HISTORIA
DEL GRANADA CF
Capítulo
80
Temporada 2011-2012
BIEN
ESTÁ LO QUE BIEN ACABA
La
temporada del reencuentro con la Primera División no fue muy buena. Casi toda
ella estuvo el Granada rondando los puestos de descenso, en gran parte debido a
su muy escaso poder goleador, baste el dato de que el máximo artillero fue un
defensa, Siqueira, y debido también a lo tardío de la confección de la
plantilla, agravado por las numerosas lesiones de larga duración. Pero desde el
punto de vista del objetivo que se perseguía sí fue una buena temporada puesto
que se consiguió la permanencia entre los grandes, aunque ésta no llegó hasta
el último minuto de la última jornada. Esa salvación no se consiguió en el
campo donde el Granada cerraba la liga, Vallecas, ni a pies de alguno de sus
jugadores, sino que vino de Villarreal y la trajo el At. Madrid y su goleador
Falcao, pero, salvación a fin de cuentas, hay que dar por bueno lo que bien
acabó.
Por
tercer año consecutivo vivió el granadinismo un final de temporada de infarto,
y por tercer año consecutivo hubo final feliz. Y es que Pina-Pozzo trajeron a
Granada su dinero y una forma exitosa de entender el fútbol y manejar
futbolistas, pero también trajeron y entre nosotros sigue (y que dure) su buena
estrella, que proporcionó a la sufrida hinchada, en las dos temporadas
anteriores y en ésta, triunfos con los que muy poco antes no se podía ni
soñar.
Ampliación
del nuevo Los Cármenes
El
primer problema que trae el ascenso a Primera División es que el Nuevo Los
Cármenes es insuficiente para albergar a una afición que se cuenta por decenas
de miles. Cuando en 1994 se construyó el nuevo campo, se hizo con criterios de
aquella época, después de muchos años en el tercer nivel del fútbol. Lo que no
se previó es que en una categoría superior resultaría excesivamente pequeño.
Esto ya habíamos tenido oportunidad de constatarlo en la temporada anterior,
cuando el ascenso a Segunda trajo el récord histórico de más de 10.000 socios y
el campo del Zaidín se quedó pequeño, sobre todo en la emocionante recta final
que trajo el ascenso.
El
alcalde Torres Hurtado ya había prometido el cierre de las cuatro esquinas del
nuevo Los Cármenes para aumentar el aforo si el equipo subía, pero nada se
había hecho. Como solución provisional se contrata por el municipio la
instalación en esas esquinas de gradas supletorias sustentadas por estructuras
metálicas que permitan instalar varios miles de nuevos asientos. Al mismo
tiempo se procede a reducir el espacio de separación entre los asientos ya
existentes, con lo que se pretende hacer sitio a otras mil y pico localidades,
y además se aprovechan determinados espacios libres y así se ganan otras mil
nuevas plazas. Todos los trabajos se llevan a cabo en el verano de 2011 y
cuando arranca la liga el aforo del nuevo Los Cármenes ha aumentado en más de
seis mil, llegando hasta los 22.500 espectadores.
Pero
hasta ese nuevo aforo se muestra incapaz de albergar a tanto aficionado deseoso
de obtener un abono. Todos no caben, por lo que, ante la avalancha de
solicitudes de nuevos abonados, el club decide que los candidatos se inscriban
en su web oficial para proceder después a un sorteo ante notario. Las
inscripciones superaron las 30.000, de los que cuatro mil resultaron
agraciados. De esta manera, en la temporada que nos ocupa queda pulverizado el
récord de la anterior y casi son 16.000 los abonados. Abonados, que no socios,
porque en el Granada CF SAD ya no existe la figura del socio de toda la vida.
Es un récord absoluto en la historia del club, y eso a pesar de que los precios
de los abonos han experimentado un incremento superior al 200%, y oscilarán
entre los 340 y los 1.100 €.
Una
plantilla tardía
Fabri
se ha ganado la renovación después de conducir al equipo en dos años de 2ª B a
1ª y, naturalmente, continúa como técnico. A sus órdenes se lleva a cabo una
pretemporada, con estancia de una semana en la Manga del Mar Menor, en la que
no está el grueso de los futbolistas con los que tendrá que componer sus
alineaciones cuando eche a rodar en serio el balón. Y es que uno de los
principales hándicaps del Granada de cara a su vuelta a Primera será lo mucho
que se tardará en confeccionar una plantilla para luchar por la permanencia,
que es el objetivo. Entre lo tardío de la finalización de la temporada anterior
y el tratarse de un equipo nuevo en la categoría al que no quieren venir
jugadores de cierto nivel, resulta que la mayoría de esos fichajes que se
supone darán el salto de calidad se retrasan hasta bien entrado agosto, una
semana antes de empezar la liga, cuando vienen cinco de una tacada procedentes
del Benfica: Carlos Martins, Franco Jara, Julio César, Ribeiro y Yebda, los
tres primeros cedidos por un año y los otros dos fichados. Ribeiro, lateral
izquierdo que en su día fue internacional portugués, sólo se alineará en una
ocasión para ser dado de baja en el mercado de invierno, y el medio centro
defensivo internacional argelino, Yebda, empezará de titular, aunque sin
aportar gran cosa, para lesionarse a mediados de temporada y ya no jugar más,
justo cuando parecía estar llegando a su mejor momento. Los cedidos si fueron
bastante utilizados.
Otro
que llega a última hora es el que se convierte en ese momento en el fichaje más
caro de la historia del Granada (cuatro millones y medio), el defensa central
internacional senegalés Pape Diakahté. Su rendimiento quedó muy lejos de estar
a la altura de lo que costó, y para colmo se lesionó y sólo doce partidos
vistió de rojiblanco. Y con la temporada ya en su segunda jornada llegarán
todavía dos más: el medio centro defensivo Moisés Hurtado, que sólo contará al
final, y el delantero nigeriano Ike Uche, que en Granada, donde llega cedido
del Villarreal, sólo marcará tres goles a pesar de ser titular.
Otros
fichajes
Antes
habían fichado, y sí hicieron pretemporada: David Cortés, lateral derecho ya
veterano que vino del Hércules, que jugó sólo unos pocos partidos; y Jaime
Romero, joven atacante de banda que jugó algo más hasta lesionarse, cedido por
Udinese que lo fichó en edad juvenil dos temporadas atrás del Albacete. También
pudieron hacer la pretemporada dos que no van a jugar apenas, Pamarot, central
francés del Hércules que solamente va a ser utilizado en tres partidos; y
Mollo, francés al que apodan “el Cristiano Ronaldo de Mónaco”, equipo del que
viene; es un atacante de banda, internacional en categorías inferiores, que
parece un buen fichaje pero que en el Granada jugará sólo siete partidos sin
que se le vea nada de particular para marcharse en el mercado de invierno
cedido al Nancy. Caso único es el de Corrales, lateral izquierdo que
posiblemente sea el fichaje más breve de la historia granadinista ya que apenas
estará un mes entrenando para recibir la baja antes de empezar la liga tras
jugar sólo algún amistoso.
Sí que
hubo acierto con Fran Rico, que proviene del filial madridista y que en su
puesto de medio centro ofrecerá grandes partidos hasta lesionarse y perderse
gran parte de la temporada.
Mal
comienzo
Con
tanta incorporación de última hora, los primeros compases granadinistas no son
nada halagüeños. La liga se retrasó en
una semana a causa de una huelga convocada por la AFE para presionar la
negociación de un nuevo convenio colectivo. El Granada tenía que haber debutado
en el campo del Español, jornada que se jugó finalmente después de haberse
disputado todas las de la primera vuelta, ya en enero de 2012. La que debería
haber sido segunda jornada se convirtió en la primera y de debut, con la visita
de otro recién ascendido, el Betis, que venció en Los Cármenes 0-1 el sábado 27
de agosto de 2011. La segunda jornada es una nueva derrota, 4-0 ante el Málaga
del jeque Abdullah Ben Nasser Al Thani, hecho a base de talonario y con varios
internacionales, que apenas tiene que esforzarse para golear. El Granada,
deslavazado con tantos jugadores que acababan de conocerse, dio excesivas
facilidades en defensa y pudo salir goleado todavía por más diferencia, y
prácticamente no inquietó la portería contraria. Dos jornadas se han jugado y
nuestro Granada es colista.
El
primer triunfo llega en la jornada tercera, en casa ante el Villarreal, y
supone abandonar la cola. Un solitario gol de Uche (cedido del Villarreal) de
cabeza a preciso centro desde la izquierda de Siqueira y el fallo de un penalti
por los forasteros dejan los tres puntos en casa y tranquilizan algo ciertos
nervios ante los dos malos partidos ya disputados. Las siguientes seis jornadas
sólo aportan dos puntos y un gol más rojiblanco, y el Granada cae nuevamente al
farolillo rojo.
Reacción
La
segunda victoria llega en la jornada diez contra todo pronóstico en el Sánchez
Pizjuán. Un gol sevillista antes de cumplirse el primer minuto pareció que
bastaría, pero el Granada, con Roberto sobresaliente, parando todo lo parable,
consiguió voltear el marcador con goles de Geijo y Mikel Rico y puntuar fuera
de casa por primera vez en esta liga, consiguiendo de paso algo histórico ya
que es ésta la primera vez que el Granada gana al Sevilla en su campo. De esa
forma iniciaba su mejor racha, cinco partidos seguidos sin perder, y conseguía
alejarse algo de los puestos de descenso.
El paraguazo
Uno de
los partidos de esa racha de cinco, el de la jornada 13 ante el Mallorca en Los
Cármenes, trajo bastante cola. Cuando mejor actuaba el Granada y había
conseguido darle la vuelta a un marcador adverso con goles de Siquiera y
Martins, un paraguas salido desde las primeras localidades del fondo sur
impactó en la mejilla del linier de la banda de tribuna, produciéndole un
arañazo del que sangraba, por lo que el árbitro, Clos Gómez, suspendió el
encuentro en el minuto 61. El presunto agresor, un inmigrante marroquí de 15
años interno en un centro de acogida, fue detenido casi inmediatamente gracias
a las imágenes de la TV.
Finalmente,
el Granada sólo fue sancionado con una multa de 6.000 €, y apercibimiento de
clausura de Los Cármenes, jugándose los restantes casi treinta minutos dos
semanas después en el mismo escenario, pero a puerta cerrada. Y esa media hora
larga que quedaba trajo también una larga polémica porque el colegiado Clos
Gómez pareció tomarse su particular venganza por lo del paraguas y a las
primeras de cambio señaló un penalti dudoso a favor del Mallorca que supuso el
empate a dos, y no contento con eso, ante un clarísimo derribo a Uche en el
área visitante pitó penalti en primera instancia para arrepentirse sobre la
marcha y señalar saque de esquina.
Bien situado a mediados de
liga
La
siguiente salida, a San Mamés, supone una nueva victoria que acaba de
redondearse con otra victoria, en casa ante el rival directo Zaragoza. De esta
forma alcanzaba el Granada la mejor clasificación de toda la liga, más cerca de
los puestos medios que de los bajos.
Una
derrota mínima en Getafe acaba con la racha, pero a la jornada siguiente vence
el Granada al Levante, en esos momentos en zona Champions, completado con una
nueva victoria insuficiente en Copa (2-1 frente al 4-1 de la ida) ante la R.
Sociedad. Así los jugadores rojiblancos se marchan de vacaciones de Navidad en
el mejor momento de toda la temporada y dejando al equipo en la zona templada
de la clasificación y a no excesiva distancia de los puestos que dan derecho a
jugar competición internacional.
Fabri destituido
Las
vacaciones navideñas parecieron no sentar bien a los nuestros porque fue
empezar 2012 y llegar consecutivamente tres derrotas. La primera de ellas
previsible, en el Bernabéu, donde sufrimos un 5-1 en contra inapelable. Lo
mejor de ese partido fue el magnífico ambiente creado por la presencia de unos
10.000 hinchas del Granada, que no pararon de animar a pesar del resultado
adverso. La segunda de esas derrotas fue de las que escuecen bastante, en Los
Cármenes ante el Rayo Vallecano (1-2), Y la tercera (3-0) fue también bastante
dolorosa por lo ramplón del juego granadinista en el campo del Español, en el
partido que correspondía a la primera jornada pero que la huelga de futbolistas
convirtió en la 19ª y última de la primera vuelta.
Después
de la visita a Cornellá queda el Granada en el puesto 18º. En tres partidos
aciagos hemos pasado de cierta euforia y hablar de la posibilidad de jugar en
Europa a entrar de lleno en puesto de descenso.
Los
resultados positivos que llegaron mediada la primera vuelta habían salvado a
Fabri de la destitución, pero esta mala racha precipita su cese. «Fabri tenía
mala relación con los jugadores», declara Pina a los medios para justificar su
despido.
Abel Resino
Para
sustituirlo viene Abel Resino, antiguo conocido de Pina como entrenador que fue
en su día del Ciudad de Murcia. El debut de Abel no pudo ser mejor y el Granada
con una gran actuación, quizá la mejor de toda la liga, ganó al Betis en el
Villamarín en el primer partido de la segunda vuelta.
El
segundo partido de Abel Resino es otra victoria, y muy importante, al
conseguirse ante el gallito Málaga en un encuentro que se juega en lunes (como
en la ida) y por esa razón no volvemos a vivir uno de aquellos sabrosos derbis
de otras épocas pues son pocos los malagueños que vienen siguiendo a su equipo
pese a marchar muy bien en la tabla y alcanzar esta temporada su mejor
clasificación histórica, al quedar cuarto y disputar Champions League.
Abel
le da otro aire al equipo, más ambicioso y más vistoso para el espectador, y
consigue, al menos al principio, que determinados hombres, rindan bastante más
de lo que venían haciéndolo cuando el entrenador era Fabri, En dos buenos
partidos y sendos triunfos hemos conseguido de nuevo alejar el fantasma del
descenso y vuelve el optimismo. Lo malo es que cuando el equipo titular parecía
por fin haberse definido y que empezaba a carburar, llegaron las lesiones de
larga duración de hombres que estaban rindiendo a buen nivel, como Yebda, Fran
Rico, Diakhaté y Roberto, que ya no volvieron a poder ser utilizados hasta
finalizar el campeonato, a los que hay que unir a Máinz, que toda la temporada
anduvo renqueante y por esa razón tampoco se pudo contar con su importante
concurso en la decisiva recta final.
Con
Abel el equipo mejoró en su juego y de esta forma transcurrió todo el
calendario que quedaba por jugarse. Muy
positiva fue la imagen ofrecida en el Camp Nou, donde el Granada llegó a
igualar un 2-0 adverso, con Siqueira luciéndose en el lanzamiento de un penalti
al estilo Panenka, en un partido que acabó 5-3. Los triunfos caseros ante
R.Sociedad, Gijón, Getafe y Español, más el que se consiguió a domicilio en
Santander y el empate sin goles en Mallorca dieron lugar a que ya el equipo no
volviera a caer a puestos de descenso e incluso llegó a tener una ventaja de
ocho puntos con la zona fatídica faltando sólo cuatro jornadas para el final.
Final
de infarto
La
pingüe diferencia con el descenso fue menguando peligrosamente, debido más que
nada a la sospechosa reacción de los que venían por detrás, en especial el
Zaragoza, y al llegar las dos últimas jornadas, con el Santander, ya
descendido, para las dos restantes plazas había hasta cinco candidatos:
Granada, Zaragoza, Rayo Vallecano, Villarreal y Gijón (descendieron los dos
últimos).
Sin
ninguna sensibilidad para con el Granada, fue designado para dirigir el vital
encuentro de la penúltima jornada ante el Madrid el árbitro Clos Gómez, el del
paraguazo a su linier frente al Mallorca, que para más inri es zaragozano y
zaragozista. El partido se puso pronto de cara para el Granada, que se adelantó
con un gol de Franco Jara y parecía que la necesaria victoria se quedaría en
casa porque el Madrid, que una semana antes se había proclamado campeón de
liga, no jugaba con todos sus mejores efectivos y tampoco se empleaba a fondo.
Así hasta que faltando diez minutos, en un forcejeo entre Moisés Hurtado y
Cristiano Ronaldo en el área granadina a la salida de un córner, Clos obtuvo lo
que parecía ansiar, tener la mínima escusa para señalar un penalti en contra
del Granada y seguir paladeando su particular vendetta por lo del paraguazo.
Fue una pillería de Cristiano en una acción que no era ni falta (de lo
contrario en cada partido se tirarían unos cuatro o cinco penaltis por cada
equipo) o en todo caso era falta del atacante, que se dejó caer hacia atrás
arrastrando a Moisés Hurtado, a quien mantenía sujeto por el cuello. Clos, que
hasta ese momento estaba haciéndolo bien, señaló un penalti inexistente que
costó el empate merengue.
Pero
no acabaron ahí nuestras cuitas porque con el tiempo cumplido David Cortés
marcó en propia puerta el gol del triunfo madridista. Y para empeorar más aún
las cosas, nada más señalarse el final del partido (sin dejar al Granada sacar
un córner) se lió toda una bulla de jugadores granadinistas en torno de Clos en
la que vieron la roja directa Moisés Hurtado y Siqueira, por insultos (cuatro
partidos de sanción a cada uno), y en medio de la cual Dani Benítez acertó en
pleno rostro del colegiado aragonés con una botella de refresco, de plástico,
acción que pudo ver toda España y por la que le cayeron tres meses de
suspensión, o sea, hasta finales de noviembre de la temporada siguiente, porque
sólo se computa el periodo en que haya competición.
San
Falcao
Con ese pesimista panorama llegamos a la última
jornada, en el campo del Rayo Vallecano, también muy amenazado, donde hubo que
completar la convocatoria con tres jugadores del filial Granada B por las
forzadas bajas de los implicados en la tangana final del partido anterior,
además de la de Álex Geijo (sancionado con un partido), que también insultó al
trencilla en el túnel de vestuarios. La victoria o el empate daban la
permanencia. También podía valer la derrota, todo dependería de los resultados
de los otros implicados.
Así que por tercer año consecutivo llegábamos a
un último partido en el que está en juego toda una temporada. Pero,
afortunadamente para nosotros, parece que desde que los Pozzo-Pina
desembarcaron en estos pagos ha cambiado el triste sino que nos acompañó como
una maldición y por tercera vez consecutiva lo que parecía una tragedia acabó
en final feliz a pesar de la derrota cosechada. En Vallecas el Granada fue
mejor que el Rayo y mereció al menos el empate, y sólo fue derrotado por la ¿ineptitud?
del línea (“Fermín el del banderín” en su último partido en la profesión) que
no vio el clarísimo fuera de juego en el que en tiempo de descuento Tamudo
batió a Julio César. Lo que salvó al Granada fue el gol de Falcao con el que el
At. Madrid venció en Villarreal, cambiando en el descenso a los rojiblancos por
los amarillos.
LA
PEQUEÑA HISTORIA DE LA TEMPORADA 2011-2012
* Trofeo veraniego. Este año vuelve a no haber trofeo de agosto, es
decir, el trofeo que se instituyó en 1973 por Candi y que casi siempre se llamó
“Granada”, que había ya llegado a su presunta XXXIV edición la temporada
anterior. Pero sí hubo un trofeo triangular, jugado el 22 de julio. Sin apenas
una semana desde el comienzo de los entrenamientos, el Granada, con sólo las
novedades de David Cortés y de Jaime Romero, ganó en los penaltis un tres en
uno en Los Cármenes, organizado por una cadena hotelera, ante el Atlético de
Madrid (al que venció 1-0, con gol de Jaime Romero), y el Beksitas (0-0),
equipo turco que también derrotó 1-0 a los colchoneros.
* Sin
radios. El exagerado canon que la LFP acordó cobrar a las emisoras de radio
para poder retransmitir los partidos, que mayoritariamente se negaron a
desembolsar las principales cadenas, provocó que las cabinas de prensa
de Los Cármenes partido tras partido aparecieran desiertas. Quizás por ese
motivo decidió Pina ocupar el espacio de dos de esas cabinas y construirse un
despacho privado desde donde dirigir el club y al mismo tiempo palco VIP para
poder ver los partidos.
* Lucena, único superviviente de los años de Tercera y el único
representante de la cantera granadina en su vuelta a Primera, se convirtió en
el cuarto jugador de toda la historia (junto a Bombillar, Calderón y Herranz,
los tres de los años 30) que ha militado en el Granada en cuatro categorías
distintas, aunque de los cuatro él es el único que ha jugado en Primera. Debutó
en la primera jornada, con derrota en Los Cármenes por 0-1 ante el Betis, pero
ya no volvió a contar para Fabri ni posteriormente para Abel, salvo muy al
final, y sólo intervino en un total de seis encuentros oficiales que a pesar de
todo le permitieron superar por un partido en la clasificación histórica a
Trompi y auparse al séptimo puesto. Su debut no fue nada afortunado,
culpándosele del gol que trajo la derrota, que llegó a poco del final. El
propio Lucena manifestó a la prensa no estar nada contento «porque teníamos un
punto y al final pollas».
* Exposición. En abril de 2011 el Granada cumplió 80 redondos años.
Antes de finalizar la temporada anterior ya hubo determinados actos para
conmemorar el aniversario, pero el acto más lucido se lleva a cabo en el curso
de esta temporada. Durante todo el mes de septiembre tiene lugar en los salones
de Caja Granada de la Acera del Casino, antiguo Centro Artístico, una
exposición de objetos, trofeos y fotografías de todas las épocas del ya
octogenario club donde pudieron verse desde la camiseta azul marino de la
selección que lució Millán en su único partido como internacional, en Lisboa
1945, y el trofeo Pichichi de Porta de la 71-72, hasta las botas con las que
Ighalo marcó el gol que nos devolvió a Primera sólo tres meses atrás, pasando
por carnés de socio, camisetas antiguas, fichas de jugadores, entradas a Los
Cármenes, colecciones de cromos y un sinfín de objetos relacionados con lo
mejor de la historia granadinista, prestados desinteresadamente por aficionados
y ex jugadores y presidentes. Antonio Lasso como comisario y Rafael Doña como
ayudante, con la colaboración de los periodistas Fernando Díaz de la Guardia y
Justo Ruiz, trabajaron duro para que todos pudiéramos disfrutar de esta
magnífica muestra que resultó un rotundo éxito y por la que se estima que
pasaron más de 22.000 visitantes. Gran parte del material gráfico exhibido pasó
tras clausurarse la exposición a formar una especie de museo permanente del
Granada CF instalado en el antepalco de Los Cármenes, donde también se han
trasladado las oficinas del club.
* Dinero
de la TV. Pina se queja a principio de temporada, con mucha razón, del muy
injusto reparto del dinero de las televisiones e incluso afirma que quizás la
única solución podría ser organizar una huelga como la de los futbolistas. El
Granada recibirá por este concepto menos de la décima parte que Madrid y
Barcelona; «es como competir en una carrera, uno con un Ferrari y otro con
un Seiscientos». Y también se quejan por el mismo motivo otros clubs,
encabezados por el Sevilla, a pesar de que bastantes de ellos recibirán más del
doble que el Granada. Pina dice que «Antes ibas al Bernabéu o al Nou Camp con
toda la ilusión del mundo, ahora si yo fuera entrenador en esos campos
reservaría a mis jugadores para el próximo partido. Eso desvirtúa la Liga
española».
*
Libro. En septiembre se publica el
libro sobre historia del Granada CF “No vuelvas a decir que es imposible”,
éxito de ventas obra de Fernando Valverde, en la que éste da su particular y
poética visión de los más recientes años de la historia granadinista.
*
Otro libro. Unos días después se
presentaba otro volumen de temática rojiblanca, “Los años del Pichichi”, de
Ramón Ramos, su cuarto título sobre historia del Granada (después de “Adiós a
Los Cármenes”, “Los finalistas del 59” y “Devocionario Rojiblanco”) y en la
misma línea de los anteriores en cuanto a rigor en sus datos y amenidad en su
lectura. Al acto de presentación acudieron numerosos ex jugadores de la época
dorada del club, los años setenta, a la que se refiere el libro, entre ellos
Enrique Porta, el único Pichichi granadinista y al cual está especialmente
dedicada la obra. Porta hizo el saque de honor en el partido Granada-Villarreal
y le acompañaron sobre el césped gran parte de sus ex compañeros, que también
acudieron con gran satisfacción a la exposición conmemorativa de los 80 años.
*
Granada TV. También en septiembre se
pone en marcha Granada TV, dirigida por el periodista Juan Prieto. Con el
Granada CF como tema principal, es un canal destinado a emitir noticias,
reportajes, entrevistas, tertulias y partidos de los equipos de cantera.
*
Martins. De todos los futbolistas
que vinieron nuevos para el reencuentro con la máxima categoría, el que mejores
prestaciones rindió fue sin duda el internacional portugués Carlos Martins,
medio de ataque de gran calidad técnica. Apenas llegado a Granada se le desató
un drama familiar al diagnosticársele a su hijo Gustavo, de tres años, una
grave enfermedad linfática por la que hubo de ser internado en el hospital
materno-infantil, cosa que conoció el jugador en vísperas de su partido en el
campo del Málaga, partido en el que a pesar de todo participó. Por esa razón se
incorporó a la expedición rojiblanca sólo dos horas antes del encuentro y
después se le permitió regresar por sus propios medios. Esa enfermedad de su
hijo fue también causante de que a lo largo de la temporada se perdiera
bastantes sesiones de preparación y de que su mejor forma no terminara de
alcanzarla. A pesar de todas esas limitaciones, se erigió como el mejor
futbolista con el que contábamos y sus mejores momentos fueron también los del
equipo, hablándose de que el Granada sufrió toda la temporada una ”martinsdependencia”,
porque cuando al portugués le salían las cosas se solía ver un buen partido
rojiblanco, mientras que cuando no jugaba o no estaba fino también lo acusaba
todo el equipo.
*
Un paraguazo. El lluvioso domingo 20
de noviembre de 2011, con la visita del Mallorca a Los Cármenes, resultó
histórico al darse algo que ocurría por primera vez en la historia del Granada
CF, como es el hecho de que una parte de un partido hubiera de jugarse varios
días después y a puerta cerrada. Antes de iniciarse el partido, en las
inmediaciones del estadio, unidades móviles sanitarias recogían muestras de
sangre de cara a localizar un posible donante de médula ósea para Gustavo, hijo
de Martins gravemente enfermo. En los prolegómenos Lina, el primero en la
clasificación histórica por partidos jugados con el Granada, realizaba el saque
de honor a propuesta de la asociación granadinista “5001, que también le hacía
entrega al bigotudo ex defensa de una placa de manos de los artífices de la
exitosa exposición del ochenta aniversario del club, Antonio Lasso y Rafa Doña,
que al mismo tiempo recibían el agradecimiento oficial del club por su gran
trabajo. Pero del partido se jugaron sólo 61 minutos. El paraguazo al asistente Javier Aguilar
Rodríguez pudo costar muy caro al Granada. Él club basó su defensa en la tesis
de que el paraguazo había sido fortuito, el menor no tenía intención de agredir
al línea y todo ocurrió porque el paraguas se le rompió en las manos al
agitarlo en el aire, saliendo accidentalmente una parte disparada e impactando
en el rostro del asistente (¡esos paraguas que los carga el diablo!). Y prosperó.
Esa misma fue la conclusión de la Fiscalía de Menores, que pidió y obtuvo el
archivo de las actuaciones contra el autor del paraguazo. Asimismo, meses
después, el Comité de Disciplina Deportiva estimó el recurso interpuesto por el
Granada CF, aceptando la tesis del accidente y anulando las sanciones impuestas
al club por el Comité de Competición. Al menos en eso no se perjudicó el club.
Sí que hubo perjuicio en el empate que alcanzó el Mallorca en la continuación. Más
de uno y de dos vimos un afán de revancha en el árbitro Clos Gómez y sus
decisiones perjudiciales para el Granada. Afán de revancha que quisimos ver
otra vez en su no menos polémica actuación en el Granada-Madrid.
* Clos
Gómez, (el árbitro “de los trece errores”, según Mourinho) hizo esta
temporada sobrados méritos para engrosar la lista de trencillas malditos para
el granadinismo histórico, esa lista en la que aparecen apellidos como
Gojenuri, Guruceta, Bueno, Franco, Mazorra, Chércoles, Prieto y otros. Sólo dos
partidos arbitró al Granada y en los dos la lió. Fue el árbitro del
Granada-Mallorca del famoso paraguazo y también el de su continuación a puerta
cerrada, y en esta escasa media hora pitó al Granada un penalti en contra
bastante dudoso con el que empataron los baleares. Para colmo, en el Granada-R.
Madrid de la penúltima jornada, señaló como penalti a favor de los visitantes
una pillería de Cristiano Ronaldo sobre Moisés Hurtado que no era ni falta.
* Gestión
Sanz. La Fiscalía de la Audiencia Provincial de Granada, a requerimiento
del juez de lo mercantil Blas Alberto González, que entendía del concurso de
acreedores del Granada CF, remitió a dicho juez un informe poniendo de
manifiesto una posible gestión irregular de la economía del club durante la
época de Paco Sanz que alcanzaría a éste y a varios de sus colaboradores, y su
posible responsabilidad habría de decidirse en un futuro juicio civil. Por esa
razón el club fue emplazado por el juez para que presentara alegaciones y la
directiva de Pina contestó en el sentido de que la gestión Sanz no fue culpable,
sino que: «...Se realizaron múltiples acciones para evitar la desaparición del
club, por lo que no existe indicio alguno de culpabilidad en sus actos, sino
más bien un gran esfuerzo para mantenerlo activo».
* Obituario.
Con el margen de un día fallecieron en diciembre dos ex granadinistas: en
Madrid murió a los 75 años el uruguayo Héctor Núñez, entrenador que lo fue del
Granada CF en la temporada 76-77; y en Baleares murió Rafael Piris Esteva,
Piris, mallorquín de 79 años, que fue portero del Granada ocho temporadas
seguidas, desde la 53-54 hasta la 60-61, caracterizadas por la alternancia en
la titularidad con Candi, y que jugó un total de 121 partidos y fue el
guardameta de la final de Copa del 59. Muy pocos días después fallecía otro ex
guardameta rojiblanco, Lois, José Lois Corbera, santanderino que contaba con 78
años y que militó en el Granada las temporadas 60-61 y 61-62. En febrero moría
Luiqui, Luis García Panadero, de 90 años, delantero e interior que jugó en el
Granada las temporadas 48-49 y 49-50. En marzo moría a los 65 años en su
Pergamino natal, Argentina, un granadinista entre 1972 y 1974 del que se puede
decir que marcó época a pesar de que su estancia entre nosotros no fue muy
afortunada: Juan Miguel Echecopar Di Santo; aquel «ya verás, ya verás cuando
juegue Echecopar», que inventó y popularizó Martinmorales, resume a las mil
maravillas lo que fue su paso por Granada, donde finalmente sólo llegó a
alinearse en 16 partidos oficiales y a conseguir seis goles, Con la temporada
ya terminada, en junio, el que moría a los 89 años era Manuel Fernández
Fernández, más conocido para el fútbol con el nombre de Pahíño, que hacía
referencia a su lugar de nacimiento, San Paio de Navia (Ponteveda); fue un ariete
de mucha categoría que alcanzó la internacionalidad absoluta y consiguió dos
Pichichis; en el Granada, su último club antes de retirarse, jugó sólo la
temporada 56-57, un total de 15 partidos (cinco goles) y contribuyó al ascenso
a Primera.
* Refuerzos de invierno. Sólo dos fichajes de invierno realizó el
Granada: el defensa central Borja Gómez, conocido por el granadinismo desde la
eliminatoria de ascenso frente al Alcorcón (en el partido de Los Cármenes fue
expulsado por una acción sobre Dani Benítez en un córner), en el cual formaba
una magnífica pareja con Íñigo López. Ya la temporada anterior había el Granada
intentado su fichaje, pero se adelantó el Rayo Vallecano. Vino cedido del
Karpaty ucraniano hasta final de temporada y con opción de compra por 800.000
€, opción que efectivamente llevó a cabo el Granada. Resultó un refuerzo
importante, haciéndose enseguida con la titularidad y dando bastante firmeza
atrás. El otro refuerzo no lo fue tal, era el brasileño de 20 años Henrique
Almeida, internacional sub 20 que jugó poquísimo y nada demostró.
* Enciclopedia. Entre febrero y marzo
Ideal publica la historia del Granada CF en forma de enciclopedia por entregas,
en seis tomos perfectamente encuadernados y donde se recogen todas las andanzas
del club desde su fundación hasta la actualidad, con gran despliegue de fotos y
cuadros estadísticos en más de dos mil páginas, acompañado de una historia del
fútbol español en general. Es el fruto de siete largos años de trabajos de sus
autores: Antonio Lasso, Manolo Martínez y Antonio Rodríguez.
* Récord.
Los tres puntos del Sardinero santanderino además de fundamentales para la
salvación supusieron también un nuevo récord histórico rojiblanco, el de mayor
número de victorias a domicilio de sus dieciocho temporadas en máxima
categoría. Era la cuarta (ya habíamos ganado en el Sánchez Pizjuán, en San
Mamés y en el Benito Villamarín), con lo cual quedaba superado el anterior
récord, de tres (Pontevedra, Mallorca y Las Palmas), en la 1969-70.
* Monumento.
En abril tiene lugar la inauguración del monumento a la afición del Granada CF,
un grupo escultórico en metal, obra del artista granadino Miguel Ruiz Jiménez,
que se ubica en el paseo central de la antigua carretera de La Zubia, hoy paseo
del Emperador Carlos V, muy cerca del nuevo Los Cármenes y delante del Palacio
Municipal de Deportes. Ha sido sufragado en parte por aportaciones voluntarias
de aficionados y patrocinadores, cuyos nombres figuran en la base de dicho
monumento.
* Sospechas.
El final de esta liga 11-12 en primera estuvo lleno de sospechas de arreglos de
partidos. El Español-Gijón, que ganaron los casi desahuciados asturianos,
generó querellas ante los tribunales frente a quienes lo denunciaron. La palma
se la llevó la más que sospechosa reacción final del Zaragoza, que de ser
colista descolgado y estar prácticamente descendido, ganó más partidos en las
diez últimas jornadas que en el resto de la liga, eludiendo así un descenso
cantado. A este respecto Pina declaró a la prensa que «...todos sabemos de
intentos de amaño, por regla de tres, sorprende que si un equipo ha ganado
cuatro en 34 partidos, cómo va a ganar los seis últimos. Sabemos por qué se
salvó el Zaragoza el año pasado». Estas declaraciones fueron respondidas por el presidente del
Zaragoza, Agapito Iglesias, presentando una querella criminal contra Pina por
injurias y calumnias. Las sospechas de trampa, por otro lado bastante
habituales cada final de liga, sobre todo si como en ésta hay varios equipos en
pocos puntos, también salpicaron al Granada, al que algunos sin ningún
fundamento (y olvidando siempre que el gol del Rayo fue en clamoroso fuera de
juego) acusaron de haber pactado con el Rayo Vallecano la victoria de éste, que
de esa forma también se salvó del descenso
* El filial Granada B, dirigido por Joseba Aguado, se proclamó
campeón del grupo IV de Primera Andaluza y consiguió el ascenso directo a
Tercera División dos jornadas antes de terminar su liga. Desde 1998 llevaba
ausente el filial de esta categoría nacional. Frente a las dos temporadas
anteriores, en que formaron en sus filas gran número de jugadores venidos de
fuera, incluso de fuera de España, en la presente el equipo estuvo compuesto
casi en su totalidad por granadinos sabiamente seleccionados de entre lo mejor
de nuestra cantera.
* No
se va Pina. En vísperas del vital Granada-R. Madrid Pina declaró a la
prensa que se marchaba del Granada si el equipo conseguía la permanencia, por
estar agotado, aunque garantizando la continuidad de los Pozzo y su apoyo
económico. Afortunadamente reconsideró su decisión y siguió en el Granada.
* Pina y el Cádiz. Pina quería hacer en Cádiz algo parecido a lo ya
conseguido en Granada. Hasta trece jugadores fichados por el Granada, la
mayoría de ellos sin haber vestido nunca de rojiblanco, salvo en algún amistoso
(Óscar Pérez, Pedro Barrancos, Akinsola, Goikoetxea, Ferreiro, Murillo,
Gonzalo, Toti, Juanjo, Ikechi, De Coz, Dimitrewski y Cases) jugaron cedidos en
el Cádiz. Cuatro más pertenecían sólo a Udinese (Aulestia, Camille, Góngora y
Héctor Yuste, si bien sobre éste tenía el Granada una opción de compra
preferente). Y cuatro más (Akrong, Valenzuela, Cuero y Boateng) actuaron
también cedidos, pero en el filial cadista de Tercera. El Cádiz consiguió ser
campeón del grupo IV de 2ª B, pero se tropezó en la eliminatoria de campeones
con el filial madridista y sucumbió ampliamente goleado en los dos partidos. En
la repesca tuvo el ascenso en la mano, pero perdió en los penaltis en el último
partido ante el Lugo. El Cádiz estuvo presidido
por Juan José Pina, padre de Enrique Pina, y con Elena Pina, hermana, como
socia única de la sociedad Calambur Intermediaciones, que invirtió casi
un millón de euros en el club amarillo. La buena estrella de Pina parece que sólo funciona a la vera del
Veleta.
* Pina y el Tenerife. Aunque con bastante menos implicación que en
Cádiz, también el Tenerife, descendido la anterior campaña a 2ª B, fue un
objetivo de Pina, para lo cual Pedro Cordero asumió la dirección deportiva del
club canario, destino del ex granadinista Kitoko. Tampoco hubo suerte para Pina
en esta aventura y el Tenerife cayó eliminado en los play-off de ascenso por el
Ponferradina, y no ascendió.
* Otro récord histórico data de esta temporada, el de mayor número de
futbolistas pertenecientes al Granada y que actúan cedidos en otros equipos. La
cifra se eleva, si no hemos perdido ya la cuenta, hasta más de la treintena.
Aparte de los casi veinte del Cádiz, los cedidos se reparten por toda la
geografía nacional (Álex Cruz al Sabadell, Felipe Sanchón y Carlos Calvo al
Hércules, Goku al Burgos y Orellana al Celta) y mundial (tenemos cedidos en
Chile, Italia, Suiza, Polonia y Francia, como el “cortado” Mollo, que acabará
la temporada jugando en el Nancy). A lo largo de la temporada la prensa informa
del fichaje por el Granada de hasta seis jóvenes jugadores que ni siquiera
pisarán nuestra ciudad, entre los que predominan los laterales izquierdos,
sobresaliendo el fichaje de Daniel Pudil, aunque éste no es tan joven,
internacional checo que llega de un equipo belga y se va directamente cedido al
Cesena italiano.
UN PARTIDO PARA EL RECUERDO
Bilbao 0 Granada 1
Domingo
27 de noviembre de 2011
Partido
correspondiente a la jornada 14 (en realidad la 13) de la liga de 1ª división,
Liga BBVA
Estadio:
San Mamés, de Bilbao
Árbitro:
Undiano Mallenco (navarro). Amonestó a los locales Muniaín y Aurtenetxe; y a
los visitantes Roberto, Nyom, Siqueira y Yebda
Entrenador:
Fabriciano González, “Fabri”
Presidente:
Enrique Pina
Alineación del Athletic de Bilbao
Iraizoz;
Iraola, Javi Martínez, Amorebieta; Aurtenetxe (Gabilondo 46’); Iturraspe, De
Marcos (Íñigo Pérez 71’); Susaeta, Ander Herrera (David López 63)’, Muniaín; y
Llorente.
Alineación del Granada CF
Roberto;
Nyom, Íñigo López, Diakhaté, Siqueira; Yebda, Mikel Rico; Uche, Martins (Abel
Gómez 88’), Franco Jara (Dani Benítez 67’); e Ighalo (Geijo 75’).
El gol
0-1, min. 31: Íñigo López.
La
crónica
Un Athletic de Bilbao muy poco vasco
en su juego, es decir, con mucho toque y trato exquisito del balón frente a lo
que de siempre caracterizó el juego propio de los equipos del norte, se
convirtió de la mano del técnico argentino Marcelo Bielsa en un gallito y en
uno de los equipos que mejor fútbol practicaron en esta temporada 2011-12 en la
llamada liga BBVA.
Llevaban los bilbaínos de Bielsa once partidos
seguidos sin ser derrotados entre liga y Europa
League, y ocupaban el sexto puesto de la tabla después de vencer
brillantemente al Sevilla en Nervión y jornadas antes dar toda una exhibición
de buen juego frente al Barcelona. El Granada, que comparecía en San Mamés 35
años, 9 meses y 19 días después (08/02/76), era vicecolista (con un partido
menos) y hasta ese momento sólo había ganado dos partidos, al Villarreal en Los
Cármenes y al Sevilla en el Pizjuán, y sólo habían sido capaces nuestros
delanteros de anotar cuatro goles (doce en contra), que en realidad eran seis
pero los dos últimos no se podían contabilizar todavía porque son los que se
llevó el Mallorca en la jornada anterior en Los Cármenes, en partido suspendido
por lo del paraguazo a un linier y del cual faltaba media hora por jugarse. Así
que el pronóstico era clarísimamente local y algunos hablaban de previsible
goleada.
Pero en fútbol –afortunadamente- cuando echa a rodar
el balón las trayectorias previas, los pedrigríes y las estadísticas de poco
sirven, tampoco eso tan en boga en los tiempos actuales como es la posesión del
balón a lo largo de los noventa minutos. Las crónicas del partido subrayan que
los locales tuvieron porcentajes de posesión del esférico superiores al 70%.
Fabri planteó un encuentro típicamente
“fabricianesco”, juntando líneas y hombres por detrás del balón y confiando su
suerte a alguna acción de contraataque o de estrategia. Y la cosa le salió bien
porque al filo de la media hora un córner por la derecha centrado muy bien por
Martins sirvió para que Íñigo López, nadie como él para aprovechar estas
situaciones, se estrenara como goleador con un cabezazo inapelable en el primer
palo y obtuviera el primero de los cuatro goles que le convirtieron en uno de los
máximos anotadores del Granada en esta temporada de tanta penuria rojiblanca
ante la meta contraria. El Bilbao se vio impotente para superar la tela de
araña de Fabri y el Granada supo aguantar y volverse con los tres puntos que
nos sacaran de la zona de descenso, e incluso pudo ganar por mayor diferencia
en una contra en la que Mikel Rico cruzó en exceso ante Iraizoz.
Es un resultado histórico porque en la Catedral nunca
fue fácil pescar algo, aunque no era la primera vez que el Granada se traía una
victoria de San Mamés, está el precedente de la 72-73, con idéntico resultado,
gol de Porta. Y es doblemente histórico este partido porque supone una nueva
marca en la historia del Granada CF, la del mayor número de extranjeros en su
alineación. De los que salieron de inicio,
excepto Roberto, Íñigo López y Míkel Rico, los otros ocho son nacidos fuera de
España, como asimismo lo es también Geijo, de nacionalidad española pero nacido
en Suiza, que sustituyó en la segunda parte a Ighalo. Julio César, en el
banquillo, podía incluso haber establecido un récord mayor si hubiera
intervenido en el choque. Ya no se volvió a dar en todo lo que faltaba para
terminar la liga tal número de foráneos, aunque también por primera vez en su
historia podría el Granada haber jugado en algún partido con un once completo
de no nacidos en España.
El anterior récord de
extranjeros granadinistas databa de 37 años atrás, de la temporada 73-74, en
Santander, campo en el que el Granada alineó seis futbolistas extranjeros
(todos sudamericanos, por cierto) que después, con los cambios, fueron siete,
aunque dicho récord ya había caído este mismo año en la visita a Málaga, donde
jugó el Granada con siete extranjeros de inicio, y en otros partidos
posteriores.
Era un Bilbao en alza,
en el que se alineaban varios internacionales, pero es que en el Granada, a
pesar de que su papel en la liga no fue brillante, también jugaban varios
internacionales, lo que pasa es que ninguno de ellos vestía de rojo. Hasta
siete internacionales absolutos se alinearon en el Granada, otra marca
histórica de esta temporada, la de mayor número de “Aes” en su plantilla, ocho.
LOS QUE HICIERON HISTORIA EN EL GRANADA CF
Fabriciano González Penelas, Fabri
Como futbolista no pasó de jugar en equipos de tercera en
su Galicia natal y como entrenador, a pesar de en algo más de dos décadas
haberse sentado en banquillos de toda España y parte de Portugal, se puede
decir que su techo estaba en el tercer nivel del fútbol, aunque había entrenado
fugazmente a algún equipo de segunda e incluso había conocido la máxima
categoría por un breve periodo, en el Logroñés de la 94-95. Su gran
oportunidad, pues, quien se la ofreció fue el Granada. Y no la desaprovechó.
Fue el primer entrenador del Granada de la era Pina, como
sustituto de Miguel Ángel Álvarez Tomé, que había sido contratado para un
proyecto muy distinto por la gestora que presidía Ignacio Cuerva antes de que
se vislumbrara el desembarco por estas tierras de Pina y su equipo. El debut de
Fabri, faltando sólo ocho jornadas para concluir la liga 09-10, no fue
afortunado, con un empate casero ante el Betis B, paliado a la siguiente
jornada con una goleada vital ante el líder destacado del grupo IV de 2ª B, el
Melilla, al cual se pudo desbancar de la primera plaza en las siguientes
jornadas a base de victorias y así luchar por el ascenso, que se pudo conseguir
frente al Alcorcón, precisamente en la única derrota de Fabri de los doce
partidos que dirigió.
La 10-11 fue su gran temporada. No fueron buenos sus
comienzos, pero se tuvo la necesaria paciencia con Fabri, que supo extraer lo
mejor de una plantilla excepcional y poco a poco ir subiendo puestos en la
tabla hasta conseguir la clasificación para play-off y el ascenso a máxima
categoría.
Sus detractores siempre le reprocharon que el juego
desarrollado por el equipo era muy poco vistoso por excesivamente defensivo.
Uno, que no se considera un experto en cuestiones técnicas futboleras, no puede
desmentir esa afirmación, pero sí que puede afirmar que en su gran temporada,
la del ascenso a primera, pudimos disfrutar de auténticos partidazos en Los
Cármenes, equiparables a los de las mejores épocas, y que, números en mano, el
Granada fue uno de los equipos que más goles consiguió y al mismo tiempo uno de
los menos goleados. Con los sistemas de Fabri, viejo zorro y estratega como
pocos, el Granada, cerrando muy bien espacios, supo explotar esa gran arma del
fútbol que es el contraataque, que, bien realizado, no tiene por qué desmerecer
a otros planteamientos que buscan un fútbol más elaborado, tampoco en cuanto a
su estética. Como el propio Fabri decía, «una cosa es defender bien y otra
ser defensivo». Y por si esos argumentos fueran insuficientes siempre
habría que atender a los resultados obtenidos, que es lo que cuenta: dos
ascensos en dos años, marca única en toda la historia del Granada CF, y que
convierte a Fabri en el único técnico que consiguió más de un ascenso de los 80
que han pasado por el banquillo granadinista, y también en el único que lo ha
dirigido en tres categorías distintas.
Los
comienzos de Fabri, por lo visto, no suelen ser buenos, como poco bueno fue el
inicio de la temporada 11-12, ya en Primera, para después ir poco a poco
remontando posiciones e incluso acercarse a la zona europea antes del parón
navideño. Ese descanso pareció no sentar muy bien y al reanudarse la liga
vinieron tres derrotas consecutivas, dos de ellas muy dolorosas (en Los
Cármenes frente al Rayo Vallecano y en casa del Español) por la mala imagen
ofrecida, que dejaron al equipo en puesto de descenso y revelaron que en el
vestuario no todos los futbolistas estaban con Fabri, por lo que Pina decidió
su destitución, acabando así el periplo granadinista de este trotamundos
humilde («humildad, trabajo y respeto por los contrarios» fueron siempre sus
máximas) que unos pocos días antes del partido en Cornellá había declarado a la
prensa que él llegó a Granada de noche y calladito y que cuando tuviera que
irse lo haría de igual forma, barruntándose ya que algunos de sus jugadores
podían estar haciéndole “la cama” y que eso sólo podía significar su marcha.
Su último acto en Granada consistió en una emotiva rueda de
prensa para despedirse, tras la cual quedó claro que los detractores hacia sus
planteamientos futbolísticos podían ser pocos o muchos, pero que como persona
era casi unánime el afecto que se ganó en su estancia entre nosotros. Y entre
sentidos abrazos y deseos de suerte en el futuro, sin una mala palabra para
nadie se marchó Fabriciano después de tres temporadas (incompletas) al frente
del banquillo granadinista (sólo Cholín, Joaquín Peiró y Lucas Alcaraz antes lo
consiguieron) y 81 partidos oficiales dirigidos que lo aúpan al octavo puesto
de la clasificación de todos los entrenadores de la historia rojiblanca.
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