HISTORIA DEL GRANADA CF
Capítulo
84
Temporada
2015-2016
DE ITALIA A CHINA
De
la quinta temporada consecutiva del Granada en Primera (la de 22) se puede
decir que en lo futbolístico fue “más de lo mismo”, es decir, no ofreció
demasiada diferencia con las cuatro anteriores. El juego desarrollado por el
equipo rojiblanco volvió a ser muy deficiente y también se repitieron los
resultados negativos, permaneciendo gran parte de la temporada en puestos de
descenso para eludir éste muy al final y contra pronóstico. Menos mal que la
temporada fue también más de lo mismo en lo milagroso de la permanencia, porque
–afortunadamente- tampoco se diferenció demasiado de las anteriores en que se
consiguió evitar la pérdida de categoría, aunque la salvación llegara otra vez
de forma agónica y cuando bastantes daban al equipo por desahuciado.
En lo
que no se pareció a anteriores ejercicios (con excepción de la 12-13) fue en
que sobró la última jornada, a la cual se llegó con la permanencia ya asegurada
merced a la magnífica victoria conseguida en el Sánchez Pizjuán una semana
antes. Pero, como queda dicho, sí, se logró la permanencia, a fin de cuentas el
único objetivo al que la plantilla podía aspirar y con el que nos damos por
contentos los granadinistas, pero el fútbol propuesto y desarrollado por el
Granada dejó mucho que desear, las derrotas caseras volvieron a abundar y el
número de abonados descendió, y las gradas del nuevo Los Cármenes se
resintieron bastante, dándose las asistencias más flojas de las últimas cinco
temporadas. A pesar de sobrar el último partido, también casi como un milagro
hay que catalogar el hecho de que el Granada continúe en Primera.
Pero la nota que más caracteriza esta 2015-16 que
analizamos fue que su final significó también el fin de un ciclo de siete años
inolvidables para el granadinismo, que son los transcurridos desde que los
apellidos Pozzo-Pina tuvieron la buenísima idea de dejarse caer por aquí y
resucitar a un club modesto pero cargado de historia que agonizaba. Al
finalizar la temporada futbolera nos dijeron adiós porque -el mercado manda-
nuestro Granada CF acababa de ser vendido al mejor postor en forma de capital
chino. La mayor parte de sus acciones, como SAD que es, ha pasado a propiedad
de un inversor de nacionalidad china y a partir de ahora ya no manda el
apellido Pozzo, al cual hay que sustituir por el de Jiang
Lizhang. Y con Pozzo se van otros nombres que han tenido gran protagonismo
en los últimos años en el GCF, Pina y Cordero.
El
Granada seguirá dependiendo de capital extranjero, pero se acaba una época
dorada que sin duda será gratamente recordada en años futuros. Sólo cabe
esperar que los que vienen nuevos al Granada CF al menos sean capaces de
igualar los logros conseguidos por los que se van, aunque el listón desde luego
se lo han puesto muy alto.
Sandoval
Sandoval se mereció la renovación después del milagro de
sus cuatro únicos partidos de la 14-15 que valieron la salvación. Pero sus
comienzos fueron francamente malos, con una derrota casera frente al repescado
Éibar. La mala imagen de los rojiblancos y la merecida derrota se achacaron a
que el equipo a esas alturas estaba todavía en construcción dado que algunos de
los llamados a ser titulares todavía no se habían incorporado o acababan de
hacerlo. Así para la segunda jornada el equipo fue muy distinto y consiguió una
importante victoria en Getafe. Lo malo es que triunfo y mejoría fueron visto y
no visto, y vino inmediatamente después una racha de cuatro derrotas que
mandaron al Granada al farolillo rojo, del que se pudo salir a base de
encadenar cuatro empates seguidos. En total fueron diez jornadas consecutivas
hasta obtener la segunda victoria de la liga, 2-0 sobre el Bilbao, ya en la
jornada 12. De esta forma se consiguió la poco honrosa marca de firmar el peor
arranque liguero de toda la historia del Granada CF y la peor racha de partidos
sin ganar en casa de todas las temporadas de Primera División.
Esa primera victoria casera de toda la liga sirvió para
salir de puestos de descenso, pero enseguida se volvió a las andadas, y aunque
se consiguieron algunas victorias importantes, como en el campo del Levante o
en casa frente al Sevilla y el Getafe, el equipo no acababa de carburar ni de
distanciarse de las posiciones fatídicas. Así hasta que se volvió a encadenar
otra racha de cuatro derrotas que volvieron a convertir al Granada en colista
en la jornada 25, tras perder en Los Cármenes frente al Valencia.
El nuevo farolillo rojo hizo que se agotara la paciencia
con Sandoval, que fue despedido. El técnico madrileño quiso que el Granada
practicara un juego abierto, más ofensivo de lo que por estas tierras hemos
podido ver en esta etapa de división de honor, pero, decididamente, no le
funcionó el sistema. Quizás los jugadores con los que contaba, especialmente
los de la cobertura (incluido el guardameta titular), y más especialmente, los
de flancos de esa cobertura, no eran los más apropiados, de manera que en más
partidos de lo tolerable se puede hablar de que la defensa rojiblanca era un
auténtico coladero y los goles en contra perfectamente evitables llegaban a
porrillo de forma desesperante.
Y si
la defensa estuvo toda la temporada haciendo agua, de la línea del centro del
campo se puede decir que fue predominantemente inoperante, fracasando partido
tras partido tanto en la faceta de creación como en la de contención.
La
parte de arriba sin embargo sí que fue algo mejor que en pasadas temporadas,
con varias actuaciones muy destacadas de los hombres más jóvenes de la
plantilla, Success y Peñaranda, las dos perlas granadinistas, bien secundados
por El Arabi, a bastante mejor nivel éste que el ofrecido en sus otras tres
temporadas rojiblancas.
Jose
González
El
elegido como sustituto no dejó de sorprender: José Manuel González López
(curiosamente el tercero con protagonismo en la historia del Granada que
responde a ese nombre y apellidos, junto a los defensas González, padre e
hijo), Jose de nombre deportivo en sus tiempos de delantero de un Cádiz de
primera, o Jose González en su etapa en los banquillos. Hasta ese momento su
única experiencia en primera era haber dirigido al Albacete en la 2004-05, y no
se puede decir que su papel fuera bueno -ni siquiera regular- ya que fue
destituido tras la jornada 24, cuando su equipo estaba casi desahuciado.
Pero
afortunadamente supo el gaditano, si no solucionar al menos paliar la principal
carencia de la temporada, la facilidad que encontraban grandes y medianos para
golear a este Granada de nuestras cuitas; basta el significativo dato de que en
las 25 jornadas en que Sandoval dirigió al equipo fueron nada y más y nada
menos que 51 los goles encajados por los rojiblancos, que además sólo en un
partido consiguieron dejar su portería a cero (la victoria 2-0 frente al
Bilbao), mientras que con Jose en el banquillo las trece jornadas restantes se
encajaron sólo 18 goles y hasta en tres partidos terminó el Granada con su
puerta sin vulnerar. También es muy ilustrativo el dato de que Sandoval
consiguió 20 puntos en sus 25 jornadas mientras que Jose logró sólo uno menos,
19, pero en trece partidos. Así mismo,
hay que tener en cuenta que de las diecinueve derrotas encajadas (media liga)
sólo cuatro se produjeron con Jose González en el banquillo. Luego, por suerte,
se acertó con el cambio de técnico.
Jose
González debutó arrancando una victoria en el campo de un rival directo, el
Coruña, con un único gol de penalti (con el que El Arabi se convertía en el
máximo goleador de toda la historia del Granada en Primera División), para en
la siguiente jornada derrotar en casa (2-0) a otro rival directo, el Sporting
de Gijón, con el extra en ambos casos de ganar el golaveraje. Poco a poco se
fueron consiguiendo puntos fundamentales para, primero, salir por fin de los
puestos de descenso a falta de nueve jornadas, y después llegar al tramo final
con posibilidades de salvación, aunque los dos últimos partidos eran ante
sendos huesos, el Sevilla, campeón por quinta vez esta misma temporada de la
Europa League, y el Barcelona, campeón de liga, proclamado en el nuevo Los
Cármenes. La clave estuvo en la contundente victoria (1-4) lograda por el
Granada en el Sánchez Pizjuan (que desarrollamos en la sección ”Un partido para
el recuerdo”) que convirtió en intrascendente la visita del todopoderoso Barça.
Refuerzos
de invierno
Como
cada año desde la vuelta a primera hubo que fichar abundantemente en el mercado
de invierno y una vez más se puede decir que se acertó, si no en todos los
casos, si en al menos dos puestos fundamentales para acabar con la sangría de
goles en contra y la falta de presencia en la zona ancha: el veteranísimo
portugués Ricardo Costa, enseguida insustituible en el eje de la defensa, y el
francés Doucouré, medio centro cedido por el Watford, que se hizo con el mando
en el medio campo. Con Jose González y con los refuerzos de invierno, el equipo
no mejoró demasiado en su juego, pero al menos se mostró bastante más sólido y
de esta manera se consiguió eludir un descenso que muchos consideraron
inevitable.
Venta
del Granada SAD
Nada más terminar la temporada 14-15, que acabó con el
milagroso no descenso del Granada por el empate sin goles del At Madrid en Los
Cármenes, el club entró en un periodo de inactividad en el que todo pareció
quedar en suspenso y nada se planificaba con vistas a la temporada siguiente.
En la prensa local se hablaba de que el parón lo provocaban desavenencias entre
el inversor italiano y su factótum español, Pina, que podrían desembocar en un
posible divorcio como consecuencia del visible agotamiento del modelo de
gestión del club, que año tras año había deparado como todo fruto un excesivo
sufrimiento para evitar milagrosamente la pérdida de categoría. De esta manera,
se daba pie a la especulación sobre una posible venta del club, sonando entre
otros un inversor de Catar. También llegó a apuntarse la posibilidad de que una
ampliación del capital de la SAD trajera al Granada a grupos de inversión como
Doven Sports. Tanto la posible venta como las presuntas desavenencias
Pozzo-Pina fueron inmediatamente desmentidas por el club en un comunicado
oficial.
Mientras tanto el tiempo iba transcurriendo y así, un mes
después, faltando poco más de una semana para iniciar la pretemporada, ni
siquiera la figura del entrenador para la 15-16 estaba todavía definida y todo
seguía en suspenso, y ni una sola decisión deportiva de cara al siguiente
ejercicio se había adoptado. Se puede decir que el Granada CF no tuvo
pretemporada ya que a la misma faltaron varios de los que después iban a ser
titulares. Quizá sea esta circunstancia la que explique que la plantilla
granadinista de la 2015-16 firmara el peor arranque liguero de toda la historia
del club.
A finales de junio por fin Pina rompía su silencio y en
rueda de prensa confirmaba la renovación de Sandoval y desmentía sus presuntas
diferencias con los Pozzo, negando que todo hubiera estado parado pues eran
varias las gestiones en marcha. Añadía que el tiempo transcurrido de aparente
inactividad no había sido otra cosa que un periodo de reflexión sobre si debía
continuar o no al frente del club y sobre su papel en el mismo, en el que, para
continuar rigiéndolo, había considerado la necesidad de exponer su criterio al
italiano buscando siempre el crecimiento, de forma que hubiera más estabilidad
en la faceta deportiva. Sobre la posible venta decía que como en definitiva el
club no era suyo, no podría oponerse ni impedirlo si el dueño decidía venderlo,
pero que por el momento el club no se iba a vender y él continuaba. Por su
parte, Gino Pozzo también se expresó ante la prensa en parecidos términos.
Ya no se volvió a hablar de una posible venta del club
hasta Navidad. Pero en enero de 2016 empezaron los rumores de que un grupo
chino estaba interesado en comprar el Granada CF, también enseguida desmentidos
por Pozzo. No obstante el desmentido, Gino Pozzo reconocía contactos con el
grupo chino de marketing deportivo Desports
(que ya había pretendido, sin conseguirlo, la compra del Málaga CF), pero decía
Pozzo que esos contactos se habían establecido sólo para cerrar unos acuerdos
comerciales, y aseguraba que no le interesaba vender el Granada en esos
momentos.
De
Pozzo a Jiang
Durante meses estuvo rondando por los medios de forma
recurrente la cuestión de la posible venta del club. Era entonces bastante más
preocupante la situación deportiva y el Granada no tenía nada claro en qué
categoría iba a militar en la 16-17. Pero fue conseguir matemáticamente la
permanencia con la victoria en el Sánchez Pizjuán y dispararse ya sin tapujos
los comentarios que daban por hecha la venta al capital chino, la cual estaría
acordada de forma verbal desde enero -se dijo- con un derecho preferencial a
favor de Pina si lograba igualar el precio fijado (rondando los 40 millones €),
derecho de tanteo que finalmente no fue respetado y no se dio opción al
murciano de seguir al frente del club por medio de un inversor nacional que
decía tener ya comprometido.
Sólo dos semanas después de terminada la liga, el 22 de
mayo, la venta del Granada CF SAD era noticia de portada. La operación,
rubricada el día anterior en Londres entre Gino Pozzo y la sociedad china Link
International Sports Limited, liderada por Jiang Lizhang, también
presidente de la firma Desports, se había cerrado en 37 millones de euros. Toda
la operación habría contado con la intermediación de la sociedad Media Base
Sports, noticia que coincidía en todos sus extremos (a pesar de los desmentidos
oficiales) que ya adelantó la prensa local. El Consejo Superior de Deportes
daba el visto bueno a la operación de venta el 6 de junio.
Desde ese momento y ya de forma oficial, el Granada CF
tiene nuevo dueño y también nuevo presidente, el chino Jiang Lizhang, quien una
semana más tarde viajaba a Granada para hacer su presentación ante el alcalde
Francisco Cuenca y dirigir una carta de presentación al granadinismo. «No
puedes dirigir el viento, pero sí las velas de tu barco», bonito proverbio
(chino, claro), especie de colofón de la misiva a la hinchada de Lizhang y que
quiere ser el lema del Granada que comienza una nueva etapa histórica, etapa en
la que se buscaría (según la misma declaración de intenciones), entre otros objetivos,
consolidar al club en Primera, seguir creciendo y dirigirse hacia nuevas cotas
más ambiciosas, y a la vez potenciar la “marca” Granada CF y darla a conocer en
China. Por la tarde, en un carmen albaicinero compareció Jiang ante la prensa y
manifestó su intención de en tres años mínimo llevar al Granada a jugar en
Europa.
Jiang Lizhang es el dueño y el nuevo presidente rojiblanco.
De su organigrama destacan: el director general, Sergi Vieta, catalán,
ejecutivo de Mediapro; Pere Guardiola, de Media Base Sports, que no se integra
de hoz y coz en el organigrama del club pero se le señala como el principal
responsable de la configuración de la plantilla rojiblanca; Francisco Javier
Torralbo, Piru de nombre deportivo,
madrileño, ex futbolista profesional modesto que también fue ojeador del R.
Madrid de Florentino, será el director deportivo y el encargado de cerrar los
fichajes en sustitución de Juan Carlos Cordero. También hay que citar a Lluis Planagumá,
con pasado en los escalones inferiores de Español y Villarreal, nombrado
entrenador del Granada B.
El filial
El
Granada B militó por tercera temporada consecutiva en 2ª B y volvió a rayar a
buen nivel, repitiendo puesto clasificatorio final, quinto.
Despedido
a final de la temporada anterior su técnico de las últimas cinco, Joseba
Aguado, el mismo que llevó al filial de 1ª Andaluza a 2ª B, su sustituto fue el
murciano José Miguel Campos, entrenador muy de la categoría con alguna
experiencia en 2ª A. De su mano, casi toda la liga permaneció el filial en el
grupo de cabeza y en algún momento se asomó al liderato, pero una vez más la
bisoñez de los jóvenes futbolistas pasó factura en forma de la pérdida de
puntos en los minutos finales de bastantes partidos que acabaron alejando los
cuatro puestos de play off, como parece era el objetivo marcado.
Este
Granada B 15-16 alineó en liga a un total de veintiséis futbolistas (seis más
en Copa Federación), de los que dieciséis eran no nacidos en España, y de los
diez españoles sólo tres eran granadinos, Nico Hidalgo, Sergio Martín y Álex
Carmona. Con tan escaso bagaje de jugadores de la tierra estaba cantado que
durante el campeonato podía darse algo del todo inédito en la historia del
filial en sus 69 años de existencia: que en un partido no jugara ni un solo
granadino, y así fue. Sólo se dio en una ocasión en toda la liga y sucedió en
la jornada 25, el sábado 13 de febrero de 2016, cuando el Granada B en el nuevo
Los Cármenes empató a dos goles su partido frente al filial almeriense; ninguno
de los trece futbolistas alienados por el filial era nacido en la provincia de
Granada. Desde que en 1947 fuera fundado por Martín Campos el equipo nodriza,
que nació con el nombre de Recreativo de Granada, nunca se había dado tal
circunstancia.
LA
PEQUEÑA HISTORIA DE LA TEMPORADA 2015-2016
* Obituario. Antes
de echar a rodar oficialmente la temporada, en julio, moría Juanjo Enríquez
(64), el entrenador de la 97-98 que clasificó al Granada para liguilla de
ascenso, resuelta sin resultado al tropezar con el Mallorca B; en su domicilio
de El Esparragal (Murcia), los bomberos tuvieron que forzar la puerta para
encontrárselo fallecido desde hacía varios días en su cuarto de baño.
En agosto moría a los 78
Delfín Álvarez, defensa que lo fue del Granada las temporadas 60-61 y 61-62,
con el que disputó un total de 46 partidos para marcharse traspasado al Murcia
por Jiménez Blanco junto a Lalo y Luis Martínez.
En diciembre murió a los 82
años en Alicante Antonio Ivorra Ivorra, Antoniet de nombre deportivo, interior
y centrocampista que fue internacional “B” y que jugó de rojiblanco entre 1963
y 1965 un total de 40 partidos.
En plenas celebraciones
navideñas moría en Valencia a los 68 Fernando Barrachina, uno de los pocos
granadinos que ha vestido la zamarra internacional absoluta; defensa duro
salido del Recreativo, protagonizó un traspaso millonario al equipo che después
de jugar 78 partidos con la primera plantilla y casi otros tantos con el
filial.
Casi por las mismas fechas que
el anterior murió en Granada Ángel Fernández Oliveros, directivo granadinista
que lo fue cuando José Aragón presidía la entidad y que también disputó la
presidencia a Salvador Muñoz en 1976 y a Candi en 1981.
En febrero moría en Santander
Nando Yosu, un ex entrenador granadinista que a pesar de no haber vivido
ninguna de las grandes épocas del club rojiblanco, dejó un bonito recuerdo de
su paso por nuestra tierra, así como gran cantidad de amigos, y que además
sigue siendo el quinto entrenador que mayor número de partidos dirigió al
Granada CF.
Ya en marzo nos dejaba a los
71 años el que fue entrenador del Granada hasta en tres épocas distintas, José
Víctor (54 partidos), el técnico que consiguió que por fin el Granada
abandonara el cuarto nivel del fútbol español en 2006.
* Deudas saldadas. En
noticia aparecida a mediados de junio de 2015, el gerente del Granada CF, David
Navarro, comunicaba a la prensa que en 2016 se abonarían los 3,5 millones que
se debían a Agencia Tributaria, Seguridad Social y algunos otros acreedores
subordinados, y que con ese pago estaría totalmente saldada la deuda arrastrada
desde la conversión en SAD, con su concurso de acreedores y el consiguiente
plan de pago aplazado. Luego, un club saneado es el que se llevan los nuevos
propietarios.
* Pretemporada. Como
en años anteriores, se desarrolló en parte en tierras murcianas del Mar Menor,
donde los rojiblancos disputaron diversos partidos amistosos con cuadros de la
región. Pero el hecho más destacable fue la participación del Granada CF por
primera vez en su historia en el prestigioso trofeo Carranza de Cádiz los días
14 y 15 de agosto, apenas una semana antes de empezar la liga. En el primer
partido fue superado 2-1 por el Betis y en el de consolación ganó al anfitrión
1-3 quedando tercer clasificado. El At. Madrid se hizo con la copa.
La
presentación ante el granadinismo fue una semana antes con la disputa del IV
trofeo Diputación, que patrocina la corporación provincial, certamen que ha
venido a sustituir al difunto trofeo Granada. Consistió en la disputa de un
único partido teniendo como rival al Udinese Calcio, al que venció 2-0
adjudicándose la copa. La visita del “hermano mayor” Udinese supuso para la
afición volver a ver de cerca al guardameta griego Karnezis y al chileno
Iturra, y conocer a un granadinista virtual, el brasileño Edenilson, “fichaje
fantasma” lo denominó la prensa cuando en la temporada 13-14 fue nominalmente
fichado por el Granada como refuerzo de invierno pero su destino final fue el
club italiano, primero de la escudería Pozzo, en una más de las operaciones de
Monopoly futbolero características de la era italiana.
* Más puertas nominadas. En
septiembre y continuando con la política de nominar las distintas puertas de
Los Cármenes como homenaje a nombres propios destacables de su historia, se
inauguró la puerta de “los héroes del ascenso”. La puerta de acceso al estadio
para coches, vecina a la número 3, luce desde este acto solemne, en el que estuvo
presente el todavía alcalde Torres Hurtado, grandes fotos en las que están
representados Roberto, Ighalo, Nyom y Maínz. Este último, el único que todavía
pertenecía al club, dijo sentirse un granadino más después de siete años entre
nosotros.
Ya en febrero le tocó el turno al acceso número 3 del nuevo
Los Cármenes, que pasó a lucir la denominación “puerta de los históricos” y las
efigies de los ex jugadores granadinistas Millán, Vicente, Lina y Lucena. En la
persona de estos cuatro muy recordados y queridos futbolistas, que además de
granadinos tienen también en común su excepcionalmente larga pertenencia al
club rojiblanco, se ha querido homenajear a la cantera local, que de siempre
dio sus mejores frutos en la zona defensiva.
La puerta de “los onces que hicieron historia” se inauguró
en el mes de abril, coincidiendo con los actos de celebración del 85
aniversario del club. En este caso se trata de la otra entrada al recinto del
nuevo Los Cármenes que utilizan los vehículos, junto al acceso principal. Nueve
fotos con las formaciones más representativas de su historia, desde los años
cuarenta hasta la actualidad, adornan la puerta. El acto, que contó con la
presencia de un representante municipal, reunió a varios ex futbolistas, entre
ellos Pedro Fernández, que estrenaba cargo ya que acababa de ser nombrado
presidente honorario de la Asociación de Veteranos del Granada CF.
Los entrenadores con especial protagonismo en la historia
del Granada también tuvieron su homenaje, cosa que ocurrió con la temporada a
punto de terminar, a finales de junio, y estando ya el club en manos de sus
nuevos dueños. Victoriano Santos, míster del primer ascenso a Primera; Jeno
Kalmar, el entrenador magiar que condujo al Granada a su mayor logro,
subcampeón de España; Joseíto, protagonista de sus dos mejores clasificaciones
históricas; Fabri, el único míster con dos ascensos rojiblancos; y Lucas Alcaraz,
el único míster granadino de nacimiento que dirigió al GCF en Primera División,
fueron los elegidos. Fotos de estos cinco entrenadores presiden la entrada al
estadio nº 4. Al acto solemne acudieron Fabri y Alcaraz.
* Injusta derrota en el
Bernabéu. El Granada de Sandoval, pese a intentarlo, no se
caracterizó por su exquisito trato del balón, pero en la jornada 4 fue capaz de
ofrecer quizás el mejor partido a domicilio de las cinco temporadas
transcurridas desde la vuelta a la división de honor. Un Granada dominador en
el mismísimo Santiago Bernabéu y con un El Arabi silenciando con buen juego a
los que de siempre le han negado el pan y la sal, fue capaz de poner contra las
cuerdas a todo un R. Madrid. Sin embargo, se vino de vacío merced a su derrota
por un único tanto precedido de fuera de juego que el árbitro Martínez Munuera
-equivocado por su línea- no vio, agravada la conducta del trencilla porque
previamente había anulado, también por offside, un gol de El Arabi (nuevamente
engañado por el mismo auxiliar) que sí que fue totalmente legal. Con un Khrin
inconmensurable en la recuperación y un El Arabi al que se le vieron en este
partido detalles de grandísima clase que no sabemos por qué no ha prodigado más
en sus cuatro años de rojiblanco, el Granada jugó bastante mejor que su rival y
completó una primera mitad que fue de las de recordar dados el escenario y el
oponente.
Además, este choque tuvo un mal prólogo en el que algunos
quisieron ver un menosprecio hacia el débil y un gesto arrogante de prepotencia
del todopoderoso Madrid, que en su web oficial animó a sus aficionados a
apostar sobre el número abundante de goles con el que los rojiblancos iban a
tener sin duda que volverse para casa, en recuerdo del 9-1 de la temporada
anterior (que es récord: la mayor derrota del Granada en sus veintidós
temporadas de Primera). Pero a pesar de las distancias estratosféricas de
presupuesto entre unos y otros, y más desde que el injusto reparto del dinero
de las televisiones ha convertido año tras año a la liga española en un
exclusivo y rutinario duelo entre dos o como mucho tres equipos y un relleno de
mirones cada vez más numeroso; a pesar de que el merengue menos galáctico cobre
él solo casi lo mismo que toda la plantilla rojiblanca junta; a pesar del
previo despreciativo farol madridista, lo cierto es que sólo los errores
arbitrales derrotaron al Granada, que fue mejor sobre el césped del Bernabéu
ante todo un R. Madrid que acabó pidiendo la hora.
* Ciudad deportiva. A
finales de septiembre el Granada estrena ciudad deportiva. La primera fase, valorada
en 4 millones €, con cuatro campos de césped natural y un edificio que alberga
gimnasio, vestuarios, restaurante y más servicios, comienza a ser escenario de
los entrenamientos de la primera y la segunda plantilla. La segunda fase, que
incluye más campos de fútbol (uno de ellos con gradas) y una residencia donde
puedan albergarse los canteranos, se deja para más adelante.
* Cordero y los árbitros. El
buen director técnico del Granada protagonizó dos incidentes en esta temporada
en los que en ambos se habló de que sería sancionado pero finalmente quedaron
en nada. En la jornada 8 el Granada juega en Gijón. Tras encajar un gol
consigue remontar y ponerse con ventaja de 1-3, pero a falta de tres minutos
los asturianos reducen distancias para conseguir finalmente el empate cuando
pasan dos minutos (en el 96') del alargue previsto por el árbitro Álvarez
Izquierdo. El referí previamente había expulsado por doble amarilla a Miguel
Lopes y a Doria (éste ya en el descuento), por lo que en ese momento el Granada
jugaba con nueve frente a once. En el túnel de vestuarios Juan Carlos Cordero,
dolido por la forma de escaparse dos puntos, tuvo algunas palabras con Álvarez
Izquierdo y éste reflejó en el acta que el director deportivo del Granada le
había llamado sinvergüenza. El propio Cordero desmintió a la prensa al día
siguiente que hubiera insultado al trencilla y que sólo le dirigió la frase «tú
y yo sí que nos conocemos, ¿a que sí?», y eso fue todo. Y es que para
Cordero llovía sobre mojado ya que lo ocurrido en el Molinón se pareció
bastante a lo que aconteció la temporada anterior en el campo del Levante, de
donde salimos derrotados 2-1: también ganábamos faltando poco para el minuto 90
y este mismo árbitro expulsó a dos rojiblancos y los goles locales se
produjeron de forma muy similar a la de Gijón, el de la derrota cuando ya se
jugaba el descuento. Que sepamos, el director deportivo del Granada no fue
sancionado, pero Álvarez Izquierdo no volvió a pitar ningún partido más del
Granada en esta temporada.
El segundo affaire con Cordero como protagonista también
ocurrió en el túnel de vestuarios, pero en el de Los Cármenes, al finalizar el
partido en el que el filial empató a dos goles con el Linares. También en esta
ocasión lo motivó una mala actuación arbitral que además terminó con dos
expulsados rojiblancos y empate en el descuento, pero en esta ocasión fue
acusado Cordero por el árbitro -y así lo reflejó en el acta- de haber dado un
puñetazo a un jugador del equipo visitante, Juanfran de nombre y granadino de
nacimiento, salido de la cantera rojiblanca. El propio Juanfran dio a la prensa
un comunicado en el que desmentía haber sido agredido. Y ahí quedo todo.
* Success. Ya
apuntaba buenas maneras la temporada anterior, cuando con su debut desde el
filial supo hacerse un hueco en el primer equipo. En la presente, desde la
pretemporada consiguió la titularidad. Su velocidad explosiva y su potencia
física le convirtieron en la referencia del ataque rojiblanco pese a sus
escasos 19 años, y sus sobresalientes actuaciones en determinados partidos
(Bernabéu, Molinón) lo convirtieron en el centro de las miradas de los
ojeadores caza talentos. En su debe no obstante cabe
anotar ciertas veleidades relacionadas al parecer con su vida nocturna. Lo
malo es que esta nueva perla rojiblanca ya no vamos a poder disfrutarla porque
finalmente, como parece tristemente ser nuestro sino de equipo pobre, ya nos lo
han quitado. Su legítimo dueño, Pozzo, ha decidido que cambie de aires y, como
ocurrió antes con otros ídolos rojiblancos, se va a la liga inglesa, al
Watford.
* Peñaranda y sus récords. El
récord que desde 1972 ostentaba Santi Antonaya de ser el futbolista más joven
alineado por el Granada en un partido de 1ª división quedó batido la temporada
anterior cuando se produjo el debut de Success, pero poco le duró la marca al
nigeriano ya que en la jornada 12, Granada 2 Bilbao 0, debutó Peñaranda a los
18 años, 5 meses y 22 días de edad, esto es, rebajó el anterior récord en algo
más dos meses.
Aparte de ese récord, Peñaranda también estableció una
nueva marca de juventud, pero ésta ya a nivel nacional, al convertirse en el
futbolista más joven de toda la historia de la liga española que consiguió un
doblete en Primera División (al mismo tiempo, también consiguió la marca
doméstica de ser el jugador más joven que marca para el Granada en Primera).
Esto ocurrió en el campo del Levante, en la jornada 15, donde anotó los dos
goles rojiblancos (1-2) con los que nos trajimos una importantísima victoria
ante un rival directo. La anterior marca la ostentaba el mismísimo Messi y
Peñaranda la rebajó en 24 días.
A pesar de su juventud, en su debut ya mostró sus grandes
cualidades de atacante con desborde y gran peligrosidad ante el marco. Sandoval
le dio la titularidad y después Jose González también confió en él, y si en el
caso de Success hablábamos de “perla” rojiblanca, con Peñaranda estamos ante la
segunda sensación de la temporada. Fichado en junio de 2015 por los Pozzo, fue
cedido al Granada para que se fuera fogueando en el filial, pero su gran
calidad lo llevó a figurar en el primer equipo a los pocos partidos. Con él y
con Success muy felices nos las prometíamos, pero no contábamos con que los
objetivos de los Pozzo, sus propietarios, eran otros y en febrero fue
traspasado al Watford (un traspaso puramente nominal, justificado porque de esa
manera se evitaba que alguien pagara su cláusula de rescisión, que no existe en
el fútbol inglés) y a pesar de que se anunció que se quedaría en el Granada
hasta 2017, finalmente se ha marchado camino de Udine, donde, cedido por el
equipo inglés, jugará la temporada 16-17 este venezolano, titular indiscutible
a sus 18 años escasos de la selección llamada “vino tinto”.
* Thievy. Otra
de las incorporaciones para la delantera rojiblanca fue la del franco-congoleño
Thievy, cedido del Español y precedido de un amplio historial de conflictividad
en los muy numerosos vestuarios en que se alojó. En el Granada empezó contando
algo -muy poco- para el técnico, que le daba los últimos minutos de los
primeros partidos sin que en ningún momento demostrara gran cosa, pero pronto
desapareció de las convocatorias, cosa que parece llevarse muy mal con el
carácter intransigente del delantero, que no quiso defraudar su fama y también
la lio en Granada. A principios de diciembre protagonizó un desplante ante el
míster Sandoval, negándose a realizar los ejercicios físicos que llevaban a
cabo sus compañeros. Lógicamente fue apartado del equipo y en cuanto se abrió
el mercado invernal salió el primero después de haber aportado tan poca cosa
como ocho partidos incompletos y ningún gol.
* Ighalo. Odion
Ighalo sigue siendo reverenciado y añorado por el granadinismo, y no es para
menos pues nadie fue más protagonista de los dos inolvidables ascensos
consecutivos que volvieron a situar al GCF en el mapa futbolístico nacional. Es
un amor correspondido ya que el propio Ighalo hace profesión de fe de
granadinismo cada vez que tiene ocasión y dice que el rojiblanco siempre será
su equipo. Así, con motivo de la visita del R. Madrid, en los prolegómenos y
sobre el césped del nuevo Los Cármenes, recibió la cerrada ovación de la
hinchada rojiblanca a la vez que el presidente Enrique Pina le entregó un
obsequio de recuerdo. Lástima que no tuviera más remedio que volverse a
Inglaterra y al Watford, donde también es un ídolo, con sus 20 goles que valieron
el ascenso a la Premier el año pasado y sus 16 en la 15-16, jugando ya en
máxima categoría.
* El Arabi. Posiblemente
El Arabi haya sido uno de los futbolistas más discutidos de la historia del
Granada CF. Al menos de la historia reciente. Se puede decir de él que nunca
fue del agrado de la gran mayoría de hinchas rojiblancos y en más de una
ocasión tuvo que oír abucheos. Sin embargo, nadie le puede discutir que
finalmente fue un fichaje rentable, y para quien lo dude ahí están sus 44 goles
de primera con los que ha inscrito para siempre su nombre en la historia del
GCF.
Porque
sus virtudes o carencias futbolísticas serán mayores o menores, pero lo cierto
es que esta temporada 15-16 ha batido un récord con 41 años de vigencia, el que
ostentaba Porta desde el 5 de enero de 1975, cuando consiguió su gol número 34
jugando en Primera División con el Granada CF y superó asimismo un récord
anterior que tenía 30 años y lo ostentaba Nicola desde 1945, con 33. El Arabi
superó ese número de goles de primera para los rojiblancos en la jornada 26: de
penalti, marcó para el Granada el único gol (su gol número 35) que valió los
tres puntos en el estadio de Riazor, en el partido en el que se estrenaba el
nuevo técnico Jose González, y esto ocurría el 28 de febrero de 2016. El Arabi,
nuevo máximo goleador del Granada en toda su historia de Primera División, no
sólo ha batido ese récord, se puede decir que lo ha pulverizado pues en las
restantes doce jornadas consiguió nueve goles más y ahora la nueva marca se ha
quedado en 44 (13 de penalti), diez más de los que obtuvo el mítico Porta, el
único Pichichi de la historia rojiblanca.
No obstante y aunque las comparaciones puedan ser todo lo
odiosas que queramos, creemos que no está de más señalar que el mañico Porta
jugó bastantes menos partidos de primera que el franco-marroquí y además
ninguno de sus goles los obtuvo con un remate a balón parado, y eso sin entrar
a evaluar el distinto fútbol que se practicaba en una y otra época, más
defensivo aquél de los primeros 70. Por otra parte, en el cómputo total de
goles de rojiblanco, ambos jugadores están igualados con la cifra de 45 cada uno,
ocupando los puestos 8º y 9º en el ranking de máximos realizadores rojiblancos,
con ligera ventaja para Porta sobre El Arabi por ser mejor su promedio al haber
disputado menos partidos.
Ha sido esta 15-16 la última de las cuatro que El Arabi ha
vestido de rojiblanco. Como otros integrantes de la escudería Pozzo, al cambiar
de manos el club ha emprendido viaje hacia otros lares (al fútbol catarí)
cuando aún le quedaba un año de contrato, y también como otros que se fueron
antes que él, su marcha deja en las arcas rojiblancas sólo unos pocos euros.
Realmente quien lo fichó y lo pagó fue Pozzo, aunque se dijo en su día que era
el fichaje más caro de la historia del Granada, y a la hora de su partida su
balance es muy positivo a pesar de que nunca llegó a conectar con la grada:
cada una de sus cuatro temporadas granadinistas ha sido máximo goleador del
equipo (17 goles en la recién terminada, de los que uno lo consiguió en Copa
del Rey), en el que todos los técnicos le dieron la titularidad, disputando un
total de 134 partidos (130 de liga) y consiguiendo 45 goles (44 en liga y uno
en copa). Y para silenciar a sus muchos detractores, habrá que recordar siempre
su grandísimo partido en el Santiago Bernabéu de esta temporada, donde demostró
que quizás de haber sido menos pobretón el potencial ofensivo del Granada en
sus cuatro temporadas rojiblancas (perpetuo talón de Aquiles desde el regreso a
Primera) seguramente su balance de cara al gol habría sido aún mejor. Toda la
suerte del mundo le deseamos en su nuevo destino.
*
Biraghi portero. Jose González se estrenó en el banquillo
granadinista con dos triunfos consecutivos ante rivales directos, Coruña y
Gijón, pero en su tercer partido se quebró la racha al caer derrotado en el
campo del Betis 2-0. Los dos goles llegaron en los últimos compases, y el
segundo, ya en el descuento, se lo hicieron al lateral izquierdo Biraghi,
ocupando la portería por expulsión injusta con todos los cambios hechos de
Andrés por unas manos fuera del área que sólo vio el árbitro Iglesias Villanueva.
El defensa italiano, muy cuestionado por crítica y afición, pero mantenido toda
la temporada de titular, entró así en la historia del Granada CF (aunque sea en
la pequeña) e inscribió su nombre junto al de otros que antes que él tuvieron
también que ponerse bajo palos sin ser esa su demarcación: González (padre),
Pepe Torres, Rafa Almagro, Santi Antonaya y Corona. Biraghi, que nunca destacó
por su buen hacer en el carril, tampoco se distinguió como guardameta y el
único disparo que le llegó acabó dentro de las redes, aunque en su descargo hay
que decir que quien impulsó el balón no fue otro que Rubén Castro.
* La mejor afición. La
torcida rojiblanca fue distinguida esta temporada por la Liga de Fútbol
Profesional, en colaboración con la asociación de peñas Aficiones Unidas,
con el premio Jugador Número 12, galardón anual instaurado desde 2008 y
que se otorga cada año a las hinchadas de los distintos clubes de Primera que
se hayan distinguido por su apoyo a su equipo y también por el fomento de la
amistad, el juego limpio y el respeto entre aficiones. El premio en sí, una
camiseta de color negro con el emblema de la LFP, enmarcada y con la leyenda
“jugador 12”, fue entregada en los prolegómenos del trascendental partido
Granada-Las Palmas de la antepenúltima jornada.
* El Granada-Las Palmas bajo
sospecha. Un señor de Armilla, de nombre José Guerrero, levantó una
polvareda al acusar ante los micrófonos de la SER a Enrique Pina de amañar el
resultado del partido de la jornada 36 en el que el Granada derrotó 3-2 al Las
Palmas. Según Guerrero, Pina le entregó la suma de 600 000 € con el encargo de
custodiarlos y entregarlos a una determinada persona si el Granada conseguía la
victoria en ese partido a vida o muerte, y añadió que se había decidido a
denunciar porque Pina no le había pagado la comisión prometida por la gestión,
y que estaba recibiendo amenazas. La grave acusación no se quedó en su mera
difusión en el programa “El Larguero” que dirigía José Ramón de la Morena, sino
que Guerrero presentó formalmente denuncia ante el Juzgado de Instrucción nº 9
de Granada.
La
inmediata contestación del todavía presidente del Granada desmintió punto por
punto las acusaciones dando cuenta de que todo ya había sido puesto en
conocimiento de las autoridades policiales, federativas y de la Liga
Profesional, sembrando dudas sobre la cordura de Guerrero, al que acusaba a su
vez de extorsionador. El club canario por su parte no se quedó atrás y también
desmintió todo en un comunicado oficial.
Tan
graves acusaciones movieron a la LFP y a su presidente Javier Tebas a iniciar
una investigación acerca de todo lo sucedido.
En el
momento de redactar este resumen de la temporada nada más se sabe de la
cuestión, ni en un sentido ni en otro. Habrá que esperar futuros
acontecimientos.
* Diego Mainz. Mainz (a quien por cierto hemos venido nombrando siempre
mal ya que su verdadero apeliido es Mainz, con acento en la i) fue el primer
fichaje que trajo al Granada el trío Pozzo-Pina-Cordero, fichaje sonado en su
día al tratarse de un central cotizado y habérselo quitado a clubes por
entonces en Segunda. Su venida al Granada en 2009, a los pocos días de
conocerse la intención de los Pozzo de invertir en el Granada y sacarlo de las
catacumbas, fue la prueba de que lo que predicaban iba en serio. En el Granada
ha permanecido las siete temporadas del imperio Pozzo y excepto en esta última
en todas las demás ha jugado siempre (171 partidos en total) y siempre a
buenísimo nivel hasta convertirse en otro de los ídolos de la afición. Ha
cumplido más que de sobra, pero ésta ha sido su última temporada entre nosotros
porque los años no perdonan y su contrato ha expirado.
Se va pero nos deja dos récords goleadores curiosos. Es, con 15 goles rojiblancos, el primer específicamente defensa que aparece en la lista de goleadores de todas las épocas, aunque esto merece una matización: Máinz figura en el puesto 81, con 15 goles, pero por encima, puesto 48, aparece Lucena con 20 goles, y en el 55 Millán, con 18, lo que ocurre es que Lucena (10 temporadas) no siempre jugó en el Granada de defensa, ocupando muchas veces el medio campo, y Millán (14 temporadas) marcó casi la mitad de esos goles alineándose de delantero centro en la 47-48, con Valderrama de entrenador, así que, en puridad, se podría decir de Máinz que es el defensa más goleador de la historia del Granada.
Y tiene también otro récord absoluto, negativo en este caso: es el futbolista rojiblanco que más goles en su portería ha marcado: 4 en total (los siguientes en la lista llevan dos, si mis datos no están equivocados, claro: Vicente Díaz, José Manuel Santos, Tabuenka, Joyce Moreno). Y el récord podía ser aún mayor y elevarse a cinco según las distintas crónicas que pueden leerse.
Era el único que quedaba del gran
Granada de Fabri que ascendió a primera en Elche en 2011.
UN PARTIDO PARA EL RECUERDO
Sevilla 1 Granada 4
Domingo
8 de mayo de 2016
Partido
correspondiente a la jornada 37 y penúltima de 1ª división, Liga BBVA
Estadio:
Sánchez Pizjuán, 22.000 espectadores en tarde lluviosa y fresca
Árbitro:
Undiano Mallenco, navarro. Amonestó a Kolo, Curro, Carriço y Diogo del Sevilla,
y a Doucouré del Granada
Entrenador:
Jose González
Presidente:
Enrique Pina
Alineación del Sevilla
Beto, Diogo, Nico
Pareja (Carriço 77’), Kolo, Escudero, Cristóforo, Iborra, Curro, Konoplyanka,
Juan Muñoz (Diego González 72’) y Fernando Llorente (Carlos Fernández 63’)
Alineación del Granada CF
Andrés Fernández,
Miguel Lopes, Babin, Ricardo Costa, Biraghi (Lombán 76’), Rubén Pérez (Fran
Rico 76’), Doucouré, Cuenca, Rochina (Krhin 82’), Peñaranda y El Arabi
Los
goles
0-1, min. 45, Cuenca
1-1, min. 74, Diego González
1-2, min. 79, Babin
1-3, min. 86, El Arabi de
penalti
1-4, min. 88, Cuenca
Desde el cambio de responsable del banquillo
rojiblanco y con la incorporación de los fichajes de invierno, el Granada había
experimentado en el tramo final de la liga una notoria mejoría en la faceta
defensiva, traducida en que se habían acabado las facilidades que los
contrarios encontraban para golear. Con Jose González se habían ido sumando
poco a poco puntos importantes y se había abandonado la zona de descenso,
aunque sin alejarse de la misma. Tras vencer la jornada anterior al Las Palmas
en el nuevo Los Cármenes, comparecía el Granada en Nervión en la jornada 37 con
posibilidades de eludir un año más un descenso al que muchos lo habían visto
irremisiblemente condenado. Cuando parecía imposible, se había conseguido
llegar a la recta final dependiendo de las propias fuerzas y una victoria en
cualquiera de los dos partidos que faltaban casi seguro daría la permanencia.
Lo malo era que los dos partidos había que jugarlos ante rivales muy cualificados,
el Sevilla a domicilio, a poco de renovar por quinta vez su reinado en la
Europa League, y posteriormente el Barcelona en casa, luchando muy
estrechamente con R. Madrid y At. Madrid por el título liguero (que acabaría
conquistando en Los Cármenes).
Recuperado, si no el completo optimismo, al menos el
ambientillo entre la afición rojiblanca tras la victoria frente al Las Palmas,
la hinchada preparó con antelación un masivo desembarco en Sevilla, a lo que
ayudó mucho que Pina y la plantilla costearan de su bolsillo el alquiler de los
autobuses que en número superior a los 20 se desplazaron siguiendo a los
rojiblancos, y no contento con eso, el propio Pina regaló a los hinchas
granadinistas las 1.100 entradas que el Sevilla puso a disposición del club.
Unos 2.500 seguidores rojiblancos se hicieron notar en las gradas de Nervión,
que sólo se llenaron a medias porque los locales a esas alturas no podían
mejorar su clasificación liguera y lo que de verdad les preocupaba era la
inmediatez de dos importantes finales a disputar: la primera, de Europa League,
nueve días después en Basilea frente al Liverpool (al que vencieron 1-3 y
conquistaron su quinto título, tercero consecutivo); la segunda, a los cinco
días de la anterior, la final de la Copa del Rey en el Vicente Calderón ante el
Barcelona (perdió el Sevilla 2-0).
Precisamente esa doble circunstancia fue la que más jugó a
favor del Granada. Habría que recurrir una vez más a la tópica buena estrella
que desde que llegó Pina por estas tierras viene acompañando al equipo
rojiblanco para explicarlo. Gracias a que los sevillanos pensaban en esos
momentos mucho más en Basilea y Madrid que en su penúltimo partido de liga, el
equipo rojiblanco no tuvo que enfrentarse al Sevilla titular y los locales
encararon el choque con una alineación reserva, completada con algunos elementos
del filial de 2ªB y en la que faltaban varias de sus estrellas, en especial su
ariete goleador, el francés Gameiro.
Cuenca, otro de los refuerzos de invierno, adelantó a los
nuestros con el llamado gol sicológico al filo del descanso, aprovechando un
balón medido de El Arabi (lo van a echar de menos aquellos que le pitaban).
Empató para los sevillanos mediada la segunda mitad el defensa del filial
sevillista Diego González, de tacón y en el primer balón que tocaba tras el
saque de una falta lateral; curiosamente este González jugó siete partidos en
la anterior temporada 14-15 en el Granada B cedido por el Cádiz para la recta
final del campeonato. Pero el Granada se fue a por la victoria consciente
además de que en esta jornada de horarios unificados el triunfo daba
matemáticamente la permanencia, conociendo lo que estaba ocurriendo en otros
campos. Gracias a que los locales pecaron todo el partido de falta de
intensidad, en cinco minutos pudo el Granada ponerse nuevamente por delante al
desviar levemente de cabeza Babin desde cerca un envío de falta centrado por
Cuenca. Poco después El Arabi hacía su gol rojiblanco de récord en Primera,
número 44, y ponía el 1-3 de penalti por derribo al lateral portugués Miguel
Lopes. Y a falta de dos minutos para el final Cuenca, en su mejor partido como
granadinista, se aprovechaba de un error de la zaga local y establecía el 1-4
definitivo.
Con la inmensa alegría de la amplia representación
granadinista en las gradas, jugadores, técnicos y directivos celebraron sobre
el césped de Nervión el nuevo milagro rojiblanco al señalarse el final. Igual
que en las cinco temporadas precedentes se había logrado la permanencia cuando
pocos creían en ella.
Los
abundantes hinchas granadinistas presentes tuvieron que sufrir durante buena
parte de los noventa minutos la molesta lluvia y padecieron también largamente
la incertidumbre por el resultado, que de no haber sido la victoria hubiera
obligado a la misión imposible en los tiempos que corren de ganar sin más
remedio el último partido ante un Barcelona que también necesitaba los tres
puntos para que no se le escapara la liga. Pero qué le van a hablar de
sufrimiento a una hinchada como la rojiblanca. A fin de cuentas, al sufrimiento
estamos abonados, no ya desde las últimas cinco temporadas, el no ver la luz
hasta casi el final o al final mismo es prácticamente una constante en la
historia del Granada mientras militó en máxima categoría en cualquiera de sus
épocas. Hasta diez minutos para el pitido final no pudo la torcida sacudirse la
tensión. En sentido figurado se podría decir que en esos momentos se despejaron
las nubes y lució un espléndido sol, el sol de la permanencia por sexto año
consecutivo entre los grandes. Pero tampoco mentiríamos si nos remitimos
estrictamente a lo que ocurrió: por fin dejó de llover y se abrieron los cielos
a la vez que iban llegando los tres goles rojiblancos y con ellos la
importantísima victoria que dejaba una vez más al Granada en Primera División,
a lo que también ayudaron los resultados negativos de rivales directos. Bonita
parábola con la que concluir los padecimientos forofísticos.
LOS QUE HICIERON HISTORIA EN EL GRANADA CF
Pozzo-Pina-Cordero
Hay que remontarse al verano de 2009 para hacerse una idea
aproximada de lo que era el Granada CF y lo que es apenas siete años después,
al terminar la era Pozzo. En lo futbolístico el Granada de la 08-09 acabó la
liga clasificado en el puesto 10º del grupo IV de 2ª B, no sin sufrimiento y
después de haber ocupado algunas jornadas puestos de descenso, y todo en medio
de asistencias al estadio que en muchas ocasiones no llegaron al millar de
aficionados.
En lo
institucional las cosas estaban aún peor en 2009, con el agotamiento del
sanzismo y su mutis en mitad de la representación que obligó a improvisar sobre
la marcha una gestora liderada por Ignacio Cuerva, quien mal que bien pudo
capear el temporal y al menos concluir el año en espera de mejores perspectivas.
Los futbolistas arrodillados sobre el césped implorando lo que les pertenecía después
de largos meses podría ser la imagen icónica de la situación de la entidad
rojiblanca en la temporada recién concluida. La deuda del club, duplicada por
los Sanz y cercana a los 12 millones €, sembraba dudas sobre el futuro más
inmediato del Granada CF, dudas sobre su existencia misma y también dudas
acerca de cuáles serían sus aspiraciones deportivas en el caso de que hubiera
continuidad. Y, de haberla, todo apuntaba a que tendríamos que conformarnos con
un modesto equipo de andar por casa sin miras de mejora, que era lo único -se
decía- que podíamos costear.
En esas resignadas y deprimidas tribulaciones estábamos los
escasos hinchas que todavía le quedaban a nuestro Granada cuando de pronto se
iluminaron los firmamentos y todas las galaxias forofas al llegar de Italia,
vía Onda Cero local, una buenísima noticia a principios de julio de 2009: la
familia Pozzo, propietaria del club Udinese Calcio, de la serie A italiana,
estaba decidida a invertir en el club rojiblanco, convirtiéndolo en SAD y
llevándolo pronto al fútbol profesional. Llegarían de la mano de Enrique Pina,
y con él su mano derecha, Juan Carlos Cordero. En
aquellos momentos se habló en la prensa de que al Granada CF le había tocado un
premio gordo de la lotería.
El padre, Giampaolo, empresario de Udine, en el norte de
Italia, fue el fundador del imperio futbolero Pozzo al adquirir el club de su
ciudad en 1986, el Udinese, un histórico del fútbol italiano cuyo mayor logro
fue un subcampeonato de liga a mediados de los años 50 para después desaparecer
largo tiempo en categorías inferiores. Con altibajos y con algún descenso por
un escándalo relacionado con las apuestas, a mediados de los 90 entra en acción
el hijo y segundo de la dinastía, Gino, y con él se transforma el club que
desde entonces ha militado ininterrumpidamente en la serie A y en la actualidad
es un equipo que incluso juega competiciones internacionales cuando siempre fue
de los de la mitad baja de la tabla. El secreto radica en la importante red que
creó Gino, extendida por todo el mundo con principal presencia en África y
Sudamérica, de ojeadores (patrones de
pesca se les denominaba antaño) que descubran madera de cracks futboleros
en agraz para incorporarlos y una vez fogueados, en pocos años venderlos con
importantes ganancias. Con esa filosofía les ha ido excelentemente bien a los
italianos, que han recogido grandes beneficios en transacciones de nombres muy
conocidos. Hasta cien futbolistas podrían tener en nómina los Pozzo.
Podían
haber escogido otras ciudades y otros clubes de características similares para
ampliar su negocio y tener más oportunidades de colocar su producto, pero
eligieron al Granada en 2009 y desde ese momento cambiaron radicalmente la
historia rojiblanca. ¿Qué en estos siete años se han forrado a nuestra costa?
No hay que dudarlo, pero tampoco hay nada que reprochar porque de antemano se
sabía que ésa era la principal motivación que les trajo por estos andurriales y
también los granadinistas nos hemos beneficiado estos siete años y hemos visto
de rojiblanco a jugadores que siempre recordaremos y que de no haber sido por
los Pozzo y su Monopoly futbolero de compro-cambio-vendo seguramente nunca
habrían aterrizado por aquí ni nos hubieran obsequiado con los dos ascensos y
las cinco temporadas en primera, un ciclo que ahora se cierra y que es sin duda
lo mejor que futboleramente hablando se ha visto en Granada en los últimos
cuarenta años.
Lo que
ya fue menos sufrible para la hinchada rojiblanca en estos siete años fue la
costumbre de los propietarios del club de vender a nuestras estrellas a la
menor oportunidad y debilitar al equipo. Ciertamente ese afán por buscar
rentabilidad inmediata difícilmente se podía traducir en la proyección del
Granada para de esa forma dejar de estar siempre viviendo en el filo de la
navaja como ha sido la tónica de las últimas cinco temporadas. La ausencia de
una mayor ambición enfocada al crecimiento deportivo de la entidad y no a su
exclusivo enriquecimiento podría ser la única crítica seria a los hasta hace
poco propietarios del club.
La
idea de traer a los inversores italianos fue de Enrique Pina, convencido por
Javier Jiménez, por entonces presidente de la Cámara de Comercio de Granada, y
por Pedro González Segura, miembro de la gestora que en esos momentos presidía
Ignacio Cuerva. El ex propietario del extinto club Ciudad de Murcia que
vendiera en 2007 a Carlos Marsá y éste convirtiera en el Granada 74 que militó
en segunda A en la 07-08 y del que el propio Pina fue mánager general, también
se dedica a los negocios futboleros de mover jugadores, aunque a mucha menor
escala, y ya sabía de la intención de los Pozzo de ampliar sus mercados. Pina
ha sido “nuestro hombre en España” para los Pozzo y la cabeza visible para
gestionar su inversión, ocupando la presidencia rojiblanca desde diciembre de
2009 hasta junio de 2016. Con algunos amagos de abandonar prematuramente su
puesto en el Granada y con algún que otro coqueteo con otros clubes españoles
que habrían molestado a la afición por lo que pudieran tener de distracción de
su tarea principal al frente de la entidad rojiblanca. Ahora se marcha al
Cádiz, club con el que siempre simpatizó y que fue el centro de esos escarceos
extra granadinistas, a tratar de repetir los buenos resultados que le han
acompañado en su periplo granadino.
El
Cádiz es también el destino de la mano derecha de Pina, Juan Carlos Cordero, ex
futbolista rojiblanco sin suerte en los 90, estos siete años al frente de la
parcela estrictamente deportiva en la que ha sido el encargado de cerrar las
incorporaciones de futbolistas y sus salidas, labor nada fácil que cumplió de
forma brillante, sobre todo al principio, cuando disponía de más libertad para
cerrar fichajes y los inversores no restringían tanto su margen de maniobra e
imponían determinados jugadores que en condiciones normales quizás nunca
hubieran aparecido por estas tierras.
Nos
consta que ambos, Pina y Cordero, dejan a disgusto Granada y al Granada. Las
desavenencias de las que habló la prensa en el verano de 2015 entre inversor y
gestor podrían ser la causa última de su salida, aunque los protagonistas
negaron en su día tales desacuerdos. Pina intentó hasta última hora continuar,
apoyado por un inversor que igualara los millones que estaba dispuesto a pagar
el nuevo propietario, pero parece ser que los Pozzo estaban ya comprometidos a
su venta al capital chino. En cualquier caso, el balance de la pareja es muy
positivo y ambos dejan un magnífico cartel entre la afición.
Como
además de su aventura granadina los Pozzo quisieron seguir ampliando sus
florecientes negocios, en 2012 adquirieron otro club, el Watford inglés, al que
con su buena gestión han conseguido ascender a la Premier, donde los dineros de
las televisiones además de ser bastante más sustanciosos no se distribuyen de
la forma desproporcionada e injusta que caracteriza a la liga española. La
llegada a la escudería Pozzo de este nuevo fórmula uno, que dispone de
capitales para elaborar unos presupuestos que quedarían a años luz de los que
puede allegar nuestro Granada. Todo parece indicar que ésa es la causa de que
los patrones italianos hayan perdido gran parte de su interés por mantener su
inversión en el sur de España y prefieran centrarse en sus mucho más
sustanciosos negocios británicos, y así hayan decidido desprenderse del Granada
vendiendo su paquete de acciones. Al menos eso es lo que parece desde fuera.
Realmente no sabemos nada o casi nada del alcance final de esta operación y lo
que pueda resultar en un futuro, porque otra de las características de la era
Pozzo ha sido su hermetismo, su opacidad a la hora de explicar bien al hincha
por dónde han ido los tiros y los propósitos en muchas de las operaciones que
se han cocido en los siete años, y esta venta podría no serlo tanto (recordemos
que el filial Granada B no entra en la operación, al menos por ahora) y
responder más bien a su afán por seguir ampliando su negocio y aprovechar las
muchas posibilidades de una economía emergente y súper poderosa como la china
actual.
En cualquier caso, las razones de la afición granadina para
estar eternamente agradecidos al apellido Pozzo son grandes y de peso. Desde la
llegada de los Pozzo se puede hablar de un giro de 180 grados en la historia
del GCF. Pozzo, Pina y Cordero trajeron esa misma temporada 09-10 la Segunda
División tras 22 años de ausencia para en otra más conseguir que el histórico
Granada volviera a Primera División después de 35 años sin pisarla. Pero ahí no
se agotó su buen hacer, además de mantener al equipo en máxima categoría cinco
temporadas, lo han convertido en SAD, una sociedad con deudas a cero, y encima
lo han dotado de instalaciones propias donde llevar a cabo todo el trabajo de
preparación deportiva necesario, que era otra de las principales carencias que
se venía arrastrando largos años.
Creo que no hace falta insistir en el hecho de que el trío
se ha ganado por derecho propio que sus nombres figuren para siempre en las
mejores páginas de la historia del Granada CF. Sólo queda desearles éxitos
parecidos a los que han conseguido en Granada y a nosotros, como granadinistas,
estar agradecidos por lo que nos dieron y esperar que no tengamos que añorar
los tiempos idos, porque eso será señal de que los que vienen a ocupar su lugar
también hacen las cosas bien.
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