaliza y que culminó en franca bancarrota económica”. 

Eufrasio Martínez entró desde el principio en la vorágine de la guerra, aunque momentáneamente se salvó de la muerte violenta que acabó con la vida del director de su periódico en julio de 1936. Eufrasio venía de la fallida Olimpiada Popular de Barcelona junto a varios de los seleccionados granadinos, como Manolo Ibáñez, el ex futbolista Eloy y el ciclista Bailón, entre otros. El 18 de julio le sorprendió en la pensión Gredos de Madrid, a mitad del viaje de vuelta a Granada. Muchos de aquellos deportistas, con Eufrasio entre ellos, se incorporaron desde Madrid a distintas unidades del ejército republicano. Eufrasio Martínez ascendió enseguida a teniente y fue destinado al frente de Granada en la zona de la sierra de Lújar. Por allí anduvo hasta que el 31 de agosto de 1937 falleció en acción de guerra. José Cuéllar lo recordaba perfectamente. 

- “Murió con mucha dignidad. Se había presentado voluntario a la operación en la que fue herido. Me lo contó el que entonces era su capitán, Ignacio Martín, y me aseguró que Eufrasio murió pensando en la pensión que le quedaría a su hija”. 

Martinenc fue enterrado en Albuñol, con los honores militares correspondientes a su cargo. Era teniente y había dejado de ser periodista porque su periódico de siempre, “El Defensor”, fue violentamente cerrado el 20 de julio de 1936 y su director, Constantino Ruiz Carnero, alevosamente asesinado por la culata de un fusil que le golpeó y le hundió las gafas en la frente. 

La saga deportiva de Eufrasio tuvo su continuidad en la Granada que tanto amó. Su sobrino Antonio Martínez Maldonado fue durante muchas temporadas un excelente árbitro y la persona que tanto me ayudó en julio de 1985 para escribir un pequeño homenaje periodístico a su tío, el destacado pionero de la crítica deportiva en Granada y defensor a ultranza de aquel Recreativo que contribuyó personalmente a fundar y a crecer.

 





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