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viernes, 14 de marzo de 2025

16 HISTORIA DEL GRANADA CF. Temporada 1947-48

 

HISTORIA DEL GRANADA C.F.

 

 

Capítulo 16

Temporada 1947-48

 

 

Nace el equipo filial y se le dota del nombre y los colores de la primera institución granadinista. El Recreativo de la 47-48. Forman: Martín, Quinito, Delgado, Requena, Hansa, Carmona y Ramírez; agachados: Cruz, Díaz Cara, Pareja, Navarro y Ros

 

 

 

EL RECREATIVO ATACA DE NUEVO

 

 

Siete años después de su misteriosa desaparición, el 15 de julio de 1947, se “refunda” el Recreativo de Granada. El nombre de los ya lejanos y primeros tiempos del Club se recupera del baúl de los recuerdos para crear un equipo filial del Granada C.F. que se nutra de granadinos y busque en casa lo que cada vez es más difícil y caro buscar fuera. Con esta filosofía renació el Recreativo. 

 

El nuevo Recreativo 

Para darle mayor impulso, la Asamblea de socios del Granada aprobó que el nuevo Recreativo tuviera presidente propio, y el elegido fue José Domínguez. También se le dotó de un “secretario técnico” que fue el antiguo jugador Paquito Carmona y que no tuvo mucho relieve, seguramente engullido por la arrolladora personalidad del entrenador Manolo Ibáñez. 

Uno de aquellos primeros jugadores recreativistas fue el defensa Atanasio Espín, que me contó cómo fueron los inicios del equipo. 

- “La base del Recreativo fue la Cultural Deportiva, donde yo jugaba. Hasta el masajista, Julio Pérez, se incorporó al Recreativo. La Cultural estuvo patrocinada por Educación y Descanso y eso nos permitió llegar incluso a la final del Campeonato de Andalucía de aficionados. Los entrenamientos se hacían en el Estadio de la Juventud y Manolo Ibáñez se adaptaba a la hora en que cada uno podía. Fue un magnifico preparador físico y consiguió crear un conjunto de verdaderos amigos. Nos dieron las botas que el Granada desechaba, nadie cobraba y los viajes eran muy incómodos. Nuestro primer partido fue con el Esperanza de Jaén en los Cármenes. Luego fuimos al Hipódromo de Armilla para jugar un amistoso con el Arenas, que tenía un jugador muy prometedor. Ese jugador estuvo en el primer tiempo con el Arenas, pero en el segundo ya salió con el Recreativo, ¡el fichaje más rápido de la historia! Se trataba de Paco Requena, un futbolista espectacular y seguro, con unos remates de cabeza escalofriantes. Tenía una elasticidad tremenda y una gran rapidez de reflejos.” 

Y el propio Manolo Ibáñez también me dio su opinión sobre aquel Recreativo de 1947. 

- “Los jugadores eran muy buenos. Mi mérito estuvo en saber elegirlos y conjuntarlos. Hoy es muy difícil una cosa así. Las cosas económicas influyen mucho. Ya no es psicología sino metafísica lo que se debe aplicar a los jugadores.” 

Para aquella primera campaña recreativista en 1ª regional se contó con esta plantilla: 

Porteros: Espinosa y Quinito

Defensas: Atanasio, Méndez, Jaime y Delgado

Medios: Cepillo, Ramírez, Cruz, Martín, Pareja

Delanteros: Ros, Cea, Requena, Almagro, Díaz Cara, Hansa, Navarro y Antonio Carmona 

Con ellos y con Manolo Ibáñez una nueva era acababa de empezar.

 

El grueso de la peña Millán, de la Pescadería. Martín Campos, traje negro y corbata, en medio del bochinche, en el centro de la foto

 

Las peñas 

Otra importante novedad de esta temporada es la creación de Peñas deportivas del Granada C.F. en los barrios. Con la misión de ayudar al Club nació esta moda de las Peñas que brotaron como hongos. Por ejemplo: 

- Peñas del Realejo, Albaicín, Bar Americano, Pescadería, Plaza Nueva, Bar Colón, Millán, Bar Zeluán, así como las de Maracena y Moreda. 

 

La plantilla 

Manolo Valderrama regresa por tercera vez a Granada. Y en esta misma temporada, aunque en el mes de enero, cuando ya el entrenador ha sido despedido, viene un veterano ilustre como el portero del Tarragona, Valero, con quien se aspira a conseguir la seguridad en la meta que Floro y Casafont no ofrecen debidamente. Valderrama ni tuvo tiempo de disfrutarlo. 

Millán continúa imperturbable y fijo, pero González, sorprendentemente, no es el titular indiscutible de siempre. La sorpresa no viene por su bajo rendimiento sino por la sanción de 12 partidos sufrida tras la primera jornada. La ausencia del madrileño le impidió disputar casi la mitad de la Liga y dio oportunidad a su suplente Mateo (el que esta temporada vino para intentar suplirle) que lamentablemente no supo aprovechar a pesar de jugar siete partidos al hilo y luego uno más como falso delantero centro. 

Por fin pudo jugar Lesmes y fue titular indiscutible tanto como medio centro a la antigua como en el nuevo puesto de defensa central que el ceutí tuvo el honor de inaugurar en las alineaciones oficiales del Granada. Con él llegó otro veterano ilustre: Arencibia, de 34 años, triunfador en el Atlético de Madrid (ya no era Atlético Aviación) y nacido en Cuba, aunque de nacionalidad española. 

En la delantera siguen al pie del cañón Trompi y Mas, se consolida el ariete Morales y completan el quinteto, Galvany, el nuevo extremo lucense Fraga y el granadino Rivera, que no llegó a cuajar pese a su indudable calidad. Causa curiosidad el fichaje del argentino Laureano Martín que no llegó a debutar en partido oficial y fue cedido al Recreativo donde tampoco destacó.

 

Valderrama repite en el banquillo, pero en esta ocasión no le irá bien y será sustituido por Cholín

 

La Liga con Valderrama 

Fue mala y penosa, como ya se va haciendo costumbre. Con Valderrama al frente el equipo empieza regular tirando a mal. La expulsión de González y sus 12 partidos de sanción son una losa difícil de superar. El entrenador, por otra parte, no confía en Morales para el ataque, prueba con Ricart, que fracasa, y se empeña en poner a Millán, que llegó a jugar seis encuentros en dicho puesto. Con este motivo pasamos de la solidísima defensa de Millán-González a la nada segura de Rey-Mateo. Esta debilidad defensiva se suma a la tradicional de la meta donde Floro y Casafont alternan hasta que en enero ficha Valero. 

El Granada transita por peligrosos puestos muy debajo de la tabla que llegan a ser el último tras la dolorosa derrota en los Cármenes, 1-3, ante el Málaga, y culmina la etapa Valderrama con otro humillante 1-3 en casa ante el Coruña. Es la 15ª jornada y el Granada ocupa el farolillo rojo con cuatro negativos. Aquel día jugaron por el Granada: Casafont; Millán, Rey; Arencibia, Lesmes, Sosa; Rivera, Trompi, Ricart, Fraga y Mas. 

 

La Liga con Cholín 

La defenestración de Valderrama acarrea la nueva aparición de Cholín. Es la segunda vez que el donostiarra se hace cargo del Granada y todos recuerdan que lo dejó en 4º lugar en la temporada 1945-46. 

Y Cholín revoluciona el sistema y los titulares. Valero en la puerta y una decidida WM en el dibujo de los jugadores de campo. Millán, Lesmes, González forman la defensa de tres, con Arencibia y Sosa, veterana y muy experimentada línea de medios “volantes” que así se llaman a partir de ahora. Cholín devuelve a Fraga al extremo derecha, eliminando al canterano Rivera. Da confianza a Morales, que responde marcando cuatro goles en dos partidos, y utiliza a Galvany o Sierra en el interior izquierda acompañando a Trompi, que es un seguro en el lado derecho. Rey cubre todas las ausencias de cualquier puesto de atrás y el Granada adquiere por fin una fisonomía propia y un sistema de juego acorde con los hombres que tiene en la plantilla. El equipo se recupera, no pierde más puntos en casa y obtiene dos empates en Córdoba y Málaga, subiendo hasta el octavo puesto al final de la Liga. 

Pero lo más importante es que ha vuelto la confianza y hay una base sólida para afrontar en forma optimista la próxima temporada.

 


Vapuleo en el campo del Levante en la jornada 19, 5-2. De pie: Millán, Lesmes, Valero, Mas, Morales y Rey; agachados: Sosa, Trompi, Galvany, Sierra y Fraga

 

Lucha por la poltrona 

Ricardo Martín Campos quiere ser democrático, aunque en la España de 1948 esta palabra sonaba a palabrota. Quiere que la Asamblea le ratifique porque suenan posibles aspirantes a la presidencia, como Manuel Morales Souvirón, Antonio Valverde, Jesús Palacios y Diego Garzón. Es la primera vez que en el Granada C.F. hay varios candidatos y se aleja el recuerdo del gobernador Fontana que nombraba presidente por orden gubernativa ante la falta de aspirantes. Ahora hay varios. Hay comentarios para todos los gustos y hay cierta incertidumbre. En agosto, dentro ya de la próxima temporada y el siguiente capítulo de esta historia, tendremos la solución. 

 

Bajas dolorosas 

Floro, González y Sierra quedan en libertad el 30 de junio. Nueve temporadas contemplan la marcha al Salamanca de Floro y al Málaga del defensa. Y siete son los años de Sierra, que ficha por el Murcia. Una parte de la historia del Granada deja el Club. Es ley de vida, pero no deja de ser triste. 

 

 

LA PEQUEÑA HISTORIA DE LA TEMPORADA 1947-48

 

* Al iniciar la Liga el Granada tenía 4.000 socios. Tres meses antes, en la temporada anterior, apenas eran 700. Martín Campos y su carisma, junto al intenso trabajo de las Peñas han conseguido este espectacular aumento que algunos califican de milagro. 

* Todavía hay viejos aficionados que recuerdan el nombre de Gojenuri como una de las siete plagas de Egipto. Gojenuri fue el árbitro del primer partido de Liga de esta temporada. El del empate a dos con el Castellón en los Cármenes con un penalty que no fue, pitado a favor de los levantinos, y otro que sí fue, no pitado a favor del Granada. Suficiente para el tremendo escándalo que se formó y que se cuenta en la sección de “un partido para el recuerdo”. El acta fue demoledora, incluyendo la suspensión por un mes a los jueces de línea locales (como era norma en la época) Eloy Díaz y Campos Linares “por no haber secundado lealmente en sus funciones al árbitro”. 

* La directiva del Granada intentó, sin conseguirlo, cargar las culpas al propio árbitro para quien se pide un castigo “por la ofensa deportiva que el señor Gojenuri ha inflingido a la ciudad de Granada”. Absurdo, como siempre que se esgrime esta ofensa a la ciudad para llevar a mayores el escándalo. Nunca he entendido que si el árbitro pita o deja de pitar un penalty su, supongamos que cierta equivocación, no afecta sólo al Club sino a toda la ciudad. 

* El 7 de diciembre de 1947, al regreso de Badalona donde se ha empatado, Trompi es protagonista de un incidente en la estación madrileña de Atocha. Ignoro lo que pasó y a quien ofendió el popular jugador, pero lo cierto es que fue apartado del equipo por 15 días y multado con media paga del mes. 

* Novedades a primero de año. La directiva decide que el equipo se recluirá a partir de ahora, antes de los partidos, en el Hotel Alhambra Palace. Un gasto que parece excesivo porque el mismo día y a la misma hora se anuncia que el déficit acumulado llega ya a las 800.000 pesetas y que se piensan emitir obligaciones por un millón. Me temo que lo del déficit era verdad, pero de la emisión de obligaciones y la reclusión en el Alhambra Palace, nada de nada. 

* Donde las dan las toman. Con el recuerdo todavía fresco del escándalo Gojenuri, el Granada también empata a dos en Málaga. Muchos coches de los seguidores granadinos son apedreados, el autobús del equipo tiene que llevar escolta policial hasta mediada la cuesta de la Reina (estábamos muy lejos aún de las autovías actuales) y Pepe Millán fue directamente agredido por un espectador irascible que saltó al campo dispuesto a pegarle a todo lo rojiblanco que se le pusiera por delante, aunque fuera el buenazo de Millán, incapaz de darle una patada a nadie.

 

Empate a uno en el campo del Córdoba en la jornada 21. Rey, Valero, Morales, Mas, Sosa, Millán, Fraga y Arencibia; con González, Trompi y Sierra 

* Grandes cambios en la reglamentación del fútbol español. A partir del 7 de julio de 1948 y por orden de la Federación Española, los postes de las porterías serán redondos (aunque parezca mentira hasta entonces eran cuadrados con unos filos terroríficos para los porteros especialmente). Asimismo, se prohíbe que haya más de 25 futbolistas en cada plantilla y se ordena que los jugadores lleven números en las camisetas, del 1 al 11, y no necesariamente siempre el mismo número al mismo jugador. Como todavía se llevaba la costumbre del sistema 1-2-3-5, los números que debían identificar a cada jugador eran: 

1. Portero

2. Defensa derecha

3. Defensa izquierda

4. Medio derecha

5. Medio centro (que ya empezaba a ser defensa central pero siempre con el 5)

6. Medio izquierda

7. Extremo derecha

8. Interior derecha

9. Delantero centro

10. Interior izquierda

11. Extremo izquierda. 

Y, como no había suplentes en el banquillo, no se pensó en los números que podrían llevar. Tampoco se reglamentó nada sobre la posibilidad de que cada camiseta llevara el nombre de quien la llevaba. Y es que por entonces las camisetas estaban limpias de polvo y paja, apenas el escudo del club, pero nada de publicidad, marca de la prenda ni nombre del jugador. El marketing en forma de venta de camisetas no se había inventado aún. 

* En esta temporada el torneo de Copa se disputa en sus primeras rondas a partido único. El Granada eliminó al Betis ganándole en los Cármenes por 4-1 y cayó en la segunda al ser derrotado en el campo del Valladolid, también por 4 1. 

* El diario “Patria” decide adoptar la táctica de la WM para dar las alineaciones y a partir del 2 de febrero de 1948 lo hará así en todas las crónicas. Portero, tres defensas, dos medios volantes y cinco delanteros.

 

 

Empate a dos en Los Cármenes en la primera jornada con el escándalo Gojenuri. De pie: Rey, Lesmes, Millán, Floro y Arencibia; agachados: Mas, Ricart, González, Trompi, Fraga y Sierra

 

 

 UN PARTIDO PARA EL RECUERDO

 

Granada 2 Castellón 2

 

21 de septiembre de 1947

Campeonato de Liga de 2ª división. Primera jornada

Campo de los Cármenes

Árbitro: Gojenuri

 

Alineación del Granada

(Con el sistema 1-2-3-5)

Floro

Millán, González

Rey, Lesmes, Sierra

Fraga, Trompi, Ricart, Arencibia y Más

 

Entrenador: Manolo Valderrama

Presidente: Ricardo Martín Campos

 

Alineación del Castellón

(Con el sistema 1-2-3-5)

Higinio

Mariage, Gil

Madruga, Mesita, Santaolaria

Tito, Hernández, Marcet, Balaguer y Asensio.

 

Los goles 

1-0.         Min 7.   Arencibia remata un centro de Mas

2-0.         Min.32. Ricart de chilena, y de espaldas a puerta, remata un pase de Sierra

2-1.     Min.59.  Hernández fusila un balón que se le escapó a Floro

2-2      Min. 82. Hernández, de penalty

 

La crónica 

Los Cármenes parecía Versalles al principio. Aplausos, saludos y ramo de flores a la esposa del presidente del Castellón. Luego todo siguió a las mil maravillas con un 2-0 a los 32 minutos. El primero a cargo de Arencibia en su debut. Luego, la chilena espectacular (tijereta se decía entonces) del también debutante Ricart. Los aficionados se embelesan con la calidad de los nuevos jugadores. Al final del primer tiempo el dominio aplastante de los granadinos se ha traducido en los dos goles y en 18 saques de esquina por ninguno de los castellonenses.

Luego se complica la cosa cuando, a los 14 minutos Hernández aprovecha un balón que se le escapa de las manos a Floro. Se recuerda una vez más aquella canción popular que algún humorista cambió para dedicársela al guardameta; “Tres cosas hay en la vida, salud, dinero y amor, un portero que las vea y un árbitro a favor”. Hoy el portero no las ve, y el árbitro… tiene una actuación normal hasta el minuto 82 de partido, a nueve del final. Ahí comienza la historia de este “partido para el –mal– recuerdo”. Me lo contó el mismísimo protagonista; José Manuel González. 

- “Yo paré una pelota con las manos fuera del área. Gojenuri pitó penalty y me fui para él. ¿Pero está usted borracho? ¿No ve que ha sido fuera del área? ¿Borracho yo? ¡Váyase a la caseta! ¿A la caseta yo? Ni hablar de eso.” 

Y el expulsado González se quedó en el campo. Hasta el final. 

En medio de un clamoroso escándalo, Hernández marcó el gol del empate. Los ocho minutos restantes fueron un continuado ataque granadino, con lanzamiento de córners y más córners mientras que, de las gargantas de la grada, no paraban de salir sapos y culebras contra el árbitro. 

Fernández de Burgos le dedicó más de media crónica al árbitro vasco en “Ideal”. De este tenor. 

- “Para aminorar las violencias y el juego brusco, los organismos federativos han reforzado al máximo la autoridad de los árbitros. Y la medida habría sido acertada si hubiese estado precedida de una escrupulosa selección de las personas sobre las que se carga dicha responsabilidad. Porque esas facultades omnímodas en una persona incompetente, falto de serenidad o de otras cualidades, son un arma terrible en contra del fútbol. El señor Gojenuri estuvo a punto de provocar un conflicto de orden público. Y después de su hazaña dio muestras de tener tan poco valor como aptitud pues su estado de temblor y nerviosismo en el campo fue lastimoso. Directivos del Granada y la Fuerza pública lograron calmar el miedo del señor Gojenuri y asegurarle que nada le ocurriría bajo su protección. Así acabó la actuación de este árbitro que ojalá sea la última vez que le veamos en Granada”. 

Pero lo peor vino después. El Comité de Competición sancionó a González con 12 partidos de suspensión de empleo y sueldo, más 500 pesetas de multa, multó al Granada con 1.800 pesetas por la actitud del público, y a pagar los desperfectos ocasionados al autobús del Castellón. Y además suspensión de un mes a los dos jueces de línea granadinos. 

Desde entonces el nombre de Gojenuri ha quedado como sinónimo de insulto en el argot futbolístico granadino. Es lo peor que se le puede gritar a un árbitro. 

Para mayor inri, la petición de Fernández de Burgos sobre perder de vista al árbitro no fue tampoco escuchada. A Granada no volvió, pero al Granada si le pitó de nuevo. Dos meses después solamente. Fue en Alicante y el Hércules derrotó por 5-2 a un Granada muy distinto donde no estaba por supuesto el sancionado González. Incluso señaló un penalty ¡a favor del Granada!, y Rey lo convirtió en el segundo gol. Pero fue la última vez. Desde entonces Gojenuri y el Granada no volvieron a encontrarse.


 

 

Manolo Ibáñez, el artífice del filial Recreativo y su brillante papel 

 

LOS QUE HICIERON HISTORIA EN EL GRANADA C.F.

 

Manolo Ibáñez 

Nació en Granada el 26 de marzo de 1912 y ha sido el entrenador más atípico del fútbol granadino, con una larga carrera de éxitos que inició en el Recreativo, renacido como filial en 1947. Aquel equipo que caló tan hondo en lo aficionados que todavía, nosotros los viejos, recordamos con el estilo bello y alegre de sus jóvenes promesas de la cantera, muchos de ellos convertidos más tarde en espléndidas realidades. 

Pero ¿de donde salió este entrenador granadino? 

- El fútbol me gustaba desde pequeñito. Jugué en el Sevilla juvenil durante los tres años que viví allí. Luego en equipos granadinos parecidos a los de las peñas. Sentía gran afición por todo lo relacionado con la formación física y me dediqué a estudiar todo lo que pude. Preparé ciclistas, atletas y futbolistas y, desde 1934, me ligué al Recreativo de Granada, como masajista de forma altruista. 

Desde entonces ha pasado prácticamente toda su vida ligado al Granada, menos aquellos seis años que pasó en Portugal entrenando al Atlético Lisboa, al Belenenses y al Barreirense, siempre en 1ª división. 

- Allí tuve jugadores geniales, como el famoso Eusebio, y hasta entrené a Pelé durante una semana. Fue cuando su equipo, el Santos, jugó la Copa Intercontinental con el Benfica y su entrenador, Luis, enfermó y me pidió que le sustituyera. Y también estuve con la selección portuguesa en los Campeonatos del Mundo de Inglaterra en 1966. 

En aquella época Manolo Ibáñez actuó en la Televisión portuguesa, junto al entrenador brasileño Otto Gloria, en un programa deportivo donde hablaba sobre la iniciación al deporte ¡en portugués! 

- Los jugadores deben ser elegidos teniendo en cuenta más su condición física que la técnica. Luego harán falta profesores que enseñen la técnica individual y la de conjunto. Un futbolista que corra bien y salte bien está bien preparado. Lo más difícil es la técnica de conjunto que se consigue a base de charlas y muchos ensayos. 

Manolo Ibáñez era un hombre extrovertido, y filósofo a su manera, que hacía sorprendentes declaraciones a la prensa y largaba unos discursos inolvidables a los postres de los banquetes donde era invitado. Pero era sobre todo un psicólogo nato. Un hombre que no destacó como jugador y que no tuvo una formación científica. 

- Yo me preparé solo. Fui un estudioso del deporte. Y luego saqué mi título de entrenador regional con el número uno en Sevilla y el nacional con el número nueve en Burgos.

 

Una formación del recién nacido Recreativo 47-48

     Su inteligencia natural y su sentido del fútbol le hicieron concebir una forma de juego alegre, basada en el arte y la clase de los jugadores. Era enemigo del marcaje estrecho y destructivo y lo que luego se llamaría fútbol-fuerza. Un día me lo explicó. 

-  Lo primero que enseñan los entrenadores es a marcar al contrario. A evitar que nos ganen. Y el marcaje perfecto en fútbol no es al hombre sino al balón. Es anticiparse y desarmar al contrario antes de que reciba la pelota. Esto le da una velocidad enorme al juego si se complementa con el desmarcaje del compañero. Así se obtiene un resultado de 5-3 que es mejor que un 1-0. El público se entusiasma porque la sal del fútbol es el gol. Hay que adaptar los sistemas a los jugadores y a las circunstancias de que se disponga. 

A Manolo le iba el fútbol-arte y de sus manos salieron grandes artistas del balón como Luis Sueza, Emilio Cea, Guerrero, Rafa, Méndez… Hasta el límite extremo del genial Toto, un futbolista como Curro Romero al que la afición odiaba por su pasotismo y enloquecía de entusiasmo cuando ejecutaba alguna de sus increíbles jugadas. Solo un entrenador como Manolo Ibáñez podía entender, soportar y mantener en la alineación a un jugador de estas características. 

Tras su “descubrimiento” en el nuevo Recreativo de 1947-48, Manolo siguió al frente de sus muchachos, cada vez más formados. Y así estaba cuando llegó la debacle del Granada en la temporada 1951-52. Se creó entonces un nuevo equipo directivo con ideas luminosas y sensatas. Una de ellas fue la de aprovechar esa emergente generación de jugadores granadinos que entrenaba Manolo Ibáñez. 

- El presidente señor Osorio Morales me preguntó si yo era capaz de jugar con los chicos del Recreativo, pero en 2ª división. Le dije que sí y aunque empezamos titubeantes hicimos una campaña brutal. 

Luego pasó Ibáñez por periodos de mayor o menor esplendor. Y, tras sus años de “exilio” en Portugal, dijo como Miguel Ríos… ”vuelvo a Granada, vuelvo a mi hogar”. 

- En 1966 volví al Recreativo, de donde salieron en aquellos años futbolistas como Barrachina, Ureña, Aguilera y Lelo, para luego, con Eizaguirre, pasar a segundo entrenador del Granada. Estuve nueve años hasta que Miguel Muñoz se trajo a Fernández Seguí. Me quedé entonces de jefe de material y luego pasé a la secretaría. 

Tuve la curiosidad de saber quiénes son los jugadores granadinos que, a fecha límite de 1984, integrarían el mejor equipo posible. Con este once de futbolistas de la cantera despido para siempre al que seguramente fue el más atípico y efectivo de los técnicos granadinos. El más simpático, sin duda. 

- Yo pondría en la puerta a Julio. En la defensa de cuatro: Millán, Méndez, Baena y González (el hijo). En el centro del campo: Manolo Almagro (el mejor granadino de siempre), Sueza y Rafa Almagro. En media punta Eloy y en punta Guerrero y Rafa.

 





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